Tú, Mi Obsesión (+18)

Autor: AmyWelch
Género: + 18
Fecha Creación: 03/08/2012
Fecha Actualización: 27/11/2014
Finalizado: SI
Votos: 19
Comentarios: 72
Visitas: 104646
Capítulos: 29

Edward es un millonario obsesionado con Isabella Swan. Cuando ambos mantienen una relación Isabella se ve sumida por la vigilancia extrema, celos enfermos, el dinero infinito y la megalomanía de Edward Cullen, está dispuesta a soportarlo todo, hasta que se da cuenta de que Edward es el culpable de la muerte de su novio. Pero ella no sabe, que el último plan de Edward es dejarla ir.

Las y los invito a leer mi otra historia:

De Los Bosques De Noruega:

http://www.lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=3402

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Capítulo 3: Dolor

Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer

En otra vida, sería tu chica

Guardariamos todas nuestras promesas

Los dos contra el mundo

Todo este dinero no puede comprarme una máquina del tiempo, No

No puedo remplazarte ni con un millón de anillos, No

Debí haberte dicho lo que sentía

Porque ahora pago el precio.

En otra vida haría que te quedaras

Así no tendría que decir

Que tu fuiste el único que se fué

El único que se fué

Capítulo 3: Dolor

Narrator POV

Una llamada a las 3: 30 de la madrugada despertó a el papá de Isabella. El teléfono sonaba insistente.

-Diga- contestó Charlie

-¿Jefe Swan?- una voz varonil preguntó

-Con él habla, ¿quién es?

-Soy el doctor Osborn

-¿Qué se le ofrece?- preguntó

-Recibimos una llamada anónima. Lo llamo porque ha ocurrido un accidente sobre la carretera, es urgente su asistencia al hospital en este momento

-¿Qué ha ocurrido?- inquirió Charlie

-Es mejor que venga- y colgó

Charlie, sin avisar a Bella tomó su uniforme de policía, las llaves de lapatrulla y tomó rumbo al hospital

A los poco minutos llegó

-Disculpe, soy el jefe Swan, el doctor Osborn me llamó- dijo en recepción

-Permítame un segundo- contestó una chica rubia mientras se ponía de pie

A los pocos segundos el doctor apareció

-Jefe Swan

-Dígame lo que ha pasado

-Al parecer ambos conductores iban en estado de ebriedad y chocaron. Un tráiler y un automóvil

-¿Y cómo se encuentran?- preguntó Charlie

-Uno de los conductores está bien, sólo ligeros golpes y rasguños. Pero...- la cara del doctor hizo una mueca -el otro conductor no ha sufrido de la misma suerte

-¿Que le ha pasado?

-Murió. Cuando lo trajeron al hospital estaba muy grave y cinco minutos después murió

-Es una pena doctor, en verdad lo siento pero ¿qué tengo que ver yo en todo esto?

-Uno de los conductores no tiene familiares que podamos localizar en este momento y lo hemos llamado a usted para pedirle que identifique el cuerpo- la sangre de Charlie bajó de su cabeza a sus pies

-Doctor... yo ... no creo...

El médico puso una mano sobre el hombro de Charlie -Por favor Jefe Swan, por favor- Charlie sólo pudo asentir a regañadientes

El médico y un enfermero lo llevaron hacia el cuarto donde tenían a los cadáveres, el enfermero se acercó a uno de los cajones y sacó el cuerpo dscubriendo sólo la cabeza que se matenia tapada por una sábana.

Charlie se acercó lentamente y con miedo miró al cadáver. No era la primera vez que miraba uno, sin embargo, verlos no era ningún placer.

-¿Lo reconoce?- preguntó el médico

El rostro de Charlie palideció -No puede ser...- murmuró

-¿Lo reconoce?- preguntó de nuevo el médico

-Es...es...el novio...de mi hija- respondió

-¿Sabe su nombre?- preguntó el enfermero

-James Witherdale- respondió

OoO

Por la mañana, Carlisle, el padre de Edward anunció que deberían irse de nuevo a vivir a Nueva York

-¿Pero por qué padre?- preguntó exaltado Edward al saber que dejaría de ver a Isabella tal vez para siempre

-Dejamos muchos negocios inconclusos y abandonamos la empresa, es hora de volver hijo- respondió este

-¡Magnífico!- dijo Rosalie -Lo primero que haré será comprar zapatos, muchos, muchos zapatos- anunció a la vez que le giñaba un ojo a Emmet

-A mí me da igual- anunció Jasper, el rubio hermano de la bella Rosalie

-Saldremos hoy por la tarde, asi que, hagan sus maletas- pidió Carlisle

Rosalie y Emmet estaban felices, jamás les había agradado Forks. Edward estaba que se lo llevaba el demonio y aventaba todo lo que tenía a su paso. Jasper estaba tranquilo y Esme siempre apoyaba las decisiones de su esposo.

Para las 12:00 del día todos los Cullen ya tenían sus maletas hechas. Antes de que se dieran cuenta, Edward salió a toda velocidad en su Volvo y se dirigió a casa de Isabella y como era costumbre, miró hacia su habitación.

Bella, Bella, no quiero irme, voy a extrañarte, demasiado... Se quedó ahí por casi dos horas, esperando en vano, que ella se asomara tan sólo un instante por la ventana. Por supuesto, eso no ocurrió.

Marcó un número en su celular

-¿Dimitri?

