Un misterio & Mi gran amor

Autor: emely282
Género: Suspense
Fecha Creación: 10/09/2011
Fecha Actualización: 18/03/2012
Finalizado: SI
Votos: 18
Comentarios: 79
Visitas: 65998
Capítulos: 36

bella es una periodista audaz y algo despiadada 

a la que no le importa lo que pase con tal 

hacer su trabajo

pero todo eso cambiara cuando le pidan hacer un reportaje 

sobre un misterioso musico

el cual poco a poco la hara darse cuenta de muchas cosas en 

su vida, permitiendose uno a otro conocerce tal cual

son y superar juntos esos fantasmas del pasado que los atormentan 

a ambos.

espero les guste esta nueva historia, para los que an leido " me enamore de mi prof" espero que les guste tanto como la antes mensionada sin mas, espero que disfruten de mi historia y si ese es el caso espero sus votos y ma aun sus comentarios. =D 

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Capítulo 3: 2º cap

 

Me encontraba  parada en alguna parte de un enorme bosque, era de noche  en el cielo se encontraban las estrellas junto a la luna en su máximo esplendor, los enormes árboles me rodeaban completamente  haciéndome sentir insignificante ante su imponente tamaño, me senté al pie de uno de esos enormes árboles.

 

Mirando el esplendor del cielo estrellado, sentía que estaba segura de una forma extraña de la nada una leve brisa, y calida se acerco ami y me acarició el rostro con delicadeza, juguetona solté una leve risa y me di cuenta que mi voz no estaba intente articular palabra pero no funciono por alguna extraña razón no me molesto me sentía segura en este lugar quizás no era necesario hablar.

 

Esa leve brisa que hace instantes jugaba con mi cabello en estos momentos había desaparecido, mire hacia las copas de los árboles  y pude verla jugando entre las ramas de los árboles,  moviéndolas de un lado a otro con tanta elegancia y magia

Parecía como si estuvieran bailando un vals.

 

Y así como esa brisa apareció, se esfumo

Las ramas de los árboles ya no se movían parecían muertas y tristes…extrañaban sentirse libres y alagadas por esa brisa juguetona que las había hecho sentir especiales, hermosas y agraciadas a la vista de cualquiera

Dándoles vida.

 

Ahora solo estaban quietas sin vida, ni el más mínimo susurro las movía, parecían dormidas, sumidas en un profundo sueño del que difícilmente despertarían, soñaban con esa leve brisa y anhelaban su regreso.

Una suma tristeza me  inundo, mi corazón se hizo nudos no conocía la razón de este extraño acontecimiento, no paso por mi mente  que en un lugar tan hermoso y mágico como este hubiera un espacio para sentimientos tan devastadores como la tristeza. No podía apartar la mirada de esas hermosas ramas que  ahora ya parecían sin vida dándole un aspecto triste y algo tenebroso al árbol del que formaban parte.

 

Sin previo aviso una ráfaga de viento brutal  me azoto fuertemente, me refugie en mi misma abrazando mis piernas con mucha fuerza y  escondiendo mi cara entre ellas, en un momento pensé en esas hermosas ramas y levante mi rostro pero no podía ver nada, era tanta la fuerza del viento que levantaba la tierra haciendo que todo fuera muy borroso, mis cabello iban azotados de un lado a otro con la brisa dándome con mucha fuerza  en el rostro, como pude mire hacia  esas hermosas ramas quienes al igual que mi cabello se movían de un lado a otro, eran movidas ¡si!, pero sin ninguna gracia, todavía  parecían triste aun esperaban  a esa brisa juguetona  que estaba comenzando a pensar nunca mas volvería.

 

Y así de la misma forma y con la misma fuerza como apareció la ráfaga de viento desapareció, caí de rodillas al suelo sentía como si al irse se hubiera llevado una parte mi, algo importante, que hacia peso sobre mi pero que por alguna extraña razón no había notado que existía. Estaba arrodillada en el piso con la respiración pesada, de tal manera que dolía como si una fuerza extraña me oprimiera los pulmones, solté un grito ahogado, un grito de sufrimiento y dolor que me desgarro completamente la garganta, sin razón comencé a llorar pero las lagrimas no salían era como si se hubieran secado, mi respiración se hizo mas y mas pesada dolorosa y torturadora  sentía desfallecer mi cuerpo este es el fin ¡pensé!

