RECUPERANDO TU AMOR (+18)SUMMARY:

Autor: AlienaCullen
Género: Romance
Fecha Creación: 07/07/2011
Fecha Actualización: 25/05/2012
Finalizado: SI
Votos: 15
Comentarios: 103
Visitas: 100816
Capítulos: 40

 Disclaimer: Los personajes que aparecen en esta historia no me pertenecen, pertenecen a la amravillosa SM, yo solo juego con ellos.


SUMMARY:

Edward Cullen no tuvo mas remedio que separarse de su esposa Isabella Swan, obligado por las circunstancias. Cinco años después un acciente fortuito hace que se reencuentren. Edward se enteta de que Bella vuelve al pueblo y ésperando verse pronto libre de esas circunstancias y de momento enfrentándose a ellas, decide hacer lo que debería haber hecho hace tiempo:luchar por ella y recuperar su amor.

 

 

 

 

PROLOGO

No sabía en qué momento exacto me había enamorado de Bella Swan. Solo sabía que la había amado toda mi vida. Yo creo que ya estaba enamorado de ella cuando a la edad de diez años mis padres, Edward y Elizabeth junto con los de Rose, William y Rosalie,  morían en aquel horrible accidente de tráfico,  y los Swan me acogieron en su casa como a un hijo mas.

Pero  los celos enfermizos de una persona sin escrúpulos, mala y despiadada y el ansia de venganza de otra no menos despiadada, nos habían separado de la manera más cruel.

Emmet, se había quedado dormido a mi lado. Eche hacia atrás el respaldo del asiento del avión que me llevaba cada vez más cerca de ella, en un intento por dormirme. En cuanto cerré los ojos mi mente evoco cada uno de los momentos vividos a su lado. Me abstraje del tal manera, que casi podía sentir sus manos acariciándome, sus labios besándome, su olor… hasta que la voz de la azafata anunciando la llegada del vuelo me saco de mi sueño.

Mientras caminaba por el largo pasillo, mi corazón latía furiosamente, los nervios se me  habían acumulado en el estomago nada más cruzar la puerta del hospital. Hoy la vería después de cinco interminables años, en los que no he dejado de adorarla, amarla y recordarla ni un solo instante. Cinco largos años en los que no he dejado de odiarme a mí mismo por lo que la hice. ¿Cómo pude ser capaz? ¡Dios, me siento tan miserable! ¿Cómo va poder ella perdonarme algún día si yo mismo no puedo?

Mi madre adoptiva, René Swan, aun  estaba en la UCI y allí solo podía estar una persona. Rose dijo que se quedaba con ella mientras Emmet y yo nos fuimos a buscar a Bella. Cuando mi hermano y yo llegamos al mostrador, Emmet se dirigió a la enfermera para preguntar por mi amor.

__ Hola buenos días ¿La Doctora Swan, por favor?

__ Estoy aquí hermano, __  dijo una hermosa voz detrás de mí y al instante todos mis sentidos se pusieron en alerta. Me volví como en cámara lenta y allí estaba ella, tan preciosa,  tan dulce, tan real después de años de recordarla. Recuerdos, que no la habían hecho ninguna justicia. Estaba mucho más guapa que en mis sueños, mas mujer,  el embarazo y el haber tenido una hija le habían sentado genial. La ropa que traía puesta, el típico pijama y bata verde con el que solía vestirse un médico,  me intimidaba, nunca la había visto vestida así. Nos quedamos mirando durante un largo rato, cada uno sumergido en la mirada del otro, como antes, como siempre hacíamos, de repente todo el dolor y el sufrimiento parecían haberse borrado, solo estábamos ella y yo. No había nadie más. Mi corazón parecía que iba a salirse de mi pecho,  mi piel estaba erizada y mi cuerpo, bueno mi cuerpo era un caso aparte

__ ¿no me vas a saludar? , __ dije adelantándome hacia ella con intención de darle un beso en la mejilla

__ Hola Edward, __  dijo echándose para atrás totalmente impactada de verme ahí, estaba claro que no me esperaba. __ ¿Qué tal?

__  Bien, __   Conteste  con el corazón encogido por el dolor del rechazo, __ tú estás muy guapa. _  Dije mirándola con amor, con ese amor que sentía por ella, con adoración con ternura.

__  Gracias, __  dijo sonrojándose y devolviéndome la mirada con esa expresión que ponía siempre que estaba preguntándose algo

__ ¿De verdad está todo bien? , __   la volví a preguntar

__  Bueno ahora mejor, ya paso el susto. __  Y volvimos a perdernos el uno en la mirada del otro. ¡Dios, Como amaba a esa mujer! Que ganas de estrecharla en mis brazos y besarla hasta dejarla sin aliento. Y como si mi cuerpo obedeciera una orden de mi subconsciente, me acerque a ella y la abrace.  Que maravilloso era volver a sentir en mis brazos ese delicado cuerpo que tan bien encajaba en el mío, volver a disfrutar de ese olor que no había cambiado con el tiempo, volver  a rozar su piel. Pero ella después de devolverme el gesto durante un maravilloso momento,  rompió el abrazo.

__  ¿Dónde está Tanya?,-__ dijo preguntándome por la mujer que yo más odiaba en este mundo y rompiendo la magia del  encuentro.

__ Ella no ha venido Bella, hemos venido solos Emmet y yo

__ Bella ¿Cómo estás?, __ dijo Emmet rompiendo la tensión.

___Bien, bastante bien… dentro de lo que cabe, __  contesto ella. Yo era incapaz de apartar la mirada de su rostro, era tan hermosa  __ ¿Habéis visto ya a mama?__  Pregunto.

__ Si Rose nos fue a recoger al aeropuerto. Vinimos directamente para acá. No hemos podido hablar mucho con ella, ya sabes que en la UCI no puede estar más de una persona, así que hemos tenido que entrar de uno en uno. Rose se ha quedado con ella y nosotros hemos venido a buscarte, queríamos verte.

__ ¡Mama, mama! , __  dijo de repente una voz detrás de nosotros__, ¡Tía! dijeron otras dos. _  Bella se volvió en el acto y los miro a los tres críos con una cara de muy pocos amigos y ellos captaron el mensaje.

__  Vale, vale, ya lo pillamos, en un hospital no se chilla, dijo Gabriela. Al tiempo que el móvil de Bella vibraba en su bolsillo.

