Confiar, Sentir y Amar (+18)

Autor: PrincessCullen
Género: Romance
Fecha Creación: 08/08/2011
Fecha Actualización: 30/09/2012
Finalizado: SI
Votos: 21
Comentarios: 230
Visitas: 112121
Capítulos: 44
(Finalizado)
Como dicen por ahí, después de la tormenta, viene la calma. Así paso en mi vida, luego de sufrir incontables veces, la vida me había sonreído. Ahora era plenamente feliz al lado de mi familia y amigos. Pero sobre todo, al lado de mi Edward.
PrincessCullen.
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Capítulo 35:

Edward POV

 

Las fiestas ya habían pasado, y el mes de enero nos entro con todo, tenia mil juntas a las cuales asistir, mil viajes que hacer, millones de papeles que firmar, mi asistente, hacia lo mejor posible, pero incluso, tuve yo que ayudarla a arreglar mi agenda, algo que ella siempre hacia sin problema, con bella nos habíamos visto poco, desde que pasamos un maravilloso fin de año, con toda la familia junta, y después de las 12 ella y yo solos, en nuestra habitación, dándonos amor mutuamente.

 

 

 

Estaba en mi oficina, ya eran las 11 de la noche y yo aun aquí, la próxima semana, tenía que viajar a Italia, para comenzar con el proyecto del nuevo hotel, Bella, me apoyaba con mucho ímpetu, y aunque sabía que a ella le dolía que estuviéramos separados, tanto o más que a mí, ella siempre estaba ahí dándome ánimos, y aunque no lo crean, el año nuevo trajo consigo a Cupido repotenciado, mi hermano estaba saliendo con Rosalie, con la cual ya tenía una relación llevadera, Alice, esa pequeña torbellino, se encontraba muy, pero muy enamoradiza con Jasper, el amigo de mi princesa.

 

Me había ganado la aprobación de Charlie, y mi bella le había caído de maravilla a mis padres, siempre mi madre llamaba para saber como estábamos, y siempre pedía un momento conmigo, para hablar de la casa, porque si, había decidido comprar una casa, para bella y para mí, porque aunque, los dos cabíamos perfectamente en su casa, yo quería algo que fuera de los dos, y no aquí en forks, donde tiene tantos recuerdos tristes, sino en New York, la gran manzana, sabía que a Bella le había encantado la ciudad, y se me ocurrió, que sería un hermoso gesto, para con mi bella.

 

Mi madre que sabía de mis planes al igual que Alice, la cual no sabía cómo rayos se había enterado, pero el punto era que entre los tres estábamos movilizando las cosas bastante rápido, ya teníamos tres casas, a la vista, mi hermana y yo nos encargábamos de ir a verlas, para ver cuál era la más apropiada, mientras mi madre, hacia maravillas con sus contactos, obteniendo, los muebles, y todo lo referente a la decoración, de vez en cuando me daba una escapada de la oficina, muy temprano, tomaba el jet privado junto con mi madre y Alice, para ir a New York, ver cómo iban los preparativos, y estar en casa para la cena, bella no era nada tonta, y ella sospechaba que algo nos traíamos entre manos pero nunca preguntaba nada, se limitaba a decirnos locos.

Cuando me di cuenta, eran las 12:06 de la madrugada, así que sin pensarlo, mucho, recogí mis cosas, apague el computador, y me dispuse a salir, en dirección a casa, seguro mi bella ya estaba en el quinto sueño, pero prefería mil veces verla dormir a no verla, unos 20 minutos más tarde, llegue a casa, con cuidado de no hacer ruido, abrí la puerta y entre, cerrándola con el mismo cuidado, todo estaba en tinieblas, se oía el sonido de los grillos al frotar sus patas, y la luna apenas saliente de detrás de las montañas, daba a ver un poco la superficie de los muebles y el piso, camine con sumo cuidado, hasta dar con las escaleras, subí escalón por escalón, rezando por no hacer ruido, no quería despertar a mi bella, justo cuando ya casi cantaba victoria, tropecé con el penúltimo escalón, yéndome de bruces al suelo, por suerte logre agarrarme de la perilla de la puerta de una de las habitaciones de huéspedes, pero esta se fue hacia atrás, chocando fuerte con la pared de las cual estaba sujeta, el retumbe hizo que se cayera, la colección de metras que descansaba sobre unos de los clavos de la pared, cayendo al piso, haciéndose pedazos el vidrio, y miles de pelotitas rebotaron en el suelo.

