RECUPERANDO TU AMOR (+18)SUMMARY:

Autor: AlienaCullen
Género: Romance
Fecha Creación: 07/07/2011
Fecha Actualización: 25/05/2012
Finalizado: SI
Votos: 15
Comentarios: 103
Visitas: 100820
Capítulos: 40

 Disclaimer: Los personajes que aparecen en esta historia no me pertenecen, pertenecen a la amravillosa SM, yo solo juego con ellos.


SUMMARY:

Edward Cullen no tuvo mas remedio que separarse de su esposa Isabella Swan, obligado por las circunstancias. Cinco años después un acciente fortuito hace que se reencuentren. Edward se enteta de que Bella vuelve al pueblo y ésperando verse pronto libre de esas circunstancias y de momento enfrentándose a ellas, decide hacer lo que debería haber hecho hace tiempo:luchar por ella y recuperar su amor.

 

 

 

 

PROLOGO

No sabía en qué momento exacto me había enamorado de Bella Swan. Solo sabía que la había amado toda mi vida. Yo creo que ya estaba enamorado de ella cuando a la edad de diez años mis padres, Edward y Elizabeth junto con los de Rose, William y Rosalie,  morían en aquel horrible accidente de tráfico,  y los Swan me acogieron en su casa como a un hijo mas.

Pero  los celos enfermizos de una persona sin escrúpulos, mala y despiadada y el ansia de venganza de otra no menos despiadada, nos habían separado de la manera más cruel.

Emmet, se había quedado dormido a mi lado. Eche hacia atrás el respaldo del asiento del avión que me llevaba cada vez más cerca de ella, en un intento por dormirme. En cuanto cerré los ojos mi mente evoco cada uno de los momentos vividos a su lado. Me abstraje del tal manera, que casi podía sentir sus manos acariciándome, sus labios besándome, su olor… hasta que la voz de la azafata anunciando la llegada del vuelo me saco de mi sueño.

Mientras caminaba por el largo pasillo, mi corazón latía furiosamente, los nervios se me  habían acumulado en el estomago nada más cruzar la puerta del hospital. Hoy la vería después de cinco interminables años, en los que no he dejado de adorarla, amarla y recordarla ni un solo instante. Cinco largos años en los que no he dejado de odiarme a mí mismo por lo que la hice. ¿Cómo pude ser capaz? ¡Dios, me siento tan miserable! ¿Cómo va poder ella perdonarme algún día si yo mismo no puedo?

Mi madre adoptiva, René Swan, aun  estaba en la UCI y allí solo podía estar una persona. Rose dijo que se quedaba con ella mientras Emmet y yo nos fuimos a buscar a Bella. Cuando mi hermano y yo llegamos al mostrador, Emmet se dirigió a la enfermera para preguntar por mi amor.

__ Hola buenos días ¿La Doctora Swan, por favor?

__ Estoy aquí hermano, __  dijo una hermosa voz detrás de mí y al instante todos mis sentidos se pusieron en alerta. Me volví como en cámara lenta y allí estaba ella, tan preciosa,  tan dulce, tan real después de años de recordarla. Recuerdos, que no la habían hecho ninguna justicia. Estaba mucho más guapa que en mis sueños, mas mujer,  el embarazo y el haber tenido una hija le habían sentado genial. La ropa que traía puesta, el típico pijama y bata verde con el que solía vestirse un médico,  me intimidaba, nunca la había visto vestida así. Nos quedamos mirando durante un largo rato, cada uno sumergido en la mirada del otro, como antes, como siempre hacíamos, de repente todo el dolor y el sufrimiento parecían haberse borrado, solo estábamos ella y yo. No había nadie más. Mi corazón parecía que iba a salirse de mi pecho,  mi piel estaba erizada y mi cuerpo, bueno mi cuerpo era un caso aparte

__ ¿no me vas a saludar? , __ dije adelantándome hacia ella con intención de darle un beso en la mejilla

__ Hola Edward, __  dijo echándose para atrás totalmente impactada de verme ahí, estaba claro que no me esperaba. __ ¿Qué tal?

__  Bien, __   Conteste  con el corazón encogido por el dolor del rechazo, __ tú estás muy guapa. _  Dije mirándola con amor, con ese amor que sentía por ella, con adoración con ternura.

__  Gracias, __  dijo sonrojándose y devolviéndome la mirada con esa expresión que ponía siempre que estaba preguntándose algo

__ ¿De verdad está todo bien? , __   la volví a preguntar

__  Bueno ahora mejor, ya paso el susto. __  Y volvimos a perdernos el uno en la mirada del otro. ¡Dios, Como amaba a esa mujer! Que ganas de estrecharla en mis brazos y besarla hasta dejarla sin aliento. Y como si mi cuerpo obedeciera una orden de mi subconsciente, me acerque a ella y la abrace.  Que maravilloso era volver a sentir en mis brazos ese delicado cuerpo que tan bien encajaba en el mío, volver a disfrutar de ese olor que no había cambiado con el tiempo, volver  a rozar su piel. Pero ella después de devolverme el gesto durante un maravilloso momento,  rompió el abrazo.

