Amor se escribe con Sangre (+18)

Autor: Esteffk
Género: + 18
Fecha Creación: 03/04/2010
Fecha Actualización: 12/11/2012
Finalizado: SI
Votos: 52
Comentarios: 104
Visitas: 135385
Capítulos: 29

 

¡¡TERMINADO!! 

 

  Atrévete   a Leerlo 

 (como una continuacion de New Moon)

Bella Swan fue abandonada por Edward Cullen hace mas de un año y medio pero un dia sin imaginarse los Cullens diciden regresar a la vida de Bella, Edward quiere recuperar al amor de su existencia pero se encuentra con una Bella muy diferente, cambiada radicalmente por su abandono, ¿podra Edward recuperar su amor? ¿podra Bella sanar su corazon y dejarse amar otra vez? ¿sera que ese amor es de alguien mas? ....oh ¿es acaso la amnesia un mecanismo de defensa?

Descubre como un corazon puede sanar sus heridas aunque queden cicatrizes y como el sufrimiento y el odio por creer haber perdido lo que un dia se tuvo pueden convertirse en algo fuerte e incondicional

"no hay culpa sin Sangre"....

Stephenie Meyer

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Capítulo 12: En la Boca del Lobo

Me había quedado atrapada en mis pensamientos, hipnotizada, perpleja, abrumada y completamente desorientada, mi corazón tenía suerte de no haber sufrido un infarto, me sentía helada, las piernas se me durmieron y la respiración me faltaba, estaba segura que no podría articular palabra alguna, que mi boca no podría emitir un lenguaje entendible en estos momentos, mi mandíbula había caído y no me había recordado de levantarla. La mención de aquellas enormes palabras como esposa o matrimonio me hacía eco y gritaban mi nombre por todo lo alto. Muchas veces había visto películas viejas en las que el tipo le pide matrimonio a su novia y esta gritaba de la emoción, quizás era lo más normal hacer en estos casos, ¿no? Pero es que para mi todo era tan increíble, tan lejano y de fantasía que me hacia preguntarme si en verdad era enserio. Cuando niña siempre juegas a la casita o te imaginas que te casas con un apuesto chico y vives feliz para siempre, pero es que yo nunca hice eso,  nunca me emocione con pensar ese tipo de cosas, ni siquiera había paso por mi mente, quizás había algo mal en mi cerebro al no mostrar aquella ilusión. Después de todo las cosas son muy diferentes cuando las vives en personalmente. Mucho después de haberme perdido en mis estúpidos pensamientos algo me hizo volver a la realidad.

-seria genial si me respondieras ¿sabes?-  Edward se había aclarado la garganta al ver que no reaccionaba, lo cual era completamente innecesario viniendo de él ya que no le hacia falta aclararse la garganta en lo mas mínimo para sacarme de mi burbuja y dejarme anonadada con su hermosa voz aterciopelada

-Edward…yo…es que no tengo…palabras-   podía ver sus ojos, se mostraba impaciente pero a la vez seguro de si mismo, era tan difícil ser Yo!! Aprecie aquel anillo que todavía sostenía pacientemente entre sus manos, cualquiera en mi lugar hubiese dicho si con solo ver la joya, pero para mi eran veinticuatro quilates de culpabilidad y grandes diamantes de inseguridad pura, al apreciar a Edward y a esa hermosa joya juntos, hacían el dueto mas perfecto y bello que podía existir y con solo una palabra en estos momentos ambos me pertenecerían para siempre -…quiero decir, esto es demasiado Edward…yo no merezco esto en absoluto…no puedo darte nada…simplemente no puedo…- pude ver como la tristeza nublo  aquellos hermosos ojos dorados, se me acerco y tomo mi rostro con su mano para verme a los ojos

-Bella, tu no entiendes mis sentimientos por ti, si algún día tu llegaras a entender la forma en la que yo te amo te darías cuenta que para mi no hay nada mas grande e importante que tenerte a mi lado, a mi no me interesa que tu me des nada, lo material para mi no es importante, tu me lo has dado todo con solo existir y haber aparecido en mi camino, quiero hacerte feliz ¿me entiendes? Quiero hacer las cosas bien y te aseguro que nada va a faltarte si decides ser mi esposa-  definitivamente  Edward veía el mundo de una forma muy diferente a la mía, aquellas palabras sonaban como poesía a mis oídos, sentir el dulce aroma de  su aliento  golpeando mi rostro me hacia querer ponerme a llorar al pensar que él seria mío por siempre

