Un misterio & Mi gran amor

Autor: emely282
Género: Suspense
Fecha Creación: 10/09/2011
Fecha Actualización: 18/03/2012
Finalizado: SI
Votos: 18
Comentarios: 79
Visitas: 66019
Capítulos: 36

bella es una periodista audaz y algo despiadada 

a la que no le importa lo que pase con tal 

hacer su trabajo

pero todo eso cambiara cuando le pidan hacer un reportaje 

sobre un misterioso musico

el cual poco a poco la hara darse cuenta de muchas cosas en 

su vida, permitiendose uno a otro conocerce tal cual

son y superar juntos esos fantasmas del pasado que los atormentan 

a ambos.

espero les guste esta nueva historia, para los que an leido " me enamore de mi prof" espero que les guste tanto como la antes mensionada sin mas, espero que disfruten de mi historia y si ese es el caso espero sus votos y ma aun sus comentarios. =D 

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Capítulo 4: 3º cap

- Es un gusto volverlo a ver my lord.- soltó suavemente mi mano y tomo una postura erguida, examino mi rostro con detenimiento aun con la mirada severa  y la quijada fuertemente apretada.

-          ¿Ya se conocían?- Alice  llamo nuestra atención, no me había dado cuenta del silencio tan incomodo que se había provocado.

-          Ciertamente, tuve la oportunidad de hablar brevemente con  my lord en el teatro.- respondí con simpatía a Alice, mientras sentía la mirada arrogante  del hombre que yacía en estos momentos sentado frente a mi.

-           Es un excelente músico, debo decir – dijo Rosalie mientras Alice con un ademan nos indicaba que nos sentáramos.

-          Edward, en tus cartas no decías nada a cerca de tocar en un teatro.- ahora a mis miles de preguntas se le sumo una mas.

-          Alice….-dijo Edward mirándome con reproche.- era….era una sorpresa, quería que fueras a verme en el teatro esta noche.- termino de hablar  con una sonrisa a Alice.- pero ya no tiene caso – me miro nuevamente

-          Lamento haber arruinado su sorpresa my lord, lo e hecho sin querer.-  me disculpe sinceramente, recibiendo por  parte de el un bufido.

-          Que te parece querido hermano  si en ves de deleitarnos con tu talento en un teatro, nos das el privilegio  de tener una  función privada solo para mis invitadas y para mi.- Edward nos miro a todas  con detenimiento como debatiéndose entre hacerlo o no, Rosalie  y yo nos miramos unos instantes  ella sabia claramente que esto para mi era excelente.

-          Sabes que no puedo negarte nada Alice.- respondió con una sonrisa y un brillo en sus ojos que de la misma forma como apareció se esfumo. En ese instante llegaron varias personas sirviendo la merienda

-          ¿Algo más? – dijo un hombre amablemente

-          Si Garrett por favor, tráeme un coñac, tu sabes como me gustan.- el hombre asintió.

-          ¿Las señoritas desean algo más?

-          Si no es mucho atrevimiento de mi parte.- mire a Alice

-          No te preocupes- sonrió Alice, mire a Edward y este  asintió

-          Si es tan amable podría traerme una copa de brandi,  un poco menos de la mitad-el hombre asintió y luego se marcho.

-          Nunca había escuchado, que una mujer tuviera tales gustos hacia las bebidas fuertes, y mucho menos siendo parisina, lo más fuerte que  toman es vino.

-          Como puede apreciar lord cullen, no soy como las demás.- me miro con una risa burlona llevándose a la boca una galleta.

-          ¿Rosalie a que te de dedicas?-pregunto Alice

-          Soy periodista

-          ¿Y tú bella?

-           También, de hecho trabajamos juntas

-          ¡Que interesante!, ¿no crees Edward?

-          Ciertamente, es todo un enigma…- su arrogancia alcanzaba niveles con los que jamás en mi vida me había topado pero aun así no seria suficiente para mi, siempre conseguía de una forma u otra. Había conseguido información que Alice  inconscientemente nos había dado, ya sabia mas acerca de ellos no mucho solo que eran ingleses, que Alice había conocido al conde que ahora era su prometido, en Inglaterra, Edward y ella se separaron hace varios años por algún incidente que desconocía y del cual claramente no se sentían a gusto platicando sobre ello. La velada se hizo muy entretenida por parte de Alice siempre tenia un tema de conversación era una chica entusiasta y muy animada a diferencia de su hermano quien apenas si articulaba palabras solo lo hacia cuando era necesario, estaba como ausente sumido en sus propios pensamientos, con la mirada fija en algún lugar que quizás no estaba al alcance de mi vista, se movía únicamente para pasar sus manos por entre sus cabellos alborotándolos mas, bebía de su copa de coñac pequeños sorbos como si quisiera evitar que la bebida se acabara que durara todo el tiempo posible. De repente sobre mi nariz cayo una gota  procedente del cielo, alce mi vista y estaba nublado ¿en que momento el día había cambiado su semblante?, un trueno  se escucho haciendo que me estremeciera, luego un relámpago surco los cielos y un trueno mucho mas fuerte que el anterior se escucho.

