RECUPERANDO TU AMOR (+18)SUMMARY:

Autor: AlienaCullen
Género: Romance
Fecha Creación: 07/07/2011
Fecha Actualización: 25/05/2012
Finalizado: SI
Votos: 15
Comentarios: 103
Visitas: 100810
Capítulos: 40

 Disclaimer: Los personajes que aparecen en esta historia no me pertenecen, pertenecen a la amravillosa SM, yo solo juego con ellos.


SUMMARY:

Edward Cullen no tuvo mas remedio que separarse de su esposa Isabella Swan, obligado por las circunstancias. Cinco años después un acciente fortuito hace que se reencuentren. Edward se enteta de que Bella vuelve al pueblo y ésperando verse pronto libre de esas circunstancias y de momento enfrentándose a ellas, decide hacer lo que debería haber hecho hace tiempo:luchar por ella y recuperar su amor.

 

 

 

 

PROLOGO

No sabía en qué momento exacto me había enamorado de Bella Swan. Solo sabía que la había amado toda mi vida. Yo creo que ya estaba enamorado de ella cuando a la edad de diez años mis padres, Edward y Elizabeth junto con los de Rose, William y Rosalie,  morían en aquel horrible accidente de tráfico,  y los Swan me acogieron en su casa como a un hijo mas.

Pero  los celos enfermizos de una persona sin escrúpulos, mala y despiadada y el ansia de venganza de otra no menos despiadada, nos habían separado de la manera más cruel.

Emmet, se había quedado dormido a mi lado. Eche hacia atrás el respaldo del asiento del avión que me llevaba cada vez más cerca de ella, en un intento por dormirme. En cuanto cerré los ojos mi mente evoco cada uno de los momentos vividos a su lado. Me abstraje del tal manera, que casi podía sentir sus manos acariciándome, sus labios besándome, su olor… hasta que la voz de la azafata anunciando la llegada del vuelo me saco de mi sueño.

Mientras caminaba por el largo pasillo, mi corazón latía furiosamente, los nervios se me  habían acumulado en el estomago nada más cruzar la puerta del hospital. Hoy la vería después de cinco interminables años, en los que no he dejado de adorarla, amarla y recordarla ni un solo instante. Cinco largos años en los que no he dejado de odiarme a mí mismo por lo que la hice. ¿Cómo pude ser capaz? ¡Dios, me siento tan miserable! ¿Cómo va poder ella perdonarme algún día si yo mismo no puedo?

Mi madre adoptiva, René Swan, aun  estaba en la UCI y allí solo podía estar una persona. Rose dijo que se quedaba con ella mientras Emmet y yo nos fuimos a buscar a Bella. Cuando mi hermano y yo llegamos al mostrador, Emmet se dirigió a la enfermera para preguntar por mi amor.

__ Hola buenos días ¿La Doctora Swan, por favor?

__ Estoy aquí hermano, __  dijo una hermosa voz detrás de mí y al instante todos mis sentidos se pusieron en alerta. Me volví como en cámara lenta y allí estaba ella, tan preciosa,  tan dulce, tan real después de años de recordarla. Recuerdos, que no la habían hecho ninguna justicia. Estaba mucho más guapa que en mis sueños, mas mujer,  el embarazo y el haber tenido una hija le habían sentado genial. La ropa que traía puesta, el típico pijama y bata verde con el que solía vestirse un médico,  me intimidaba, nunca la había visto vestida así. Nos quedamos mirando durante un largo rato, cada uno sumergido en la mirada del otro, como antes, como siempre hacíamos, de repente todo el dolor y el sufrimiento parecían haberse borrado, solo estábamos ella y yo. No había nadie más. Mi corazón parecía que iba a salirse de mi pecho,  mi piel estaba erizada y mi cuerpo, bueno mi cuerpo era un caso aparte

__ ¿no me vas a saludar? , __ dije adelantándome hacia ella con intención de darle un beso en la mejilla

__ Hola Edward, __  dijo echándose para atrás totalmente impactada de verme ahí, estaba claro que no me esperaba. __ ¿Qué tal?

