No podía creer que estuviera allí parado frente ami mirándome directamente a los ojos y yo…. ¡yo en este estado! ¿Y si es otro sueño bella? Pero uno mas real ¡por dios que sueño! comencé a caminar hacia la orilla acercándome más a la completamente hipnotizada por su mirada dios mío si esto es un sueño permíteme disfrutarlo que no se desvanezca. Si es lo que necesito para que todo este torbellino desaparezca de mi mente pues haría que fuese inolvidable. Edward estaba parado allí simplemente mirándome a los ojos con una expresión que no sabia o no quería descifrar, me detuve ya parada frente a el y sentí su respiración completamente lenta, su aroma embriagador como siempre dulce y varonil lleve mis manos a su cuello para acercarme mas a el, el contacto de su piel bajo mis manos era el detonante perfecto para que miles de corrientes se activaran en mi cuerpo su boca se entre abrió y sus manos sujetaron mi rostro.
- No sabes cuanto e esperado para hacer esto- su voz era música en mis oídos, su aliento mejor que cualquier otro perfume y así fue como tomo posesión de mis labios al principio con suavidad como queriendo demostrar algo pero luego se volvió mas urgente para ambos para este momento mi mente no ejercía ninguna función mi cuerpo reaccionaba a cada beso cada caricia de sus manos contra mis mejillas.
- Dios si esto es un sueño que no termine nunca- articule sobre sus labios con los ojos cerrados, sumida en mi profunda ensoñación- dime ¿eres real?- pregunte con la respiración hecha nada y los latidos de mi corazón como tambores en mi pecho. Su respuesta no fue otra que llevar sus manos a mi cintura y sonreír sobre mis labios, mis manos poco a poco cobraron vida al igual que las de el, con un poco de nervios me deshice de su camisa pudiendo por fin acariciar su torneado pecho; de mis labios se escapo un pequeño jadeo al sentir sus manos en mis glúteos , siendo estos acariciados son delicadeza y firmeza estaba a su merced, solo dios y nadie mas sabia como había deseado esto y ahora que estaba sucediendo no podía creerlo.
- No soy un sueño Isabella vine por ti y no me iré.- esas palabras fueron las que mi mente necesitaba oír era lo que mi corazón anhelaba, debía admitirlo, tenia que admitirlo mi corazón le pertenecía a Edward Cullen a el y solo a el. En un ágil movimiento caímos en la suave grama quedando yo debajo de todo su perfecto cuerpo.
- Sabes, esta no era la idea que tenia en mi mente tenia la esperanza de poderte desvestir con mis propias manos.- hablo mientras poco a poco iba dejando pequeños besos por todo mi cuerpo al mismo tiempo que acariciaba uno de mis senos con sus manos, intente responder pero eran tantas la sensaciones que de mis labios no salieron mas que gemidos y jadeos , fue subiendo poco a poco hasta quedar su rostro frente al mío, puse sentir su erecto miembro sobre mis entre pierna, instintivamente lo tome por el cuello haciendo que su rostro quedara en el hueco de mi cuello recayendo sobre mi todo el peso de su cuerpo.
- Hazme tuya, necesito saber que eres real- jamás pensé que de mis labios salieran tales palabras, palabras completamente fuera de protocolo, ¡al demonio con el protocolo, el era mío y lo quería aquí conmigo ya y ahora!
