Bella POV

Dios... estaba cansada, ya no podia ni con mi alma, que noche habia pasado, edward no me dio ni un respiro sino hasta las 5 de la mañana, y bien que se lo agradecia, habia tenido una noche desenfrenada de sexo, ya pareciamos conejos expertos en la materia.

Gire sobre mi cuerpo, dandole la espalda a mi acompañante, abrazandome a mi almohala, suspire, el brazo de edward rodeo mi cintura, atrayendome hacia el, sonrei internamente, senti su mano acariciar mi pelvis, mordi mi labio, pero no me movi, bajo tu mano a mi pierna y la separo levemente de la otra, acaricio mi muslo interno, y comence a respirar agitada, recorrio mi pelvis con la yema de sus dedos, y su mano se perdio entre los pliegues de mi sexo, lami mis labios con anciedad, mientras sentia como sus dedos hacian maravillas dentro de mi.

- eres mia bella... -susurro contra mi oido, haciendo que mi piel se erizara.

- solo tuya edward... - dije con voz entrecortada.

Senti ese calor acumularse en mi vientre bajo, y aprete la almohada entre mis dedos, unas estocadas mas con sus dedos, y la burbuja de placer se rompio, esparciendose por todo mi cuerpo, me entremeci durante unos instantes, y me gire abrazandolo.

- eres maravilloso... -sonrei con picardia, y el me respondio de la misma manera.

- buenos dias mi bella hermosa -sonrio acariciando mi mejilla dandome un casto pero dulce beso.

- buenos dias mi vida -le sonrei de vuelta, y suspire, mi estomago rugio - creo que tanta actividad nocturna me ha dado hambre - comente sonrojada.

- vamos a comer entonces amor, pero! -sonrio- comeremos fuera... - se levanto de la cama, y entro al baño dejandome en la cama analizando la informacion...

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- edward mira mira mira!!! - chille señalando la fuente frente a nosotros, parecia una niña chiquita, me habia tomado fotos en todos los monumentos por los que habiamos pasado, para llegar al restoran.

- posa amor -me sonrei preparando la camara, me ubique frente a la fuente y sonrei, esperando el flash de la camara que indicaria otra foto mas para recordar nuestro viaje.

Luego de muchos monumentos, y el doble de fotos, llegamos al lugar, era pequeño, pero elegante, con un toque rustico, pero a la vez de elite, edward abrio la puerta para mi, y entro tras de mi, miramos a nuestro alrededor, edward rodeo mi cintura con su brazo y me guio a una mesa, tomamos haciento y esperamos a ser atendidos...

- Buongiorno, che posso fare per voi?(*) - dijo un camarero acercandose a nosotros, parandoce a un lado de la mesa, mire a edward con la duda en el rostro y el comprendio lo que queria decirle.

- Non si parla spagnolo?(*) - respondio edard, con un acento que lo hizo ver mas sexy de lo que ya era, lo mire sorprendida, no sabia que el podia hablar italiano.

- Se sì, certo(*) -respondio - que puedo servirles? - hablo con un acento extraño, tube que contener la risa, mire la carta y todo estaba en italiano, edward junto con el camarero, me explicaron cada plato, al final me decidi, por algo tradicional, una pasta a la boloña, total eran las 11:34 am, ya casi hora del almuerzo... Edward tambien ordeno lo mismo, asi que mientras esperabamos charlabamos de lo que hariamos en el resto del viaje.

Hubo un momento de silencio cuando uno de los encargados se me acerco y me entrego una rosa -de parte del señor de la mesa del fondo -señalo con la cabeza al mismo tiempo que me giraba para ver, un hombre, como de unos 25 años, cabello negro, ojos chicos, de color ambar,me sonreia sin pena, me acomode de nuevo en mi asiento, y mire a edward, que tenia la mirada perdida en algun lugar de la mesa, con sus manos cerradas en puños, extendi una de las mias, y acaricie una de la suyas.

- ni en italia, pueden dejarte tranquila - dijo entre dientes, lanzandome una mirada molesta. Eso me confundio ¿que habia echo yo?.

- edward calmate, no es nada de otro mundo -tome la flor- es solo una rosa -la coloque a un lado, y lo mire. En eso el mesero trajo los platos y las bebidas, trate de hablarle pero comenzo a comer, y me vi en la obligacion de hacer lo mismo, en intervalos de tiempo, trataba de hablar, pero el me ignoraba, Ok! estaba siendo muy grosero, sus celos me molestan, ¿es que acaso no sabe que estoy enamorada de el? ¿o no he sido demaciado clara?. Como el termino primero que yo, se levanto y se fue a lo que supuse era el baño, cuando estaba probando mi ultimo bocado, senti a alguin pararse a mi lado, alce la vista y era el hombre de la rosa.

