La Otra (+18)

Autor: BkPattz
Género: + 18
Fecha Creación: 19/12/2010
Fecha Actualización: 18/02/2011
Finalizado: SI
Votos: 43
Comentarios: 112
Visitas: 152666
Capítulos: 27

Edward Cullen era un reconocido y brillante arquitecto en la ciudad de Chicago, su mayor felicidad haber encontrado y conocido al amor de su vida, a su alma gemela, a su otra mitad, a su todo, uno de sus más grandes logros concebir tres maravillosos pequeños con la mujer de sus sueños, su amor, su amiga de la infancia, la estudiante de Literatura Inglesa Bella Swan. Otro de sus logros, su pequeña Jane, su pequeña hija. Su peor error, dejar a su Amor, a su Bella en las sombras, convirtiéndola en la Otra, la Amante? porque mientras Bella Swan estaba en las sombras viviendo su idilio amoroso con Edward Cullen, era otra quien ostentaba el titulo de la Sra. Cullen, porque Edward estaba casado con otra. Edward POV

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Capítulo 10: Abreboca de la Felicidad

Declaración de Derechos de Autor: Todos los personajes de la Saga Twilight y sus descripciones pertenecen a la Sra. Stephenie Meyer y su Casa Editorial.

La inspiración de la historia, viene de todos los maravillosos escritores y relatos que nos regalan fantasías en este y otros muchos sites.

 

 

…….                                                                            

Nota:

Los recuerdos de Edward los encontrarán en letra cursiva, lo referente al libro de Bella, “La Otra” podrán leerlo en subrayado. Hay unas frases entre comillas y en negritas que pertenecen a la película Twilight, por lo tanto son propiedad de Summit.-

 

……

 

Capitulo 10: El abreboca de la felicidad.

- Habla Edward Cullen.- dije esperando respuesta del otro lado de la línea, pero nadie hablaba.- Aló… Aló…

 

- Edward… - la suave voz al otro lado de la línea borró de golpe todo mi sueño y me puso  completamente alerta… no podía creerlo, mi corazón comenzó a latir a mil por hora dentro de mi pecho.-

 

- Bella….- pregunte aún sin poder creerlo.-

 

- Si Amor soy yo … yo … yo necesitaba escucharte.- No alcanzaba a creer que en realidad estaba escuchando la voz de mi ángel, esa voz dulce  y suave que soñaba con volver a escuchar, que había escuchado por última vez en vivo cuando me contó sobre la enfermedad de nuestra mariposita, ese momento increíblemente triste para los dos, esa voz que escuché por últimas vez en las nieblas de la inconciencia mientras estaba internado en aquel hospital de Londres, y que hasta ahora pensé que era parte de mi sueño, de mi necesidad de ella; esa voz que escuché tantas veces en su contestadora hasta que cambio su número cortando toda comunicación entre nosotros… Esa voz que escuchó en mis pesadillas gritándome que se cansó de las migajas de tiempo que le daba, que se había acabado todo, que estaba cansada de ser “La Otra”, de vivir en la sombra… Esa voz que en mis sueños siempre me decía…”Te Amo”…  “Te Perdono”… Esa voz de la mujer que mi cuerpo anhela, que necesito en mi vida y que de alguna forma me había sido negada estos últimos años… la maravillosa y cálida voz de mi mujer.

 

- Cielo… Mi Bella… Dios no puedo creerlo Amor, yo… yo  llevo demasiado tiempo necesitándote… esperándote.- de pronto el miedo de que algo les hubiese pasado a ella o nuestros pequeños me golpeo de forma abrumadora… recordaba en un correo que me prometía avisarme si algo no estaba bien con alguno de nuestros hijos.- Amor estas bien?... Le pasó algo a Ed o a mi Gatita?, están bien nuestros bebés?.- le pregunté angustiado, llevando una mis manos a mi cabello y comenzando a dar vueltas por todo mi estudio mientras cada paso me hundía más en el desespero y el miedo por no tenerlos a mi lado y no poder ayudarlos en un momento de necesidad… un terror absoluto por no poder protegerlos.-

 

- Edward… Cariño… cálmate… no pasa nada.- Se detuvo y pude escuchar un profundo suspiro proveniente de su pecho, estaba como intentando encontrar las palabras, seguramente  le pasaba igual que a mí… eran tantas las cosas que teníamos que decirnos que era difícil saber por donde empezar.- Yo solo necesitaba escucharte, necesitaba sentirte más cerca… llevo luchando con mis ganas de salir corriendo a tu encuentro demasiado tiempo, y lo he conseguido porque he podido entender que solo podremos ser felices si nos encontramos con las heridas cerradas, siendo que sea el perdón el último paso por dar… pero desde que presione la tecla de enviar en aquel correo en el que te pedí visitar a nuestra mariposita me pude dar cuenta que ya no había vuelta a tras y la necesidad de estrechar la distancia entre nosotros es cada vez más fuerte… siento …- de pronto se trabó y yo solo estaba ahí embelesado… hipnotizado escuchando su voz.- yo… no sé si tu estas listo…

 

- Amor … amor… como puedes creer que no lo estoy, si no he vivido en los últimos cinco años, desde que deje Londres aquella vez que fui a buscarte … yo … no vivo, me levanto por el bien de Jane… que de alguna manera es hacerlo por ti, para que nuestro sacrificio no sea en vano… pero la verdad cielo es que mi vida eres tu… mis hijos me mueven y me motivan, pero mi vida eres tu…sin ti solo soy un cascarón vacío…un zombi… que se yo …Creo que en estos últimos días redescubrí lo que era sonreír, lo que era moverse en busca de la felicidad… Dios cielo, desde que recibí tu correo he vivido, he vivido como no lo hacía desde que no pude alcanzarte ese maldito día en el aeropuerto.- le dije con el corazón en la mano.-

 

- Estuviste en el aeropuerto?... de verdad fuiste por mi al aeropuero?.- me pregunto con el dolor del pasado impregnado en la voz.-

 

- Claro que fui princesa… como lo dudas?... no puedes dudar así de mi amor.- la verdad es que su duda me dolía, pero como culparla.- Fui pero llegué tarde… Yo escuché tu mensaje, pero la estúpida de Heidi se había largado dejando a Jane enferma y con nadie más que conmigo, y mi hermano… mi hermano… el Gran Pediatra… mi hermano el moralista que debía revisarla no llegaba nunca… la verdad es que a veces creo que …- de pronto me interrumpió.-

 

- Que ellos lo hicieron todo a propósito… yo también lo pienso Ed… pero no sé cariño, de pronto no nos había llegado la hora de estar juntos y le estábamos robando tiempo al destino… quizás adelantamos nuestro momento y estas fueron las consecuencias…- la escuchaba muy triste… sabía que estaba por llorar.-

 

- Princesa yo sé que tenemos que hablar de demasiadas cosas… pero es la primera vez que te escucho en todo este tiempo cielo, y no quiero escucharte triste y dolida mi amor… por favor… y estoy seguro que tu tampoco quieres escucharme así, porque a mi me duele tu dolor, a mí me mata tu tristeza mi ángel… y si te escucho triste y dolida así me escucharás a mi también.

