-         miladi la fiebre a pasado pero solo un poco…- dijo nana  al verme entrar con compresas frías, las deje sobre una mesa junto a la cama y camine hasta la ventana para cerrarla, Edward estaba mas tranquilo de eso no había duda, su sueño era apacible.

-         Nana creo que deberíamos volver a la ciudad.- dije yo algo triste, mientras pasaba una de mis manos por los cabellos de Edward, su frente estaba perlada por el sudor y su respiración a pesar de estar mas tranquila era errática.

-         No creo que sea buena idea hacer eso mi lady- escuche la voz de Garrett.

-         Que sugieres Garret- pregunte aun mirando a Edward dormir, tenia el seño fruncido levemente, sonreí con tristeza a pesar de las circunstancias era la imagen mas adorable que alguna ves había visto, viniendo de Edward.

-         Debemos hacer que la herida se cierre…-Garrett se acerco  a la cama y me tendió un pequeño frasco con cuyo contenido era algo que no tenia la mas minima intención de averiguar, a simple vista era totalmente desagradable.

-         ¿Que es eso?- pregunto nana miando el frasco con asco en su rostro

-         Un  ungüento que ayudara a mi lord a sanar más rápidamente…

-         Eso parece de todo menos un remedio- espeto nana, Garrett ignoro el comentario de nana y yo también aunque ella tenía razón…coloque el frasco junto a las compresas y comencé a desabotonar  la camisa de Edward para obtener acceso a la herida y luego retirar el vendaje. Al ver la herida mis ojos se abrieron completamente horrorizados…la herida a pesar de estar suturada se veía  algo hinchada y una pequeña pero repulsiva  burbujita amarilla se encontraba cerca de la herida.

-         Si quiere mi lady yo me encargo- dijo Garrett amablemente, al parecer mi cara no debía de ser las mejores.

-         No esta…esta...esta bien Garrett yo me encargo dime que hacer.

-         Muy bien mi lady, tome una de las compresas de agua y  limpie la herida- con la mano temblorosa hice lo que me pidió- mi lady hágalo con fuerza, la herida esta infectada debemos limpiarla o si no mi lord no mejorara todo lo contrario.- asentí e hice lo que me pidió…-ídem podrías por favor preparar un caldo, para cuando despierte…- hablo Garrett, nana lo miro como si tuviera 4 cabezas y luego me miro ami.

-         Nana por favor...- le pedí esta ves yo, ella hizo un reverencia  y se marcho hacia muchos años que no se le llamaba a nana por su nombre, continúe limpiando la herida  y al terminar  era algo muy diferente a lo que  se miraba al comienzo, no esta demás decir que  el  pañuelo estaba completamente manchado de sangre, por la fuerza con la que se presionaba la herida y claro unas manchas amarillas repulsivas con un olor completamente desagradable. Bajo las ordenes de Garrett tome  un pañuelo seco y lo metí en el frasco…al colocarlos en la herida Edward enseguida emitió un gruñido de dolor aparte mi mano asustada, su rostro estaba contraído por el dolor  apretando sus ojos con fuerza…

-         No se detenga mi lady…

-         ¡Le hice daño!- exclame horrorizada

-         No, mi lady…

-         Pero…

-         Haga lo que le digo…- me mordí el labio por la duda y el miedo de hacerle daño…con las manos temblorosas y el corazón  palpitando a millón en mi pecho continúe mi labor, mientras Garrett mantenía la cabeza de Edward fija en la almohada…Edward se removía y gritaba de dolor  a medida que yo iba colocando aquella cosa pastosa en su hombro.  Jamás había tenido una experiencia como aquella, sus  gritos de dolor eran completamente  un reto para mis nervios… Garrett me dijo que soplara en la herida  cuando termine de colocar el ungüento y sin entender muy bien lo hice, de una manera milagrosa los quejidos y gritos de Edward se fuero aplacando hasta volverse a quedar dormido, coloque mi mano en su frente la  fiebre estaba bajando considerablemente…mi corazón se lleno de alivio pero mi mente no podía aparatar esas imágenes en mi cabeza…ver a Edward sufriendo, retorciéndose en las sabanas  gritando de dolor como si estuviera consumiéndose en un fuego mordaz .

-         Mi lady ¿esta bien?- me senté en el suelo junto a la cama

-         Si.- fue lo único que conteste luego de un suspiro, que no sabía si era alivio o pesadumbre ante lo ocurrido.

-         Esta segura mi lady, no muestra su mejor rostro- dijo acercándose a mi y acompañándome en el suelo

-         Es solo que jamás en mi vida había experimentado algo como esto…¿crees que eso lo ayude?- lo mire preocupada

-         Lo importa mucho, el conde ¡verdad mi lady!- lo mire por unos instantes…sus ojos grises ya oscurecidos por los años  eran comprensivos pero mas que nada reflejaban años de experiencia, vivencias…

-         Ciertamente.- alcance a decir y Garrett sonrío.