- hola señorita -sonrio haciendo un leve saludo con la cabeza.

- hola - respondi, mirando hacia la puerta del baño, y al hombre, el baño, al hombre.

- soy Dereck -extendio su mano hacia mi, bueno no podia ser descortez, extendi la mia, y la estreche - bella -conteste.

- un placer bella -dijo antes de depositar un beso en mi mano, me sonroje instantaneamente.

Se oyo un carraspeo, y desee que la tierra me tragara, edward nos miraba con ira en sus ojos, sobre todo al hombre que aun sostenia mi mano, la cual retire ante la mirada asesina de mi novio.

- dereck, el es edward - lo señale con algo de nerviosismo.

- su novio - completo el.

- un placer edward - extendio su mano hacia edward, el cual la estrecho solo unos instantes.

- si, claro, mmm bella debemos irnos... ya! - tomo mi mano y me halo hacia su cuerpo, rodeando mi cintura, con un agil movimiento. 

- fue un placer bella... edward -dicho esto edward practicamente me arrastro fuera del lugar, una vez afuera, me solto, y se alejo unos pasos, de mi, eso me molesto, se supone que somos pareja, debe haber confianza, y el me estaba demostrando que no tenia la suficiente confianza en mi.

- edward... -lo llame, nada, ni se inmuto, solo caminaba ahi, a mi lado, sin decir ni media palabra, era como ir con un mudo- Edward, te estoy hablando  - alze un poco mas la voz.

Se detuvo y me miro, se acerco a mi, y tomo mi rostro entre sus manos plantandome un apasionado beso en los labios, no se el porque de su estado de animo, pero correspondi, al fin y al cabo, ¿que mas podia hacer?...

- lo siento... - susurro contra mis labios - lo siento, lo siento, lo siento, perdoname... se que soy una bestia, pero no puedo evitarlo, tu eres mia... y no me gusta que otros te miren ni tengan atenciones contigo - dijo mientras medaba besitos. Lo mire con ternura, y acaricie su mejilla- No te preocupe amor... - le sonrei y le di un beso, el cual el correspondio gustoso.

Luego de ese pequeño percanse, fuimos con nuestras manos unidas, a seguir recorriendo la cuidad, tomando mas fotos, y disfrutando de nuestro dia. Cuando llegamos a casa, dejamos las pocas cosas que habiamos comprado sobre la mesa del recibidor, y subimos a la habitacion, iba a abrir la puerta cuando edward me tomo de la cintura, y me hizo girarme, atacando mis labios con un beso furioso, lleno de deseo y pasion, mientras sus manos presurosas, quitaban mi blusa, seguida de mi sujetador.

- te deseo mi bella... - susurro entre besos, yo sin quedarme atras, quite su camisa lanzandola al pasillo, acaricie su marcado contorno, dejandome llevar por el deseo que embargada mi cuerpo, con dedos agiles, desabroche su pantalon, y con el mismo, lo baje, dejandolo solo en boxer, el me miro y guiño un ojo, hizo lo mismo conmigo dejandome en pantys, poso sus manos en mis muslos y me alzo en vilo, haciendo que rodeara su cintura con mis piernas, su gran ereccion choco con mi sexo, arrancandome un gemido de los labios, que fue callado por los besos que edward me proporcionaba, en un rapido movimiento, me sento sobre un pequeño muro que habia en el pasillo, y acaricio mis piernas, con devocion, deteniendoce en mis rodillas, flexionandolas de a poco.

- quiero poseerte... - gruño con voz agitada. Yo no podia hablar, mi cuerpo no me obedecia, solo queria sentirlo dentro de mi, con dificultad baje su boxer, dejando ver su ya muy excitado miembro, se me hizo agua la boca, tube que tragar audiblemente para disipar el nudo que se habia formado en mi garganta. Sus manos, suaves como plumas pero firmes fueron dejando al descubierto mi sexo, me orillo sobre el muro, y me penetro con fuerza, casi con violencia, clave mis uñas en su espalda, sintiendome en el cielo. Comenzo su vaiven de caderas, haciendo que mis gemidos se mezclaran con sus gruñidos, que eran musica para mis oidos, apreto mis nalgas, atrayendome mas a si, haciendo la sensacion mas intensa y placentera... Mis labios recorrian su cuello en toda la extension, dejando ricos besos, y humedos lametones, cerre los ojos al sentir una de sus manos jugar con uno de mis senos, acaricie su espalda, deteniendome en sus hombros... Hizo sus movimientos freneticos, dandome el maximo placer, tanto que unas enbestidas mas hizo que me corriera salvajemente, soltando un grito de placer, secundado por su gruñido bestial, de su parte...