__  ¿Dónde está Tanya?,-__ dijo preguntándome por la mujer que yo más odiaba en este mundo y rompiendo la magia del  encuentro.

__ Ella no ha venido Bella, hemos venido solos Emmet y yo

__ Bella ¿Cómo estás?, __ dijo Emmet rompiendo la tensión.

___Bien, bastante bien… dentro de lo que cabe, __  contesto ella. Yo era incapaz de apartar la mirada de su rostro, era tan hermosa  __ ¿Habéis visto ya a mama?__  Pregunto.

__ Si Rose nos fue a recoger al aeropuerto. Vinimos directamente para acá. No hemos podido hablar mucho con ella, ya sabes que en la UCI no puede estar más de una persona, así que hemos tenido que entrar de uno en uno. Rose se ha quedado con ella y nosotros hemos venido a buscarte, queríamos verte.

__ ¡Mama, mama! , __  dijo de repente una voz detrás de nosotros__, ¡Tía! dijeron otras dos. _  Bella se volvió en el acto y los miro a los tres críos con una cara de muy pocos amigos y ellos captaron el mensaje.

__  Vale, vale, ya lo pillamos, en un hospital no se chilla, dijo Gabriela. Al tiempo que el móvil de Bella vibraba en su bolsillo.

__ ¿Sí? _  contesto ella a la vez que mis sobrinos se tiraban encima mío y de mi hermano para saludarnos. Note como Gabriela se quedaba atrás retraída, yo quería acercarme, tomarla en mis brazos y darla un beso pero…no sabía si era prudente. La niña me miraba  fijamente y de repente una sonrisa ilumino su cara.

_ En un hospital no se chilla  _  dijo Bella encarando a las tres figuras que ahora la miraban un poco temerosos _  y tampoco se deja por ahí abandonadas a las niñeras. No veo a Emily por ningún sitio ¿Sabéis donde está?

_  Yo creía que venía detrás de nosotros _  dijo mi sobrino Peter con cara de inocencia.

_  ¿Eso creíais? Pues mira que acaba de llamarme por teléfono para preguntarme si estáis conmigo, porque se ha parado a hablar con  una amiga y de repente habéis desaparecido de su vista.

__  Pues eso __  dijo Gabriela que seguía mirándome de reojo – se ha parado a hablar con Charlotte y nosotros teníamos prisa por saber cómo estaba abu René.

__ A abu René todavía no la han puesto en una habitación con una camita y donde está los niños no pueden pasar. Así que ahora nos vamos a ir a la cafetería a tomar algo mientras esperamos que la trasladen y luego os vais a ir a la guardería del centro porque Emily se ha tenido que marchar  ¿Ok?

Bella en ese momento se dio cuenta que mi hija no hacía más que mirarnos, sobre todo a mí que me estaba poniendo más nervioso aun de lo que estaba. Aunque tengo que reconocer que estaba disfrutando viéndola ejercer su papel de madre ¡Se le daba tan bien! Parecía que hasta incluso los dos diablos que tengo por sobrinos la tenían un respeto.

__ Gaby hija, mira, estos son tu tío Emmet, el padre de Tony y Peter

__ Hola tío Emmet. __ dijo Gabriela dándole un beso y un abrazo.

__ Y este es __ continúo  Bella y yo me prepare para recibir una bofetada emocional, pues sabía que me iba a presentar como su tío. ¡Dios bendito! Hasta eso me había negado esa zorra que tenia por esposa. Pero no estaba preparado para esto, juro, que no lo estaba.

__ ¡Papa!__ dijo Gabriela, tirándose a mis brazos.__ Tú eres mi papa ¿Verdad? Si, si lo eres,  eres igualito a la foto que mi mama me dio.

__No podía dar crédito a mis oídos. No puedo describir la emoción y la alegría que me embargo en ese momento. MI niña sabía quien era yo. Bella la había hablado de mí.

 Me quede mirando incrédulo a mi hermosa Bella, a mi niña, a la que consideraba mi mujer,  mi verdadera  esposa, aunque un montón de papeles sin sentido dijeran otra cosa. Ella me sostuvo la mirada, esa mirada de ojos chocolate en la que solía perderme.

__ Tú, ¿La has hablado de mí?

__Tenía derecho a saber

 

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Capítulo 34: Despedidas de solteros

DISCLAIMER: Ninguno de los personasje que aparecen en est histoira me pertenecen, son propiedad exclusiva de S. Meyer. Solo el personaje de Gaby es de mi invención


AVISO: Este capitulo comienza con un Pov Bella, pero en un momento determinado la narracion cambia a tercera persona. Me pareció que podia resultar divertido.

