Mis padres salieron a eso de las 8:00 pm. Yo me encontraba en mi habitación leyendo cuando una piedrita chocó contra mi ventana, una segunda se estrello contra la ventana y me levante de la cama. Al asomarme pude notar una sombra en el jardín, como estaba oscuro, abrí la ventana y saque mi cabeza. El aire estaba impregnado de una aromo a rosas propios del jardín de mi madre, y algo más… una esencia que solo le pertenecía a alguien en particular.

Jacob.

-Hey Julieta, como tus padres no están ¿me permites subir por tu balcón?- dijo él en tono teatral.

- Bueno… no lo sé… porque si Romeo aparece te golpeara ese esa cabezota tuya- dije.

- ¿Y qué te hace pensar que no soy yo tu Romeo?- gritó.

-Jacob Black ¿solo sube quieres?

-Claro… pero entrare por tu ventana- dijo él

-¿Qué? ¡Estás loco! Que yo sepa romeo escala balcones no entra por las ventanas- dije riéndome- ¿porque no entras por la puerta?

- Está cerrada… intente entrar. – dijo mientras sonreía, mostrando su inmaculado dientes.

- Solo ten cuidado, si rompes algo te estrangulo. – grite muerta de la risa.

- Retrocede Julieta- grito mi Romeo broceado.

Yo retrocedí hasta la mesa de noche, escuche unos cuantos golpes y luego una gran figura atravesó la ventana. El mueble debajo de este le dificulto un poco el aterrizaje, tumbo casi todos los cojines en el. Menos mal que no fue una lámpara o un retrato.

-¿Estás bien?- dije ayudándolo a colocarse en pie.

- Ahora que te veo mucho mejor- en eso me abrazo, sus brazos tan cálidos y fuertes eran algo que definitivamente extrañaba, esa sensación de protección eran indescriptible- No sabes la falta que me hacías.

- También me hacías mucha falta- dije abrazándolo aun más fuerte. Me fije que tenía algo en las manos, había algo apoyado en mi espalda, donde él me tenía presionada. Aunque no quisiera separarme de él, teníamos una conversación pendiente.

-Te traje algo- dijo Jacob. En sus manos había una caja.

Al encender la luz de la habitación me fije en el paquete. Era el mismo que había llevado al viaje y traía la noche de nuestra discusión. Ambos nos sentamos en la cama. Me entrego la caja y yo levanté la tapa de inmediato.

Estaba llena de cosas. Había unas botitas rojas con unas pequeñas cintas color negro, había un brazalete diminuto con el dije de un lobo color bronce.

También muchas fotografías, fotografías nuestras. Una en la cena de navidad en casa cuando era bebé, mi segundo cumpleaños, en ese tiempo aparentaba unos 5 años. Fotos de mías tocando el piano con mi padre, una mientras jugaba entre las violetas de mi abuela. Había también algunas más actuales. Una mientras leía un libro en el jardín de rosas, no sabía que me había tomado esa, pero era una linda toma. Hacia unos meses de ella. Algunas más junto a Jacob en la Push. Estábamos abrazados, la había tomado Quil. Era misma que tenia junto a mi cama. Fotos haciendo caras graciosas, él golpeando a Embri, y una que no había visto. Él me había hecho girar sobre la arena al punto que nuestros rostros quedaron a escasos centímetros. Me quede contemplándola. Quil sería un gran fotógrafo.

-Es mi favorita- dijo Jacob.

-No sabía que la habían tomado, es hermosa.

En un pequeño sobre había muchas notita. Cuando quise leer una Jacob me detuvo.

-Estas son para cuando me haya ido- no dije nada, solo tomé el sobre y lo coloque junto a la mesa.

También había en la caja pequeños artículos como una hoja de árbol, varias piedras, dibujos muy lindos. Reconocí uno, pues tenía la imagen de un lobo y a su lado una pequeña niña pelirroja, supuse éramos nosotrosJ. Había un mechón bastante largo de cabello, lo tomé entre mis dedos para colocarlo a contra luz. Era mío. Yo lo miré con ojos interrogantes.

-Es de tu primer corte, le pedí a la Barbie que me dejara conservarlo. Claro que con la condición de que no te hiciera ninguna brujería.-Ambos reímos mucho.

-Recuerdo ese día, lloré mucho, no quería que lo cortaran. Ahora pienso que necesito uno.- J

-¡No! – Exclamó Jacob- Así, es perfecto. – él tomó uno de mis rizos y lo besó.

Mientras besaba mi cabello voltee a verlo. Era increíble lo mucho que había llegado a amarlo. Era como respirar. Imprescindible. Jacob se quedó mirándome un rato, hasta que no resistí más y tomé su rostro entre mis manos, demasiado cálido al tacto, demasiado perfecto. Él se acerco al mío hasta que nuestros labios se rozaron. Simplemente lo amaba. Nos fundimos en un beso tan mágico y maravilloso que si el mundo se estuviera acabando en ese instante solo nos importaría el hecho de estar juntos. Fui yo quien termino el contacto, le dio otro beso fugaz y luego comencé a hablar:

-Tenemos que hablar Jacob- dije mirando cómo se descomponía su cara con solo mencionar el tema.

