La Otra (+18)

Autor: BkPattz
Género: + 18
Fecha Creación: 19/12/2010
Fecha Actualización: 18/02/2011
Finalizado: SI
Votos: 43
Comentarios: 112
Visitas: 152653
Capítulos: 27

Edward Cullen era un reconocido y brillante arquitecto en la ciudad de Chicago, su mayor felicidad haber encontrado y conocido al amor de su vida, a su alma gemela, a su otra mitad, a su todo, uno de sus más grandes logros concebir tres maravillosos pequeños con la mujer de sus sueños, su amor, su amiga de la infancia, la estudiante de Literatura Inglesa Bella Swan. Otro de sus logros, su pequeña Jane, su pequeña hija. Su peor error, dejar a su Amor, a su Bella en las sombras, convirtiéndola en la Otra, la Amante? porque mientras Bella Swan estaba en las sombras viviendo su idilio amoroso con Edward Cullen, era otra quien ostentaba el titulo de la Sra. Cullen, porque Edward estaba casado con otra. Edward POV

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Capítulo 7: Recordando el principio del fin

Declaración de Derechos de Autor: Todos los personajes de la Saga Twilight y sus descripciones pertenecen a la Sra. Stephenie Meyer y su Casa Editorial.

La inspiración de la historia, viene de todos los maravillosos escritores y relatos que nos regalan fantasías en este y otros muchos sites.

 

Edward Cullen era un reconocido y brillante arquitecto en la ciudad de Chicago, su mayor felicidad haber encontrado y conocido al amor de su vida, a su alma gemela, a su otra mitad, a su todo, uno de sus más grandes logros concebir tres maravillosos pequeños con la mujer de sus sueños, su amor, su amiga de la infancia, la estudiante de Literatura Inglesa Bella Swan. Otro de sus logros, su pequeña Jane, su pequeña hija. Su peor error, dejar a su Amor, a su Bella en las sombras, convirtiéndola en la Otra, la Amante… porque mientras Bella Swan estaba en las sombras viviendo su idilio amoroso con Edward Cullen, era otra quien ostentaba el titulo de la Sra. Cullen, porque Edward estaba casado con otra. Edward POV

 

…….

Nota:

Los recuerdos de Edward los encontrarán en letra cursiva, lo referente al libro de Bella, “La Otra” podrán leerlo en subrayado. Hay unas frases entre comillas y en negritas que pertenecen a la película Twilight, por lo tanto son propiedad de Summit.-

 

……

 

Capitulo 7: Recordando el principio del fin …

 

Estaba completamente eufórico, mi princesa… Me Ama… de alguna forma no lo podía creer… más bien en ninguna forma creía que eso era posible, o por lo menos que me lo mereciera… si… no me lo merecía… Sabía que no lo merecía, pero estaba feliz que así fuera, si alcanzaba su perdón no me alcanzaría vida para poder hacerlos todo lo feliz que les correspondían después de tanto dolor y tanto sufrimiento … pero sin duda alguna haría el intento… tenía que buscar la forma de hacerla volver… o de irme con ella a cualquier lugar del mundo que ella dispusiese, aunque siendo sinceros sé que tanto ella como yo, no vamos a querer nunca separarnos de Chicago, irnos de Chicago se sentiría como abandonar a nuestra bebé, y estoy más que seguro que ninguno irá a dejar atrás a nuestra mariposita.

 

Ahora más que en cualquier otro momento del día y después de leer el correo de mi ángel, puedo tener casi la certeza de que el reencuentro estaba cada vez más cerca, lo podía sentir con cada poro de mi piel, en cada célula de mi cuerpo… Tenía que prepararlo todo, tenía que terminar de leer el libro de mi princesa, tenía que conocer exactamente el matiz de su dolor, para poder saber cuales eran las cosas por las que ella necesitaba que le pidiera perdón, para agregarla a las muchas razones que tenía en mi propia lista… Sabía  que tenía que pedirle perdón por no haberla amado como se merecía, aun cuando la amaba como nunca podría nadie amar en este mundo, con un sentimiento que me sobrepasaba a mi mismo, tenía que pedirle perdón por mantenerla en la sombra, tenía que pedirle perdón por todas las veces que sufrió viéndome del brazo de otra mujer que ocupa el puesto que por derecho propio le correspondía, tenía que pedirle perdón por las migajas de tiempo que le daba, tenía que pedirle perdón por todas las cosas grandes y pequeñas que olvide y dañe en nuestra relación, tenía que pedirle perdón por haberme casado con Heidi y no haberla esperado, tenía que pedirle perdón por no hacerle frente a las amenazas de Heidi y dejarla, tenía que pedirle perdón por cada dolor, desplante o humillación que recibió de Heidi, Esme o Emmett por el simple hecho de amarme, tenía que pedirle perdón por mis celos sin razón, por haberla dejado ir de mi lado, por dejarla sola en su embarazo, por no cumplir sus antojos, por no acariciarle el vientre diciéndole a nuestros hijos que los amaba y los esperaba, por no acompañarla y sostenerle la mano en cada eco, por no estar con ella el día que nacieron nuestros hijos, por no acompañarla cuando descubrieron la enfermedad de nuestra pequeña, por no ver juntos por primera vez a nuestros bebés y decirle que los amo y que soy feliz de que estén en este mundo, por no estar con ella en la muerte de nuestra pequeña, por no estar con ella todos estos años y vivir juntos cada pequeña cosa relacionada con nuestros bebes, cada pequeña cosa relacionada con nuestra vida…. Y esas solo por nombrar algunas de las muchas culpas que guardaba en mi interior… Así que la perspectiva del reencuentro no solo me llenaba de alegría sino de un miedo que me paralizaba… Miedo a que aún amándome como me ama… aún amándonos como nos amamos, no pudiera perdonarme… miedo en que de alguna forma aún consiguiendo su perdón no quiera tenerme a su lado… Sea como sea debería dejar los miedos y concentrarme en ir alcanzando un paso a la vez… y uno de esos pasos era quitarme el fantasma de la muerte de mi mariposita, y para eso debía escuchar de mi padre que pude haber hecho para salvarla, aunque eso solo lograra aumentar mi tormento o contrariamente regalarle un poco de paz a mi atormentado  espíritu… Si eso pudiera ser posible… Así que aunque un poco exhausto por toda la descarga emocional del día decidí salir de mi cuarto he ir en busca de mi padre…

 

Fui hasta su despacho, supuse que estaba allí, en efecto la luz estaba encendida por lo que seguramente estaría adentro… Toque la puerta.