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Capitulo 34: Despedidas de solteros


Pov Bella


Estábamos a mediados de junio, me quedaban pocos días para volver a casarme con Edward y estaba de lo más nerviosa, tanto o más que la primera vez. Esto que íbamos a hacer significaba mucho para mí, para los dos. Alice me había arrastrado de compras por todo Seattle y me había hecho adquirir unos conjuntos de ropa interior que le iban a dejar sin habla, si hasta me daba vergüenza ponérmelos y además con la tripita, que ya se me empezaba a notar un poco,  no creo yo que fuesen los más adecuados, pero Alice era Alice.
Estaba ya de tres meses. Gaby se había empeñado en ir con nosotros a hacernos la ecografía y ¿cómo negárselo? No se me olvidarán jamás sus gritos de alegría cuando vio por primera vez a su hermanito o hermanita. Ni tampoco se me olvidará su cara de ángel caído con ese upss perdón ya sé que en un hospital no se chilla. Desde ese momento se había aliado con sus  tías y abuelas y no hacían más que hablar de vestidos, cunas, babys shower y no sé qué otras cosas más que me daban verdadero miedo, pero me alegraba verla tan entusiasmada después de todo lo que había pasado.
Como Alice estaba de un mes menos  que yo, se hizo una ecografía el mismo día.  Desde el primer momento que se enteró de su embarazo no hacía más que decir que seguro sería una niña y  lo contenta que estaba con ello. Hacia todo tipo de planes que por supuesto incluían el inculcarle el dudoso hobbie de ir de compras cada dos por tres. Su entusiasmo e hiperactividad, acentuadas con el embarazo, me hacían sentir lástima de la pobre niña o el pobre niño  que llevaba en su interior. Y  lástima de mí que me veía arrastrada de nuevo de tienda en tienda de bebés comprando esto o aquello. En realidad hacía falta comprar cosas para el bebé, como su cuna, los muebles para su habitación y cosas por el estilo pero Alice era incansable para una pobre mujer embarazada con la que no había derecho de portarse así. Y por otro lado, sentía lástima por su futura hija, si es que al final era una niña, ya la veía desde muy pequeña de tienda en tienda, de spa en spa y…no quería ni pensarlo ¡Que estrés!
—Pues yo no veo la necesidad Alice,  te lo digo en serio. No es como si me casara por primera vez, solo voy a renovar los votos ¿para qué narices quiero una despedida de soltera? –le dije mientras íbamos saliendo del centro comercial camino del parking.
—Porque tus muy queridas amigas aquí presentes —apostilló Nessie— no tuvimos despedida la primera vez que te casaste, nos la debes…
—Pero una despedida de soltera es para aquellas que dicen adiós a su libertad y yo no me siento así. Además, ¿dónde vamos con esta tripa,  dime?
—Todavía no se nos nota nada Bella no seas exagerada, estamos de pocos meses.
—¿Qué no se nos nota?, ¿y este bulto que tenemos aquí que es, un grano?
—Tú misma lo has dicho Bella, un grano. Mira que eres exagerada. No se nos nota nada y no veo razón alguna  como para no podernos divertir, lo malo son las nauseas ¿qué tal lo llevas tú?  –dijo Alice haciendo una mueca de asco.
—No se nos notará aún y todo lo que tú quieras,  pero estarlo lo estamos, ¿qué hacen un par de embarazadas en un boys? porque claro conociéndoos seguro que es donde querréis que acabemos ¿O no?
—Bueno…esto… verás…
—Alice… ¿no habrás reservado en un local de esos de mala muerte de Port Ángeles o Seattle donde hay unos tíos muy monos dispuestos a desnudarse?,  ¿no?
—Pues sí Bella, ya lo hice pero no es de mala muerte,  ¿tan poco confías en mi?
—Bravo que os divirtáis, yo no pienso ir
—Bella…
—Alice…
—Vale, vale, no vamos al boys —dijo Nessie conciliadora —pero algo tenemos que hacer.
—Pues ya que os empeñáis a mí se me ocurre que vayamos a celebrarlo todos juntos, mujeres y hombres. Alice –le dije suplicante—eso si me gusta, lo otro no me convence.
—Mira Bella. Sé que los chicos le están preparando a Edward una despedida igual y están muy entusiasmados. Aunque bueno Edward… uff—gruñó—estáis hechos el uno para el otro.
—No me digas que se lo van a llevar a ver unas strippers. ¿Y él ha accedido?—pregunté incrédula.
—No, pero no va a tener más remedio.
—Esto…a ver…una cosita… ¿alguien se acuerda de donde hemos dejado el coche? –preguntó de pronto Rose una vez que hubimos llegado al parking.
Hay…madre…de…Dios, pensé para mí. Y ya no tenemos al FBI detrás de nosotras para sacarnos del apuro
—No se supone que es la que conduce quien tiene que preocuparse de ese detalle –preguntó Nessie alzando una ceja – ¿qué hacemos?
—Pues supongo que buscarlo.
—Te dije que el día que no tuviéramos al FBI detrás tendríamos un buen problema con esto,  ¿cómo vamos a encontrar un maldito coche en un aparcamiento tan grande a ver? –dijo Alice un poco nerviosa
—Bueno es amarillo y bastante llamativo –dije yo con una mueca a caballo entre la duda y la inseguridad.
—Pues espero que lo encontremos porque si tenemos que llamar a los chicos. Uff no quiero ni pensar en Emmett, va a estar con la bromita años y años,  ya lo verás. Se va a vengar por la bronca que le eché al creer que había sido él quien había hablado demás cuando Gaby se enteró de tu embarazo –dijo Rose y las demás estuvimos de acuerdo. Edward iba a estar meses riéndose y no digamos Jasper y Jacob, por Dios no quería ni pensar en Jacob y Emmett los dos juntos con la bromita.
—Pues espero que lo encontremos –dijo Nessie supongo que pensando en Jacob igual que yo…
—A ver –dije yo–, somos mujeres fuertes, valientes e independientes. De esas a las que no se nos pone nada por delante ¿o no? Pues nada vamos a encontrar el coche por nosotras mismas sí o sí, estaría bueno. Somos cuatro, Rose ve por allí, Alice por ese lado,  Nessie mira tú por aquí mientras yo voy a aquella zona más alejada, la primera que lo encuentre que llame al móvil. No puede ser tan difícil ¿no? Y a los chicos ni una palabra  –y sin más que decir me lancé muy digna a buscar por la zona que me había asignado…
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Narración en tercera persona


