Un misterio & Mi gran amor

Autor: emely282
Género: Suspense
Fecha Creación: 10/09/2011
Fecha Actualización: 18/03/2012
Finalizado: SI
Votos: 18
Comentarios: 79
Visitas: 66009
Capítulos: 36

bella es una periodista audaz y algo despiadada 

a la que no le importa lo que pase con tal 

hacer su trabajo

pero todo eso cambiara cuando le pidan hacer un reportaje 

sobre un misterioso musico

el cual poco a poco la hara darse cuenta de muchas cosas en 

su vida, permitiendose uno a otro conocerce tal cual

son y superar juntos esos fantasmas del pasado que los atormentan 

a ambos.

espero les guste esta nueva historia, para los que an leido " me enamore de mi prof" espero que les guste tanto como la antes mensionada sin mas, espero que disfruten de mi historia y si ese es el caso espero sus votos y ma aun sus comentarios. =D 

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Capítulo 10: 9º cap

En la mansión Cullen:

 

-         ¿que ha sucedido mi lord?- escuche a Garrett preguntar, pero simplemente estaba petrificado ¿que había  hecho?

-         Creo que e recibido un ¡pastelazo!- le respondí inexpresivo

-         ¿Pero por que? ¿fue la condesa?- asentí como respuesta – ¿pero por que?- esta ves Garrett pregunto entregándome un pañuelo

-         Le dije que estaba escribiendo una nota a las señoritas Denali y me grito que la tenia aquí por nada, que no respondía a sus preguntas por estar escribiendo la nota y que no era nadie para disponer así de su tiempo…..y luego ¡pastel en la cara!- termine de limpiar mi cara para luego cellar la nota- ¿por que crees que haya echo eso? 

-         La pregunta aquí es: ¿por que si usted no iba a prestarle atención a su invitada cosa que es de muy mala educación, dejo que se quedara aquí?- mire a Garrett 

-         Por que me gusta su compañía.- Garrett me miraba serio, en este instante me sentía como un chiquillo un adolescente

-         Y no le paso por su mente que a ella podría molestarle que no le prestara la minima de atención, recuerde que es una ¡mujer!

-         Pero no cualquiera- respondí en mi defensa

-         Mi lord, la condesa podrá ser muy compleja, pero recuerde que es una mujer, usted teniendo como hermana a una debería saber que a  toda mujer le molesta que no le presten atención.

-         Tienes razón Garrett, tendré que pedirle disculpas.- le di la nota.- por favor has que esto llegue a las señoritas Denali.- asintió tomo la nota y comenzó a caminar hacia a puerta

-         Sabe mi lord creo que, después de tanto tiempo a olvidado usted como reconocer cuando una dama se encuentra celosa.- dichas esas palabras salio del lugar.

-         ¿celosa?- dije para mi mismo, podría la condesa Swann sentir celos ¡pero si no hice mas que escribir una nota de disculpa!, claro que todos esos papeles a mi alrededor decían lo contrario, para ser solo una nota de disculpas obligatoria se me había hecho difícil  no solo por que sabría que Alice llegaría a enterarse y me daría  muerte con sus propias manos si no era una buena disculpa, había un factor llamado  Isabella Swann el cual no podía ignorar el solo tenerla en la misma habitación donde yo me encontraba era para mi todo un reto, sentir esos “sentimientos” dentro de mi  esa necesidad de  tenerla cerca de mirarla escribir  concentrada en sus asuntos, mirar como arrugaba su frente  mientras lo hacia, lo adorable que se veía con ese leve rubor ante el calor de la chimenea, cuando delicadamente mordía sus labios ese gesto tan adorable de duda y timidez que jamás pensé en ver en una persona con tal carácter….e aquí la razón  del por que tantos papeles  arrugados, mi atención se concentraba en ella y no me daba cuenta de las incoherencias que escribía.

Todo eso acontecía en mi ser, pero mi mente discutía con mi ser intentando que entrara en razón, que recordara todo lo que había pasado, suplicaba que no fuera tan ingenuo mi corazón, pero se rehusaba, mi mente en lo mas profundo sabia que de alguna forma estaba volviendo a vivir, pero se negaba a caer ante tanta belleza tanto mi mente como mi corazón sabían y coincidían en que  la vida no es color rosa.

 

Una simple mujer, era capaz de todo esto…era un tornado que arrasaba dejándolo completamente revuelto.

 

En la mansión Swann:  

 

Se coló por la ventana los rasgos del sol, dispersando todo rastro de sueño, me revolví entre las suaves y calidas sabanas que me cubrían, sentí que colocaban algo en una de las mesas al lado de mi cama.