-es que…Edward no eres tu! El problema aquí soy yo…no es normal que dos chicos se casen a los dieciocho, los demás nos dirán que nos estamos apresurando, nadie creerá que lo hacemos por amor- el puso los ojos en blanco

-no, no me importa lo que los demás piensen, me caso contigo porque te amo y además creo q, ya estoy mayor para sentar cabeza, ¿no crees?-  el se rio pero a mi no me pareció gracioso

-escúchame por favor…para mi no es fácil, hay muchas cosas en mi que me hacen tener miedo, Edward…yo vi como mis padres fracasaron, todos esos problemas y discusiones, los dos sufrieron mucho…y me llevaron a mi de encuentro…-  había comenzado a sollozar, había descubierto que la separación de mis padres me afectaba muchísimo aun, trataba de controlar mi voz pero me era muy difícil  -no quiero que vuelvas a abandonarme, te odie por haberlo hecho, tu no conoces todo lo que hay en mi corazón, esa inseguridad que me impide tomar una decisión-  había explotado y me había sincerado con el, sin mediar mas palabra me estrecho entre sus brazos al escucharme y al ver aquellas lagrimas en mi rostro

-Bella, amor mío…yo no voy a hacer que vuelvas a pasar por eso otra vez, te prometo que eso no nos pasara a nosotros porque cada día de mi existencia a tu lado los voy a dedicar a hacerte feliz…-  él me abrazaba fuertemente hasta que me aparto de él para ver mi rostro  -mírame, nunca jamás volveré a dejarte ¿me entiendes? No te voy a volver a lastimar otra vez, perdóname, te juro que eso no volverá a ocurrir Bella, prometo amarte cada momento de mi existencia por siempre-  el deposito un beso en mi frente y volvió a preguntar  -cumple mi deseo mas grande, quiero que te cases conmigo-   todo lo que me esperaba se escuchaba tan bonito viniendo de Edward ¿podría ser feliz a su lado? Sabia perfectamente que mis ansias de convertirme en vampiro estaban por ese camino, yo amaba a Edward y tenia que demostrárselo

-Edward Cullen…quiero cumplir tu deseo mas grande…acepto casarme contigo-   mi corazón se acelero por el impacto de aquel momento en el que Edward deslizaba aquel anillo tan hermoso por mi dedo, me había abrumado la realidad de mis palabras.

-te prometo que vas a ser infinitamente feliz-   y con un beso tierno cerró nuestro compromiso, una vez mas  el me había hecho flaquear,  me había deslumbrado y mi estúpida debilidad de mujer enamorada volvió a traicionarme.  Comencé a darme cuenta que todo lo que yo había sido había terminado apenas en unos instantes, la puerta del compromiso se había abierto para mi mostrándome el camino hacia el altar, un camino que para estaba lleno de inseguridades, no porque pensara que Edward no era el correcto, si no porque al hablar con palabras tan grandes como “matrimonio” se llevaba de encuentro muchas cosas que en verdad temía; mi relación con la manada de lobos, los Vulturi, mi transformación en otro “ser” y mi familia, muchas eran las cosas que se me vendrían encima, pero el paso ya estaba dado y Edward estaba complacido por mi decisión aunque para mis padres la idea no resultara tan buena

-…hay otra, condición mas-   me dijo con una sonrisa

-¿otra?...es suficiente con una ¿no crees?-  el  me miro fijamente con ojos de suspicacia, una mirada que hacia mi corazón acelerarse demasiado

-no te molestaras si en el trayecto se me ocurre darte mas regalos-  yo suspire, ya tenia todo lo que hubiese deseado y él  quería darme mas, ¿Qué podía hacer? Además el no me dejaba quejarme

-no puedo hacer trato contigo- le dije  - tu ganas después de todo-  el se rió y me tomó entre sus brazos

-solo me falta pedir tu mano ante tu padre-

-es lo que mas me preocupa- le dije, mi padre estallaría de ira al saber que iba a casarme, Charlie todavía no tragaba Edward y con esto lo iba a tragar menos

-¿Cuándo quieres que lo hagamos?- me preguntó y yo abrí mis ojos como platos, me asombraba que me diera la oportunidad de escoger a mi esta vez

-déjame hablar a mi con él, estoy segura que no se lo tomara con buenos ojos, no quiero que te lleves una mala impresión-

