Un misterio & Mi gran amor

Autor: emely282
Género: Suspense
Fecha Creación: 10/09/2011
Fecha Actualización: 18/03/2012
Finalizado: SI
Votos: 18
Comentarios: 79
Visitas: 66003
Capítulos: 36

bella es una periodista audaz y algo despiadada 

a la que no le importa lo que pase con tal 

hacer su trabajo

pero todo eso cambiara cuando le pidan hacer un reportaje 

sobre un misterioso musico

el cual poco a poco la hara darse cuenta de muchas cosas en 

su vida, permitiendose uno a otro conocerce tal cual

son y superar juntos esos fantasmas del pasado que los atormentan 

a ambos.

espero les guste esta nueva historia, para los que an leido " me enamore de mi prof" espero que les guste tanto como la antes mensionada sin mas, espero que disfruten de mi historia y si ese es el caso espero sus votos y ma aun sus comentarios. =D 

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Capítulo 34: 33º cap

 

En aquel estudio calido, por las flamas tenues de la chimenea se encontraban, nana y el conde, de pie evitando  mirarse, cada uno estaba sumido en sus pensamientos e ideas .en el escritorio de la duquesa descansaban todos sus documentos, que hacia ya mas de un mes no tocaba, carpetas y carpetas llenas de información, fotografías, finanzas, negocios en el campo, un mundo que demostraba carácter, astucia y compasión a la vez...

 

-¿sabe usted mi lord la razón del estar aquí?

-no lo se- esas eras las únicas palabras que  en un plazo de 5 min. Se habían atrevido a cruzar. El conde experimentaba un pequeño ataque de pánico pero nadie jamás lo sabría por su honor, por si orgullo.

 La preocupación que había sentido minutos antes al no encontrar a bella en la residencia, el simple hecho de imaginar perderla de nuevo era perjudicial, aun así mas prejudicial es el enojo que experimentaba esta mañana la duquesa que había sucedido para que se encontrara tan irritada.

 

-lamento hacerles esperar.- la duquesa entro a paso firme, el conde casi pareció creer que la mujer tan erguida, elegante y sumamente decidida era la antigua ella. Camino lento y serena hasta su escritorio, nana y el conde solo se limitaron a observarla con intriga, a la espera de que el momento de tensión desapareciera y llegara por fin el desenlace

 

-miladi no pretendo ser insolente, pero… ¿Cuál es el motivo de todo esto?

-sucede que exijo una respuesta a la razón de mi condición

-¿a que se refiere exactamente su alteza?

-saben perfectamente a que me refiero- la duquesa se apoyaba con sus dos manos al escritorio, su mirada demandaba una respuesta inmediata y mas aun la correcta…nada y el conde intercambiaron miradas

-nana deberé pedir que nos deje a solas...-pidió el conde con total amabilidad

-de ninguna manera.- replico la duquesa completamente molesta.

-miladi, yo no soy la persona correcta para hablar de esto.- nana hablaba con respeto a la duquesa, pero en el fondo sonreía, esa muestra de carácter afirmaba poco a poco el florecimiento de una hermosa y fuerte mujer

-muy bien, déjanos solos por favor.- la mujer asintió y salio cerrando la puerta tras de si, en completo silencio

-bella, dime por que estas molesta ¿Qué sucedió en ese paseo?

- ¿quiero que me diga todo ¡ya!- ambos se observaron por unos minutos, la duquesa atenta mientras que el conde buscaba la forma adecuada para  hablar.

-te secuestraron, el día de nuestra boda.- comenzó a relatar el conde completamente ausente, recordando cada acontecimiento, aquello le causaba dolor  pues una gama de sentimientos llegaban a el, sentimientos que intentaba reprimir. Se prometió a si mismo que por nada del mundo del mundo perdería lo mas importante de su vida, el único amor real que había experimentado después de sus padres. La duquesa por otra parte escuchaba en silencio esforzándose por recordar, ese momento en el que su vida dio un giro inesperado pero crucial.

 

 

 

 

 

 

-¿por que no me contó usted todo esto desde el principio?- pregunto la duquesa interrumpiendo al conde ya apunto de terminar.

-por que, pensé…que seria de mayor importancia que recordaras tu vida, lo que eras, tus pasiones, a las personas que te queremos.- respondió el conde con la mirada fija en los ojos de la duquesa

-eso lo comprendo…pero siento que hay algo mas… ¡en ti!- la duquesa camino hasta donde estaba el conde y  con los ojos fijos en los de el tomo su rostro entre sus manos- se que tengo amnesia pero no soy tonta Edward…

-¿por esa razón estabas tan molesta?-pregunto el conde, ella retiro sus manos de su rostro y se alejo caminado hasta recostarse de la orilla de su escritorio.

