A pocos días de la graduación mi padre decidió que pasáramos más tiempo juntos, había reducido mi tiempo con Edward a unas cuentas horas al día, habíamos llegado a ese acuerdo puesto que estábamos muy cerca de convertirnos en marido y mujer y no es que queramos tener más tiempo solos el uno del otro, lo hacíamos para pasar más tiempo con nuestra familia ya que yo no podría estar con mi padre ni mucho menos verlo después de casada. Sin embargo extrañaba a Edward, en las noches el ya no regresaba a mi habitación era parte de nuestro trato, pero mi cama se sentía tan vacía sin él, lo único que me reconfortaba era pensar que sería totalmente mío en unos días y eso sería para toda la eternidad, al fin para mi…

Valoraba mucho el tiempo que pasaba con mi padre debido a que después de la boda eso no pasaría muy seguido así que no evitaba nada de lo que él quisiera hablarme o hacer conmigo, desayunábamos, almorzábamos y cenábamos juntos  y aunque no era muy abierta a compartir todas las cosas con él lo disfrutaba y sabía que él estaba complacido también.

Mi madre arribaba en unas horas para estar presente en la graduación, yo estaba emocionada de verla de nuevo,  era muy importante que estuviera conmigo tanto en la graduación como en la cena de ensayo para la boda…y todo en un mismo día…sentí una punzada nerviosa en el estómago de pensar en lo rápido que ocurrían las cosas, la boda era en menos de un mes, Alice ya había comenzado a rotular invitaciones,  ella me citaba todos los días a su casa  para darme a conocer detalles de la boda, se había propuesto trabajar en ese “acontecimiento”  hasta el último día, yo sabía que ese día todo sería perfecto  y aunque temía la idea de una fastuosa boda no podía negar que soñaba con el momento en que uniría mi vida a la Edward.

Llamaron a la puerta  y me apresure a abrir, estaba segura de quien era

-mama!!-  estaba emocionada de verla, la abrace y ella respondió fuertemente llena de alegría

-estas preciosa mi cielo!!!-  ella tenía casi tres meses de no verme

-gracias mamá, pero ven entra, siéntate-  Charlie bajo al escuchar las frenéticas  risas en el porche

-Renne- dijo mi padre al ver a mi madre en la sala

-¿cómo estas Charlie?-   mi madre se levantó de su asiento para saludar a Charlie

-muy bien, que bueno que pudiste venir-  dijo, feliz de ver a mi madre

Me alegraba que Charlie y mamá hablaran como buenos amigos. A pesar de todo se seguían llevando muy bien

-bueno Bella y ¿dónde está el príncipe?-  pregunto mi madre refiriéndose a Edward, mi padre hizo una mueca y mostro indiferencia, yo sonreí.

-lo veremos en la graduación mamá-

-espero que esa cena no dure mucho tiempo-  mi padre era tan diferente a Renne

-solo compartiremos un rato-  le dije – es muy importante para mí que estés ahí-

 -no te preocupes cariño, ambos estaremos-  dijo Renne echándole una mirada de aprensión a mi padre

Ellos continuaban charlando en la sala de estar cuando volvieron a llamar a la puerta

-Alice!! No te esperaba, que sorpresa-   me sorprendió ver a Alice, estaba segura que nos veríamos hasta en la graduación y si no hasta en la cena de ensayo. Lucía un aspecto natural y relajado, traía consigo una maleta  pequeña bastante glamurosa y un neceser en la mano

-¡¡pues he venido para que nos arreglemos juntas para la graduación!!- 

-dirás TU te arreglaras, porque yo planeo usar mi ropa normal-

-No, no, no debes estar deslumbrante, acuérdate que no es un día cualquiera-   me guiño un ojo  -¡así que vamos!-  entro a la casa tirando de mi brazo para ir escaleras arriba cuando vio a mis padres en la sala

-buenas noches Charlie, señora  es un placer conocerla!-  mi madre sonrió Alice estaba encantada de ver a Renne

-mamá ella es Alice la hermana de Edward-

-¡hay que emoción! Encantada de conocerte Alice, Bella me ha hablado mucho de ti y de tu familia-

-qué bueno, para mí también es un honor conocerla, Bella es como mi hermana-

-¡pues ya tengo dos hijas!-  dijo Renne y ella y Alice rieron juntas, se habían caído muy bien

-vayan a arreglarse chicas, nosotros estamos listos en unos momentos- yo asentí y lleve a Alice a mi habitación.