Me incorpore, y respire agitado, en eso, por la puerta al final del pasillo, se coló la luz, “demonios!” pensé, la había despertado. La puerta se abrió, mostrando a una bella nerviosa, con una diminuta pijama de encajes, su pecho subía y bajaba con rapidez, tantee la pared hasta lograr dar con el interruptor de la lámpara del pasillo, encendiéndola, mi mirada choco con la de ella, sonreí de lado, y di un paso hacia allá, pero al parecer no era mi noche de suerte, pise varias de las bolitas, y caí al suelo, golpeando mi trasero, en vez de oír un grito de susto, o nervios al menos, las carcajadas de bella inundaron el lugar, mire la situación y me uní a sus risas, en serio, solo a mí, el día de hoy podía pasarme esto,  se acerco a mí y con cuidado, me ayudo a poner de pie, mire el desastre que había hecho.

-Lo limpiare, lo juro –levente mi mano derecha confirmando mi promesa.

-No seas tonto, ya lo haremos mañana, ven –tomo mi mano- vamos a dormir.

La seguí con gusto, una vez en la habitación, quite mi ropa solo quedando en bóxer, metiéndome bajo las sabanas, abrazándome a la cintura de bella, quedando profundamente dormido.

El resto del fin de semana y el día lunes pasaron volando, el martes por la mañana, bella me ayudaba a terminar de empacar, se le veía cabizbaja, y podía jurar que su rostro era un reflejo del mío, a las 12 en punto del medio día, estaba en el umbral de la puerta despidiéndome de mi bella, la tenía en mis brazos, ella me decía lo mucho que me extrañaría.

-Yo tambien voy a extrañarte mi amor… 

La oí suspirar, y aflojo el abrazo alrededor de mi cuello, la mire detenidamente, sus ojos estaban anegados en lagrimas.

-No, mi bella, no llores, se me parte el alma al verte llorar… -limpie sus lagrimas con mis pulgares, mirándola.

-Es que es mucho tiempo… -la oí susurrar, sorbió su nariz, bajando la mirada.

-Mi amor, te juro que un mes se nos pasara volando, además, nos veremos por Cam, no te preocupes mi cielo, estaremos en contacto diario… -bese dulcemente sus labios-

-Porque Emmett no se puede encargar de ese proyecto? –

-Mi princesa, porque Emmett, ya se ha encargado de muchos de los anteriores, ahora me toca a mi cielo… - trate de explicarle.

-Bueno –suspiro- está bien, pero prométeme que nos hablaremos diario… -reí al ver que hacia puchero, acaricie sus labios con mi dedo índice, y sonreí.

-Lo prometo –y con eso, la bese apasionadamente, luego nos separamos y me subí a mi auto, cuando arranque, vi el retrovisor,  a través de él a mi hermosa, adentrándose a la casa.

Bella POV

Era domingo, llevaba 5 días sin ver a Edward, al menos en persona, ya que todos los días, hablábamos por web Cam, ayer habíamos tenido una conversación intensa y hot, donde Edward me relataba con lujo de detalles lo que habíamos hecho, los días antes de que partiera, haciendo que me sonrojara, pareciendo un tomate cherry, creo que hasta me sentí excitada de no más pensarlo.

Hoy había decidido, ir a patinar a la pista, era día de pista libre así que, lo haría para relajarme un poco, Alice se había ido de viaje a New York, como la envidiaba, pero claro envidia de la buena, porque quisiera ser yo la que estuviera allá, rose estaba en parís, posando para fotos, del nuevo catalogo de victoria secret, y Nessie bueno Nessie, no salía de la reserva ahora que había descubierto que a ella y al chico, este, Jacob, les gustaba montar motocicleta, como le dije yo, “son detalles…”

Luego de guardar todo lo necesario en mi bolso, fui directo al garaje donde mi auto descansaba, ya que desde que Edward estaba aquí, no lo usaba mucho,  quite la lona que lo cubría, e hice abrir los seguros con el control, me subí lanzando mi bolso, al asiento del copiloto, puse la llave en el contacto, girándola, acelere en punto muerto, saliendo disparada hacia la carretera.

Media hora más tarde, ya me encontraba, estirándome, en las gradas, observando a los pequeños niños riéndose y divirtiéndose mientras se deslizaban sobre el hielo, con deliberada despreocupación.

Cuando ya hube entrado en calor, entre a la pista, practique piruetas nuevas, nuevos saltos, aumente las velocidades, la estaba pasando de lo mejor, cuando la voz chillona que menos quería oír en ese momento, irrumpió en mi tranquilidad.