__ ¿Sí? _  contesto ella a la vez que mis sobrinos se tiraban encima mío y de mi hermano para saludarnos. Note como Gabriela se quedaba atrás retraída, yo quería acercarme, tomarla en mis brazos y darla un beso pero…no sabía si era prudente. La niña me miraba  fijamente y de repente una sonrisa ilumino su cara.

_ En un hospital no se chilla  _  dijo Bella encarando a las tres figuras que ahora la miraban un poco temerosos _  y tampoco se deja por ahí abandonadas a las niñeras. No veo a Emily por ningún sitio ¿Sabéis donde está?

_  Yo creía que venía detrás de nosotros _  dijo mi sobrino Peter con cara de inocencia.

_  ¿Eso creíais? Pues mira que acaba de llamarme por teléfono para preguntarme si estáis conmigo, porque se ha parado a hablar con  una amiga y de repente habéis desaparecido de su vista.

__  Pues eso __  dijo Gabriela que seguía mirándome de reojo – se ha parado a hablar con Charlotte y nosotros teníamos prisa por saber cómo estaba abu René.

__ A abu René todavía no la han puesto en una habitación con una camita y donde está los niños no pueden pasar. Así que ahora nos vamos a ir a la cafetería a tomar algo mientras esperamos que la trasladen y luego os vais a ir a la guardería del centro porque Emily se ha tenido que marchar  ¿Ok?

Bella en ese momento se dio cuenta que mi hija no hacía más que mirarnos, sobre todo a mí que me estaba poniendo más nervioso aun de lo que estaba. Aunque tengo que reconocer que estaba disfrutando viéndola ejercer su papel de madre ¡Se le daba tan bien! Parecía que hasta incluso los dos diablos que tengo por sobrinos la tenían un respeto.

__ Gaby hija, mira, estos son tu tío Emmet, el padre de Tony y Peter

__ Hola tío Emmet. __ dijo Gabriela dándole un beso y un abrazo.

__ Y este es __ continúo  Bella y yo me prepare para recibir una bofetada emocional, pues sabía que me iba a presentar como su tío. ¡Dios bendito! Hasta eso me había negado esa zorra que tenia por esposa. Pero no estaba preparado para esto, juro, que no lo estaba.

__ ¡Papa!__ dijo Gabriela, tirándose a mis brazos.__ Tú eres mi papa ¿Verdad? Si, si lo eres,  eres igualito a la foto que mi mama me dio.

__No podía dar crédito a mis oídos. No puedo describir la emoción y la alegría que me embargo en ese momento. MI niña sabía quien era yo. Bella la había hablado de mí.

 Me quede mirando incrédulo a mi hermosa Bella, a mi niña, a la que consideraba mi mujer,  mi verdadera  esposa, aunque un montón de papeles sin sentido dijeran otra cosa. Ella me sostuvo la mirada, esa mirada de ojos chocolate en la que solía perderme.

__ Tú, ¿La has hablado de mí?

__Tenía derecho a saber

 

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Capítulo 36: Alice e Isabella

DISCLAIMER: Ninguno de los personajes que aparecen en esta historia me pertenecen. Son propiedad exclusiva de S. Meyer. Yo solo juego con ellos. Unicamente el personaje de Gaby es de mi invención.

Capítulo 36: Alice e Isabella.

Pov Edward

Los días al lado de mi Bella, mi hija y el resto de mi familia, iban pasando en completa armonía. Yo era feliz, viéndolas felices a ellas, solo eso me bastaba.

Una noche nos encontrábamos en la cocina preparando la cena cuando el timbre sonó. No nos sorprendió encontrarnos a Jacob pues venía muchas veces a invitarse a cenar cuando Nessie tenía guardia, pero lo que si nos sorprendió fue ver a Kate. Los dos tenían una cara muy seria, eso no presagiaba nada bueno. Les hicimos pasar al salón y después de mandar a Gaby a la Sala de Juegos, como siempre, les miramos para que nos dijesen que pasaba.

Bueno pues  veníamos a decirosempezó Kate  a contarnosque  ayer por la mañana encontraron a Tanya muerta en su celda, se cree que de una paliza ya que se había enfrentado verbalmente el día anterior por la mañana a una interna que, al igual que ella era de alto riesgo. Tienen que hacerle la autopsia para confirmarlo. Yo he venido en calidad de abogado de la acusación para verificar la muerte.

Ante esa información  Bella y yo nos quedamos quietos, sin nada que decir, fríos diría yo, impasibles, no íbamos a ponernos a saltar ni a gritar de júbilo pues no creo que nunca se deba celebrar la muerte de nadie, pero no podíamos evitar sentir alivio, al menos yo. Tenía el temor,  y a veces soñaba con ello,  de  que algún día podía escapar de aquel sanatorio mental donde estaba y venir de nuevo contra nosotros.  Pero intentaba tranquilizarme diciéndome a mismo que sería muy difícil. Conocía por desgracia, a la perfección ese hospital. Las medidas de seguridad eran máximas pues había enfermos mentales muy peligrosos por eso no entendía muy bien como una presa había conseguido llegar hasta otra y matarla de una paliza, pero supongo que hecha la ley, hecha también la trampa.

¿Y que es de Athenodora  y  Renata? preguntó mi Bella. Sabía de sobra que tenía con ellas el mismo temor que yo con Tanya, a pesar de que procurábamos no hablar del tema.

No te preocupes Belladijo Jacob—,  esas no os volverán  a molestar. La mayor parte de su dinero se lo ha quedado el estado para saldar las deudas que tenían contraídas. Están arruinadas, no tienen recursos ni medios para arremeter contra vosotros, no pueden recibir visitas por lo que no pueden mandar a nadie y en caso de que las recibieran no tienen el dinero para pagar.

¿Qué ha sido de Carmen?, ¿sabéis algo?pregunté

Ya sabes que le dio  un poder a Garrett  para administrar los pocos bienes que le quedaban, así que tengo constancia de que está junto a Eleazar pasando su luna de miel  en las cálidas playas de Acapulco, donde se casaron hace así como dos semanas. Ahora que nadie los persigue tienen pensado regresar  para que su ya marido pueda volver a retomar el mando de la empresa junto a su hija Corín.