- esta mañana que desperté, tenia miles de preguntas en mi cabeza, preguntas que una persona no debería hacerse uno mismo…- el conde la escuchaba atento desde su lugar observando cada una de sus expresiones al hablar.- estos últimos días han sido solo un recorrido interminable de historias que me ayudan a entenderlos a ustedes...-la duquesa miro el piso unos minutos y luego continuo hablando.- pero no a mi, desde que llegue a esta…-miro todo el lugar.- mi casa, no e podido asimilar en realidad mi situación.

-bella lamento tanto...si te has sentido agobiada, con nuestra  reacción…- el conde camino hacia ella pero se detuvo a unos pasos de distancia dejándole espacio- es solo que todos nos preocupamos enormemente con lo que sucedió y aun estamos preocupados…

- lo se, lo se…pero sucede que la vida no esta hecha solamente de cosas buenas, es necesario conocer lo cruel que puede llegar a ser el destino…- ambos se miraron mutuamente por unos instantes- hoy estando en ese parque  estando sola por  primera vez desde que volví, me di cuenta de muchas cosas…me di cuenta que acepto mi titulo por que es la única cosa que aun me une a ellos mis padres , pero no me gusta…simplemente no me…agrada la idea de que alguien piense que soy superior por tener un buen apellido y posición social. Descubrí que  el amor más puro no es aquel que dura años de felicidad, si no el que  supera los más terribles obstáculos…amar no es simple atracción, física y pasional es mirar en los ojos de otra personas y  perderte en ellos  así estén ya oscurecidos y opacos por el paso de los años.

-¿estas dudando de nuestro amor?- pregunto el conde tranquilamente, pero realmente su corazón latía de una forma completamente descomunal.

-no…..no lo se te miro y eres un hombre maravilloso, comprensivo, paciente, amable y con sentido del humor…pero eso es solo una mitad de ti

-¿sientes que no me conoces?- pregunto el conde  temeroso de su repuesta

-no, solo que  conozco a todos y te conozco pero…no conozco la razón de nuestro amor.- esas palabras para el conde sin duda fueron las mas hirientes, no solo por la franqueza de la condesa al decirlas si no por que  no lo esperaba.- no puedo recordar el por que estábamos apunto de casarnos.- el conde se sentó en uno de los muebles del lugar mirando fijamente el piso, ausente, dolorido pero mas que nada perdido…pues en su cabeza no encontraba solución, quizás por que su mente aun no procesaba lo escuchado o por que realmente no existía.- lamento si fui muy cruel al hablar…- la duquesa trato de buscar una forma de evitarle sufrimientos al hombre sentado frente a ella, claramente había herido una parte de su persona y eso a ella le causaba un punsazo  en el  pecho.¿pero que significaba aquello?

- creo que debo retirarme ya.- el conde se levanto de su lugar  ausente, con la mirada perdida en el suelo del lugar. Ella dio dos pasos para alejarse, un poco sorprendida por su reacción.

-¿te encuentras bien?

-si

-yo no lo veo así…

-solo necesito descansar

-entonces, puedo pedir que preparen una habitación y….

-no, quiero estar en mi casa, con mi piano-respondió el conde secamente sin mirarla

-pero…

-necesito retirarme.- no se dijeron ninguna otra palabra, el conde  se retiro del lugar  y volvió a su hogar sintiendo que su corazón no latía, y su mente trabajaba cada vez mas y mas lento aun seguía en shock cuando entro en su estudio no podía pensar solo sentía que en muchos años de vida y experiencias vividas jamás se había sentido tan mal hasta que  ella, su amada  había articulado esas palabras  ¿que estaba haciendo mal? Acaso era una forma del destino, de decirle que ella no era para el.

Sentado frente al piano, intentando pensar, buscando la manera de  hacer que bella supiera que la amaba, esta situación ya lo estaba hartando, no veía el momento en que todo terminase su paciencia  era poca estaba apunto de rendirse. Pero si hacia eso ¿entonces todo lo que han pasado, lo que han vivido de que sirvió?

 

Los días fueron pasando y el conde continuaba en el mismo estado depresivo, su mente era un enorme laberinto sin salida no había hablado con la duquesa desde la ultima vez, pero eso no implicaba que no supiera de ella, cada día recibía una nota, ninguna de ellas habían sido leídas. La ultima vez que el conde hablo con su hermana esta no le ayudo en nada con su problema  y ahora estando en Londres menos le podría ayudar.  

 

-mi lord a llegado esto para usted- Garrett entro en completo silencio con una nota en sus manos, la dejo sobre el escritorio del conde y se retiro sin mas.