__  Bien, __   Conteste  con el corazón encogido por el dolor del rechazo, __ tú estás muy guapa. _  Dije mirándola con amor, con ese amor que sentía por ella, con adoración con ternura.

__  Gracias, __  dijo sonrojándose y devolviéndome la mirada con esa expresión que ponía siempre que estaba preguntándose algo

__ ¿De verdad está todo bien? , __   la volví a preguntar

__  Bueno ahora mejor, ya paso el susto. __  Y volvimos a perdernos el uno en la mirada del otro. ¡Dios, Como amaba a esa mujer! Que ganas de estrecharla en mis brazos y besarla hasta dejarla sin aliento. Y como si mi cuerpo obedeciera una orden de mi subconsciente, me acerque a ella y la abrace.  Que maravilloso era volver a sentir en mis brazos ese delicado cuerpo que tan bien encajaba en el mío, volver a disfrutar de ese olor que no había cambiado con el tiempo, volver  a rozar su piel. Pero ella después de devolverme el gesto durante un maravilloso momento,  rompió el abrazo.

__  ¿Dónde está Tanya?,-__ dijo preguntándome por la mujer que yo más odiaba en este mundo y rompiendo la magia del  encuentro.

__ Ella no ha venido Bella, hemos venido solos Emmet y yo

__ Bella ¿Cómo estás?, __ dijo Emmet rompiendo la tensión.

___Bien, bastante bien… dentro de lo que cabe, __  contesto ella. Yo era incapaz de apartar la mirada de su rostro, era tan hermosa  __ ¿Habéis visto ya a mama?__  Pregunto.

__ Si Rose nos fue a recoger al aeropuerto. Vinimos directamente para acá. No hemos podido hablar mucho con ella, ya sabes que en la UCI no puede estar más de una persona, así que hemos tenido que entrar de uno en uno. Rose se ha quedado con ella y nosotros hemos venido a buscarte, queríamos verte.

__ ¡Mama, mama! , __  dijo de repente una voz detrás de nosotros__, ¡Tía! dijeron otras dos. _  Bella se volvió en el acto y los miro a los tres críos con una cara de muy pocos amigos y ellos captaron el mensaje.

__  Vale, vale, ya lo pillamos, en un hospital no se chilla, dijo Gabriela. Al tiempo que el móvil de Bella vibraba en su bolsillo.

__ ¿Sí? _  contesto ella a la vez que mis sobrinos se tiraban encima mío y de mi hermano para saludarnos. Note como Gabriela se quedaba atrás retraída, yo quería acercarme, tomarla en mis brazos y darla un beso pero…no sabía si era prudente. La niña me miraba  fijamente y de repente una sonrisa ilumino su cara.

_ En un hospital no se chilla  _  dijo Bella encarando a las tres figuras que ahora la miraban un poco temerosos _  y tampoco se deja por ahí abandonadas a las niñeras. No veo a Emily por ningún sitio ¿Sabéis donde está?

_  Yo creía que venía detrás de nosotros _  dijo mi sobrino Peter con cara de inocencia.

_  ¿Eso creíais? Pues mira que acaba de llamarme por teléfono para preguntarme si estáis conmigo, porque se ha parado a hablar con  una amiga y de repente habéis desaparecido de su vista.

__  Pues eso __  dijo Gabriela que seguía mirándome de reojo – se ha parado a hablar con Charlotte y nosotros teníamos prisa por saber cómo estaba abu René.

__ A abu René todavía no la han puesto en una habitación con una camita y donde está los niños no pueden pasar. Así que ahora nos vamos a ir a la cafetería a tomar algo mientras esperamos que la trasladen y luego os vais a ir a la guardería del centro porque Emily se ha tenido que marchar  ¿Ok?

Bella en ese momento se dio cuenta que mi hija no hacía más que mirarnos, sobre todo a mí que me estaba poniendo más nervioso aun de lo que estaba. Aunque tengo que reconocer que estaba disfrutando viéndola ejercer su papel de madre ¡Se le daba tan bien! Parecía que hasta incluso los dos diablos que tengo por sobrinos la tenían un respeto.