 

- No… no quiero eso, te llame porque quería escucharte, sentirte de alguna forma más cerca.-me dijo, y tras un suspiro cambio el tema.- pero debería aprovechar para agradecerte lo inmensamente feliz que vas a hacer a tu bebe cuando llegue del cole y escuche que por fin le mandaste su nana.- una estúpida sonrisa se instaló inmediatamente en mi rostro.-

 

- Que hora es?... Ya están en el cole?...- le pregunté ansioso por conocer a mis pequeños.-

 

- Pasan de las nueve, están en los últimos días antes de las vacaciones por las fiestas.- las fiestas… un sentimiento de dolor oprimió mi pecho al saber que sería otra navidad que pasaría lejos de ellos.- Pero dentro de unas horas estarán de  regreso y estoy segura que apenas pongan un pie en la casa me veré arrastrada hasta el computador… son dos torbellinos.- me dijo riendo y sin poder evitarlo me uní a sus risas.-

 

- La verdad es que me muero por conocerlos princesa.- suspire dejándole notar el dejo de tristeza que esa realidad provocaba en mi alma.-

 

- Dios cielo, no sabes cuanto me duele que no se conozcan por mi culpa.- me dijo, regresando ambos al dolor y la tristeza.-

 

- No cariño, princesa… por favor olvídate de eso… ambos cometimos muchos errores, pero no hay culpas… ya no… lo único que debemos hacer es encontrar la forma de sanarnos, como bien dices tu, sanarnos y buscar la manera de encontrar el camino a nuestro hogar mi ángel.- me moría por preguntarle que iban a hacer en la navidad, pero me contuve, no quería que regresara la tristeza a su voz ni las culpas… no ahora… no hoy, que por fin tenía el privilegio de escucharla. Así que desvíe el tema.- Sabes cariño, esta semana me voy a ir de aquí con Jane… compré una casa, para nosotros, para los cinco, para cuando encontremos el camino de regreso mi Amor… no se si te gustaría… no quiero que te sientas presionada, no se si quieras vivir conmigo… no se si quieras estar de nuevo conmigo.- por más que lo intentáramos no podíamos despegarnos del camino de la tristeza.-

 

- Creo que ahora me toca a mi preguntarte… acaso lo dudas amor?... sabes perfectamente bien que mi hogar eres tu… y cuando hablo de regresar mi hogar… hablo de regresar a ti. Igual que sé que lo haces tú cuando usas la misma expresión.- me dijo y mi corazón explotó de alegría, ya no era una esperanza, era una luz en este camino que llevamos tanto tiempo transitando entre tinieblas y dolor.

 

- Princesa no sabes lo feliz que me haces. Entre tu palabras, el video de gatita, las fotos maravillosas que me enviaste hoy, entre la nota de mi campeón y el tener cerca de mi mariposita, además de la emoción de Jane con respecto a ustedes… han regresado la alegría y la  esperanza a mi vida… me han despertado de ese profundo letargo de dolor y sufrimiento… Dios mi vida, no sabes todas las ansias que tengo de que por fin sanen las heridas, y tenerlos a todos entre mis brazos de donde no debieron salir jamás.

 

- Cariño te juro que eso será más pronto de lo que esperas… pero creo que por hoy ha sido suficiente.- me dijo y una angustia y un sentimiento de abandono se apoderaron de mi cuerpo.-

 

- No Bella… No … Amor no… he pasado demasiado tiempo sin escucharte mi ángel.- le supliqué… Y así pasamos un montón de horas, en las que conversamos muchas cosas, yo le contaba de Jane… Ella me contaba de mis hijos, de todas esas anécdotas… de todas esas pequeñas cosas y grandes que me perdí de ellos, no había dolor en nuestras palabras… solo la profunda necesidad de saber de nosotros… de nuestros hijos… Le conté todas mis visitas a nuestra maripositas y lloramos juntos nuestro dolor...También me hablo de ella, yo no tenía mucho que hablarle de mi, simplemente mi vida se reducía a estar al pendiente de Jane, mi trabajo, hundirme en mi dolor y buscarlos desesperadamente… Ella le costaba creer, que yo tan activo, no hiciera más que esas cuatro cosa en estos años… pero quien podría culparme… si mi vida era ella, y mi motivación nuestros hijos, y en el nuestro incluía a Jane, porque sé que ella amaba a mi hija como si fuese suya, con todo lo que esto implica… muchos pueden pensar que mi ángel sentía algún tipo de aversión por mi muñequita, porque de alguna forma fue por ella por quien descuide más la relación con  mi princesa, pero la verdad es que no… mi Bella se fue porque se cansó del tipo de relación que llevábamos,  pero también se fue por proteger a mi pequeña. Ambos teníamos una conversación verdaderamente animada, yo ni me daba cuenta llevaba despierto toda la noche, hasta que dieron las cinco de la mañana.-

 

- Cielo ahora si tengo que irme.- me dijo.-

 

- Princesa…- iba a rogarle de nuevo pero me interrumpió.-

 

- Edward… Nuestros hijos… Debo ir por ellos al Colegio.- me dijo. Y ante esa prioridad ya no pude argumentar nada más.- Además son las cinco de la mañana Edward… No has dormido básicamente nada.-

 

- No te preocupes cielo, que bien valió la pena, lo haría encantado todas las noches hasta tenerte de nuevo de regreso entre mis brazos.- le dije.- Pero por nuestros hijos te permito que me dejes de nuevo.- le dije angustiado por la separación.-

 

- Esta vez será por poco tiempo Ed, te lo prometo.- No podía pedirle más que esa promesa por ahora a mi princesa.- Te amo, estamos en contacto.- me dijo a modo de despedida.-

 

- Y yo a ti amor, te amo, te amo… siempre seré tuyo mi Bella.- le dije.-

 

- Lo sé mi Edward… Te Amo.- Y con eso colgó… estaba que no cabía de la felicidad, no solo por la llamada de mi ángel… sino porque me dijo Mi Edward… nunca lo había hecho, además que me prometió… me juro que pronto nos veríamos. Con esos pensamientos decidí por dejar de mirar como bobo el teléfono y me fui hasta mi habitación a descansar un par de horas…. Si es que podía.

 

Cómo en los últimos días… desde ese en el que leí la dedicatoria del libro de mi princesa, dormí espléndidamente, cierto que fueron un par de horas… pero unas geniales dos horas, me levante completamente rejuvenecido. Luego de desayunar y llevar a mi muñequita al colegio, salí para mi oficina… Mientras revisaba  unos planos cuando decidí que debía poner a Aro al corriente de toda la situación por la que estaba pasando mi vida en este momento, era Aro el patriarca de la familia Volturi, y con quien comentaba asuntos relacionados con Jane por parte de la familia materna, no es que necesitara del consentimiento de Aro para decidir o educar a mi hija, pero me gustaba contar con su apoyo y bendición; siempre he querido pensar que a su manera Heidi amaba a su hija, y no quisiera que mi pequeña perdiera la esencia de su otra familia… Acudía a Aro, quien era el Abuelo de Heidi, y no a su padre, por dos razones principales… la primera Marcus el padre de Heidi murió el año pasado, luego de eso su esposa Didyme se fue a vivir a Volterra junto con su hija Chelsea, y en segundo lugar, porque aún cuando Marcus estuviese vivo, era Aro el patriarca de la familia, era el quien tomaba las decisiones y su palabra se cumplía sin discusión por todos los miembros de la familia.  Con ese pensamiento ya estaba llegando a la oficina de Aro, siendo recibida por la insoportable de Lauren, la que en un tiempo fue mi secretaria, y a quien pedí que fuera transferida de puesto de trabajo porque no soportaba su acoso e intento de coquetería conmigo.