Hasta que a mis  oídos llego un sonido muy peculiar, atrayendo mi  atención, me puse de pie e intente caminar hasta el  lugar de donde procedía ese peculiar sonido, pero el camino no fue censillo, caí muchas veces a causa de los desniveles del sendero que no existía, las raíces de los árboles eran demasiadas y difíciles de esquivar al menos para unos pies tan torpes como los míos, aun así no fue impedimento para que  intentar alcanzar ese sonido que poco a poco se hizo mas y mas cercano, era reconfortante y de una forma extraña alejaba de mi el dolor que  me oprimía por dentro, corrí con la poca fuerza que me quedaba,  la respiración se me hizo muchísimo mas difícil me quemaba el pecho  y mis piernas débiles sangraban por las veces que me había caído y herido, pero todo eso dejo de importar en el momento en el que llegue a una especie de lago,  iluminado con el resplandor de la luna y las estrellas, en el centro de este lago había una pequeña isla con un enorme árbol, unas extensas ramas las cuales colgaban  hacia el suelo rozándolo

 Ese sonido que antes había escuchado resulto ser una canción, dulce tanto como la miel mas pura que exista en el mundo, intente caminar y poder ver más de cerca al responsable de tan hermosa música y tan perfectas melodías

Pero solo conseguí mojar mis pies, la música me golpeaba en la cara con intensidad deshaciendo esos nudos que había en mi corazón

El dolor que sentía al respirar desapareció y mis piernas a pesar de sentirse aun débiles ya no sangraban, las heridas de mis pies ya no existían era como si nunca hubieran estado hay.

 

Levante mi vista una ves mas  hacia el lugar de donde procedía la música, esta ves la claridad de la luna iluminaba mas el enorme árbol y pude ver que escondido entre las extensas ramas de este había alguien tocando algo que para mi fue una pequeña armónica,  trate de mirar un poco mas tratando de reconocer a esa persona

Pero me fue imposible, el panorama comenzó a ponerse  un poco oscuro, la luna se ocultaba detrás de una nube pasajera.

 

La dulce música comenzaba a cesar, yo no quería, pero eso no contó pues  la música acabo  y con ello mi tranquilidad, comencé a sentirme desesperada

Perdida, no hallaba la razón del por que

Comencé a introducirme al lago con lágrimas en los ojos y cuando ya deje de sentir el suelo debajo de mis pies el pánico se apodero de mí miraba a todas partes desesperada, la persona que antes estaba tocando la armónica bajo ese precioso árbol ya no estaba, se había ido junto con su música y mi tranquilidad.

Mi respiración era agitada, descontrolada…el pánico formaba parte de mí y la desesperación  hacia que comenzara a enloquecer de la nada algo comenzó a succionarme hasta el fondo, intente salir, pero no pude era mas fuerte que yo la oscuridad me envolvía completamente, no podía respirar una vez mas me dolía y las heridas de mis rodillas ardían al contacto con el agua, alce mi rostro mirando en esa dirección y la luna seguía hay  perfecta y reluciente, de la nada la canción volvió y sentí envidia por que ella  la podía apreciar una vez mas mientras yo me hundía en este mar de oscuridad.

 

-          lady, despierte! My lady.- desperté ahogada, con la respiración agitada

-          ¡nana!, ¡ nana! ¿Eres tu?, ¡nana!- pregunte desesperada

-          Si my lady ¿se encuentra usted bien?

-          Abre las cortinas nana, ábrelas deja entrar la luz – ordene aun nerviosa, nana hizo lo que pedí y al ver la luz del sol iluminar mi habitación me deje caer entre mis almohadas, había sido solo un sueño.

