El chico que se escabulle por la ventana de mi habitación +18

Autor: elizabet_cullen
Género: Romance
Fecha Creación: 12/08/2013
Fecha Actualización: 29/10/2013
Finalizado: NO
Votos: 21
Comentarios: 99
Visitas: 71904
Capítulos: 38

Bella Swan y su hermano mayor, Emmet tienen un padre abusivo. Una noche, el mejor amigo de su hermano, Edward, la ve llorando y trepa por su ventana para confortarla. Aquella acción desata una relación de amor/odio que se extiende por los próximos ocho años.

Su relación siempre ah sido incierta, pero ¿Qué sucede cuando Bella empieza a ver al mejor amigo de su hermano un poco diferente? ¿Y cómo su hermano, que siempre ha sido un poco sobreprotector, reaccionara cuando se dé cuenta que el par se está acercando más?

 

Hola, este es mi primer fic NO es mio solo es una adaptacion de un libro, espero lo disfruten como yo pues ami me encanta jeje ok 

REPITO:la historia NO es mia solo una adaptacion

Los personajes son propiedad de S.M

 

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Capítulo 2: EL COMIENZO DE TODO....PARTE II

—Lo siento, Emmet. Lo siento —murmuré en voz baja, llorando sobre su hombro.
Él negó con la cabeza.

—Está bien, enana. No es culpa tuya —dijo con voz ronca, me dio una pequeña sonrisa y tratando de ponerse en pie, gimiendo. Me puse de pie con un salto y le ayudé a levantarse. Podía oír movimiento así que levanté la mirada para ver que mi madre estaba limpiando la mesa frenéticamente.

—Lleven sus cenas a sus cuartos y coman, ¿bien? —ordenó, besándonos a los dos en la mejilla. Ella tenía que ir a donde mi padre y hacer control de daños, él estaría de mal humor por mi error y ella tenía que calmarlo antes de que pasase algo más—. Los veré a la mañana. Los quiero a los dos. Por favor estén callados, y paselo que pase, quédense en sus habitaciones —ordenó, rápidamente besándonos otra vez y entregándonos nuestras cenas a medio comer, antes de empujarnos hacia el vestíbulo trasero.

Teníamos una buena casa, cuatro dormitorios y todo estaba en un nivel. Mi padre ganaba un buen dinero por lo que vivíamos en una bonita zona, pero preferiría que la casa fuera más pequeña así no tuviera que trabajar en ese empleo. Puede que entonces fuera como el viejo Papá, llevándonos al parque y comprándome juguetes y dulces. Emmet vino a mí habitación y comimos en silencio, sentándonos en el suelo cerca de mi cama. Tomó mi mano con fuerza cuando oímos a mi padre gritar a mi madre desde el salón, algo se rompió, y me estremecí. Esto era totalmente culpa mía.

Empecé a sollozar así que Emmet envolvió su brazo alrededor de mi hombro, apretando suavemente. Él siempre parecía mucho mayor que yo; era mucho más maduro que yo.

—Está bien. Todo está bien. Bella No te preocupes —susurró, acariciándome el pelo. Una vez que me calmé, y los gritos habían cesado, jugamos a las cartas por un rato.
Cuando estábamos en la mitad del juego, escuchamos pisadas fuertes viniendo por el vestíbulo. Matt se puso rígido cuando los pasos pasaron por mi puerta. No se detuvieron , gracias a Dios. Dejé escapar el aliento que no me di cuenta que estaba aguantando y miré a Emmet, quien esbozó una pequeña sonrisa.

—Mejor me voy a mi habitación, son pasadas las siete —dijo mirando a mi despertador—. Cierra con llave la puerta. Te veré en la mañana —dijo con un guiño. Salió de la habitación y lo observé arrastrarse por el pasillo hasta su habitación, se volvió hacia mí—. Cierra con llave tu puerta, bella —susurró, esperando ahí, observándome.

Cerré la puerta con llave rápidamente como me dijo. Poniendo mi oreja en la madera, escuché para asegurarme de que Emmet hiciera lo mismo con la suya. Volví corriendo a mi cama y me tiré sobre ella, llorando silenciosamente. No podía parar, estaba sollozando y sollozando. ¡Había sido tonta esta noche e hice que hiriera a mi hermano otra vez! Y probablemente a mi madre también, por el sonido de los ruidos en el salón.

De repente, se produjo un rasguño, un ruido golpeando en mi ventana. Abrí mis ojos de golpe para ver a Edward fuera, mirándome con tristeza. Me levanté y corrí hacia mi ventana la abrí y la deslicé hacia arriba silenciosamente preguntándome qué demonios estaba haciendo aquí. ¿No debería estar en su casa?

—¿Edward, qué estás haciendo aquí? ¡Tienes que irte, ahora! —le grité susurrando, sacudiendo mi cabeza con fuerza. Pero el chico estúpido solo trepó a mi habitación por la ventana, cerrándolo silenciosamente detrás de él.

Contuve la respiración, mirando a mi puerta con los ojos muy abiertos. Si mi padre lo atrapaba aquí se iba a volver loco, no le gustaba que Edward viniera y jugara en nuestra casa, siempre decía que era muy ruidoso.

—¡ Cullen, sal ! —susurré, desesperadamente intentando empujarlo devuelta hacia la ventana. Me estremecí, preguntándome que haría mi padre si hubiera escuchado abrirse la ventana y supiera que Edward, estaba aquí. Edward no se movió; simplemente envolvió sus brazos alrededor mío con fuerza y me atrajo contra su pecho. Traté de empujarlo, pero él solo me sostuvo con más fuerza.

—Está bien —susurró, acariciando mi pelo. Empecé a llorar otra vez en su pecho; pensamientos de Emmet siendo herido antes inundaron mi cabeza.

Edward era alto para su edad; tenía diez años, igual que Emmet. Ellos eran mejores amigos, y lo habían sido desde que nos mudamos hace cuatro años. Tenía el pelo de un extraño color cobrizo e indomable y ojos verde esmeralda que eran como ventanas a su alma. Cuando Edward  te miraba te hacía sentir como si pudieras volar. Era muy lindo; todas mis amigas estaban locas por el por alguna razón.Edward y yo, sin embargo, no nos llevábamos del todo bien. Él se burlaba de mí todo el tiempo, me pone el pie, me tira del pelo, y tiene esta molesta costumbre de llamarme Ángel por alguna razón, me llamó así desde el momento en que me conoció y realmente me pone furiosa.
 
 
Capítulo 1: EL COMIENZO DE TODO.... Capítulo 3: LA PRIMERA NOCHE...

 
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