Las semanas se habían sentido demasiado largas en el hospital, acostada entre aquellas cuatro paredes, tenia que admitir que habían comenzado a cansarme y a querer salir lo mas pronto posible de este lugar, pero claro; Carlisle me había tratado muy bien durante mi estadía en aquel lugar y aunque el me había dado de alta yo continuaba acostada en la cama de mi habitación, no porque me sintiera mal sino porque mi padre y Edward  me impedían levantarme. Edward se había pasado los días enteros a mi lado, se había preocupado mucho por mi y se pasaba sus horas interminables junto a mi y aunque le costó demasiado logró conseguir el permiso de mi padre para ayudarle  a cuidarme durante todo el día; claro, Charlie lo sacaba de la casa por las noches pero el regresaba a cuidarme entrando por mi ventana, lo había hecho todos estos días, su presencia me había ayudado a sentirme bien.

Edward se encontraba en la planta baja con mi padre probamente ayudándole con el quehacer ya que no me dejaban levantarme estaba exonerada de hacer todo tipo de trabajos en el hogar así que mi padre necesitaba de Edward aunque no quisiera, tal ves lo hacia  para volver a ganarse su confianza, sonreí abiertamente al pensar en ello.

-¿Qué es tan gracioso Bella?-  Alice se encontraba conmigo, Edward la había traído para hacerme compañía y en verdad que se lo agradecía.

-Edward se ha empeñado mecho en ayudar a mi padre…creo que quiere ganarse su confianza- Alice sonrió también

-mi hermanito es único…te ama tanto Bella, no se ha separado ni un instante de ti…casi no lo hemos visto en la casa, sufrió tanto al enterarse de tu desaparición, casi te perdía…porque moriste un instante, pero bueno, jamás lo había visto tan entregado a algo en las muchas décadas que tengo de vivir con el, es impresionante.

-yo también lo amo Alice…mi vida como humana no tiene sentido sin el, además se que a su lado también los tengo  ustedes… a ti que eres mi mejor amiga, casi mi hermana – Alice me abrazo rápidamente

-pues sabes que puedes contar conmigo por siempre-

-te lo agradezco…-  hice una pausa, había tantas cosas que quería preguntarle,  todas esas preguntas peleaban ahora por salir y tener su respuesta, pero había algo que me inquietaba y algo que quería preguntarle

- oye Alice…quiero que me digas ¿Qué fue exactamente lo que paso?...¿que paso con Victoria?...-

-la manada de hombre lobo y mis hermanos acabaron con ella…Jacob Black la sorprendió cuando iba a morderte….el la detuvo y cuando la hubo derribado todos precedieron a acabar con ella-  me estremecí al pensar en ello

-Alice Yo…yo tengo que hablar con Jacob…tengo que agradecerle por lo que hizo y disculparme con el por haberlo dañado, es por eso que fui a la Push, Fui a hablar con el, discutimos y el no quiso seguir hablando conmigo y luego paso lo que paso…-

-lo se Bella, no te preocupes haré lo que pueda para que venga a verte, pero tienes que tomar en cuenta también a mi hermano, Bella…Edward me preocupa, no lo veo bien, lleva semanas sin apartarse de aquí y ni un momento y a descuidado sus necesidades-

-yo e tratado de hacerle entender que estoy bien, que me siento bien, pero el no entiende-

-si, es tan terco!!!..Pero bueno tratare de hacerlo entender y déjame a Black a mi, yo le diré que venga…- no la deje terminar

-Alice…mejor no le digas que venga, si el quiere verme o hablar conmigo el  lo hará…- yo no iba a obligar a Jacob a disculparse por lo sucedido o a que me perdonara por  haber regresado con Edward cuando le prometí que eso nunca volvería a pasar

-esta bien Bella, no le diré nada…bueno me voy, tus amigos vendrán a visitarte y es mejor que me vaya, le diré a Edward que me lleve…tu padre se preguntará como me fui si no me ve por ningún lado-  me guiñó un ojo y sonrió, yo también reí

-gracias por venir Alice, en verdad extrañaba hablar contigo-  ella me abrazo  -te quiero-

-yo también Bella, y no te preocupes que seguiremos hablando-  sonreí ante esa idea, se despidió y salió de mi habitación.

