El chico que se escabulle por la ventana de mi habitación +18

Autor: elizabet_cullen
Género: Romance
Fecha Creación: 12/08/2013
Fecha Actualización: 29/10/2013
Finalizado: NO
Votos: 21
Comentarios: 99
Visitas: 71929
Capítulos: 38

Bella Swan y su hermano mayor, Emmet tienen un padre abusivo. Una noche, el mejor amigo de su hermano, Edward, la ve llorando y trepa por su ventana para confortarla. Aquella acción desata una relación de amor/odio que se extiende por los próximos ocho años.

Su relación siempre ah sido incierta, pero ¿Qué sucede cuando Bella empieza a ver al mejor amigo de su hermano un poco diferente? ¿Y cómo su hermano, que siempre ha sido un poco sobreprotector, reaccionara cuando se dé cuenta que el par se está acercando más?

 

Hola, este es mi primer fic NO es mio solo es una adaptacion de un libro, espero lo disfruten como yo pues ami me encanta jeje ok 

REPITO:la historia NO es mia solo una adaptacion

Los personajes son propiedad de S.M

 

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Capítulo 6: Cpitulo....6

La escuela estuvo bien, como era normal; yo era bastante popular debido al hecho de que mi hermano y su mejor amigo eran los chicos más deseados allí. Ellos me cuidaban de mí, lo que básicamente significaba que advertían a todos los chicos que se alejaran de mí, que de hecho, me sentaba bien porque yo no quería salir con nadie. La mayoría de las chicas querían ser mis amigas para poder acercarse a mi hermano. Las chicas que querían ser novias eran fáciles de localizar, en su mayor parte podías saber si querían que las presentaras por el tipo de ropa que estaban usando, si no estaban usando mucha entonces iban por mi hermano o Edward.

Amaba mis clases, era bastante popular entre los profesores porque mis notas nunca iban por debajo de un sobresaliente. Siempre hacía mi tarea y jamás llegaba tarde; me enorgullecía de ello, aunque no era una nerd. A la hora del almuerzo, me senté con mis amigos cuando escuché los usuales suspiros y risitas tontas. Las chicas empezaron a revisar su cabello y arreglar su maquillaje, de modo que supe que mi hermano y sus amigos estaban llegando al comedor. Suspiré cuando angela y rosalie empezaron a sentir lujuria por ellos, como era costumbre.

―¡Oh, genial, sexy trasero número uno está viniendo! ―rose rió tontamente, codeando a angela en las costillas.

Puse los ojos en blanco cuando una mano apareció por detrás de mí, robándome un puñado de mis papitas fritas.

―Hola, Ángel ―susurró Edward en mi cuello.

Golpeé su mano cuando fue a robar más.

―¡Cullen, por el amor de Dios! Ve a comprar tu propia comida, idiota ―despotriqué, molesta.

Se echó a reír.

—Oh, sabes que quieres compartir conmigo —respondió, dejándose caer en el banco, empujándome de nuevo con su cadera.

—Edward, ¿qué quieres? —le pregunté con un suspiro, moviendo el plato lejos de él.

Pasó el brazo alrededor de mi hombro.

—Sólo quería visitar a mi chica. Sé que me has echado de menos sin verme todas las mañanas y eso —dijo engreídamente.

Todas mis amigas suspiraron y lo miraron con nostalgia.

—Podrías quitar tu brazo *beep* de mí, Harry, por el amor de Dios; ¡no quiero coger cualquier cosa! —le regañé, encogiéndome para alejarme.

Se rió de nuevo.

—No seas así, Ángel. Sólo quería hacerte saber que voy a llevarte a casa hoy. Tu hermano tiene una cita, así que... —Se calló, sonriéndome.


¡Genial, simplemente genial! Me iba a llevar a casa. Fantástico. Él siempre hacía el trayecto a casa lo más largo posible sólo para molestar mi vida externa. Luego, insistiría en esperar en casa hasta que mi hermano llegase, lo que significaba que tenía que cocinar para él también. ¡Maldita sea, es tan molesto!


—Está bien, Edward. Ahora corre, estoy segura de que tienes alguna ETS* más que propagar por ahí —le dije, agitando la mano con un gesto molesto.

Se rió y me dio un beso en la mejilla mientras se ponía de pie.

—Finge todo lo que quieras, Ángel, los dos sabemos que vas a querer que duerma contigo por la noche. —Me guiñó un ojo con malicia, dándole a lo que acababa de decir un doble sentido, y rogué para que nadie más se diese cuenta.

—Claro que querré, Edward, porque estoy tan enamorada de ti. —Suspiré, poniendo los ojos en blanco y frotándome la mejilla donde él me besó.

—Yo también te quiero. —Me sonrió mientras se alejaba de vuelta a la misma chica de esta mañana. Pasó el brazo alrededor de su hombro, sus sucios, asquerosos labios descendieron hasta los de ella. Fruncí el ceño, y aparté la mirada de nuevo a mis amigos cuando comenzó a hacerlo con ella en medio del comedor.

angela, Rose y la mitad de las chicas del comedor estaban mirándole con lujuria.

—Jeez, ¡este chico es tan jodidamente molesto! ¿Por qué mi hermano no podía escoger un mejor amigo mejor, alguien que no fuera un arrogante, obsesivo, gilipollas? —despotriqué, lanzando mis manos al aire.

—Oh, ¡deja de lloriquear! Edward Cullen acaba de tener su brazo alrededor tuyo y besado en la mejilla, daría cualquier cosa por tener esos dulces labios en mí —dijo Rosalie soñadoramente, haciéndome reír.