__ Gaby hija, mira, estos son tu tío Emmet, el padre de Tony y Peter

__ Hola tío Emmet. __ dijo Gabriela dándole un beso y un abrazo.

__ Y este es __ continúo  Bella y yo me prepare para recibir una bofetada emocional, pues sabía que me iba a presentar como su tío. ¡Dios bendito! Hasta eso me había negado esa zorra que tenia por esposa. Pero no estaba preparado para esto, juro, que no lo estaba.

__ ¡Papa!__ dijo Gabriela, tirándose a mis brazos.__ Tú eres mi papa ¿Verdad? Si, si lo eres,  eres igualito a la foto que mi mama me dio.

__No podía dar crédito a mis oídos. No puedo describir la emoción y la alegría que me embargo en ese momento. MI niña sabía quien era yo. Bella la había hablado de mí.

 Me quede mirando incrédulo a mi hermosa Bella, a mi niña, a la que consideraba mi mujer,  mi verdadera  esposa, aunque un montón de papeles sin sentido dijeran otra cosa. Ella me sostuvo la mirada, esa mirada de ojos chocolate en la que solía perderme.

__ Tú, ¿La has hablado de mí?

__Tenía derecho a saber

 

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 4: Recuperando tu amor. Capítulo 4 : Recuerdos

Imagen de portada

 

Capitulo 4: Recuerdos.

Salimos   de allí y nos  encaminamos hacia lo que parecía ser un parque. Mientras estaba en Forks que fácil era pensar, para evadirme de aquel infierno,  que ella iba a volver. Pero aquí la realidad me golpeaba.  Mi Bella no iba a volver, no a no ser que yo le dijera la verdad y aun asíDe cualquier manera me arriesgaba a perderla para siempre. Si hablaba con  la verdad ahora, antes de que se enterase de otra manera, tendría una oportunidad, pero si callaba y dejaba que las cosas siguieran su curso, estaría tan enfadada conmigo queno quería ni pensarlo. Tenía que luchar por ella, no sabía cómo lo iba a hacer, pero iba a luchar con todo lo que tuviera. ¡Qué narices, ella lo merecía!

Alec, Janedijo mi niña dirigiéndose a dos niños que parecían gemelos–, este es mi padre  anunció con cierto tono de triunfo y ¿orgullo? en la voz.

Hola ¿Cómo estáis? —les dije sobándoles la cabeza.

Buenopuesbien ¿ eres de verdad su padre? —preguntó  la niña mirándome incrédula.

, sí lo soycontesté muy resuelto. Esta niña no me había gustado nada. Si era de la que hablaba Rose, tenía mucha razón.

—¿Y cómo es que no te hemos visto antes por aquí? —me interrogó a su vez el niño llamado Alec. Este es con el que  deben pelear mis sobrinos porque Tony tenía los puños apretados y le miraba con ira.

—Veréis—comencé a explicarles—. Trabajo muy lejos de aquí y no he podido venir a verla hasta ahora— vaya pareja, pensé para .

Claro, como su mamá y estáis divorciados. te olvidas de venir y sólo vienes cuando te acuerdas, ¿no? Un ratito para cubrir el expedientedijo otra vez el niño. ¿Quiénes eran estos niños y dónde habrían oído esas expresiones tan adultas? ¿De dónde habrían sacado toda esa palabrería barata que estaban diciendo?, pensé para mí.

—Que su madre y yo no vivamos juntos, no significa que no la queramos tanto como vuestros padres os quieren a vosotros—,le contesté un poco alterado y deteniendo a la vez a mi sobrino que ya iba a darle. Por el rabillo del ojo vi que Gabriela estaba intentado sin éxito contener las lágrimas—. No deberías pensar, ni decir esas cosas, pueden molestar  añadí —… ¿No es Gaby vuestra amiga?

