Bella POV

Tic...tic...tic... ese sonidito me estaba sacando de quicio, abri los ojos, y enfoque unas paredes blancas, una gran ventana, con cortinas que la cubrian de un color pastel, sobre mi cabeza habia una lampara con una luz cegadora, y a mi aldo una mesa, con un florero el cual contenia unas rosas rojas hermosas, y un osito de peluche, que ternura, oi un carraspeo y me tense, y gire mi vista para perderme en esos orbes verdes, que tanto me hacian perder la cabeza, el tenia una sonrisa torcida en su rostro, y mi corazoon comenzo a palpitar rapidamente, para mi mala suerte, el aparato a mi lado comenzo a sonar como loco, lo que me provoco un gran sonrojo.

- Buenos Dias bella - dijo con su voz aterciopelada, que tanto me gusta oir ¿bella que te pasa? sacudi mi cabeza sacando esos pensamientos.

- buenos dias edward - mi voz estaba ronca, asi que la aclare un poco.

- lo siento - solto de golpe, eso me confundio de sobre manera.

- que sientes? - pregunte sin poder ocultar mi curiosidad.

- el que estes aqui es mi culpa - confeso, por un momento me desconcerto su respuesta, no entendia, pero entonces los recuerdos de la noche anterior me asaltaron, Lucas, dolor, lagrimas, auto, nada.

- fuiste tu? el que iba conduciendo? - 

- si, cuanto lo siento, no fue mi intension, es que derrepente apareciste... - no lo deje continuar.

- edward callate, no fue tu culpa, fui una irresponsable, lo siento, no debi atravesarme en medio de la calle - era verdad, habia salido corriendo como una cobarde.

- mmm culpa a mitad y mitad? - sonrió.

- de acuerdo - le devolvi el gesto.

- por cierto, gracias - le dije despues de un rato.

- por que? - parecio confundido.

- por las flores - aclare, estaba casi segura que habia sido el.

- como supiste que eran mias? - 

- intuision - sonrei.

- bueno me parecieron un lindo gesto - se encojio de hombros.

- si - asenti.

- te puedo hacer una pregunta? - me miro fijamente.

- claro - pero inmediatamente me arrepenti.

- porque corrias? - el no apartaba su mirada de mi, como evaluando mi reaccion.

- ammm.... bueno... - que le iba a decir?... no podia decirle, edward lo que pasa es que le tengo fobia a mi ex pareja, no, me llamaria loca. 

- Bella!!! - alice entro corriendo a la habitacion, suspire tranquila, le debia una a alice.

- alice!!! - ella me abrazo efusiva y yo le devolvi el gesto.

- bellitaaaa - entro ness, y mas atras rose, todas sonrieron, la sonrisa de rose flaqueo cuando vio a edward pero se recompuso.

Todas me abrazaron, y me dieron un beso en la mejilla, saludaron a edward, tambien, eso me dejo impresionada, y mire a alice, ella me hizo una seña de que despues hablariamos, rose me lanzo una mirada de advertencia, y ness como siempre perdida en el ciber espacio.

Estuvimos la mañana hablando, edward hablaba con alice y ness como si conocieran de toda la vida, rose por otro lado era muy distante, aunque no se quedaba callada y tambien contribuia en la conversacion, a eso de las 11 am, llego una enfermera con mi salida autorizada, alice le pidio a edward, bueno mas bien le ordeno que saliera mientras ella me ayudaban a arreglarme lo cual no era cierto, yo estaba perfectamente bien, me podia arreglar sola, pero claro, ella querian explicaciones.

- chicas prometo que les contare todo cuando lleguemos a casa si? - al menos era una hora sin que me molestaran.

- esta bien, hoy nos quedaremos en casa de bella - todas asintieron, ninguna se atrevia a llevarle a contraria a rose, por que ella era como nuestra mama, jaja, y eso que solo nos llevaba a mi 3 años y a ali y a ness 4, pero era muy mandona y sobreprotectora, pero eso nos hacia sentornos seguras cone lla, ademas todas eramos el apoyo de todas.

Cuando estuve lista salimos de la habitacion, y edward nos esperaba apoyado de la pared, sonrio cuando poso sus ojos en mis manos que llevaban las flores que el me habia llevado aquella mañana, alice empujo a rose y a ness fuera del hospital dejandome con edward, ahora le debia dos.

- bueno, creo que esto es un adios - dije con aire triste.

- un adios no bella, un hasta luego, no sera la ultima vez que nos veamos, lo prometo - no se por que pero esa promesa me hizo sonreir.

- entonces has luego edward - en ese momento una idea cruzo por mi idea y me sonroje el lo noto.

- en que piensas? - hay dios que pena, pero tenia que salir de la duda.

- bueno veras... recuerdas el dia que fuimos a almorzar y yo me fui de copas? - esto si era dificil, mis manos estaban sudadas, y estaba tartamudeando.

- si, lo recuerdo perfectamente - al menos uno de los dos recordaba lo que habia pasado ese dia.

- bueno... mmm... yo qu queria saber.. si.. si hicimos... al alg algo - ok, parecia una boba.

- no bella, no te preocupes, entre nosotros no paso nada, lo juro - tomo una de mis manos y me sonrio calidamente dandome valor. Pero un pequeño sonrojo asomo en sus mejillas se veia adorable.

Sonrei, y me quite un peso de encima, suspire aliviada.

- bueno, creo que eso es todo - dije.

- hola hijo - en ese momento llego un hombre alto, de piel blanca, cabello rubio, y ojos grices, a nuestro encuentro.

- hola papa, mira bella el es mi padre, el dr. carlisle cullen, papa ella es m... ella es bella - habia oido bn? el iba a decir mi bella? dios, creo que estar aqui me estaba volviendo loca.

- un gusto pequeña - me tendio su mano y yo la tome nerviosa.

- el gusto es mio señor - el sonrio y nego.

- no me llames señor, solo carlisle - asenti.

Mi telefono vibro en mi bolsillo, lo tomo y era un mensaje.

*bella podrias mover tu trasero, era solo para despedirte no para hablar, como si estuvieras en cadena nacional*

Alice siempre tan impaciente.

- bueno, señor cullen, edward, me tengo que ir, adios - ellos asintieron y me vieron partir, sentia sus miradas en mi espalda, sali de ahi rapidamente.

Llegue al auto y me subi, y rose condujo hasta mi casa, cuando llegamos nos bajamos y nos acomodamos en el interior de mi mansion, prendimos la chimenea, y preparamos palomitos y biberes, cuando estuvo todo listo en la sala, empezo el bombardeo de preguntas, yo suspire audiblemente y empece a contar todo.

Y apenas empezaba la tarde