-          Será mejor que entremos, no tardara en comenzar a llover.- dijo Edward mirando al cielo y quizás esa seria la frase mas larga que le escuche en toda la tarde desde que llegamos, en ese instante aparecieron varios sirvientes recogiendo la mesa mientras nosotros nos disponíamos a retirar. No pude evitar mirar hacia el bosque que se encontraba frente a mi en estos momentos me di cuenta que la  mayoría de los arboles eran enormes, pero mas aun y quizás sea por que se acercaba una fuerte tormenta pero no se escucha ni el mínimo susurro de algún ser viviente, los arboles se movían por el fuerte viento pero sin gracia el lugar era oscuro parecía mas un bosque tenebroso que otra cosa, un escalofrió recorrió todo mi cuerpo al sentir una mano frio sobre mi hombro.

-          My lady si no se ha dado cuenta a comenzado a llover y debemos entrar.- me gire al instante de sentir su aliento rosar mi cuello, el cabello le caía completamente mojado en la cara estaba completamente empapado al igual que yo en estos momentos, recogí mi vestido con mis manos para evitar caer y comencé a caminar hacia la casa la lluvia era fuerte y los vientos que la acompañaban eran igual  o quizás mas. Un rayo se vio caer en alguna parte, con tanta fuerza que  no pude evitar estremecerme seguía caminando con mucha dificultad el terreno estaba muy frágil haciendo mas difícil avanzar, sin darme cuenta tropecé con algo y caí de rodillas  en el fango, unas manos me sujetaron fuertemente por la cintura sosteniéndome para que la caída no fuera mayor, lo mire a los ojos y el me extendió una mano para que me apoyara en ella y seguir lo que nos quedaba de trayecto.

-          ¡Muchas gracias!- le dije cuanto estuvimos ya dentro de la casa, el simplemente asintió sin siquiera mirarme.

-          Rosalie creo que debemos retirarnos antes de que la lluvia nos lo impida

-          Me parece muy buena idea bella…

-          Mis queridas amigas lo lamento pero no pueden retirarse, Sam nuestro mensajero acaba de llegar y apenas si pudo.- decía Alice entrando al pequeño saloncito con unas toallas en las manos.- y dice que los caminos están completamente inundados. Temo que no podrán marcharse todavía.- Alice nos dio una toalla a cada una mientras Rosalie y yo la escuchábamos atentas.    

-          No creo que sea tan grave, vivo muy cerca de aquí  no debe  ser tan difícil el acceso.- dije yo tratando de encontrar una solución.- y Rosalie te puedes quedar en mi casa mientras la tormenta se aplaca un poco.

-          Lo veo muy difícil, esta tormenta no pasara en cinco minutos.

-          Edward tiene razón deben quedarse hasta que la tormenta pase, por lo menos hasta mañana ¡verdad Edward!

-          Así es.- Edward hizo una reverencia y antes de salir del lugar lo escuche mascullar un “lamentablemente” para si mismo. Alice hizo que nos prepararan a Rosalie y a mi las habitaciones de huéspedes, si al entrar a la casa me había sentido abrumada ahora me sentía muchísimo mas sus pasillos eran completamente oscuros y en ellos habían cuadros de personas todas con semblantes serios, me sentía observada acorralada esta casa me ponía los nervios de puntas y pensar que quizás tendría que pasar la noche en este lugar.

-          Bella tu puedes quedarte aquí, Rosalie esta en la habitación de al lado, deje algunos vestidos sobre la cama espero que sean de tu talla.

-          Muchas gracias Alice.- la chica me sonrió y luego se alejo en el oscuro pasillo, entre a la habitación algo nerviosa por no saber como era, pero me lleve una leve sorpresa al darme cuenta que a diferencia del resto de la casa era muy acogedora e iluminada, habían cerca de cinco vestidos puestos en la cama los mire a todos con detenimiento hasta que uno llamo mi atención, era completamente blanco sencillo, hermoso sin duda alguna. Entre en el baño y estaba ya preparado así que no dude ni un segundo en sumergirme en las aguas cálidas de la tina, luego de ese reconfortante baño me vestí y al verme en un espejo que se encontraba en el cuarto me di cuenta del lio que eran mis cabello, lo que antes había sido un , hermoso peinado ahora parecía mas bien un nido de pájaros fui deshaciendo poco a poco el desastre hasta que mis cabellos cayeron todos por completo sueltos en mis hombros, hacia ya mucho tiempo que no usaba el cabello así seque mis cabellos con mucho detenimiento y al final los deje sueltos no tenia caso hacerme un peinado perfectamente elaborado con un clima tan humeo.

