En el resto del almuerzo ninguno dijo nada, me mantenía con los pensamientos dispersos cual seria la ocasión adecuada revelar mis secretos.  Ella lo había hecho seria justo que yo también pero como hacerlo sin sentir miedo ante su reacción.

-         ¿no te gusta?

-         ¿Disculpa?- pregunte distraído, mirando a bella

-         Que si no te gusta la comida…- me señalo el plato, lo mire y luego a ella.

-         Se me quito el apetito...

-         No has comido nada

-         ¿Nos podemos marchar?

-         No hasta que termines de comer.- la mire a ella y luego la comida, comí sin ganas ausente, con mis pensamientos hechos un lío. Al terminar me encargue de pagar la cuenta no sin antes discutir un poco con bella.- ¡tengo una idea!- dijo cuando salimos del restaurante, me tomo de la mano y comenzamos a caminar en dirección al parque.

-         ¿Que haces?- pregunte al verla quitarse la capa y dejarla al pie de un enorme árbol que estaba en el centro del parque.

-         Ven sube- fue lo que respondió mientras se subía con mucha agilidad al árbol

-         ¡Te puedes caer!

-         Sube.- la mire perderse entre las ramas del enorme árbol y no me quedo de otra que subir, me quite la chaqueta y la seguí hasta la copa.

-         ¿Que hacemos aquí?- pregunte ya estando a su lado

-         ¡Mira!- seguí su mirada y desde aquel enorme árbol se podía apreciar una hermosa vista.

-         Es una hermosa vista….

-         La torre Eiffel es perfecta….una estructura completamente majestuosa ¿no crees?

-         Pues si es muy linda y grande también.

-         A veces me pregunto en que pensaba Gustave Eiffel para crear tan hermosa estructura.

-         Yo creo que pensaba en crear algo de tal magnitud que el mundo cuando la vieja se quedara sin palabras…solo pudieran admirarla por que no hay palabras para describir algo tan épico como lo es esa estructura.- dije mirándola a ella, aparto su mirada de la torre y poso sus penetrantes ojos en los míos pase una mano por sus sonrojadas mejillas, sentir su tersa piel bajo el tacto de mis mano, era como acariciar los pétalos de la mas delicada rosa, sentir la tibieza de su piel su dulce y perfume…era indescriptible y única la cantidad de emociones y sensaciones que podían surgir tan solo con tocarla. Sus ojos estaba cerrados  y una delicada y pequeña sonrisa de dibujaba en su rostro tome su rostro con mi otra mano, manteniendo firme mis pies en la única rama que nos sostenía a ambos. Sus ojos seguían cerrados, me acerque poco a poco hacia su rostro con una única intención unir sus labios a los míos. Nuestras respiraciones se unían una con la otra, nuestras narices rozaban…cuando de repente la rama no soporto el peso de ambos quebrándose haciéndonos caer a ambos, abrace a bella hacia mi cuerpo hundiendo su cabeza en mi pecho, mientras escuchaba como soltaba un grito de susto y sorpresa. Hasta que tocamos el piso, caí yo primero y ella sobre mí, sin duda me había dado un buen golpe.

-         ¿Estas bien?- pregunto mirándome apenada

-         ¡Eso creo!

-         ¿Estas seguro?

-         Si, no te preocupes- le sonreí para que no  se preocupara, ella respondió la sonrisa, en sus ojos había una especie de brillo que no comprendía pero no podía apartar la mirada de sus ojos, estaba cautivado  igual que la primera ves que los vi. Sin darme cuenta unió sus labios con los míos en un beso dulce, no pude evitar corresponder instantáneamente, nuestros labios danzaban un perfecto vals, una ves mas tenía la sensación de que sus labios estaban hechos para los míos, se amoldaban perfectamente. Se separo de mí por falta de aire, mantuve mis ojos cerrados unos segundos más y luego los abrí.

-         Creo que debemos continuar- dijo bella levantándose y extendiendo su mano para ayudarme a levantar, la tome y luego salimos del parque.

-         ¿Por que calle?- le pregunte a bella  nos encontrábamos frente a una encrucijada.