 

- Sr. Cullen buenos días, que placer verlo por aquí.- me dijo batiendo las cejas.-

 

- Buenos días Srta. Mallory.- respondí tras inspirar profundamente.- puede por favor ver si el Sr. Volturi esta disponible para atenderme.- le dije con seriedad.-

 

- A ver a ver..- dijo mientras hacia pequeños movimientos sobre su silla giratoria, por un intento que me fijara en sus piernas, dándole vueltas a un mechón de cabello entre sus dedos y mordiendo la goma de su lápiz en un intento de ser sexy, mientras simulaba ver la agenda de su jefe.- Si puede atenderte Edward…. Y yo puedo atenderte esta noche después de las seis… puedes pasar por casa y preparo el desayuno.- me dijo y yo no pude más que soltar un bufido y hacer girar mis ojos hasta ponerlos en blanco.

 

- Srta. Mallory limitese a decirle a su jefe que necesito hablar con él.- le dije en tono serio demostrándole que estaba molesto.- le he dicho en muchas oportunidades que no estoy interesado en usted, por lo que le agradecería que no insistiera con ese asunto.- me dio una mirada resentida y se comunicó con Aro, dándome inmediatamente la indicación para que entrara.-

 

- Buenos días Edward, que te trae por aquí?.- dijo Aro levantándose de su silla y aproximándose a mi para saludarme.- Asuntos con la licitación de nuevo hospital.- me dijo preocupado por el nuevo proyecto.-

 

- Para nada Aro, eso esta bajo control… Es más bien algo relacionado con Jane.- le dije.-

 

- Pasa algo con mi nieta?.- me dijo haciéndome un gesto para que tomará asiento con él, en una de las butacas del apartado de su oficina donde tenía unos sofás y sillones, para lo que el llamaba reuniones creativas informales.-

 

- No ella esta bien, pero quería comentarte que encontré a Bella.- le dije, Aro  hacía mucho tiempo que sabía todo lo de mi Bella, y aunque al principio no lo entendió mucho, con el tiempo y por la manera que me vio sufrir lo entendió perfectamente y me brindo su apoyo.-

 

- Eso es fantástico Edward, están aquí en Chicago?... o vas a buscarla?.- me preguntó.-

 

- La verdad es que Bella y mis hijos están en Montepulciano, pero vendrán en Enero.- dijo con el convencimiento pleno de que mi princesa aprovecharía lo del contrato con la revista para vernos, ese convencimiento que me ofrecía nuestra conversación de hoy.-

 

- Montepulciano, que ciudad más maravillosa… está muy cerca de mi amada Volterra.- dijo Aro soñador.-

 

- Si lo sé, una ves Felix y mi Ángel hablaron de ello.- le comenté.- pero  no es solo eso lo que quiero decirte… Yo hable con Jane, le conté de Bella y de sus hermanos.- al decir eso se enderezó en la silla.-

 

- Y como lo tomo la piccola?.- preguntó, con la misma preocupación que en su momento expresó mi padre.-

 

- La verdad me sorprendió, está completamente emocionada por la perspectiva de tener hermanos… y no sé como te vas a tomar esto Aro, pero mi hija esta realmente emocionada por  la perspectiva de tener una mamá.- le dije con cautela.-

 

- No tengo que tomármelo mal Edward… no te niego que me molestó cuando me enteré que habías engañado a mi nieta, pero cuando supe que había sido con  Bella, cuando supe la historia de su amor, de sus hijos, cuando vi como sufrías, y en vista de la relación y de las peleas de Heidi con Bella, entiendo porque Heidi te escogió como marido y no a otro, y yo estoy perfectamente consciente de que mi nieta decidió darte caza, no porque estuviese enamorada de ti, sino por cumplir mis condiciones y hacerle daño a Isabella.- dijo Aro, casi estuve tentado a preguntarle nuevamente cual era el problema, pero sabía que sería una perdida de tiempo así que me la calle.- y tanto tú como mi nieta necesitan estar con compañía femenina, mi piccola necesita una madre, y es cierto que Esme hace un excelente trabajo, y no quiero que me malinterpretes Edward, pero a veces creo que tu madre está un poco desequilibrada.- su comentario me sorprendió, pero pensándolo bien esa era la impresión que daba mi madre ultimamente. Hice un gesto para que no se preocupara por el comentario que acababa de hacer y prosiguió.- y la verdad hijo si mi nieta necesita una madre yo no concibo una mejor que esa chicha Swan, siempre ha sido una niña dulce, dedicada, responsable, y amorosa.

 

- Te lo agradezco de verdad Aro, creo que tendré suficiente con enfrentamiento con mi madre en cuanto a este asunto, por lo que no quería sumarte a la lista.- le dije sinceramente.- Sabes también le hable de Marie.

 

- Cómo lo tomó?.- preguntó.-

 

- Triste, lloró un poco, renegó, pero cuando fuimos a visitarla fue muy dulce y se sintió bastante bien, incluso conversó con ella frente a su tumba.- le dije y Aro puso cara de confusión, había olvidado mencionar que mi mariposita estaba en Chicago.- Tienes razón.- le dije dándole una sonrisa de disculpa.- Resulta que mi bebé esta enterrada aquí en Chicago, y desde que nos enteramos voy a visitarla seguido.- le dije.-

 

- Fue por eso que faltaste al homenaje de Heidi.- me dijo con más curiosidad que reproche, reí recordando la mentira que le había dicho mi madre y asentí.- Me alegra por ti Edward, pero algo me dice que eso no es todo.- negué con la cabeza sin perder la sonrisa, la verdad siempre me había sentido muy cómodo con Aro, era muy parecido a mi abuelo, de hecho habían sido grandes amigos.-

 

- Compre una casa, y me voy a mudar este fin de semana con Jane, y cuando regresen Bella y mis hijos tengo intenciones que vivan con nosotros.- Solté de una vez.-

 

- Lo sabe tu madre?.- me preguntó, negué nuevamente. Y soltó una sonora carcajada.- pues suerte con eso.-

 

- Gracias.- le dije mientras me uní a sus risas. Ya podía estar completamente seguro que la única oposición a mi plan serían ofrecidas por mi madre y hermano, pero ya me encargaría de ello el fin de semana.  

Con ello me retire a mi oficina y seguí con mi trabajo para la licitación del proyecto ante el ayuntamiento y durante el almuerzo me vi arrastrado por mis hermanas que querían darme detalle sobre lo que estaban haciendo con la casa, yo ya había visto algunos de los planos, había hecho las modificaciones y se los había entregado a uno de nuestros equipos de trabajo para poder hacer las remodelaciones del ático y del sótano. Una vez que mis hermanas me llenaron la cabeza de cosas de colores y muebles y estilos, y hablamos de las fotos que recibí ayer de mi princesa, y después que entre, sus gritos de emoción me hicieron contarle toda la llamada de mi  ángel con lujo de detalles,  pude finalmente, escapar de ellas para regresar a mi oficina. A la salida pase como todos los días a ver a mi mariposita, de allí a inspeccionar mi casa, y luego a casa de mis padres, para pasar un tiempo con mi muñequita, ver su tarea y darle de cenar.  Desde que empecé con esta nueva rutina, tenía exactamente tres nuevos momentos favoritos: compartir tiempo con mi muñequita, visitar a mi mariposita y finalmente correr a mi estudio para poder ver si mi princesa me mando un mensaje y tener noticias de ella y de mis bebes.

 

Estaba en mi estudio, después de dejar a mi muñequita en la cama, toque de nuevo las nanas de mi bebé y de mi princesa, para poder relajarme y así concentrarme en el libro de mi princesa cuando un ligero toque en la puerta hizo que girara sobre la banqueta del piano para ver quien era mi visitante.

