-¿Y bien, muchacho? ¿Qué tonterías piensas ordenar? ¿Te satisface? -Edward estaba apoyado indolentemente contra el marco de la puerta contemplando a Seth, que examinaba su nueva habitación con evidente satisfacción.

-Demonios, tío Eddie, yo...

-Detente -dijo Edward frunciendo el ceño- Puedes llamar tío a mis hermanos, pero te agradeceré que me llames simplemente Eddie.

Seth sonrió. No estaba intimidado en absoluto.

 -Es espléndido, Eddie. La habitación, la casa, tú. No puedo agradecerte lo...

-Pues no lo hagas, por favor -dijo Edward-. Y antes de que continúes alabándome debo advertirte que pienso corromperte, mi querido muchacho. Tu padre se lo merece por dejarte a mi cargo.

-¿Lo prometes?

Edward debió reprimir la risa. El joven le había creído.

-No. Por Dios, ¿crees que deseo que Carlisle me mate? De hecho armará un escándalo cuando sepa que Emmett te ha enviado a mi casa, en lugar de alojarte en la suya. No quiero ni siquiera pensar como se pondrá Esme. No, te presentaré a ese tipo de mujeres que tu padre ha olvidado que existe.

-¿Similares a Nissan?

Edward frunció el ceño seriamente.

-Tú y yo nos llevaremos bien siempre que no pronuncies ese nombre. Maldición, eres como tu padre...

-Bueno, no puedo permitir que hables mal de mi padre, tío Eddie -dijo Seth muy seriamente.

Edward avanzó y acarició los cabellos negros del joven, tan semejantes a los suyos.

- Compréndeme, cachorro. Amo a tu padre. Siempre lo he amado. Pero lo atacaré siempre que me plazca. Fue mi hermano antes de ser tu padre y no necesito que tú lo defiendas. De modo que tranquilízate. No hablaba seriamente.

Seth, apaciguado, rió.

–Niss… Nessie dijo que no eras feliz a menos que riñeras con tus hermanos.

-¿Ah, sí? Esa mujer siempre ha sido una sabelotodo -respondió Edward cariñosamente-. Hablando de ella, me envió una nota hoy. Parece que está en la ciudad sin su vizconde y necesita un acompañante para un baile esta noche. ¿Te agradaría la tarea?

-¿Yo? ¿Lo dices en serio? -preguntó Seth, muy emocionado.

-Por qué no. Sabe que no soporto esas fiestas y no me hubiera hablado de ello si hubiera otra persona disponible. Pero Carlisle ha llevado a su familia a Haverston a pasar esta semana en el campo, y Benjamín también está allí, de modo que sólo quedamos tú y yo. Somos los únicos Cullen de la ciudad a los que puede persuadir, a menos que transmitamos la tarea a tu padre. Siempre que lo hallemos a tiempo. Puede que permanezca aquí esta semana, pero dijo algo respecto a reunirse con una vieja amiga...

-Irna -dijo Seth y sus ojos azules brillaron-. Trabaja en una taberna de...

-No me abrumes con detalles.

-De todos modos, no iría a un baile, ni siquiera para acompañar a su sobrina favorita. Pero a mí me fascinaría. Incluso poseo la ropa adecuada. Y sé bailar. Sinceramente. Embry me enseñó.

Edward estuvo a punto de reír.

 -¿Lo hizo? ¿Quién conducía a quién?

Seth sonrió.

-Nos alternábamos. Pero he practicado con las rameras y no se han quejado.

Edward no tenía la intención de preguntar qué otros tipos de prácticas había realizado, pues podía imaginarlas. Era obvio que tenía demasiados contactos con los desagradables amigos de su padre. ¿Qué haría con ese pícaro encantador? Algo debía hacer, pues Seth, gracias a su padre, carecía de virtudes sociales. Un caballero pirata (ya retirado) y un libertino desacreditado: dos buenos ejemplos para imitar. Quizás debía entregar al joven a sus primos cuando regresaran a Londres, para que le enseñaran los rudimentos.

-Estoy seguro de que Nessie estará encantada de bailar contigo, muchacho, pero si dices que es una ramera, te tomará a golpes. Y te conoce bien, de modo que se alegrará de que la acompañes. Tengo entendido que le agradas.