-         Esta ves elije tu.- respondió mirándome con una sonrisa

-         Si es así, entonces  por aquí madame- comenzamos a caminar por una calle llena de tiendas de todo tipo zapaterías, sombrearías, pastelerías, jugueterías, etc.

-         Es muy pintoresco- comento mientras miraba a los alrededores, entramos en la tienda de sombreros y convencí a bella de que se probara algunos…debía admitir que se veía hermosa y ambos nos divertíamos, fuimos de tienda en tienda hasta que comenzó a hacerse de noche, extrañamente entramos en un par callejones un poco oscuros y aparecimos donde habíamos comenzado, contrate un carruaje de alquiler para volver a nuestras residencias, en el camino el cansancio venció a bella y se quedo dormida con la cabeza recostada en mi hombro, la mire con dulzura y la acomode mejor recostando su cabeza de mi pecho para que no durmiera en mala posición. Habíamos pasado un día completamente interesante, al verla dormir en mi regazo me di cuenta que debía de decirle toda la verdad y arriesgarme  a lo que sucediera luego.

       La puerta del carruaje se abrió y supe que había llegado a la casa de bella, la cargue sin despertarla y baje del carruaje, en la puerta nos esperaba la nana de bella que al vernos sonrío sutilmente.

-         buenas noches  mi lord, ¿tuvieron un día agitado?- pregunto mientras me daba paso para entrar en la casa

-         buenas noches, un día entretenido diría  yo- nana sonrío – me puede indicar donde esta la habitación de mi lady no quiero despertarla.

-         Por supuesto sígame- comenzó a caminar escaleras arriba y luego por un amplio corredor, se detuvo frente a una enorme puerta y la abrió al instante indicándome que pasara. Coloque a bella en su cama, le quite la capa con cuidado de no despertarla y con suma delicadeza la recosté, le quite los guantes  y sus zapatos también, la arrope con las gruesas sabanas y antes de marcharme deposite un delicado beso en su frente deseándole la mejor de las noches. Al fijar mi vista en la habitación pude ver que tenia en su tocador el ramo de orquídeas que le había enviado sonreí al imaginar su cara el día que se las entregaron y mirando una ves mas hacia el ángel que yacía durmiendo Salí de la habitación.

-         Mi lord el carruaje todavía lo espera.- dijo nana esperándome en la puerta principal

-         ¡Muchas gracias!- hice una reverencia y ella respondió de igual manera- buenas noches.- fueron mis ultimas palabras antes de abandonar la residencia.

Bella pov:

Los  rayos del sol arremetieron contra mí abruptamente haciendo que me quejara y tapara mi rostro con las sabanas. Abrí mis ojos de repente aun con la cara cubierta por las sabanas, ¡luz del sol!, ¡cama! , ¡Sabanas!, ¿cuando me dormí? Me levante  de golpe quedando sentada en la cama dándome cuenta que me encontraba en mi habitación.

-         buenos días mi lady, su baño esta preparado- dijo nana saliendo del baño como si nada.

-         Nana, ¿cuando llegue aquí? Y ¿como?- pregunte ausente. Quizás estaba soñando

-         Lord Cullen la trajo, anoche al parecer se quedo dormida….es todo un caballero.

-         ¿Me trajo? ¡Hasta mi habitación!, ¿nana dejaste que entrara en mi habitación?

-         El prefirió no despertarla mi lady y a mi no me pareció  buena idea  oponerme.- respondió con total naturalidad mientras tomaba mi capa mis guantes y mis zapatos, colocándolos en mi armario, mire mi ropa y  aun tenia el vestido que me había puesto el día anterior.- fue muy considerado, el quitarle los zapatos y las demás prensas que pudieran incomodar su sueño.

-         ¿Qué?- grite- ¡dejaste que me desvistiera!

-         Mi lady creo que debería tomar un baño para que se le valla toda ese dramatismo.- Mire a nana con los ojos entrecerrados, me había llamado dramática, no quise  seguir discutiendo así que  me duche, aliste y  Salí en dirección a  una butik  para la prueba de vestido de Alice.

-         Hola bella….pensé que no vendrías.- escuche decir a Alice apenas entre en la butik

-         Pensaste mal- le sonreí y la salude  con un beso en la mejilla- muy bien ¿que haremos hoy?  