 

- Hola hijo, ya te llegaron las fotos de hoy.- preguntó mi padre entrando.-

 

- Aún no papá.- le respondí.-

 

- Por esa cara de felicidad que cargas pensé que ya las habías visto sin mí.- me dijo.-

 

- Esa cara de felicidad que cargo, es porque en la madrugada recibí una llamada de mi princesa.- le dije y su cara de asombro fue la misma que pusieron Rosalie y Alice.- Si papá, me despertó a las dos de las madrugadas con una llamada, y hablamos por horas, me contó muchas cosas de mis hijos, y me prometió que pronto nos veríamos, y no sabes lo feliz que estoy.

 

- Lo puedo ver hijo, de verdad me alegra muchísimo, yo también estoy feliz de que vuelvan o al menos vengan y podamos verlos, conocerlos y pasar tiempo con ellos.- me dijo entusiasmado.- pero ahora debemos ver si tenemos fotos nuevas.- me dijo riendo y me uní a él… hoy realmente estaba feliz, ni me imaginaba lo feliz que estaría el día que pudiera encontrarme de nuevo con mi familia. Me levanté y fui al computador. En efecto y como en los últimos días encontré el correo de mi hermosa.

 

- Si aquí está.- le dije. Me debatí entre leer el correo con mi padre parado a mi espalda o abrir directamente el archivo y dejar el correo para cuando el se retirará.-

 

- Vamos Edward…  no lo pienses tanto, abre el archivo y lee el correo cuando estés solo.- me dijo mi padre, yo simplemente reí y abrí el archivo.-

 

- Es un video.- me sorprendí porque nuevamente esperaba unas fotos y encontré un video. Reí.- siempre me sorprende, si espero un video tengo fotos y cuando espero fotos tengo videos…

 

- Mejor así vemos a los pequeños en acción.- dijo mi padre mientras ponía a cargar el video.-

 

En la imagen podía ver a mi hermosa gatita, ambos reímos puesto se veía muy cómica, al ver que era la pequeña quien tenía la cámara en sus manos y la giro hacia ella, quedando muy cerca de su rostro y regalándonos un hermoso plano de sus bellos ojos.

 

- Papito, gracias por mi nana… esta muy preciosa… estoy segura que va a espantar al coco, mi mami la puso en mi ipod y podré escucharla mientras duermo, eres el papito más especial del mundo y te amo.- una profunda emoción invadió en mi corazón en ese momento, otra vez mi hermosa gatita me decía que me amaba y yo era absolutamente feliz con ello, además que los ojos de mi gatita eran sumamente expresivo y mientras escuchabas su dulce y tierna voz, parecía que sus ojos también expresaban palabras.- Ahora quiero darte un regalo de agradecimiento por tu nana y se que te va a gustar mucho mucho.- alejó un poco la cámara, colocando su pequeño dedito sobre sus tiernos labios.- Shhhh……- decía como si nosotros pudiéramos echar a perder la sorpresa. Entró en el salón de música que reconocí de las fotos de la revista, a lo lejos vi  a mi ángel en todo su esplendor… Dios que hermosa era mi princesa, vi que mi princesa repitió el gesto de mi gatita colocando su dedo en esos sensuales labios que tanto extrañaba indicándole a la pequeña no hiciera ruido. Mi Ángel estaba de pie al lado del piano, en cuyo banco estaba sentado mi hijo, era la primera vez que veía a mi campeón en un video y me emocioné enormemente, mi pequeño estaba intentando unos acordes, sonaban bastante bien, pero el último desentonó un poco, así que frustrado golpeo las teclas del piano con más fuerza de la requerida, haciendo que el sonido tosco demostrará su frustración, luego llevó sus manos al cabello jalándolo de la misma forma en la que lo hacía yo cuando estaba en su situación.-

 

- Ahora entiendo perfectamente a Bella cuando dice que el pequeño es toda una copia tuya.- dijo entre risas mi padre. Seguimos mirando a el video y por primera vez escuche la voz de mi pequeño, su voz era segura y serena, hablaba con pausa, con ese indicio de voz aterciopelada que seguro tendría en el futuro, ciertamente mi pequeño era mi copia, incluso en su forma de hablar.

 

- Como papá puede hacer que parezca tan fácil.- se quejó mirando a su madre.-

 

- Cielo tu papá tiene haciendo eso como veinte años más que tu, no tienes porque frustrarte, tienes que entender que eres muy talentoso para tu edad.- le dijo mi ángel a nuestro pequeño mirándolo con la perfecta mezcla de ternura y paciencia.-

 

- Pero quiero componerle las nanas a mis hermanas, quiero que mi papá este orgulloso de mi.- y sin más mi pecho se lleno de alegría porque mi campeón quisiera hacerme sentir orgulloso. Mis pequeños eran increíblemente maravillosos.-

 

- Tu papá estará orgulloso de ti cielo.-  le dijo dejando un pequeño beso en su mejilla.- porque no tocas la nana de Lizzie, así prácticas para tocarla con tu padre.- Le dijo al tiempo que giraba hacia Lizzie guiñándole el ojo, con esa hermosa mirada chocolate que tanto amaba, mientras la cámara se sacudía en manos de mi gatita a causa de sus risas ahogadas. De pronto mi pequeño se acomodó en su banqueta y con una destreza impresionante para su edad comenzó a tocar la nana que hace dos días compuse para su hermanita, su interpretación perfecta e impecable me sacó un par de lágrimas, una vez terminada la nana, mi princesa felicito a mi pequeño por su interpretación.-

 

- Estoy segura que cuando tu padre te escuche estará tan orgulloso de ti, como lo estoy yo.- le dijo, y yo no podía estar más de acuerdo con ella en ese momento. Estaba muy orgulloso de mi hijo era increíblemente talentoso, mucho más que yo, cuando alcanzará mi edad, y mis años de experiencia en el piano, seria absolutamente asombroso.  La cámara giró de pronto para darnos un close up nuevo de mi gatita.-

 

- Te gustó mi sorpresa papito… estoy segura que si… papito, mi mamita nos prometió que pronto estaríamos juntos, y estoy muy muy feliz… Te amo papito… te amo mucho, y sé que Ed también.- Con eso la cámara volvió para mostrarme de nuevo la imagen de mi princesa y de mi campeón, y se terminó la grabación. Mi padre y yo pasamos unos momentos en silencio no sabíamos que decir ambos estábamos profundamente emocionados.-

 

- Mi nieto es impresionante.- dijo con la voz rota y me gire a tiempo para verlo secar unas lágrimas que escapaban de sus ojos.-

 

- Lo es papá, esa es la nana que le compuse  hace un par de días para mi Lizzie, y casi siento que la interpreta mejor que yo… me sentí realmente conmovido, sabía que mi composición había quedado muy bien, que era muy dulce como mi gatita … pero al escuchar a mi hijo interpretarla me parece perfecta.

 

- Y lo es Edward, estoy realmente orgulloso mis Edwards.- me dijo riendo. Tras echarle un ojo a su celular y sonreír frente a un mensaje que recibió, se retiró dándome las buenas noches. No tenía ganas de pensar en la actitud de mi padre, así que decidí abrir el correo de mi princesa.