 

- Adelante.- escuche la voz de mi padre desde el  otro lado, entre y estaba sentado en su escritorio con el expediente de Marie que yo le había dado la noche anterior.- Pasa hijo, siéntate.- me indicó.- Pensé que estarías aún descansando, la verdad es que debes estar muy cansado con todo lo que viviste hoy.- me dijo con su habitual cariño.-

 

- Lo estoy papá, lo estoy.- le reafirme.- pero la verdad es que necesito resolver esto… han pasado seis años… y por primera vez siento que estoy cerca… que pronto podré  tener a Bella frente a mi, podremos conversar, espero que podamos resolver las cosas, y podré ver también a mis hijos y decirles todo lo que siento por ellos y de alguna forma ganarme su perdón.- le repetí a mi padre.-

 

- Seguro que pronto los tendrás contigo hijo, no desesperes.- me dijo.- Ahora nos tienes a nosotros para ayudarte.- dijo dándome su apoyo.-

 

- Por lo menos a ti, a Jane, Jasper, Alice y Rosalie.- le dije siendo sincero, el solo asintió sabiendo que no podía meter a Emmett, ni a mi madre en la ecuación.

 

- Porque no nos los contaste antes Edward, te habríamos ayudado desde el principio.-  me reprocho mi padre.-

 

- Porque no sé como perdonarme… porque no sé como perdonar a mi madre… porque no podía soportar su dolor además del mío papá.- le dije con toda la sinceridad que pude.-

 

- Siento eso hijo.- me dijo mi padre.- siento de verdad la forma en la que tu madre ha actuado con respecto a esto, porque de alguna forma me siento responsable.- me dijo casi en un susurro.-

 

- Papá tu no tienes la culpa de lo  que hace mamá, es cierto que a veces podrías refrenarla, pero supongo que no lo haces por que la amas.- le confesé lo que de verdad pensaba.-

 

- No es solo amor Edward.- me confesó a la vez mi padre.- son culpas del pasado que nos atormentan a los dos… culpas que pensé que estaban enterradas en el pasado donde deberían estar, culpas que pensé que estaban olvidadas y que regresaron golpeándonos de frente  hace ocho años.- me dijo mi padre en un susurro casi inaudible… Y yo la verdad no entendía nada.-

 

- De que estas hablando papá?.- le pregunté confundido.-

 

- Lo siento hijo pero no puedo contestarte a esa pregunta sin romper una promesa.- me dijo simplemente. Luego de unos minutos en silencio, en el que yo lo veía intentando interpretar sus palabras, y él se convencía de que no debió mencionarlas, me pregunto en un descarado intento de cambiar el tema.- Hablaste con Jane?.

 

- Si hace un momento.- tanta fue la desolación y el arrepentimiento que vi en el rostro de mi padre, que preferí dejar que cambiara el rumbo de la conversación, además mi cerebro estaba demasiado colmado y aturdido por mis propias intrigas y eran tantos los secretos y los asuntos turbios y oscuros que ya no sabía como manejarlos.-

 

- Como lo tomo?.- preguntó mi padre con preocupación y curiosidad.-

 

- Increíblemente bien papá… la verdad es que no me lo esperaba.- le dije con una sonrisa de orgullo por la actitud de mi hija.- No solo me  dijo que entendía completamente  el hecho de que yo no había estado enamorado de su mamá y que de verdad amaba a otra mujer, sino que se emocionó enormemente por saber que yo estaba enamorado de alguien.- mi padre me miraba sorprendido.- Sabes que ella había visto las fotos que en mi cuarto guardo de Bella y los pequeños.- mi padre negó con la cabeza.- pues lo sabía, y no solo eso papá, sino que entre las fotos hay una de Bella conmigo, fue una de las pocas cosas que quedó en el departamento cuando ella se fue, y Jane me dijo que cuando me veía triste, ella entraba a mi cuarto para ver la foto y así poder verme feliz.- le dije.-

 

- Woao… que increíble.- dijo mi padre.-

 

- Pues si papá, ella estaba completamente emocionada con el tema de mi princesa y me hizo mil preguntas, y luego hablamos de sus hermanos.- mi padre se tensó, esperando no recibir noticias de sufrimiento de su nieta.- Pues si, pregunto por ellos, donde estaban, que cuando vendrían, que quería conocerlos, quería conocer a Bella, incluso dijo que le gustaría que

Bella fuera su mamá.- le dije emocionado.-

 

- Es maravilloso Edward.- me dijo, pero luego frunció el ceño, y su expresión paso de pensativa a preocupada.- sobre eso de que Jane quiere que Bella sea su madre, es mejor ocultárselo por el momento a Esme, no quiero imaginar su reacción.- se quedo pensativo nuevamente mientras yo asentía.-  Hijo… voy a darte un consejo… no sé… pero creo que es lo mejor, aun cuando con el esté rompiendo mis promesas, aún cuando sé que esto le hará daño a tu madre… - calló durante unos segundo y luego prosiguió.- Edward, mientras decidas que hacer, y antes de que Bella regresa a tu vida de alguna forma… creo que lo mejor sería que buscarás una casa y te fueras de aquí.- me dijo mi padre y yo inmediatamente empecé a considerar su propuesta.- No creas que te estoy echando, sabes bien, que yo soy feliz de tenerte a ti y a Jane en esta casa, pero creo que si mantienes a tu madre alejada de Bella tendrás mejores y más felices resultados… Me cuesta aceptarlo, me cuesta decirlo en voz alta, pero es así.- mientras mi padre decía pensaba que no solo era factible todo lo que me decía, sino que recordé lo que habíamos hablado Alice y yo de regreso del cementerio, y sopese la posibilidad de que mi madre usará a Jane para separarme de Bella… otra vez…  La sola idea me producía escalofríos, pero siendo totalmente sinceros no era para nada descabellado, aunque me doliera aceptarlo.-

 

- Creo que tienes razón papa, mañana mismo me voy a comunicar con un agente de bienes raíces, voy a buscar una casa lo suficientemente cómoda y acogedora para los cinco, aunque cuando Bella regresa, y si es que me perdona y decide que tenemos una oportunidad juntos veré si quiere otra casa más a su gusto y el de los pequeños.- le comenté, mi padre solo esbozo una pequeña y triste sonrisa.-

 

- Es perfecto Edward.- me dijo, y cambiando el tema abruptamente de nuevo, haciéndome sentir perdido en esta conversación.- Y hablaste con Jane sobre Marie.- yo solo asentí.- Y cómo se lo tomó?

 

- Triste… renegó hasta un poco de Dios, pero luego preguntó cuado podríamos ir a visitarla, y se emocionó un montón cuando le dije que iríamos mañana.-  le comenté.- Vas a ir?.- le pregunte entre dudoso y esperanzado.-

 

- Claro hijo ahí estaré.- me dijo.-

 

- Aunque mamá no quiera ir.- me encontré diciéndole sin poder evitarlo.-

 

- Aunque tu madre no quiera ir.- me respondió.- sino quiere pues que se quede con Emmett.- me dijo con simpleza, luego de un instante de silencio.-

 

- Estamos esperando a Emmett para ver lo del expediente.- le pregunte, ya mi curiosidad comenzaba aparecer de nuevo.- 

 

- La verdad es que Emmett, ya vio el expediente y me dio su opinión hijo, ya sabes como es él con este asunto tuyo con Bella.- me dijo luciendo apenado.-

 

- Maldita sea papá, me interesa una mierda lo que sienta Emmett en relación a lo que tenemos o teníamos Bella y yo.- le conteste verdaderamente cabreado.- Se trata de su sobrina por el amor de Dios… De mi Hija… y él es mi hermano.- estaba realmente molesto y frustrado, aunque a decir verdad no debía sorprenderme.-

 

- Edward… sabes como es Emmett con respecto a tu madre.- me dijo mi padre intentando calmarme, y que no saliera de ese despacho a gritarle cuatro cosas a mi hermano que era lo que me provoca hacer.- El siente que involucrándose en este asunto traiciona a tu mamá.- completo.- Lo entiendes verdad?

