Sangre Azul

Autor: LunaLautner
Género: Romance
Fecha Creación: 18/04/2010
Fecha Actualización: 18/08/2010
Finalizado: SI
Votos: 14
Comentarios: 64
Visitas: 51502
Capítulos: 31

¿Qué pasaría si de pronto tu mejor amigo dejase de serlo?…

¿Que al que vistes como tu hermano durante tanto tiempo deje de verse como tal?...

Dicen que el dinero no compra la felicidad… Es cierto…

Muchos pensaron que  mi vida era perfecta. Perfectos familia, lujos, muchos autos, mucha ropa y joyas… pero lo que nunca se imaginaban era que… aunque amaba a mi familia con todo mi corazón, que tenía todo lo que yo deseaba… no era feliz… o por lo menos… no del todo.

Mi familia tenía un gran secreto…

Y…Yo también…

 

 

          Nessie C.

 

 

 

Holaaa a todooos :D akii esta un fic creado x mii.. espero ke les guste tanto como a mi porque esta hecho con amor... espero estar actualizando la historia para no dejarlos esperando tanto jeje... tambien lean "El Legado de Amar" q es otra de mis historias inspirada en la saga de Twilight... estos personajes son exclusibos de la autora de la saga... solo escribo la historia que me gustaria para Jacob y Nessi....

Team Jacob 4ever :D

Amanda Barrios :D

 

Akii esta el link de la 2da parte *-*

http://lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=925

 

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Capítulo 31: Cap XXXI El Final de una historia... pero el comienzo de una nueva.

Había pasado unas semanas desde el nacimiento de las gemelas. Era increíble lo grande que estaban. El abuelo decía que su crecimiento era menos acelerado de lo que fue el mío. Podían llevar una vida normal. Aparentaban al menos un mes de vida, pero eran perfectas. Las tías se habían vuelto locas comprándoles juguetes.  Ellas disfrutaban mucho de ellos, en especial Shara.

Eran como el sol y la luna… tan parecidas y tan diferentes…

Sharabeth era risueña, se reía mucho, adoraba estar con Alice y Rose. Era como una pequeña princesita, todo lo que pedía se lo daban y hasta más. No quería que fuera una niña caprichosa cuando creciera. Se lo advertía cada vez que les traigan algo nuevo, pero que podía hacer, así eran ellas. Era como una versión en miniatura de la tía Alice.

Bianca era tranquila, pasaba casi todo el tiempo con Jacob o con mi padre. Adoraba escucharlo tocar el piano. A veces movía sus deditos como si estuviera tocando ella también. Adoraba que le leyeran cuentos, en especial los que tenían hadas y criaturas mágicas. Ella nos consideraba mágicos. Les contare un secreto… el tío Jasper esa su favorito. A pesar de ser un poco reservado, con ella se mostraba tan tierno que la tía Alice se ponía celosa… en realidad no… pero en a veces quería tener un hijo para él. Era doloroso saberlo, pero a ella le hacía feliz verlo con la bebé en los brazos. Parecía que ella no calmara a él y no al revés.

A veces se molestaban porque tenían hambre o había que cambiarlas como a cualquier bebé normal, pero… a ellas les cambiaban los ojos de color. Como a mí me sucedía en ocasiones.

Sus ojos color chocolate cambiaban a un verde bosque tan intenso que parecían ignotizarte.  Los ojos humanos de mi padre, había dicho el abuelo en una de las rabietas de Shara.

Yo me encontraba en el sillón de la sala mirando la televisión, me había recuperado casi por completo, salvo por una que otra punzada cuando hacia un gran esfuerzo.

Todos estaban haciendo algo. Las tías jugaban con Bianca, mientras Sharabeth dormía plácidamente sobre el pecho de un cansado Jacob. El pobre se había levantado toda la madrugada preocupado, decía que no confiaba en mis tías el cuidado de las niñas. A veces me sentía inútil, y me daba miedo que las quisieran más a ellas, pues siempre estaban ahí cuando lloraban o tenían que alimentarse, ¿y su madre donde quedaba? Mi vinculo con Bianca había crecido mucho. Con Sharabeth era diferente. Su mente para mí era un completo misterio ahora que había nacido. Al parecer podían leerse los pensamientos entre sí, pero ni mi padre ni yo podíamos acceder a la mente de Shara. Maldito campo de fuerza. Me sentía alejada de ella. Como si en ocasiones sintiese que no la quería por pasar más tiempo con Bianca que con ella. Ese sentimiento lo percibía cada vez que la miraba. Había dejado el poder de mostrar las cosas de mi mente solo para ella. Que supiese que para mí ellas eran lo más importante al igual que su padre. Y que nada ni nadie cambiaria eso. Pero aun así me preocupaba a sobremanera.

Cuando cumplieron un mes de vida le pedí a Jacob que nos mudáramos a nuestra casa. Hubo muchas protestas en cuanto a eso, pero me mantuve firme en mí decisión. Obviamente mí padre estuvo totalmente de acuerdo conmigo. Y me alegró mucho. Mamá adoraba pasar tiempo con ellas al igual que la abuela, pero me estaban quitando la responsabilidad que yo misma me había creado. Mi madre fue la primera en decírmelo, también había ocurrido con ella, y al yo poner mis limites todos tendrían que respetarlos.

Al llegar a nuestra casa me sentí mejor, solo nosotros cuatro. Me sentía asfixiada, y por más que los amara, debía buscar mi propio camino.

Cuando todo estuvo listo… juro no sabía qué hacer.

Prepare algo de comida mientras las niñas dormían en su nueva habitación. Estaba nerviosa… y eso que yo misma quería libertad…. ¿Quién me entendía?

