Aunque mi temperatura corporal fuese casi igual a la de Jacob no era tan resistente. También me daba frio, y sobre todo ahora que mi temperatura corporal descendía a causa de que estaba dejando de cambiar, me sentía más humana, si es que era posible… pero aun así… faltaba algo.

Subimos a mi auto… un pequeño audi color plata que mi padre me regalo para mi cumpleaños. Jacob se sentó en el asiento del copiloto.

-Dígame ahora señorita “no me gustan los autos caros” ¿Qué haremos a parte de intentar congelarnos en la playa y soportar las burlas de Quil?

- Bueno “señor no subiré nunca a ese auto”… haremos exactamente lo que has dicho, así que si no quieres irte caminando cierra la boca de una buena vez. – Habíamos discutido mucho a causa de ese auto. Decía que yo no necesitaba algo que me hiciera ir más rápido de lo que ya hacía por mí misma. En muchas ocasiones solía ganarle a mi padre, que por cierto era el más rápido de mi familia, en las carreras que hacíamos… pero solo por diversión… al ser muy rápida, él decía que no necesitaba un auto, así que solo le dije que quería parecer un poco más normal. ¿Qué chica que de 16 años llega al centro comercial corriendo, y sobre todo cuando vive fuera del pueblo? No parecían cosas de él ¬ ¬ .

-Llegaría más rápido si no insistieras usar esta cosa. No crees que ya es suficiente la atención que recibes con que también tu auto llame la atención. Gracias por acordarte de tu amigo ¡he!

-¿Jacob Black estas celoso de mi auto? – Ok el término no era celoso pero… ¿le molestaba que recibiera atención?

-¿Sabes qué? No importa ya sabes lo que pienso de “este auto” así que solo pongámonos en marcha.

El humorcito que tenia Jacob era normal… sobre todo cuando tenía exámenes semestrales… yo no sabía que era un examen semestral, es decir, claro que los conocía pero nunca había presentado uno, y mucho menos en una escuela.

Conduje unos 45 min. Antes de llegar a la casa de Jacob. Bajamos del auto dejándolo cerca del garaje improvisado que había detrás de su casa.

Bajar hasta la playa nos tomaría unos 15 min… claro si fuéramos humanos.

-¿Te reto una carrera si? – Jacob me miro con una cara de pocos amigos.

-¿Qué quieres demostrar princesa? ¿Qué eres más rápida que yo? Ya lo sé.

-Hey!! Ya basta!! ¿Qué te sucede?, has estado atacándome desde que salimos de la casa de mis abuelos. ¿Qué quieres que te diga? ¿Qué no quiero conducir porque soy tan rápida como mi padre?¿ O tal vez decirle a mis tíos que me hagan exámenes semestrales para estar tan estresada como tú? Pues lo siento Jake. Si no querías que viniese hubiese bastado con que no te presentaras en mi casa- Estaba molesta. Nunca nos habíamos disgustado tanto por tonterías. Pero que él se desquitara conmigo sus molestias era frustrante.

Él bajo la cabeza. Ahora me sentía mal por él. Bien hecho Cullen.

-Tienes razón princesa, no sé porque te estoy tratando así. Bueno si lo sé. Es que nunca tengo tiempo para estar contigo, siempre te acaparan, sino son las clases es tu auto. Pienso que te importa más ese auto que tu… - dejo la frase en el aire… como supuse estaba celoso, pero ese no era el motivo… podía verlo en sus ojos.

- Jake- dije en tono muy suave para que supiera que ya no estaba tan molesta- sabes que eres lo más importante que tengo, a parte de mi familia, pero no debes estar así solo porque ambos tenemos compromisos… Hagamos algo… cuando te den tus vacaciones de verano convenceré a mis padres de irnos un fin de semana a algún lugar. Solos tú y yo ¿Qué te parece?

- Me parece princesa que el conde Drácula no nos dejara ir a ningún lugar. –tenia un punto a su favor… mi padre se moriría solo de preguntarle.

- Tienes razón. Pero sé que la esposa del conde intercederá por nosotros. “Solo si mantienes ese dedo en su lugar” – dije recitando las últimas palabras de mi padre. Jacob se puso muy rojo ante en recuerdo de lo que eso en realidad quería decir.