Me levante de mi cama aprovechando que Edward iba a dejar a Alice, al parecer los chicos de la escuela vendrían a verme, aunque la idea no me emocionaba mucho ya que me esperaban muchos interrogatorios, pero que podía hacer, no estaba obligada a contestarles todo. Abrí la puerta de mi habitación y cuando intente bajar las escaleras me encontré a Charlie bloqueando el camino

-¿Qué haces levantada señorita?- me pregunto con cara de pocos amigos

-pues es que no quiero estar encerrada papá…te juro que ya me siento bien- empecé a mover mis brazos haciendo posturitas graciosas para darle a entender que estaba bien

 -no hay lugar mas seguro y cómodo para ti que tu habitación así que…-  lo fulmine con la mirada

-¡¡te afecta mucho estar con Edward!! ¡Los dos se pasan!- baje dos escalones mas – él no esta ahorita así que déjame estar solo un momento aquí abajo…contigo,  si ¿papá?-  puse  mis ojitos de ángel  bueno con aureola para convencerlo

-no hay nadie quien te gane Bella…-  le agradecí y fui a sentarme en el sofá de la sala y el me siguió para sentarse a ver la televisión

-por cierto papá…te agradezco que le dieras una oportunidad a Edward-  el me miro muy serio

-aun no me cae bien- me dijo tajante

-lo se…pero esta haciendo todo lo que puede para volver a ganarse tu confianza-

-que bueno, le costará  ganársela- le hice una mueca y me acerque a él

-papá… no seas duro con él te lo pido, por favor…-  el me volteo a ver al instante

-¿ya lo perdonaste Bella? ¿Has vuelto con él de forma oficial?- me preguntó

-…si papá ya lo perdoné…confío en el, se que no se volverá a repetir y si, le di otra oportunidad…-

-entonces… ¿lo quieres?-

-papá…-   rogué, no era agradable hablar de esto con Charlie     –tu sabes que lo quiero…-

-esta bien, pero te en cuenta  que lo tengo  vigilado-  y le hecho una ojeada a su rifle, yo lo mire con cara de pocos amigos y me regrese a mi asiento.

Minutos mas tarde llamaron a la puerta, mi padre abrió y pude ver a Ángela, Eric, Mike y Jessica entrar, los recibí muy contenta era un buen detalle que estuvieran aquí conmigo, por suerte ninguno de ellos pregunto nada que me incomodara y solo me limite e explicarles  como mi viejo chevy  había muerto estampado a un árbol; porque se supone que mi padre y todos mis amigos creían que mi accidente había sido un accidente automovilístico de esos que le pasan a todo el mundo, mas sin embargo todo lo que me había pasado  había sido por causas mucho peores. El tiempo se paso rápido, ellos se despidieron, la habíamos pasado muy bien, me detuve en la puerta  para despedirlos y esperar a que se fueran  y luego cerré, al instante después de algunos segundos volvieron a llamar, abrí la puerta y Edward estaba ahí…tan perfecto a la luz de la luna, yo sabia que estaba en problemas por estar aquí abajo

-parece que mi niña traviesa ya se siente bien- me rodeo con sus brazos, yo lo abracé fuertemente  -¿Qué haces levantada mi amor?...-  me dijo aun abrazados

-Ya me siento bien Edward, además, me aburro sola haya arriba-  acuno mi rostro con sus manos y beso mi frente

-eres tan terca-

-¿Quién es Bella?...-  dijo mi padre que se encontraba en la sala viendo la televisión

-ahh…Edward papá-  los dos entramos  y llegamos a la sala

-buenas noches Charlie, solo pasaba a despedirme de Bella…regresare mañana -  Charlie asintió

- esta bien, mientras Bella no se sienta bien creo que necesitare algo de tu ayuda-

-ya te dije que estoy bien papá…- lo fulmine con la mirada y Edward y yo caminamos a la puerta

-te veré arriba…- me susurró al oído

- te estaré esperando-   le dije, el me sonrió dulcemente y desapareció entre las sombras.