- No sabes cuantas veces e soñado con esas palabras.- hablo en mi oído haciendo que mi excitación aumentara mucho mas si es que fuese posible, beso mi cuello,¡ dios pero que forma de besar! Cada beso para mi alma era un agota de felicidad, pero para mi cuerpo era como las marcas de la mas maléfica tortura, enseguida se deshizo de lo que le quedaba de ropa antes de volver a acercarse a mi cuerpo me miro de arriba abajo y articulo ciertas palabras que no entendí…y sonrío abiertamente al darse cuenta que al igual que el mis ojos se paseaban por su cuerpo como si estuviese viendo la mas hermosa escultura creada por Miguel Ángelo. Al acercase a mi nuevamente deposito sobre mis labios los suyos y los unió como queriendo fundir los suyos en los míos ¡ si tal cosa fuera posible! No sabría a quien atribuirle tanta felicidad. De repente y sin aviso introdujo sus dedos en mi centro haciendo que sintiera maravillas, mis gemidos y sus gruñidos juntos invadían todo el ambiente que había permanecido en silencio absoluto hasta estos momentos. ¡no era solo un mago con los dedos únicamente en el piano! Me lo estaba demostrando muy bien. Mis manos estaban aferradas con fuerza a su espalda y cabellos, no apartaba su mirada de mi en sus ojos había como siempre un torbellino de emociones pero la mas notoria en estos momentos y la única que pude distinguir fue deseo, un mar de deseo en el que me estaba sumergiendo poco a poco, y con el que me dejaria embriagar completamente…iría hasta el mismísimo infierno si es esta manera y es el la causa de mi condena. Su miembro erguido y listo preparado para mi acaricio mi centro provocándome, incitándome, sabe dios que era peor las mas despiadadas torturas medievales o lo que el hacia conmigo y mi cuerpo en estos momentos. En toda ocasión no lograba dejar de retorcerme bajo su cuerpo, sus labios en ningún momento dejaban mi cuerpo, y mis manos se deleitaban cada vez más y mas de el suyo. Un suspiro de escapo de mi boca al sentir como entraba en mi completamente, Ho si que era la gloria sentirlo por fin dentro de mi, sentir toda su longitud entrar en mi cuerpo, éramos uno ya no era el, el conde y yo la duquesa ¡no! Éramos simplemente dos amantes entregándose en cuerpo y alma con total pasión.
- Dime… ¿que haces aquí?- pregunto luego de que ambos llegáramos a un perfecto orgasmo juntos y nuestras respiraciones fueron completamente restauradas. Al menos la de el .
- Si lo desea mi lord, me retirare de inmediato.- dejo de besar las yemas de mis dedos para mirarme completamente petrificado- era broma.- el respiro hondo y sonrío con delicadeza.- Estaba aquí por que intentaba despejar mi mente.
- Pues yo tenia las mismas intenciones que tu pero me fue imposible, en el momento en que te vi entrar, y menos aun cuando comenzaste a desaparecer tu ropa, y ni hablemos de cuando estabas nadando.- sonreí ante sus comentarios ,me posicione sobre su pecho para poder mirarlo a los ojos.
- Lamento haber interrumpido su meditación, no contaba con espectadores.- una sonrisa ladeada de dibujo en sus labios y no pude evitarlo me acerque a el deje un casto beso sobre estos.- respóndeme algo,¿ hace cuanto que volviste a Londres?
- ¡Un par de semanas!- respondió tan tranquilo, Isabella pero que despistada te has vuelto como no te pudiste dar cuenta que había vuelto hace tanto tiempo.
- ¿Por que no me buscaste?¿esperabas que esto pasara?- pegunte esta vez mirándolo a los ojos .
- No, jamás podría imaginar que algo así pasaría, solo buscaba el momento indicado para acercarme a ti….-ambos guardamos silencio por unos minutos- sabes esta ves quiero hacer las cosas bien, por que me di cuenta que eres tu la indicada en mi vida, eres la única persona que estando a mi lado me puede hacer sentir libre , como si hubiese nacido nuevamente.- no tenia palabras, ante las suyas realmente había vuelto, pero mas aun había vuelto por mi…esta ves no crearía barreras en mi mente , todas y cada una de ellas acababan de hacerse trisas por sus palabras.- ven vamos a nadar.- dijo levantándose y luego guiándome de nuevo al agua…ya dentro de estas lo abrace contra mi cuerpo fuertemente, como temiendo que fuera a desvanecerse pero al cabo de unos minutos me di cuenta que no se desvanecerla por que estaba aquí por mi.
Fin flas back.
- Bella amor ¿te encuentras bien?