Pues me alegro mucho por elladije sinceramente–. Pudo habernos negado en su momento las escrituras de la propiedad de Emmett y no lo hizo.

¿Y Garrett?,  ¿cómo no ha venido contigo?

Ufff,  no menciones al diablo por favorrespondió con sorna a una confundida Bella–. Tranquila amiga no nos pasa nada, solo que se está preparando las oposiciones para Fiscal general del Estado y está de un gruñón…

Vaya, así que por fin decidió dejar la práctica privada.

Ya sabes que siempre le gustó estar del lado de la acusación, claro cuando está es legítima y el culpable es verdaderamente culpable, aun cuando todavía no lo haya demostrado.

Seguimos con nuestra agradable charla un rato más y luego se despidieron. Jacob tenía que levantarse temprano al día siguiente para ir al trabajo y Kate tenía que coger un avión. Se quedaría a dormir  en casa de Alice ya que quería pasar algo de tiempo con sus hermanos antes de coger  el vuelo que la llevaría de vuelta a Washington.

¿Cómo te sientes por lo de Tanya?le pregunté sabiendo que sus hormonas de embarazada podían jugarle una mala pasada.

Pues que quieres que te diga, no estoy dando saltos de alegría pero tampoco me entristezco, solo puedo sentir alivio. Pero si te soy sincera por más que me digáis todavía no meo de Athenodora y Renata.

Ellas no pueden escapar de allí amor, las medidas son muy estrictas y no tienen, repito,  no tienen, la capacidad económica para intentar algo contra nosotros, así que relájate y vive Bella, vive que ya es momento de que lo hagamos.

Tienes razón —dijo acurrucándose contra mi pecho. Empecé a acariciarle el pelo y la espalda en un gesto consolador mientras le cantaba su nana. Poco a poco el sueño la venció.

Las navidades habían llegado con más rapidez de lo esperado. ¿Quién me lo iba decir? Ya hacía un año que Bella regresó al pueblo, que Tanya y Aro habían salido de nuestras vidas,  y que todo empezó de nuevo a recuperar su lugar. Fueron unas navidades hermosas, más hermosas aún que las anteriores porque ya éramos libres, éramos de nuevo marido y mujer e íbamos a tener un nuevo hijo como prueba del amor que nos profesábamos.

Por fin llegó enero  y con ese mes llegaba el final del embarazo de mi amor, pronto conoceríamos a nuestra hija, pronto la tendría en mis brazos, la acunaría, alimentaria y ayudaría a Bella en lo que fuera necesario

¿Te sientes muy cansada amor?le pregunté mientras la llevaba en brazos a nuestra habitación.

Cansada no, extraña, tengo calambres en la espalda, me temo que me queda poco. ¿Edward?

amor.

Quiero pedirte un favor, cuando me empiece a poner de parto no es necesario que salgamos corriendo al hospital, así que tranquilízate para que yo también esté tranquila. Coge a Gaby, la llevas con mi madre y cuando las contracciones sean seguidas nos vamos para allá.

De acuerdo —le contesté no muy convencido ¿Cómo podía pretender que no me pusiera nervioso?  ¿necesitas algo?le pregunté mientras le daba un masaje en los pies, cosa que ella agradecía pues de estar tanto tiempo de pie en el hospital se le ponían como botas.

—¿Queda helado de fresa y limón? su nuevo antojo.

Sí,  voy a traértelo, no te muevas.

Hombre pues tenía pensado ponerme a entrenar para una Maratón  me dijo con sorna.

Ya sabes a lo que me refiero, amor, no quiero que te metas en la ducha tu sola podrías resbalar y

Anda llévame al cuarto de baño que necesito entrar y  vete a traerme el helado que lo que a ti te gusta es meterte en  la ducha conmigo.

Algo de eso hay —le dije en tono sugerente.

Bajé a la cocina a por su helado. Estaba abriendo la nevera para sacarlo cuando escuché que me llamaba a gritos desde arriba. Tal era la potencia de los gritos que Gaby también salió asustada de la habitación. Cuando llegué me asusté todavía más al verla tan¿nerviosa?

Gaby, cariño, el bebé ya viene y mamá se tiene que ir a tenerlo al hospital. No, no puedes venirle dijo anticipándose a la pregunta de la niña–, así que necesito que vayas a tu habitación, te vistas rápidamente para que tu padre te acerque cuanto antes a casa de la abuela ¿ok?

—Sí mami, ya voydijo mi hija entusiasmada ante la idea de que su hermanita estuviera ya aquí.

Bella,  ¿qué sucede?, no me habías pedido que no me pusiera nervioso ya que al inicio del parto no corría tanta prisa ir al hospital hasta que las contracciones no fueran más seguidas.

Ya lo que dije, pero hay cambio de planes. Edward, no te asustes, pero cuando te pedí ir al servicio es porque me sentía rara, muy rara. De pronto he sentido como algo se removía en mi interior y efectivamente al bajarme las braguitas he comprobado que éstas estaban manchadas de un líquido verde muy oscuro. Eso significa que el bebé ha manchado con sus heces la bolsa de aguas y esto puede ser debido a que se haya enredado al moverse con el cordón umbilical y hayasufrimiento fetal. Necesito ir ya al hospital Edward, ¡ya!

Pues voy a llamar a mamá para que venga a por la niña, ni  loco pierdo el tiempo en llevarla allíle contesté cogiendo el teléfono muy nervioso. Tan nervioso que no acertaba a marcar los números. Bella me lo quitó y los marcó ella misma. Llamó también al doctor Gerandy, a Carlisle y a Alice pero no les dijo nada más que estaba de parto y que por favor fueran al hospital.  Luego  desapareció dentro de la habitación para cambiarse. Renée llegó a los cincos segundos de haberla avisado. No le dijimos nada para no preocuparla solo que las contracciones eran muy seguidas. Llegamos al hospital al mismo tiempo que Jasper sacaba a una muy enojada Alice del coche. 

¿Cómo eres capaz de pedirme que  me relaje, cuando el bebé de mi mejor amiga está por nacer,   psiquiatra de pacotilla?

Jasper, mi parto no va bien, es posible que haya sufrimiento fetal, ya hablé  con el  doctor Gerandi y  con  Carlisle.