En un lugar indeterminado de Seattle, Emmett Swan sentía como alguien lo zarandeaba sin piedad, pero sencillamente él no tenía ganas de levantarse. Había bebido tanto la noche pasada que tenía un fuertísimo dolor de cabeza y estaba seguro que si levantaba la misma de la almohada, toda la habitación le daría vueltas provocándole unas irremediables ganas de vomitar.
A su lado Jasper Whitlock, la persona que lo zarandeaba, no estaba mejor que él, pero se había levantado como buenamente pudo porque no tenía más remedio.
—Emmett, Emmett, ¡despierta!
—Un poquito más, dejadme un poquito más, por favor.
—Emmett créeme, es urgente, Edward no está, le llamo al móvil y no contesta. La última vez que le vi estaba  como una cuba bailando sin parar con aquella mujer y después…nada. Lo hemos perdido, hermano, levántate por Dios, tenemos que encontrarle. Como Alice y Rose se enteren de esto nos van a matar, te juro que vamos  a ser historia y Bella… dios pobre Bella, como Edward se haya ido con esa mujer con la que bailaba y Bella se entere, no se lo perdonará Emmett, esta vez sí que no se lo perdona.
—¿Cómo que Edward no está?,  ¿qué es eso de que le hemos perdido?,  ¿quién era la mujer con la que bailaba? no, Edward no le haría eso a su Bella ni borracho, él no la traicionaría así y menos a tres días de su boda y estando ella embarazada. Conozco lo suficiente a mi hermano. Él lo ha pasado muy mal como para ahora tirarlo todo por la borda
—Yo también pienso lo mismo, pero ¿dónde diablos está?, ¿y porque no contesta al dichoso móvil? Estaba muy borracho Emmett no sabía lo que hacía  y si…
— No, no lo creo. Aunque si mal no recuerdo…Jared, Jacob, Ben, Garrett, tu  y yo salimos solos de aquella discoteca, Edward no iba con nosotros… A propósito ¿dónde están Jacob, Jared, Garrett  y  Ben?
—¡Y yo que sé! Emmett iba tan borracho que ni siquiera me acuerdo de haber salido del aquella dichosa discoteca y ni siquiera me acuerdo de haber llegado hasta aquí. Y Jacob ha bajado a recepción a ver si le han visto entrar o salir o darnos alguna noticia de él mientras que Ben sigue intentando que le coja el móvil pero nada, lo tiene desconectado, y Garrett ha salido, junto con Jared  a ver si estaba por la calle.
—Nada de nada— dijo Jacob en ese momento entrando por la puerta—, nadie lo ha visto, nadie sabe nada de él.
—El móvil sigue desconectado –informaba Ben a su vez.
—Nos hemos recorrido el parque y los alrededores y no hay ni señal de él –dijeron Garrett y Jared entrando por la puerta.
—Lo que tenemos que hacer –propuso Jacob intentando mantener la calma como buen agente que era— es darnos una ducha que nos despeje y reconstruir nuestros pasos desde el principio, hasta que llegamos a aquella discoteca y salimos de allí.
—Está bien, empecemos….
—Primero la ducha vale. ¡Dios! Y después un coctel de aspirinas y algo para la resaca –dijo Ben masajeándose las sienes…

Mientras tanto, en otro lugar no determinado de Seattle:


