Un misterio & Mi gran amor

Autor: emely282
Género: Suspense
Fecha Creación: 10/09/2011
Fecha Actualización: 18/03/2012
Finalizado: SI
Votos: 18
Comentarios: 79
Visitas: 66020
Capítulos: 36

bella es una periodista audaz y algo despiadada 

a la que no le importa lo que pase con tal 

hacer su trabajo

pero todo eso cambiara cuando le pidan hacer un reportaje 

sobre un misterioso musico

el cual poco a poco la hara darse cuenta de muchas cosas en 

su vida, permitiendose uno a otro conocerce tal cual

son y superar juntos esos fantasmas del pasado que los atormentan 

a ambos.

espero les guste esta nueva historia, para los que an leido " me enamore de mi prof" espero que les guste tanto como la antes mensionada sin mas, espero que disfruten de mi historia y si ese es el caso espero sus votos y ma aun sus comentarios. =D 

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Capítulo 11: 10º cap

-         Estoy encantado que pudieran venir, espero me hayan disculpado por no asistir a cabalgar- dijo Edward intentando crear un tema de conversación

-         No se preocupe mi lord,- Comenzó tanya- aunque debo informarle que se perdió usted de uno de los mejores paisajes

-         Es realmente una pena- Edward agacho la cabeza mirando la mesa – quisiera poder admirarlo…..- me  mantenía atenta, completamente silenciosa, estaba disfrutando de la poca moral y autoestima presentados por parte de tanya y victoria, debía admitir que poseen un don innato ¡pestañear tan rápido, tanto que se podían comprar con los aleteos de un colibrí!- duquesa ¿le gustaría cabalgar conmigo mañana temprano?

-         Me temo que no podrá ser, tengo asuntos que demandan mis horas matutinas

-         ¡que lastima! , quizás podamos después de todo cabalgar con su compañía- dijo victoria rápidamente, Edward me miro como reprochándome algo, no estaba rehuyendo su presencia, pero tengo un trabajo el cual terminar. Edward iba a contestar pero en ese instante apareció Garrett con varias personas más quienes traían  la merienda.

-         Disculpen la interrupción, mi lady se le a olvidado esto en  el estudio- acerco a mi una charola y en ella estaba mi copa de brandi.

-         Mi eterno agradecimiento Garrett...- le sonreí mientras tomaba la copa, el sintió y continuo ayudando a los demás sirvientes.

-         Todavía tienes la costumbre de tomar brandi antes de merendar…- dijo tanya mientras yo tomaba un sorbo, luego de tomar un poco aparte la copa de mi boca y la coloque con mucha delicadeza sobre la mesa.

-         Es una pequeña costumbre  debo admitir.

-         Adquirida de Jacob Black me imagino- ataco victoria, mirándome desafiante, sonreí de la manera mas sutil que pude, que predecibles pueden ser las personas…se sienten amenazadas por algo y tocan un tema el cual piensan va a doler a su adversario cosa que no es así.

-         Realmente no, victoria querida… es una costumbre que adquirí de mi padre- mire a Edward- el decía que “no hay nada mejor que algo fuerte que adecue el paladar…para evitar – mire a las Denali- empalagar y perderle el gusto a las mas exquisitas delicias”, además es una bebida fuerte la cual en esta época ayuda a dispersar un poco el frío.-levante mi copa y le di un sorbo.

-         Es un excelente punto de vista el de su padre…- dijo Edward

-         Era un hombre de ideales, algo complejo debo admitir.- Edward me miro y sonrío mostrando ligeramente sus perfectos dientes

-         ¿Se encuentran bien señoritas? Están un poco silenciosas. 

-         Al contrario conde estamos apreciando su hermoso jardín…- dijo tanya mirando a su alrededor

-         Aunque, debo añadir y espero no se incomode mi lord pero ese bosque a su espalda es un poco sombrío  ¿no cree usted duquesa?- dijo victoria

-         Quizás, aunque yo no lo vería como sombrío si no mas bien misterioso…

-         Cuestión de pánico diría yo- dijo tanya

-         Realmente no, algo misterioso no siempre es cuestión de pánico, si no de grandes descubrimientos… ¡pensemos un poco que se puede descubrir en un lugar así!  