, bueno, lo esrespondió la niña

Entonces a una amiga no se la molesta  le regañé enfadado de verdad.

Ya, pero precisamente porque es nuestra amiga le decimos esas cosas. Es por su bien  respondió de nuevo la niña.

—¿Por su bien? ¿Qué sabrás de eso?  dije verdaderamente enfadado ¿Dónde diablos estaban sus padres?

Mi papá me quiere mucho y si no ha venido antes es porque tiene que vigilar a los señores malos, es  su trabajo y no lo puede dejar— me defendió mi hija chillando a la tal Jane.

Vamos anda, no puede dejar su trabajo ni un rato para venir a ver a su hijaintervino de nuevo el niño.

Pero bueno, esto yo no me lo podía creer ¿Cuántos años tenían estos niños para hablar así?  Debían de ser gemelos porque eran prácticamente iguales y aparentaban la misma edad de Gabriela. Entonces, ¿quién les habría  metido ideas así en la cabeza?

Bueno  dije ya un poco desesperado—,  ¿y por qué no vais a jugar un rato todos juntos mientras yo me siento a vigilaros allí?  les propuse señalando un banco con la esperanza de que se terminara esa conversación. ¡Pobre hija mía,  lo que tenía que haber sufrido, vaya niños…!

 Gabriela mi amor  dije enfatizando el mi amor para que los niños lo oyeran—. Espera un momento.

Dime papi  me pidió  con lágrimas en los ojos.

Verás hijaempecé—,  no tienes que hacer caso. Yo os adoro a tu madre y a ti y si no he venido antes ha sido porque de verdad no he podido. Pero no dudes nunca de que te quiero, hija mía, ¿cómo no te voy a querer?

Eso mismo me dice mi mami, pero… ¿de verdad me quieres papi? –preguntó echándose a mis brazos

Con toda el almale contesté estrechándola un poco más pero procurando no hacerle daño—.  No porque esos niños te dicen todo eso, pero no les hagas caso, por favor; no merecen ni que les mires ¿Por qué juegas con ellos? —pregunté.

Bueno, van a nuestras mismas clases de natación y luego se pegan a nosotroscontestó la niña—.  Papi ¿Qué significa eso de estar divorciados? ¿Es por eso que no vienes? —en menudo lío me había metido. ¿Cómo le explicaba yo esto a una niña de cinco años?

Es cuando un papá y una mamá firman un papel que les deja vivir separados porque no pueden vivir juntosexpliqué de la mejor forma que pude.

—¿Y porque mami y tu no podían vivir juntos? ¿ no quieres a mi mami, papá? —preguntó  con la voz quebrada por el llanto.

Eso ni se te ocurra pensarlole dije enseguida. No había rastro de duda en mi voz—. Yo a tu madre la adoro, al igual que a ti; beso el suelo por donde ella pisa. La amo desde que éramos muy jóvenes; nunca he dejado de hacerlo y nunca lo haré.

—¿Por qué no vivís juntos entonces? ¿Es por los señores malos? — preguntó.

—Emm…— a ver como se lo explicaba

Hola Gaby  dijo de repente otra niña detrás de ella.  Respiré aliviado. Salvado por la campana. De momento. Miré hacia la niña, parecía más, no , de otra forma—. ¿Vienes a jugar? —le preguntó.

, mira Hulien, este es mi papime presentó mi niña nuevamente con voz  orgullosa.

—¡Anda!, que bien, a ver si Jane y Alec se callancontestó la niña —, ¿cómo está señor Massen?

Bienrespondí riéndome, esta niña sí me caía bien.

Me voy a jugar papidijo Gabriela saltando de mi regazo y dándome un beso. Era increíble la capacidad de recuperación de los niños. Hace un momento estaba llorando y con la llegada de esta niña y su comentario, se le había pasado. Y ahora que lo pienso ¿cómo es que esa niña  me ha llamado señor Massen? ¿Por qué sabrá mi apellido? ¿Será posible que Bella…? ¡Dios, que mujer más maravillosa!