 

- Si papá, se perfectamente que mi hermano es el perro faldero de mi madre… el Lacayo de Doña Esme… pero no … No lo entiendo.- le dije.-

 

- Como sea Edward, no voy a darte o quitarte la razón, porque ambos son mis hijos y Esme es mi esposa y la mujer que amo.- me respondió, y yo resople de indignación y rabia.- aunque no voy a negarte que no estoy en favor de ninguna de sus actitudes.- me dijo mi padre con sinceridad pero en un claro intento por calmarme.-   Pero en fin, lo importante aquí es que tanto Emmett como yo revisamos el expediente.- me dijo.-

 

- Y que encontraste papá?, que pude haber hecho para evitarlo?.- le pregunte cuando ya las lágrimas anegaban mis ojos.-

 

- Verás Edward, Marie, sufría de una malformación congénita en el corazón, conocida como Transposición de los Grandes Vasos, que es una alteración cardiaca congénita, que imposibilita a los vasos principales a conducir la sangre oxigenada por el cuerpo.- me explicó mi padre de la forma más sencilla que consiguió.- 

 

- Que podía hacerse al respecto.- pregunte con verdadera desesperación.-

 

- En sentido general la alteración puede corregirse con cirugía, pero el problema es que no se detecto a tiempo Edward.- me explicó.-

 

- Por qué?... cómo no lo vieron?.- pregunte de nuevo.-

 

- El trastorno suele detectarse en los ecos, durante el embarazo, pero resulta que Marie, era lo que llamamos el “gemelo oculto”, y solo fue descubierta en el último eco, y aún así según el expediente del obstetra, no pudo verla por mucho tiempo, ni detallarla a cabalidad, puesto que su aparición en el eco fue tan corta que solo pudo determinarse que ella estaba allí, y pensaron erróneamente que gozaba del mismo estado de salud de sus hermanitos.

 

- Y en la revisión pediátrica que se hizo al nacer?.- necesitaba aclararme todas mis dudas.-

 

- Un solo pediatra atendió a tres los niños, y su reconocimiento fue bastante general. El trastorno no siempre se manifiesta al nacer, en algunas veces aparece unos días después, como fue su caso.- me explicaba mi padre.- también en más común en los varones que en las niñas, así que tanto Emmett como yo sospechamos que al pediatra ni se le paso por la cabeza que la pequeña podría tener ese problema.- mi padre hizo una pausa.- uno de los síntomas es que el bebe se pone cianótico, es decir, su piel empieza a tomar una coloración azul, sobre todo en las extremidades; sin embargo, en Marie la cianosis apareció de forma tardía, y se dio primero las fallas respiratorias asociadas.- mientras mi padre explicaba el cuadro, las lagrimas caían incesantemente por mi rostro.- lo cual hizo que la condujeran a terapia intensiva pediátrica, empezaron con los estudios de rutina, al día siguiente cuando comenzó dar señales de cianosis se hicieron una idea de que el asunto podría estar en el corazón, y se realizaron los estudios respectivos, encontrándose así con el problema.- me dijo mi padre, intentando en ese momento ser todo lo profesional y médico que podía, pero sinceramente le costaba mucho mantener las lágrimas y las emociones a raya.-

 

- Porque no la sometieron a la intervención para corregir el defecto.- pregunté indignado, ya me había levantado de la silla y daba vueltas como león enjaulado.-

 

- Tenían que controlar el cuadro respiratorio antes de llevarla a la cirugía, además Marie por ser la más pequeña de los gemelos y por la posición en la que se había encontrado era la más pequeña y la más baja en peso, por lo que debería considerarse múltiples factores.- dijo mi padre ya con la voz rota.- lo cierto, es que el cuadro fue empeorando de forma dramatiza y muy rápida y el resultado es el que todos conocemos.- me dijo.-

 

- Y que significa para mi eso?.- le dije con rabia y dolor.-

 

- Que aún estando allí no podrías haber hecho nada.- me dijo.- que lo único que debes lamentarte y por lo único que debes pedir perdón con respecto a Marie, es por no haberla conocido, porque no podrías haber hecho nada para evitar el final que tuvo nuestra pequeña.- dijo mi padre mientras sus mejillas se llenaban de lágrimas.-

 

- Dios… pensé que me sentiría mejor conociendo todo esto, pero la verdad es que no papá… no me siento mejor, no me siento más tranquilo. Porque aunque puedo dejar de responsabilizarme de su muerte, eso no cambia el hecho de que mi mariposita esta muerta y que nunca la tuve y nunca la tendré entre mis brazos.- Me acerque a mi papá y le di un abrazo.- De todas formas… Gracias papá, no sabes de verdad cuanto te lo agradezco.- con eso me retire de su despacho.

 

De camino a mi cuarto, le envíe un mensaje de texto a Alice, preguntándole a que hora tenía preparado todo lo el homenaje, me informó de la hora y pase por la cocina a tomar algo ligero, luego me dirigiría a darle las buenas noches a mi muñequita antes de regresar a mi cuarto, a mi libro, a mi historia, luego del baño, me refugie en mi cama, busque las fotos para contemplarlas durante un rato y perderme en mis pensamientos y mis recuerdos. Tome nuevamente el libro, con la intención de leer otro poco, pero tras considerar que habían soportado demasiadas cosas hoy, decidí que era hora de descansar, mañana podría continuar buscando pistas, desentrañando mi propio pasado, buscando mis respuestas, me sentía un poco culpable, pero después de tantas emociones y como me afectaron físicamente entiendo que debo cuidarme, no puedo enfermarme ahora que estoy tan cerca de lograr mis objetivos, tan cerca de mi princesa.. .tan cerca de mis hijos. Desperté como a las ocho de la mañana, después de la mejor noche de sueño de los últimos años. Cuando salía de mi cuarto vi que mi muñequita venía a mi a la carrera. La tome en brazos…

 

- Hola cariño, que haces levantada ya y corriendo por toda la casa.- le dije mientras depositaba un suave beso en su naricita.-

 

- Papito venía ver a que hora vamos a visitar a mi hermanita?.- preguntó mi pequeña.-

 

- Tu tía Alice, dijo que teníamos que verla en el comedor dentro de un rato amor, ella es la que se encargo de todo.- le dije.-

 

- Esta bien papito.- me dijo al tiempo que la colocaba nuevamente en el suelo, y la dirigí a la cocina para prepararle su desayuno.-   

 

- Que vas a querer desayunar princesa?.- le pregunte.-

 

- Papi yo soy tu muñeca.- dijo mientras se reía.- Tu princesa, es la princesa Bella.- me uní a sus risas.-

 

- De acuerdo muñequita, pero tu también eres mi princesa y estoy seguro que a  Bella no le importará compartir ese puesto contigo y tus hermanitas.- le dije.- Pero aún no se que vas a querer desayunar.