- Si ¿dijiste algo?-pregunte aun ausente mirando por la ventana del carruaje el cual aun se mantenía en movimiento en dirección a la iglesia pues nos dirigíamos a la boda de Ángela como se lo había prometido…no podía evitar que los recuerdos de ayer volviesen a mi mente jamás me había sentido tan feliz y dichosa.
- ¿amor me estas escuchando?
- ¡Ha!. Si, si dime..
- Te preguntaba que ¿en que piensas?
- Pienso en que jamás, me e sentido tan feliz y completa si no en tus brazos.- dije acercándome a el para darle un delicado beso que poco a poco fue cobrando vida.- Edward por favor, estamos por llegar- dije como pude sobre sus labios
- Puedo mandar a detener el carruaje y así tener mucho mas tiempo.- hablo sujetándome mas hacia el con suma fuerza, pero no tanta como para lastimarme.
- Edward, es una de mis mejores amigas debo estar allí puntual.
- Pero bella, una hora de retraso no es tanto.- ahora besaba delicadamente mi cuello haciendo que mi respiración se volviera cada vez más errática.
- Edward hablo en serio, no lograras persuadirme.- río con voz ronca en mi oído y luego me miro directo a los ojos.
- Luego me las cobrare, te lo aseguro…- me separe de el y comencé a arreglarme el vestido y el cabello de tal modo que se vieran como si jamás les hubiera pasado nada.-Querida mía debo felicitarte
- Por que motivo- pregunte concentrada en mi cabello.
- Tu artículo, fue totalmente exquisito.
- Muchas gracias mi lord es parte de mi trabajo.- ambos sonreímos y una vez mas no pude evitar acercarme a el y dejar sobre sus labios un dulce beso.
- Bella, no comiences algo que no terminaras ahora.- no pude evitar reír, y en ese instante el carruaje de detuvo y la puerta se abrió.
- Hemos llegado- anuncio Garrett, Edward y yo recobramos la compostura de inmediato, primero bajo Edward del carruaje quien como todo un caballero me espero y ayudo a bajar del mismo.
- Muchas gracias Garrett
- Siempre a su orden mi lady- dijo este con una sonrisa e inclinándose. Edward y yo nos abrimos paso hacia la iglesia la cual ya se estaba comenzando a llenar por los invitados. Edward me llevaba tomada por el brazo y de ves en cuando levantaba nuestras manos unidas para depositar un beso sobre la mía en esos pequeños momentos nuestras miradas se conectaban y era necesario que nos recordáramos que estábamos en un lugar público.
- ¡Edward que bueno que viniste!- dijo Alice al vernos, su sonrisa no tenia comparación era enorme y su mirada se clavaba únicamente en mi – bellita que bueno que viniste
- Hola Alice es un gusto volverte a ver.
- ¡Jazz!…viste que te dije- dijo Alice llamando la atención de Jasper quien hablaba con emmett y Rosalíe, estos dos últimos al notar nuestra presencia compartieron miradas cómplices acompañadas de una sonrisa. Instintivamente mire a Edward y este sonreía de lado y hay en ese preciso instante caí en cuenta.
- ¡Todos ustedes sabían!- los acuse, en ese instante todos me miraron y luego miraron en diferentes direcciones- ¡lo sabían!- asegure – ¿que pretendían con eso? – esta ves mire a Edward.
- Hem…bella es que...- comenzó hablar mientras yo simplemente lo miraba inexpresiva- no sabía como acércame a ti y no quería que ninguno de ellos lo arruinaran.
- ¡Ey!- dijeron todos a coro haciendo que yo sonriera, al pensar que Edward había pasado dos semanas pensando en la manera de acercase a mi era el gesto mas tierno que jamás habían hecho por mi, al parecer Edward noto algo en mi por que sonrío tan perfectamente como solo el puede hacerlo y con total delicadeza unió nuestros labios.
- Hem…creo que debemos sentarnos ya- dijo Jasper haciendo que nos separáramos Edward sonrío Jasper , Alice y emmett se sentaron primero y luego rose yo y Edward en ese orden preciso. Todas las miradas se concentraban en nosotros dos.