-a ver que planeas hacer conmigo…-dije y ella emocionada abrió la maleta que traía de donde saco un lindo vestido azul marino

-¡¡taran!!-  dijo haciendo posturitas para enseñarme el vestido

-eres incansable- le dije, suspire-  es precioso-  ella sonrió

-¡lo sé! Te verás perfecta-  ella comenzó a vestirme y a acomodar el vestido para que me quedara bien, me arreglo el cabello con rizador y me maquillo los labios y los ojos

-¿ya puedo verme en el espejo?-   pregunte

-eres impaciente, está bien mírate, mírate-  en cuanto me vi en el espejo me sorprendí de ver lo arreglada que estaba, Alice había hecho magia

-¿a cuál alfombra roja voy a ir?-  le pregunte sarcásticamente, evaluándome de pies a cabeza

-eres una exagerada, solo es un modelito sencillo de Jean Paul Gutier, te ves perfecta-  me dijo con una sonrisa, Yo hiba a la ceremonia con un modelo de diseñador cuando otros llegarían a la graduación en jeans y All stars   -además acuérdate que para esta noche tienes que estar despampanante, toda la familia estará presente-  sentí como una gota de sudor se formó en mi cuello, estaba nerviosa y no era la boda…era solo un ensayo.

Alice también se arregló, su vestido también era lindo, el color rojo le asentaba muy bien, las dos estábamos listas y ella se pre paro para marcharse

-Bueno Bella, me voy, nos vemos en unos instantes, supongo que tus padres te llevaran ¿no?-

-si me iré con ellos-  le dije

-bien, Edward será mi otra pareja en la graduación-  me dijo  -ojala que el lobo llegue-  me dijo, yo me quede en silencio  -no te muevas ni un pelo por favor, te quiero-    ella se marchó y yo baje con mis padres

Mi familia era pequeña, solo mi padre y mi madre, comparado con la familia de los Cullen quienes todos eran muy unidos y el amor irradiaba a kilómetros cuando los veáis, me sentí muy nerviosa, era la primera vez que mi padre y mi madre  convivían con la familia de Edward y no sabía que esperar, mi padre no aprobaba completamente a Edward por lo que me había hecho y aun así había permito que nos casáramos, sin embargo estaba segura que mi padre pensaría que estaría bien con Edward y que yo sería feliz , lo esperaba que mi madre opinara lo mismo

Llegamos al auditórium donde se llevaría a cabo la ceremonia de graduación, los Cullen ya habían llegado, Edward se acercó en cuento nos vio llegar, primero saludo a mis padres, mi madre lo veía deslumbrada, sabía que mi novio era guapo pero no sabía que de cerca era un dios griego. Mi Adonis personalizado. Mi madre había hablado un momento con él y luego se acercó a mí para saludarme.

-estas preciosa- me dijo depositando un beso en mi frente, él estaba tan perfecto, tan…tan él, lo mire atontada, estaba tan enamorada de el

-gracias- articule

-¿Dónde está Jacob Black?-

-creí que estaría aquí pero veo que no…-

- si no viene no te preocupes…yo te recibiré al bajar del escenario – me dijo tiernamente

-te lo agradezco-

La ceremonia comenzó, los graduados estábamos sentados aparte de los padres y amigos, las palabras de graduación fueron dadas por los mejores alumnos del curso, en este caso Ángela Weber, quien para mi sorpresa me menciono en su discurso agradeciéndome y considerándome una gran amiga y un gran apoyo para ella y otros estudiantes, me sentí alagada aunque no merecía la mención.

El momento te subir al escenario por los diplomas había llegado, cuando finalmente llego mi turno subí, mi madre gritaba de la emoción y mi padre se había puesto en pie, me sentía feliz de que compartieran esto conmigo y también algo apenada, mire había las escaleras en donde Edward me esperaba para darme su brazo, uno de los fotógrafos me pido que me detuviera un segundo para tomar una foto, al paracer mis padres se lo habían pedido, rápidamente di la vuelta y ya no vi a Edward al pie del escenario, en su lugar estaba  mi mejor amigo.