 

- Uhmmmm…- decía mientras pensaba.- quiero… cereal con yogurt y frutilla (fresas). Puede ser.- me dijo.-

 

- Claro que puede ser pequeña.- le dije mientras me movía por la cocina, recolectándolo todo para prepararle el desayuno a mi pequeña, me extrañaba que Alma, que era quien se encargada de la oficina de la casa no se encontraba a la vista, pero seguro estaba atendiendo las solicitudes de Doña Esme, como siempre lo hacía.-

 

- Papá…- me dijo mi hija intentado llamar mi atención, la vi haciéndole un gesto para que continuara.- cuando la Princesa y mis hermanos regresen vamos a vivir todos aquí en esta casa con el Abu Carlisle y la Abu Esme?.- pregunto mi pequeñita.-

 

- Bueno cariño, eso es un poco complicado, primero papito tiene que resolver unas cosas con mi princesa, además estaba pensando en que voy a comprar una casa para nosotros, y cuando regrese la princesa, voy a intentar convencerla de que vivamos todos juntos en esa casa.- le comente y enseguida note como se llenaban sus ojitos de luz.-

 

- Si papi, yo quiero.- decía mientras saltaba en la silla.- Una casa para mi y mis hermanitos, y para la princesa y para ti, será como nuestro castillo, y puede tener una casa en el árbol, para mi, para Edward y para Lizzie.- decía mientras seguía saltando y yo sonreía al verla feliz e imaginándome la escena que me pintaba.- y también una piscina y un parque… y un piano para ti papito… y …y …- se quedo callada y centro su mirada en mi.- algo que le guste mucho a la princesa… y algo también para Marie.- Decía emocionada, debía buscar como contenerla sino quería que mi madre estropeara mis planes.-

 

- De acuerdo muñeca, vamos a buscar una linda casa, con todo eso.- le dije, pero me acerque, colocando el planto en la encimera delante de ella, y le dije bajito.- muñeca, para que todo salga bien y como queremos los dos y poder vivir en una linda casa con la princesa y tus hermanos tenemos que guardar el secreto… nadie puede saberlo.- le dije.-

 

- Ni siquiera las tías Ally y Rosie.- me preguntó.-

 

- Bueno ellas sí.- dije pensando en que necesitaba quien me ayudara con la decoración de la casa.- pero nadie más, no puedes decírselo ni a Valerie, ni a Kellan, tampoco a tu tío Emmett y tampoco a ti  Abuelita Esme.- le dije.-

 

- Por que papá?.- me pregunto curiosa.-

 

- Porque … porque…- tenía que buscar una excusa.- porque le vamos a dar una sorpresa. Así que no puedes decirle a la Abuelita que quieres conocer a Bella y a tus hermanitos.- le dije, sintiéndome un poco mal por manipular a mi pequeña.-

 

- De acuerdo papito, pero desayuna para que podamos visitar a mi hermana.- me dijo la pequeña.-  

 

- Buenos días.- dijo mi hermana con su andar de bailarina entrando en la cocina.-

 

- Buenos días Alice.- le dije pasando junto a ella y dejando un beso sobre su cabeza.-

 

- Hola peque.- le dijo Alice a mi hija dándole un beso en la mejilla.-

 

- Tía tienes lo que te pedí ayer.- le preguntó Jane, y yo las miraba curioso.-

 

- Claro, pequeña, cuando tu tía Alice te ha quedado mal.- río junto con la niña.-

 

- De que están hablando?.- pregunté sin poder contener mi curiosidad.-

 

- No seas curioso hermanito.- me dijo Alice.-No te preocupes, estoy seguro que te va a emocionar.-

 

- Será Alice, que preparaste para hoy, a que hora vamos a ir a visitar a mi bebe.- le dije.-

 

- Primero quiero que veas esto.- me dijo acercándose a la mesa de la cocina y abriendo una carpeta que había dejado al inicio de la encimera cuando entró a la cocina y la cual no había visto hasta ahora. Comenzó a sacar unos folios donde habían los planos para el diseño de una pequeño pero increíblemente hermoso jardín, con un pequeño estanque rodeado de alcatraces (o calas), que eras las preferidas de mi Bella, caminitos rodeados de hermosas flores, varios bancos, y un árbol con un hermoso columpio, con enredaderas y orquídeas, era realmente hermoso y pacifico.- Te gusta?

 

- Es hermoso Alice, pero…- pensaba en decirle que no entendía a que venía el jardín.-

 

- Es parte del homenaje que planeé para tu mariposita Ed.- me explicaba.- ese pequeño jardín tiene una especie de invernadero muy hermoso con flores y …- fue interrumpida por Jane, que se había metido entre nosotros viendo uno de los dibujos y señalaba con sus deditos.-

 

- Mariposas...- dijo dando brinquitos.- Es genial tía Alice.- le decía.

 

- Es maravilloso Alice, será un lugar genial para recordarla.- le dije.- donde planeas hacerlo?.- le pregunté

 

- En el lado norte del jardín.- me dijo, así que planeaba hacerlo aquí… la verdad preferiría que estuviese en otro lugar.-

 

- Alice… el jardín es genial y perfecto, la verdad me sorprende gratamente y me emociona, pero prefiero que esperes antes de poner tu plan en práctica.-

 

- Por que?.- pregunto mi hermana, desconcertada y un poco molesta porque le encanta llevar sus planes de manera casi inmediata una vez que se forman en su cabeza.-

 

- Verás Alice.- le dije bajando la voz y mirando a través de la puerta para asegurarme que ni Alma, ni nadie que pudiera contarle a Esme lo escuchara.- Papá me dio un consejo que pienso seguir.- le dije.- voy a comprar una casa, para mí, para Jane y para Bella y los niños, si es que ella me acepta de regreso, lo cierto es que quiero ya tener una casa cuando se produzca el reencuentro con mi princesa, mañana mismo voy a llamar a un agente de bienes raíces, y voy a poner manos a la obra.- le dije.-

 

- Eso es genial, pero mamá no debe saberlo aún.- me dijo luego de pensarlo un poco.-

 

- Exacto.- le dije.- por eso me gustaría que el jardín de mi mariposita este en mi casa, no aquí, donde su madre no es bien recibida.- le dije con el dolor que esa verdad dejaba en mi corazón.

 

- Perfecto, entonces, terminen su desayuno.- nos dijo a Jane y a mi.- nos vemos en una hora para salir al cementerio, dicho esto salió de la cocina dando brinquitos, Jane y yo terminamos de desayunar y fuimos a prepararnos.