Nessie se removió inquieta en la cama buscando con la mano el cuerpo de su amado Jacob, cuando lo encontró se acercó a él y se acurrucó en su pecho. Rosalie que en ese momento estaba despertando con un dolor de cabeza terrible llevó su mano hacia arriba intentando despertar a Emmett para que le trajera una aspirina. ¿Por qué le dolía tanto la cabeza? Sinceramente no lo sabía.
—Emmett, Emmett, despierta por favor.
—Ahora no quiero despertarme Jacob déjame por favor, no seas pesado, aún es de noche y… ¡Un momento! Esa no era la voz de Jacob, parecía la de Rose pero que hacia Rose en su habitación y llamando a Emmett. Bah, sería solo un sueño… así que siguió durmiendo plácidamente. Rose al no obtener respuesta alguna, empezó a zarandear más fuertemente a Emmett, necesitaba esa aspirina cuanto antes y ella no tenía ninguna intención de levantarse a por ella, para eso tenía a Emmett ¿no? Así que decidió hacer un esfuerzo abriendo los ojos al tiempo que Nessie, ante los fuertes zarandeos,  también los abría. Es evidente que ninguna encontró a su lado la cara y el cuerpo que esperaban encontrar…
—¡Aggggggggg!— chillaron las dos a la vez cayendo al suelo una a cada lado de la cama.
—¿Se puede saber que haces en mi habitación Rose?, ¿dónde diablos está Jacob?
—Esa pregunta también te la podría hacer yo a ti  no,  y no sé dónde está Jacob y… esta habitación no es la tuya ni la mía es…
—El hotel que alquilamos anoche  pensando en que estaríamos tan borrachas que no podríamos volver a Forks —dijo Alice que salía en ese momento  de la habitación contigua con cara de dormida, seguida de una especie de zombi que atendía al nombre de  Kim —vaya despedida ¿eh? no se podrá quejar… con boys y todo. Aunque no entiendo porqué se vino antes al hotel y encima sin decirnos nada, pero… ¿dónde diablos está?
—Supongo que en la ducha
—No, en la ducha no está,  yo acabo de salir de ahí –dijo una muy somnolienta Ángela, saliendo en ese momento del baño
—A lo mejor ha ido a por el desayuno.
—No tiene porqué con llamar al servicio de habitaciones…—dijo Kate que en ese momento emergía desde los confines del sillón.
—¿Entonces donde está?
—¡Hay Dios, hay Dios, hay Dios!…—exclamó Nessie.
—Hay Dios ¿qué? Nessie –preguntaron a la vez Alice, Ángela, Kate, Kim   y Rose.
—Chicas…hemos perdido a Bella.
—¿Cómo que hemos perdido a Bella?, eso es imposible ella estaba con nosotros cuando vinieron los boys y subimos a bailar con ellos y… ¡madre mía!, que yo recuerde Bella no subió con nosotros –dijo  Alice.
—¿Y dónde diablos se metió? –preguntó Ángela incapaz de recordar nada de nada.
—Ya verás cuando se entere Edward de que hemos perdido a Bella, las seis   vamos a ser historia, como si lo viera, con el genio que se gasta, y lo mal que le sienta que nadie toque a su Bella. Alice, ¿no estaría tan borracha como para liarse con alguno y escapar con él?,  ¿recuerdas a aquel armario de tres puertas  que estaba intentando ligar con ella? ¿Y si…?
—¡No!— gritó Alice— Bella no sería capaz de hacerle eso a Edward, lo ha pasado muy mal y tú lo sabes, ¿cómo se te ocurre Rose?, parece mentira que no la conozcas.
—Pero ella nunca bebe ¿y si le dimos demasiado alcohol? –sugirió Kim incapaz de encontrar una respuesta más adecuada.
—Estamos embarazadas Kim, aquí las únicas que bebisteis alcohol fuisteis Nessie, Kate, Ángela,  Rose  y tu.
—¿Y entonces porque tú no te enteraste tampoco de nada?
—Esto…pues yo…, la verdad es que si me di cuenta que al regresar Bella no venía con nosotras, pero como es como es, yo pensé que se había hartado y había decidido volver al hotel. Cuando llegamos aquí estaba tan cansada que no me molesté en buscar.
—Bueno ahora de lo que se trata es de encontrarla ¿ok?, a ver reconstruyamos  nuestros pasos hasta llegar a la maldita discoteca… —sugirió Nessie.
—Yo creo que primero tendríamos que ducharnos, intentar desayunar algo y pedir un remedio para el dolor de cabeza ¿no crees? ¡Por Dios chicas! No tengo ni idea de que hicimos anoche pero debió ser algo muy gordo, muy, muy gordo…—dijo Kate apesadumbrada.
—No lo sabes tú bien –dijo Alice dejando aún más preocupadas a sus cinco amigas
Una hora después Jasper, Jacob, Ben, Garrett  y Emmett, una vez recompuestos, más o menos, cerraban la puerta de la habitación y echaban a correr, como buenamente pudieron, hacia un ascensor que en esos momentos se estaba cerrando.