-          ¡¡Jacob!! Viniste-  le dije al tiempo que él me dada su brazo

-          No hiba a fallarte-  me dijo

-          Gracias, enserio significa mucho para mí que estés aquí-

-          Vine a despedirme Bella -  me dijo seriamente

-          planeo irme de la reserva-

-          ¿Qué? ¿irte? ¿pero por qué?-  la noticia me había caído de golpe

-          Quiero alejarme por un tiempo de aquí…pensar, meditar…-

-          Pero…-  el hablo antes de que yo terminara

-          Regresare cuando esté listo, no te preocupes por mí-  ya no pude decir más y lo abrace, una lagrima recorrió mi mejilla

-          Perdóname-  le dije

-          Estaré bien- me dijo limpiendo aquella gota que había salido de mis ojos   -supuse que debía traer esto-  Jacob puso en mi muñeca  el típico ramillete de graduación, era precioso, adornado con una orquídea  violeta, sin duda era muy lindo

-          Es precioso Jake-  sonreí

-          Me alegra que te gusta -  también sonrió – ya dedo irme-  me dijo

-          ¿tan pronto?-  dije asombrada  

-          Si, quede de llegar temprano a casa, es la reunión de los jefes Quileutes, un acontecimiento-

-          Sin duda, quisiera estar ahí – le dije – diviértete-

-          Lo hare-   deposito un beso en mi mejilla y se marcho

Algo en mi me decía que no volvería a ver a Jacob en mucho tiempo…temía no volver a hacerlo y que mi unión con Edward le afectara mucho más de lo que yo creía, inhalé profundamente para recomponerme y Edward  se acercó a mí al tiempo que yo buscaba a mis padres para irnos a casa de los Cullen

 -¿estás bien Bella? -  No quería que él me viera desmoronarme así, no quería arruinar esta noche tan importante para él y también para mí, me había mentalizado que así tenía que ser para mí, aunque enfrentara mis miedos cara a cara.

-sí, no te preocupes, son solo lagrimas pasajeras, estoy bien- quise sonar lo más convincente posible

-no quiero que te sientas obligada a ir a la cena Bella, en verdad no quiero que esto sea difícil para ti-

-no me siento así Edward, en verdad estoy bien, tu sabes que para mí significa mucho también- le dije, me acerque a él y deposite un beso tierno es sus labios al que él respondió automáticamente.  – A propósito, felicidades por tu graduación-    le dije, él sonrió de forma divertida y yo me retire donde estaban mis padres.

-bueno, ¡¡Me gradué!!-  dije a mis padres, intentando ocultar el pesar de haber despido de forma inesperada a mi mejor amigo.

- ¡estoy tan feliz mi cielo! Phil te envía felicitaciones-   me dijo mi madre abrazándome

- gracias mamá-

-estoy orgulloso Bella- 

-gracias Papá, significa mucho para mí-

-¡Bueno! Es hora de irnos-  mi madre se encontraba emocionada por llegar a la casa de mis futuros suegros aunque ella no tenía ni idea de la noticia que le venía encima

Carlisle y Esme se acercaron a saludar a mis padres y a confirmar la invitación a su casa, mis padres asintieron y quedaron de vernos allá, si existía  la amabilidad y la gentileza Carlisle y Esme la personificaban a la perfección.

-te guiare hacia la casa de Edward papá-   sonó tonto pero a pesar de que mi padre era el jefe de la estación de policía y conocía cada rincón de Forks el camino hacia la casa de los Cullen era un lugar que nadie más conocía excepto aquellos que ya habían estado ahí antes.  Sabía muy bien que cuando llegáramos todos estarían ahí esperándonos.

- que buenas personas por Dios…-  comentaba mi madre mientras nos dirigíamos a casa de los Cullen  - pero mira que buenos genes-   sonreí abiertamente ante esa mención, era imposible no notar la extrema e impactante belleza de mis vampiros favoritos.  –son bastante jóvenes a pesar de tener varios hijos -   continuaba diciendo  -le preguntare a Esme cuál es su secreto porque yo estoy llena de patas de gallo y solo tengo una hija-  yo me reí ante el comentario de mi madre, solo había una razón por la que todos ellos lucían tan bien y Esme no podría darle su secreto a mi mamá, ellos estarían por toda la eternidad tan como están.