La manera en la que Jasper salió corriendo al hospital y la forma en la que Alice se lanzó a  ayudar a mi Bella me alarmó todavía más.  Un par de enfermeras salieron seguidas de Jasper y unos cuantos médicos dispuestos a atenderlas. Seguí a Jasper y a Alice por el pasillo sin querer soltar la mano de mi Bella, pero llegó un momento en que no me dejaron pasar. Jasper me dijo que tendría que esperar, que él saldría a decirme.

El doctor Gerandi ya viene Edwardme informó  Kim que también había venido corriendo sin ser su turno.

¿No puede atenderla en el parto alguien cualquiera?, ¿tienen que Llamar al doctor Gerandi?

Bueno Edward, él es su ginecólogo, pero además

No me mientas.

Edward, yo no te puedo decir nada hasta que un médico salga a explicarte, yo he venido porque me llamó Nessie, pero no nada solo soy una enfermera ¿comprendes?, así que por favor tranquilízate. Mira ahí vienen Jasper y Liam  uno de los compañeros de Bella.

Tranquilo Edward, hoy en día estas situaciones están muy controladas, son comunes y nunca pasa nada.  Tu hija tenía que colocarse para salir, de hecho en la última ecografía parecía que ya lo estaba. Pero por la causa que fuera se ha movido y se ha enredado con el cordón lo que la debe causar asfixia de ahí que se haya manchado con sus heces la bolsa de aguas. Como Bella aún no la ha roto,  ahora mismo se la están rompiendo por eso no te dejaron pasar, es algo muy doloroso y los médicos tiene que hacer su trabajo sin un padre histérico pululando a su alrededor.

No había terminado de decir esto, cuando, otro de los compañeros de Bella salió a confirmar lo que  Liam  me había dicho.

Le tenemos que hacer una cesárea de urgencia, pero tranquilo, no la dormiremos entera solo de la cintura para abajo de forma que ella puede recibir a su hija despierta, solo sentirá un ligero cosquilleo en la parte donde hagamos la incisión.

¿Cómo está ella?

Muy tranquila Edward, es médico y conoce lo que va a suceder y además ya tiene experiencia pues ha visto muchos partos así y peores.

¿Puedo entrar?

Lo lamento pero no va a poder ser. Tienes que quedarte esperando  aquí fuera. Una vez más te digo que tranquilo, estamos hartos de hacer este tipo de intervenciones. Una vez hayamos sacado a la niña  nos la tendremos que llevar rápidamente ya que habrá que  drenarla para sacarla la porquería que haya podido aspirar.

Volví a la sala de espera totalmente desesperado. Por mucho que hubiera intentando tranquilizarme, yo sabía que algo raro podía pasar. El doctor Gerandy había venido muy deprisa, al igual que Carlisle y ellos dos junto con Alice estaban ahora en la sala de operaciones junto a Liam  y no cuantos médicos más. Si no pasara nada no habría tantos ¿no? Jasper se quedó a mi lado. Poco a poco empezaron a venir el resto de la familia. Y todos juntos esperamos por noticias lo que me parecieron horas. Jasper me decía que el hecho de que hubiera tantos médicos era porque se trataba de Bella,   que seguramente habrían intentado echar a Alice de allí pues no hacía falta pero que ya sabía cómo era y seguramente ella y Carlisle estarían solo para darle el ánimo que yo no podía darle.

No cuanto rato pasó pero de pronto escuché como alguien salía por la puerta por donde habían metido a mi Bella. Era Liam. Su expresión me tranquilizó  pues tenía un semblante más o menos alegre.

Enhorabuena Edward,   has sido padre de una hermosa niña. En este momento la están drenando, cuando acaben Nessie te llevará a verla.

¿Y mi Bella?, ¿cómo esta mi Bella?

Bella está perfectamente, la están cosiendo y limpiando. La vamos a llevar  a la UCI hasta que elimine  toda la anestesia. Podrás pasar a verla unos momentos, ya sabes cómo son estas cosas.

Minutos después estaba siguiendo a Nessie hasta los cuneros. Abrió la puerta y se dirigió directamente a una cuna y allí, tendida en ella estaba la cosita más hermosa que había visto en mi vidami segunda princesita. Tenía la piel muy blanquita y sus ojos, que estaban abiertos en ese momento, eran de  color chocolate como los de su madre, era preciosa.

Pero que cosa más bonita eresdije nada más verla mirándola emocionado.

Estuve unos minutos más contemplándola embelesado hasta que Nessie me dijo que tenía que salir y ella misma me llevó a ver a Bella. A pesar de estar demacrada y conectada a unos aparatos, seguía siendo la mujer más preciosa que había tenido nunca el placer de ver. Y ahora la quería mucho más por el hermoso regalo que me acababa de hacer.

Hola preciosa, ¿qué tal estás,   mi amor?le pregunté mientras le daba un beso en sus labios.

Bueno,  parece que me ha pasado por encima un tren de mercancías pero biendijo empleando las mismas palabras de Renée cuando estaba en su misma situación en Jacksonville. ¿La has visto ya?

Sí, es preciosa Bella, y tiene tu mismo color de ojos, esperfecta.

Yo solo la he podido ver un momento. Edward, ¿crees que les gustará que le pongamos su nombre?

Por supuesto  que mi amor, será un honor para ella ya verás, aunque esa  madrina que hemos elegido me la va a malcriar, ya verásdije divertido.

Edward  me dijo Nessie–, tienes que salir ya, lo siento. Estará en la UCI un tiempo hasta que elimine la anestesia. Cuando la pasen a una habitación te avisaremos.

—¿Y mi niña?

—Sigue en los cuneros, cuando Bella esté en una habitación la llevaremos para allá. De momento tenemos que alimentarla nosotros hasta que Bella pueda hacerlo.

Antes de salir le di a mi Bella un beso en la boca.

Edward te amo.

Y yo a ti más.

Salí de allí sintiéndome el hombre más feliz del mundo, aunque tenía una especia de gusto agridulce, mi niña había sufrido y a Bella le habían tenido que operar pero menos mal que todo había salido bien. Por el camino me encontré a un muy orgulloso padre con su hija en brazos, iba a enseñársela a la familia. El  parto de su mujer se había sucedido normalmente y el bebé, una vez que hubo recibido las atenciones debidas, podía ir a conocer a su nueva familia, después claro está,  tenía que volver con su madre que se estaba recuperando del esfuerzo. Sentí una punzada de envidia,  pero  las dos estaban bien y eso era lo importante.

