Un misterio & Mi gran amor

Autor: emely282
Género: Suspense
Fecha Creación: 10/09/2011
Fecha Actualización: 18/03/2012
Finalizado: SI
Votos: 18
Comentarios: 79
Visitas: 66021
Capítulos: 36

bella es una periodista audaz y algo despiadada 

a la que no le importa lo que pase con tal 

hacer su trabajo

pero todo eso cambiara cuando le pidan hacer un reportaje 

sobre un misterioso musico

el cual poco a poco la hara darse cuenta de muchas cosas en 

su vida, permitiendose uno a otro conocerce tal cual

son y superar juntos esos fantasmas del pasado que los atormentan 

a ambos.

espero les guste esta nueva historia, para los que an leido " me enamore de mi prof" espero que les guste tanto como la antes mensionada sin mas, espero que disfruten de mi historia y si ese es el caso espero sus votos y ma aun sus comentarios. =D 

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Capítulo 8: 7º cap

 

Una ráfaga helada de viento me invadió, haciendo que me volviera el aliento, mire hacia los lados simultáneamente tratando de buscar algo que ni yo sabia que era, sentía mi corazón palpitar y a pesar del frio tan devorador mis mejillas estaban tibias, entre de nuevo al salón y al parecer todo estaba igual  ni siquiera notaron mi presencia en el salón.

-         ¿Bella te encuentras bien?

-         ¡Si! Ángela no te preocupes...- respondí a mi amiga quien por su forma de mirarme parecía no creerme, por un momento paso por mi cabeza, en que estado me encontraba en estos momentos, cual seria mi aspecto para que Ángela no me creyese. La música seso y Jasper con una copa en la mano  pidió la atención de todos y al instante el silencio apareció en la sala.

-          Primero que nada quiero agradecerles a todos por compartir esta noche tan importante conmigo.- Jasper se veía nervioso y feliz al mismo tiempo, extendió su mano y Alice lo acompaño con una sonrisa inmensa.- quiero presentarles formalmente a Alice Cullen mi ¡prometida!- levanto su copa y los que tenia copas en sus manos hicieron lo mismo.

-         Por ustedes, una hermosa pareja…para que la fortuna les sonría y tengan un matrimonio ¡excelente!- dijo Edward a unos pasos detrás de mi con su copa en alto y una sonrisa encantadora en sus labios, paso por mi lado sin siquiera mirarme, se acerco a Alice para darle un tierno beso en la frente, en ese momento se hicieron varios comentarios por parte de lo invitados  y brindamos por su futuro.

-         ¡Bella!- dijo emmett apareciendo de repente junto a mi

-         ¿Emmett te encuentras bien?

-         Si, no quise asustarte, solo quería decirte  que me encontré con un amigo que tenia muchos años de no verlo y me ofreció quedarme en su casa  no te importa verdad, hoy e sido un  muy mal acompañante esta noche.- me miraba con disculpa.

-         No te preocupes emmett, sabes que siempre serás bienvenido en mi casa.

-         Perfecto bella eres la ¡mejor!- me abrazó con suma fuerza, mi mirada divago por unos segundos  hasta encontrarse con la mirada de Edward, fueron solamente unos milisegundos en los que sus ojos y los míos se encontraron, en la que el mundo dejo de existir siendo remplazados por  un misterioso verde jade. Aparto su mirada de la mía como si ese contacto le hiciera daño.- emmett no respiro.- dijo con el poco aliento que me quedaba, emmett me soltó  con una enorme sonrisa y unas disculpas se alejo de mi, lo vi ir hasta Rosalíe sonreí por ellos, por un momento me sentí  ¡sola! Por no tener a alguien con quien compartir mi vida, alguien especial, el reloj comenzó a sonar anunciando la media noche, y pude ver a todos quitarse las mascaras, muchos sonreían y otros parecían sorprendido al ver a las personas junto a ellos, lleve mis manos a mi rostro para quitarme el antifaz mientras caminaba hacia mi carruaje era hora de volver a casa. Mi carruaje fue traído inmediatamente, la puerta fue abierta y entre al sentarme  mire hacia el haciendo del frente y había en el una rosa blanca, la levante de su lugar y mire por la ventana del carruaje que ya había comenzado a andar y no había mas que oscuridad a medida que nos alejábamos de la propiedad.

Mi mirada no se despegaba de la hermosa y delicada flor con la esperanza de que despertara y me dijera cual y por que motivo se encontraba ella en mi  carruaje, pero era totalmente absurdo y fantasioso pensar que algo así ocurriría al igual que la idea de que quizá halla sido Edward, con que intenciones y por que haría algo así estaba comenzando a fantasear con algo que no tenia ni pies ni cabeza, lo ocurrido esta noche había sido nada mas que dos cuerpos inapropiadamente cerca.