-Vaya, vaya, pero miren no más quien volvió a pisar esta pista… -

-Te perdiste Tanya? Hasta donde sé, tu pista de practica esta a kilómetros de aquí –dije sin parar de hacer lo que hacía.

-Donde esta Edward? Ya se canso de ti? Porque no vino? –dijo parándose frente a mí, deje de girar, y puse mis manos sobre mi cintura.

-Deberías trabajar en un canal de chismes o algo así, te ganarías bien la vida sabes? –Dije con burla, ella frunció el ceño-

-Mira Isabella, tus ofensas me resbalan como me resbala el jabón ok? –dijo apuntándome con su dedo.

Yo simplemente me encogí de hombros, e iba a retomar mi rutina cuando me tomo del brazo, clavándome sus uñas falsas.

-Te pregunte donde esta Edward? –me miro entrecerrando los ojos.

-Suéltame! –me solté de su agarre- quien eres tú para hablarme así? Ah? No eres nadie, y no te importa donde esta Edward, te da igual si está en la ducha o simplemente está en mi cama de acuerdo? –la mire desafiante y como vi que no diría nada, me di la vuelta, alejándome de ella.

La tarde transcurrió sin contratiempos, a las 6 ya estaba bañada y en pijama, lista para encender mi computador, me senté frente a este y la encendí, mientras esperaba fui por un vaso de jugo, lo deje a un lado al volver, abriendo mis correos, tenía varias invitaciones a eventos de patinaje, pero no quería asistir a ninguno, justo cuando le iba a escribir a Edward me llego una solicitud de video llamada, me emocione, abrí la ventana, y sonreí, no era Edward pero era Alice.

-Bella!!!! –chillo cuando me vio a través de la pantalla.

-Alice, ratoncita, ¿Cómo estás?

-Hay amiga, súper bien! A que no adivinas a quien me encontré aquí en New York?

En eso la voz de alguien se oyó a lo lejos.

Alice, pequeña, puedes venir un momento?”

Mi boca se abrió en una perfecta “O”, mire a Alice con los ojos entrecerrados, y ella se veía sonrojada.

-Jasper Wintlock!!! ¿Qué demonios haces ahí? –chille a sabiendas de que podía oírme.

-Bella –me acerco a cámara- Hola!!! ¿Cómo estás?

-No me cambies el tema… -lo señale-

-Solo acompaño a Alice… ah… mmm –Alice intervino por el- él solo esta ayudándome con las bolsas de las compras bella, me lo encontré en una tienda –dijo atropelladamente-

No quise darle más vueltas al asunto, así que lo deje pasar por esta vez, seguí conversando un rato con ellos, hasta que usaron la excusa de que ya era tarde, para irse, unos 25 minutos más tarde me llego otra solicitud de video-llamada, era mi Edward.

-Hola mi amor… -dije suspirando al ver su hermoso rostro en mi pantalla.

-Mi bella, ¿Cómo estas amor? –dijo meloso. Sonreí.

-Feliz de verte, al menos por aquí –confesé.

-Amor, vamos, ya verás que estarás en mis brazos más pronto de lo que piensas, solo no pienses en los días, piensa en nosotros, así es como yo sobrellevo esto amor  -lo mire y suspire, el me lanzo un beso, al cual correspondí con una amplia sonrisa.

Seguimos hablando un rato más, hasta que tocamos un tema en cual me sonroje demasiado.

-En serio amor, te necesito, estar fundido en tu calor, saboreando tu piel, acariciando tu nívea piel... –decia Edward mientras yo me sentía con mucho calor.

-Edward… -no pude evitar el gemido que salió de mis labios- yo tambien te necesito amor… - era la verdad, me moría por tocar el cielo de su mano.

-Vamos a jugar por web Cam amor… hagamos que el otro toque el cielo –pidió Edward, agarrándome fuera de base, desprevenida, no sabía qué hacer en ese casi, nunca había hecho algo así, y creo que lo noto –no debemos hacerlo si no quieres princesa…

-No, está bien, solo me agarraste desprevenida… es todo –le sonreí.

-Cierra los ojos bella… imagina que estoy ahí contigo… -dijo con voz seductora, hice lo que me ordeno –imagina que estoy ahí, acariciando tu cuello, exhalando mi aliento sobre tus labios –mientras él hablaba, acaricie mi cuello, ladeando la cabeza levemente. –así… ahora, juego con el borde de tu pijama, mientras lamo tu cuello, paso mis manos por la suave piel de tu vientre, subiendo de a poco la pijama… -pase mis manos por las zonas que el indicaba, mi respiración comenzó a hacerse errática.