-no, lo haremos los dos juntos-  yo suspire, no podía ganarle

-entonces decide tu- le dije

-esta bien…-¿Qué te parece mañana después del instituto?-

-¿tan pronto?-  me asombré

-Bella, estamos por terminar la escuela y planeo casarme contigo después de la graduación-  de pronto me di cuenta que mi futuro con Edward estaba a la vuelta de la esquina, no renegué mas, de todas el había ganada desde hacia mucho

-esta bien…mañana después de la escuela-  concebí, él se mostraba radiante y complacido, podía ver su felicidad, yo había estado dispuesta a acceder a todas sus peticiones  y a todos sus “humildes” regalos que decidiera darme en el trayecto, sabia que no podía competir con él, Edward y su extraordinario poder de persuasión se aprovechaban de mi debilidad

-por cierto…te amo-  me dijo

-yo te amo más a ti-

-imposible- me dijo  y beso mis labios para luego aferrarme a su espalda a su espalda y dejar aquel hermoso lugar detrás de nosotros

Se me hacia tan difícil pensar que estaba comprometida, me quitaría el anillo al llegar a casa para alejar cualquier sospecha que pudiera delatarme antes de tiempo e impedir que la tercera guerra mundial estallara desde la comodidad de mi hogar, Edward había dicho que nos casaríamos después de la graduación y la graduación estaba casi encima, faltaba casi menos de un mes y además mi cumpleaños también ya estaba muy cerca, estaba por cumplir diecinueve años!! Asi que lo de la boda me beneficiaba después de todo, yo no tenía experiencia en este tipo de cosa y pedía con todas mis fuerzas no tener que poner en práctica mi mal gusto para organizar una boda

 

El tiempo en la escuela se había pasado muy rápido y para mi mala suerte el momento de mi ejecución por parte de mi padre estaba muy cerca, había acordado con Edward ayer que hablaríamos ahora después de la escuela con Charlie y lo esperaríamos toda la tarde en casa hasta que él llagara para darle la noticia, Edward  y yo solos, toda la tarde, la idea me hizo hiperventilar, pero tenia que dejarme de juegos tontos, seria una mujer casada y estaría sola con Edward por largos ratos así que tenia que acostumbrarme.

 

Edward estacionó su coche en la entrada, dejando espacio para la patrulla de Charlie, me abrió la puerta y me ofreció su mano para salir del coche, llegamos al umbral y luego gira la llave en la cerradura de la puerta para entrar para posteriormente cerrarla detrás de nosotros, él se me acercó  lentamente  y sonrió para luego estampar sus labios contra los míos, yo respondí automáticamente, era imposible  resistirse a un beso de Edward Cullen, y tenia que admitir que me resultaba muy extraño estar solos en aquel gran espacio , podía escuchar el vaivén de nuestros labios al tocarse en medio de aquella calma y aquel silencio típico de un casa vacía. Me dejo respirar un momento.

-tengo demasiadas cosas por hacer- le dije, el sonrió

-esta bien, tengo suficiente tiempo para ver lo que haces-

-si, me veras- suspire, seria difícil concentrarme en hacer algo teniendo a un vampiro tan apuesto y atrayente vigilándome todo el tiempo

Me dirigí a la cocina para comenzar a despejar el fregadero de trastos sucios y comenzar a prepararle la cena a Charlie, Edward me siguió para luego apoyarse ene l marco de la entrada a la cocina mientras yo sacaba el pollo del refrigerador y lo condimentaba para comenzar a hornearlo, luego proseguí con los platos en el fregadero

-eres excelente pera hacer todas estas cosas- me dijo acercándose a mi en un segundo para abrazarme por la espalda

-pronto seré una mujer casada-  le dije  -tengo que ponerme a practicar….-  él se rió y deposito un beso en mi cuello

-pues cuando seas mi esposa no tendrás que hacer todo esto, no te lo permitiré-  yo reí y el continuo abrazándome, no podía ver su rostro pero no creo que haya estado pendiente de cómo ponía jabón en los platos y los lavaba, sus brazos alrededor de mi cintura y su rostro casi cerca del mío me hacían desconcentrarme y enjuagar los platos que ya había lavado  para prolongar el instante

Cuando hube terminado nos dirigimos a la sala  en donde el empezó a ayudarme con los deberes de la escuela, me explicaba los ejercicios matemáticos aunque yo no ponía mucho de mi atención, adoraba como sus labios se movían cuando el hablaba y como sus ojos dorados se enfocaban en mi cuando me preguntaba si había entendido.