-         Debemos limpiar todo esto- dijo señalando  el desorden  que  había aparecido ante lo ocurrido apenas unos segundos….

-         Garrett…que, ¿que es ese ungüento que le causo tanto dolor y frenesí a Edward?- pregunte cuando ya estábamos terminando…estaba frente a la chimenea la cual tenia apenas una pequeña llama por haber tenido la ventana abierta durando un considerable tiempo.

-         Es azufre, menta y otras  especias que creo no conoce mi lady- sin pesarlo dos veces arroje el pañuelo con sangre a la chimenea, estaba segura que no volvería a tomar su color blanco así lo lavaran infinidad de veces.

-         ¿Es normal esa reacción?- pregunte extrañada tapando a Edward con las mantas

-         Si mi lady, al principio quema...-lo mire seria- eso significa que esta haciendo efecto…por lo que le pedí que soplara para que fuera una sensación mas agradable. No le ponga las vendas mi lady debemos dejarlo así y vera que en poco tiempo mi lord se encontrara en buen estado.- coloque las vendas a un lado y mire a Garrett

-         No es primera ves que pasa por algo así- mis palabras fueron  mas una afirmación que una pregunta.

-         Ciertamente.

-         Garrett, cuéntame ¿como es que conoces a Edward? ¿En que situación los puso la vida que ambos se tienen tanta confianza?

-         Mi lady no creo….

-         Garrett por favor, intento entenderlo- mire hacia donde estaba Edward, y luego a Garrett suplicantes- por favor – Garrett suspiro y  asintió le indique que fuéramos al saloncito para dejar descansar a Edward, sin alejarnos demasiado.

-         ¡Por donde empezar!- dijo pensativo para si mismo mientras yo no apartaba ni un segundo la mirada de el.- hace unos  15 años atrás  vivía yo en  Burbuy un pequeño lugar  de Bélgica- comenzó a decir con la mirada fija en la lejanía- era de noche y me encontraba en el único bar del aquel lugar, ahogando mis problemas en alcohol como si con ello desaparecieran

-         ¿que clase de problemas?- pregunte sin poder evitarlo – soy periodista eso quiere decir una curiosidad infinita e insaciable…-intente excusarme, recibiendo una sonrisa…

-         Problemas del corazón- lo mire con los ojos abiertos, pensando que tendría alguna enfermedad- no se alarme mi lady me refiero a  un amor imposible- suspire de alivio sin apartar ni un segundo mi mirada de Garrett- esa noche que me concentraba en ese pequeño bar me había enterado que la mujer a la que amaba y le había entregado mi corazón  se había comprometido en matrimonio con uno de los hijos de la persona mas rica del lugar…- lo mire sorprendida

-         Y no pensaste en no se hablar con ella y convencerla que no se casara, quizás las cosas fueron manipuladas.

-          Lo intente, el mismo día que me entere fui a buscarla- sonrío con un poco de tristeza.- aun recuerdo sus claras palabras, dijo: aléjate de mí  no me convienes, me casare y tendré una vida perfecta…tú no me puedes ofrecer nada no eres más que un simple campesino….

-         Quizás fue obligada a alejarse de ti…

-         Quizás, pero no lo creo mi lady por que en su mirada  había tanta frialdad, que no me quedo duda que realmente era lo que ella quería, quizás las cosas hubieran sido diferentes si hubiera seguido insistiendo...-su voz cada ves era mas baja  realmente estaba triste al recordar aquellos sucesos, me sentía culpable por haberlo obligado a tocar un tema tan delicado.  Estaba apunto de excusarme y pedirle que no continuara si no se sentía cómodo pero el continuo hablando.- me sumía en mis pesares y pensamientos, confiando en nada mas que un tarro de cerveza en ese momento mi mas grande y único amigo. Cuando de repente  entraron al bar 7 hombres del pueblo acompañados por el prometido de la mujer que yo  quería para ese momento…el comenzó hablando acerca de que me quería lejos de su prometida  un monologo un poco  largo debo admitir  a lo que respondí de  muy mala forma debo decir...

-         ¿Como?- lo interrumpí una ves mas mientras el sonrío

-         Le dije…amas mucho el sonido de tu propia voz ¡verdad! Y luego tome un sorbo de mi bebida…

-         ¿Y que paso?

-         Algo muy obvio.- me miro directo a los ojos- si mano  empuñada directo a mi ojo izquierdo- hablo mientras hacia un puño con su mano y  lo llevaba a su ojo izquierdo y ladeaba la cabeza simulando el golpe   

-         ¿Como respondiste?