-Termino de quitar tu pijama, mis manos recorren tu piel, mandando miles de sensaciones placenteras por todo tu cuerpo, mis manos aprietan tus senos, suavemente, deslizo mis manos por tu espalda, llego al sujetador soltándolo, mientras beso apasionadamente tus labios, recorriendo con mi lengua tu boca… -cuando vine a darme cuenta solo, quedaban mis bragas, estaba comenzando a sentirme muy húmeda, esto definitivamente, era algo nuevo y excitante.

-Mmm… Edward –gemí, sin poder evitarlo.

-Bella… -su voz estaba ronca, lo oí aclararse la garganta- tomos tus redondos y perfectos pechos entre mis manos, apretándolos, mientras froto tus rosáceos pezones con uno de mis dedos –pase mis manos sobre mis pechos, acariciándolos, imaginándome que eran las manos de Edward las que me tocaban, que sus labios acariciaban los míos.

-Descendí una de mis manos, entre tus senos, por tu vientre, perdiéndose dentro de tu braga acariciando tus pliegues… -mi mano hizo el recorrido que el indicaba, hasta que mordí mi labio gimiendo, cuando me descubrí acariciándome, tenía una excitante de Edward en mi mente y eso ayudaba bastante.

-Cuando te sentí bien húmeda… introduje mi dedo en tu interior –lo oí gruñir cuando hice lo que narro- comencé a bombear en tu interior…

-Edward… -jadee, con su nombre en mis labios- Mmm

-Así mi princesa… déjame darte placer… -dijo con un tono de voz endemoniadamente sensual.

Seguí acariciándome, sintiendo ese característico cosquilleo en mi vientre bajo, Edward gruñía y en ocasiones gemía suspirando, no aguante mas, y explote, llenándome la mano de mis fluidos, gemí tan alto, que escuche un gruñido bestial de parte de él, abrí los ojos, y el estaba desnudo tambien frente a la cámara, y tenía su miembro en mano, acariciándolo, debo admitir que era la imagen mas erótica que había visto en mi vida, el eyaculando a causa de sus propias caricias.

-Wow… -sonreí, el abrí los ojos, y me miro, sonriente- esto es algo nuevo para mí… pero ha estado genial… -tome una bocanada de aire-

-Mas que genial… has hecho que me excite con solo tus gemidos y jadeos bella… eres el pecado echo mujer amor… -suspiro.

-Debo lavarme las manos… -comente, el me sonrio-

-Yo igual…, ya vuelvo –se puso de pie, y por unos instantes, tuve una sexy visión de tu trasero, redondo y paradito, agite mi cabeza sacando ese tipo de ideas de mi mente, tome mis ropas del piso, y fui al baño, lave mis manos y me vestí, aunque tuve que cambiar mis bragas, las otras estaban mojadas, cuando volví, Edward ya estaba ahí.

-Como estuvo? –

-Fue increíble Edward… definitivamente una nueva experiencia para mí…

Edward miro su reloj que descansaba en su muñeca –amor, es hora de dormir… no quiero que te enfermes –fruncí un poco el ceño, mire el reloj de la computadora y abrí los ojos como platos, pasaban de las 12 de la madrugada, el tiempo pasaba volando cuando hablaba con Edward.

-Y tú debes dormir para estar listo para dar órdenes… -comente divertida.

-Si –se rio- hasta más tarde mi amor, recuerda que te amo, duerme bien… -me lanzo un beso.

-Te amo –le devolví el beso, y cerro la conversación, yo hice lo mismo, y apague el computador, suspire, me puse de pie, y camine hacia las escaleras, apagando las luces a mi paso, cuando llegue a mi habitación, me adentre en mis sabanas, cayendo rendida. Dormiría bien aquella noche.

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Niñas mias de mi corazón!!!, no saben como las he extrañado! se que no tengo excusa, por tenerlas tan abandonaditas, pero mi cole me consume, y como estuve un tiempo fuera le perdi el hilo a la trama pero aqui estoy, con un nuevo capitulo, espero les guste, y quiero decirles que por ahí viene otro fic, bajo mi autoría!!! Espero sus comentarios y voquitos, si me los merezco!....

Capítulo 34: Capítulo 36:

 
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