-No creo que tu madre te deje usar ese vocabulario

-¿Qué dije? tu explícamelo. – sus mejillas se tornaron aun mas rojas de lo que ya estaban. Sabía exactamente lo que mi padre quería decir con “el dedo” pero quería escucharlo de sus labios… aunque… no sé porque eso hacía que mis propias mejillas ardieran solo con el hecho de recordar que Jake…aunque era un licántropo. También era un hombre.

Decidimos dejar ese tema para otra ocasión… claro él no se iba a escapara de mi tan fácilmente. Yo no lo dejaría.

Regresé a casa temprano para poder comentarle el plan a mi madre. Subí toda la calle en dirección a los límites del pueblo, Jacob se había quedado en La Push, no quería enfrentarse a la cólera de mi padre cuando le dijéramos lo que queríamos hacer.

Cobarde.

Al llegar a la entrada de la casa de mis abuelos, estacioné el auto cerca de las escaleras del porche, donde solía dejarlo. Ya no había mucho espacio en el garaje de la familia, así que decidieron agrandarlo aun mas… pero no estaba listo. El tío Emmett se estaba encargando de ello, pero con la tía Rose merodeando por ahí era una misión imposible.

Subí las escaleras y entré en el recibidor de colores cremas y blancos… los típicos colores de los Cullen. Fui a la cocina para ver si mis tías o mi abuela estaban allí, pero no había nadie… fui al despacho de mi abuelo, pero también estaba vacío. Era raro que la casa estuviera sola y más aun sabiendo que yo no me encontraba cerca. Tal vez fueron a cazar o salieron a divertirse. ¿Sin mi? No lo creo. ¬ ¬ .

-Abuela- grite a ver si alguien me respondía- Tía Rose – volví a gritar pero aun no había respuesta.

-No hay nadie Ness – respondió la tía Alice desde las escaleras. En unos segundos ya se encontraba a mi lado dándome un abrazo exageradamente fuerte. – No pude verte durante casi una hora ¿cómo es posible Renesmee? Y no intentes mentir porque lo sabré.

Estaba en problemas y no sabía porque, tal vez ya había visto lo que planeaba decirles a mis padres o simplemente lo dedujo ya que no m pudo ver. Fuera lo que fuese me enteraría pronto, en ese instante vi a mis padre entrar por la puerta que daba en dirección al jardín, a mis abuelos bajando por las escaleras seguidos de mis tíos Jazz, Emmett y Rose.

-Esto parece un episodio de “Encontrados” - dije recordando que nos gustaba ver el programa de crímenes. Estaba nerviosa, como si hubiera hecho algo malo, pero sabía que no tenía nada que esconder así que decidí preguntar - ¿Ocurre algo malo?

- Nada pequeña – contesto la voz melodiosa de mi abuela- es que Alice se asustó porque no te vio durante un buen rato. Esta muy emocionada porque ya puede verte en sus visiones, y desaparecer de la nada la altero – dijo eso mirando a Alice con ojos llenos de preocupación, tía Alice bajó la cabeza y miro sus pies.

-Está bien Ness, debes estar cansada. ¿Vamos a casa si?- mi madre me miró desde el otro lado de la habitación, tomó mi mano y nos encaminamos hacia nuestra casa oculta en el bosque a unos 15 min. De la casa de mis abuelos.

Le di un beso a la tía Alice diciéndole que no se preocupara, que yo estaría perfectamente bien. Me despedí de todos en el recibidor y salimos de la gran casa.

Por alguna razón mi padre estaba silencioso, algo no muy normal teniendo en cuenta que me interrogaba cada vez que me veía con Jacob. No tardamos mucho en llegar a la casa. Subí directo a mi cuarto pero mi padre me detuvo antes de entrar a la habitación.

-Tienes que decirnos algo ¿no es así? – “preocupación” eso era lo que reflejaban sus ojos color oro. Había leído mi mente.

-Quería hablar con los dos si no es mucho pedir – dije sonrojándome a verme descubierta.

- Entonces empieza cariño- escuché decir a mi madre detrás de él. A pesar de que era tan rápida como un vampiro normal, ella tenía algo que hacia ponerme los pelos de punta cuando me sorprendía. Sigilosa como un ratón.

