Sangre Azul

Autor: LunaLautner
Género: Romance
Fecha Creación: 18/04/2010
Fecha Actualización: 18/08/2010
Finalizado: SI
Votos: 14
Comentarios: 64
Visitas: 51487
Capítulos: 31

¿Qué pasaría si de pronto tu mejor amigo dejase de serlo?…

¿Que al que vistes como tu hermano durante tanto tiempo deje de verse como tal?...

Dicen que el dinero no compra la felicidad… Es cierto…

Muchos pensaron que  mi vida era perfecta. Perfectos familia, lujos, muchos autos, mucha ropa y joyas… pero lo que nunca se imaginaban era que… aunque amaba a mi familia con todo mi corazón, que tenía todo lo que yo deseaba… no era feliz… o por lo menos… no del todo.

Mi familia tenía un gran secreto…

Y…Yo también…

 

 

          Nessie C.

 

 

 

Holaaa a todooos :D akii esta un fic creado x mii.. espero ke les guste tanto como a mi porque esta hecho con amor... espero estar actualizando la historia para no dejarlos esperando tanto jeje... tambien lean "El Legado de Amar" q es otra de mis historias inspirada en la saga de Twilight... estos personajes son exclusibos de la autora de la saga... solo escribo la historia que me gustaria para Jacob y Nessi....

Team Jacob 4ever :D

Amanda Barrios :D

 

Akii esta el link de la 2da parte *-*

http://lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=925

 

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 28: Cap XXVIII

Mi abuelo me había recomendado quedarme en la casa Cullen hasta el nacimiento del bebé. La habitación que era de mi padre, que luego fue mía, que luego remodelaron para nosotros… bueno ya entenderán que la habitación fue adaptada para dos personas. Había una enorme cama matrimonial que ocupaba el centro de la habitación. Las paredes habían sido cambiadas de color a un beige, y molduras color mostaza. Cada mueble y cada cortina habían sido remplazadas por otras de colores cremas y dorados. Yo por mi parte prefería el lila pero… no obligaría a Jacob a dormir en un cuarto todo lila. Es fin… lo único que no había sido cambiado era el escritorio de lectura y mi sillón de felpa que estaba en una esquina. Nos instalamos dos días después de nuestra llegada. A pesar de que nuestra casa en el pueblo estaba totalmente amueblada y equipada con lo último en decoración de interiores, él abuelo había preferido que me quedara cerca y poder monitorear el desarrollo del feto.

Yo estaba en nuestra habitación, recostada en la cama cuando sentí un estremecimiento en el estomago, era como un revoltijo tan fuerte que me hizo saltar de la cama y correr hacia el baño a devolver lo que había desayudado aquella mañana. Estaba sentada en el suelo con la cabeza contra la pared mirando el techo. Miré hacia la puerta y estaba mi madre mirándome. Yo coloque cara de mal estar. Tenía nauseas y  muchas ganas de comer algo dulce.

-¿Estás bien pequeña?- preguntó ella sentándose junto a mí.

-Si te digo que bien te estaría mintiendo- dije yo mientras me recostaba en su hombro, ella colocó su mano fría sobre mis mejillas haciéndome sentir mejor.- Mami- dije con voz de niña chiquita- quiero algo dulce. ¿Puedes decirle a la abuela que me prepare unos panques de chocolate?

-Claro. ¿Quieres que te ayude a regresar a la cama o te quieres quedar un rato mas sentada?- preguntó ella colocándose de pie majestuosamente.

-No no… - hice el esfuerzo de levantarme pero no fue sencillo, ella me ayudo y pronto estuve en pie- bajaré contigo y me sentare en la sala.

Caminamos por el pasillo muy despacio, mi cabeza daba vueltas y mi estomago estaba muy débil, y ¡Por Dios como quería un chocolate!

Antes de llegar a las escaleras todos me miraron con ojos de preocupación. El tío Emmett salió corriendo hacia mí y empezó a tocarme la frente y las mejillas.

-¿Tienes fiebre?, ¿te duele algo? ¿Qué sucede? – dijo él mientras sus preguntas empezaban a salir yo tapé su boca con mi mano.

-Tío no tengo fiebre, solo… quiero un chocolate. – el beso mi frente y empezó a descender por las escalera. – Hey tío Oso!! También necesito ayuda para bajar hice un pequeño puchero y él me sostuvo en brazos como una niña pequeña. Me dejo en el sillón y coloco unas almohadas para mí, me dio el control remoto, beso mi frente y cinco segundos después había salido por la puerta. Yo reí bajito.

Estaba algo incomoda, todos me miraban a la espera de que algo sucediese, si me desmallaría o me saldrían cardenales en los brazos o cosas así. Imágenes de mi madre con una enorme barriga y muchos moretones en ella me hicieron llorar. Era la peor imagen que había visto, ella pálida y anémica. Era yo. Yo le había hecho todo eso. Comencé a llorar. Estaba histérica. Más imágenes como esa llegaban a mí. Todos se acercaron a mí preguntándome que me sucedía, gritaba aun más fuerte, pues las mismas imágenes regresaban una y otra vez, mi madre en la cama, la tía Rose junto a ella. Costillas rotas oía decir a alguien. Seguir gritando y colocando mis manos sobre mis oídos. ¡No más gritaba!

