NOCHE DE LUNA LLENA (+18)

Autor: booboocullen
Género: Romance
Fecha Creación: 25/03/2010
Fecha Actualización: 11/10/2010
Finalizado: SI
Votos: 13
Comentarios: 37
Visitas: 69171
Capítulos: 24

Isabella Swan es una joven de 20 años; mimada, malcriada y enamorada de la persona equivocada.  Edward Cullen es un joven de 23 años, centrado, maduro y amargado por un amor que creyo posible pero nunca lo fue.

Una noche de luna llena Bella segura de su amor por su novio decide perder su virginidad con él. pero Bella se equivoca de habitacion y accidentalmente entra en la de Edward; desde ese momento todo en su vida cambia y todo aquello que creyó que odiaba se convierte en el centro de su universo.

Bueno les quiero hacer un anuncio... para aquellas que esten interesadas en leer mas historias escritas por esta su servidora aki les dejo el link de mi perfil del Fan Fiction...

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Espero les gusten mis demas historias y comenten... Se los agradezco en el alma su apoyo y su fidelidad y espero disfruten

Gracias y nos leemos nenas...

BooBooCullen

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Capítulo 4: Bienvenidos A Mi Infierno Personal

                                  Bella POV

Llevabamos al rededor de una hora en el avión, al fin reaccionçe, en serio estaba sucediendo...de verdad iba camino a Forks... Suspiré y cerré mis ojos esperando poder descansar, calmarme y conciliar el sueño antes de llegar.  Ugh...Alice se había pasado hablando con un joven del asiento contiguo al de ella casi 45 min.  Hablaba de su  familia y del Sr. Perfecto y lo maravilloso que era tener un hermano  que la cuida como lo hace...Edward.

Es increíble que hacía ocho años, Alice...Edward y yo éramos inseparables... Edward... Recuerdo como era, piel nívea; incluso más pálido que yo.  Cabello cobrizo, desarreglado; según él porque su cabello y el no estaban en la mejor condición de su relación, reí al recordar su absurda explicación del porque llevaba de esa forma su cabello.  Su corte había sido el mismo desde que lo conozco, bueno a decir verdad le quedaba excelente, muy pronto pase de  ser el hermano mayor de Alice que era raro y divertido a ser el hermano guapo de Alice, con aire misterioso y una mirada que derretía a cualquier chica que miraba de cerca. De repente mi mejor amigo pasó a ser el chavo con el que todas querían tener la historia de amor de sus vidas.  Recuerdo su sonrisa, torcida, encantadora; una sonrisa que desde niña lograba calmarme en mis peores momentos e incluso animarme en las depresiones que sufría cuando era apenas una adolescente.  

 Sonreí al recordar las decenas de veces en que me imagine mi futuro, no era de las niñas que soñaban con el día de su boda pero si era de las que soñaban con el príncipe azul.  Y por muchos años quise que Edward fuera ese príncipe azul, me conocía mejor que nadie y pues yo tambien lo conocía incluso mejor que Alice.... había dejado esa fantasía estúpida el día en que Edward tuvo su primera novia, Tanya, la odiaba de veras, me había arrebatado a mi amigo, a mi príncipe, a la persona que me ponía nerviosa con solo acercar su rostro perfecto con el mío.  Dolorosamente tuve que olvidar esa fantasía el era un Adonis y yo una simple mortal....

Esperen¡¡¡¡....¿yo había tenido ese pensamiento?, de veras estaba alterada por el castigo.  Redireccioné mis pensamientos,  me quedé pensando en lo que había sucedido esta mañana con Alec y... Demetri...¿Cómo era posible que hacia mas de un año atrás el toque o contacto físico con Demetri me había llevado a mi cielo personal y ahora ya no?;  ¿será que al fin me había desenamorado de él?.  No se cuando fue que me quedé dormida en el asiento del avión y desperté en mi casa, era de noche, era la noche, una noche que mis sentidos recuerdan muy bien, una noche que de recordarla se me ponía la piel chinita.  Sabía que estaba soñando, pero no me importó, éste era mi mejor sueño, mi mejor recuerdo.  