-tu estas perfecta mamá-    le dije al tiempo que la casa Cullen aparecía entre los arboles

-¡Dios mío!  ¡Pero si esto es un palacio!-

-vamos-     dijo mi padre invitándonos a salir de auto

Edward salió a recibirnos, se miraba feliz, y yo me sentía complacida de poder hacer que el ser que amaba se sintiera de esta manera, mis padres entraron.

-¿ya te había dicho que te ves hermosa? -   me dijo, acercándose a mi

-mmmm…  creo que no…-  le dije, rodeando su cuello con mis brazos, estaba claro que no podía resistirme a tenerlo entre mis brazos y propiciar el momento de un beso.

-estas Bellísima-   deposito un beso en mis labios y sujeto mi mano besándola antes de entrar

-estoy nerviosa-  le dije

-no te preocupes, hemos preparado todo para parecer humanos-  en sonrió

-no es por eso,  me aterra la reacción de mi madre-

-todo estará bien-

-la casa se ve deslumbrante-  le dije, admirando lo bella que se miraba la fachada adornada con luces y flores dándole un aspecto de reunión importante y familiar típico de una familia adinerada que celebra todo en grande

-espera que veas el interior- 

-Alice…-

Al entrar en la casa pude observar a toda la familia reunida, además de los Cullen pude observar otro grupo pequeño de mujeres rubias que se encontraban a lado de Carlisle, me imagine de quienes se podría tratar…salude a todos uno por uno, la casa lucia muy hermosa decorada con rosas rojas y pde ver unos canapés junto a unas botellas de Champaña, Vodka y vinos costosos además de otras bebidas que no pude reconocer, comencé a sentirme intimidada y mi madre lucia boquiabierta al mirar el esplendor de la casa.

 -bienvenidos amigos, gracias por estar presentes, estamos reunidos para celebrar el triunfo de nuestros hijos y para conocernos y compartir juntos un momento ameno en familia, porque ustedes son parte de nuestra familia-   Carlisle nos dio la bienvenida y la fiesta comenzó mi madre se perdió entre risas con Carlisle y Esme y posteriormente se unieron a Emmet y Rosalie y a la vez llegaron Jasper y Alice; todos compartían de manera muy amena y cómoda,  mi madre se veía encantada con Esme y Alice, y aunque Rosalie no hablo mucho pude ver que no era desagradable a sus ojos esta reunión.

-Al fin te conocemos Bella-  Me dijo una de las rubias despampanantes, quien parecía una diosa griega al mirarla, daba la sensación  de iluminar el salón con su presencia, como si de ella amaran rayos de luz, su cabello era sedoso y con ondas perfectas que al moverse parecían como si fueran de un hermoso color rosa pálido, temí lo peor, aquella belleza me hizo doler de la cabeza y el estómago, daba envidia tan solo mirarla.   –soy Tanya, Edward debe haberte hablado de mi-    y vaya que lo había hecho.

-por supuesto…es un placer…-   logre articular

-aquellas de allá son mis hermanas Kate y Irina-   dijo señalando a las otras rubias quienes tenían unas copas y luego bebieron de ellas con naturalidad.

-¿y donde esta Carmen y Eleazar?-   dijo Edward incorporándose a la conversación.

-se disculpan por faltar pero les mandan sus felicitaciones-  dijo

-muchas gracias, me hubiera gustado conocerlos también-  la mirada especulativa de Tanya no se podía ocultar, pero yo trate de sonar de lo más normal y cómoda.

-los felicito, luces apuesto Edward-

-gracias Tanya, tú también luces muy bien-    yo no era celosa, en absoluto, pero yo conocía bien la historia entre Edward y Tanya y aunque sabía que Edward me amaba, la rubia lo miraba de una manera como si quisiera comérselo.

-¿me disculpan?-  dijo Edward dirigiéndose al resto de la familia, tomando una copa de champaña

-su atención por favor-  sabía que el momento había llegado, el me llamó a su lado y yo me acerqué   -esta noche es una noche muy importante para mí, no solo por habernos graduado, sino porque esta reunión representa el comienzo de la realización de un sueño, Charlie, Renne, familia…hoy quiero compartirlo con ustedes, Charlie ya está enterado  y dio su consentimiento y esta noche quiero hacerlo oficial pidiéndote a ti Renne la mano de Bella, la amo y he llegado a la conclusión que no puedo vivir sin ella, sé que ella me ama y quiero casarme y compartir mi existencia con ella- pude notar que la palabra “existencia” estaba muy bien utilizada, mi madre parecía sorprendida pero una lagrima salió de sus ojos.

