Edward POV

No me di cuenta en que momento Bella se había quedado dormina en la cama, el tiempo había pasado bastante rápido, estar hablando con Demetri por tanto tiempo me habia permitido darme cuenta que en realidad Bella siempre me había pertenecido, incondicionalmente y que por cobarde había sufrido su ausencia, su distancia, su indiferencia pero eso ya había quedado en el pasado.  Nuevamente habíamos renacido juntos desde nuestras cenizas como ave Fénix.  Ahora ya no tenía miedo a volar porque sabía que ella estaría a mi lado y no me dejaria solo.Ver a Bella tan impasible tan quieta era un sentimiento muy calmante, parecía una pequeña mujercita indefensa a quien por mucho era mas fuerte que incluso mi primo Emmett, no podia estar mas en paz en este momento de mi vida y agradecía a todos por esto.  Me sente a la orilla de la cama y segui contemplando a Bella, estaba tan metido en mis divagaciones que no me di cuenta en que momento estaba ya recostado velando su sueño.

 -¿Edward?-una voz me sonsaco de mis cavilaciones.

-¿Que pasa Bella?-pregunte respondiendo a su mirada.

-¿Que haces?-pregunto.

-Contemplo lo que es mio....-respondi y acaricie su mejilla.

-Me valoras de masiado-respondio haciendo un lindo gesto de reproche.

-Te valoro muy poco...-dije con tristeza.

-¿Por que dices eso?-pregunto frunciendo su ceño y acomodandose para quedar frente a mi sobre su costado derecho.

-Bella, desde que hemos tenido la mayoria de edad he cometido error tras error para alejarte cada vez de mí, y ahora esto que paso hoy solo me demuestra que siempre estare inseguro de mi, y que soy un psicopata y un celoso que no puede confiar en nadie y que tengo miedo de que un dia te aburras de mí y decidas alejarte de una vez por todas.-respondí con toda sinceridad. No debia descartar jamás la idea de que Bella pudiera conseguir algo mejor que yo.

-Eres un tonto, ¿lo sabías?-me dijo con ira.

-¿por que lo dices?-pregunte con duda.

-Por lo que me acabas de decir, no te niego que si eres un psicopata y un celoso pero a decir verdad son los pequeños detalles los que me hacen amarte.  Se que un día confiaras en mí y en cualquiera que sea digno de tu confianza pero eso lo encontraras con el tiempo-repondío a mi pregunta con una sonrisa medio burlona.

-Gracias mi amor-repondi.

-Ahora escuchame muy bien Edward Cullen, tu no eres un juguete al que yo pueda manejar a mi antojo, ni tampoco estas aqui para mi diversion.... bueno tal vez un poco de diversion si... pero después de eso tu eres el amor de mi vida y de ti jamas... esuchame muy bien jamás me puedo aburrir... Amor eres la razon de mi existencia, el centro de mi universo y aunque suene un poco enfermo si estoy loca pero es por tí asi que quitate las inseguridades y...-no dijo nada más un rubor demasiado encendido se apodero de su bello rostro de ángel.

-Gracias Bella lo se ahora me queda claro-respondí estaba más que feliz.

-De nada amor...-dijo con voz un tanto ronca. Esto era algo extraño.

-¿que era lo que ibas a decir?-pregunte sosteniendo su mirada.

-Na-nada...-logro responder con un nuevo rubor y rehuyendo mi mirada.

-¿Bella?-la regañe.

-¿s-s-si?-respondío.

-No seas tan niña...¿me ibas a pedir algo?-pregunte sospechando sus intenciones.

-¿Tal vez?-era más una pregunta que una afirmacion.

-Bueno, entonces dime... ¿que era?-pregunte.

-Bueno... este... yo.... Edward.... ahh olvidalo-estaba... ¿nerviosa?, ¿que diablos se traia en manos?, ¿que era lo que no podía pronunciar?

-No lo hare y a menos que desees dormir sola aqui empieza a decir lo que deseas-la amenace, algo bajo pero lo hice. Todo sucedió tan rapido, lo siquiente que note fue su cuerpo tibio, calido sobre mi y ella gruñendo en mi oido.