-Dígame señor

-Necesito que vigile a una persona, su nombre es Isabella Swan, sígala a donde ella vaya y me enviará la información diariamente

-Por supuesto señor, ¿en dónde la encuentro?

-En Forks, un pueblo en Washington. Es muy fácil localizarla. Es la hija del jefe de policía del pueblo.- y colgó

-Adiós Mi Bella, regresaré por tí- dijo y arrancó el auto

OoO

-Bells, cariño, despierta, despierta

Bella se desperezaba y estiraba los brazos. Abrió los ojos.

-¿Que pasa?- preguntó con voz pesada

Charlie dudó ¿Ahora cómo digo esto?

-Me...me han llamado...James...esto...- Bella frunció el ceño, que Charlie tartamudeara no era normal

-¿¡Qué le ha psado a James!

-Ayer... el...chocó Bella, chocó- dijo Charlie por fin

-¿Y cómo está?¿En qué hospital lo tienen?- preguntó exaltada Bella mientras que ya se había puesto su cazadora y los tenis

-No Bella...el no...-Charlie negaba con la cabeza. Isabella miró hacia los ojos de Charlie, que cómo siempre eran más expresivos que sus palabras

-No...¡No!¡No!¡No! ¿Esta muerto?- gritaba Bella

-Bella tranquilízate, lo sé, duele, pero...

-¡No! Esto tiene que ser un error- dijo

-No Bells, no lo es

-Pero, pero ¿que ha pasado?

-James iba borracho y chocó contra un tráiler, murió en el hospital

Pasaron dos semanas, Bella se graduó del instituto pero sin embargo parecía una zombie. No fué a la fiesta de graduación y prácticamente no hablaba con nadie, ni siquiera con su padre. No dormía, ni comía, bajó cerca de nueve libras. Su padre estaba preocupado, pero no podía hacer nada. Pensó en mandarla a un psicólogo, pero ella se rehúsaba

-¿De qué serviría un psicólogo papá? Ellos no puede entender mi dolor...

Isabella no le contó a su papá los planes de casarse con James. Fué a su funeral, Bella no lloró. Se limitó a dejarle una rosa blanca sobre su ataúd y luego se fué.

En su casa no hacía nada. Se la pasaba en su cuarto mirando hacia su ventana, sin hacer un mínimo movimiento.

Oh mamá, si tan sólo estuvieras aquí...

Por las noches lloraba en silencio, ni un sólo ruido.

James, jamás te dije que te amaba. Jamás te dije que eras el amor de mi vida. Perdóname, perdóname. Pensaba mientras acariciaba el colgante que el le había regalado. El anillo lo había guardado en una pequeña caja junto con el collar.

Luego de pasar más de un mes en depresión Isabella se limpió las lágrimas. Sacó una maleta de su clóset y empacó todo. Ropa, recuerdos y lo más importnate: su gastado ejemplar de Orgullo y Prejuicio

Se dió una ducha y se vistió. Bajó las escaleras.

-Papá, me voy a Nueva York- anunció

-¿Que tu qué?

-Necesito comenzar una nueva vida, olvidar, y aquí no voy a conseguirlo papá. Lo sabes

Charlie suspiró, el ya sabía que a la más mínima oportunidad su Bella se iría

-¿Qué puedo decir? Sé feliz mientras puedas- le dijo su padre

-Gracias Charlie, no te preoucupes. Vendré a visitarte en vacaciones, Día de gracias, Navidad, Año Nuevo...

-Lo sé Bells, lo sé. Te quiero. ¿Ya tienes los boletos?

-Si- se limitó a decir

-Adiós papá

-Adios Bells

A ninguno de los dos les gustaba las despedidas largas y dolorosas.

Bella salió de casa. Miró hacia atrás y vió su hogar. Allí había vivido desde los doce y parte de su nacimiento. En esa casa había estado su vida. Y su papá.

Tomó un taxi y al fin pudo contemplar las calles de Forks. Verde por todos lados. Un planeta alienígena, como ella lo llamaba. En ese momento recordó su vida. En ese peqeño pueblo había tenido su primer novio, había conocido el amor, y había estado a punto de casarse. De ser plenamete feliz. Cerró los ojos, no se permitió llorar. ¿Para qué? Eso nunca había servido.

Tomó un vuelo hacia Nueva York, aproxiamadamente serían unas ocho o nueve horas. En cuánto despegó el avión se durmió.

Adios James, mi Jimmy, Jimmy

OoO

-¿Señor?- llamó Dimitri al celular

-¿Tiene información para mí?

Durante un mes completo Edward había recibido la misma información. Bella casi no salía ni hablaba con nadie. Era de todos los días, e incluso él había estado muy preocupado.

Se había enterado, apenas llegó a Nueva York que el tal James había muerto. Cuando lo supo, su monstruo interno sonreía extaciado. Por fin, ella es nuestra, muy bien Edward, lo has logrado.

-Dígame- inquirió

-Ella ha tomado un vuelo...hacia Nueva York- informó Dimitri

Edward sonrió -Perfecto, sígala-

-Pero señor...

-¡Sígala!- y colgó con una sonrisa triunfante en los labios. ¡Al fin una buena noticia!

Muy bien Bella, otra vez juntos, ven a mí, ven a mí

OoO

Canción: The One That Got Away

Artista: Katy Perry

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Un beso

Amy W.

Capítulo 2: Viendote Por Primera Vez Capítulo 4: Hola Nueva York

 
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