—Lo que sea. Vamos, vamos a nuestra próxima clase. —Le sugerí mientras recogíamos nuestras bandejas e íbamos.

* * *

Después de clases me dirigí a regañadientes al estacionamiento, donde un sonriente Edward se encontraba apoyado en su coche, esperándome.

—Hola preciosa. —Me guiñó un ojo coquetamente y abrió la puerta para mí.

—Hola Edward. —Me subí a su coche, ya molesta con su coqueto Culo, si Emmet estuviese aquí lo habría abofeteado por esa. Subió a mi lado.

—Así pues, Ángel, tengo que pasar por la tienda de camino a casa. —Puso el coche en marcha y salimos del estacionamiento.

—Genial —murmuré. Decidí mirar por la ventada e ignorarle; seguía molesta con él por todo la cosa de “diez minutos más” de esta mañana.

Se detuvo en el estacionamiento de la tienda unos minutos más tarde.

—Vamos, Ángel —dijo, saliendo. Me senté ahí y crucé mis brazos sobre el pecho, rehusándome a bajar. Caminó alrededor del coche y abrió la puerta por mí—. Vamos, Ángel —repitió, sosteniendo su mano para mí.

—No se necesitan dos para entrar, Edward. Esperaré aquí —respondí. Metió sus manos en el coche y me recogió con facilidad, arrojándome por encima del hombro, riendo. Dio un puntapié a la puerta para cerrarla y comenzó a caminar hacia la tienda—. Ponme malditamente abajo, ¡imbécil! —grité, golpeándolo en la espalda.

Él sólo se reía de mis escasos intentos de bajar, y siguió caminando. Una vez en la tienda, finalmente me puso en mis pies. Miré alrededor, avergonzada, para comprobar si alguien vio eso, pero parecía que no. Alargó la mano y metió algunos mechones de pelo suelto detrás de la oreja, sus dedos demorándose en mi mejilla. Golpeé su mano fuera de mi cara y lo miré enfadada.

—¡Eso fue tan vergonzoso! —siseé.

—¿Cuál es el problema? A la mayoría de chicas les encantaría que las hiciese eso — replicó, encogiéndose de hombros y yendo hacia las revistas.

Pisoteé con el pie, luego me ruboricé porque había pisoteado como un niño pequeño; por suerte, Edward no miraba, de lo contrario nunca hubiese oído el final de esto. Agarró una revista de deportes y una barrita de chocolate y se dirigió al mostrador para pagar.

Estaba felizmente hojeando la ELLE cuando dos chicos se acercaron a mí. Me puse tensa.

—Bueno, hola aquí. —Uno de ellos ronroneó. Asentí con la cabeza en reconocimiento y puse la revista de vuelta, alejándome con rapidez en busca de Edward.

—Hey, ¿a dónde vas? —preguntó el otro, cogiendo mi mano.

Mi corazón empezó ha acelerarse mientras miraba alrededor, frenéticamente.

—Estoy buscando a mi novio —le mentí, tratando de sonar segura.

—¿Novio? No veo ningún novio —dijo el otro, burlándose de mí—. ¿Qué tal si vamos a alguna parte y nos conocemos mejor? —ofreció el chico que estaba sujetando mi mano, tirándome hacia él lentamente.

Me sentí enferma. Oh Dios,EDWARD, ¡ayúdame! Sé que soy patética, pero odio los enfrentamientos y que la gente me toque, especialmente gente que no conozco.

—Hey, Ángel —dijo Ed, arrojando su brazo alrededor de mi hombro y mirando a los dos chicos, que de inmediato soltaron la mano y dieron un paso atrás. Me acerqué al lado de Edward  y me presioné contra él con tanta fuerza que dolía—.Espero que no estuvieran molestando a mi chica —dijo casualmente, pero podía oír el enfado en su tono de voz.

Edward siempre ha sido protector conmigo; una vez un chico me empujó en un charco cuanto tenía siete, y Edward fue directamente a la casa del muchacho y le dio un coñazo en la cara.

—De ninguna manera, hombre. Estábamos hablando, eso es todo. —El chico mintió, levantando las manos inocentemente.

—Está bien. Vamos entonces, Ángel, nos vamos a casa —dijo Edward, guiándome hacia la puerta. Una vez fuera, se giró para mirarme—. ¿Estás bien? —preguntó, revisándome preocupado. Estaba bien, mi corazón se detuvo de tratar de salir del pecho tan pronto como oí su voz. 

Asentí y le sonreí gratamente.

—Gracias —murmuré. Abrió la puerta del coche y esperó a que subiese antes de rodearlo hacia su lado. Una vez dentro arrojó algo en mi regazo, miré hacia abajo a la barrita de mi chocolate favorito. No pude evitar sonreír—. Gracias, Ed. —Él siempre hacía cosas dulces como comprarme golosinas, era una lástima que fuese un prostituto idiota, de lo contrario sería probablemente un buen chico.

Cuando llegué a casa, fui directamente a trabajar en la lasaña para cenar. Edward se cernía detrás de mí alrededor de la cocina, haciéndome sentir violada mientras miraba mi cuerpo.

—Por el amor de Dios, Cullen, ¡mis ojos están arriba! —dije airadamente, golpeando su cabeza. Se rió.

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hoo0o0liz, lo siento tube unos problemas familiares y no abia podido actualizar dethodos modos las recompensare ai tienen el Cap. o y las palabras q les ponga * las explicare despues

ETS: Enfermedad de Transmision Sexual 

Capítulo 5: JESSICA ZORRA.... UPSS SORRY Capítulo 7: Capitulo 7

 
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