-Así es. Le caí simpático el día del secuestro.

-¿Debes recordármelo? Y sólo cuando supo quién eras te tomó simpatía. Dios mío, cuanto trabajo se tomó Emmett para vengarse del vizconde, para luego descubrir que Nessie se había casado con él.

-Bueno, eso cambió todo.

-Naturalmente. Pero no debió arrastrarte en su deseo de venganza.

-Se trataba de una cuestión de honor.

-Ah, de modo que también sabes de cuestiones de honor, ¿no?, -dijo secamente Edward-. Entonces supongo que aún hay esperanzas para ti... siempre que eliminemos a las “rameras” de tu vocabulario.

Seth se sonrojó levemente. No era culpable de haber pasado los primeros años de su vida en una taberna, hasta que su padre descubrió su existencia y se ocupó de él. Embry, el primer compañero y mejor amigo de Emmett, corregía su lenguaje. Ahora aparecía otro dispuesto a corregirlo.

-Tal vez no sirva para acompañar...

-No vuelvas a tomar tan seriamente todo cuanto digo. -Edward meneó la cabeza - ¿Acaso te hubiera sugerido que acompañaras a mi sobrina favorita si no te creyera capaz?

Seth frunció el ceño, pero por otro motivo.

-No puedo hacerlo. Demonios, ¿en qué estaría pensando? Por supuesto que no puedo. Si se tratara de otra persona... pero no. No puedo.

-¿Qué diablos estás diciendo?

Seth lo miró fijamente.

-No puedo llevarla al baile si seré el único que la proteja. ¿Qué ocurrirá si la acorrala alguien como tú?

-¿Cómo yo? -Edward no sabía si reír o estrangular al muchacho.

-Sabes a qué me refiero, Eddie, alguien que no acepta negativas. No se trata de que no atacara al que se atreviera...

-Pero, ¿quién se dejaría impresionar por un joven de diecisiete años? -dijo Edward, frunciendo el ceño- Maldición, no tolero estos condenados asuntos. Nunca pude ni podré. Pero estás en lo cierto. Supongo que deberemos llegar a una transacción. Tú la acompañarás y yo la vigilaré. Creo que el salón de baile Crandal está frente a un jardín, de modo que podré hacerlo sin aparecer directamente. Ello satisfará incluso a su sobreprotector marido. ¿Te parece bien?

-Sí, siempre que sepa que estás allí y que intervendrás si surgen problemas. Pero, demonios, Eddie, ¿no te aburrirás toda la noche allí fuera en el jardín?

-Seguramente, pero supongo que puedo tolerarlo por una noche. No sabes cuál sería la alternativa si apareciese en una de esas reuniones y no hagas preguntas al respecto. Es lo que envenena mi vida, pero es la vida que escogí, de modo que no me quejo.

Y después de ese críptico comentario, Edward dejó a Seth a solas en su nueva habitación…

CHICAASSS NOMBRARON AL QUERIDO VIZCONDE…. ¿Recuerdan la linda historia de amor de Jake y Nessie?, pobre Ed aún no lo supera, y hablando enserio creo que no lo superara jamás, hay que seguir leyendo para enterarnos como esta Emmett con eso, aunque creo que él no lo ha superado tampoco, pero si aprendió a vivir con ello…. Edward estará de niñero de un adolescente medio loco, ¿Qué tantas cosas podrá hacerle Seth?, pero la mejor pregunta de todas ¿Cuándo se conocerán Bella y Ed?... sigan leyendo y sabrán la respuesta a esa pregunta y se enteraran con lujo de detalles lo hermosos que son los hermanos Cullen…

Diosapagana: Nessie quedara en la garras de su querido primo, el cual con la ayuda de Eddie tratara de protegerla de los libertinos, pero quien protegerá a las mujeres de ellos???, no lo sé, (bueno si lo sé pero no se los diré, Beneficios de ser la Adaptadora jajajajaj)

Así que ya empezamos una leve cuenta regresiva para ver como se encontraran el libertino y la dama.

Si estas allí, con ganas de más deberás esperar, pero mientras esperas déjanos un review, un pequeño comentario que nos da más ganas de trabajar, y quitarle la culpa a las otras obligaciones que no estamos atendiendo.

Besos deliciosos. Priscila