 

Amor…

 

Me siento como en las nubes desde que hablamos hace unas horas… pensé que me iba a arrepentir o que las dudas me asaltarían, pero la verdad es que fue perfecto, me sentí… me siento tan feliz por haberte escuchado… Cielo, no sabes todo lo que paso por mi mente, por mi cuerpo, por mi alma cuando escuché tu voz después de tanto tiempo… Me sentí plena… casi completa, sentí que podía respirar mejor, ahora creo que todo este tiempo ha sido un error, que no debí marcharme nunca de tu lado, que debí luchar por lo que teníamos, fuera equivocado o no, tuviera o no que quedarme en las sombras…  Amor… fui tan feliz… pero aún así estoy clara que no podemos precipitarnos… después de tanto tiempo … de tanto sufrimiento no podemos apurar las cosas aunque en este momento este muriendo por tomar un avión y salir  a Chicago e ir a buscarte a la cava de la Reina de Hielo y arrojarme a tus brazos… aunque sinceramente creo que es mejor esperar a que  te mudes, no quiero que mis hijos estén expuestos a los comentarios mordaces de tu madre… es tu madre cariño, y lo siento… sé que es la abuela de nuestros hijos… pero yo soy su madre y voy a protegerlos de quien sea…

 

Pero hablando de cosas más felices… tus hijos están completamente emocionados con la nana de Lizzie… Nuestra gatita hizo que le pasará archivo de inmediato a su ipod y no ha dejado de escucharla en todo el día… creo que incluso montó una corografía de ballet y se ha pasado el día con los audífonos y dando giros por toda la casa… y nuestro pequeño, ha pasado todo el santo día aporreando las teclas del pobre piano, entre ensayar la nana de la gatita e intentar componer las nanas de Jane y Marie.

 

Elizabeth insistió mucho en prepararte una sorpresa en agradecimiento por la nana, así que aunque lo prometí hoy no tendrás fotos, pero estoy segura que te va a gustar mucho el regalo que te preparo nuestra bebé…

 

Te amamos…

Te amo…

Estaremos juntos…

Pronto…

Tuya y solo tuya mi Edward…

 

Bella

 

Dios que feliz, el día de hoy era casi perfecto, mi hija me había hecho ese regalo hermoso, mi pequeño era increíblemente especial, y mi princesa me demostró en sus palabras que me ama tanto como yo a ella… Que mi princesa tiene el mismo sentido de posesión hacia mí que yo hacia ella… era una demostración perfecta que nos pertenecíamos… Si ella desde esta mañana esta desesperada por  tomar un avión hasta Chicago yo tengo esas mismas ganas de volar hacia ella desde que empecé a tener las primeras pistas de su paradero. Hasta me encuentro en este momento totalmente anhelante de que mi princesa me de un indicio de quiere escucharme de nuevo para que pueda llamarla inmediatamente, pero a decir verdad aunque no me importo para nada que mi princesa me despertara de madrugada yo no quería hacer lo mismo con ella.  Así que retorciéndome los dedos y dejando mi teléfono alejado de mí para evitar la tentación, me dedique a responderle el correo y así evitarme la tentación de hablarle…

 

Cielo mío… Mi Princesa…

 

No sabes las ganas que tengo de estrecharte entre mis brazos, de tenerte cerca de mí… Creo que entiendo perfectamente tu estado de felicidad desde esta mañana, porque siendo sincero me encuentro igual que tu, he rememorado tus palabras una y un millón de veces… he rememorado todas las emociones que me causaron a lo largo de todo el día… Incluso cuando visite hoy a nuestra mariposita le conté con lujo de detalles nuestra conversación y hablamos mucho de sus hermanitos… De lo de mi mamá no te preocupes… aunque me duela pienso igual que tu y por proteger a nuestros hijos y a Jane es que decidí comprar la nueva casa…

 

De la sorpresa… que quieres que te diga si todavía mi cuerpo tiembla de la emoción, si aún se me eriza la piel de recordar la interpretación que nuestro campeón hizo de la nana de su hermanita… no sabes el orgullo, la felicidad y la emoción que despertó en mi nuestro pequeño. Te juro que creo que tocó esa pieza mejor que yo… y estoy gratamente impresionado con su talento… Dios amor, nuestros bebés son maravillosos… tanto como lo eres tú…

 

Mi Ángel no sabes las ganas que tengo de llamarte y escucharte, pero no quiero que te desveles por mi culpa… tengo que estar alejado del teléfono para poder evitar la tentación de llamarte ahora mismo cielo…

 

Te amo, siempre será así…

Los amo

 

Siempre tuyo

 

Edward

 

Pd: Espero que te gusten nuestras fotos…

 

Antes de enviarle el correo a mi princesa añadí unas fotos mías y de mi muñequita. Tome mi teléfono y una vez que descargue el nuevo video al celular, me fui a mi cuarto con mi Biblia… con el libro de mi princesa… al terminar la ducha me metí en la cama, aun cuando no había dormido nada la noche anterior estaba tan eufórico que no conseguí dormir… así que me refugie de nuevo en nuestra historia intentando sentir de nuevo a través de la visión de mi ángel. Pensando en lo que había leído la última vez abrí una página al azar…

 

Esa noche el clima era completamente despiadado, el frío y el viento eran los peores que había sentido en Chicago desde que llegue a esta ciudad cuando tenía doce años, me sentía como si  no hubiese salido de Londres… Robert pasó por mi…ese día nos reuniríamos todos en casa de Ashley y Jackson, podíamos pasar la velada tranquilos, puesto estaríamos solos con ellos y con mi prima Anna y su prometido Daniel, para mi alegría Emely se encontraba de viaje y no estaría acosando a Rob por teléfono bajo su sospecha que se encontraría conmigo, solo podía lamentar que Nikki no nos acompañaría esta noche ya que Kella su esposo y el hermano de Rob y Ashley, no sabía de la relación que tenia con su hermano y si lo supiese estaba segura que no entendería lo que sentimos el uno por el otro. Cuando estábamos por salir, Ash llamó a Robert para que pasara por casa de sus padres a buscar unos juegos de mesa que tenía allí y que quería para amenizar la noche… en el trayecto estaba increíblemente nerviosa, en parte a causa del clima y por la otra porque me aterraba que sus padres notaban la verdadera relación que estaba surgiendo entre nosotros… aún no podía decir que era oficialmente la Amante de Rob, puesto que nunca hasta ahora habíamos pasado de unos besos y algunas caricias subidas de tono, pero en el fondo de mi corazón sabía que era la otra, en el fondo de mi conciencia sabía que no estaba bien lo que hacíamos, pero en el fondo de mi alma no podía evitar amarlo como lo amaba, no podía evitar sentirlo como lo sentía y no quería evitar que el me amará y me sintiera de la misma forma… me removía incomoda en la silla de copiloto de su volvo, mientras veía que Rob me miraba de reojo y negaba con una sonrisa divertida surcando esos sensuales y provocativos labios que eran mi total y completa adicción…

 

Recuerdo perfectamente ese día… como no hacerlo si fue nuestra primera vez… la primera vez que adore el templo de su cuerpo, la primera vez que recorrí con besos y caricias toda la extensión de su piel, la primera vez que ame y tome posesión de cada pequeña parte de su glorioso cuerpo, la primera que me hundí entre el calor de su deseo, que me envolví de su pasión, la primera que oí mi sonido favorito en el mundo, los jadeos pasionales y desenfrenados de mi princesa, ese sonido de los hermosos labios de mi ángel gimiendo mi nombre… nunca había amado más a nombre que ese momento en que lo escuchaba de los labios de mi princesa mientras nos perdíamos en la pasión de nuestros cuerpos, entre el deseo que sentíamos el uno por el otro…

 

Estábamos en el auto camino a la casa de mis padres para cumplir con el encargo de Alice, cuando note que mi princesa se movía incómoda en la silla del copiloto, sin poder evitarlo negué con la cabeza y reí adivinando cual era el nerviosismo de mi niña…

 

- Bella, que pasa princesa?.- le pregunté.- se puede saber que te tiene así de nerviosa?.