Tome asiento en mi cama, ellos se colocaron a mis costados, uno en cada lago, querían que les contara todo, por lo que sabía ya mi padre pudo haberle contado lo que planeaba a mi madre sin siquiera mi consentimiento.

-No le he contado nada Ness. Quería que lo hicieras tú- tome algo de aire antes de comenzar.

-Bueno…ahh… tuve una pelea con Jacob mamá – en teoría no era una mentira, pero tampoco era la verdad.

-Cariño – dijo ella tomándome la mano. ¡Diablos! Me sentía mal porque ella se sentía mal por mí – dime que sucedió.

Mi padre me observaba reprendiéndome con la mirada. – Dile la verdad – escuche como me lo decía, pero él no había movido los labios.

-No es nada grave mamá- dije para tranquilizarla – es solo que está molesto porque piensa que no le prestó atención, cree que estoy más tiempo con mi auto que con él.

-Siempre ha sido muy posesivo, además estaba castigado ¿no es así?

-Oh! Mamá Jake tiene razón, solo lo veo unos días al mes, y siento como si… - mire a mi padre que seguía parado junto a mí. – Puedes irte un momento por favor, es algo que creo que no gustara – pensé para que pudiera captar el mensaje. Él asintió con la cabeza y salió de del cuarto, no sin antes darme un beso en la frente con sus labios fríos.

-Ed.… - mi madre no logro terminar la frase, ya él se había ido.

-Mamá- trate de llamar su atención, pero más o menos ya ella sabía por dónde venía la cosa. -

-¿Qué es lo que sientes por Jacob, Ness? – ¿Sentir? Ahora que lo pensaba mejor, ni yo misma lo sabía.

Sentía angustia cuando no estaba cerca de mí, preocupación porque estaba fuera haciendo sabrá dios que, celos porque pasaba mucho tiempo con la manada, y en especial con Leah, y no tanto conmigo. Terror de que le sucediera algo, aunque sabía que era resistente aun así era vulnerable, y sobre todo a las influencias de Sam como el lobo alfa, seguía bajo su guardia aunque a él no le gustase. Y aun más celos, al imaginar que el amor hacia mi madre siguieran latetente en su corazón. Todos eso miedos salían a la luz cuando estaba cerca de él. Miedos estúpidos y a veces irracionales. Pero miedos que por más que intentara acallar estaban presentes.

Quise ser fuerte y decirle la verdad a mi madre, pero era difícil, el solo pensar que me negara estar con Jacob era como clavarme una estaca en el corazón, Ja! Que irónico, eso no me mataría, pero una negativa de mi madre sí.

-Renesmee, deja ya de darle vueltas al asunto y dime que está pasando.

-Mamá, estaba pensando, ya que las vacaciones de verano se acercan… ¿podríamos irnos de viaje?- ok aquí viene…

-Oh! Cariño, es eso – me di cuenta como se relajaba. Aquí viene…- vamos a decirle a tu… espera un momento. ¿A “quienes” te refieres con “podríamos”?

-A Jacob y a mi mamá – Boom!! Exploto la bomba. Su cólera iría en acenso mientras lo meditaba.

-Renesmee Carlie Cullen te has vuelto loca. No me digas que ese intento de muchacho te esta influenciando – gritó ella mientras se levantaba de la cama.

-Fue mi idea mamá. Él me dijo que era algo descabellado pero no le hice caso.

-Pues debiste. Es la primera vez que ese muchacho dice algo coherente. No discutiré el tema Ness, no iras a ningún lugar… - Ella tomo aire, no sé porque lo hiso pero así fue. Unos minutos después tomo asiento de nuevo a mi lado y  me hablo con una voz muy calma, ya se parecía a mi madre otra vez. – Ness, si quieres pasar tiempo con Jacob está bien, pero iremos con ustedes, ¿eso te parecería bien?- No era lo que yo esperaba pero… era mejor que nada.

-Está bien mamá. – la abrace sellando nuestro trato. Mi padre moriría cuando se enterase de nuestros planes.