-         nana cierra las cortinas que hoy no siento deseos de salir.-anuncie aun con los ojos cerrados, palabras a las que no se les dio respuesta alguna. Sin previo a viso un frío voraz  arremetió contra mi cuerpo haciendo que casa uno de mis huesos temblaran-¡nana!- me senté en la cama  sosteniendo las sabanas con mis manos para cubrirme completamente.

-         Disculpe que actúe así pero es preciso que despierte ya.

-         ¿ha que se debe todo esto?- pregunte refiriéndome a su forma poco ortodoxa de despertarme

-         La señorita Rosalía la espera en el recibidor en estos momentos.

-         ¡No era necesario todo esto!

-         Lo lamento pero dijo y cito: has lo que haga falta para despertarla.- mire a nana muy seria

-         Dile que por favor suba, la recibiré aquí.- nana asintió y antes de salir agrego

-         Por cierto mi lady ayer un joven la estuvo buscando muy temprano.- dichas esas palabras las cuales fueron articuladas con una única y muy obvia razón; ¡despertar mi curiosidad!,fui a asear mis dientes y volví a la cama, recogí mi cabello en una cola alta, tome mi libreta y mientras desayunaba transcribía  mis investigaciones. Tenia suficiente material  para un primer  articulo para el asesino  mas un reportaje completo acerca del nuevo ministro de exteriores, faltaban la boda de Alice que seria la semana próxima.

-         Hola bella.- mire en dirección a la puerta de la habitación y era Rosalíe

-         Hola rose ¡pasa!

-         ¿Qué haces?- pregunto acercándose  y luego sentándose a mi lado

-         Transcribo esto para enviárselo a aro- respondí mientras tomaba una tostada la dirigía a mi boca 

-         ¿No piensas ir hoy al periódico?- pregunto y me quito la tostada antes de que la mordiera, la mire y ella sonrío encogiéndose de hombros- adoro los desayunos de nana, negué sonriendo mientras tomaba otra tostada y esta ves si pude comerla.

-         En  realidad, hoy no pienso salir de ¡aquí!

-         ¿Eso no tendrá nada que ver por un tal conde llamado Edward Cullen?- la mire.

-         ¿A que te refieres con eso?

-         Pues que ayer fue buscando en el periódico.

-         ¿Edward Cullen?- ella asintió

-         No te hagas la tonta bella, yo le dije donde estarías…- ahora si estaba confundida Edward Cullen buscándome en mi trabajo, con que intenciones haría algo así.

-         Edward Cullen.- Rosalíe enarco una ceja y me miro muy seria

-         Si, Isabella, Edward Cullen, el llego ayer en la mañana al periódico unos 10 min. Después que e fuiste, buscándote acaso no lo encontraste en la delegación le dije que estarías hay

-         ¡No!, no lo vi  si no hasta la tarde.- Rosalíe y yo nos quedamos mirando pensativas.

-         ¡Quizás no te encontró!- no respondí, Edward Cullen buscándome ¿pero para que?

-         Permiso mi lady acaba de llegar esto para ¡usted!- dijo nana entrando por la puerta con un enorme arreglo floral ni siquiera se le veía la cara, era de  orquídeas blancas, mis favoritas. Rosalíe y yo nos miramos y luego al ramo repetimos ese mismo gesto unas dos veces más hasta que nana hablo.- ¿que desea que haga con ellas?

-         ¿Quien las envía?- pregunte y Rosalíe salio disparada  hacia nana ayudándola y acercando el enorme ramo a la cama.

-         No las recibí personalmente, Alan fue quien las recibió.- admire el  hermoso ramo y acaricie una de las hermosas flores, hacia mucho tiempo que  no recibía flores y mucho menos mis favoritas, por un momento llegue a pensar que seria  esa persona que hace muchos años había desaparecido para mi y aun conservaba su recuerdo en  mi casa de campo, tenia que ser imposible, no podía ser posible.

-         “Espero aceptes mis disculpas, jamás quise ofenderla, tiene usted toda la razón no debí dispones así de su tiempo, una ves mas me disculpo por mi falta de cortesía y educación. Espero que esos actos venidos de mi parte no influyan en usted y pueda obtener el privilegio de tenerla en mi residencia esta tarde, después de todo tenemos un trato”- leyó Rosalíe en voz alta la tarjeta que hasta estos momentos había ignorado.- firma E .C.- concluyo, le quite la tarjeta de las manos y  estaba escrita con una perfecta ortografía, ¡su ortografía! Se había tomado el tiempo de escribir personalmente unas disculpas y mas aun enviar flores.