-         Bestias feroces

-         Oscuridad, musgo  y  barro- añadieron las dos

-         ¿Usted que ver en un lugar misterioso como este lord Cullen?

-         Paz…- tanya y victoria se miraron ente si – veo un lugar en el cual los problemas del mundo pueden desaparecer…donde se podría decir es el sub. conciente, estando aun conciente- sonrío, y seguido las risitas bobas de las Denali- que ve usted duquesa

-         Una historia,  veo un lugar misterioso el cual encierra una historia magnifica a la espera de ser descubierta…

-         ¿Seria usted capaz de adentrarse ene se bosque?

-         Absolutamente tanya…estaría dispuesta no solo a entrar si no a descubrir todos y casa uno de sus secretos, obviamente no todos al mismo tiempo con paciencia todo es posible.

-         E de admitir que no has perdido tu  espíritu aventurero…- dijo victoria  llevando uno de los aperitivos a su boca.

-         Ni un poco- añadió tanya con desden.- ¿podría usted lord Cullen, pensar en contraer matrimonio con una mujer así?….sin ofenderla lady Swann, es solo que una mujer que tiene tales ideales no aporta mucho aun matrimonio.- las mire con una sonrisa en mis labios mientras toba aun sorbo de mi copa aguardando la respuesta.

-         Pues señorita tanya, debo admitir que en mis planes no se encuentra el matrimonio…y si lo estuviera  preferiría una mujer de la cual nunca llegue a cansarme, es decir alguien que cada día tenga una novedad y sea para mi objeto de admiración…una esposa es alguien a quien todos los días se pueda admirar y no solo que cumpla con las cosas del hogar, ese es un  pensamiento que para mi criterio esta pasado de época.- respondió con una sutil sonrisa en sus labios mientras tomaba un poco de jugo.

-         Tiene un excelente punto de vista- respondió victoria, por su hermana la cual estaba completamente en silencio tratando de asimilar las palabras de Edward.

-         Volviendo mi atención a su propuesta de cabalgar lord Cullen, que le parecería si le muestro no solo el parque de la ciudad si no los mas encantadores lugares de Paris…claro si no le molesta que en el camino interfiera un poco mi trabajo.

-         Me parece una excelente idea

-         Entonces le are llegar los detalles apenas este en mi residencia- Edward asintió, y se dio por concluida la conversación, en el resto de la velada la conversación fue muy poca, aunque lo suficiente como para que las Denali invitaran a Edward a su próximo baile y el con la escusa de no tener acompañante sugirió que fuera con el, invitación a la que no me negué como me había sugerido nana le daría una oportunidad a Edward Cullen, cosa que ni a tanya ni a victoria les gusto en lo absoluto…sabia perfectamente que esta solo había sido la primera batalla en donde la victoria la había conseguido yo. Para ellas esto era una competencia interminable mientras que para mi era solo un poco de sana diversión a costa de ellas.

-         Fue todo un placer disfrutar de su compañía esta tarde- dijo mientras me acompañaba al carruaje

-         Fue muy entretenida esta velada e de admitir…- respondí luego de subir al carruaje con la ayuda de Edward

-         Espero que el compromiso propuesto para mañana se lleve a cabo

-         Se llevara a cabo si esta usted a las 7:30 mas tardar en mi residencia.- la puerta del carruaje se cerro, dando comienzo al recorrido de regreso a casa.

…………………

 

 

-         buenos días my lady, ¡su desayuno!- entro nana en la habitación una charola en manos, la coloca al lado de la cama y fue hacia mi ayudándome con mi peinado.- me alegra mucho my lady que tomara mi concejo.

-         Siempre lo hago nana….- nana dejo de arreglar mi cabello y me miro incrédula- esta bien la mayoría de las veces – admití ganándome una sonrisa de sus labios.- aunque debo admitir que….siento un poco de miedo.

-         Mi niña el miedo es algo que vive con nosotros, es estar conciente de que no todo siempre sale bien.- la miraba hablar através del espejo de mi tocador- no  puedes dejar que eso te gane eres mucho mas fuerte.- termino con mi cabello y sonrío para mi.

-         Gracias nana- me levante y la abrace ella sonrío y luego se marcho del a habitación. Comí unas pocas cosas mientras buscaba mis guantes negros por toda la habitación,  no podía recordar donde los había dejado, ni siquiera podía recordar si me los había quitado ayer. Tome la charola ya cansada por no encontrar los guantes y baje al comedor.