Me senté a la sala  con Charlie mientras veía la televisión, esperaría a que le diera sueño para yo irme a mi habitación, eso no tardo en suceder, minutos mas tarde se levantó para irse a su habitación, me despedí de el y luego también me retiré a mi paraíso personal en donde el mas hermoso de los príncipes me esperaba, tenia que agradecer que Charlie fuera hombre de sueño pesado, cuando caía dormido parecía oso en invernacion, podía haber un terremoto  y el seria el ultimo en enterarse. Por suerte el también confiaba en que Edward regresaba siempre hasta el día siguiente por la mañana y nunca había sospechado que Edward se colaba por las noches a mi habitación. Me apresuré a subir las escaleras, abrí la puerta  de mi habitación y Edward estaba recostado en mi cama

-ya estoy aquí-  le dije acercándome a él

-se me hizo eterno-  me reí ante la mención de esas palabras y el me acuno entre sus brazos

-mañana te llevaré a la escuela si ya te sientes mejor-  me dijo hablando contra mi pelo

-rayos! Ahora  me parece malo sentirse bien- le dije  - por suerte mi camioneta no esta en condiciones de trabajar-  el se rio por lo bajo

-ni lo estará, a tu auto le llego su fin, murió de causas naturales, contra un árbol- y se volvió a reír ante su broma

-lo extrañaré…-  le dije

-no te preocupes por eso, pasare por ti de aquí en adelante-

- esa es la única parte buena dentro de todo esto…-le dije –pasaré mas tiempo contigo – me acerque mas a él y    pase mi mano por su cabello color bronce -  te amo-  le dije, y el beso mis labios de forma automática, aquel beso fue prolongado, yo no quería que se detuviera me aferre mas a él y no pareció molestarse, él hacia que el roce de nuestros labios con los míos fuera tan natural, tan espontaneo, no solo  por el hecho de que el fuera un vampiro y yo solo humana, besarlo era como llegar al mis o cielo y escuchar el coro de los ángeles. Aquel beso se volvió mas y mas intenso, podía empezar a sentir calor, sentía como si mi piel ardiera en llamas, deslice mi mano hasta llegar a los botones de su camisa y comencé a desabotonar aquellos que estaban abotonados rápidamente para que no me detuviera como antes ya lo había hecho; casi lo había conseguido, podía sentir su esbelto pecho bajo mi piel cuando él se deshizo de aquel beso de forma instantánea al darse cuenta por donde iba la situación

-no puedo Bella…no puedo-  me dijo con un hilo de voz tratando de apartarse de mi

-yo se que puedes…-  le dije, aquella  urgencia de continuar con aquello me inundo nuevamente y lo bese otra ves, esa intensidad también recorría por él, de nuevo el beso se intensificó cuando sentí como sus manos me tomaron por los hombros apretándome fuertemente y me levantó con mucha rapidez hasta contraminarme violentamente con la pared. Sentí un agudo dolor en la espalda y al instante él emitió un rugido  ahogado,  vi su mirada…sus ojos, se habían vuelto de un color negro intenso y él continuaba apretándome fuertemente

-¿Edward?...- aquellos ojos, solo reflejaban una cosa…hambre, Edward estaba sediento

Rápidamente se aparto de mí casi volando al otro extremo de la habitación, aquel Edward me había asustado, mi corazón comenzó a latir de forma audible, eso no era una buena idea en estos momentos

-Perdóname…- le dije, y trate de acercarme a él

-¡No! No te muevas…! Quédate donde estas-  sus ojos continuaban negros y su voz era fría y hosca

-pero Edward…-

-Bella! No te acerques, puedo hacerte daño…no me siento bien-  podía observar como llevaba sus manos a su garganta como si le ardiera

- es mi culpa…por mi no has ido a cazar, has estado muy pendiente de mi…en verdad lo siento-

-me tengo que ir, Bella…no puedo ponerte en peligro, perdóname, regresaré no te preocupes por mi- y se fue rápidamente saltando por la ventana

Edward se sentiría culpable después de todo esto, pero Alice me lo había advertido, Edward no estaba bien y Yo no hice caso de eso ¿Cómo podía ser tan idiota? Lo había arruinado, el no había cazado durante mucho tiempo.