-         Antes de comenzar, con la prueba de los vestidos  quería pedirte bella que fueras una de mis damas de honor y…madrina.- dijo mirándome con ojos de borrego herido

-         Alice ¿estas segura de que quieres que sea tu madrina?- pregunte dudosa 

-         ¡Si!, vamos bella- hizo puchero, mientras sus enormes ojos negros me miraban suplicantes.

-         Esta bien…

-         ¡Siiiii!- dijo dando pequeños saltos mientras aplaudía, al instante apareció la costurera con el vestido de Alice y para mi sorpresa uno para mi ¿como sabia ese pequeño diablillo que aceptaría?- vamos bella sal quiero ver como te queda

-         Muy bien pero no te rías- dije para luego correr la cortina del probador, tenia puesto un vestido color champán tipo “V” lizo, con unos delicados encajes en los bordes.

-         ¡Hermosa!- camino hacia mi dando saltitos y a empujones me llevo a un espejo- si te recogemos el cabello de esta manera, dejando que caigan unos pequeños mechones  a los lados quedaras bellísima…

-         ¿Podría opacarte no crees Alice?-me quede congelada al escuchar esa voz.

-         ¡¡Edward!!- salio Alice disparada soltándome el cabello- llegas tarde- le reprocho, pude ver como Edward buscaba las palabras para disculparse con su hermana menor, que estando parada frente a el pacería una niña por la diferencia de tamaños.

-         Alice, es que…- se revolvía el cabello con una mano completamente nervioso- discúlpame si, lo importante es que ya estoy aquí, ¿dime que tengo que hacer?

-         Siéntate- le ordeno Alice y el así lo hizo, los miraba divertida Alice camino hacia mi de nuevo y comenzó lo que había dejado con respecto a mi cabello.

-         Hola ¿como estas?- dijo Edward en un susurro.

-         Bien- le respondí de igual manera.

-         Bella quédate aquí un momento.

-         ¿Sucede algo?

-         Me parece que hay que recogerle mas al dobladillo.- mire hacia la parte donde ella decía y lo veía muy bien.

-         ¡Yo lo veo bien!

-         Edward, no tienes derecho a hablar, llegaste tarde…- Edward la miro y agacho la cabeza. Solté una pequeña risita y Alice me miro  con ojos de quien sospecha algo.

-         Quizás con los zapatos adecuados, no se vea así…- dije tratando de volver al tema.

-         No, atrás esta muy largo y así uses los zapatos adecuados vas a arrastrar el vestido.- dijo pensativa mientras caminaba a mi alrededor- quédate aquí- asentí- y tu compórtate- le dijo a Edward y este la miro con una sonrisa.

-         ¿Esta algo estresada no crees?

-         No has visto nada- dijo Edward levantándose de su lugar y caminando hacia mí- realmente te ves hermosa.

-         Gracias- dije sonrojándome

-         Ayer lo pase muy bien

-         Yo igual, fue muy divertido- dije recordando lo ocurrió el día de ayer, en especial aquel beso

-         El baile de las señoritas Denali es esta noche, serás mi acompañante verdad

-         ¿Esta dudando de mi palabra?- dije dando un paso al frente quedando muy cerca de el

-         En lo absoluto, solo confirmo que no halla cambiado de idea.- sus ojos viajaban de mis ojos a mis labios, nos acercamos dudosos, hasta que sentí su dulce aliento rosar mis labios, me puse de pintillas pues me encontraba descalza, enrosque mis manos en su cabello y el sujetaba con sus manos mi cintura, nuestros labios rozaban entre abiertos dejando un cosquilleo en los míos.

-         Edward aquí tengo tú….- Edward y yo nos sobresaltamos separándonos al instante, di varios pasos hacia atrás provocando que pisara el vestido, cayendo sentada al piso.

-         ¿Estas bien?- pregunto Edward mirándome con  preocupación y ayudándome a levantar al instante.

-         Auch- fue todo lo que pude decir, la pena me consumía.

-         Edward toma, este es tu traje pruébatelo…-Alice le entrego la ropa, al instante que estuve de pie.- muévete ve y pruébatelo yo me encargo de bella

-         Esta bien- dijo mientras entraba en uno de los probadores.