 

- Son tus padres Ed… no sé que van a pensar si nos ven llegar juntos, cuando tu esposa esta de viaje… yo la verdad no quiero que sepan esto que esta pasando entre nosotros.- me dijo, no pude evitar preguntarle en tono de broma… pero la verdad es que yo amaba eso que estaba pasando entre nosotros, sobre todo amaba el nosotros.-

 

- Y que es eso que está pasando entre nosotros, mi ángel?.-  en seguida ese hermoso sonrojo que tanto me gustaba en ella tiño sus mejillas, y apenada y nerviosa se mordió el labio inferior, si ella supiera todo lo que me provocaba con ese pequeño gesto sería yo quien terminara sonrojado.

 

- No quiero nombrarlo… si lo nombro me voy  a asustar y regresar corriendo a Londres.- me dijo con simpleza, y  a mi me aterró completamente la perspectiva de perderla, no podía perderla cuando apenas la había reencontrado, cuando apenas mi corazón había descubierto la inmensidad de mis sentimiento por ella.-

 

- No digas eso princesa.- le dije tomando sus manos y dejando pequeños besitos en ella.- No digas eso porque siento que me muero en este preciso instante…- le rogué.- porque no lo dejamos en que nos amamos… eso es lo que tenemos, eso es lo que hay entre nosotros, un inmenso amor… nos pertenecemos… yo soy tuyo, a pesar de todos, a pesar de ella… y tu eres mía… solo mía.- le dije y aproveché un semáforo en rojo para acercarme a besarla.

 

- Y tus papás que van a pensar ellos si nos ven llegar juntos?.- me preocupo preocupada por mis padres… -

 

- No tienen que pensar nada por que sobre todas las cosas y los ojos de todos los demás siempre hemos sido los mejores amigos, siempre hemos andado para arriba y para abajo juntos.- le dije sencillamente.-

 

- Pero ahora eres casado.- contraatacó ella.-

 

- Y por estar casado no tengo derecho a tener amigos.- le dije.-

 

- Amigos si… pero yo no soy tu amiga.- me dijo con el dolor impregnado en la voz.- Ya no podría ser solo tu amiga.

 

- No princesa… tu no eres mi amiga, eres mi todo.- le dije.- Pero por mis papas preocúpate otro día… no hoy… Mi madre se fue al viaje de Spa con Heidi  y su amiga y mi papá aprovechó para ir a un viaje de pesca con unos viejos amigos a Forks en Washington, así que no te angusties mi ángel…- le dije besando nuevamente su mano. Cuando llegamos a la casa, la lluvia era torrencial y de no ser porque teníamos una acceso desde el garage a la casa no tenía ni idea de cómo haríamos para llegar a la casa…

 

Regrese de pronto a la realidad y al libro de mi princesa….

 

- Kris, que pasa princesa?.- me pregunto, entre preocupado y divertido por mis reacciones.- se puede saber que te tiene así de nerviosa?.

 

- Son tus padres Rob… no sé que van a pensar si nos ven llegar juntos, cuando tu esposa esta de viaje… yo la verdad no quiero que sepan esto que esta pasando entre nosotros.- le dije realmente preocupada, no quería que nadie  más se enterara de lo que había entre nosotros, porque además de que me moría de vergüenza por la situación en la que nos encontrábamos, tenía un miedo terrible de que alguien intentara separarnos.-

 

- Y que es eso que está pasando entre nosotros, mi ángel?.-  me preguntó y no pude evitar sonrojarme y morderme el labio… la verdad me sentía nerviosa, pero es que como podíamos nombrar esto que teníamos… no éramos amigos… ya no podíamos ser solo amigos, no éramos pareja, no podíamos ser novios… y la palabra amantes  era la que mejor definía lo nuestro, pero si la pensaba demasiado, si empezaba a verme a mí misma como la amante de Robert, entonces saldría huyendo de mis sentimientos.

 

- No quiero nombrarlo… si lo nombro me voy  a asustar y regresar corriendo a Londres.-le dije con toda la sinceridad que pude en ese momento y envuelta en el profundo dolor que me producían mis propias palabras.-

 

- No digas eso princesa.- le dijo tomando mis manos entre las suyas y dejando en ellas suaves besos.- No digas eso porque siento que me muero en este preciso instante…- me rogó con la voz cargada de dolor y angustia.- porque no lo dejamos en que nos amamos… eso es lo que tenemos, eso es lo que hay entre nosotros, un inmenso amor… nos pertenecemos… yo soy tuyo, a pesar de todos, a pesar de ella… y tu eres mía… solo mía.- me dijo con intensidad en su voz y aprovecho un semáforo en rojo para acercar sus labios a los míos y fundirnos en un beso breve pero ardiente e intenso, cargado de toda la pasión a la que nos habíamos hecho adictos en los últimos días.

 

- Y tus papás que van a pensar ellos si nos ven llegar juntos?.- le expresé toda mi preocupación del momento.

 

- No tienen que pensar nada por que sobre todas las cosas y los ojos de todos los demás siempre hemos sido los mejores amigos, siempre hemos andado para arriba y para abajo juntos.- le dijo encogiéndose de hombros quitándole sal al asunto.-

 

- Pero ahora eres casado.- le replique.-

 

- Y por estar casado no tengo derecho a tener amigos.- me respondió con el mismo tono irritado que había usado.-

 

- Amigos si… pero yo no soy tu amiga.- le dije con el dolor impregnado en la voz.- Ya no podría ser solo tu amiga.- quise ser sincera con él, aunque claramente el ya conocía la magnitud de mis sentimientos.

 

- No princesa… tu no eres mi amiga, eres mi todo.- me dijo.- Pero por mis papas preocúpate otro día… no hoy… Mi madre se fue al viaje de Spa con Emely y su amiga y mi papá aprovechó para ir a un viaje de pesca con unos viejos amigos a Forks en Washington, así que no te angusties mi ángel…- me dijo regalándome otro beso. Cuando llegamos a la casa, la lluvia era torrencial por suerte pudimos hacernos camino por la entrada interna, porque de lo contrario quedaríamos empapados o confinados al volvo.-

 

Una vez dentro de la casa y después de muchos besos furtivos, robados por todas las esquinas y una sesión intensa de besos y caricias sobre el sofá de su estudio intentamos salir, pero la lluvia lo hacía imposible… así que aprovechamos otra vez el tiempo con una ronda de besos en el auto, cada vez la cosa se ponía más difícil … cada vez nos encendíamos más y más y cada vez se iba haciendo más difícil controlar la pasión que nos encendía y nos quemaba completamente… con cada beso, con cada caricia, cada vez que sus manos me tocaba posesivamente, cada vez que yo recorría con las puntas de mis dedos su formidable pecho, con cada jadeo, con cada falta de respiración que nos causábamos entre beso y beso, cada vez estábamos más cerca de dar rienda suelta a nuestro deseo y a nuestra pasión haciéndonos transitar un camino sin retorno que ambos estábamos anhelantes y ansiosos por recorrer. Estábamos por poner en orden nuestras respiraciones erráticas e intentando retomar un poco del autocontrol perdido, cuando Ash nos llamó para decirnos que la tormenta había arreciado y que muchas vías y calles estaban colapsadas por árboles caídos, que lo mejor era quedarnos donde estábamos y que Anna y Daniel se quedarían esta noche en su casa. Regresamos de nuevo a su estudio y la cosa se empezó a poner intensa entre nosotros, entre caricia y caria, nos dimos cuenta de que lo inevitable había llegado…en un momento de cordura le recordé a Rob mi virginidad, e intentó alejarse de mi, pero le rogué que no lo hiciera… le pedí que no se detuviera, porque quería ser suya… quería ser suya completamente, en cuerpo y alma y para siempre…