-          ¿Se encuentra bien  my lady?

-          Si nana no te preocupes.- asegure tranquila  con la mirada fija en el techo de la habitación

-          Parecía muy agitada my lady, ¿esta usted segura?- le asegure una ves mas que estaba todo bien, me dispuse a alistarme para ir al periódico, tratando de olvidar el extraño sueño, y aun pensado como rayos iba a hacer para hablar con el tal Cullen.

-           Buenos días ¿Va a salir sin  carruaje  my lady?- pregunto  Alan el mayordomo

-           Buenos días Alan- respondí con la misma amabilidad- si voy a salir sin carruaje  quiero caminar

-          Pero my lady, hace un frío ¡terrible!, ¡debe abrigarse!- dijo Alan preocupado, mientras con toda amabilidad me entregaba un par de guantes, una bufanda y mi capa negra.

-          Gracias Alan y por favor no le digas esto a nana- le dije en susurros y el me respondió con un gesto de que sus labios estaban sellados- ¡gracias!-  le sonreí y el con un sonrisa también me abrió la puerta para poder salir de la casa, me coloque los guantes y  avance entre la nieve que cubria todo, estaba nevando  muy suavemente pero no fue impedimento para que llegara al periódico

-          ¡Isabella!- me grito Rosalíe al verme entrar por la puerta- ¿Dónde rayos te metiste anoche?

-          ¡shhhhh!.- camine hacia ella y le tape la boca, le dice una señal para que no gritara y ella asintió con los ojos entre cerrados.-discúlpame 

-          ¿¡Que te disculpe!? Isabella desapareciste de repente, me dejaste abandonada en pleno teatro si no hubiera sido por el general…

-          Perdóname, es que fui a hablar con el- guarde silencio unos instantes buscando la palabra para describir a aquel PERSONAJE de una forma apropiada por que mi mente y mi orgullo no dejaban pasar lo- arrogante músico…. ¿un momento dijiste general? ¿Que general?- la mirada acusadora de Rosalíe  desapareció y fue sustituida por un leve sonrojo en sus mejillas.- Rosalíe hale, tienes que contarme.- la mire de manera insistente, esa mirada que ella odiaba a muerte.

-          Esta bien, ¡ esta bien! ¡Pero deja de verme así!- sonreí, fuimos caminando hasta su escritorio y me senté a la espera de que comenzara con su relato

-          Rosalíe sigo esperando

-          Esta bien, pues no es nada del otro mundo, después de que tu desapareciste, pues te busque por todos lados y cuando estaba en el recibidor del teatro me encontré con un caballero y como es lógico le pregunte por ¡ti!, o sea si te había visto por casualidad, pero no fue así y al notar mi clara desesperación se ofreció a ayudarme y como no te conseguimos por ninguna parte pues amablemente se ofreció a acompañarme a casa, ¡hay! Bella es un hombre increíble, adorable- decía con los ojos brillantes y mirando hacia la nada- aunque es extraño por que parece un oso, por su tamaño y tiene una sonrisa de niño….

-          ¿Como se llama?- me miro y se mordió el labio inferior

-          No se – respondió bajo 

-          Como que no sabes Rosalíe, un hombre te acompaño a tu casa y ¿no se te ocurrió preguntarle su nombre?

-          No – me miro apenada- es que bella, no se que me paso, estaba como en las nubes solo se que era un general por que traía el uniforme.

-          Por que si no, ni siquiera eso sabrías – agacho la cabeza y yo la abrace por los hombros – no te preocupes si es un general ya no los cruzaremos.

-          ¡Isabella!- me llamaba aro y sabía claramente para que, deje a Rosalíe  no sin antes darle una sonrisa.

-          Hola aro buenos días- lo salude  mientras me sentaba frente a su escritorio

-          Dime bella ¿como te fue anoche?