-Argg...¿es esa una amenaza?-pregunto mientras exalaba en mi oido. Algo que me hizo estremecer y que mis sentidos se despertaran a una velocidad vertiginosa.

-Tal vez...-respondí con una sensualidad que no fue premeditada pero que me hizo sonreír al instante.

 -Estas tentando mucho a tu suerte, ¿lo sabias?-preguntó sonando malditamente sensual.

-¿Ahora me amenazas tu?-contraataque.  A lo que secundo con un silencio.

-Ya Bella, dime que era lo que ibas a pedirme...-le seguí insistiendo.

-Emmm.... bueno, yo quería pedirte que salieras de mi habitación...-dijo hundiendo su rostro en la almohada.  He de admitir que esto no me lo esperaba, pronto mis sentidos se apagaron radicalmente.

-Si eso es lo que deseas...-respondí con la voz mas apagada.

-Te amo Edward-fue lo último que escuche antes de unos respiraciones cadenciosas y antes de cerrar la puerta de su habitación y la de mi corazon.

         Bella POV

-Si es lo que deseas...-respondío y sentí como mi corazón caía al suelo hecho pedazos, escuchar ese tono de vos saliendo de sus labios, aquellos que me volvían loca era algo masoquista, pero aún asi este era un pequeño regalo que tenía especialmente para el, para que le quedara muy claro al fin que era suya y de nadie mas.

-Te amo Edward-fue mi última frase antes de fingir caer profundamente dormida.  Despues de escuchar el "click" que hace la puerta de mi habitación cuando alguien la cierra corri como correcaminos a mi closet a buscar la prenda que hacía tanto tiempo la había comprado pensando en el. En Edward.

"-Vamos Bella, debes escoger un atuendo si no no saldras de esta tienda-la duende como siempre me estaba obligando a hacer cosas que no quería pero igual era Alice y lo que ella decía se hacía de una forma o "otra", como ella le decía.

-Ya basta Alice, no quiero, entiendelo amiga por favor, no comprare nada-intentaba hacerla desistir pero era tan tonto, pobre de mi inteligencia inferior a la de ella.

-Ya lo sabes Bells, es por las buenas o... "por las malas", tu sabras lo que te conviene-dicho esto hizo que mis piernas temblaran y me dispusiera a admirar los hermosos conjuntos de lencería fina y demasiado sensual pero eso no las hacía menos.

Después de unos momentos me perdí por la tienda y mis pensamientos... ¿Que demonios estas haciendo Bella?, preguntaba una vocecita en mi cabeza.  "Evitando que la duende me mutile" repondí en acto reflejo en mi interior.   ¿Para que compras esto?, No tienes con quien o a quien lucirselo ¿o si?, "no no tengo y a la unica persona que quisiera que me viera asi... no puede" respondí nuevamente.

De acuerdo,  era un poco enfermo y loco responderme en mi fuero interno pero era lo único que evitaba que cometiera homicidio culposo con la duende.  Después de cambiar de pasillo y admirar el siguiente clave la mirada en un babydoll, negro tranparente, con pequeñas florecitas mas obscuras en lineas que hacían que la figura se marcara mas, de tirantes negros, tenía dos pequeños cordones uno en la unión de los senos y un en el abdomen para cerrar, la tanga era del mismo material que el babydoll, de verlo sentía mi rostro arder pero aún asi ese rubor no era nada en comparación con el siguiente que sufri debido al hilo de mis pensamientos. 

Era mi cama, y.... incluso imaginarlo era pecado,  Edward estaba recostado en ella, con el abdomen al aire y solo con un bóxer negro cubriendo su masculinidad, y yo con ese babydoll,  las caricias que el me producía y hacía estremecer todo mi cuerpo, estaba con la frente perlada en gotitas de sudor, de repente el espacio de la tienda se me hizo demasiado pequeño y la necesidad de ver a Edward se me hizo mas grande.

-¿Bella?-era la voz de Alice, me saco de mi ensoñación e hizo que saltara en acto de sorpresa.

-¿Te sientes bien?-aunque lo deseaba y lo necesitaba no podía responderle.