Cuando termine los deberes o mejor dicho cuando Edward terminó de hacérmelos pusimos la televisión para esperar a Charlie, claro no la veíamos exactamente, yo estaba preocupada y nerviosa por lo que me esperaba con Charlie que se me hacia muy difícil concentrarme pero él estaba de lo mas relajado posible. Tomé una almohada de las del sofá y la coloque en mis piernas para que posteriormente el se recostara, claro, el me había ofrecido recostarme antes pero me negué por el mismo estrés que me cargaba en esos momentos. Comencé a acariciar su cabello, me perdí en aquel instante admirando su rostro perfecto, acariciarlo era algo  que me gustaba pero después de unos instantes  comencé a adormilarme

-¿quieres descansar un momento preciosa?- deberías dormirte un rato, yo te despierto cuando Charlie este cerca-  yo asentí  y se levantó de mis pierna para ofrecerme sus brazos y arrullarme, podía sentir como depositaba pequeños besos  en mi cabeza, me encontraba muy cómoda  a su lado hasta que me dormí.

Mi mente no estaba muy lejos de la realidad, entre mi sueño pensaba en como iba a decirle a Charlie sobre la boda, tenia miedo pero estar con Edward me dada seguridad, a su lado sabia que todo estaría bien, el verlo tan cómodo, tan relajado y despreocupado me hacia pensar que tal vez las cosas no saldrían tan “mal”, que tal vez mi padre tendría misericordia de ambos por habernos enamorado tan profundamente y querer casarnos antes de comenzar la universidad, de todas formas cuando estas enamorado eso es algo lógico ¿no?.  Me desperté antes que Edward me despertara, sus brazos me rodeaban aun

-¿Qué pasa?-  me susurró  -trata de descansar mi amor-

-ya no puedo, estoy preocupada-  le dije y lo abrace mas fuerte

-no tienes que preocuparte yo estoy aquí contigo, no voy a dejarte sola-  suspiré, ojala las cosas no se salieran del control  -tu padre ya viene en la carretera-     él me siguió abrazando, dándome a entender que no había porque preocuparse, trate de pensar con él aunque me resultaba muy difícil, minutos mas tarde escuché la patrulla de Charlie estacionarse afuera y nosotros nos incorporamos para esperar que entrara. La puerta se abrió y se cerró cuando él hubo entrado, luego llego a la sala donde Edward y yo estábamos “viendo la televisión”

-¿Cómo les va chicos?- nos miró con cara de extrañado, Edward lo saludo respetuosamente mientras yo tragaba pesado para comenzar a hablar

-…papa queremos decirte algo…- dije casi tartamudeando

-¿Qué te pasa Bella?...¿estas enferma? Te ves pálida  y cansada-  era lógico que mi padre creyera que estaba enferma, mi aspecto en esos momentos era como si me encontrara a punto de un colapso nervioso

-no…me siento perfectamente…-  suspire y el tomó asiento frente a nosotros  -papá es que…- articular palabra se me hacia difícil, Edward me interrumpió para empezar a hablar él en mi lugar

-veras Charlie, para nosotros es muy importante que lo sepas-  Edward hizo una pausa y tomó mi mano

-pero hablen ya!! Que todo esto es muy raro, tu Bella pareces que te vas a infartar, hablen de una vez!-  dijo mi padre intrigado

-no me pasa nada -  le dije  -el que se va infartar eres tu cuando te enteres- dije entre dientes, Edward sonrió al escucharme y luego continuo hablando

-Charlie es una decisión que hemos tomado Bella y yo, ya lo hemos decidido y queremos tener tu consentimiento, quiero casarme con Bella, ella y ha aceptado y solo nos falta tu autorización, pensé en decírtelo primero a ti pero estaba impaciente por conocer la respuesta de Bella-  me abrumo la facilidad con la Edward manejaba las cosas, sabia que estaba nervioso pero no lo había demostrado, además él tenia la habilidad de ver los pensamientos de mi padre y vería cuando la primer bala se acercara para luego salir de ahí, Charlie se había quedado estancado en su propio espacio, su rostro reflejaba sorpresa combinada con coraje hasta que por fin soltó palabra.