-         ¡Buenos días!- dijo Edward sentado en la mesa del comedor

-         ¡Buenos días Edward!- seguí caminando hacia la cocina cuando mi mente hizo clic. ¡EDWARD EN MI COMEDOR! Me detuve en seco,  gire sobre mis talones y hay estaba sentado con suma elegancia en la mesa del comedor.

-         ¡Mi lady no comió nada!- dijo nana a mis espaldas haciéndome sobresaltar.

-         ¡Nana! ¿ por que no se me informo sobre la llegada de lord Cullen?- la mire seria

-         Iba a avisarle mi lady.- la mire con sospecha, y le entregue la charola

-         ¿Como amanece mi lord?- hable dirigiéndome a Edward, quien jugaba con una manzana y a la ves me miraba con una sonrisa en su rostro.

-         Excelente mi lady, hace un día maravilloso para dar un paseo.

-         Pero antes, ¿nana has visto mis guantes negros?- mire a nana quien aun tenia en sus manos la charola con mi “ desayuno”

-         No mi lady, ¿los traía puestos usted anoche?- mire a nana pensativa, no recordaba habérmelos quitado anoche antes de dormir.

-         Disculpen que me entrometa pero. ¿acaso son estos los guantes que busca usted mi lady?- nana y yo lo miramos, mientras el sacaba del bolsillo interno de su chaqueta mis guantes.

-         ¡Si!, como…

-         Los dejo usted ayer en mi estudio- hablo antes de que articulara la pregunta. Lo mire por unos segundos tratando de recordar ese momento en que me los había quitado pero no podía recordar, camine hacia el con intenciones de quitarle mis guantes cuando el los retiro.- pero antes, debe usted desayunar

-         Ya lo he ¡echo!

-         Esa charola no dice lo mismo….- guardo nuevamente mis guantes en su chaqueta y camino hacia una silla, la  retiro de la mesa  y  con un ademán me invito a sentarme. Mire a nana y esta sonriente coloco en la mesa la charola.

-         Esto es ridículo.- me senté en la mesa, y Edward me acompaño en la silla justo al lado.

-         ¿Desea a acompañarme a desayunar?

-         No, estoy muy bien gracias, me conformo con su compañía…

-         Me obliga usted a desayunar en mi propio hogar y  aparte esa capaz de rechazar mi invitación- le reproche, al mismo tiempo que llevaba un bocado a mi boca.

-         Puedo hacerle con mucho gusto compañía. Pero debo discernir ante la idea de ingerir alimento pues e desayunado antes de venir.- lo mire seria. Continúe comiendo un poco incomoda  pues no paraba de mirarme. Cuando termine para el placer de el, me entrego mis guantes y nos dispusimos a salir.

-         Mi lady- nos saludo Alan entregándome mi capa negra

-         Muchas gracias Alan...- tome la capa y este nos abrió la puerta

-         ¡Que tengas un excelente día!- fue lo único que le escuche decir mientras salíamos de la casa, el carruaje ya nos estaba esperando.

-         Por favor al periódico- anuncie al cochero con una sonrisa en los labios, iba a subir al carruaje cuando sentí dos fuertes manos tomarme por la cintura elevándome en el aire para entrar en el carruaje.

-         Gracias.- le dije a Edward ya estando ambos dentro del carruaje, este asintió mientras el carruaje daba marcha y el se colocaba un par de guantes. El recorrido fue extrañamente muy tranquilo, nos dirigíamos miradas  pequeñas  y una que otra sonrisa sin articular ninguna palabra. Me sentía como una adolescente no recuerdo haber pasado un momento así en mi vida  era totalmente ridículo pero se sentía muy bien. La puerta del carruaje se abrió Edward bajo primero y sosteniendo con sus manos mi cintura me ayudo a bajar, al tocar el suelo mis torpes tobillos se doblaron y por reflejo lleve mis manos al cuello de Edward para evitar la caída, mientras el con un poco mas de fuerza que antes me sostenía.

-         ¿Estas bien?- pregunto al parecer preocupado mientras yo sentía mis mejillas arder.

-         Si, no te preocupes es normal mi torpeza.- sonrío con delicadeza, retire mis manos de su cuello y el retiro las suyas de mi cintura, me separe  para buscar mi capa que aun estaba dentro del carruaje.