- Tienes razón.- dijo él

-Quiero sabes cuál es tu posición ahora, quiero decir, no estarás conmigo en esto o… - las palabras estaba atoradas en mi garganta… pero era ahora o nunca.

- Bueno… yo… - él dejó de hablar y empezó a camina por la habitación- ¿hueles eso?- olfatee un poco a ver pero…

-No, ¿Qué es?

-Huele a… vampiro. Pero es como…- en eso escuché un golpe en la puerta.

-Quédate aquí- dijo Jacob.

-Iré contigo- me apresuré a levantarme.

- Te dije que te quedaras, puede ser peligroso- insistió

-Tal vez no- replique.

Mientras él salía de la habitación yo fui corriendo justo detrás de él.

Desde la cocina, pude percibir el olor. Jacob se agazapo, pero reconocí de inmediato ese aroma. No era un vampiro… más bien un hibrido.

-¡Jacob!- exclame mientras él abría la puerta.

Confirmando mis sospechas Nahuel se coloco a la defensiva ante la amenaza del gran lobo color oxido que había salido de la casa abalanzándose sobre él.

-¡Jacob No!- grité. Pero él corrió detrás de Nahuel. Luego recordé mi recién descubierto don. Busque una voz en la lejanía, pero solo había silencio.

“concéntrate Ness”.- me dije a mi misma.

Me enfoqué en escuchar la voz de Jacob.

“Esta sanguijuela no es normal”      

Era la voz de Jacob.

No estaba lejos. Corrí unos cuantos kilómetros hasta llegar al rio.

Jacob se abalanzo sobre Nahuel mientras este atacaba.

-¡Jacob!- volví a gritar, pero no parecía escuchar. “Maldición que hace ella aquí” escuche la voz de Jacob.- Jacob, Nahuel es un amigo de la familia- volví a gritar.

- ¿Es tu mascota este perro?- dijo Nahuel con tono arrogante mientras se subía en un árbol. Jacob salió corriendo entre unos árboles, y mientras desviaba la vista hacia Nahuel, Jacob estaba saliendo de fase.

-Jacob es mi novio- dije algo irritada por la manera despectiva en que lo había llamado.

-Valla, así que es él el futuro padre de tus hijos. Pensé que eras mas lista.

-¿Qué quiere Nahuel?... fuiste a mi casa.

-Buscaba a Edward, pero creo que no está en casa.

-No, Edward no está en casa, quieres dejar algún recado- dijo Jacob saliendo entre los árboles.

-Pues… en realidad quería prestar mi ayuda en cuanto a tu “problemita” Renesmee… pero veo que tienes a esta cosa para que haga el trabajo por mí.- dijo Nahuel.

-Cierra esa asquerosa boca intento de vampiro. Y ni se te ocurra acercarte ni a mí a Nessie y mucho menos a nuestro hijo, ¿Te quedo claro?- No daba crédito a lo que oia.

-Oh!! Felicidades Nessie… a Edward le encantará saber que ya esperas un cachorrito. Creo que no era necesario que viniera. Tú lo resolviste maravillosamente.

-Basta ya Nahuel!!. – grité.

-Eres una pequeña zorra Renesmee Cullen.

-Es suficiente te mataré. – gritó Jacob.

-Es suficiente-  dijo una voz a mis espaldas. Al darme la vuelta vi a mi padre frente a toda la familia.

-Valla, llegó el clan Cullen. Me gustaría ser el primero en felicitarte Edward. Debe ser grandioso ser abuelo.- diciendo eso Nahuel dio media vuelta y empezó a correr.

En ese momento Jacob me abrazó muy fuerte, estaba asustada, no por Nahuel sino por la mentira que había dicho. No había razón pero aun asi…

-Calma cariño… todo estará bien – dijo mi padre a mis espaldas.- así que ya decidiste ser parte de esto ¿no Scooby?.-“Papá”- lo reprendí en mis pensamientos.

-Claro que si chupasangre pero… quiero hacer las cosas bien.- Jacob se arrodillo y del bolsillo de su pantalón saco una cajita.- ¿Quieres ser mi esposa Renesmee?

Era sin duda un día bastante loco… pero con un final feliz. Busque la aprobación en los rostros de mis familiares. En ese momento solo quise saber en que pensaban… Hey!! Puedo hacerlo!!

“Awww!! Que tierno” pensó la tía Rose

“Si le hace daño lo matare” pensó tío Emmett

“Debo empezar a planear todo” pensó la tía Alice.

“Calma Alice, ella aun no responde” U_U pensó mi papá

“Son una gran pareja” pensó tío Jazz y la abuela Esme al mismo tiempo

“Mi pequeña va a casarse no lo puedo creer” pensó mi mamá “ gracias a Dios es con Jacob… es el mejor del mundo”

“Ella se salvará y será muy feliz” pensó el abuelo Carlisle.

-Claro que si Jacob… si si si si si- lo abrace durante mucho tiempo. Pronto seria la señora Black.

Este era un sueño realmente hecho realidad, no solo tendría un hijo con él hombre que más amaba en este mundo, sino que iba a casarme con él. Pero estaba nerviosa por mi planificadora estrella. Ella era perfecta para el puesto. Yo solo debía preocuparme por ser feliz junto a mi Jacob.