Tenia que admitir que aquel ser que vi hace unos instantes me hizo desatar mis miedos rápidamente, pude ver la ira, la sed, el hambre que reflejaban aquellos ojos negros extendidos, Edward estuvo apunto de matarme, a punto de partirme en pedazos …no, no era Edward, yo no conocía a ese ser que estuvo a punto de atacarme, eso había salido desde muy dentro de él, ahora temía lo que pudiera pasarle, se culparía por haber estado apunto de acabar conmigo él mismo. Mis miedos y temores mas profundos habían regresado a mi, no quería que se alejara de mi de nuevo por creer que  corro peligro a su lado, además, el me lo había prometido

Al parecer las heridas que me había provocado su partida hace un año y medio habían dejado cicatrices, cicatrices muy profundas y marcadas, las mismas que hasta ahora me hacían recordar y dudar de la importancia que yo tenia para Edward, estaba segura que me amaba pero si eso en verdad era así, ¿Por qué no quiso transformarme al ver que me había perdido? ¿Qué habría pasado si  yo no hubiera reaccionado? ¿Me habría dejado morir?...todas esas preguntas que me flagelaban  rondaban mi cabeza ahora, no podía pensar en algo mas racional, en una respuesta coherente para  esas interrogantes, tenia miedo.

Habían pasado ya varios días, en la escuela solo me había encontrada unas cuantas veces con los hermanos de Edward, pero el no se había hecho presente, había comenzado a sentir preocupación; generalmente cuando Edward iba a cazar  casi siempre iba Emmet o Jasper con él pero ahora se había ido solo y ya había tardado demasiado. Alice me había dicho que no tenia que preocuparme, que él estaba bien, pero mi impaciencia por verlo era muy grande, tal ves era el mismo miedo que sentía a que me abandonara otra ves lo que me hacia pensar así y querer que regresara pronto, tenia que admitir que me estaba comportando de manera muy egoísta, Edward estará bien y yo solo tenia que esperar.

Cuando terminaron las clases, Salí muy rápido del salón  hacia el estacionamiento, tenia la esperanza de hablar con Alice, quizá hablar con ella me haría sentir mejor. Llegue al estacionamiento pero para mi sorpresa los Cullens ya se habían marchado…me resigne y me dirigí hacia Jessica para pedirle que me llevara a casa. Mientras caminaba escuche que me hablaron por detrás

-Bella…-  esa voz me era muy familiar

-¿Jacob?...oh Jacob!!-  me acerque a el y lo abrace, en verdad quería verlo –vaya…parece que arreglaste el Volkswagen…- me quede viendo el auto

-ahh…si no  del todo aun, me faltan algunas piezas por reparar-

-Jake, en verdad quería verte, necesito hablar contigo…- no me dejo terminar

-yo también quería verte, fui a tu casa pensando que aun estarías enferma pero no encontré a nadie y me imagine que estarías aquí-

-Si…ya me siento mejor-  me acerque a el un poco mas  -Jake yo quiero agradecerte por todo lo que hiciste, me defendiste de Victoria, en verdad  te agradezco que me hayas salvado la vida-  el suspiro

 - no me lo agradezcas, después de todo tu chupasangre se lleva el mayor crédito, el fue quien comenzó a buscarte y además fue por mi culpa que te paso eso-

-independientemente gracias…no se que haría sin ti-  el puso los ojos en blanco

-Bella!! Solo cumplía con mi deber, además no e salvado tu vida, tu sigues con el idiota de Cullen!-  no podía creer me saliera con eso, si algo no me gustaba era que Jacob me insistiera siempre con lo mismo, de alguna forma tenia que darse cuenta que eso me molestaba

-Jake…no empieces, no es el momento, no quiero discutir contigo-

-no discutiremos, no te preocupes, pero ¿Por qué  Cullen no esta contigo ahora? ¿Cómo puede dejarte sola después de todo?- podía sentir el sarcasmo que emanaba de sus palabras