Di la vuelta y me senté en un banco a decidir cómo era la mejor forma de enfrentar esta situación. Irremediablemente, mi mente voló hacia el  pasado, recordando los sucesos que nos habían traído hasta aquí

 

Flashback

No me lo puedo creerdijo Emmet entrando por la puerta de la casa y dando un portazo al cerrarla—. Aro acaba de llamarme, para decirme que le tengo que devolver lo más pronto posible el dinero que me dejó para comprar el terreno y construir la casa.

—¿Qué?– pregunté pensando que mis oídos me estaban jugando una mala pasada—¿Por qué?

Dice que le han salido mal unos negocios y que necesita el dinerorespondió.

Vamos, no digas tonterías, si ese hombre tiene más dinero del que podrá necesitar en toda su vida, tanto él como la  aprovechada de su hijale contesté

—¿Si?, pues él dice que no, que necesita el dinero. Rose ha ido a hablar con él, a preguntarle cómo es capaz de hacerle esto a su propia hija y ¿sabes qué le ha contestado? —siguió gritando más que hablando.

—¿Qué?

Que una cosa es la familia y otra los negocios y que esto eran negocios  respondió  golpeando la pared más cercana con el puño—, le dijo además, que ella no era su hija, sino una recogida que se había visto obligado a acoger en su casa dadas las circunstanciasañadió colérico.

—¿Cómo es posible que sea tan cruel? —pregunté indignado. No me podía creer lo que estaba oyendo. Vale que Rosalie no fuera de verdad su hija, pero era la hija de una hermana suya, era su propia sangre.

Pues ya ves, Edward  contestó Emmet que seguía histérico—, así están las cosas, o le devuelvo el dinero, o  me reclama la tierra y la casa, al fin y al cabo los títulos de propiedad siguen en su poder.

Bueno hijo, no todo está perdidodijo mi madre que había estado escuchando incrédula toda la conversacióntodavía podemos intentar reunir entre todos el dinero. Tu padre y yo tenemos unos ahorros quizás con eso y

—¿Y qué mamá? No os voy a dejar a papá y a ti sin los ahorros de toda vuestra vidanegó Emmetno mira, si no puedo pagar, que me embarguen; supongo que nos acogeréis a Rose y a en vuestra casa.

Claro hijo, no te quepa la menor duda  contestó mi madre sin dudarlo—, pero ¿vas a renunciar así, sin luchar?

No tengo dinero mamá y no voy a permitir que ni Edward ni os quedéis sin vuestros ahorros, además que con eso no pagaría ni la tercera parte. Todavía me quedaría deuda por saldar y Aro lo quiere todole dijo Emmet que ya se estaba tranquilizando un poco, al menos en apariencia.

Tranquilo hijo  le pidió mi madre—,  alguna solución habrá. Algo se nos ocurrirá.

Después de esa conversación, habían pasado varios días y no habíamos conseguido hallar ninguna solución. Yo llamaba todos los días a Bella para ver cómo estaban ella y mi niña, mis dos razones para existir. ¿Por qué diablos no me concedían esa dichosa plaza de policía en Jacksonville? ¿Es que en una comisaría tan grande no había sitio para un policía más? Pensé mientras cogía el teléfono para llamar a mi Bella.

 Hola, mi amor. ¿Cómo está hoy mi maravillosa esposa?—le pregunté cuando me cogió el teléfono.

Pues no muy bien, Edwardme respondió y mi sonrisa se borró de mi cara al instante. ¿Qué pasaría?

—¿Qué pasa cielo? —pregunté temeroso de la respuesta.

Me acaban de llamar de personal, el hospital necesita recortar presupuesto y están mandando gente a otros hospitalesdijo lastimosamente.

—¿Crees que puede ser la ocasión para que te manden a Forks? –le interrogué aunque sin esperanza,  a juzgar por su tono de voz.

Ojala  suspiró ella—,  me han dicho que Forks está descartado y Port Ángeles también. Que están viendo la posibilidad de mandarme a otro hospital en Phoenix, pero lo peor de todo es que han amenazado con despedirme.