-         ¿La vengo a buscar señorita?

-         No, yo me encargare de llevarla a su residencia cuando sea preciso muchas gracias- dijo Edward muy amablemente. El carruaje dio camino de regreso a casa mientras yo me colocaba la capa preparándome para entrar al periódico y entregarle a aro lo que tenia listo.- ¿crees que sea seguro que entremos juntos a tu lugar de trabajo? – pregunto levantándome el rostro delicadamente mientras abrochaba el único botón de mi capa.

-         Por que seria un peligro, si ya has estado aquí ¡antes!- lo mire con una sonrisa, mientras el me miraba sorprendido. Entramos al periódico el cual estaba como siempre todos ajetreados de un lado para otro.- ¿me esperas aquí?- le dije señalando mi escritorio

-         ¡Por supuesto!-sonrío y se sentó tome de un pequeño maletín que traía  todos los documentos, rápidamente con mi pluma subraye algunas cosas importantes, y con una engrapadora uno las fotos a los documentos correspondientes. Edward veía cada uno de mis movimientos como analizándome.

-         Espérame un instante- el asintió como un niño obediente, fui a la oficina de aro y no se encontraba, deje los documentos en el escritorio con una nota explicando cada cosa. Al salir de la oficina pude ver que Edward hablaba con Rosalíe y emmett.

-         ¡Bella! ¿Como estas?  Tenia mucho sin verte- me saludo emmett muy efusivamente.

-         Emmett estará bien si la dejas ¡respirar!- le reclamo Edward, emmett se separo de mi.- ¿estas bien?- pregunto a lo que asentí con una sonrisa. Mire hacia emmett y Rosalíe quien nos miraban con una sonrisa enorme en los labios.

-         Estoy bien emmett, es un gusto verle nuevamente. Aunque no preguntare como estas, pues teniendo como compañía a mi mejor amiga debo deducir que estas maravillosamente.

-         ¡Isabella!- me reprocho Rosalíe a lo que sonreí.

-         Como no estarlo, es una mujer excepcional…- comento emmett abrazando por los hombros a Rosalíe y por primera vez en muchos años vi a Rosalíe  ¿sonrojada?

-          Bueno…fue un gusto verlos-mire a emmett- y saludarlos...pero el conde y yo tenemos asuntos que demandan nuestra atención, espero nos podamos ver luego.

-         Entonces adiós bella, conde….

-         Edward por ¡favor!- Rosalíe asintió.- aunque podría ser un hasta luego si usted señorita Rosalíe, y emmett se que no te negaras vamos de caza este fin de semana ¡en las horas matutinas!

-         ¡Cazar!- dijo Rosalíe pensativa- me parece una excelente idea hace mucho que no lo hago.

-         ¿Cazas?- pregunto emmett sorprendido.

-         Hay mucho que no sabes de mi- respondió Rosalíe

-         Entonces este fin de semana, enviare a alguien a buscarlas en la residencia de bella- dijo Edward, luego de una pequeña reverencia nos marchamos no sin antes recibir una mirada picara de parte de Rosalíe y emmett

-         ¿Dime tú también cazas? – pregunto cuando ya estuvimos fuera del periódico

-          No, prefiero disfrutar de otros pasatiempos más ¡seguros!

-         ¿Por ejemplo?- íbamos caminando por una de las aceras de la ciudad, y el sin previo aviso tomo mi brazo y lo enfrasco en el suyo.

-         La fotografía y el dibujo.- respondí ausente mirando, como con tanta elegancia y naturalidad había colocado mi mano en su brazo acto que se estaba volviendo muy frecuente.- ¿por que siempre tomas mi mano y  la colocas en tu brazo?- pregunte mirándolo a la cara

-         Por que, una mujer no debe caminar sin compañía y cuando esta con una se ve completamente elegante y se considera un honor llevar a su acompañante del brazo.- respondió mirando hacia el frente, me deje llevar por la vista hasta que volvió a hablar- ¿y dígame a donde nos dirigimos?

-         Hoy solo tenemos un destino- el me miro extrañado.

-         Creí que había dicho, que tenía diversas actividades que hacer hoy.

-         Y usted no conoce la palabra mentir…

-         ¿Me mentiste?- se paro en seco.