-muy bien…¿Cuántos meses de embarazo tiene Bella?-  me dijo con cara de pocos amigos

-¡¿Qué?!-  me dejo boquiabierta, sabia que la gente entendería eso al saber que nos casaríamos a “tan temprana edad” al menos por mi parte-  -no estoy embarazada papá-  le dije

-entonces ¿Cuál es la prisa de casarse? ¿Acaso están locos? ¿Es broma verdad? –

-sabemos que es muy pronto para tomar esta decisión pero Bella y yo queremos irnos a la universidad juntos al terminar la escuela y quiero hacer lo correcto, fui educado así, además amo a su hija y e llegado a comprender que lo mas importante para mi es ella y su felicidad-  Charlie me miro rápidamente

-y tu…¿te quieres casar con él?-

-…si papá, es lo que mas deseo- le dije dejándome abrumar ante la facilidad con la que había respondido a esa pregunta dejando entrever mis sentimientos ante mi padre

-muy bien…-hizo una pausa- es una locura pero ¿Qué puedo hacer? Lo haces   bajo tu responsabilidad Bella, ¡cásense!-  Edward perecía no ocultar su felicidad en aquellos momentos  -hay me cuentas como lo tomó tu madre -  me dijo soltando una carcajada

-gracias papá-  ahora solo me  faltaba enfrentar a mi madre para acabar con todo esto

-no lo defraudare jefe Swan-  dijo Edward quien reflejaba en su mirada la emoción de haber ganado y haberse salido con la suya una vez mas. Mi padre nos observaba, quizá lo hacia para comprobar nuestra forma de actuar, por mi parte me había quitado un peso de encima pero Edward parecía tomar las cosas con demasiada naturalidad, el sostenía mi mano u la acariciaba a cada momento. La mirada de mi padre  clavada en nosotros me hizo sonrojar

-parece que las sorpresas no se acaban- me dijo Edward tan suavemente que solo yo lo escuche, lo mire con incredulidad cuando segundos mas tarde el teléfono sonó 

-¿hola?-  Charlie atendió el teléfono al tiempo que Edward sonreía ávidamente

-¿Qué tal Alice? Vaya sorpresa ¿quieres hablar con Bella?-  hizo una pausa  -¿fiesta pijamas?-  mas pausas ¿una fiesta pijama? Que rayos tramaba Alice ahora, voltee a ver a Edward al tiempo que él me miro encogiéndose  de hombros como quien no sabe la cosa y mostrando una sonrisa  -si claro, supongo que esta bien-  Charlie volvió a hablar  -muy bien gracias Alice, Adiós-  Lo  mire, sabia  que mi rostro reflejaba un gran signo de interrogación  -Alice  quiere que vayas a su casa a una fiesta pijamas o algo por el estilo…le dije que podías ir aunque pensaba castigarte pero ya que, de todas formas tengo que ir a la estación y creo que regresare tarde, ve y no hagas nada indebido-   me dijo mi padre volteando a ver a Edward.

-Genial,  no desconfíes de mi por favor, voy a una “fiesta de chicas”-  dije, aunque sabia que Alice tendría otras intensiones  -no a mi luna de miel-  añadí y  le guiñe un ojo a Edward quien no había estallado en carcajadas aun por educación, mi padre me vio con cara de “te tengo vigilada” y le hecho una ojeada a Edward para luego detenerse en su rifle

-no se preocupe jefe Swan, dejaré a Bella en mi casa y pues lo mas probable es que mi padre, mis hermanos y yo salgamos juntos esta noche para dejar a las mujeres en paz-

- eso espero- dijo Charlie

-muy bien, iré a prepararme- dije  - ahora vuelvo-  me levante de mi asiento para preparar las cosas que se supone debería llevar aunque sabia que no iba a una “fiesta pijamas” literalmente, Alice se traía  algo entre manos y lo iba a averiguar.

La sola idea de pensar que dormiría en la casa de los Cullen me pareció muy interesante aunque también me hacia sentir muy nerviosa por no saber que  me aguardaba con Alice. Cuando termine de empacar lo que necesitaría baje las escaleras, mi padre y Edward me esperaban en la sala

-estoy lista, papá…te deje la cena en el horno y…no te preocupes la pasare bien…cuídate-

-estaré  bien, cuídate tú también y regresa mañana-

-no se preocupe jefe Swan la traeré en cuento mi hermana me de permiso mañana por la mañana -  dijo Edward tomando mi maleta

-muy bien- dijo y me acerque para abrazarlo para posteriormente salir de la casa o mejor dicho la boca del lobo en la que nos habíamos metido, que aunque no fue tan malo tuve suerte de salir con vida de esta también, ahora la casa de los Cullen me esperaba.

 

Capítulo 11: Descontrol, Hambre....y la sorpresa de mi vida Capítulo 13: Digna de un Cullen

 
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