Jacob y yo estábamos sentados en la sala, él miraba un partido y yo miraba mis pies que estaba sobre sus piernas.

-¿En qué piensas?- preguntó él sacándome de mis cavilaciones.

-¿Crees que fue buena idea mudarnos?-pregunte mirándolo a los ojos. Jacob tomo mi mano y la llevo a sus labios.

-Fue la mejor decisión que has tomado- dijo él- no podía pasar tiempo con mis propias hijas, era… ahhhh-él gruño bajito- el duende y la Barbie iban a volverme loco, te lo juro.

- Y a mí, pero no era su intención, así son-dije suspirando. Él sonrió y me dio un beso.

Unos minutos después escuche un llanto ronco. Me levanté y Jacob me siguió. Entramos sin hacer mucho ruido pues si era solo una la que lloraba no queríamos despertar a la otra.

Sharabeth estaba quejándose y chupándose su pequeño dedo pulgar. Estaba molesta.

-Cariño… -dije dulcemente mientras la sacaba de la cuna- ¿tienes hambre?-pregunté en un tonto intento de que ella me respondiese.- vamos a cambiarte y luego a comer.

Luego de que la cambié me senté en la mecedora en una de las esquinas de la habitación. No las había amantado mucho, pues siempre eran mis tías quienes les daban sus biberones, pero ahora ellas no estaban y yo deseaba hacerlo.

Ella succionó muy fuerte, yo cerré los ojos ante el dolor. Había olvidado cuando dolía. Pero me acostumbraría, tal vez pasara después, sino ¿Por qué las mujeres no dudaban en hacerlo?

Después de que el dolor pasase, recorrí cada detalle del pequeño rostro de mi bebé. Sencillamente era perfecta. Ella me miraba con sus ojitos muy abiertos.

-Baja esas defensas para mí pequeña- susurre mientras acariciaba su cabello- puedes hacerlo.

-Aun es muy pequeña ¿no lo crees?- dijo Jacob mientras se arrodillaba y besaba la cabecita de Shara.

-Tal vez- dije sin dejar de mirar los ojos de la bebé- pero sé que puede hacerlo. La escuche mientras estaba en mi vientre, sé que puede hacerlo. Tiene una voz dulce.- ella cerro un ojos durante un momento. Yo bajé mi barrera de inmediato.

*Vamos, sé que puedes* pensé

-Piensa en los que hiciste esta mañana antes de venir aquí-dije mientras ella habría sus ojitos.

De inmediato imágenes de Jacob llevándola en brazos entraron en mi cabeza, la tía Alice despidiéndose. Yo le sonreí, y ella me devolvió la sonrisa aun con mi pecho en su boca.

-Y… ¿funciono?- preguntó Jacob confundido.

-Sabía que podías- dije mientras besaba la frente de Shara.- solo úsalo cuando te sientas amenazada, es un don que nos hace especiales.

*¿Como leer la mente?*- pregunto ella con aquella misma voz dulce que recordaba.

-Exacto- dije yo.

-Saben que… creo que tendré que acostumbrarme a la idea de tener a tres siticas en casa. Pero por favor… traten de no usar sus súper poderes en mi presencia –dio Jacob haciéndose el ofendido- a menos que esté en forma de lobo todo el tiempo…

-Cosa que no permitiré…

*¿Papi es lobo?* -pensó Sharabeth imaginado al lobito que tenia Bianca de peluche.

-Pues sí… pero papi no es un peluche. Papi es se transforma en lobo cuando lo desea. –le dije enredando un mechón rojito de su cabello en mi dedo. Era lacio y estaba algo largo.

*Yo también quiero* pensó ella. Me dieron ganas de reír, pero no podía desechar aquella idea. Tal vez podrían sufrir una metamorfosis o incluso imprimarse. Esa idea me aterraba. Pero tendrían la dicha que tuve yo al encontrar a Jacob.

-¿Qué piensa?- preguntó Jacob. En eso Shara dejo de succionar para dirigir su mirada hacia Jacob, él se resbalo y acabo de rodilla en el piso. Ella extendió sus brazos hacia él para que la tomase en brazos, y así lo hizo. –ella quiere convertirse en un lobo como tú. – dije abotonando mi blusa.

-¿En cerio?- él la miro – tal vez cuando crezcas puedes ser como yo-ella empezó a saltar en los brazos de Jacob. Bianca se despertó unos minutos después y nos dirigimos juntos hacia nuestra habitación. Ambas hacían ganado fuerza y movilidad completa en sus brazos y piernas. Aunque no sabía qué porcentaje genético mágico poseían en sus cuerpos. El abuelo había dicho que necesitaba hacer pruebas o por lo menos esperar a que crecieran para poder saberlo.

A pesar del temor que eso conllevaba estaba lista para cualquier problema, cualquier posibilidad de vida, una vida normal para ellas era perfecta.

Esa noche dormí por primera vez en aquella casa en la que crecerían mis niñas y crecería el amor por mi adorado Jacob.

Un viaje tan largo y llegar hasta este punto era la recompensa más grande.

Ahora solo quedaba esperar un futuro brillante para ellas, no me importaba si eran vampiras, lobas, o humanas, eran mis niñas, mi adoración, y solo por ellas estaba dispuesta a morir.

 

 

                 FIN


Bueno chicas *-* akii este el cap final... me da doloooooor... pero como les dije anteriormente empezare a trabajar en la secuela *-* AMOO AMO AMOO AMOO AMOOOOO!!! A JACOB!!  tan dulce *-* 

Gracias por seguir la historia desde el comienzo hasta el final... si les gusta, les encanta, la ama, la adoran... recomiendenla... *-* 

Les mando un besotee *-* cuidense hasta la proxima historiaa *-*

Capítulo 30: Cap XXX

 
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