 

Cuando salí de mi habitación, pase a buscar a mi hija a su cuarto, quien salió con un extraña bolsa de papel de color negro, con montones de maripositas escarchadas de color plata, quise saber que era, y me dijo que tenía que tener paciencia, así que no me quedo más que aguantarme mi curiosidad. Como lo esperaba en la sala estaban Alice, Jasper, mi padre y Rosalie, eso se traducía en que ni mi madre, ni Emmett estarían con nosotros…bien, no iba a permitir que eso me afectase. Salimos en mi volvo, y el  mercedes de Carlisle, vía Mount Olivet, cuando llegamos nos dirigimos hasta donde estaba mi pequeñita, a diferencia de ayer hoy sabía perfectamente a donde iba, ayer tenía una sospecha pero hoy tenía la certeza plena, la emoción taladraba mi cuerpo, y el bombeo de mi corazón era alarmante y sentía que martillaba en mi cabeza. Hoy no corría aunque estaba ansioso por llegar, cuando llegue me coloque de rodillas frente a la lápida de mi bebe, y coloque la mano sobre la piedra.

 

- Hola cielo, como te prometí estoy aquí de nuevo, para hacerte un poquito de compañía hoy mi mariposita.- le dije.- Hoy es siempre uno de los días más tristes del año para mi amor, hoy se cumplen años desde que nos dejaste sin tu luz cielo, y te extraño, te extraño mucho amor… Y papá te ama.- de pronto sentí la pequeña mano de mi Jane en mi hombro.-

 

- Papi también puedo hablarle a mi hermanita.- me pregunto.-

 

- Claro cielo.- le dije, ella se acercó sentándose en el suelo, colocando la bolsa misteriosa a su lado.-

 

- Y que le digo?.- me pregunto preocupada.-

 

- No lo sé cariño... Cualquier cosa que sientas en tu corazón y que quieras que ella sepa amor.- le dije.-

 

- Mi abuelita nunca me deja decirle nada a mi mamá, dice que todos saben lo que siento por ella, y que ella está en el cielo, y no tiene sentido hablarle a una piedra fría y solitaria, y que si vamos al mausoleo es solo para mostrar nuestro respeto.- me dijo mi pequeña, y tuve que morderme la lengua para no comenzar a despotricar en contra de mi madre.-

 

- Pequeña, Marie esta en el cielo, pero como el Angelito que es, estoy seguro que siempre nos acompaña, y esta con nosotros aquí en este momento, vinimos aquí no solo a mostrarle nuestro respeto, sino para mostrarle nuestro cariño, nuestro amor, y para hacerle saber que la extrañamos mucho.- le dije a mi pequeña.-

 

- De acuerdo papito.- me dijo girándose a la lápida… inspiró y luego finalmente encontró las palabras.- Hola Marie… yo… yo soy la muñequita de papi, soy Jane, y soy tu hermana mayor… lamento… - hizo una pausa secándose las lágrimas que corrían por su pequeño rostro, inspiro y siguió con la voz entrecortada por el llanto.- lamento no haberte conocido, de verdad creo que la pasaríamos bien jugando juntas… Yo quise traerte algo… supongo que no tuviste juguetes porque cuando diosito te llamó para ser angelito eras muy pequeñitica.- abrió la bolsa que tenía a su lado y de ella saco una mariposa de peluche, ese gesto me conmovió en lo más profundo del alma.- Es una mariposita… así te dice papi….- dijo al tiempo que deja la pequeña mariposa sobre la lápida.- Ayer papi me contó de ti y de nuestros hermanitos, y la verdad me sentí muy feliz por ellos… y muy triste porque no iba a poder conocerte… Sabes papito sufre mucho porque no te conoció, y sufre mucho porque la princesa y nuestros hermanos no están con nosotros… así que tu que estas en el cielo, y eres el angelito que nos cuida a mi, y a Lizzie y a Ed, me gustaría mucho si le dijeras  a Diosito para que permita que la princesa regrese pronto y quiera vivir otra vez con papi y conmigo, y con Lizzie y con Ed… así … así podemos ser todos una familia feliz… y podremos venir a verte siempre todos juntos.- decía mi pequeñita entre lágrimas y con el corazón en la mano, mientras mis lagrimas caían de forma silenciosa por mis mejillas uniéndome a su ruego.- Espero que te guste la mariposita, ayer se la pedí a mi tía Ally y ella fue a comprarla por mi.- le dijo.- y soy muy feliz de ser tu hermana mayor, no todas las niñas pueden decir que son la hermana mayor de un lindo angelito, y también te quiero mucho.- dijo finalmente ya que sus lágrimas no la dejaban continuar más allá.-

 

- Gracias cielo, has sido muy especial, y estoy seguro que tu hermanita le encantó tu regalo y esta muy feliz por conocerte al fin.- le dije sentándome mejor en el suelo, y poniéndola sobre mi regazo para poder consolarla, ella se abrazaba muy fuerte a mi cuello mientras yo le hacía pequeños círculos en su espalda intentando que se calmara.- Papi los ama mucho a los cuatro, y espero que Marie logre convencer a diosito y que Bella y sus hermanitos estén con nosotros pronto.- decía hablándole a las dos.-

 

- Ey Marie.- se acercó Rosalie a nosotros.- yo soy tu tía Rosalie, y quiero que sepas que los extrañamos mucho a todos, extrañamos a tu mami, extrañamos a tus hermanos, pero sobre todo te extrañamos a ti, porque nunca vamos a poder estrecharte en nuestro brazos, ni consentirte ni darte todo el amor y la ternura que nos inspiras. Te quiero pequeña y lamento que no pudieras estar con nosotros, ni crecer junto con tus hermanos, ni tus primitos… Se que eres un hermoso angelito, y siento que no solo estás a cargo de tu mami, papi y hermanitos, sino que siento que toda nuestra familia esta cobijada por tus dulces alas princesita y quiero agradecerte por eso… te queremos mucho y no estarás más nunca solita.- dijo colocando una mano sobre la lápida en la que había dejado un beso.-

 

- Hola pequeña.- esta vez fue el turno de Jazz, mientras yo estaba agradecido y emocionado por las muestras de amor que mi familia le brindaba a mi bebe… en este momento, con las palabras de mi muñeca, con las palabras de Rose y ahora de Jazz, me importaba muy poco las estupideces de mi madre o de mi hermano, a la final, quienes de verdad habíamos querido a mi ángel estábamos aquí acompañando a mi mariposita y dándole nuestro cariño.- Creo que solo falto yo para presentarme hermosa señorita.- decía mi cuñado desplegando todo su encanto sureño.- yo soy tu tío Jasper, y no sabes el dolor que nos produce no tenerte con nosotros, pero así es la vida y tenemos que aceptarla nos guste o no, pero lo que si podemos remediar es el asunto de juntar a tu familia, así que te prometo princesita, que todos nosotros vamos a hacer lo posible e imposible, para que tu mami y tus hermanitos sean todo lo felices que se merecen, y hacerles saber lo mucho que los queremos, al igual que hoy queremos que sepas lo mucho que te queremos y te extrañamos cielo.- le dijo mi cuñado.- Espero que el día que tu tía Ally y yo tengamos una bebita, sea tan dulce como de seguro serías tu.- Me levante del suelo, con cuidado, poniendo también de pie a Jane, y me acerque a Rosalie y Jasper para abrazarlos.-

 

- Gracias hermanos.- les dije, mientras los abrazaba a los dos a la vez.- gracias por amar a mis pequeños.