-          ¡Rose! ¿Estas visible?- pregunte después de tocar la puerta del cuarto donde se encontraba Rosalie

-          Si bella ¡pasa!- entre a la habitación y esta era muy parecida a la habitación donde yo me encontraba. Sin duda todo lo relacionado con Edward cullen es extraño, las cosas no encajaban había un desequilibrio total a mi parecer.

-          ¿Rose no crees que  este lugar es extraño?

-          Si por extraño te refieres a que la persona que se encargo de la decoración tiene muy mal gusto pues entonces ¡si!

-          Si, pero no es solo eso…..es, es todo hasta su dueño

-          Pues en eso tienes mucha razón, ese hombre tiene un humor muy extraño.- camine hacia la ventana de la habitación y la lluvia caía mucho mas fuerte que antes  mientras Rosalie intentaba desenredar sus rubios cabellos, al igual que yo ella también traía puesto un vestido que no era el suyo, le quedaba muy bien no podía negarlo, ese vestido resaltaba perfectamente el cuerpo de Rosalie.-y ¿que piensas hacer abandonar el reportaje?   

-          ¡No! ¿Como se te ocurre? Ahora mas que nunca pienso descubrir todos los secretos de Edward cullen  

-          ¿Todos? – yo asentí mientras que Rosalie dejaba de hacer lo que hacia para verme directo a los ojos.- ¡ no crees que es mucho! Deberías de pensar que a las personas no les gusta que se metan en su vida.

-          ¡Yo se eso!

-          ¿Entonces por que lo haces?

-          Por que Rosalie quiero conocer a las personas completamente y decirle al mundo que todos sin excepción tienen un pasado, secretos y la razón del por que en su vida.- Rosalie me miro y luego de un suspiro volvió a sus cabellos, nos avisaron que teníamos que bajar a cenar y así lo hicimos al llegar nos esperaban Edward y Alice muy callados ambos al vernos entrar Alice sonrió,  Edward nos miro unos instantes y luego se excuso alegando tener algo  importante que hacer  y se marcho. En la cena Alice y Rosalie no paraban de hablar  del baile que se aproximaba, seguía sin verle lo emocionante o divertido hace muchos años le había perdido el gusto a todo ese teatro hecho para  la hipocresía.

-          Saben también que con ese baile no solo anuncian su compromiso si no que también es el inicio de la temporada- dije mientras jugaba un poco con la comida

-          ¿Temporada?- pregunto Alice confundida

-          Si la temporada de caza- le respondió Rosalie

-          ¿Y que cazan?

-          ¡Maridos!- la pobre chica nos miraba sin tener idea de que hablábamos

-          Te explico. Después de este baile alguien mas hará otro en donde se presentaran todas las nuevas postulantes en busca de marido, las encontraras a la mayoría vestidas de blanco y con cara de fieras con las hormonas alteradas.

-          ¡Ah! Ya entendí, pensé que solo en Inglaterra se veía eso, pero veo que ¡no!, y ¿ustedes están dentro de esas postulantes?

-          ¡Si!-dijo Rosalie

-          ¡No!- la contra dije yo

-          ¿Si o no?

-          Yo si busco pero no  estoy tan desesperada como las chicas que veras en los diferentes eventos que vendrán

-          ¿Y tú bella?

-          No busco, ni quiero que me busquen

-          ¿Por que dices eso?

-          E tenido suficiente de los hombres por el resto de mi vida.- ese comentario fue el final de la conversación mi vida amorosa  era un tema que me gustaba rehuir, después de cenar me les perdí intencionalmente, sentía curiosidad por todo lo que había en esta casa así que tome valor y me adentre en los oscuros pasillos, no encontré nada  que llamara mi interés la mayoría de las puertas estaban cerradas con llave así que no podía entrar, después de caminar mucho y darme cuenta de que no encontraría nada decidí volver a la habitación y dormir cuando sin querer me tropecé con alguien al alzar la mirada era Edward con quien me había tropezado.

-          ¿Que haces aquí?

-          Iba camino a la habitación de huéspedes y ¿tu q haces aquí?

-          Esta es mi casa- respondió acido, no pude evitar sonrojarme por mi estúpida pregunta.- te sonrojaste – poso su mano sobre mi mejilla y la acaricio, una ves mas me sentí extraña al sentir el contacto de su piel con la mía pero no podía negar que era una sensación exquisita. Sin avisar retiro su mano como si mi piel le quemara.- si me disculpa my lady tengo cosas que hacer – hablo refiriéndose a la puerta que estaba detrás de mi asentí y le di paso.