Me negué a irme a casa, quería quedarme en el hospital por si me decían algo más o pasaba algo. Al ver mi terquedad Jasper y Alice me llevaron a la sala donde los médicos tenían camas para dormir cuando estaban de guardia. Ni que decir tiene que nuestros amigos se quedaron conmigo. El resto de la familia se marchó a su casa No dormimos en toda la noche, hablamos, de cosas sin importancia pero nos pasamos la noche hablando. Al cabo de un buen rato se nos unieron Nessie, Kim, Jacob y Jared  y entre todos cumplieron su cometido: que me tranquilizara.

La mañana llegó más pronto de lo que esperaba y con ella la  noticia de que mi Bella había sido trasladada a una habitación y que muy pronto llevarían a mi niña. Llamé a mi madre y le dije que trajera a Gaby que me había llamado dos veces antes de poder dormirse para ver cuando podía conocer a su hermanita. Llegué a la habitación y ahí estaba mi reina, se la veía cansadita y tenía unas enormes ojeras alrededor de sus preciosos ojos, pero aun así, ¡Dios! Que preciosa era. Su semblante se le veía tranquilo, relajado. Cuando me vio me dedicó una de sus bonitas sonrisas, de esas que hacían que mi mundo se iluminara.

Bueno días cielo mío,  ¿qué tal estas?

Me duele un poco donde me han hecho la incisión pero es normal, tengo varios puntos.

Cuando regresemos a casa te curaré el dolor a base de besos mi amor, te lo prometole dije besando sus suaves y dulces labios.

En ese momento la puerta se abrió y una enfermera entró empujando la cunita de nuestro bebé. Ayudé a incorporar a Bella y le puse, tal y como me indicó, una almohada en la tripita para que al coger a la niña ésta no le rozara la herida pues estaba muy reciente. Me dirigí hacia la cuna, la tomé entre mis manos y tuve una sensación maravillosa, indescriptible, la mantuve un poco  cerca de antes de dársela a Bella quien nos miraba con una sonrisa en los labios. La tomó en sus brazos y yo me senté en la cama abrazándolas a las dos y así nos encontró mi primera hija, mi primera princesa.

Mami, mami, ¿cómo estás?, ¿esa es mi hermanita?, papi súbeme quiero verla.

La cogí en brazos y la senté en la cama no sin antes advertirle que tuviera cuidado de no hacer daño a su madre. Ella con mucho cuidadito se inclinó a conocer a su hermana. Sus ojitos se iluminaron al verla.

Hola hermanita ¿cómo estás? Bienvenida. Mami me ha dicho que podré ayudarla a cuidarte y que te tengo que enseñar todas las cosas que yo dijo mientras se inclinaba a darle un beso en la mejilla.

Y a estuvimos un momento toda mi familia al completo, mi mujer y mis dos hijas, en silencio, no hacían falta palabras. Volví la cabeza y un poco apartados encontré a mis padres que nos habían dejado ese pequeña fracción de privacidad.

¿No queréis conocer a vuestra nieta?les pregunté con el orgullo plasmado en mi voz.

Y no hizo falta decirles más. Poco a poco la habitación se fue llenando de gente. La familia, los amigos, mis sobrinos,  y al final Gaby hizo la pregunta del millón.

¿Cómo se va a llamar mami?

Ayudé a incorporarse un poco más a Bella que miró directamente a Alice y a Jasper y con un gesto de su mano les dijo que se acercaran.

Mary Alice Whitlock Cullencomenzóen todo este tiempo has sido algo más que una amiga para mi, has sido una hermana, mi soporte cuando no podía seguir, mi paño de lágrimas cuando necesitaba llorar, mi psiquiatra personal cuando necesitaba desahogarme. Siempre supiste arrancarme una sonrisa y nos acogiste a mi hija y a como si de tu propia familia se tratase. Te quedaste conmigo ayudándome en todo lo que podías, estando siempre ahí para mí, sacrificaste incluso tu vida, por ayudarme a salir adelante. De hecho la diste  para salvar a mi hija. Me hiciste ver, aunque no te hice caso, que lo que había escuchado podía no ser la verdad. Fuiste mi amiga,  mi hermana, mi fiel compañera, y ahora quiero devolverte algo de todo aquello que entregaste e hiciste  por dijo dándole a mi niña a la que Alice un poco confundida cogió en sus brazosJasper, desde que apareciste en mi vida fuiste algo más que un amigo, fuiste para mi ese hermano que pensé que había perdido. Por todo esto, quiero presentaros a Mary Alice Elizabeth  Masen Swan, vuestra   ahijada.

Al escuchar que mi Bella sin decirme nada había puesto a nuestra hija de segundo nombre el de mi madre, sentí una nueva emoción imposible de controlar. Siempre dije que cuando pensaba que no podía querer a mi mujer más de lo que ya la amaba, hacia algo que me hacia amarla más y este era el caso,  ahora la amaba más todavía. Me acerqué a ella y deposité un casto beso lleno de amor en sus labios, mientras a mi lado Alice se había quedado sin palabras por segunda vez desde que yo la conocía y creo que también de su vida.

Las  lágrimas de Alice  se derramaban sin control por toda su cara, su rostro estaba resplandeciente, su mirada brillaba, realmente era el mejor regalo que nadie le podía hacer. Contrariamente a su carácter hiperactivo e inquieto, Alice estaba tranquila  con mi hija en sus brazos, mirándola con dulzura y Jasper a su lado estaba igual de emocionado. De repente levantó su mirada hacia Bella.

Gracias amiga,  es el mejor regalo que nadie podía hacernosdijo con la voz entrecortada por la emoción y Jasper asintió con la mirada.

Pues menudo jaleo que nos vamos a armar ahoradijo mi niña dirigiéndose a sus primos.

—¿Y eso porqué?pregunté.

Pues a ver ¿Cuándo alguien diga Alice, a quien llamará a la tita o a mi hermana?, uff realmente va a ser un poco de follón papidijo mi niña frunciendo un poco el ceño.

Bueno siempre podemos distinguirlas con algún apodo, como por ejemplo Alice pequeña y Alice la grande  dijo muy convencido Peter.

O Alice hija de Bellacomentó Tony en una perfecta imitación de alguno de los personajes de El Señor de los Anillos.