-basta!! Eso es algo que a ti no te importa, no sigas con lo mismo Jacob…-

-lo ves, Bella, tu conoces mi sentimientos por ti …yo puedo hacerte feliz, puedo protegerte, puedo darte cosas que ese infeliz chupasangre no puede darte, solo quiero que me des una oportunidad-  todas esas palabras se me vinieron encima, trataba de plantearme un futuro al lado de Jacob pero es que me era difícil imaginarlo

-Jacob…tú no entiendes-

-si claro…yo no puedo darte todos esos regalos caros que Cullen te da, ¿no? No puedo llenarte de lujos como tú quisieras…-  no aguante más y le di una bofetada ¿Qué me quería decir con todo eso?

-¡cállate Jacob! Eso no es así, yo no tengo porque darte explicaciones y tu no tienes porque ofenderme-  hice una pausa prolongada antes de continuar  -Jake…Escucha, aprecio mucho  que quieras hacer todo eso por mi, que quieras hacerme feliz…Jake tu me haces feliz, ya te lo he dicho y me has protegido tantas veces, eres muy especial para mi…pero…a veces el corazón no obedece a la razón  y lo se! Me enamoré de Edward Cullen y me culpas por haberlo hacho pero…no puedes hacer nada para cambiar eso…Yo te quiero Jake, eres mi mejor amigo y te pido que aceptes eso, por favor, quiero que estés a mi lado, quiero que estés cerca de mi sin que mal interpretes las cosas…eso es lo que yo te ofrezco-  me resigne, yo no podía ofrecerle mas, es cierto habían muchas cosas que Jake podía darme y que Edward no, estaba consiente de eso…pero, no se trata de recibir, había alguien a quien yo estaba dispuesta a ofrecerle mas, mucho mas…y eso no iba a cambiar

-no quiero perderte Bella…-

-no lo harás Jake, siempre estaré ahí para ti, cuando me necesites -  el suspiro y supuse que la conversación había terminado porque yo no quería volver a tocar el asunto, es aburrido y estresante cuando el artista no deja de tocar la misma canción

Se había hecho tarde y Jacob me llevo a casa, Charlie ya había llegado de la estación y Jacob se quedo a cenar con nosotros, Charlie y Jake se llevaban tan bien, creo que lo hacían para demostrarme que congeniaban y que eso yo debía tomarlo en cuenta. Me sentí intimidada.

Las horas pasaban y cada vez se hacia mas tarde, empecé a sentirme cansada así que me disculpe con ambos, que para quienes yo había desaparecido de la habitación, ellos continuaban haciendo bromas y charlando cómodamente que parecían nunca acabar.

-eehh... Me voy a disculpar, estoy un poco cansada y creo que es mejor que me retire- ellos solo me miraron entre risas y asintieron generosamente

-ven Jacob te enseñaré los rifles y las cañas de pescar…-  suspiré para mis adentros, mi padre si que se entretenía con Jake, los ignore y me fui a mi habitación.

Cerré la puerta lentamente detrás de mi…aquella sensación de estar sola me llenaba de paz y tranquilidad, me acerque a la ventana de mi cuarto, era una noche hermosa, el cielo oscuro y la luna brillaba pacíficamente, comencé a anhelar una presencia, la misma que llenaba  cada vacio en mi

-Edward…- suspiré, veía la luna, las estrellas, aquella pacifica oscuridad y me preguntaba donde estaría él, lo extrañaba demasiado, ya habían sido demasiados días, aquella angustia de despertarme y no encontrarlo conmigo, no verlo durante muchos días me hacia recordar aquellos fatídicos días en los que me veía sola por su abandono, todo  siempre era mi culpa, me acerque a mi viejo tocador y abrí uno de los cajones para sacar mi joyero, que contenía lo único realmente de valor que tenia, la pulsera que Edward me  había regalado, la mire cuidadosamente , aquella pulsera que brillaba uniformemente con la luna era  todo lo que me llenaba de esperanzas en esos momentos, yo era su vida, tenia que entenderlo, mis lagrimas comenzaron a salir , me recosté en mi cama admirando aquel maravilloso regalo, mas lagrimas salían, cerré mis ojos y olvide volverlos a abrir.