—¿Qué hacéis vosotros aquí?— preguntaba una muy asombrada Alice.
—Lo mismo podríamos preguntar nosotros— contestaron a la vez unos muy indignados Emmett, Jacob, Garrett, Jared, Ben y Jasper, mientras entraban en un ascensor que más que un ascensor parecía el camarote de los Hermanos Marx……
—¿Edward?, ¿dónde está mi cuñado?—preguntó Rose.
—Esto… buscando el coche…eso… —contestaron los seis a la vez— ¿y Bella?
—Bueno pues…umm… pagando la cuenta  —contestaron no muy convencidas las seis chicas.
—¿Sí?,  ¿pues porque no la veo en recepción? –preguntó Jasper y las seis  despistadas se dieron cuenta de que habían llegado al vestíbulo.
—Bueno pues…ummm… habrá ido a por el coche también.
—¿Pero no habías venido en tu porche Alice?— preguntó Emmett— se supone que como estás embarazada no ibas a beber.
—Por favor,  dejar de hacer preguntas tontas que no tengo yo la mañanita para rollos.
—Bueno nosotros  nos vamos que tenemos…algo que hacer—si buscar al novio dijeron para sí mismos.
—Pues nosotras también— una gran labor detectivesca dijo también Alice muy bajito.
—¿Cómo?,  ¿qué habéis dicho?—preguntó Rose.
—¿Nosotros?,  ¿qué hemos dicho nosotros?,  nada, que vamos a  decir,
—Pues he oído algo de que tenéis que buscar al novio.
—Bueno y yo escuché algo de una labor detectivesca.
—¿No me digáis que habéis perdido a Bella?
—¿Y vosotros a Edward?
—Bueno pues ummm…. —contestaron todos a la vez mirando para todas direcciones.
—Confesad vosotros  primero y confesaremos nosotras después
—Está bien, hemos perdido a Edward, no sabemos dónde está, la última vez estaba bailando con una chica pelirroja y bastante exuberante y después de eso…
—¿No me estaréis intentando decir que mi cuñado puede que ahora esté rebozándose en la cama con una cualquiera y engañando a Bella?— preguntó Rose—, te juro que como haya hecho eso, no se casa con Bella por encima de mi cadáver, Bella no se lo merece.
—Eso ya lo arreglaremos en su momento, pero ¿dónde está Bella?
—Bueno la última vez que la vimos estaba muy borracha y un chico  estaba intentando ligar con ella.
—¿Borracha? Bella está embarazada igual que tú y no me puedo creer que con lo que ella es, se emborrache en su estado—dijo Jacob muy convencido.
—Pues tienes razón —dijeron las seis mujeres a la vez cayendo en la cuenta. Entonces si no estaba borracha…
—Por favor esperemos que Bella no… Edward no lo podría resistir.
—Pues tendrá que hacerlo, ¿qué hay de su pelirroja?
—Él por lo menos sí estaba borracho y no tenía sus facultades totalmente en uso.
—¿Estas insultando a mi amiga?—preguntó una muy enfurecida y hormonal Alice –a lo mejor está perdida por ahí y no sabe como volver y nosotros aquí insultándola –agregó ante la cara de incredulidad de todos.
—Mira lo mejor será es que los busquemos y que uno no se entere del desliz del otro –propuso Jasper retrocediendo dos pasos ante la furia de su esposa.
—Eso es aplicar un parche al agujero, ¿tú crees que con lo que son se lo ocultaran mucho tiempo? se han prometido contárselo todo. Edward ya metió la pata una vez con eso…
—Dejémonos de suposiciones y busquémoslos. Nosotros habíamos pensado volver al último sitio que le vimos y recomponer desde ahí nuestros pasos.
—¿Cuál fue el último sitio?
—La discoteca Cannabis.
—Qué casualidad, nosotras igual.
—¿Cómo no nos vimos?
—Bueno…umm…quizás no estábamos en el mismo lugar porque…
—Claro estabais en la parte de los boys… ¿no?, mi querida y muy embarazada  esposa— preguntó Jasper alzando una ceja—. Te voy a dar yo a ti boys.
—Porque estemos fuera del mercado no quiere decir que no podamos mirar la mercancía además era una despedida de soltera y…
—Mejor te callas Rose –dijo Nessie mirando de reojo el color escarlata que se le estaba poniendo a Emmett.
—¿Y tú qué?,  yo intentando venir aquí, trabajando como un negro para conseguirlo, pidiendo mil y un favores para poder estar con Edward esta noche, y tú de boys –preguntó Jacob de evidente mal humor.
—Oye que yo no hice nada malo. Nada que no haríais vosotros.
—¿Y vosotros que se supone que estabais haciendo, mi querido esposo y futuro padre de mi hija?–preguntó Alice—decís que Edward estaba bailando con una pelirroja despampanante, pero  ¿y vosotros? guardando el celibato.
—Bueno dejemos de discutir y empecemos a buscar ¿Ok? –dijo Garrett
—Claro cuando se les pilla con las manos en la masa, hay que salirse por la tangente – dijeron las seis amigas a la vez.

