-Tengo entendido que debo felicitarte -dijo Jacob cuando se reunió con Edward en el jardín para fumar. La cena de los domingos que se hacía  en casa de Carlisle había reunido a todo el clan, exceptuando a Emmett.

 -¿No crees que eres algo mayor para iniciar una nueva familia, Cullen?

-¿Cuándo irás a Knighton's Hall, Black? -respondió, seco, Edward.

Jacob rió, ignorando la burla.

 -Desde que Bella se lo dijo, Renesme no habla de otra cosa. Ahora desea tener otro hijo.

-Será un tanto difícil, ¿verdad? Según Emmett, has caído en desgracia.

-Oh, no suele ser duradero, amigo -dijo Jacob con una sonrisa irritante-. Tu sobrina posee el famoso carácter de los Cullen, pero no es insensible. Además, no le agrada dormir sola.

Edward lo miró con el ceño fruncido. Aún no podía concebir que su pequeña Nessie ya era una mujer... con un marido libertino. Hubiera debido dar un puñetazo a Black por ese comentario. Pero toda la familia se ensañaría con él si lo hiciera y Nessie sería la primera.

-Uno de estos días, Black, lograrás agradarme. Pero no será pronto.

Jacob se echó a reír y Edward entró en la casa. Renesme lo alcanzó en el vestíbulo para tratar de disipar su enojo.

-¿Has visto a Jacob?

-Hubiera deseado no verlo, pero está en el jardín.

-¿Volvieron a discutir? -preguntó ella con el ceño arrugado.

-¿Qué puedo decirte, gatita? -Se encogió de hombros y luego añadió deliberadamente:

-Pero habrás notado que me marché. Estos últimos días se ensaña conmigo.

-Por favor. ¿Cuándo se llevarán bien ustedes dos?

-Somos demasiado parecidos, mi niña, y lo sabemos. Pero hazme el favor de llevarle al interior de la casa, ¿quieres? Me agradaría caminar con mi mujer y sería agradable gozar de cierta intimidad.

Edward sonrió cuando Renesme se alejó. Probablemente, Black caería de nuevo en desgracia esa noche y el pobre tonto ni siquiera sabría cuál había sido su error. Rió al pensar en ello. Uno de esos días Renesme comprendería que él y Jacob disfrutaban de sus discusiones. Por ahora, Edward se consideraba vencedor. Vio que Bella había sido acaparada por Carlisle y, al acercarse, oyó sus últimas palabras.

-Pero no deseo duplicar mi dinero. Demonios, ¿qué haría con tanta cantidad?

-Debí advertirte, cariño, que él te acosaría. No puede ver dinero estático, y siempre está buscando la forma de que la familia tenga mas y mas y mas….

Carlisle se defendió. -Bueno, es ridículo, Edward.  Nadie posee demasiado dinero. Deben pensar en los niños, y...

-Y estoy seguro de que Bella te permitirá administrar su fortuna, siempre que llegue a saber a cuánto asciende.

-Eso es injusto -protesto Bella-. Sé exactamente cuánto poseo; sólo que no puedo recordarlo con precisión. -Ambos hombres rieron, mortificándola. -Muy bien. Mi abogado te hará una visita, Carlisle. Tal vez debería interesarme en esta cuestión.

-Oh, Dios, mira qué has hecho -se quejó Edward, fingiendo horror-. No quiero que llenes su mente de cifras.

-No, sólo deseas que esté llena de ti -se burló Carlisle.

-Así es. -Edward sonrió con descaro. -Ven querida; veremos si puedo dirigir tu interés hacia otra cosa.

Edward la condujo lejos de la casa, hasta que sólo la luz de la luna iluminó el sendero. Junto a los rosales la abrazó y apoyó su mentón sobre el hombro de ella.

-¿De verdad deseas involucrarte en el imperio que te legó tu abuelo?

-No, pero me alegra que por lo menos me lo hayas preguntado. -Ella sonrió y apoyó sus brazos sobre los de él.

-Sólo deseo verte feliz, Bella, pues tu felicidad es la mía.

Ella giró entre sus brazos y apoyó su mejilla contra el pecho de Edward. Le amaba tanto que no cabía en sí de gozo. Uno de sus dedos dibujó círculos sobre el suave terciopelo azul de la chaqueta de él.

-Hay algo -dijo ella en voz baja.

-Lo que tú digas, cariño.

Hubo un prolongado silencio antes de que ella preguntara:

-¿Podríamos tratar de hacerlo nuevamente en el sillón?

La risa encantada de Edward llenó llenó Grosvenor Square, más allá del jardín.

SE ACABOOOO…..BUUUUUUU T_T…. PERO CHICAAASSSSS NO SE PREOCUPEN, NO TARDARAN EN DECIR MISSISIPI CUANDO YA VAN A TENER LA OPORTUNIDAD DE LEER LA OTRA HISTORIA… A QUE NO ADIVINAN DE QUIEN ES :D

Diosapagana: el final no nos hará libres,  jajajajja,  si ya sé que todavía estas suspirando como una tonta frente al monitor,  porque yo también lo estoy haciendo ahora. Jjajjajajaa.

Pero esta inmensa locura llamada Dinastía Cullen todavía no termina.   ¡¡¡¡¡ SI !!!!(gritan lectoras haciendo bailecito de la victoria) aún quedan varios más por adaptar y leer.  Espero que sigan allí con nosotras,  riendo,  llorando y haciendo todo en el nombre del amor y su caliente acompañante la lujuria. Jajajajja

Las amo mis pequeñas.

BESOS DELICIOSOS SIN PRINCIPIO NI FIN.

Priscila