-          ¡Pues! No te voy a mentir, no me fue muy bien que digamos

-          ¿No pudiste hablar con el? – pregunto de lo mas tranquilo mientras revisaba algunos documentos en su escritorio

-          Si, pude pero es algo obstinado

-          Bella sabes que…

-          Si  ¡yo se aro! no hay un no por respuesta, no te preocupes por eso, que ese reportaje ¡va!- le asegure  y el no dijo mas nada sobre el tema, me dio un trabajo pequeño, hacer algunas fotos para el reportaje  de Rosalíe así que las dos  tendríamos el resto del día libre para trabajar. Estábamos muy concentradas ambas en nuestro trabajo, incluso descubrimos que el ministro de defensa estaba usando los ingresos del país para beneficio propio, como era obvio no quiso dar declaraciones y mucho menos fotografías, pero de igual forma conseguimos el reportaje y las fotos por medio de otros informantes.

-          ¿Rose que crees que pase después de que salga este reportaje?

-          No lo se pero se va a armar un… ¡hay! ¡ bella! Mira vamos a entrar- dijo Rosalíe halándome a una tienda de vestidos.

-          ¿Que hacemos aquí?

-          ¿Mira no es hermosos?, ¡me pregunto como me quedara!- decía midiéndose por encima de la ropa un vestido blanco con algunos detalles en dorado.

-          No creo que te quede mal- dije sincera a Rosalíe nada le quedaba mal, me senté cerca de los probadores mientras Rosalíe se media el vestido, pensando como haría para poder hablar con el músico engreído Cullen, no tenia nada, no sabia nada, ni donde vivía como contactarlo, ni siquiera su nombre completo, estaba comenzando a frustrarme toda esta situación era como buscar una salida en un callejón sin una.

-          ¿Como me queda?

-          Hermoso- fue lo único que pude decir, parecía una alucinación a veces ver a Rosalíe tan hermosa me hacia sentir insignificante

-          ¿Tu que te vas a poner?

-          ¿Para que?

-          ¿Como que para que bella? ¡en que mundo vives!- yo la miraba sin entender su pregunta – que te vas a poner para el baile es un ¡masquerade! – mire a Rosalíe con la mente en blanco, un baile de mascaras ¡perfecto! – ¿no sabias?- negué con la cabeza, Rosalíe volteo los ojos con fastidio y luego sonrío ampliamente- bueno entonces vamos a buscarte un buen disfraz.

-          Rose no es necesario yo...  

-          ¡Shhh! No acepto un ¡no! Por respuesta.- y así comenzó mi tortura me probé mas de 50 vestidos esa tarde hasta que por fin encontró el que según ella me hacia ver  como una alucinación, era un vestido verde agua con detalles plateados, no podía negar que me veía muy bien.

-          Faltan las mascaras- dije mirando hacia una vitrina llena de antifaces, muy despampanantes y algo extravagantes

-          Si me permiten.- dijo una voz my peculiar detrás de nosotras, era una voz algo aniñada, como campanillas delicadas. Rosalíe y yo volteamos  y era una joven de baja estatura con unos enormes ojos negros  brillantes de cabello corto y con las puntas  apuntando a diferentes direcciones, sin duda una muchacha muy linda- ¿las puedo ayudar? 

-          ¡Claro!

-          ¿Que antifaz crees que valla bien con estos vestidos?- pregunte yo enseñándole los vestidos y la chica sonrío ampliamente, traía un vestido blanco con encajes en amarillo, caminaba con elegancia por todo el local mirando de un lado a otro emocionada.

-          ¡Tengan!- nos entrego a cada una un antifaz diferente y los adecuados, el de Rosalíe era blanco con degradados en rojo y el mío era del mismo color del vestido pero con encajes negros.

-          ¡No combinan!- se quejo Rosalíe

-          Claro que ¡si!, no tiene que ser igual a tu vestido debe resaltar, al igual que tu labial, en eso es en lo que combinan.- dijo la chica sonriendo

-          Y con el de ella ¿que?, no esperaras que se ponga labial negro o ¿si?

-          Claro que no- dijo la chica horrorizada- ella usa una capa negra y me imagino que se lo pondrá también para el masquerade así que hay esta la combinación.