—¡Pero eso no puede ser, eres muy buena en lo que haces! —exclamé. No podía creer lo que estaba pasando. Primero Emmet y ahora esto.

Pues así están las cosas Edward, ¿pero sabes qué?, que mejor, ya estoy harta de esta situación, que me despidan, volveré a Forks  dijo como si ya lo tuviera completamente decidido, cosa que me asustó. No era la primera vez que uno u otro nos planteábamos el dejar nuestros trabajos.

No, Bella, esa no es la solución. ¿Qué pasará con tu carrera? Tienes que seguir luchando  le respondí tratando de convencerla.

A la porra mi carrera, a la porra todo  su voz sonaba desesperada. Si tan solo pudiera estar allí y estrecharla entre mis brazos para consolarla.

Bella no, no puedes estar así mi vida  le  dije—,  mira lo que voy a hacer, pediré unos días libres y me voy allí contigo.

—¿Podrías hacer eso, Edward? Me vendría tan biendijo esperanzada.

Claro que mi vida. Arreglaré todo y te llamo para decirte cuando voy ¿OK? Arriba ese ánimo, cielo. Sabes lo muchísimo que te amo ¿verdad? ¿Le darás un beso a Gabriela de mi parte? 

Yo también te amo y por supuesto que le daré ese beso. Ahora mismo está dormida. Adiós Edward, estaré esperando tu llamadame contestó con su voz un poco más alegre.

Le  colgué desesperado. El caso,  es que ya llevaba mucho tiempo pensando que había algo o alguien jugando en nuestra contra, pero es que era un pensamiento tan absurdo. Sin embargo,  en estos últimos días, ese pensamiento cobraba cada vez más fuerza.  En primer lugar, llevábamos mucho tiempo intentando estar juntos ya fuera en un sitio o en otro.  Al principio, como los dos queríamos estar cerca de la familia,  Bella había solicitado plaza en Forks y en Port Ángeles  convencida de que por sus buenas notas en un sitio o en otro se la iban a dar. Emmett y yo la habíamos pedido en la comisaria de Forks. Y Rosalie solicitó su plaza de maestra en la escuela del pueblo. Emmett, Rosalie y yo no habíamos tenido problema en conseguir la plaza pero a Bella se la habían denegado, tanto en Port  Ángeles como en Forks y la mandaron a Jacksonville donde no se le había perdido nada. 

A pesar de ese  inconveniente, nos habíamos casado pues era lo que queríamos hacer desde siempre, desde aquel día en que le confesé mi amor. Y así llevábamos un tiempo, ella en una ciudad y yo en otra, ella solicitando una plaza aquí y yo allí… y no había manera.

En segundo lugar estaba el problema de Emmett, y para colmo de males, ahora a Bella o la mandaban más lejos de todavía, o la despedían. Y encima, había insinuado que iba a dimitir, no lo había dicho con esas palabras pero lo había dejado caer y yo no podía permitirlo. Hacía días que un pensamiento rondaba mi cabeza, y en ese instante tomé la decisión.

Papá, ¿puedo hablar contigo, por favor?  le pregunté nada más entrar en la comisaría.

Si hijo, claro que puedesme contestó mi padre intrigado—, en realidad yo también quería hablar con vosotros de algo que ha pasado. Vamos a mi despacho.

Emmet, ¿puedes venir? –pregunté llamando a mi hermano.

—Bien, empieza tu Edwarddijo Charlie una vez que estuvimos en su despacho—, ¿qué querías decirme?

Quiero pedir una excedencia papá, me voy con Bellacomencé a explicar—.  Ella está mal, le han dicho en el hospital que están reduciendo personal y que pueden  despedirla o mandarla a otro centro. Me voy con ella Charlie, ya no puedo más. No de qué vamos a vivir si la despiden, pero ya se me ocurrirá algo. Puedo intentar que me den plaza en la ciudad donde a ella la envíen y si no conseguiré trabajo de lo que sea. Emmett, la oferta que te hice de mis ahorros, sigue en pie, quédatelos, ya te digo que algo se me ocurrirá. Y si no consigues el resto del dinero, te daré antes de irme la llave de mi casa. Quedaros allí Emmet, es vuestra y si algún día Bella y yo podemos volver, bueno, nos llevamos bien, siempre podríamos vivir todos juntos —lo dije todo de un tirón para que ninguno de los dos pudiera cortarme y refutar mi decisión, que era irrevocable.