-         Vez dije que estaba muy largo

-         Tiene razón- dije aun apenada y con un hilo de voz. En ese instante llego una de las costureras para comenzar a tomar la medida de lo que iba a arreglar, mientras yo sentía la mirada incesante de Alice.- lamento a ver interrumpido, pero debo admitir que me alegra que mi hermano quiera comenzar de nuevo después de lo que sucedió.- aparte mi mirada del espejo para mirar a Alice.

-         ¿que sucedió?

-         ¿No te a contado?- negué como respuesta, al cabo de unos minutos no me dijo mas nada.

-         Alice, dime no puedes dejarme así

-         Edward te estas tardando una eternidad…- dijo Alice ignorando mi comentario

-         Alice, la paciencia es una virtud- Alice rodó los ojos ante la respuesta de Edward

-         Alice, respóndeme…

-         Lo siento bella pero no puedo…eso es responsabilidad de el- dijo mirándome con disculpa.

-         Es que no lo comprendo…es como un acertijo.

-         Lo se, aunque  debo decirte que el no siempre fue así, tu eres la causa de que ahora este feliz de algún modo…antes de conocerte no sonreía ante nada.- iba a decir algo mas, pero Edward salio del probador  con traje negro que le quedaba perfecto a la vista de cualquiera.

-         ¿Que les parece?

-         Creo que te queda un poco apretado en las mangas.- dijo Alice caminado hacia Edward- ¿tu que crees bella?

-         Le queda muy bien

-         Señorita puede quitarse el vestido para terminar de hacer los ajustes.- dijo la costurera, y volví a entrar  al probador colocándome mi ropa.

-         Alice puedes venir un momento- dije aun dentro del probador, si como dijo Alice yo era la causa de que sonriera entonces…quizás debería hacer algo mas que compañía,

-         ¿Sucede algo bella?- asomo la cabeza por la cortina del probador.

-         Te tengo una propuesta.- Alice me miro  extrañada, así que comencé a contarle lo que tenia pensado hacer  a lo que accedió  gustosa. Al salir de la butik Alice y yo nos fuimos a preparar todo lo de mi plan.

Edward pov:

-buenas tardes mi señor, ¿como le fue?- pregunto Garrett recibiéndome en  la puerta

- excelente Garrett- le entregue mis guantes y mi chaqueta.- cuando llegue bella dile que estaré en mi estudio.- Garrett asintió y luego se marcho, subí a mi estudio y como aun tenia tiempo antes de que bella llegara me puse a leer un libro, mientras pensaba cual seria el momento indicado para decirle a bella la verdad. Estaba concentrado, sumido en mis pensamientos cuando bella entro en el estudio.

- hola Edward buenas tardes…pasa  Philip por favor.- detrás de ella aprecio un hombre, dos, tres, cuatro, una docena...de personas.- tenemos que comenzar con el color…y las cortinas…los pasillos…- decía mirando por toda la habitación.

-¿bella que es todo esto?

- me e tomado la libertad de hacerle una remodelación a tu casa.

- ¿por que?

- pues por que hace falta

- no, bella todos estos hombres se marchan ya de mi casa…

- no lo harán a menos que quieres que nuestro trato quede anulado.

- si es así entonces no habrás conseguido lo que necesitas para tu articulo- ella sonrío

- ¿eso crees?- asentí.-estas muy equivocado, decide ¿quieres seguir con el trato si o no?- la mire con los ojos entrecerrados sabia que esto no era solo idea suya, pero ella tenia razón no quería terminar el trato eso significaría que no la vería tan frecuentemente.

- esta bien.- ella sonrío se acerco a mi y deposito un beso en mi mejilla junto con un gracias. Y así comenzó el caos, realmente había planeado todo esto muy bien, entraban y salían simultáneamente personas con muebles, pinturas, cortinas….

- ese reloj por favor colóquenlo aquí- dijo bella a un hombre

- ¿que hacemos con este my lady?- le pregunto otro con el reloj en las manos.

- vótalo

- ¡NO!- bella me miro

- ¿por que no?

- es una reliquia

- y suena espantoso…sin olvidar que  desluce con la nueva decoración.