-          Espera un momento ¿como sabes que es para un masquerade?

-          ¡Por que las escuche hablando de eso! Además mi prometido es quien lo organizo

-          ¡Eres la prometida del conde  whitlock!- dijo Rosalíe sorprendida

-          No lo digas muy duro, lo formalizaremos en el baile, y espero que asistan si me disculpan me tengo que retirar se hace tarde para la cena.

-          ¡Espera! – la llame antes de que desapareciera por la puerta- ¿como te lamas?

-          Alice Cullen, y ustedes

-          Rosalíe hale e Isabella Swan- dijo Rosalíe, mientras que yo estaba congelada, Cullen era una ¡Cullen! Ella era mi boleto para conocer al tal músico

-          Un placer, que les parece si me visitan mañana, me cayeron muy bien y la verdad es que no conozco mucha gente aquí.

-          ¡Por supuesto! – dije sin dudar un segundo

-          Muy bien,  mandare a alguien que las valla a buscar, ahora si me retiro

-          Hasta mañana.- ese fue el final de nuestra conversación mientras yo casi gritaba de la felicidad.

-          Es una linda chica ¿no crees?

-          ¡SI! y mi querida amiga es una ¡Cullen!, así que tendré la oportunidad de conocer al tal músico sin que escape de mi.

-          ¿Tú crees?

-          Estoy casi segura.- salimos del local con nuestras adquisiciones y nos dimos cuenta que realmente era tarde  había caído la noche y estaba nevando fuertemente, me ajuste la bufanda y la capa para evitar un poco el frio. Rosalie se despidió yendo para su casa, ella tenia el privilegio de vivir en el centro de la ciudad que era donde nos encontrábamos, en cambio ¡yo! Tenia que conseguir un carruaje de alquiler por que mi casa estaba  muy lejos, vivir en la parte alta dela ciudad es bueno tiene sus ventajas pero a veces es algo molesto en cuestiones de distancia, espere al menos una hora para poder conseguir transporte, cuando llegue por fin a la comodidad de mi casa nana me esperaba en el recibidor con una cara que solo podía decir “ isabella estas en problemas”

-           My lady pero como llega, esta casi morada

-          Nana, no exageres estoy bien

-          No me cuestione, como se le ocurre salir sin carruaje con este invierno tan fuerte ¿ busca enfermarse?- decía nana regañándome, mientras me quitaba la capa y la bufanda

-          Nana estoy bien, no paso nada

-          My lady a veces es usted demasiado testaruda- dijo resignada

-          Nana voy a darme un baño tibio ¡por favor me llevas la cena a mi estudio!- nana asintió con una reverencia y se marcho, subí directo a mi oficina  para poder revelar las fotos que tenia en mi cámara y catalogarlas…cubrí las luces con un papel ahumado para obtener mas oscuridad y comencé a realizar mi trabajo tenia excelentes fotos para el reportaje y muchas otras para mi colección, nana me trajo un caldo para la cena y luego regreso muchas otras veces diciendo que iba a enfermarme, pero necesitaba terminar de revelar las fotos para entregarlas mañana temprano, tendría que enviar a alguien junto con una explicación del por que faltaría al trabajo. Estaba esperanzada no podía ocultarlo  sentía una innegable curiosidad sobre ese hombre y todo lo relacionado sobre el, mi intuición me decía que  había un secreto  y  tenia que descifrarlo, era algo extraño nunca me había sentí así, no si por su forma tan arrogante de ser  o por que  en mi vida  me habían dicho ¡no!

-          ¡My lady!

-          ¡Uju!.- le respondí a nana revisando una ves mas las fotos habían varias que  no sabia que hacer con ellas.

-          ¡My lady son mas de media noche debe dormir!

-          Un momento más ¡nana!

-          My lady, la llevare a dormir así tenga que sacarla por una oreja para que me obedezca.- mire a nana quien ya tenia puesto su ropa para dormir, le hice un pequeño puchero- no my lady, a dormir ¡ahora!