Miro la nota con la intención de ignorarla como había hecho con el resto pero, el sello que esta llamo su atención era de emmett. En ella el coronel le pedía que asistir a su residencia en las afueras de la ciudad pues Rosalíe su esposa había quedado en cinta y el coronel orgulloso de esto deseaba celebrar, era obvio que el conde no se podía negar ante tal petición el coronel era para el como un hermano.

 

Al día siguiente estaban todos en la casa de campo del coronel…Edward tenia un aspecto sombrío y descuidado se notaba la falta de sueño y una barba ocultaba sus rasgos faciales,  aparentaba 10 años mas de los que en realidad tenia.

-Edward que bueno que hallas podido venir – lo recibió el coronel con un abrazo

-sabes que jamás me perdería algo tan importante. Como se encuentra la futura madre.

-muy bien, aunque sus cambios de humor son realmente algo muy interesante.

-conociendo a Rosalíe eso no puedo discutirlo querido amigo- ambos hombres rieron mientras se adentraban en la casa, se escucharon varias risas femeninas  a medida que se acerban, al entrar en un pequeño salón encontraron la razón de aquellas risas eran Rosalíe y bella sentadas hablando, al notar la presencia de  emmett y Edward ambas miraron en su dirección, el primero sin ningún inconveniente se acerco a su esposa y  besando su frente con ternura tomo asiento junto a ella.

- hola Edward.- saludo bella con una sonrisa grata

-¿como estas bella?

-muy bien ¿y tu?

-igualmente- la tensión se podía palpar durante toda la estancia de la pareja en el lugar, a medida que el tiempo pasaba los invitados comenzaban a llegar a la casa, bella decidió que debía descansar había viajado únicamente con su cochero así que gozaba de su casa de campo para ella sola, estaba muy preocupada por el estado de animo de Edward, al verlo entrar en aquel lugar sintió que su corazón dio un vuelco de emoción, sus manos le sudaban dentro de sus guantes y miles de cosas nuevas para su memoria sucedía en su estomago necesitaba recomponerse de aquellos acontecimientos internos tan abruptos, por esa razón fue tan fácil rechazar la invitación de emmett a quedarse como huésped hasta que se llevara acabo la celebración.   

Bella se encontraba en el pequeño estudio, eran mas de media noche  ella simplemente no podía conciliar el sueño no dejaba de pensar en ese vacío que sentía en su pecho, con su copa de brandi en una mano  y sentada en la butaca frente al piano que estaba colocado en medio de aquel estudio vistiendo únicamente que ropas de dormir, miraba las teclas de ese hermoso instrumento reprochándose una y otra vez el momento en que le dijo a Edward aquellas palabras, lo había herido  y al hacer eso de alguna forma se había herido así misma., paso sus manos por las teclas del instrumento, recuerdos llegaron a su mente, recuerdos de estar ella en esa misma habitación con Edward tocando aquel hermoso piano.¿por que las cosas no se quedaron como estaban? Se pregunto mentalmente deseando poder regresar el tiempo y congelarlo, pero eso era solo una idea absurda y ella lo sabia perfectamente.

-¡bella!- se escucho que mencionaron su nombre en algún lugar de la habitación, la duquesa asustada completamente se levanto sigilosa de su lugar.

-¿quien esta allí?  Y ¿Cómo entro?

-bella soy yo- saliendo de las sombras apareció Edward con la mirada gacha.

-¡edward!- bella se acerco rápidamente hasta donde estaba en el acto y sin darse cuenta la copa de brandi callo al suelo partiéndose en pedazos- ¿te sucede algo estas bien?- bella tomo la cara del conde entre sus manos, su rostro estaba helado levanto su cara y al ver en sus oscuros ojos pudo ver que estaban tristes y opacos.

-lamento haberte asustado…

-¡ven siéntate!- bella tomo sus manos igual de frías y lo condujo hasta un mueble cercano, busco rápidamente  algo para abrigarlo y se lo coloco en los hombros están ya el conde sentado.

-estas tan hermosa- dijo el conde mirándola, sus ojos  eran como los de un moribundo, aquello hizo que el corazón de bella se oprimiera completamente.

-¿te encuentras bien?- pregunto preocupada

-no

-¿necesitas algo, que ocurrió?  

-ocurre que no puedo seguir alejado de ti…necesito estar contigo…se que no es lo que necesitas pero yo si…

-te equivocas…te necesito tanto como tu- ambos se miraban a los ojos, poco a poco se fueron acercando hasta que  se unieron en un beso cargado de cariño y eternamente pasional. 

Capítulo 33: 32ºcap Capítulo 35: 34º cap

 
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