Mientras en otro lado de Seattle no muy lejano a donde estaban estos doce pares de patas para un banco, Edward se encontraba medio despierto con el cuerpo desnudo de una mujer entre sus brazos. Habían pasado toda la noche haciendo el amor, una de las mejores noches de su vida… de repente vio como la  mujer se revolvía entre sus brazos, señal de que estaba despierta…
—Buenos días, amor, ¿Que tal has dormido?
—Ha sido una noche magnifica Edward, que pena que se haya acabado.
—Esta sí,   pero  habrá muchas más como esta, muchas.
—¿Pero que no te casas en tres días?
—Si con la mujer de mi vida, con la única que amo, he amado y amaré siempre, con mi compañera,  amiga, mi esposa…
—¿Y qué dirá cuando se entere de la noche que has pasado?
—Umm… no creo que tenga nada que objetar, seguro que ella lo  ha pasado tan bien como yo.
—No te quepa la menor duda —y una vez dicho esto se fundieron en un beso que acabó como siempre acaban estos besos,   haciendo el amor descontroladamente, con pasión, con fuerza, con lujuria…, las manos de él descendieron lentamente por su abdomen hasta llegar a su centro el cual masajeó y tocó, con mucho cuidado y delicadeza. Metió un par de dedos dentro de ella y al comprobar que estaba húmeda y completamente lista para él se introdujo lentamente dentro de ella, disfrutando cada segundo. Ella lo recibió complacida pero de alguna manera consiguió darse la vuelta para que Edward quedara debajo de ella y empezó a cabalgarle con impaciencia bastante descontenta con la lentitud que Edward demostraba. Los dos se movían en perfecta armonía y sincronización, los pechos de ella bailaban libres sobre los ojos y boca de un muy excitado Edward que no pudo reprimir el deseo de morderlos, besarlos y chupárselos desesperadamente recibiendo como repuesta una aceleración demasiado brusca en los movimientos de su pareja de baile,  que se movían más rápidos y lujuriosos mientras le besaba al tiempo  la boca, la barbilla… hasta que el éxtasis los alcanzó. Los dos se desplomaron  uno encima del otro satisfechos y exhaustos después de haber disfrutado de un exquisito orgasmo.
—Cuando te vi ayer me pareciste la mujer más hermosa de la discoteca — dijo Edward una vez hubieron terminado.
—Y a mí el más guapo, siempre serás el más guapo, siempre me lo pareciste
—Pero esa peluca pelirroja  no me gusta, me gustan más las castañas—dijo Edward
—Fue la primera que pude comprar sin que se enteraran las chicas. ¿Tú crees que ya se habrán dado cuenta de nuestra desaparición?
—Seguramente estén buscándonos por todo Seattle como locos, pero se lo merecen. Ellas por llevar a mi mujer y madre de mis hijos a ver boys cuando el único boy que tiene que ver desnudo es este de aquí— dijo señalándose a sí mismo.
—Y a ellos por emborracharte, llevarte a ver strippers y dejarte bailar con una pelirroja  desconocida, aunque esa pelirroja  fuese yo con una peluca, pero ellos no lo sabían.
—Me encanta lo bien que funcionó nuestro plan.
—Fue divertido manipularles para llevarles directamente a la discoteca. Emmett no quería ir ni Jacob tampoco, pretendían ir…bueno ya los conoces.
—Sí, los conozco demasiado bien. Pobres de Rose y Nessie. Si no fuera porque uno es mi hermano y el otro mi amigo.
—Desde luego que no teníamos bastante con las ocurrencias de Emmett y ahora se sumó un gracioso más al grupo.
—Menos mal que conseguí sonsacarles el nombre de la discoteca y el del hotel ja, ja, ja, no quería decírmelo, pero a Kim se le escapó.
—Fue muy excitante ver cómo me seducías bailando de aquella forma, mi pelirroja particular.
—Pues tú tampoco te quedabas atrás, me recordó a nuestra época del instituto.
—Y los muy tontos se creyeron que de verdad estaba ligando y borracho, de Jasper, Jared, Garrett  y Jacob, bueno todavía me lo creo, pero mira que de mi hermano y Ben, como si no me conocieran. Claro que…los que estaba como una cuba era ellos. Fue muy divertido hacerles creer que bebía cuando en realidad vaciaba mi bebida en la primera planta que encontraba.
—uff, vas a tener la culpa de la muerte súbita de todas las plantas de Seattle.
—Esperemos que por lo menos se enteren de que nosotros no queríamos despedida de solteros, esos son para los que siente que pierden su libertad, yo siento sin embargo, que por fin y después de mucho dolor y sufrimiento, recupero mi vida, una muy hermosa a tu lado y al lado de nuestros hijos.
—Lo mismo digo.
—No te puedes imaginar cuanto te amo Bella Masen Swan.
—No más que yo a ti Edward Anthony Masen.
—¿Qué te parece si conectamos ya los móviles amor?, no me gustaría que Emmett o Jacob pusieran en jaque a toda la policía de Seattle.
—No me extrañaría, cielo con lo que ellos son…. –contestó Bella mientras conectaba su móvil de nuevo –esto ¿por dónde íbamos? –preguntó hundiéndose de nuevo en el cuerpo de su marido quien la recibió con muy buenos ánimos