 

- Cariño… yo… yo nunca he estado con nadie… no de esta forma.- me dijo mi ángel, era algo que ya sospechaba, pero en ese momento el pecho se me llenó de orgullo, sería yo el primero en recorrer su piel, sería el primero en hundirme en su cuerpo, sería el primero en amarla, en adorarla… y me aseguraría de ser el único. Pero no podía hacerlo en el sofá de mi estudio, o sobre el piano que era lo que deseaba hacer, mi princesa me estaba regalando un precioso presente, lo mínimo que podía hacer por ella era hacerlo especial. Me separé un poco de ella, y supongo que pensó que iba a alejarme.- No… por favor amor… no te detengas… yo … yo quiero ser tuya.-

 

- Y lo serás princesa, pero no aquí en el sofá… vamos a mi habitación, quiero que sea lo mejor para ti amor.- y ahí entre besos y caricias suaves, haciéndome de todo el control que podría poseer para no ser demasiado duro o demandante… ahí cuidándola, amándola despacio y sin prisas, la fui convirtiendo entre besos y caricias en mi mujer… cuando finalmente estuve dentro de ella me sentí en el paraíso, el momento de traspasar la barrera de su pureza no fue tan duro como temí debido al alto grado de excitación que había logrado alcanzar mi ángel, cada caricia, cada jadeo, cada gemido nos hacia acercarnos más y más sentía como si pudiera tocar su preciosa alma con mis dedos, como si ella estuviese mezclando su esencia con mi alma, convirtiéndonos en uno solo, haciendo que nos amaramos de forma inequívoca, irrevocable y para siempre…

 

Estaba perdido en ese maravilloso recuerdo que había ocurrido en esta misma cama, cuando el sonido de un mensaje en mi teléfono me sobresalto, con cuidado cerré el libro, y abrí el mensaje, el cual multiplicó la felicidad que ya había alcanzado durante todo el día.

 

Yo también me muero por escucharte de nuevo amor… no tienes porque reprimirte.

 

Sin esperar un minuto más llame a mi ángel, al número que se registraba en la llamada y el mensaje y nos perdimos nuevamente en la voz el uno del otro, conversando de nosotros, conversando de nuestros hijos, y hablamos por un par de horas…. Al igual que en la llamada anterior, no hubo disculpas, ninguno pidió los perdones que tanto necesitaban, aunque estaba completamente claro que era yo quien tenía que pedir perdón y mi ángel no necesitaba de ninguno, ella había hecho lo que tenía que hacer y punto, fui yo el que se equivocó, fui yo el que jodí todo… El momento de pedir perdón sería estando cara a cara, sería en el reencuentro que estaba cada vez más cercano y mis nervios aumentaban, porque era eso precisamente lo que más deseaba en la vida, y el temor de joderla de nuevo era demasiado grande… después de un par de horas embriagándome con la dulce voz de mi princesa me quede dormido con el teléfono en la mano, sumergido en un dulce y pacífico sueño…

 

Al levantarme encontré un mensaje de mi princesa…

 

Cielo te quedaste dormido, tenemos que buscar la forma de que  la necesidad de escucharnos no te robe horas de sueño… Te amo… Estamos en contacto.

 

Una boba sonrisa de alegría se instaló en mi rostro… bueno más bien era la misma que no me abandonaba en los últimos días… Mi muñequita se encontraba absolutamente feliz de verme tan alegre y esa tarde deje que me acompañara a visitar a mi mariposita, esta vez llevó con ella un dibujo de unas mariposas para dejárselas a su hermanita… estaba sumamente emocionado por la forma en la que reaccionaba mi pequeña ante sus hermanitos, también la lleve a mi estudio para mostrarle los videos y las fotos que había recibido…

 

- Papito que lindos son.- me dijo emocionada.- se parecen a ti. Y la princesa es hermosa papito.

 

- Si muñequita tus hermanos son lindos y la princesa es hermosa, muy hermosa.- le respondí a su comentario.-

 

- Voy a tener a la mamita más hermosa del mundo.- me dijo con sus ojitos muy abiertos y brillantes de la emoción.-

 

- Si pequeña, la más hermosa del mundo.- le dije embelezado viendo la belleza de mi princesa.- aunque tu mami también era muy linda, y tu serás tan linda como ella cuando crezca… aunque es mentira porque serás más hermosa que Heidi.- le dije mientras ella sonreía apenada por el halago que le había regalado.

 

Así se paso la semana, con nuestra perfecta rutina establecida, trabajaba, verificaba los avances de mi casa, visitaba a mi mariposita, pasaba tiempo con mi muñeca, revisaba los correos de mi princesa, ahora en compañía de mi padre y mi hija, quien no se iba a dormir hasta no ver las fotos y los videos de sus hermanitos. Ya todo lo de la mudanza estaba casi listo, pero estaba emocionado porque mi princesa me pidió que me conectará en la red a las nueve de la mañana por lo que lo haría desde mi oficina, faltaban cinco minutos para las nueve cuando mi princesa me envió un mensaje, quería que probáramos algo nuevo, y casi me caigo de la emoción cuando vi que eso nuevo que quería probar era una llamada por skype…

 

Si estaba emocionado por oír su voz, verla en toda su plenitud, con esos hermosos ojos chocolates devolviéndome la mirada, esa encantadora sonrisa en esos labios dulces que moría por tener sobre los míos nuevamente.

 

- Wooaw… princesa… que hermosa estas… estos días he estado emocionado por escucharte… pero verte amor… verte es demasiado… no sabes lo feliz que me haces en este momento.- le dije sinceramente.-

 

- Sé perfectamente como te sientes Ed… yo me siento igual, he visto tu imagen en las fotos que me has enviado y aunque estás tan guapo como siempre Mi Dios Griego… la verdad es que sentía una punzada de dolor al ver en tus ojos esa sombra de dolor, que se que es por mi culpa.- me dijo.-

 

- Shhh… princesa… no… este momento debe de ser de felicidad para nosotros… sin culpas, sin dolor mi ángel.- le dije siendo sincero.-

 

- Tienes razón amor… además ahora que te veo, te ves increíblemente guapo, más de lo que recordaba, no puedo creer que alguien como tu me ame.- me dijo como siempre con sus inseguridades frente a su apariencia.-

 

- Princesa no… no digas eso… soy yo el que tiene suerte de que ames de vuelta. No digas bobadas sabes que eres preciosa.- le dije embelezado con su belleza.- en este momento no puedo pensar en otra cosa que en lo hermosa que eres, no podría ver a nadie más que  a ti en este preciso instante.

 

- Ni siquiera a tus hijos amor?.- me dijo ella con un brillo especial en los ojos.-

 

- Mis hijos.- dije nervioso pasando una de mis manos por el cabello.-

 

- Hola papito.- salto de pronto frente a la cámara mi gatita.-

 

- Princesita amor… que alegría verte. Así sea por la webcam… que hermosa eres mi cielo.- le dije con lágrimas en los ojos.-

 

- Y tu eres muy guapo papito.- me respondió mi gatita de vuelta.-

 

- No gatita… estoy seguro que eres la pequeñita más linda del universo, y también la más dulce… sabes pequeñita.- le dije mientras atrapaba una lágrima traicionera que corría por mi mejilla.- Papi te Ama mucho mi gatita, y se muere por abrazarte y darte muchos besitos, y tocarte tu nana cielito.