-         ¡No!, le mentí a tanya y a victoria

-         ¿Entonces dígame cual es ese destino?- cambio de tema, mientras retomaba el paso

-         Vamos a ir…a la delegación- me miro un poco extrañado- tengo que recoger unas declaraciones para un segundo articulo sobre un asesinato.

-         ¿Y luego? Caminaremos sin rumbo por Paris

-         ¿Sin rumbo?

-         ¡Que mejor forma de conocer esta hermosa ciudad que perdiéndose en ella!- me miro un poco inseguro ante mi propuesta pero no se negó. Al llegar a la delegación ya me tenían preparadas las declaraciones de las personas del servicio de la casa  en donde se cometió el crimen, hable con varios de los agentes para saber si habían encontrado alguna otra pista pero no era así. Edward en todo mi recorrido por la delegación no emitió palabra alguna, pero pude darme cuenta que se veía un poco triste, su mirada estaba lejana, se podía ver la tristeza que lo inundaba, sus ojos se mostraban sombríos como el mar mas turbo, ante la presencia de una tormenta, en mi estaba la necesidad de saber que lo hacia sentirse de esa forma, pero sabia que con solo preguntar no conseguiría la respuesta…debía preguntar  y  ayudarlo sentía la necesidad y el deber de ayudarlo ya que de una forma muy extraña me estaba volviendo parte de su vida o eso creía.

-         Muy bien, ¿listo para perderte en Paris?- dije  con una sonrisa estaba dispuesta hoy a borrar de su rostro ese sentimiento de tristeza y pesar.

-         ¡Eso creo!- con una sonrisa tome su mano y la entrelace con la mía, mientras nos conducía en una calle en la cual jamás había entrado.

………………

 

-         Isabella, ¿estas segura de que es por aquí?- llevábamos caminando ya mucho tiempo, por miles de calles muy hermosas, poco transitadas, con casas pequeñas  muy delicadas parecían de juguete, se podía escuchar el cantar de los pájaros y pegaba una brisa un tanto fría pero no incomoda.

-         No, pero esa es la idea… ¿donde esta tu espíritu aventurero?

-         Creo que  se quedo hace como 6 calles atrás.- le sonreí y seguí caminando

-         ¿Que te parece si buscamos un café o un restaurante y nos sentamos a descansar y recargar energías para seguir?

-         Es una excelente idea.- caminamos unos 10 min. mas hasta encontrarnos con una pequeña plaza con una iglesia al frente y a dos casas un restaurante muy acogedor a la vista.

-         ¿Buenas tardes en que puedo ayudarles?- nos recibió un hombre algo mayor pero muy simpático.

-         Una mesa para dos por favor

-         Por supuesto señorita síganme- apreté la mano de Edward para que me prestara atención pues estaba admirando el lugar distraído. Llegamos una mesa  cerca de la ventana  Edward saco la silla para que yo me sentara y luego se sentó el, el mesero nos dejo a cada uno el menú y luego se retiro.

-         ¿Te estas divirtiendo?

 

Edward pov:

 

-         en realidad nunca me a gustado perderme, pero debo admitir que es muy divertido perderse y mas con buena compañía- le respondí con una sonrisa la cual se ensancho al verla sonrojarse, no mentía estaba disfrutando de su compañía, no importaba el lugar donde estuviéramos su presencia lo hacia interesante….el mesero llego minutos después y ambos ordenamos.- quisiera poder reanudar la conversación que fue interrumpida ayer…- bella que estaba mirando por la ventana me miro enseguida.- quisiera saber quien es Jacob Black y por que influyo tanto en tu vida