 

- Hola pequeñita.- le dijo Alice.- estamos aquí para hacerte compañía princesa. Y vamos a venir a verte a menudo, de pronto no todos juntos, pero vamos a intentar de venir siempre que podamos.- le dijo mientras dejaba a lado de la lápida unas calas (alcatraces).-  te traje estas flores que son las preferidas de tu mami, para que sepas que ella también te ama mucho y que si no esta aquí es porque tenía que cuidar a tu travieso hermanito.- le dijo mientras acomodaba las flores.- Te queremos mucho princesita, espero que hoy seas feliz de tenernos a todos aquí contigo.- le dijo.-

 

- Ves hermosa, lo mucho que te amamos todos bebe.- le dije mientras se reanudaban las lágrimas.- pequeña no te haces a una idea de lo mucho que te queremos.- le decía a mi pequeña.-

 

- Edward, me permites.- dijo mi padre, para pedirme permiso y poder acercarse a la lápida, se puso de rodillas frente a ella, y con su llave abrió un pequeño hueco en la tierra muy cerca de la piedra, estaba realmente confundido, la verdad no entendía que pretendía, hasta que saco algo de su bolsillo y hablo.- Este es el Blasón de los Cullen.- le decía a mi pequeñita, mientras tomaba en su mano la medalla.-  todos los miembros de nuestra familia tienen el suyo, y quiero que tu también lo tengas princesita.- le dijo mi padre colocando la medalla en el hueco que había realizado y tapándolo con la tierra.- espero que pronto pueda entregarle a tus hermanos y a tu madre los suyos.- sus palabras me emocionaron a un nivel insospechado. No solo porque dejaba junto a mi mariposita el símbolo de nuestra familia, sino que tenía las medallas para mis bebes… e incluso para Bella… el blasón de los Cullen para Bella, eso me emocionaba profundamente, y más porque mi padre nunca permitió que Heidi lo tuviera, por más que ella le riño por eso, por más que mi madre discutiera y peleara por ello, incluso cuando mi madre logro entregarle la medalla a escondidas de papá, el hizo que Heidi se la devolviera, diciéndole que aún no se la había ganado, y que solo por estar casada conmigo y que llevara el apellido Cullen no la hacía merecedora de la medalla… podría apostar que mi padre no sufría de la misma ceguera de mi madre y de Emmett y no aceptaba la vehemencia del amor de Heidi por mi, aunque en el fondo supongo que ellos tampoco lo creían como dicen haberlo creído.-

 

- Gracias papá, fue un hermoso gesto de tu parte.- alcance a decirle.- Gracias por esperar por Bella y mis hijos para que ellos también puedan llevar el símbolo de nuestra familia.- le dije con un abrazo. Nos quedamos allí diciéndole cosas a mi bebita, contándole cosas de nuestra familia, de su hermana Jane, de sus primitos.- Ay princesa, cuanto anhelamos todos que tu mami y tus hermanos estén con nosotros, cuanto te extrañamos amor, cuanto…- de pronto fui interrumpido por una voz que conocía, pero que hace mucho tiempo no escuchaba.-

 

- Buenos días.- dijo a todos, dirigiéndose a mí dio un asentimiento de cabeza.- Cullen.- ahí frente a mí se encontraba Riley  Ferland, con un pequeño ramos de tulipanes en sus manos.- Hace mucho que nos vemos.- me dijo, mientras me levantaba del suelo.-

 

- No tantos como quisiera, que haces aquí Ferland?.- le pregunté, de pronto el imaginar que mi princesa le dijera a él antes que a mi que aquí se encontraba mi bebe me dolió e hizo que se dispararán mis celos.-

 

- No hace falta la hostilidad Cullen.- me dijo.- solo vine a presentar mis respetos a tu hija, además de traerle esto.- me dijo mostrándome las flores.- me permites.- me pidió permiso para poder acercarse a dejar las flores junto a los alcatraces que previamente dejo allí Alice.- Pensé que la pequeña estaría sola este día y pase un rato a verla.-

 

- Como sabes que iba a estar sola?.- le pregunte.-

 

- Calma hermano, Riley no está haciendo nada malo.- me dijo Jasper, intentando que me controlara.-

 

- Simplemente cuando Bella no llegó al apartamento ayer me imagine que no iba a poner venir.- dijo encogiéndose de hombre.-

 

- El apartamento…- dije confuso.-

 

- Si Edward, el apartamento, cada vez que Bella viene a Chicago se queda en el apartamento. No puedes saberlo porque casi no te paras por ahí, y cuando lo haces no es ninguna de las fechas que ella acostumbra venir, así que por eso no han coincidido.- me dijo.-

 

- Porque si Bella no se siente lista aún para hablar con Edward, porque cuando viene se queda en el departamento?.- le pregunto Rosalie, haciendo eco de mis pensamientos.-

 

- Creo que ella siempre ha tenido la esperanza de encontrarlo allí cuando viene.- dijo Riley, no lo soportaba pero me estaba siendo útil en este momento.-

 

- Y como sabes que Marie, está aquí, te lo dijo… te lo dijo mi Bella.- le dije intentando tragar el nudo que tenía en la garganta.-

 

- Deja los celos Cullen… por más que yo quise intentar conquistar a Bella nunca pude hacerlo porque ella te entregó su corazón de forma irremediable y para siempre. Además hace cuatro años que estoy casado.- me dijo levantando la mano y mostrándome la alianza.- Mi esposa Victoria me espera en el carro, sino me crees.- me dijo.-

 

- Te agradezco la aclaratoria, pero eso no responde mi pregunta Ferland.- le dije ya un poco molesto por la evasiva.-

 

- Esos celos tuyos te van a traer problemas con Bella si tienes intenciones de reconquistarla.- me dijo riéndose.- Calmate Cullen… Bella nunca le diría a nadie antes que a ti que su hija se encuentra enterrada aquí, la verdad es tanto a Victoria como a mí nos intrigaba enormemente las razones por las que ella regresaba a la ciudad una y otra vez, y nos preocupaba además el estado en el que regresaba a casa tras sus salidas misteriosas, así que un día la seguí y descubrí esto, lo cierto es que ella no sabe que yo conozco este secreto. Vicky y yo decidimos no decirle nada porque estábamos seguros que iba a sentir que te había traicionado si nosotros sabíamos de Marie antes que tú.- me dijo.-

 

- Te agradezco de corazón que te preocupes de esa manera por que mi Bella no se sienta mal.- le dije dejando mi hostilidad a un lado por el momento.-

 