-         ¿Algo que debas decir?- levante la vista hacia Rosalíe y ella y nana me miraban muy atentas.

-         Nana, ¿quien me buscaba ayer  en la mañana?- pregunte mirando a nana, luego a Rosalíe y para finalizar en la tarjeta.

-         No lo se mi lady, no dijo su nombre.

-         ¡Descríbelo!- ordene, si nana me confirmaba lo que me imaginaba eso explicaba el por de la nota de disculpa.

-         Bueno mi lady, era alto, tez blanca, cabello cobrizo.- baje la mirada, había sido el estuvo buscándome en la mañana, ahora me sentía tonta por toda mi actitud- muy bien parecido y unos hermosos ojos color verde que resplandecían a la tenue luz del día.- Rosalíe me miraba y en su rostro se reflejaba una sonrisa picara.

-         ¡Bueno querida nana!, con eso confirmas lo obvio, era lord Cullen- dijo Rosalíe mientras tomaba asiento junto a mi en la cama.- siento querida bella que nos estas ocultando ¡algo!- me levante de la cama y  tome mi cámara tomándole una foto al hermoso arreglo que descansaba en mi cama, deje la cámara aun lado y  volví a tomar mi lugar frente al arreglo.

-         ¿Que te dijo, exactamente nana? 

-         Nada fuera de lo usual, que si te encontrabas en casa, y le dije que no…luego pregunto donde te podría encontrar, no tenia pensado decirle por no saber quien era pero sentí pena por el joven y  le dije que te podría encontrar en el periódico.

-         Y hay fue que hablo ¡contigo!- Dije refiriéndome a Rosalíe

-         Y luego contigo

-         No Rosalíe, esa mañana no lo vi ya te dije.

-         ¿Entonces por que manda este ramo de flores y más con una disculpa escrita por su mismo puño?- las mire a las dos, mordiéndome el labio para a la final contarles toda la historia, ambas me miraban inexpresivas totalmente atentas ante mis palabras.

-         Y entonces le estampe el pastel en la cara- concluí, nana me miro con sorpresa  llevándose una mano a su boca cerrada. Mientras que Rosalíe reventaba de risa- ¿se puede saber de que te ríes?

-         ¡Por dios bella! ¿como pudiste desperdiciar un excelente pastel por celos?

-         ¡Celos!- mire a Rosalíe como comos i fuera un fenómeno

-         ¿Que mas pudo ser? ¿ por que otra razón lo hiciste si no por esas?

-          Pues, pues, pues, por…. Obviamente indignación ante su falta de modales, y por su osadía de creer  que puede disponer de mi cuando se le antoje.- me defendí de tal manera, que para mi criterio lo hice bien, yo no sentía celos, Edward Cullen era solo trabajo en mi vida, un articulo nada mas, no tenia espacio para sentimientos tontos capaces de complicarme la vida, cosa que no quería mi vida estaba bien tal cual.

-         ¿Bella por que te mientes a ti misma?

-         ¡No me miento a mi misma!- mire a Rosalíe y esta enarco una ceja- ¿nana?- la mire buscando un poco de ayuda.

-         Mi lady, sabe que no me gusta opinar en su vida.- tomo el arreglo y lo dejo encima de la chimenea.- por que a usted no le gusta, y  suele tomar buenas decisiones.

-         O lo que ella cree que es una buena decisión.- la interrumpió Rosalíe.

-         Esta ves mi lady.- tomo uno jarrón que yacía vacío en mi tocador.- me siento obligada a darle mi concejo.- ella voltio a el arreglo y comenzó a sacar las flores e irlas colocando dentro del jarrón- preste atención a su corazón.- me miro con expresión maternal. Abrí la boca para protestar.- y antes de que proteste.- cerré mi boca y la mire fijamente  a la espera de que prosiguiera.- se que en su pasado hay mucho dolor mi lady, pero es hora de que lo deje ir….escuche su corazón que ¡se! Esta cobrando vida nuevamente, puedo verlo en su mirada, olvide todo ese sufrimiento y deje que las cosas fluyan…las experiencias del pasado son solo eso experiencias que hacen crecer a la personas para que sean cautelosas a la hora de tomas una decisión o enfrentarse a un caso parecido, ¡parecido my lady! ¡parecido!, nunca, jamás, igual, en la vida las cosas nunca pasan dos veces de la misma manera.- termino de acomodar las orquídeas en el jarrón, camino hacia mi y me pidió la tarjeta, luego volvió al tocador y  lo puso en el espejo.- acepte su invitación, después de todo tienen un trato, con permiso.- hizo una reverencia y salio de la habitación, dejándome sin palabras.