 

Faltaban ya solo 10 min. Para el medio día y no podía creer que había aceptado su oferta, no podía negar que estaba entre la espada y la pared, por cuestiones de orgullo no quería ir, el sabia perfectamente que no podía decir que ¡no! Por esa razón había hecho tal proposición con la vaga y ridícula escusa  de que solo ¡si yo le respondía a sus preguntas!, como si el quisiera conocerme había dejado mas que claro no con palabras pero si con su actitud hacia mi, mi presencia no le agradaba y de la noche a la mañana decide que quiere saber acerca de mi vida este hombre cada día resultaba ser mas extraño y confuso, ¡sobretodo confuso!

 

-         es bueno volver a ver madame.- me saludo Garret mientras me ayudaba a bajar del carruaje

-         buenas tardes Garrett, para mi también es un gusto verlo nuevamente- sin mas, entramos en la residencia la casa seguía igual a la ultima ves que la había visitado, estábamos casi llegando al jardín cuando reconocí claramente dos voces que al parecer estaban teniendo una disputa, apresure mi paso algo  alterada.

-         Vas a ver Cullen no me vencerás así de ¡fácil!

-         ¡Ja! Estas muy equivocado mccarty…. ¡caerás bajo el filo de mi espada!-entre al jardín con el alma en las manos para darme cuenta que eran Edward y ¿emmett?  Practicando esgrima

-         ¡TOUCHE!- grito emmett al aprovechar que Edward se había distraído para mirarme.-¡JA! Has perdido Cullen.- Edward hizo una reverencia y camino hacia la mesa que estaba bajo el enorme árbol, tomo un baso con lo que me pareció jugo y luego se dirigió a emmett.

-         Te pediría la ¡revancha! pero temo que será para después, pues acaba de llegar visitas.- se dirigió a mi con un ademán, para luego tomar un sorbo de jugo.

-         ¡Bella!

-         ¿que haces aquí?- pregunto emmett sorprendido siguiendo el ademán de Edward

-         ¡la invite a la merienda! No esta de mas un poco de compañía - dijo Edward mucho antes de que contestara, lo mire sin hacer ninguna expresión, ¿por que oculta la verdad a sus “amigos”?

-         Lo que si es una sorpresa es encontrarlo aquí coronel

-         ¡Pues! Hoy las sorpresas abundan.- dijo emmett sonriendo mientras me abrazaba

-         Lo bueno es que no hacen falta presentaciones. Pero me gustaría saber ¿de donde se conocen?- pregunto Edward curioso y serio al mismo tiempo

-         Primero creo que deberíamos sentarnos y así platicar mejor.- emmett me acompaño caballerosamente hasta la pequeña mesa donde Edward retiro la silla para que yo me sentara. Emmett se sentó a mi lado y Edward frente ami

-         Pues querido amigo nos conocimos por casualidad.-comenzó emmett

-         Una casualidad un poco aterradora.- añadí yo con una sonrisa

-         ¿ aterradora?- nos miro Edward confuso       

-         Permítame explicarle, resulta que estaba yo dando un paseo por mi propiedad. ¡recuerda mi casa de campo! – Edward  asintió.- pues todo estaba normal hasta que unos 5 perros de caza se me lanzaron encima.

-         Y me disculpo eternamente…

-         No ¡entiendo!- dijo Edward llamando nuestra atención.- ¿que hacia usted mi lady dando un paseo al amanecer? es como muy temprano para salir a caminar.

-         Lo que acontece lord Cullen es que era casi ya el crepúsculo cuando eso aconteció.- Edward casi escupe el jugo ante ese comentario, se recompuso rápidamente y luego quede casi petrificada al ver como con mucha sutileza y la mayor naturalidad del mundo sonreía de lado, sus perfectas facciones se mostraron angelicales, sus verdes ojos se iluminaron, sus perfectos y blancos dientes centellaron a la luz del día…era una imagen que sin duda nunca mis ojos habían tenido el gusto ni el placer de ver.

-         ¡Bella! ¿Estas con nosotros?- parpadee un par de veces y mire a emmett

-         Si, claro estoy aquí…me distraje un momento ¿que decían?

-         Le decía a emmett que gracias a dios no paso nada grave

-         Y yo preguntaba que de donde conoces a Edward…- la mirada de emmett era insistente e inocente mientras que la de Edward era expectante.

-         Tuve el placer de conocerlo, por medio de Alice…

-         ¡Umm!, por cierto ¿donde esta mi pequeña saltamontes?