Y todos los presentes en la sala que no hacía ni un segundo estábamos llorando de la emoción,  nos echamos a reír por las ocurrencias de estos niños. Cogí a Gaby en brazos y la abracé fuerte y la besé, era hora de demostrarle que no la iba a dejar de querer ni un poquito.

 

Por culpa de la cesárea y un pequeño problema con los puntos que se le habían infectado, mi Bella y mi segunda princesa tuvieron que pasar más tiempo del que era normal en el hospital. Yo pedí libres mis días correspondientes y no me separé de ellas ni un segundo, no quería perderme nada, absolutamente nada, lo único que hacía era ir a casa a dormir con Gaby para que no se sintiera desplazada. La primera vez que vi a Bella amantando a mi hija me quedé embelesado, ¡qué imagen más preciosa!, no se me olvidará en la vida por muchos años que pasen,  siempre permanecerá en mi retina e inmortalizada en la preciosa foto que les hice para poner en el marco que le había regalado. Gaby asumió con mucha responsabilidad el papel de hermana mayor y nada más salir del colegio demandaba que la lleváramos al hospital a ver a su hermana y ayudar a su madre con ella ya que, según decía, su madre no podía con todo sola y necesitaba su ayuda. Era muy tierno y bonito ver con que dulzura y cariño la cogía, como la mecía para que se durmiera y Alice parecía reconocerla, ya que en cuanto ella la cogía se callaba si estaba llorando o se dormía más deprisa. La parte cómica, la forma de dirigirse a ella: Alice la pequeña ¿no hubiera sido más fácil decir tita Alice y Alice a secas? , no con mi hija y mis sobrinos no todo era así de sencillo, ellos si tenían que rizar el rizo, lo hacían y por partida doble.

Alice se había tomado muy en serio su papel de madrina y pasaba con mi Bella y mi segunda princesa todo el tiempo que su trabajo lo permitía y como no, había arrastrado a las chicas  hasta  Port Ángeles y  se presentaron con un montón de bolsas de ropa en la mano ya que Alice decía que su ahijada no podía ir vestida de cualquier manera. El gesto más bonito fue cuando, dirigiéndose  a Gaby le dijo: y mi niña preciosa tampoco, y le tendió otra bolsa llena también de ropa. Como dato anecdótico cabe resaltar que en esta excursión tanto unas como las otras olvidaron de nuevo donde habían dejado aparcado el coche y tuvieron que pedirle auxilio al pobre Guardia de Seguridad del Centro al cual sin lugar a dudas le habían vuelto loco entre todas. Pero ¡por Dios!,  ¿tan difícil era acordarse de un simple color y un simple numero? Parece ser que para nuestras mujeres sí. Solo esperaba que algún día no tuviéramos algún disgusto con eso.

Jasper se tomó el papel de padrino de mi hija, también muy en serio y al igual que su mujer, venía a estar con nosotros siempre que podía.

Habían pasado ocho días exactos desde que mi Alice nació y hoy por fin salían del hospital. Había preparado todo en casa con mucho cariñó para recibir a mi Reina y a mi segunda princesa y ahora estábamos en la puerta a punto de entrar en el garaje, Alice en su calidad de madrina venia con nosotros en el coche junto con Gaby que iba muy entusiasmada. Había participado en los preparativos y se la veía feliz. El consejo de Ángela diciéndome que la hiciéramos participe de todo, era genial como siempre. El  resto de la familia venía detrás en la furgoneta de Emmett.

No es necesario que me cojas en brazos, no soy una inválida.

Ya lo cielo,  pero es que me encanta sentirte cerca de mí.

Edward…—había empezado a decir, pero se quedó muda cuando al entrar al salón vio lo que habíamos preparado para ellas. El salón estaba todo decorado con globos de colores con los nombres de mis princesas y mi Reina grabados en ellos, por toda la estancia había un montón de velas aromáticas como única iluminación y en el centro una gran pancarta que decía BIENVENIDAS A CASA. Los ojos de mi Bella se iluminaron para después aguarse y romper en lágrimas. Ángela ya me había advertido que esto pasaría, se llamaba depresión post parto y tenía que ser muy cariñoso, dulce y comprensivo con ella, como si eso me resultará muy difícil.        

No qué decir Edward esno tengo palabras, gracias, gracias a los dos —dijo mirando a Gaby quien se puso de puntillas para intentar abrazarla así que yo bajé con mi bella en brazos aún para que pudiera hacerlo.

Vamos mami, ven...papi, súbela a la habitación de Alice pequeña, vamos papime apremiaba mi hija deseosa de que su madre viera la enorme pancarta de bienvenida que también había allí y que, al igual que la del salón ,  La había pintado ella con mi ayuda,  por supuesto.

Una vez Alice la grande, hubo dejado a Alice pequeña en su cuna, nos dirigimos a nuestra habitación. La estancia estaba iluminada al igual que en el salón por tenues velas aromáticas de todos los colores que daban la bienvenida a mi amor y, por supuesto, no faltaba la pancarta.

Alice, la grande, y mi niña bajaron al salón junto a los demás para dar privacidad a la nueva mamá  y que  pudiera ducharse y lavarse  tranquila. Yo me quedé con ella. Era totalmente consciente del tiempo de cuarentena pero eso no me impedía adorarla y mimarla como ella se lo merecía, así que entré con ella en  la ducha y la lavé, dándole besos por todas las partes del cuerpo que de momento estaban permitidas. No eran besos lujuriosos, eran besos llenos de amor, del inmenso amor que le profesaba. Bella me lo agradecía con una sonrisa en los labios.

 

Los días fueron pasando y poco a poco mi Alice se fue poniendo cada vez más bonita. Ya tenía 1 mes y medio y su hiperactiva madrina estaba a punto de dar a luz. Kate y Garret, habían venido a visitar a su hermano y cuñada y se habían empeñado en hacer una salida de chicas consistente en una comida todas juntas y una sesión de cine. Mi Bella no quería dejar sola a la niña, pero yo la animé prometiéndola que entre Gaby, que siempre se ofrecía voluntaria,  y yo cuidaríamos  de ella y le daríamos su biberón a su hora. Bella se extrajo la leche y me la dejó en la nevera preparada.