-         Nana tiene razón, bella el pasado es eso….además yo creo que el conde es una muy buena opción.- mire a Rosalíe, sus palabras eran sinceras pero no podía tomar decisiones a la ligera, tenia que pensar las cosas con calma.- no lo pienses tanto bella…- la mire y ella sonrío, miro un pequeño reloj en su muñeca.- me tengo que ir, voy a encontrarme con el coronel antes de ir al periódico...

-         Así que  ahora eres muy amiga del coronel.

-         ¡Quizás mas!- dijo con una sonrisa cargada de picardía. Nos despedimos con un beso en la mejilla, ella camino hacia la puerta- dale una oportunidad ,deberías discúlpate tu también pues la causa de que no fuera con las Denali fuiste ¡tu!- añadió antes de salir y cerrar la puerta dejándome sola con mis pensamientos

…………..

 

-         buenas tardes mi lady

-         bunas tardes Garrett- tome su mano para apoyarme mientras bajaba del carruaje.- ¿es cortesía o lord Cullen lo obliga a recibirme diariamente?

-         es mi trabajo y un placer- respondió con una sonrisa enorme en sus labios, a lo que respondí con nada más que un perfecto sonrojo.- como siempre mi lady la espera en el estudio- Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo mientras me adentraba en la casa.

-         ¿Garrett puedo pedirle un favor?

-         Por supuesto mi lady

-         Me traería una copa de brandi

-         ¿Por la mitad?

-         ¡Llena!- Garrett me miro un poco sorprendido.- hace un frío espeluznante en esta casa Garrett.- explique, por extraña razón sentía la piel de gallina, pensé que ya me Abia acostumbrado al tenebroso aspecto de la residencia, al parecer no era así.- en un momento se lo llevo mi lady.- sonreí y camine por los pasillos de la enorme mansión acompañada nada mas por el silencio de ultratumba, mis pasos nerviosos  y  los latidos acelerados de mi corazón.

-         Adelante.- escuche  su voz  serena después de dar varios toques a la puerta, así que entre en la habitación que conocía ya muy bien.

-         buenas tardes- salude a la nada pues no lo veía en ningún lugar

-         que bueno tenerla aquí nuevamente.- escuche su vos y mire hacia la enorme biblioteca y hay se encontraba en una esquina bajando de la pequeña escalera con un libro en las manos, al dirigir su mirada a mi sonrío abiertamente, una vez mas parecía un ángel, su rostro se iluminaba, ese semblante sombrío desaparecía pero igual que la primera vez era solo por un instante fugaz.

-         Tenemos un trato después de todo.

-         Pensé que estaría aquí por que el detalle con las flores, le había gustado.- pasó frente a mí y se sentó en uno de los muebles frente a la chimenea, de manera muy elegante. Camine tranquilamente y lo acompañe  en el mueble frente a  el suyo.

-         Se lo agradezco inmensamente, fue un detalle muy considerado de su parte, pero no comprendo quien le dijo, que las orquídeas blancas eran mis favoritas.- aparto su mirada del libro instantáneamente para mirarme a mi completamente extrañado.

-         No lo sabia- dijo inocente regalándome una sonrisa ladeada

-         Por que eligió usted esas flores precisas.

-         Por que son diferentes, difíciles de conseguir. Además las rosas no van con su personalidad.

-         ¿Por que no?- no sabia si sentirme ofendida o alagada    

-         Pues por que las rosas, son flores románticas, para personas enamoradas o que desean conquistar y dejarse conquistar- no entendía el punto de sus palabras- vea condesa, cada mujer es diferente una mas que otra al igual que las flores, cada una es diferente ,  cada mujer se debe conquistar de una forma diferente, como ya le mencione causa usted enigma en mi, y al entrar yo en esa florería esas fueron las flores que me pareció indicadas para usted por tener un aura poco común y diferente.     

-         Nunca lo había visto de ese ámbito

-         Se debe ver siempre mas allá, no solo lo que se ve a simple vista es la realidad.- sonrío nuevamente y volvió su mirada al libro.

-         Yo….yo….-dije luego de varios minutos de silencio.-quería disculparme también por lo ocurrido ayer.

-         No te preocupes de todos modos tenias ¡razón!- en ese instante se escucho como tocaban la puerta.- adelante

-         Disculpe la interrupción mi lord…- entro Garrett- aquí tiene mi lady como lo pidió.