-No estoy de acuerdo con esto. – dijo él desde el marco de la puerta. Yo me sobresalte cuando hablo, siempre hacia que me asustara. – pero… - continuo él – si eso te hace feliz, no tengo objeción.

Estaba tan emocionada que no podía ni hablar… debía llamar cuanto antes a Jake para avisarle de nuestros planes.

Al día siguiente desperté sola, ¡Wau! No podía creerlo. En toda la noche no hice otra cosa que idear cosas y hacer un millón de planes diferentes, que ropa usaría, cuál sería el destino más apropiado para dos vampiros, un licántropo y una semi-vampira.

Tal vez Hawái no sería lo indicado… nahh mucho sol.

El polo norte…. Nooo!!! Mucho frio.

Rayos!! Con todo el alboroto del viaje olvide concretar algún lugar.

-¿Qué tal isla Esme? – dijo mi madre. Estaba justo detrás de mí y no la había sentido.

-¿Para que papá y tu recuerden sus momentos felices mami?- había olvidado por completo la isla que mi abuelo había regalado a mi abuela para su boda, y la misma isla en la que mis padres habían pasado su luna de miel. Creo que ahí fue donde me concibieron.

-Muy graciosa – sonrió ella – también son nuestras vacaciones ¿recuerdas? Además, si no estuviera segura que tu padre estará más que ocupado para molestar a Jacob, ¿crees que no lo sugeriría?

-Está bien – sería lindo pasar tiempo con Jacob sin que mis padre nos frustrara las cosas, no era que quisiéramos hacer algo indebido, pero de todas maneras la idea sonaba tentadora.

Tres semanas después ya teníamos todo listo para el viaje.

Sería un viaje un poco largo, pues había muchas paradas que hacer antes de llegar a la isla.

Jacob se había demorado, y mi padre ya empezaba a exasperar.

-¿Donde estará ese sabueso?- caminaba de un lado a otro, ¿quería volverme loca?

- Papá me estas estresando, por favor ya detente… harás una zanja.

-Ese muchachito no conoce de puntualidad, ¿cariño estas segura de que debe ir?- mi papá miro a mi madre con ojitos de suplica, y ella con cara de decisión… yo había ganado J

-Edward, esto es importante para  Renesmee ¿no podrías intentarlo solo por esta ocasión?- papá miro a mi madre y le puso esa sonrisita suya que hacia derretir a la señora del mercado para que se quedara con el cambio… xD mi padre era realmente generoso con sus cambios…- Oh no!! He dicho que Jacob nos acompañara en este viaje y así será. – (Si mami, si mami)- pensé para mí.

- Aun no está aquí hijita adorada- lo dijo en un tono sarcástico- falta que ese pe… - en ese momento percibí la una presencia a mis espaldas, justo por la puerta de atrás. Olía a bosque y un aroma especial, que solo le pertenecía a una persona.

Jacob.

Al voltearme pude confirmar mis sospechas, aunque estaba tan conectada a él que sabia donde encontrarlo aunque estuviese a millones de kilómetros. Pude ver su sonrisa y esos ojos oscuros como una de las tantas noches tormentosas en Fork. Estaba parado en el marco de la puerta como solía hacerlo, con una camisa color marrón, unos jeans bastante ajustados (lindo), y calzado deportivo, a sus pies estaban sus maletas, había una más pequeña que no parecía exactamente una maleta, parecía más bien un paquete donde se guardaban cosas pequeñas o artículos de aseo. Interesante, pensé, tendría que echar un vistazo a su contenido. Lo miré directo a sus ojos, tenían un brillo travieso en ellos, escondía algo, lo sabía, simplemente tenía algo en mente y no sabía que era, pero mi padre sí…

-         Deja esos pensamientos droopy, no te quedaras ni un minuto solo con mi pequeña y lo sabes.

-         Cálmate  Ed. Solo es por molestarte un rato, no hare nada que ella no desee hacer – Yo sé lo que quiero hacer, pensé mordiéndome el labio inferior- lo siento por retrasar el viaje Bella, Rebeca estaba en casa así que me fue un poco difícil que dejara de abrazarme.

-         Descuida Jake, todo esta bien, ahora metamos las maletas en el auto, ya vamos bastante retrasados. –dijo mi madre con tono conciliador.