 Estaba en mi cuarto, tratando de decidir cuál pijama debía usar; Demetri y yo ya llevábamos un año saliendo y mas de un año de conocernos; lo sé, era demasiado rápido, pero estaba 100% segura de que mi príncipe no llegaría y lo más cercano que tenía a un príncipe era Demetri, el amor que me tenía y el que yo le tenía a él.  Además lo deseaba mucho, como sabía que el me deseaba a mi.  Al fin me decidí por una diminuta pijama de Victoria's Secret que Alice me había regalado especialmente para esta ocasión.  Era azul de dos piezas, daba vergüenza solo de verlo tendido en la cama, pero no me importaba para lograr mi cometido debía estar lo mas sexy posible para él.

Esperé a que todos estuvieran dormidos para poder escabullirme por el pasillo y llegar a donde estaba el hombre que deseaba con desesperación.  El pasillo estaba obscuro, solo tenuemente iluminado por la luz de la luna llena que se filtraba por un ventanal del lado opuesto del pasillo.  Reneé había especificado que no quería dos personas durmiendo en la misma habitación, ni siquiera si era del mismo género.  Alice había dicho que la habitación de mi novio estaba al fondo, opuesto a donde estaba mi habitación, así que caminé de puntitas tratando de no hacer ruido y le agradecí a mamá que a principios de esa semana hubiera terminado de alfombrar el segundo nivel de la casa que era donde se estaba dando la "fiesta", y que además estaban las habitaciones de huéspedes.

No quise tocar, me aterraba el hecho de que no estuviera despierto o peor aún de su rechazo, así que sólo entre.  Cerré la puerta con cuidado, intentando dar un paso pero no pude, se me había olvidado que esta era la habitación mas obscura de la casa y por si fuera poco la oscuridad me había aterrado, pensar que no estaría ahi, pero de pronto una respiración no muy pesada y un poco alterada me saco de mis pensamientos  y me dio valor para continuar.  Con miedo de tropezar con alguna cosa en el camino, a tientas encontré la cama y cuando alfin sentí la suave tela del covertor, supe que no había vuelta atrás estaba seguro de lo que mi cabeza quería, lo que mi cuerpo deseaba, y pues a medias lo que mi corazón sentía. 

Deslice mi mano por debajo del covertor, me temblaba la mano pero de pronto sentí un par de ojos que me observaban muy detenidamente y me sentí deseada; por primera vez Demetri lograba que me sintiera de esa forma.  me metí debajo de las sábanas y tanteé un poco, tratando de alcanzar su pecho, recorriendo cada centímetro de su hermoso cuerpo.  Al fin encontré su camisa y metí nuevamente mis mano por debajo de ella... Por Dios, su roce era celestial, más de lo que sentía cuando me acariciaba la mejilla o el cuelo o incluso cuando estabamos demasiado cerca.  Aunque por un momento demasiado breve dudé si era Demetri, en realidad esa duda desapareció, sus caricias, su piel contra la mía no dejaban que pensara de un modo completamente claro y la verdad no me interesaba, mi vida entera era sobre pensar antes de actuar y tecnicamente esta era yo, descuidada, espontanea, un poco tonta pero así como quería sentirme, y al final a eso se reducía todo; no quería pensar en como lograr sentir, lo único que quería era sentir, sentir todo lo que siempre había querido.  Lamentablemente mi pensamiento era sentir con alguien completamente diferente a mi novio pero esto no estaba del todo mal, bueno para ser realista esto era todo excepto mal. 