-         Creo que salio con su prometido- respondió Edward mientras comía una galleta

-         Hablando de salidas, yo tengo una muy importante y se me hace tarde, los dejo que platiquen…bella fue un placer volverla a ¡ver!- se despidió de nosotros y luego se marcho perdiéndose en la inmensidad de la casa.

 

El silencio que se había producido  era totalmente incomodo, mas de 20 min. De solo divagar con la mente mientras  ingería una que otra cosa. 

 

-         me alegra mi lady que haya aceptado mi oferta.

-         Puede dejar el sarcasmo de lado, sabia perfectamente que vendría.- su mirada dejo de concentrarse en la mesa y paso a mis ojos.

-         Debo recordarle duquesa Swan que no la estoy obligando a estar aquí…- lo mire con los ojos desencajados por la sorpresa, prácticamente me estaba corriendo, hice a levantarme pero comenzó a hablar.- no quiero que se vea obligada a estar aquí, pero quisiera que lo hiciera como le dije antes deseo hacerle algunas preguntas que no puedo ignorar con facilidad.- lo mire con poca confianza, mientras el me miraba con sinceridad…suspire resignada.

-         Muy bien, es preciso que me ilustre sobre como se desarrollara este “trato”

-         Bueno primero que nada, hablémonos de “tu”, nada de usted, mi lord, mi lady etc. Solo Edward e Isabella

-         ¡Bella!- le corregí y el asintió

-         Puedes realizar cualquier pregunta que le plazca al igual que yo, pero si algo no se siente cómodo con ella se puede dejar para después,  pero no deberá ser ignorada, a partir de  mañana mandare a buscarla dos horas después del medio día.

-         ¿Por que? si ami me pueden traer sin ningún inconveniente...

-         Las “ cláusulas” del contrato no son objetables.- bufe ante su comentario y seguí escuchando

-         Las preguntas no deben ser hechas como si fuera una entrevista deben ser realizadas, como tema de conversación…para mejor comodidad, ¿estas de acuerdo con  mis normas?                 

-         Primero; no comprendo por que me lo preguntas si claramente dijiste que no son objetables y segundo; son muchas normas o cláusulas las que impones

-         Tiene razón no son objetables, pero me gusta tener opiniones…impongo tantas, para que al momento de realizar las preguntas no hallan disputas y se pierda el tiempo.

-         ¿cuanto tiempo durara este contrato?

-         Hasta que todas las preguntas sean respondidas con la ¡verdad!- añadió, como si yo tuviera intenciones de mentirle sobre algo.

-         No me hará firmar nada o ¿si?

-         No creo en los contratos escritos, confío en su palabra.- con cada palabra que decía me confundía aun mas, como alguien  tan pedante, engreído y sarcástico podía decir que confiaba en la palabra de otra persona, no es que fuera a romper alguna de las normas pero, era algo que no me esperaba, sin duda podía comprarlo con el océano totalmente impredecible y lleno de misterios.

 

Al regresar a mi casa, había recibido una nota de aro pidiendo hablar conmigo, lo mas seguro para saber los avances con mi articulo, estaba claro que tendría que mentir un poco si ese era el caso. A la mañana siguiente fui directo al periódico para poder hablar con aro y quizás conseguir más tiempo  para entregar el artículo.

 

-         ¡adelante!- entre en la oficina de aro y esta como siempre repleta de papeles

-         ¡Isabella!, mi reportera estrella ¿como estas?

-         Muy bien aro…

-         Me alegro, ¡ me alegro! Bueno no quiero interferir con tu día y con mi próximo artículo pero necesito que te encargues de ¡estos!- me entrego un total de 4 carpetas, lo mire interrogante.- son reportajes muy pequeños, los resolverás en un día o dos…

-         ¡Aro!, mi tiempo se consume en el articulo del conde Cullen, como pretendes que me encargue de 4 artículos ¡mas!

-         Como te digo son pequeños los resolverás fácilmente.

-         Al menos dame mas tiempo con el primer reportaje.- me miro dudoso, parecía que se iba a negar pero mi mirada era desafiante e insistente

-         ¡Una semana más!

-         ¡dos!

-         Una o reasignare el articulo a otra persona

-         ¡ja!, tu crees que es muy fácil verdad, no se trata solo de llegar y decir Ey ¡tu! Tengo preguntas que hacerte, yo tuve suerte de que aceptara cualquiera no podrá hacerlo, además saber perfectamente que ese reportaje no lo hace cualquiera, no tienen agallas.- dije desafiante.- dos semanas ¡mas!