-awww…Dios ¡pero claro que sí! Tienen mi consentimiento-   mi madre se levantó del sofá y nos abrazó muy emocionada, todos los demás aplaudían –no es solo porque ella te ame sino porque sé que Bella no estaría mejor con otra persona más que contigo, confío  en ti y sé que a tu lado será muy feliz, sé que te importa su felicidad y para mí eso es muy importante, así que ¡sí!-  yo solte el aire que había contenido, mi padre parecería sorprendido, contaba con que mi madre estallara en caos debido a mi matrimonio pero le habían salido mal los planes, a pesar de todo se miraba conforme.

-muchas gracias Renne, muchas gracias Charlie-  Edward sonrió abiertamente, con los ojos llenos de euforia, había ganado y estaba complacido.

-felicidades-  nos dijeron, Edward volvió a deslizar el flamante anillo de compromiso por mi dedo índice como antes lo había hecho y todos volvieron a aplaudir

-te amo-  me dijo y beso mis labios dulcemente

-te amo-   concluí y lo abrace fuertemente

-¡que comience la fiesta!-  grito Emmet y pude notar como todos comenzaron a divertirse

-te e extrañado-  le dije  -este trato está acabando conmigo-  bromee y él sonrió

-para mi es mucho peor-  me dijo envolviéndome en sus brazos  -no sabes cómo lucho contra mí mismo para no entrar por esa ventana-

-tengo que ser fuerte-

-pronto te tendré solo para mi…-  me dijo maliciosamente y yo me ruborice.

Mientras nosotros continuábamos  con nuestras bromas pude observar que mi madre estaba bebiendo demasiado, iba por una copa y luego por otra y otra, se reía demasiado  y al principio no me importo, puesto que conocía la felicidad que el embargaba pero luego comenzó a hablar incoherencias lo cual me avergonzó.

-mi amor no vayas-  Edward quiso detenerme

-es suficiente-  le dije  -creo que es hora de irnos-

Me acerque a mi madre quien tenía otra copa en la mano

-mamá ya es suficiente, tenemos que irnos, papá vámonos ya-  les dije

-hay espérate Bella, la estamos pasando bien-

-mamá estas ebria-  le susurre  -lo siento Esme, Carlisle, tenemos que irnos , muchas gracias Alice por todo, estuvo precioso, me siento muy feliz-  todos asintieron respetuosamente, Edward nos acompañó a la salida, mi padre se llevó a Renne al auto.

-no fue nada Bella, esas cosas pasan-

-me siento apenada con toda tu  familia-

-todo está bien-  me dijo acariciando mi mejilla

-te amo Edward-   no era yo quien solía comenzar los besos pero esta vez lo bese y el respondió automáticamente

-no te vayas-  susurro

-nos vemos mañana-    le dije desganada, no quería despegarme de él, me fui al tiempo que él se despedía y entraba a la casa.

Entre a la patrulla y mi padre arranco

-espera!-  grito Renne, Charlie se detuvo de golpe   - olvide mi bolso en el jardín-

-no vayas tú, yo iré por el-  me baje del auto y camine a trompicones debido a que ya no soportaba los pies gracias a los zapatos de Alice, rodee la casa y llegue al jardín, vi la cartera de mi madre pero me detuve de golpe al ver lo que vi…fue como una bofetada fuerte al cara, Edward y Tanya se besaban apasionadamente, él ni siquiera noto que yo estaba ahí…viendo, no se despegó de ella en absoluto. Una lágrima recorrió mi mejilla seguida por otras que se vinieron sin detenerse, sentí como mi corazón se vino abajo…no lo podía creer, ¿Cómo Edward podía hacerme esto? ¿Cómo el ser que yo creí tan perfecto podía hacerme esto? Tome el bolso y corrí al auto, me descontrole, mi corazón latía desbocado pero trate de recomponerme al entrar al auto para que no me notaran así.

-¡¡vámonos ya!!-  Charlie arrancó

-¿estás bien?- me pregunto

-si, estoy bien-   no podía ni explicar lo mal que me sentía, estaba destrozada lo que sentí al verlos asi…de esa manera, era inexplicable, un instinto, Edward había acabado conmigo.