Le empecé a desnudar su hermoso torso, y como una persona obediente, se dejó.  Deslizo sus manos debajo de la fina seda de mi pijama, la parte de arriba, desde mi vientre hasta alcanzar mis pechos, me sentía completamente amada... Me despojo de la parte de arriba apresuradamente y por un momento se quedo quieto, me dio un pánico terrible el pensar que se quería detener, pero me relajó cuando entendí lo que estaba haciendo y la verdad me gusto mucho.  Estaba admirando mi figura semidesnuda... lo sabía ahora, yo era de él, siempre había sido de él, incluso cuando soñaba ser de alguien más, él tenía mi cuerpo, mi mente y ahora por fin tenía mi corazón.  Besó con frenesí mis senos y mi intimidad ya estaba húmeda.  Me estaba colciendo loca con solo unas cuantas caricias.  Gemí bajito.

-Te amo-después de tantas emocions que me había hecho sentir hata el momento, estaba segura de esa frase, le pertenecía solo a él, por fin no dudaba de mi amor por él y claro de el amor que sentía por mí.  Después de eso estampé mis labios en los de él, y el beso fue la gloria, una gloria a la cual solo él podía llevarme y claro sólo con él quería compartirla.

Lo empujé contra el colchón y besé meticulosamente su pecho, parecía hecho a mano, para un dios, para mí dios personal.  Me moví un poco y pude sentir su erección mientras la humedad de mi intimidad ya estaba demasiado avanzada.  Deslicé mi mano dentro del pants que llevaba puesto y le acaricié su erección y el agradeció de la misma forma, acariciando mi sexo por sobre las panties que era la única prende que impedía que mi cuerpo estuviera completamente expuesto como quería. 

Gimió, mi caricia se torno de arriba hacia abajo muy rítmicamente, me jaló para que nuestros sexos se pegaran más y yo gemí, después ahogué un grito en su hombre, lo que el hizo fue atraer mis labios hacia su boca pero me levanté, alejandome de él.  Quería jugar un poco, que el placer durará más de lo que hasta ahora teníamos, bailando un poco sensual en la obscuridad me quité la última prenda que tenía puesta y se la lancé en la cara, al fin mi mala puntería comenzaba a ceder, había atinado. 

Me jaló demandante e hizo que me sentara a horcadas sobre él, y lo hice sin queja o rechazo alguno, empezo a buscar algo mientras me besaba, entendí lo que era, y le arrebaté el condón de sus mano, yo misma se lo quería poner y así lo hice.  Nuevamente me atrajó demandante,  pero aún tenía ánimos de jugar así que me acerque lo suficientemente cerca para que nuestros sexos se rozaran superficialmente.  El placer era demasiado pero no importaba era lo mejor del mundo.

Gruño bajito y reí juguetonamente, lo tenía loco así que me levante un poco y deje qeu me penetrará.  Al principio me dolía pero siempre era un dolor de placer ya que el sabía de que yo era virgen y lo hizo muy delicadamente.  Gimió de excitación al estar completamente dentro de mí.  Besé su cuello en agradecimiento de su delicadeza con cada centímetro de mi cuerpo, el cual era ya de él y de nadie más.  Respire muy sensualmente en su oído y sentía como se excitaba aún más igual que yo, pero al parecer mi cuerpo y mi corazón no se ponían de acuerdo.

-Quiero más...-pedí casi en una súplica, él entendió  e hizo sus embestidas mas insistentes y mas rápidas,  fuer ahí donde empecé a sentir como un extraño calor de placer explotaba dentro de mí y un temblor recorría mis piernas..... Llegué al cielo y sabía que detrás de mí venía él, lo esperé un poco y al fin logramos llegar juntos.

-Demetri¡¡¡-grité demasiado feliz pero eso estaba bien era con él y eso era el cielo para mí.

-Te amo¡¡¡¡-fue lo último que dije y me dejé caer en su pecho.  Sentí su cuerpo tenso pero no le dí importancia.  Estaba feliz.  No se cuando me quedé dormida en sus brazos, cuando deseperté a la mañana siguiente estaba en mi habitación.... Estaba confundida, ¿porque demonios despertaba en mi habitación y no en la suya?....

-¿Bella?-Alice me despertó.