-         Esta bien bella dos mas solo eso ¡dos!- sonreí  y comencé a revisar las carpetas, la primera trataba sobre asuntos de gobierno, la segunda sobre un asesinato, la tercera sobe un tal napoleón y finalmente la boda del año la de Alice y Jasper. A la hora del medio día volvió de regreso a mi hogar con buenos resultados acerca del asesinato todo parecía ser desde mi punto de vista una venganza hacia la familia, pues habían fallecido envenenadas el ama de llaves y  una de las mucamas según el forense. por ser mi trabajo el periodismo solo podía esperar resultados y jugar según los hechos sin dar muy directamente el punto de vista personal.

Dos horas después del medio día llego un carruaje de parte de Edward, todo de las nuevas investigaciones me había olvidado de ese insignificante detalle, rápidamente tome mi pluma y libreta, no esperaba que en el primer día me fuera a decir todo, aun así debía mantener escritos todas sus palabras y memorizar cada uno de sus  gestos. Al llegar a la mansión Garrett me recibió llevándome al estudio de Edward, al entrar este estaba sentado en su piano con la mirada fija en la chimenea y en una de sus manos un baso de coñac.

-         buenas tardes.- salude al entrar

-         buenas tardes – fui respondida sin siquiera ser mirada a los ojos, hice un pequeño recorrido visual en la habitación y era muchos mas aterradora que el resto de la casa, estaba decorada de vinotinto con detalles en marrón, había una biblioteca rebosante de libros pero todos completamente desordenados, un escritorio repleto de papeles regados , frente a la chimenea dos enormes muebles individuales ligeramente separados por una pequeña mesa  de madera, donde reposaban una botella de coñac y un cenicero rebosante de cenizas, encima de la chimenea había un retrato enorme con 7 personas perfectamente representadas de las cuales solo reconocí a dos a Edward y Alice. La habitación tenía todas las ventanas cerradas, era iluminada solamente por la chimenea.

-         ¿Quiénes son?- pregunte refiriéndome al cuadro

-         Mi familia- fue todo lo que contesto

-         Puedes ser un poco mas explicito- aparte mi mirada del cuadro para llevarla a el, quien me miraba con una expresión que no sabia si era curiosidad, cansancio o mal humor

-         Es todo lo que sabrás de esas personas al menos por ahora.- volví mi mirada al retrato y al ver la imagen de Edward se veía mucho mas joven, sonreía y en su mirada había ese brillo tan peculiar. A su lado había una mujer rubia muy hermosa tenia unos ojos acules muy expresivos, entre los dos había una niña con las facciones idénticas a Edward  excepto por sus ojos eran de un color miel muy hermoso igual que una de las figuras un hombre un poco mas alto que Edward rubio con una sonrisa encantadora, que inspiraba confianza, a su lado había una mujer un poco mas alta que Alice, castaña tenia un rostro muy angelical y una sonrisa sutil y delicada, a su lado se encontraba Alice con el cabello un poco mas largo. Era un retrato hermoso debía de admitirlo.

-         ¿como te llamas?- pregunto Edward de repente sacándome de mis pensamientos

-         Isabella ya lo sabes

-         No, me refería a eso, quiero saber acerca de tu nombre todo sobre el- lo mire extrañada

-         Me llamo Isabella Marie Swan Dubois – N.A el ultimo apellido de bella se pronuncia DUBUA.-  Isabella no se por que  me lo pusieron, Marie por mi abuela materna, Swan es el apellido de mi padre y Dubois es el de mi madre.

-          ¿como se llamaban tus padres?- pregunto mientras yo me quitaba mi gana y me sentaba en uno de los muebles frente a la chimenea

-         Charlie Swan era mi padre nació en los estados unidos y mi madre Rene Dubois de natalidad francesa.- aparto su mirada de mi y comenzó a jugar con las teclas del piano

-         Dime tu quienes eran o son tus padres.

-         Carlisle Cullen y esme Cullen ambos ingleses al igual que yo.

-         Vienen para la boda de Alice me ¡imagino!- me miro y sus ojos estaban oscuros, en ves de responder mi pregunta comenzó a tocar el piano, reconocí la canción era “ las bodas del fígaro” de Mozart , no podía apartar la mirada de sus dedos danzando por las teclas del piano, no las tocaba las acariciaba como si se trataran de las mas hermosas gemas o la mas delicada tela, cada nota que salía del hermoso instrumento eran tocadas son sentimiento y pasión…así que no solo sus canciones contaban una historia si no que cualquier otra canción que tocara con sus dedos era transformada de inmediato…poseía un don digno de admirar no todos los artistas podían transmitir un sentimiento y emoción, al terminar su mirada seguía fija en el instrumento, por mi parte no pude evitar y me pare de mi lugar mientras aplaudía por tan espectacular función.

 

Capítulo 7: 6º cap Capítulo 9: 8º cap

 
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