 

No habían  pasado ni diez minutos de su marcha cuando el timbre de la puerta sonó y por ella aparecieron, Garrett, Emmett, Jasper, Ben, Jacob y Jared quienes ya llevaban un tiempo viviendo en el pueblo.

¿No pensareis montar una timba en una casa donde hay un bebé y una niña de seis años?pregunté un poco molesto por la intromisión ya que tenia ilusión por pasar ese día solo con mis niñas.

Dos niñas de seis años, dos de siete, uno de ocho y un bebéseñaló Emmett mirando a su hijos y a los hijos de Ben que entraban por la puerta en ese momento–, no vamos a liar nada,   solo hemos pensado que ya que nuestras mujeres están juntas ¿porqué no estarlo nosotros también? , hay un estupendo partido en la tele que

Vale, vale, podéis pasar pero os lo advierto, Alice es solo un bebé el más mínimo jaleo y

Tranquilo Edward,   confía en nosotrosme dijo Jacob poniéndome una mano en el hombro y dirigiéndose a la nevera de dónde sacó unas cervezas. Yo rodé los ojos y suspire.

He de admitir que la tarde pasó sin muchas complicaciones ya que los chicos se portaron  bien. Alice comió su biberón, echó sus gasecitos y en ese momento estaba durmiendo en su cuna mientras los niños más pequeños  se peleaban con los niños grandes por ver quien había ganado un juego de la Play. En ese momento el teléfono de Jasper sonó y todos nos alarmamos cuando al contestar y escuchar lo que le decían, Jasper empezó a balbucear:

 

¿Qué me estás diciendo que?, ¿qué ya viene?, ¿no sabéis donde está el coche?, ¿cómo es posible que no encontréis un BMV descapotable y encima de color rojo y un Porsche amarillo chillón?miré a los demás que se miraban entre ellos confundidos, así que le arrebaté el teléfono a Jasper que estaba como ido y puse el manos libres

 

Hermanitoescuché que decía Kate  al otro lado del teléfonoa veces pareces  tonto, parece mentira que seas médico. ¿Qué parte de tu mujer se ha puesto de parto en medio del parking y no sabemos dónde están los  coches no has pillado? Rose y yo vamos a ir  a ver si el guardia de Seguridad nos ayuda,  pero Bella dice que tu hijo nace, nace ya, y no tiene pensado esperar a nadie, así que ¿quieres hacer el favor de traer tu hermoso trasero de médico hasta aquí junto con una ambulancia? y no estaría mal que Emmett y Edward con la patrulla te flanquearan el camino.

Al escuchar semejante discurso y viendo que Jasper aún no reaccionaba, llamé corriendo a mi madre para que se quedará con Alice, mientras llamaba también a la que ahora era la verdadera canguro de los niños, una muchacha llamada Senna, que por favor viniera urgentemente. Después llamé a comisaría para solicitar la patrulla y acto seguido al hospital para hablar con Carlisle quien inmediatamente pidió y nos exigió que fuéramos para allá cuanto antes. Mientras colgaba le maldecir contra su hija y mi Bella por ese despiste suyo.  Emmett y lo demás trataban de calmar a un muy nervioso Jasper que había reaccionado por fin,  pero se estaba dedicando a recriminar a nuestras mujeres ese defecto de no cerciorarse nunca donde dejaban el coche. Ellas siempre bromeaban con el asunto y ahora el asunto les había explotado en las narices. Pero es que iban siete mujeres adultas por Dios ¿ninguna se había molestado en ver la letra y el color?, esto era de locosEl timbre sonó y por la puerta apareció mi madre junto a una muy nerviosa Esme detrás.

Mi pobre  niña, si ya les decía yo que esta costumbre suya de no mirar donde dejan el cocheJasper, Edward por favor haced algo.

Ahora mismo voy a por ellasle contestó un histérico Jasper que parecía que ya había reaccionado—, y cuando todo esto pase voy a tener una conversación muy seria con mi mujer acerca de esta costumbre.

Y yo con la mía Jasper, no te quepa la menor duda

 

Llegamos al hospital lo más deprisa que pudimos, mi padre nos esperaba con una patrulla que Emmett y yo no dudamos en tomar para abrir el camino a la ambulancia. Las sirenas empezaron a sonar

Cuando llegamos al parking tuvimos que sortear un montón de gente que estaba haciendo corrillo observando la situación ¿pero es que la gente no tenía otra cosa mejor que hacer?

Señores despejen por favor despe… —se me quedó atascada la palabra en la boca cuando llegué al lugar de los hechos y presencié la escena. Alice estaba tumbada en suelo del parking sobre una especie de manta que alguien le había dejado y tenía en sus manos un bultito cubierto con una estola de Bella. A su lado mi esposa, Kim, Nessie y Ángela estaban tumbadas, más bien diría yo que espatarradas y  totalmente exhaustas y con las manos y la ropa llenas de sangre.

¿Es que no piensas acercarte a  saludar a tu hija? le dijo Bella a Jasper que al lado mío se había quedado paralizado de la impresión—. Pues menudo médico tenemos en la familia Al oír la voz de reproche de mi mujer, corrió hasta ellas

Hay que cortarle el cordón umbilicaldijo Bella–, no suelo ir con material quirúrgico paseándome por ahí

Jasper miraba a su hija muy emocionado y sin saber que decir, así que Bella, junto con otro médico neonatologo que había venido con nosotros, le cogió el maletín y terminó de darle los primeros auxilios a la nueva bebé. Después de esto, la pusieron en una incubadora y la subieron a una ambulancia para llevarla directamente a Forks.

Edward, cariño, ¿podrías pasarte junto con Garrett por la Comisaria de Port Ángeles a sacar a Rose y a Kate de la cárcel? No qué problema tiene el guarda de seguridad con la sintaxis pero según él le han faltado el respeto y se las ha llevado detenidas y

—¿Quéfueexactamente lo que pasó?preguntó Garrett con mucha prudencia ya que el ambiente entre nuestras mujeres estaba un poco crispado.