-         bueno- suspiro- Jacob Black fue en mi vida mi primer y gran amor o eso creía yo- me mordí la lengua al escucharla decir “ su primer y gran amor”- nos conocimos en un baile el era el embajador de España aquí en Paris una persona muy importante y de la cual muchos hablaban exuberantemente , para esos momentos tanya, victoria y Jessica eran mis mas grandes y mejores amigas- la mire sorprendido- si yo se es algo difícil de creer, pero como te dije ayer era muy ingenua. Era apenas una niña de 17 años, en sociedad con un enorme titulo en sus hombros pues mis padres habían muerdo dos años atrás…- la miraba completamente atento, debió ser muy duro tanta responsabilidad en tan poca edad.-  cuando hablamos por  primera ves me pareció un hombre completamente interesante y simpático, aunque debo admitir que  me reía a escondida de el por su pésimo Frances, aunque e de admitir que era muy tierno verlo hablar Frances con ese asentó español- una ves mas me mordí la lengua- era todo un caballero, y a lo largo del tiempo  fuimos forjando una excelente relación, era la envidia de la sociedad, me sentía como un pavo real- sonrío, pero esa sonrisa no le llego a los ojos, en ese instante llego el mesero con nuestros pedidos, le agradecimos y luego se retiro no sin antes dejarnos una botella de vino en la mesa – todos hablaban de nosotros como a toda adolescente me encantaba la atención- la miraba atento- una noche estábamos ambos en mi casa de campo y el me pidió que formalizáramos la relación, comprometernos, incluso tenia un anillo para la ocasión, claro que antes puso una condición- ahora no estaba tan seguro si quería seguir escuchando su relato- que le demostrara  cuanto lo amaba – dijo luego de darle un sorbo a su copa de vino, la imite y seguí en silencio a la espera que continuara- con lo tonta que fui, accedí me entregue a el en cuerpo y alma- apreté el cubierto al imaginarme tal escena- pensaras que fui muy fácil, pero existía la promesa de un matrimonio esa una de las razones por la cual lo hice, la primera fue por que estaba enamorada..o eso creía – sonrío con ironía mientras llevaba un bocado a su boca- luego de esa noche, el prometió que se encargaría de hacer oficial ante la sociedad nuestro compromiso, pero no debía decir nada, me hizo creer que seria un evento monumental…incluso me hizo organizar un baile, estaba tan emocionada ante la idea que me enfrasque tanto en el evento que no me di cuenta  de que el me ocultaba un gran secreto. Una noche antes del baile entre a mi estudio y vi la caja fuerte abierta y completamente vacía solo había una nota escrita con su puño que decía “espero que no te moleste me lleve un poco de tu dinero. Hasta nunca Isabella”.- apreté don tanta fuerza el cubierto que sin darme cuenta lo doble- al recibir tal decepción, caí en una depresión cegadora, y para desahogarme le conté a mis mejores amigas todo lo sucedido. Afortunadamente Jacob solo se había llevado un poco cantidad menos de 5 millones, lo cual era bueno para mi no era una gran perdida económica. Días después empezaron a llegar rumores a todo el mundo acerca de lo sucedido,  haciendo que repeliera completamente todo lo relacionado con la sociedad, no asistía a bailes, opera, teatro, cenas, absolutamente nada. Hasta que un día por medio de los periódicos me entere que Jacob si era el embajador de España pero que estaba completamente endeudado, lo buscaban en diferentes lugares por fraudes…y hallo en mi una niña tonta  de quien aprovecharse. Y yo me ofrecí voluntariamente.- termino su relato al mismo tiempo que su copa de vino.-ahora la comprendía, podía entender por que no era tan común como todas las demás mujeres de sociedad- aunque no le guardo rencor

-         como que no.- le dije sorprendido.

-         No lo hago por que gracias a el abrí los ojos al mundo y me di cuenta de la realidad, de quienes son verdaderamente mis amigos y quienes no, gracias a el me cree una forma de vida de la cual estoy muy orgullosa.

-         ¿No crees que pudiste aprender todo eso sin la necesidad de pasar por una experiencia tan dolorosa?- mis propias palabras me sorprendieron, como era capaz de decirle tales palabras cuando yo tenia un pasado mucho peor que me perseguía incesablemente.

-         Quizás si o quizás no….es una posibilidad que no me interesa averiguar aun si pudiera. Por muchos años me e cerrado a los sentimientos…pero ahora estoy intentando comenzar de nuevo- me miro con una sonrisa sutil mientras con delicadeza volvía a llevar un bocado a su boca- ¿no vas a comer?- pregunto inocente, mire mi plato y estaba intacto…como se le ocurría a ella que podría probar comida después de todo lo comentado, aunque esas ultimas palabras me alegraban un poco…quizás debería yo hacer lo mismo aunque antes debería decirle la verdad de mi realidad.    

Capítulo 10: 9º cap Capítulo 12: 11ºcap

 
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