- Bueno, en vista de que la princesa no esta sola yo me retiro.- dijo ignorando olímpicamente mi disculpa.- Y Cullen… te lo dije, eres un imbécil, y terminaste destrozándole la vida a Bella… Te dije que los demás íbamos a terminar recogiendo los pedazos que dejaras de ella.- me dijo, aún con lo cabreado que estaba, la verdad era la verdad y dolía, mantuve mis puños apretados a los lados de mi cuerpo conteniendo la ira, no iba a pelearme con él aquí delante de mis hijas.-

 

- Adiós Ferland, espero que tardemos lo mismo en volver a vernos.- le dije, el simplemente negó con la cabeza, se dio la vuelta y se fue con una cínica sonrisa entre los labios… o eso me pareció.-

 

- Papito…- me dijo mi pequeña jalando de la manga de mi camisa.- vinimos aquí para estar con Marie, no para que tu te moleste.- mi hija tenía razón y de pronto pe sentí apenado de que una pequeña de casi ocho años me tuviera que recordar que era lo importante en este momento.-

 

- Tienes razón cielo.- me acerque a la lápida y coloque mi mano sobre ella.- lo siento amor, papa puede ser muy imbécil a veces.- le dije.-

 

- Solo a veces.- replicó Jasper, disimulando el comentario con una tos fingida.-

 

- Si cielo tu papá es un imbécil algunas veces.- continúe.- tu papito es un celoso sin remedio.- le dije. Pasamos un tiempo más conversando con mi pequeña, hasta que llegó el tiempo de marcharnos.-

 

- Hijo es hora de irnos.- me dijo mi padre. Asentí con la cabeza.-

 

- Princesa ya papito se va por hoy, espero poder tener un tiempo mañana para pasar a verte. Te amo mucho cielo, y como te dije ayer no quedas aquí solita porque siempre estas conmigo. Te amo, y te extraño muchísimo mi mariposita.-  le dije. Jane se acercó a mi.-

 

- Adiós hermanita, yo tengo que ir al colegio toda la semana, pero voy a pedirle a papito para venir el fin de semana, de pronto puedo traerte otra mariposita.- le dijo.- Cuídanos hermanita y no se te  olvide pedirle a  Diosito para que tu mamita y nuestros hermanos regresen pronto.- le dijo.-

 

Así salimos del cementerio y nos dirigimos a comer todos juntos fuera de la casa, quería que conversamos acerca de lo que podíamos hacer sin la intervención de Emmett ni de mi madre, fuimos a un restaurante familiar al que soliamos llevar a los niños y que tenía un área infantil donde podían jugar, nos sentamos cerca del parque para poder vigilar a Jane mientras conversábamos.

 

Fue ahí cuando me enteré que mi hermana y Rosalie ya estaba trabajando sobre la opción que yo había pensado de contratar a Bella para una serie de conferencias, entrevistas, ruedas de prensa y firmas de libros con lo de la revista. Esa era la razón por la que Renata estaba en casa ayer, y sospechaba que era esa la ayuda que le reclamaba Esme. Gratamente me sorprendió que Renata quisiera ayudarnos, claro que quizás mi Ángel recodará Renata y no quisiera firmar el contrato o se daría cuenta de que se trataba de nosotros, aún así habían sido muy pocas veces las que mi princesa y Renata coincidieron, y cuando estalló el escándalo y la muerte de Alec Volturi y que tenía a Renata en el centro de la controversia ya mi princesa estaba en Londres. Esa era una opción excelente, porque si mi princesa estando en la ciudad conocía el riesgo de encontrarse conmigo, y no iba a sentirse abrumada ni obligada como lo haría si me acercará a ella a través de la fundación, o si la buscará en su casa en Italia, sin embargo esas eran opciones que no pensaba dejar fuera de la mesa.

 

Teníamos que esperar la semana para poder ultimar los asuntos del contrato, contactar a Paul Simmons y hacer toda la negociación… y aún eso no era garantía de que aceptarán, era posible que no lo hiciera y es por ello que no podía cerrar las otras oportunidades. Alice se encargaría de hablar con Simmons, y dado lo persuasiva que era, teníamos casi por seguro que ella podría cerrar el contrato con él, pero la decisión final era de mi princesa, así que deberíamos esperar a ver cual era su opinión al respecto y si aceptaba o no la firma del contrato. Por otro lado mi tarea sería averiguar el lugar de Italia en el que podrían estar, podría buscar el libro alguna referencia, porque en algún momento de la noche anterior le di una ojeada al libro para ver si estaba el nombre de la ciudad a la que se había ido, pero la verdad es que el libro culminaba cuando mi Bella y nuestros hijos abordaban el avión hacia Italia. Esperaba que la revista pudiera eventualmente ofrecerme una pista concreta. Si no recibía la llamada de la muchachita de la tienda, debería ponerme a buscar por todas las librerías o puestos de revistas que la encontrará a mi paso. También debía buscar entre mis pensamientos a ver si lograba recordar algo… pensando en eso… me vi interrumpido por mi cuñado.

 

- Edward en alguna de las conversaciones con Bella, no te comentó nunca nada sobre alguna propiedad de los Swan en Italia.- me dijo Jasper.-

 

- No logro recordarlo con claridad, se que hay algo, pero no consigo recordarlo.- le dije jalándome el cabello en un gesto de desesperación.-

 

- Que vas a recordar nada.- me replicó Rose.- si ustedes solo hablaban en público… porque cuando estaban solos se la pasaban follando como conejos.- dijo haciendo que todos estallarán en carcajadas y yo me pusiera rojo de la vergüenza.-

 

- No exageres Rose… aunque la verdad es que aprovechábamos todo lo que podíamos.- dije haciendo honor a la verdad.- 

 

- No me extraña, sino dime como salieron tus hijos, porque vamos Edward… estamos hablando de Trillizos… TRILLIZOS!.- dijo haciendo un gesto dramático, por el que todos reímos.-

 

Continuamos con la conversación y los planes hasta que nos dio la hora de regresar a la Casa Cullen donde pasábamos todos juntos los fines de semana, ya para la mañana, Alice y Jasper, y Emmett, Rose y los niños, se iban a sus casas. La hora de regresar nos fue indicada por el interminable número de llamadas que tanto mi madre como mi hermano, le habían hecho a Rose y Carlisle. Una vez en la casa, jugué un rato con mi muñequita, por más que quisiera encontrar a mi mujer y mis bebés, no podía dejar abandonada a mi hija, y luego de leerle además un rato del libro que le compré el viernes me pase por mi habitación en busca de la lapto, para enviarle un correo a mi princesa…

 

Hola mi princesa…

 

Soy inmensamente feliz de poder comunicarme contigo con esta regularidad, espero sinceramente no agobiarte, porque me mataría que me pidieras que no te escribiera más… Hoy como me lo pediste y como te prometí fuimos a visitar a nuestra mariposita, cielo, y estuvimos con ella varias horas… me acompañaron Rosalie, Jasper, Alice y mi padre que te extrañan enormemente y esperan y estar de nuevo en tu vida… También lleve a mi muñequita princesa… tenías que ver lo linda que fue con nuestra bebe.