-          Espere mi lord.- llame su atención antes de que cerrara la puerta, pude ver que era una especie de estudio y hasta donde alcance a ver había un hermoso piano. Edward carraspeo para llamar mi atención – quería decirle que mi propuesta sigue en pie

-          ¿Que propuesta?

-           Hacerle la entrevista para el periódico

-          No lo siento- volvió a negarse, enarque una ceja

-          ¿Por que?

-          Por que no quiero una entrevista, no tengo nada que decirle al mundo

-          Pero el mundo quiere saber quien eres

-          Lo siento no me interesa.- y antes de que pudiera decir mas cerro la puerta en mi cara, me quede parada, petrificada con la boca abierta, no le bastaba dejarme con la palabra en la boca si no que tenia que cerrarme la puerta en la cara, abrí la puerta me iba a escuchar

-          ¡Tu! ¿Quien te crees?, ¿ que clase de caballero se supone que eres?- dije hecha una furia entrando de golpe a lo que confirme era un estudio

-          ¿Con que derecho entras así a mi estudio?- dijo con las manos en su camisa se la estaba desabrochando, pero dejo de hacer eso cuando me miro, tenia un cuerpo muy bien trabajado divague un instante hasta que me tope con sus ojos furiosos.

-          Con el derecho que tu me cierras la puerta en la cara con las palabras en la boca.

-          ¡Esta es mi casa!

-          Soy tu invitada

-          No eres una reportera entrometida.- comenzó a caminar hacia mi mientras hablaba- a la que mi hermana invito a mi casa…así que eres su invitada no la mía- para este momento me había obligado a salir del estudio- y puedo hacer decir y tratar a la gente como me de la gana.- y una vez mas me cerro la puerta en la cara y esta vez con llave le di un puño a la puerta.

-          ¡No me rendiré!- le grite y me marche directo a la habitación, este hombre es un….no encontraba palabra para describir  lo que era Edward cullen  cada palabra que podía describirlo se quedaba pequeña, hecha una furia me acosté cayendo dormida rápidamente. Desperté sobresaltada por el sonido de un fuerte trueno la lluvia seguía fuerte en el, la habitación se ilumino por un relámpago y segundos después un trueno que hizo  estremecer todo en la habitación, intente volver a dormir pero no pude, Salí de la habitación por un baso de agua se me hizo una eternidad llegar a la cocina y cuando iba de regreso sentía que estaba en un laberinto uno muy tenebroso. después de caminar casi una eternidad escuche un reloj dar doce campanadas y casi grito de susto al escucharlo era el sonido mas tenebroso que alguna ves en mi vida había escuchado y a esta hora mucho mas, iba caminando de regreso con los nervios de punta los incesantes truenos y el maldito reloj me tenían temblando. Hasta que pase por  la puerta del estudio de Edward no quería saber mas de el por lo menos en esta noche hasta que escuche que tocaba el piano, mis nervios seguían alterados y las  palpitaciones de mi corazón estaban aceleradas tanto que sentía iba salir de mi pecho. Me acerque mas a la puerta y era la misma canción que había escuchado aquella ves en el teatro me recosté de la puerta prestando mas atención a esa dulce historia queriendo que de ella salieran palabras que me dijeran lo que sentía ese músico pero no era así solo escuchaba su dulce melodía cerré  mis ojos dejándome llevar por la música y sin darme cuenta pegue la frente de la puerta y esta se abrió, la puerta rechino de manera horrible haciendo que la música cesara.

-          ¿Que rayos haces?- Edward estaba parado frente a mi mientras mirándome, molesto.

-          Escuchándote tocar…- respondí ausente

-          Pues no lo hagas, ve a dormir y déjame en paz…no entiendes quiero ¡paz!- sus ojos estaban vidriosos y por su mejilla corría una lagrima intente secarla pero el se aparto bruscamente de mi y la limpio el de la misma manera.

-          Disculpa es solo que…- no pude terminar de hablar pues la puerta se cerro en mi cara de nuevo, era la tercera ves en esta noche que me cerraba la puerta en la cara, pero esta ves no me molesto, mas bien sentía la necesidad de entrar e impedir que siguiera llorando, quería saber por que lloraba, que ocasionaba tal sentimiento pero no lo hice me había pedido paz y se la daría al menos esta noche. Volví a la habitación pero no pude recuperar el sueño tenia grabada en mi mente esa imagen, y una pregunta mas sin respuesta que debía añadir.  

Capítulo 3: 2º cap Capítulo 5: 4º cap

 
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