Después de todo el alboroto por Nahuel, Jacob tuvo que irse a casa ¬ ¬, no sin antes darme un beso de despedida *-*.

Papá estaba algo consternado por la reacción de Nahuel hacia mí. Él desde el principio me dio mala espina, era su manera de mirar tan penetrante y posesiva lo que me hacia desconfiar de Nahuel, con que salió este, haciendo semejante grosería.

Mi abuelo no dejaba de pensar en el asusto, todos en la casa pensaban en eso, papá había visto mi consternación y se acerco a mí.

-Bloqueaste una vez los pensamientos de nosotros, ¿Por qué no lo intentas de nuevo cariño?- dijo mi papá sentándose junto a mí en el sillón de la sala. Todos habíamos ido a nuestra casa en el bosque pues era la más cerca. Estaban tan preocupado por mí que decidieron quedarse un poco más, aunque ya estuvieran pasada la media noche.

- Es difícil hacerlo cuando tienes otros asuntos en tu cabeza. – dije un poco cansada. Había agotado casi toda mi energía en corre detrás de Jacob. Y aun más energía discutiendo. Gracias al cielo esto terminaría pronto. En ese momento caí en la idea de que pronto me casaría con Jacob y seriamos felices. Era casi imposible de creer.

- Pues te juro que a mí no me sorprende.- dijo mi padre.- sabia que esto sucedería tarde o temprano, espere más tarde pero… como bien sabes no somos una familia convencional.- él se rió de nuestra broma privada.

-¿Papá puedo hacerte una pregunta?- dije

-Claro hija- ¿podemos salir al jardín? No quiero que nadie nos escuche.

“Claro- pensó él”

Salimos de la casa escabulléndonos de mis tíos, ellos hablaban en la sala, y discutían acerca de qué hacer en el caso de que regresara, pero a las tías Rose y Alice parecía preocuparles más que tipo de buque debía usar y si las perlas estaban o no pasadas de moda.

Mi mamá no estaba por ningún lugar. Era extraño pues rara vez se alejaba de mi padre.

Una vez afuera de la casa, el aire frio de la noche sacudió mi cabello despeinándome, mi papá se acerco a peinarme con las manos, mirándome pude notar su angustia, pero también brindándome su apoyo incondicional.

-¿Qué es lo que quieres preguntarme?- dijo mientras me tomaba de la mano y empezábamos a caminar en dirección al arrollo cerca de la salida al jardín.

Levante mi mano derecha y la coloqué sobre su mejilla, era tan fría que al principio sentí escalofrió, pero luego estuvo más caliente que fría. Tal vez sea mi cambio de temperatura pensé.

“No creo que sea eso lo que querías decirme” pensó él

No hice más que reírme y empecé a mostrarle distintas escenas.

Mientras hablaba con la tía Rose.

Y el tema de las “Cosas de lobos”

Mi padre cerró los ojos, y retiró mi mano de su mejilla. Algo en sus facciones me decía que estaba preocupado o más bien confundido. Quise leer su mente para ver que pensaba, pero en vez de eso recibí un “no intentes leerme la mente Renesmee”

-Papá, dime qué significa eso.

- No soy yo quien debería contarte eso.

-¿Entonces quien?- dije desesperada.

-Pues si es cosa de lobos, con crees que debes hablar?

Jacob.