-          ¡Esta bien! Voy…- empecé a guardar las fotos del reportaje en un sobre y las otras simplemente las deje en el escritorio, nana aun me esperaba en la puerta  sonreí ante tal acto, nana sin duda  era mi madre me cuido y se hizo cargo de mi desde los 15 años que mis padres murieron  la adoraba mas que nadie, realmente  estimo mucho a todas las personas que  trabajan en la casa  se han convertido en mi familia y en las únicas personas después de Rosalie en quien confió completamente. Luego de que nana se asegurara de que me alistara y que estuviera cómoda en mi cama y mas aun hacerme sentir como una niña de 8 años se retiro sin antes darme las buenas noches.

-          Lady isabella, es hora de ¡despertar!- me revolví en la cama al sentir la luz del día en mi rostro.

-          ¡No! ¡Nana! Déjame dormir….-me queje tapándomela cara con las sabanas

-          Le dejo el desayuno aquí.- sentí como colocaba algo cerca de la cama.- y me tome la molestia de enviar las fotos al periódico my lady, pensé que las querrían temprano.- ese comentario se me saco de mi ensueño, sentía que no había dormido nada en lo absoluto, la intriga no me dejaba  tenia demasiadas cosas en mi cabeza mas que nada preguntas muchas preguntas que esperaba conseguir  hoy mismo.

-          ¿Que hora es nana?- dije levantándome de la cama de un salto

-          Casi medio día

-          No puede ser – me metí en el baño y me duche lo mas rápido que me permití al salir ya nana me tenia preparada la ropa que me pondría

-          My lady le trajeron esto.- me entrego una nota y en esta decía la hora  a la que pasarían por mi, justo a la hora de la merienda.

-          ¿Cuando llego esto nana?           

-          Hace como una hora…

-          Excelente.- tenía tiempo  así que, tome mi desayuno con calma  y me dedique a  atender algunos asuntos financieros. A eso de las  2 de la tarde llego Rosalie y no mas de 10 minutos después llego un carruaje para llevarnos al lugar que tanto anhelaba conocer, me sorprendí al saber que  la residencia estaba a 5 de la mía, prácticamente éramos vecinos y  yo no me había enterado, ¿en que mundo vivía?  

-          Rosalie, isabella que bueno que pudieron venir- nos recibió Alice muy emocionada literalmente pegaba brincos de alegría.

-          Gracias a ti por invitarnos

-          Pasen vengan, tomaremos la merienda en el partió, quiero que conozcan a mi hermano – entramos en la casa y me sentí un poco abrumada tenia un aspecto algo sombrío y muy triste. Alice nos guio hasta el patio y vi sentí que de alguna forma ya había visto ese lugar la casa estaba rodeada de un enorme bosque  y bajo de uno de esos enormes arboles se encontraba una mesa  blanca preparada para invitados, sentado en una de las sillas había un hombre  cuya silueta me parecía  conocida.- ¡Edward! ¡Mira que tengo aquí!- dijo Alice  acercándose muy enérgicamente al hombre

-           ¿Que será lo que traes allí?- mire a Rosalie y ella  me sonrió, era el era su voz, pero sonaba diferente, nos acercamos mas para poder mirarlo bien y si era el, el músico arrogante.

-          ¿Como están? Soy Edward cullen y es un placer tenerlas esta tarde en mi casa.- me sorprendí al verlo tenia una sonrisa cálida y ¡si! El hombre podía ser amable  saludo a Rosalie con una reverencia y depositando un leve beso en su mano, luego me miro a mi  y yo le tendí la mano  el la tomo y sentí miles de cosquillas al contacto de su piel con la mía, pero fueron sustituidas por miles de mariposas en mi estomago cuando poso sus labios en mi mano dejando en ella un dulce beso. Lo mire a los ojos y estos aun se miraban tristes y oscuros aunque en su rostro se dibujara una sonrisa, no podía evitar sentir curiosidad por este hombre que de la noche a la mañana había cautivado mi atención. 

 

Capítulo 2: 1º cap Capítulo 4: 3º cap

 
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