- era de mi padre bella.- la mire sincero, era uno de los pocos objetos que me mantenían ligado a mi padre- Garrett – lo llame y al instante se acerco a mi- por favor guarda bien el reloj.

- por supuesto mi lord.- tomo el reloj y se marcho.

- perdona Edward, no sabia.

- no te preocupes- los muebles de la casa fueron cubiertos con mantas enormes mientras eran pintadas las paredes, de blanco con pequeños detalles en amarillo pálido, bella caminaba de un lugar a otro dando ordenes de cómo quería los acabados en la pintura.

- Edward necesito que vengas conmigo y me indiques tu habitación- le indique que me siguiera, entramos a mi estudio y casi no lo reconocí, los libreros fueron cambiados y estaban comenzando a ordenar los libros.- por orden alfabético por favor- les pedí, las cortinas fueron remplazadas por unas  blancas con tonos azules, al igual que las pareces habían sido pintadas de blanco con detalles en azul cielo y uno que otro toque amarillo pálido. Guíe a bella hacia una puerta que estaba al lado de la chimenea que daba a mi habitación, es la única forma de entrar a mi habitación.

-wow  una habitación escondida- dijo bella maravillada...

- ¿que se te ocurre hacer aquí?- pregunte con curiosidad

- primero abrir las cortinas…esta muy oscuro aquí.- camino hacia las cortinas y las abrió dejando que se llenara de luz completamente. Miraba todo maravillada con la boca abierta.

- ¿que cambios crees que necesite mi habitación?

- ¡ninguno!- miraba el mural que había en el techo de mi habitación

-¿estas segura?-

- si, es hermosa, armoniza perfectamente… todo en esta habitación es una obra de arte, hasta la cama es un monumento perfectamente  moldeado.- se quedo en silencio por unos segundo- una ves mas me sorprendes. No puedo entenderte- decía mirándome con un brillo en sus ojos que no reconocí. La mire unos instantes más  y me di cuenta que este era el momento ideal.

- ven conmigo.- la tome de la mano y volvimos a mi estudio, me pare frente a la chimenea con la vista fija en el cuadro de mi familia.- ¿recuerdas la primera pregunta que me hiciste?

- si, te pregunta quienes eran las personas del cuadro.- me miraba un poco extrañada.

- te voy a responder esa pregunta…-hice una pequeña pausa- el hombre rubio- señale a mi padre- se llama Carlisle Cullen, la mujer a su lado- señale a mi madre- es Esme Cullen ellos son mis padres.- mire a bella y ella miraba atenta  la pintura- la mujer que esta ami izquierda se llama Carmen Nicholson y la niña que se encuentra al lado de Alice se llama renesmee ellas son  mi esposa e hija.- mire a bella y ella seguía aun mirando el cuadro.

-esposa e hija- dijo en un susurro, comenzó a caminar

- ¿a donde vas?- no respondió y continuo hablando hasta salir del estudio- bella espera déjame terminar. Intente seguirla pero entre tanto caos en la casa no pude, cuando llegue a la puerta principal su carruaje ya había dado marcha. No esperaba esa reacción de su parte, quizás debería seguirla y explicarle todo o mejor dejarla pensar y asimilar la información. Entre nuevamente a la casa e intente hacer marchar a todas las personas que estaban allí pero fue imposible bella se había encargado de pagarles y debían culminar.

-         ¿mi lord se encuentra bien?- pregunto Garrett entrando en la cocina donde me encontraba

-         No Garrett, le e contado a bella acerca de carmen y renesmee….

-         ¿Por eso fue que se marcho de esa manera?

-         Me temo que si

-         ¿Que piensa hacer?- pregunto Garrett sentándose frente a mi

-         No lo se Garrett, quiero aclarar las cosas quiero que sepa la verdad pero ahora no estoy tan seguro de que me de la oportunidad…- dije pensativo mientras le daba un sorbo a mi baso de coñac, tenia miedo de que no me diera esa oportunidad, tenia miedo de que se alejara de mi, tenia miedo tan solo de pensar que seria de mi ser sin ella...en tan poco tiempo se había convertido en lo mas indispensable para mi jamás había llegado a sentir algo así, ni siquiera por  mi esposa.