Por catorce mese estuve soñando con esa noche, deseando una segunda vez, y hasta este momento me cuenta que en esa habitación solo se escucharon gemidos por parte de los dos y después nada, solo se escucharon mis palabras; mi voz, y después nada.... Él nunca pronunció nada, no respondía a mis palabras, a nada.  Eso me tenía un poco inquieta y como olvidar la tensión de su cuerpo cuando habíamos llegado al paraíso... Eso hizo que me entrara un pánico horrible en mi corazón y en mi mente y de repente muchas preguntas golpearon mi cerebro:

¿Por qué no hablo?; ¿Por qué no contestó nunca un "Te Amo"?; aunque sabía que en palabras nunca había pronunciado esa frase, su cuerpo esa noche decía que sí, que sí me amaba tanto como yo a él.  Pero habí una que me aterraba siquiera pensar en ella y no digamos la respuesta: Esa era la habitación de Demetri....¿VERDAD?....

-¿Bella?...¿te pasa algo?-desvié mi mirada del rostro de Alice.

-Ya despierta dormilona, te dormiste todo el vuelo...-siempre la voz de Alice me parecía muy reconfortante cuando tenía algun problema, pero este no era el caso, si de verdad todas mis dudas tenían respuesta ni siquiera Alice podría hacerme sentir bien.

-Sí...-fue lo único que el nudo en mi estómago dejo que saliera de mi boca con una vos demasiado rara.

Bajamos del avión y el piloto de la avioneta ya nos estaba esperando, se presentó pero no alcance a escuchar su nombre y honestamente nome interesaba, estaba helada del solo imaginar las respuestas a mis preguntas.  No sentí el pasar del tiempo, estaba comparando el reco de Demtri esta mañana con el de la "persona" (ya no estaba 100% sefgura de que fuera él), que estuvo conmigo esa noche.  Por mucho el roce no era el mismo, el de Demetri esta mañana no estaba cargado de esa magia y electricidad de esa persona.  El de Demetri era simple, llano y la verdad no me hacía sentir nada y el otro era magnífico, celestial, único....

Después de un largo silencio Alice decidió que le iba a llamar a Edward para asegurarse que ya nos estuviera esperando; pero no supe más, honestamente no quise, ya tenía demasiados problemas en mi cabeza como para agregarlo uno mas.

La avineta al fin aterrizó y para Alice el estusiasmo y la emoción no cabían en su pecho.  Ella me había asegurado que no conocía nada de estos bellos paisajes y que siempre había querido conocer.  En cuanto a mí problema había decidido que estaba segura de que era Demetri y bueno lejos de el tenía tiempo suficiente para olvidar lo o bueno definir mis sentimientos y emociones en cuanto a este tema que honestamente ya me estaba cansando.   Bajamos de la avioneta y Alice  me llevó a donde estaba Edward y lo que pasó me dejo más aterrada de lo que ya había estado antes....

Había pasado en Forks alrededor de 2 mese cada año para las vacaciones desde pequeña pero hacñia 5 años que no venía.  Port Angeles no había cambiado nada sustancial de eso estaba segura pero por alguna extraña razón algo ahí me ponía erviosa.... no de una forma incómoda pero era extraño. Alice corrió a los brazos de su hermano y fue ahí cuando lo noté...El cambio que sentía se debía a la mirada que Edward me lanzaba.  No me incomodaba pero me aterraba el hec ho de que la persona que menos me agradaba me hiciera sentir.... deseada.  Ahora si estaba en el infierno y de eso no había duda.

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Bueno aki esta el tercer cap... thx a PRINCCESAA por su apoyo a este fic, este es para ti el que sigue tambien, gracias por sus visitas y los comments...

plizz sigan votando y comentando, el proximo cap se llama:

DESEOS INESPERADOS... alguna sugerencia, o alguna idea bueno espero los comments...

thx x todo.....

las kero

booboo

Capítulo 3: Mal Humor y Recuerdos Capítulo 5: Deseos Inesperados

 
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