Y volviendo de nuevo con nuestros despistados amigos:

—¿Entonces me quiere usted decir que los vio salir a los dos juntos?–preguntaba una muy desconcertada Alice—, pero si mi amiga es castaña y esa mujer era pelirroja.
—Señora —dijo el camarero del bar—, estoy seguro de que era su amiga,   esos ojos que me describe no los olvidaré en mi vida.
—Vamos  a ver una cosita –dijo Kate con la cara de empezar a entender un poco la situación—. Nosotras llamamos a Bella al móvil y nos dice que está desconectado ¿cierto?
—Sí –contestaron las chicas no muy convencidas de adonde quería llegar su amiga.
—Y vosotros –siguió Kate — llamáis al de Edward y también esta desconectado.
—Sí –contestaron a su vez los chicos.
—¿Y no os dice esto nada? ,  ¿soy yo la única lista del grupo?
—Nos han engañado los dos –dijeron de pronto Jacob y Jared hablando como si acabaran de resolver ellos solitos un caso de lo más misterioso— ¿no lo veis?, de alguna forma nos llevaron a la misma discoteca para escabullirse  juntos a la primera oportunidad. Seguro que ahora están  en casa riéndose a nuestra costa.
—Bella no hacía más que preguntar el nombre de la discoteca donde habías reservado –dijo Kim— y  sin querer se me escapó.
—Me va a oír, te juro que me va a escuchar todo lo que voy a decirle –dijo una muy enojada Alice marcando el numero de Bella en su teléfono móvil.
—¿Diga?
—Bella, ¿cómo habéis podido? ,   ¿tú sabes el susto que nos hemos llevado? Te voy a…
—Vale, vale, ya me quedó claro –respondió a lo que le decían al otro lado de la línea.
—Estaban en otro hotel cerca de aquí –informó Alice a los demás poniendo tal cara de enojo que los demás estallaron en risas. Alice los miró ceñuda pero como pasa siempre a toda mujer embarazada sus hormonas en ese momento decidieron divertirse y Alice empezó a reír con los demás.
—Mira que creernos que uno había engañado al otro, como si hubiera una fuerza capaz de lograr eso –dijo Emmett entre risas.
—No te rías tanto maridito –dijo Rose con lágrimas en los ojos—,  todavía me tienes que explicar cómo es que estabais tan borrachos que ni siquiera os enterasteis de que Edward no iba con vosotros al salir de la discoteca.
—Esto…perdona…pero –dijo Jacob con voz socarrona— ¿pero quién tiene que dar explicaciones a quién?
Todos volvieron a mirarse y empezaron de nuevo a reír como locos. En ese momento la Mercedes de Emmett  paró cerca de ellos y los doce se dirigieron a sus muy traidores ocupantes.
—Tenéis tres opciones –informó Edward a sus  amigos y a su hermano —, volveros en autobús,  volver conmigo  o mirar a ver si entráis todos en el coche de Kate y Garrett, pero…ni una palabra de reproche.
—Yo iré con las chicas –informó Bella saliendo del coche— nos vemos en casa amor.
Y dicho esto Bella se dirigió a unas muy enojadas, o eso es lo que intentaban aparentar, amigas.
—No os pongáis así, yo nunca quise esta despedida de soltera. Ya propuse ir todos juntos y aquí cierto duende hiperactivo como siempre hizo lo que le dio la gana. Bella escuchó un gruñido detrás de ella acompañada de unas risas. Con cara de suficiencia miró a la dueña del gruñido
—¿Me vas a decir por donde se va al hotel pare coger  los coches?, tengo ganas de estar en casa, ha sido una noche…muy interesante e intensa. Digamos que he tenido una despedida de soltera en condiciones, hasta he tenido un boy particular que no veas cómo me ha puesto las pilas y estoy de cansada… –dijo dejando a su amiga por primera vez en su vida, con la palabra en la boca.
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La idea de este capitulo me la dió la peliculas "Resacon en las Vegas" pero yo no he visto la pelicula asi que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia ja,ja,ja.

Capítulo 33: En los montes de Olympic Capítulo 35: Sí quiero, otra vez

 


Capítulos

Capitulo 1: Capitulo 1: Accidente, noticia y reencuentro Capitulo 2: Capitulo 2: Jacksonville Capitulo 3: Recuperando tu amor. Capítulo 3 : Jacksonville, segunda parte Capitulo 4: Recuperando tu amor. Capítulo 4 : Recuerdos Capitulo 5: Recuperando tu amor. Capitulo 5 : Recuerdos, segunda parte Capitulo 6: Capitulo 6: Marco Capitulo 7: Capitulo 7 : Enfrentando la verdad Capitulo 8: ¿Reconciliándonos? Capitulo 9: Empezando de nuevo Capitulo 10: Ellas estarán bien Capitulo 11: Limpiando mi alma Capitulo 12: Amenazadas Capitulo 13: Angustia Capitulo 14: Luz en la oscuridad Capitulo 15: Pesadillas Capitulo 16: Despedida y regreso Capitulo 17: El principio del fin Capitulo 18: El final Capitulo 19: Las noticias más esperadas Capitulo 20: La historia de Carmen y un giro inesperado Capitulo 21: Volviendo a la vida Capitulo 22: Redención Capitulo 23: Tarde de compras al estilo Alice Capitulo 24: El Perdón Capitulo 25: Nochebuena de amor, Navidad maravillosa Capitulo 26: Baile de la Policía, condecoración y algo más. Capitulo 27: Mi heroe Capitulo 28: Horas de angustia e incertidumbre Capitulo 29: Inauguración Capitulo 30: El Juicio Capitulo 31: Juramento de Hipócrates Capitulo 32: La soledad de la muerte Capitulo 33: En los montes de Olympic Capitulo 34: Despedidas de solteros Capitulo 35: Sí quiero, otra vez Capitulo 36: Alice e Isabella Capitulo 37: Epílogo: Parte 1: Golpe del destino; Parte dos: Asignatura pendiente. Capitulo 38: Outakke 1: El hombre de hielo y su pequeño gran monstruo Capitulo 39: Outakke 2: Isabella Marie Masen swan, marca la diferencia Capitulo 40: Outakke 3: Padres, hijos y otras cuestiones

 


 
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