-Renesmee ¿Qué tienes, que pasa? – decía mi madre tocándome la espalda y tratando de calmarme.

-¿Nessie quieres algo?- decía tío Jazz.

-Edwaaaaard!!!- gritaba la abuela Esme.- Carlisle ven rápido.- me sorprendió un poco que ellos no estuvieran cerca. Y Jacob ¿Dónde estaba él?

-Renesmee – dijo mi padre abrasándome- calma cariño, aquí está papá. Muéstrame sí, muéstrame que sucede- yo solo gritaba y lloraba, intentando quitar esas horribles imágenes de mi mente. Yo tenía mi escudo trabajando al 110%, era imposible que leyera mi mente. Él tomó mi mano a la vista que no podía leerme y la colocó sobre si mejilla helada. Casi inconsciente le mostré cada imagen, cada grito y cada sentimiento que había sentido. Él me abrazó aun más fuerte. Pensaba en cuanto había sufrido mi madre y en cuanto había sufrido él. Y todo por mi culpa.- Hey Hey!! Nada de eso. No es tu culpa. Vez -dijo mirando a mi madre-Ella esta perfecta y tú estás aquí.- Se sentó junto a mí, empezó a tararear mi nana y mecerme. Ahora solo lloraba pero estaba un poco más calmada.- Eso es, todo está bien.

-¿Dónde está Jacob?-dije en un susurro.

-Fue un momento por algunas cosas, aprovechó que estabas descansando. No quería molestarte.- dijo él retomando la canción.

Creo que me había quedado dormida, porque cuando desperté estaba en la habitación cubierta hasta la cintura con una manta. Al abrir los ojos todo estaba oscuro, pero veía a la perfección. Las cortinas estaban descubiertas y podía ver la luna brillando en lo alto del cielo. Mi amiga luna. Hice el esfuerzo de levantarme, estaba débil y somnolienta. Al bajar los pies de la cama algo cálido estaba en el suelo, di un respingo. Encendí la lamparita sobre la mesita de noche. En el suelo estaba Jacob, dormido. Intenté tener mucho cuidado al levantarme. Me senté en el suelo junto a él y comencé a acariciar su cabello. Él abrió sus ojos y luego me miró. Se incorporó de un salto.

-Me dijeron que te habías puesto mal. ¿Estás bien? – últimamente estaba escuchando con demasiada frecuencia esa pregunta ¬ ¬ .

-Sí.-dije sonriendo. Él me devolvió la sonrisa y beso mi frente, luego mi mejilla y por ultimo mis labios.-¿Qué hora es?

-Ehh… -dijo mirando su reloj- 2 am.

-¿Qué?¡¡ Oh pos Dios!!  ¿a qué hora llegaste tú?- dije alarmada

-A eso de las 6 pero no hay problema…-empezó a decir él

-¿Como que no hay problema Jacob? Te he dejado dormir en el suelo todo este tiempo.-dije casi llorando.

-No te preocupes cariño todo está bien. –Jacob se levanto del suelo y luego me levantó a mí. Me acostó sobre la cama y él dio la vuelta para colocarse junto a mí. Olía delicioso. Él me tapo con las mantas y se tapo el mismo.

-Duérmete princesa- dijo mientras acariciaba mi mejilla.

-¿Puedo preguntarte algo antes?

-Claro, lo que quiera- el comenzó a besar mi frente.

-¿Tú estuviste con mi madre cuando estuvo embarazada de mí verdad?- dije intentando no recordar esas imágenes.

-Sí, ¿por qué?

-Porque ahora tu comprendo tu razón de no crecer que me embarazara. No sé cómo o por qué llegaron a mi mente imágenes de mi madre con cardenales en el abdomen, algo sobre costillas rotas y mucho dolor. Me puse totalmente histérica. Juro que no sé como lograste pasar por todo eso… y seguir con ella… a su lado. A pesar de que amaba a otro y llevaba en su vientre a una criatura que la estaba matando.- él solo sonrío y seco mis lagrimas, estaba demasiado llorona últimamente. Las hormonas, había dicho la abuela.

-Porque pensé que la amaba. Porque era un idiota y sobre todo… era su mejor amigo, debía estar con ella. Pesar de que sus probabilidades de vida eran mínimas… no la abría dejado. Eso hacen los amigos. Y… - empezó de nuevo a besarme- ese pequeño monstruito… es al que amo con todo mi corazón.- él estaba besando mi cuello cuando lo interrumpí.

-¿Y si eso me pasa a mí? ¿Y si yo muero? O aun peor muere el bebé… Jacob- comencé de nuevo perder los sentidos.- prométeme…júrame… que si debes elegir salvar a alguno de los dos… lo escogerás a él.- Jacob me miro con los ojos como platos.

-Ness no seas tonta… nada de eso pasara…

-¿Y si pasa? Quiero que me lo jures- insistí

-Renesmee…

-Júramelo Jacob Black… por lo más sagrado que tengas que lo escogerás a él antes que a mí… siempre… ¿entiendes?

-Está bien. Te lo juro. Si con eso estas tranquila… bien te lo juro. Sabía que no lo estaba pero había hecho una promesa y yo confiaba en él.

-Te amo – dije besándolo.

Y con aquellas palabras pude dormir lo que quedaba de la noche.

Capítulo 27: Cap XXVII Capítulo 29: Cap XXIX

 
14445519 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10762 usuarios