Me dieron la entrada y tome otra gran bocanada de aire, contuve el aliento y salí, cuando mis patines tocaron el hielo me sentí segura y preparada para dar un gran espectáculo. La música comenzó a sonar de fondo, era una canción instrumental, específicamente piano, amaba el sonido del piano, era una gran admiradora de todo aquel que tocara tan hermoso instrumento, y en cada una de mi coreografía piano era lo que sonaba... Comencé a moverme, deslizándome, saltando, girando, por un  momento cerré los ojos y me deje llevar.

Patinando me sentía libre, olvidaba mis penas y dolores, desaparecían mis pesares, se aplacaban mis miedos, seguí moviéndome, olvidándome de todo, oía las aclamaciones del público, sabía que contaba con el apoyo de mis fans, pero mi burbuja de tranquilidad se rompió cuando oí la nota que indicaba que se acercaba el final, así que me concentre aun mas y llego el momento de mi "Axel"(*)... Tome aire y...Todo un éxito, logre hacerlo sin ningún  problema, sonreí triunfadora, la coreografía acabo y el publico estallo en aplausos y gritos, les di mi reverencia y salí de la pista.

Me llamo Isabella Swan, mis amigos me dicen Bella, dentro de la pista de hielo y para los fans era "El Ángel", me habían apodado así por mi estilo en la pista: Delicado, suave, lento y coqueto. Pocos errores había cometido, y después de un tiempo me volví una de las mejores.

Me encontraba compitiendo en los locales, junto a mis amigas, Rosalie Hale, Alice Brandon y Renesmee McCarthy, para los amigos Rose, Ali y Nessie, al igual que yo, todas teníamos un estilo en la pista único y especial, así que ellas tambien tenían sus apodos: La Sexy Vampira, El Duendecillo, y La Inmortal. Rose era muy pero muy sexy en el hielo, sus movimientos eran muy coquetos y sensuales y ni hablar de sus trajes, que apenas cubrían lo necesario, en fin, la mayoría de sus fans eran hombres.

La Duendecillo, Ali era de pequeña estatura, finas fracciones, y era muy ágil, casi de plastilina, esa pequeña era muy escurridiza, sus movimientos eran muy rápidos, algunos tienen la teoría de que es debido a su tamaño, pero al fin y al cabo ¿que más daba? 

La Inmortal, Nessie era la más nueva del grupo, su apodo viene desde hace dos años atrás, cuando tuvo un accidente y sufrió problemas en la columna, los médicos no fueron alentadores, dijeron que ella jamás podría volver a patinar, pero ella no se rindió, asistió a todas sus rehabilitaciones, siguió todas las indicaciones de su médico, y lo logro, un día llego a entrenar y desde entonces le llaman así.

- Bella ¡estuviste estupenda, lo hiciste maravilloso - dijo Alice llegando a mi, y dándome un muy fuerte abrazo, ¿mencione lo efusiva que es esta pequeña?

- Shhh, sabes las reglas mi pequeña duende - dije saliendo de su abrazo sofocante.

- Perdón angelita, se me olvida - dijo burlona. Los apodos habían sido una buena idea, porque así manteníamos en secreto nuestra identidad frente a los paparazzi, aun que algunos habían llegado a saber más que solo nuestros nombres, pero no eran problema.

- Jejejeje, a todas nos pasa de vez en cuando - dijo Nessie llegando a nuestro lado.

- Oye, pero si es la zombi viviente - se burlo Alice, estas niñas se metían unas con las otras, burlándose de sus apodos.

- Oh, cállate elastigirl - contraataco Ness.

- No soy elastigirl - chillo Ali.

- Y yo no soy un zombi  - dijo Ness, cruzándose de brazos.

- Ok, prometo no llamarte zombi si tu no me llamas elastigirl - dijo Ali, Nessie pareció pensarlo por un momento y asintió, las dos sonrieron y se abrazaron.

- Hay que lindo, una reconciliación - llego Rose.

- jejejeje, hola vampi, como estuvo? - cuestione.

- Magnifico, como siempre, de veras eres el ángel del hielo - dijo abrazándome.

- Gracias - dije correspondiendo a su abrazo, Nessie se disculpo y fue a hablar con uno de los entrenadores, yo espere mis resultados, cuando me los dieron fuimos a cambiarnos, ahí en los vestidores estaban nuestras "amigas" de toda la vida, nótese el sarcasmo. Nada más y nada menos que las zorritas que representaban Seattle.

- Vaya, vaya, vaya, pero mira que nos trajo el rio, si son nada más y nada menos que las 3 hijas de Lucifer - dijo Tanya, su líder, con desprecio.

- Hay tu siempre tan bonita, como les fue hoy pingüinos sin gracia? - esa fue Rose.

- De maravilla rubiecita, de maravilla - dijo ella mirando sus uñas.

- Pero no mejor que ha nosotras, cierto? - para esto ni Tanya ni ninguna de sus estúpidas amigas tenían respuesta.

- Eso pensé - dijo Rose, sacudió su cabello con superioridad y se dio la vuelta, al fin de cuentas nos cambiamos en otro vestidor.

Salimos de camerinos, y nos deponíamos a marcharnos, Ness nos alcanzo en la puerta, cuando estas se abrieron, ya íbamos preparadas mentalmente para lo que se nos venía, los paparazzi y los fans, nos rodearon enseguida, pidiendo fotos y autógrafos, los paparazzi haciendo preguntas, lo mismo de siempre, llego nuestra camioneta y nos disculpamos.

Una vez adentro todas soltamos un suspiro, Rose y Ali se pusieron a hablar de trivialidades, Ness de durmió y yo me puse a leer. Cuando llegamos a nuestra habitación de hotel, Rose se fue directo a la cama, no era tarde, eran como las 4 pm, estábamos muertas, nos habíamos levantado a las 5 am, todas ya estaban cambiadas y en sus camas cuando Ali hablo.

- Chicas vamos a salir esta noche - dijo entusiasmada.

- Alice, yo estoy muy cansada, vayan ustedes - dije soltando un bostezo.

- Pero Bella, es nuestro último día aquí, anda di que si - suplico Ness.

- Anda Bella, será divertido - sentencio Rose.

- Está bien - dije en un suspiro derrotado.

Después de nuestra pequeña charla, nos quedamos dormidas, teníamos 3 horas para dormir, a las 7 Alice nos levantaría para arreglarnos.