-¿Bella?-sentía la boca ligeramente seca.

-No me pasa nada, no seas exagerada, me gusta este-señale el babydoll que había sido el causante de mi estado actual.

-Wow, Bella... este es muy sexy-respondío la duende.  Genial como si necesitara pasar mas vergüenzas.

-Lo se por eso lo escogi¡-respondí un poco exasperada.

-Bien, entonces este sera-respondío mientras le decía a la señorita que nos estaba atendiendo que lo envolviera.  Camine a la caja registradora con la vergüenza impregnada en todo mi ser, no era nada correcto que una jovencita de quince tuviera esos pensamientos tan sexuales con alguien que era mayor que ella y claramente no se interesaba para nada.

-¿Bella?, ¿puedo hacerte una pregunta?-era Alice, su voz sonaba cautelosa, esto no era buena señal.

-Claro Alice, sabes que puedes preguntar lo que quieras-respondí.

-¿En que o quien pensabas hace unos minutos?, ¿cuando estabas frente al maniquí?-maldición¡¡ lo había notado.

-Duende.... eso es algo que jamás podrás saber-respondí con toda malicia.

-Pense que eramos amigas-dijo Alice con un puchero.

-Alice Cullen...¿estas chantajeandome?.-pregunte fingiendo asombro, no era la primera vez que Alice lo hacia.

-Talvez...-fue su respuesta.

-Algun día te lo diré amiga, te lo prometo-fue mi última palabra."

Estaba frente al espejo del baño, sonriendo ante el recuerdo, ahora ya no era un jovencita de 15 años, era toda una mujer.... su mujer, y podía decir que para siempre y mas alla de eso.  Termine de arreglarme el cabello y me puse la gabardina que había arreglado para cubrirme después de todo, la intención era sorprenderlo a él no a todo aquel que se me apareciera por el pasillo.  Nuevamente me di un ultimo vistazo al espejo y me puse la gabardina, cerre cada uno de sus botones y suspire, respire profundo y camine hacia la puerta  y gire el picaporte, salí procurando no hacer ruido a pesar de que no puedo mantener un buen equilibrio con tacones decidí que sería un toque muy sensual asi que atentando contra mi propia vida me obligue a ponermelos, eche un vistazo para ver que no hubiera nadie y corri hasta su puerta.

La abri y un sentimiento de deja vu inundo mi cuerpo, si talvez eran los mimos escenarios,  y esta vez el y yo juntos ahora si, pero eso no quería decir que la historia se repitiera esta vez si sabía quien estaba en esa cama, sabía a quien deseaba con toda el alma y por último sabía que el resultado sería mejor.

Edward POV

Estaba ya dispuesto a dormir, me había cambiado... Dios sabe cómo ya que sentía que mis acciones no estaban ligadas a los pensamientos de mi cerebro.  Esta debería haber sido nuestra noche juntos... una noche que duraría por siempre y ella... ella.... ¿me saco de su habitación?...¿Como diablos eso habia pasado?¡¡¡.

Estaba Derrotado la verdad no entendía para nada su comportamiento pero no la quería presionar sabía que en cuanto ella decidiera ser mía vendría sola lo único que rogaba al cielo era que no se tardara tanto o enloquecería e iría a buscarla a donde fuera.  Ya en la imperceptible comodidad de mi habitación dejé que mi mente vagará por la laguna de pensamientos que había en mi mente.  Recordé nuestra primera noche juntos... de nuevo¡¡, saltando las partes desagradables...donde grita el nombre de.... no no iba a dormir incomodamente pensando en el.  De nuevo comence a recordar el sabor de su piel y la dulzura de sus besos, deteniendome en cada detalle para olvidar lo que acababa de pasar y poder dormir mejor.  Esta vez me estaba adventurando en mi propia imaginación, recree un sin fin de escenarios donde podría hacerla mía y donde la haría gritar mi nombre hasta el cansancio y aun ams alla. El auto, el sofá, mi piano... Oh por Dios¡¡ se vería tan malditamente sexy si la pudiera poseer en mi piano, pero nuestro mejor lugar sería...