Tenia que correr mas deprisa, aquel terreno era escabroso, no podía dejar que me atrapara, pero ella era mas rápida y mas fuerte, venia casi volando sobre los arboles y yo trataba de no mirar atrás, corría, yo solo corría y no quería parar…pero ella se abalanzó sobre mi estampándome contra el suelo, lagrimas salian de mis ojos ante lo que me esperaba, ella clavó sus colmillos   en mi cuello brutalmente

-Nooo!!!!..- me desperté de golpe ofuscada y con lagrimas en mis ojos, unos brazos vinieron sobre mi rodeándome y llevándome a su pecho

-Edward!......oh Edward- lo abrace con todas mis fuerzas entre sollozos que parecían nunca terminar   -que bueno que estas aquí…-  el me acuno entre sus brazos y me mantuvo abrazada durante un momento para calmarme

-perdóname… no debí dejarte sola  durante tanto tiempo…tranquila, yo estoy aquí contigo-  deposito un beso cerca de mi oído y continuo abrazándome  -era una pesadilla, todo esta bien-   levanté  mi cabeza y lo mire a los ojos, estaban hermoso y dorados, el me miraba con ternura limpiando mis lagrimas

-te extrañé demasiado…pensé que no vendrías- le dije

-no digas eso cariño, mataré a Alice por no decirte que regresaría pronto, no tengo a donde mas ir-  hizo una pausa besando mi frente –además, yo también te extrañaba a ti-

-Edward perdóname…por mi culpa te descuidaste de ti…-  el puso un dedo en mis labios para impedir que continuara hablando

-sshh…no digas eso, tu no tienes la culpa de nada, deberías dormir aun es temprano y además es sábado, deberías aprovechar- él sonrió y yo voltee a ver el reloj, eran las siete de la mañana

-no quiero volver a dormir, ya no tengo sueño-  el se quedo pensativo durante un momento

-bueno…hay un lugar al que quiero llevarte…pero…pues tu no estas lista-  me incorpore al instante

-no te preocupes, me alistare en seguida- él se rió y yo busque algo de ropa para meterme al baño

- espérame- le dije acercándome a el y bese su mejilla, pero en cuanto me  alejaba para atender mis necesidades humanas él me haló del brazo y me acerco a el besando mis labios

 -ok, apresúrate- me dijo deshaciéndose del beso me retire y me metí al baño

Me demoré un poco en secar mi cabello pero estaba segura que a él no le importaría, lo que para mi era mucho tiempo para el eran tan solo segundos.

Cuando Salí del baño me esperaba junto a mi tocador sosteniendo la pulsera que me había regalado, me acerqué a él y coloco la pulsera en mi muñeca

-¿estas lista?-  me dijo, yo asentí y el tomó mi mano y deposito un beso en ella  -te espero abajo- salió por la ventana y yo me preparé para  bajar las escaleras y ver a mi padre

-oh papá, saldré con Edward, no te preocupes, regresare temprano -  le di un beso en la mejilla

-buenos días, ¿no?- me dijo

-nos vemos papá – le sonreí y Salí

Al salir él estaba ahí pero no vi su Volvo plateado

-¿nos iremos volando?-  le dije -¿es muy lejos?-  el me mostró esa sonrisa torcida que me mataba

-no seas impaciente, ya veras- me tomó entre sus brazos y me sostuvo fuerte a su espalda y en un abrir y cerrar de ojos nos adentramos en el bosque, la ultima ves que había hecho esto me había asustado pero ahora me parecía de lo mas sencillo, continuo corriendo casi volando dejando arboles y mas arboles tras de nosotros y en unos minutos todo nuestro alrededor cambio, estábamos en un gran claro  provocado por un hermoso lago y subimos hasta la cima de uno de los grandes arboles de aquel lugar, la vista era asombrosa, Picasso, Leonardo Da Vinci o incluso Monee hubiesen querido estar en mi lugar para poder apreciar ese hermoso paisaje, las montañas, el agua, los arboles, las aves, el cielo, todo aquello conformaba  un conjunto de elementos que hacían de aquel lugar uno de los mas bellos que podían existir, era fantástico, deslumbrante, no tenia palabras para describirlo