 

- Papito no llores… yo también te amo mucho mucho. Y ya le pedí a los reyes para que estemos juntos pronto.- me dijo con emoción.-

 

- Me alegra mucho princesita.- le dije.-

 

-  Papito… mi mamita me dijo que podíamos hablar contigo así todos los días, pero ahora tengo que dejarte hablar con Ed… Te amo papito, y la próxima vez tenemos que hablar también con Jane.- y con eso salió del foco de la cámara.-

 

- Hola…papá.- dijo dudoso mi campeón. Se veía que era mucho más tímido que mi gatita.-

 

- Hola pequeño, cómo estas?.- le dije.- ayer vi un video que grabo tu hermana y pude verte interpretando la nana de Lizzie.- le dije y sus ojitos se llenaron de emoción.- Eres increíble campeón y estoy muy orgulloso de ti.

 

- De verdad crees que lo hice bien?.- me pregunto inseguro.-

 

- Perfecto hijo, la tocaste mejor que yo.- le dije sinceramente.-

 

- Pero no pude encontrar los acordes para las nanas de Marie y Jane.- me dijo contrariado.-

 

- Los encontrarás Ed… no te preocupes cariño, estoy seguro que podrás hacerlo, los que estabas usando antes que te frustrarán iban perfectos hijo.- le dije, y lo vi removerse emocionado en la silla.-

 

- Eso crees.- me dijo esperanzado.-

 

- Claro campeón… Hijo… sabes… papá te ama mucho.- le dije sinceramente, con el siendo tan parecido a mi, me costaba más comunicarme, era más fácil hacerlo con mi princesa. Pero eso no quería decir de ninguna forma que lo amara menos.- De verdad te amo, los amo mucho a los tres y estoy ansioso por conocerlos y tocar juntos, estoy muy orgulloso de ti campeón.

 

- Gracias papá… yo … yo también te amo, y quiero tocar pronto contigo.- me dijo el pequeño y mi corazón estuvo a punto de explotar de tanta alegría, era la primera vez en la que me comunicaba de alguna forma con mi hijo y me decía que me amaba, estaba casi eufórico. Pude conversar un rato más con mi princesa. Le conté que este fin de semana hacíamos la mudanza y ella decidió que durante el sábado no me llamaría, cosa que me decepcionó un poco, pero me aseguró que el domingo en la noche podríamos conversar de nuevo y que deberíamos pensar en una hora conveniente para todos los niños así Jane podría intervenir en la conversación para conocerla a ella y a sus hermanitos.  El sábado y el domingo Jazz, Alice y yo trabajamos muchísimo en la mudanza, pero para media tarde del domingo ya estaba todo en la casa nueva y muchas de las cosas en su lugar, ya en la semana, con la ayuda de Alice y Rose estaría todo arreglado. El domingo casi al final de la tarde volvieron mis padres de su viaje de fin de semana, y nos reunimos todos a cenar. Estábamos todos sentados a la mesa, y sentía cuatro pares de ojos mirándome esperando el momento en el que le dijera a Doña Esme que a partir de hoy ni yo ni mi hija dormiríamos más en esta casa, por suerte Rose tuvo la previsión de hacer que los niños comieran en el jardín para que no se vieran atrapados en medio de una batalla campal. Yo la verdad no quería un enfrentamiento con mi madre pero no tenía otro remedio.

 

- Ya llegó la hora de irnos.- dijo Alice.-

 

- Jane y yo también nos vamos.- había llegado la hora.-

 

- A dónde piensas llevarla a esta hora, mañana tiene escuela y no puede trasnocharse.- dijo mi madre e inmediatamente vi la tensión en Jasper, Alice, Rose y mi padre… había llegado la hora.-

 

- Precisamente para que no se trasnoche es porque nos vamos.- le dije a mi madre, buscando calma antes de que la tormenta se desatase.-

 

- No entiendo.- me dijo mi madre, pero ya intuía la ira en el fondo de su mirada.-

 

- Mamá, compre una casa para mi y para Jane, y nos mudamos ayer.- le dije, mi madre hecha una furia se levantó de la mesa acercándose a mi, con mi padre pegado a su espalda intentando contenerla.-

 

- PARA TI Y PARA JANE… O PARA TI Y ESA MALDITA MUJER.- me grito mi madre.-

 

- Mamá… mamá.- le decía mientras me apretaba el puente de la nariz en un intento por contenerme.- te he pedido mil veces que respetes a mi mujer.- le dije en tono bajo pero fuerte.-

 

- QUE LA RESPETE… COMO QUIERES QUE LA RESPETE, SI ESA ZORRA ES UNA MALA SANGRE IGUAL QUE LA MADRE…. SU MALDITA MADRE ME HIZO DAÑO EN EL PASADO ALEJÁNDOME DE MI HIJO, Y AHORA ESA DESGRACIADA ME ALEJA DE MI NIETA… NO LO VOY A PERMITIR… NO TE PERMITO LLEVARTE A JANE DE ESTA CASA.

 

- TU NO TIENES QUE PERMITIRME NADA.- le grite.-

 

- RESPETA A MI MADRE EDWARD… QUE TE PASA, ESTAS LOCO. COMO TE ATRAVES A LLEVARTE A JANE DE AQUÍ.- gritó esta vez Emmett.-

 

- Cállate Emmett y no te metas.- le reprendió Rosalie.-

 

- Como no quieres que me meta, si Edward le está gritando a mi mamá.- le replicó.-

 

- No te metas Emmett.- le advirtió esta vez mi padre.-

 

- Hijito no te preocupes, porque esto se acaba aquí, ya tu hermano va a dejar la tontería. No  es así Edward?.- dijo mi madre.-

 

- Por su puesto mamá, precisamente por eso me voy para mi casa con mi hija… Cuando Isabella y mis hijos regresen, vivirán con nosotros. – le dije a mi madre, intentando no alzar la voz.-

 

- NO TE LO PERMITO, NO TE LO PERMITO, ESA CUALQUIERA NO VA A VIVIR CON MI NIETA… ELLA NUNCA SE VA ACERCAR A JANE… NO QUIERO, NO VOY A DEJAR QUE LO HAGAS.- volvió a grita mi madre.-

 

- Tu no tienes que permitirme nada Doña Esme.- le dije sin gritos pero lo suficientemente duro para no permitir discusiones.- Jane es mi hija, y las decisiones sobre donde vive mi hija y con quien las tomo yo… Y espero que te quede claro, y te lo advierto de una vez mamá, si se te ocurre, poner a mi hija en contra de Bella o de mis hijos, quien no podrá acercase más a mi hija serás tu.- mi madre soltó un jadeo y sin más me volteo la cara de una fuerte cachetada.

 

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Gracias a todos y a todas por sus comentarios y recomentadiones... estoy intentando tomarlas en cuenta, sobre todo a partir del capítulo 13, que es el que estoy escribiendo en este momento.

Les agradezco su apoyo y mi mejor paga es saber que les gusta mi historia y que despierta en ustedes distintas emociones...

"Life  is the most espectacular show in earth" (WTE)

BkPattz

Capítulo 9: Sencillamente Perfecta Capítulo 11: El Odio de Esme

 
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