No Edward, no lo voy a consentir  dijo Emmett—, acepto que te vayas, yo haría lo mismo; acepto tu casa, pero  no acepto tu dinero. Llévatelo Edward y utilízalo para sacar adelante a mi hermana y a mi sobrina. Es más, voy a hablar con Rose, que Aro  se meta sus tierras y su casa por donde le quepan  y que las disfrute, nos vamos con vosotros.

Chicos, lamento mucho desilusionaros, pero me temo que por el momento eso no va a ser posiblenos comunicó  mi padre, rompiendo esa euforia momentánea que se había instalado entre nosotros

—¿Qué? ¿Por qué? —preguntamos los dos a la vez.

Es de lo que quería hablaroscontestó mi padre —,   esta mañana me llamó un antiguo compañero de la Academia que trabaja en Asuntos Internos. Chicos, estamos siendo investigados.

—¡¿Qué?!—volvimos a repetir como si fuéramos idiotas.

Lo que oís.  Piensan que nos hemos excedido en el ejercicio de nuestras funciones y si la investigación confirmara de algún modo esa teoría, nos pueden expulsar del cuerpo.

—¡Vamos ya! –dijo Emmet–,  pero si desde que ingresamos en el cuerpo no nos hemos saltado ninguna norma.

Yo tampoco lo entiendo hijos, pero así están las cosascontestó Charlie.

De verdad, cada día tengo más claro que alguien está detrás de todo esto. Que alguien está intentando perjudicarnos, pero no entiendo porquéexclamé  pasando la mano por encima de mis cabellos y revolviéndolos una y otra vez en un gesto muy mío que mostraba la desesperación y  el nerviosismo que sentía.

Eso es una tontería Edward, como va a ver alguien intentando perjudicarnos, todo esto es un cúmulo de casualidadesintervino Emmett.

Emmett, corres el riesgo de quedarte en la calle, Bella puede ser despedida y nosotros también. ¿De verdad piensas que sólo son casualidades?  me fijé que mi padre se había quedado callado y muy, muy pensativo.

Es igual  contestó Emmet—,  hablaré con Rosalie. Vamos por Bella y Gabriela, nos marchamos y empezaremos en otro sitio.

Me temo que eso no va a ser posibleintervino de nuevo mi padre –,  no podéis marcharos en medio de una investigación, es como decir a gritos que sois culpables. Tendréis que esperar a que todo se aclare.

—De acuerdo esperaremos. Estoy seguro que se aclarará y cuando eso pase, nos vamos a por Bella y nos marchamos —dijo un Emmett muy convencido.

Papá, ya que duelele dije viendo la cara que tenia—,  pero no tenemos más remedio, aquí no tenemos futuro por lo menos Bella y yo, pero vendremos a veros.

No es eso hijo, entiendo vuestra postura y tenéis todo mi apoyo  contestó Charlie—.  Es solo queverás, ese comentario que has hecho de que hay alguien detrás de todo esto, me ha dado que pensar. Edward, tu madre Elizabeth, antes de que tu padre llegara a Forks, era novia de alguien de aquí. Alguien que la maltrataba psicológicamente. Le hacía sentirse alguien inferior y le decía que se alegrara de que él la quisiera, porque era una piltrafa humana. Todos sus amigos la animábamos para que lo dejara. Cuando llegó tu padre,  se enamoró de ella y luchó por conseguirla como un titán y nosotros, los padres de Rose y otra pareja amiga nuestra, les ayudamos.  Está claro quién ganó, pero el día de la boda, su ex novio juró vengarse algún día.