-¿te gusta?-  me preguntó

-es precioso!!-  no, eso no alcanzaba a describirlo, nos situamos en unas gruesas ramas  en donde nos sentamos con todo aquello frente a nosotros

-¿en donde estamos?- tenia curiosidad por saberlo, él me volteo  a ver inmediatamente con suspicacia

-Al sur de Canadá-   me dijo con una sonrisa

-¿¡que!?  Imposible!!....Dios, es impresionante, ¿Cómo encontraste este lugar?-

-mientras estaba cazando…me senté anoche aquí mismo a contemplar todo esto, pero sentía que faltaba algo importante para disfrutarlo al máximo…faltabas tu, Bella-  me dijo tocando con su mano mi rostro

-Gracias Edward, es…este momento es…no se, ¡mágico!-  él me dedico una sonrisa tierna

-hay tantas cosas que quiero mostrarte, tantas que se necesitaría una eternidad para eso-  Edward había tocado un tema muy importante, uno que yo deseaba hablar con él.

-Edward yo…hay algo que quiero preguntarte, algo que no me deja estar tranquila…-  el me miro rápidamente a los ojos

-dime Bella-

-Edward…¿Por qué no me convertiste al ver que me habías perdido? ¿Me ibas a dejar morir?-  pude ver como su mirada cambio del entusiasmo a la tristeza

-Bella…el convertirte no era la solución, yo…yo simplemente no puedo arrebatarte tu vida, tu alma, tus deseos, tus sueños, yo no puedo acabar con todo eso, lo pensé, pensé en hacerlo pero no pude, le dije a Carlisle que hiciera lo posible por recuperarte porque no quería perderte, ni iba a dejarte morir Bella-

- pero…¿no ibas a convertirme si no hubiese reaccionado? ¿No lo harías?-

--yo no podría vivir sin ti, si te pasara algo y si no me queda mas remedio que transformarte para no perderte lo haría, pero me lamentaría por haberte quitado lo mas grande que tienes…tu vida, y por haberte convertido en lo que soy, un monstruo sin alma-

-Edward… eres el más hermoso de los seres, y creo que lo mas grande que tengo…eres tu, no me arrebatas nada! Mis deseos, mis sueños, todo eso esta a tu lado-

-no sabes lo que dices Bella-

-lo único que deseo es estar contigo por siempre, eso es lo único que en verdad quiero-

-puedes estar conmigo, siendo humana, así me enamoré  de ti…-no lo deje terminar

-no es lo mismo!! Dije por siempre Edward…si tu no lo haces, alguien de tus hermanos lo hará-

-eres tan testaruda-  me dijo

-no, solo quiero estar contigo- dije tajante

-¿por siempre?- preguntó

-por siempre-  concebí, el suspiró y se preparó para hablar    

-esta bien Bella, si quieres que lo haga yo mismo hay una condición-  yo suspire, nada era gratis después de todo

-¿Cuál es la condición?-

-te traje a este lugar  porque tenia algo que decirte…lo iba a hacer cuando te invite a cenar la ultima vez y fue cuando ocurrió tu accidente…pero tenia planeado que fuera ahora y en este lugar…- hizo una pausa –si quieres que sea yo y que sea para siempre-  una de sus manos salió del bolsillo de su pantalón  -aquí, en este maravilloso lugar, rodeados de todo esto tan especial…te amo…Isabella Swan  quiero que seas mi esposa, ¿te casarías conmigo?-  abrió una pequeña caja de satín negro que ocultaba entre sus manos y un hermoso anillo de diamantes apareció de su interior, no me lo imagine, el impacto de aquel instante me petrificó por completo mi corazón se aceleró y comenzaron a hacer eco aquellas palabras que Edward había mencionado con tanta seguridad…aquellas poderosas palabras.