—Pues al buen señor le pareció que el decirOiga por favor se nos han perdido los coches era una falta de respeto a la autoridad y según él la frase correcta esno sabemos donde hemos dejado los coches, ya que según él un coche no es un niño que se suelta de la mano y se pierde, es un objeto y como tal no pude salir andando él solo. Ya ves una minucia. ¡Como si nosotras no tuviéramos otra preocupación más que dedicarnos a analizar bien las frases! Por culpa de eso ha empezado una discusión que se ha agravado al oír el color de los coches, no sabemos porque eso es tan importante,  entonces el guarda le ha dicho a tu mujer que le importaba muy poco que ella fuera la hija del Director General del FBI,como si fuera la mismísima Primera Dama, le ha dicho y se las ha llevado detenidas.

Emmett al escuchar esto se fue hacia la patrulla maldiciendo por lo bajo, mientras Garrett  y yo  le seguimos. Nessie y Kim se fueron con Jacob y Jared en el coche de este ya que todas no entraban en la ambulancia.

Llegamos a la comisaría de Port Ángeles y después de convencer a un muy enojado Guardia de seguridad quien sostenía que le habían faltado el respeto,  que Kate, a la que casi tenemos que poner un bozal para que callara, y Rose no eran dueñas de sus actos debido a lo nerviosas que estaban, sacamos a ese par de locas de la cárcel.  Y con ellas en el coche protestando y poniendo verde al pobre guardia y a nosotros de los nervios, regresamos a Forks.

—¿Qué más dará decir no sabemos dónde aparcamos el coche, que nuestro coche se ha perdido?preguntaba Rose indignada.  Y los demás nos quedamos mirando imperturbables, había diferencia y mucha. Un coche no era como un niño por Dios. Pero si algo habíamos aprendido de estas siete locas era a no contradecirlas cuando se ponían así, cosa que había hecho el pobre guardia.

Cuando llegamos a Forks, fuimos directamente al hospital. Kim  nos indicó  la habitación y fuimos para allá presurosos. Cuando llegamos toda la familia se encontraba ahí admirando a una niña preciosa, un calco exacto de Jasper quien estaba radiante de alegría.

—Y como se va a llamarpreguntó Esme, y aquí venia de nuevo la pregunta del millón.

—Bueno,  hemos estado esperando a que llegarais todoscontestó Alice mirando a su marido y a Bella que estaban uno a cada lado de la cama. Bella tenía a la niña en sus brazos—. Bella, amiga, nos conocemos desde hace ya seis años, pero tal pareciera que lo hacemos de toda la vida. Eres para mi más que una amiga, eres esa hermana que siempre quise tener. Nada más conocernos conectamos en seguida, es cierto que yo te ayudé cuando me necesitabas pero también me estabas ayudando a ya que antes de conocerte me sentía bastante sola. Ya sabes,   es muy difícil que  la gente te quiera por ti misma cuando eres la hija de Esme Platt de corporación Platt y de Carlisle Cullen, el eminente doctor. Pero llegaste y lo hiciste iluminando con eso mi existencia. Bellaañadió mirando a su hija que seguía en brazos de una  llorosa y emocionada Bella—, te presento a Isabella Marie Whitlock Cullen, tu ahijada, vuestra ahijadaañadió mirándome a mí.  Y no pude evitar llorar y emocionarme tal y como lo estaba haciendo Bella, tal y como lo estaban todos los allí presentes. Me acerqué a la cama y le quité a Bella a la niña de sus brazos y la acuné dándole un beso en al frente al tiempo que Bella se abrazaba a Jasper y Alice emocionada. Mi madre que tenia a mi propia hija en brazos nos miraba conmovida… Gaby le cogió entonces a Alice de sus brazos y se acercó a nosotros que gustosos le hicimos un hueco, poco a poco los demás se nos fueron acercando,  ¡que foto de familia más bonita…!

Ahora que la vida nos sonreía, atrás había quedado todo el dolor y sufrimiento, ahora solo nos tocaba vivir

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Hola ¿como estais? Bueno pues como supondreis este es el capitulo final. Pero aun no cierro esta historia, queda un epilogo y algun outakke.

Muchas gracias a todas las que habeis leido mi historia.Queria deciros que tengo dos tres OS pubicados: Un Sabado más; Cisne, una chica valiente y Una segunda oportunidad para amar.

 

Un beso

 

 

 

Capítulo 35: Sí quiero, otra vez Capítulo 37: Epílogo: Parte 1: Golpe del destino; Parte dos: Asignatura pendiente.

 


Capítulos

Capitulo 1: Capitulo 1: Accidente, noticia y reencuentro Capitulo 2: Capitulo 2: Jacksonville Capitulo 3: Recuperando tu amor. Capítulo 3 : Jacksonville, segunda parte Capitulo 4: Recuperando tu amor. Capítulo 4 : Recuerdos Capitulo 5: Recuperando tu amor. Capitulo 5 : Recuerdos, segunda parte Capitulo 6: Capitulo 6: Marco Capitulo 7: Capitulo 7 : Enfrentando la verdad Capitulo 8: ¿Reconciliándonos? Capitulo 9: Empezando de nuevo Capitulo 10: Ellas estarán bien Capitulo 11: Limpiando mi alma Capitulo 12: Amenazadas Capitulo 13: Angustia Capitulo 14: Luz en la oscuridad Capitulo 15: Pesadillas Capitulo 16: Despedida y regreso Capitulo 17: El principio del fin Capitulo 18: El final Capitulo 19: Las noticias más esperadas Capitulo 20: La historia de Carmen y un giro inesperado Capitulo 21: Volviendo a la vida Capitulo 22: Redención Capitulo 23: Tarde de compras al estilo Alice Capitulo 24: El Perdón Capitulo 25: Nochebuena de amor, Navidad maravillosa Capitulo 26: Baile de la Policía, condecoración y algo más. Capitulo 27: Mi heroe Capitulo 28: Horas de angustia e incertidumbre Capitulo 29: Inauguración Capitulo 30: El Juicio Capitulo 31: Juramento de Hipócrates Capitulo 32: La soledad de la muerte Capitulo 33: En los montes de Olympic Capitulo 34: Despedidas de solteros Capitulo 35: Sí quiero, otra vez Capitulo 36: Alice e Isabella Capitulo 37: Epílogo: Parte 1: Golpe del destino; Parte dos: Asignatura pendiente. Capitulo 38: Outakke 1: El hombre de hielo y su pequeño gran monstruo Capitulo 39: Outakke 2: Isabella Marie Masen swan, marca la diferencia Capitulo 40: Outakke 3: Padres, hijos y otras cuestiones

 


 
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