Luego,  tus padres y los de Rose, murieron en ese extraño accidente y la otra pareja de amigos desapareció misteriosamente. Sólo quedamos Renée y yo, Edward —terminó de contarnos.

—¿Estás intentando decir que el accidente de mis padres y el  de los Hale no fue fortuito?, ¿estás insinuando que fue parte de esa venganza y que Renée y sois los siguientes? —pregunté totalmente en shock  por lo que acababa de oír.

Sí hijo, eso es lo que me temo  contestó mi padre quejumbroso.

Bueno, ¿y se puede saber quién es esa persona?—indagó Emmett.

Primero, antes de revelar su nombre, tengo que estar seguro. Hace mucho tiempo de eso y quiero cerciorarme.

Y dejamos ahí la conversación. Pasaron los días y Bella me llamaba para ver cuando iba a ir con ella. Yo no quería decirle la situación en la que nos encontrábamos para que no se preocupara.  No hacía más que pensar en la historia de mi padre y en la posibilidad de que la teoría de la venganza fuera cierta. Y si lo era, ¿quién era esa persona? No tardamos mucho en averiguar las dos cosas. Esa persona se rebeló con toda su crueldad, fuerza y  maldad

Fin del flashback

Miré mi reloj y vi que entre unas cosas y otras se había hecho la hora de comer. Me levanté y me fui a por los tres críos que jugaban tranquilamente junto a otros niños.

Gabriela, Tony, Peter, vamos que se hace tarde para comerles llamé. Cuando llegaron,  me dirigí con ellos de nuevo al hospital con un firme propósito: hablar con Bella.

 

 

Capítulo 3: Recuperando tu amor. Capítulo 3 : Jacksonville, segunda parte Capítulo 5: Recuperando tu amor. Capitulo 5 : Recuerdos, segunda parte

 


Capítulos

Capitulo 1: Capitulo 1: Accidente, noticia y reencuentro Capitulo 2: Capitulo 2: Jacksonville Capitulo 3: Recuperando tu amor. Capítulo 3 : Jacksonville, segunda parte Capitulo 4: Recuperando tu amor. Capítulo 4 : Recuerdos Capitulo 5: Recuperando tu amor. Capitulo 5 : Recuerdos, segunda parte Capitulo 6: Capitulo 6: Marco Capitulo 7: Capitulo 7 : Enfrentando la verdad Capitulo 8: ¿Reconciliándonos? Capitulo 9: Empezando de nuevo Capitulo 10: Ellas estarán bien Capitulo 11: Limpiando mi alma Capitulo 12: Amenazadas Capitulo 13: Angustia Capitulo 14: Luz en la oscuridad Capitulo 15: Pesadillas Capitulo 16: Despedida y regreso Capitulo 17: El principio del fin Capitulo 18: El final Capitulo 19: Las noticias más esperadas Capitulo 20: La historia de Carmen y un giro inesperado Capitulo 21: Volviendo a la vida Capitulo 22: Redención Capitulo 23: Tarde de compras al estilo Alice Capitulo 24: El Perdón Capitulo 25: Nochebuena de amor, Navidad maravillosa Capitulo 26: Baile de la Policía, condecoración y algo más. Capitulo 27: Mi heroe Capitulo 28: Horas de angustia e incertidumbre Capitulo 29: Inauguración Capitulo 30: El Juicio Capitulo 31: Juramento de Hipócrates Capitulo 32: La soledad de la muerte Capitulo 33: En los montes de Olympic Capitulo 34: Despedidas de solteros Capitulo 35: Sí quiero, otra vez Capitulo 36: Alice e Isabella Capitulo 37: Epílogo: Parte 1: Golpe del destino; Parte dos: Asignatura pendiente. Capitulo 38: Outakke 1: El hombre de hielo y su pequeño gran monstruo Capitulo 39: Outakke 2: Isabella Marie Masen swan, marca la diferencia Capitulo 40: Outakke 3: Padres, hijos y otras cuestiones

 


 
14447875 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10763 usuarios