-         Al principio por el alcohol no hice nada, luego se desato una pelea en la que yo estaba destinado perder  aunque debo decir que para estar  pasado de tragos les día  un par buenos golpes, sin darme cuenta la  pelea se había dirigido hacia la plaza del pueblo, entre todos estaban ya matándome exigían que pidiera piedad pero era algo que aun estando ebrio no saldría de mi boca esas palabras.- orgulloso como su amo pensé- de la nada apareció allí frente ami el conde, con una pose firme  y en una de sus manos una espada  y en la otra una daga…recuerdo sus palabras dijo: es algo injusto 8 a uno, y este uno en desventaja pues esta hasta las orejas de alcohol.- sonreí al imaginarme a Edward ante tal escena tan  desagradable y violenta y aun así el no puede despejarse de todo su humor sarcástico- fue totalmente impresionante la forma tan elegante, llegue a pensar que no debía ser real, la manera como se desenvolvía con tanta facilidad ante la dificultad, juntos codo a codo nos deshicimos de todos y cada uno de ellos, esa fue nuestra primera victoria- sonrío orgulloso- ese día jure servirle, serle fiel y ser su mano derecha cada ves que lo necesitase, me había salvado la vida pero para mi pensar le debía eso y mucho mas, pues gracias a el Salí de aquel lugar pude olvidar todo ese mundo que no me hacia feliz y que no me dolía dejar atrás, llegando a conocer un nuevo mundo y una perspectiva diferente de la vida.

-         Ahora entiendo- fue todo lo que pude decir, sin decir una palabra mas volvimos a la habitación donde se encontraba Edward durmiendo aun, nana iba de un lado a otro de la casa acomodando, limpiando…realmente el no tener mucho que hacer le molestaba.

-         Nana por que no descansas… solo te falta ir a las caballerizas y bañar a los caballos.

-         Mi lady, usted sabe que no puedo estar sin hacer nada

-         ¿Cuantas veces puliste la plata?

-         Al menos 10 veces por cubierto- dijo apenada, pasando el plumero por la mesa del comedor

-         ¡Nana!, ve a dormir…

-         Pero mi lady...

-         ¡nana!- La regañe- a dormir.- intento reclamar pero la mire seria- a dormir – hizo una reverencia y se marcho

-         Mi lady…- escuche su voz nuevamente unos minutos después

-         Si nana

-         En la estufa aun esta el caldo para el conde…por si a caso mi lady- voltee a mirarla y ya estaba cruzando los pasillos hacia su habitación, mire el reloj de pared y era algo tarde pero Edward no había comido desde el medio día…fui hasta el comedor y como había dicho nana el caldo estaba en la estufa, con una toalla tome el plato y fui hasta la habitación donde aun estaba Edward dormido.

-         Edward…despierta-dije a medida que colocaba el plato en la mesa junto a la cama- Edward, despierta  hay que comer…- recibí por su parte un quejido así que  se me ocurrió hacer algo que nana siempre me hacia cuando me negaba a comer por cualquier causa tome el plato en mis manos y me arrodille frente la cama y sople el aroma del caldo a la cara de Edward logrando escuchar  el gruñido de su estomago…sople una ves mas, Edward se revolvió en las sabanas hasta que sus ojos se abrieron pesadamente, olfateo  el aire  haciendo semejanza a una liebre… no pude evitar reír.

-         ¿Que huele tan delicioso?- pregunto frotándose los ojos con las manos

-         Es un caldo de- mire el plato y  con la cuchara la revolví un poco para confinar- pollo

-         ¿Para mí?

-         Así es...-Edward sonrío- solo si prometes que no te levantaras mas de esta cama hasta que yo lo diga, hoy  decaíste en fiebre y la herida se infecto…

-         ¿Me echaron esa cosa que hace Garrett?

-         Si

-         Ya decía yo que tanta quemazón no podía ser por un sueño- dijo sentándose en la cama, le di el plato junto con un paño de la cocina para que no se ensuciara

-         ¿Has vivido muchas experiencias con Garrett verdad?

-         Así es, y  en cada una de ellas a demostrado ser mi mas fiel amigo… sin duda si tuviera que pelear una guerra de nuevo y solo tuviera una opción Garrett seria la primera en quien confiaría el cuidado de mi espalda así de la misma forma como el pondría la suya a mi cuidado.

-         ¿Pelear una guerra de nuevo?- pregunte, había escuchado todo lo que había dicho y me parecían las mas hermosas palabras llenas de cariño hacia su fiel amigo, pero mi mente no procesaba esas 5 palabras “ pelear una guerra de nuevo”

-         Si, donde crees que conocí al emmett – respondió tan tranquilamente que no pude dudar de que sus palabras eran verdaderas.