-         Muchas gracias Garrett- Garrett asistió y luego salio del lugar en completo silencio- puede decirme ¿en que tenia razón?

-         El pastel estaba muy delicioso.- casi escupo la bebida ante su comentario- ¿te encuentras bien?

-         Si.- dije después de un suspiro para calmarme.- sabe Rosalíe me dijo que estuviste buscándome en la mañana de ayer, ¿puedo saber para que?- se tenso completamente

-         Pues….quería saber que haces durante tus horas de trabajo…como te ¡desenvuelves!- respondió mientras cerraba el libro y miraba el piso- por cierto como es que una mujer parte de la nobleza francesa es ¡periodista!- esta ves me miro directamente a los ojos, lleno de curiosidad

-         Es un poco difícil de  explicar.- su mirada no se apartaba de mi, apoyo su perfecta quijada en una mano al mismo tiempo que con elegancia apoyaba una pierna sobre la otra, eso no podía indicar mas que, tendría que responder obligatoriamente.- mi pasatiempo siempre a sido la fotografía, y bueno  hubo un momento en mi vida en la que era muy ingenua, vivía en un mundo de hipocresía y no me daba cuenta hasta que algo sucedió y  abrí los ojos dándome cuenta de la verdadera realidad, un día desperté y dije ¡por que no enseñarle al mundo la verdad! Todos tienen derecho de ver la realidad de las cosas, ver a allá de las apariencias y las pantallas que uno mismo se crea. Esa es toda la historia.

-         ¿Y cual fue ese acontecimiento que te llevo a tomar esa decisión?- lo mire sin saber que decir, ¿le contaría la verdad de mi pasado?- bella no puedes ocultarlo mas, paso hace mucho- escuche a mi conciencia hablar.

-         Fue un hombre llamado Jacob Black.

-         ¿Que sucedió?- me mordí el labio inferior y cuando iba a comenzar a contar toda la historia Garrett entro.   

-         Mi lord disculpe la interrupción, pero ya están aquí- no dijo mas y  salio cerrando la puerta.

-         Bueno tendremos que dejar esta conversación para ¡después!- dijo levantándose de su lugar y dirigiéndose a mí, extendió su mano hacia mí y la tome levantándome también de mi lugar.    

-         ¿Quien esta aquí?- pregunte al mismo tiempo que  Edward enroscaba mi brazo con el suyo

-         Las señoritas Denali

-         ¿Que?

-         Por favor no te alteres, Alice me obligo a invitarlas a merendar, como disculpa por no haber ido a cabalgar con ellas, no quiere que piensen que su hermano es un antisocial.- explico mientras salíamos de el estudio.

-         Y en todo esto, donde entro ¡yo!

-         Pues, emmett no esta y Alice tampoco.- me miro  tiernamente  tanto que casi suspiro- así que pensé que podrías hacerme compañía, no me atrevo a enfrentarlas yo solo.- se mordió el labio y esta ves si suspire, recibiendo una sonrisa perfecta. Nos miremos el uno al otro sin siquiera pestañear, nos fuimos acercando lentamente al punto que sentía su aliento rozar mi nariz. Se escucho de la nada el reloj marcando la hora y por acto reflejo abrace a Edward lo mas fuerte que pude. ¡MALDITO RELOJ!. Mi corazón latía a mil por segundo y mi respiración estaba completamente agitada por el susto.

-         No te preocupes es el reloj- dijo tiernamente mientras acariciaba mi cabello.- ¿estas bien?- levanto mi rostro con delicadeza, me miraba sobre protector, de una forma muy tierna algo que nunca pensé ver.

-         Si

-         Muy bien entonces vamos al jardín nos ¡esperan!- asentí y continuamos nuestro recorrido hasta que llegamos al jardín, las Denali al vernos casi se les salen los ojos de la sorpresa, tanta era que no la disimularon. Se levantaron de sus lugares a medida que nos acercábamos.

-         ¡Buenas tardes señoritas!

-         Buenas tardes lord Cullen.- respondieron tanya y victoria al instante

-         Lady ¡Isabella! Que sorpresa verla ¡aquí!- dijo victoria con hipocresía al mencionar mi nombre

-         Igualmente.- sonreí lo mejor que pude, aun en este momento Edward no soltaba mi brazo mas bien lo sostenía con firmeza, ambos caminamos hacia la mesa para sentarnos Edward retiro la silla para que mentara como todo un caballero  y luego se sentó el a mi lado. Mientras tanya y victoria me fulminaban con la mirada.   

Capítulo 9: 8º cap Capítulo 11: 10º cap

 
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