- ¿Rose por esa razón no me hablabas?- le pregunte en susurros mientras esperábamos que entrara la novia
- Si, no sabes lo difícil que fue guardar el secreto- dijo mi amiga sonriendo- pero por emmett cualquier cosa.
- Me alegro que las cosas entre ustedes estén bien.
- Y estarán mucho mejor.- respondió sonriendo de manera picara iba a preguntar el por que, pero no pude por que a continuación comenzó a sonar la marcha nupcial todas aquellas miradas que se concentraban en Edward y en mi pasaron directamente mi amiga Ángela que se veía completamente hermosa tomada del brazo de su padre quien sonreía abiertamente, feliz por llevar a su hija al altar. Sumida en mis pensamientos y observando este hermoso y conmovedor momento coloque mi cabeza sobre el hombro de Edward y el apoyó la suya en la mía era un momento completamente perfecto.
¡Felicidades!, ¡felicidades! Que viva la magnifica pareja que ¡viva!- grataban todos en la puerta de la iglesia mirando salir a los recién casado.
¡Felicidades Ángela! Muchas felicidades- dije abrazándola
Muchas felicidades- dijo Edward, Ángela nos agradeció y luego se marcho no sin antes mirarme con una sonrisa en los labios.
Dios mío pero si es el conde ¡Edward!- y allí quedo toda la felicidad del ambiente.
Lady Denali, ¿como se encuentra?- saludo Edward de manera amable
Muy bien mi lord, que dicha verlo de nuevo en Paris se pensaba por el articulo de la duquesa que estaba usted en Londres.
E vuelto, habla usted de ¡lady Isabella! ¿Que le pareció el articulo?
Personalmente no lo ley, pero según terceras personas fue un vago y poco preciso no era lo esperado- dijo tanya a mis espaldas pues yo me mantenía mirando a la feliz pareja.
¿Hablaban de mi?- pregunte volteándome y acercándome a Edward quien de inmediato junto nuestras manos.
Si amor, lady Denali cree que tu articulo fue vago y poco preciso- dijo Edward mirándome y tratando se sofocar una sonrisa
Así, pues es una lastima que mi lady opine eso quizás para la próxima le pida concejos pues no hay nada que ocurra en Paris que mi lady no sepa.- Edward soltó unas pequeñas risitas que trato de camuflar con una tos poco convincente, delicadamente le di unas palmadas en la mano a Edward siguiéndole la corriente.
Bueno lady Denali fue un gusto verla nuevamente…-Edward asintió, tanya tardo al menos unos 5 segundos en reaccionar y asentir como respuesta – bella cariño vamos a reunirnos con mi hermana que nos espera- se dirigió a mi y luego de esas palabras deposito un tenue beso en mis labios dejando a tanya con la boca abierta completamente, comenzamos a caminar en dirección a Alice que estaba reunida con Rosalíe y emmett.
Sabes acabas de romperle el corazón a tanya.- comente a medida que nos acercábamos a nuestros amigos
No me importa amenos que estés conmigo, mientras mejor se dejen las cosas en claro mas fáciles serán las cosas.- negué con una sonrisa y continuamos caminando hasta que algo o mejor dicho alguien separo frente a nosotros.
Lady Isabella ¿como se encuentra hoy?
Buenas tardes Arthur, estoy muy bien gracias y ¿usted?
Excelente mi lady, espero que le hayan gustado las flores que le envíe
Una vez mas muchísimas gracias, estaban preciosas- sonreí amablemente y cuando Arthur iba a decir algo Edward se aclaro la garganta haciendo que se notase su presencia en el lugar.- lord Arthur le quiero presentar al conde Edward Cullen
Mucho gusto- dijo Arthur estirando su mano en forma de saludo mientas Edward me aferraba mas y mas a su cuerpo.
Mucho gusto.- artículo entre dientes extendiendo su mano, ambas manos se unieron en lo que seria un cordial saludo pero para mi fue otra cosa pues ambos se miraban directamente a los ojos y se que era mi imaginación pero si se pudieran enviar cargas eléctricas lo hubieran hecho en este mismo momento.
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