 

Sabes ayer le conté todo sobre ti y sobre nuestros pequeños, se emocionó tanto de saber que existías y de saber que era una hermana mayor, me bombardeo a preguntas sobre ti y sobre sus hermanos, y esta emocionada de conocerlos algún día… incluso dijo que le gustaría que fueras su mami, te imaginas?!!!... tal como lo habíamos soñado alguna vez… ese sueño que no sea cumplido porque soy un jodido imbécil…

 

Pero volviendo al tema… Jane está muy emocionada con la perspectiva de sus hermanos, y se entristeció enormemente cuando supo de Marie, estaba tan emocionada y conmovida que cuando terminamos de conversar salió corriendo y sin decirme nada, hizo que Alice le comprará una mariposa de peluche y se la llevo de regalo hoy a Marie, te hubieses emocionado tanto amor…

 

No tienes que preocuparte hoy, nuestra nena tuvo compañía, sabes que mi padre le llevo el blasón de los Cullen,???? abrió un hueco cerca de la piedra de la lápida y lo dejó allí con ella eternamente mi ángel.

 

Amor como se encuentra nuestro hijo?, ya estas en casa?... y nuestra gatita … esta bien?, cuidaron bien de ella?... Espero tener noticias tuyas y de nuestros hijos…

 

Cielo, quieres que le diga a los Denali sobre Marie o ya les dijiste?.... espero tu respuesta.

 

Te dejo cielo, no quiero presionarte más de lo que debes estar presionada…

 

Te amo… te amo … te amo

 

Espero que encuentres pronto el camino a casa…

 

Dile a nuestros bebes que los amo y que espero poder estar pronto junto a ellos. Que Dios los bendiga.

 

Te amé ayer

 

Te amo hoy

 

Y te amaré por siempre

 

Siempre tuyo

 

Edward…

 

Mientras escribía el correo me di cuenta de algo que no había reparado, mi princesa en su correo ayer me decía que no me preocupará por mi gatita, que ella estaba con una familia que era de su entera confianza y la mía… eso quería decir que yo los conocía… así que… claro… claro… quienes se quedaron ayer con mi gatita fueron Tanya y Félix… que idiota como no me di cuenta… tengo que averiguar donde están viviendo Tanya y Félix… tendría que buscar una excusa para poder acercarme a Irina o Kate y preguntarles por su hermana… Mientras esperaba para saber si mi ángel me respondería, baje a mi estudio con el libro, antes de comenzar a leer me senté en el piano y comencé a tocar la nana de mi princesa, esa que tenía cinco años sin tocar, la última vez que la toque fue la noche antes de mi frustrado viaje a Londres, incluso la grave en un CD que luego pase a mi ipod para que mi princesa pudiera escucharla en el hospital.  Cuando regrese ya no volví a tocarla, y de hecho pocas eran las veces que me sentaba a tocar algo en él. Ahí mientras tocaba el piano recordé un poco el día de hoy, y el encuentro inesperado con Riley… haciendo que los recuerdos de los últimos días junto a mi princesa llegarán a mi…

 

Tenía días trabajando incesantemente para poner al punto un nuevo y ambicioso proyecto que Aro me había encargado de repente. Salí esa mañana preocupado de casa, porque Jane tenía quebranto y algo de fiebre y no entendía porque, la verdad es que mi hija era una pequeña increíblemente sana, y casi nunca se enfermada. Me extrañaba enormemente su resfrío, puesto que nadie a su alrededor estaba resfriado, ni tampoco la habíamos sacado de noche o muy temprano, por lo que el sereno no pudo haberla afectado, tampoco estaba lloviendo ni nada por el estilo… la verdad es que no entendía nada y estaba muy preocupado. Pase casi todo el día llamando o texteándole a Heidi para mantenerme informado y pidiéndole que cualquier cosa se comunicará con mi hermano, que al fin y al cabo era el pediatra de mi muñequita. 

 

La verdad estaba tan preocupado que había ignorado un poco a mi princesa… sus primero mensajes de la mañana eran sumamente emocionados, así que sabía que algo le había prometido, pero dada mi preocupación no conseguía recordar de momento. En la tarde le envíe otro mensaje a Heidi, y me dijo que la fiebre de Jane había bajado, por lo que decidí pasar a ver a mi ángel un rato antes de ir a casa. Cuando llegué a nuestro departamento me encontré a mi princesa con un hermoso vestido estrapless color azul, que hacía que su hermosa piel resaltara de forma deslumbrante, su cabello estaba precioso y el maquillaje perfecto, luego me fije en que la falda del vestido era increíblemente corto y que los zapatos hacían que sus piernas se vieran exquisitas.

 

- Princesa te ves increíblemente hermosa.- le dije mientras me acerque a ella a besarla. El beso empezó siendo tierno y dulce y fue subiendo de intensidad, intente meter mis manos por debajo de la falda, pero no me lo permitió.-

 

- Amor no hagas eso, vamos llegar tarde.- me dijo… tarde… tarde a donde.- vamos a perder la reservación.- continuo, seguramente la había invitado a cenar a algún lugar, pero todo el rollo de Jane y mi madre atormentándome por eso mismo todo el día, además del  proyecto nuevo que me había encargado Aro, me tenían con la cabeza en el aire.-

 

- Cielo como piensas en cena… si en este momento solo pienso en comerte a ti.- le dije acercándome a ella y besando su cuello, subiendo lentamente hasta el lóbulo de su oreja, sabía que esta sensual caricia la dejaba sin argumento y terminaba cediendo a cualquier cosa porque perdía la coherencia de sus pensamientos, continúe besándola, y acariciándola sobre el vestido hasta que una de mis manos se colaron por debajo de la falda.- 

 

- Edward…- dijo en un delicioso gemido.-

 

- Que cielo?... quieres que me detenga?.- sabía que no quería así que aumente la intensidad de mis caricias, de mis besos, la lleve hasta la habitación, mientras que ya rendida al deseo me desabotonaba la camisa y la deslizaba suavemente por mis hombros, dejándola en el piso cerca de la cama. Yo entre besos, deje que mis manos fueran al cierre del vestido, soltándolo dejando que la prenda rodara por su cuerpo quedando en el suelo, me separe un poco de ella para que pudiera quitar el vestido de sus tobillos, y me deleite viéndola en un hermoso corsé azul oscuro, con las bragas y liguero a juego, y con esos zapatos parecía una diosa extraída de mis más lujuriosos sueños.- Bella… Amor… quieres matarme.- le dije con la voz ronca por el deseo, y me acerque a ella, dándole uno y mil besos, en el rostro, la barbilla, ese cuello de cisne … largo y perfecto, sobre los pechos que sobresalían del corsé…. Y así entre besos y caricias, le quite lo que le quedaba de ropa excepto los zapatos, regalándome la escena más erótica que había visto en mucho tiempo… decir que era perfecta no es suficiente para hacerle honor a la verdad.

 

Allí entre caricias, entre gemidos, y palabras dulces, hicimos el amor con toda la pasión… con todo el amor que nos teníamos, llegando juntos a un fuerte, maravilloso y explosivo orgasmo, del que nos costó un buen rato recuperarnos.

 

- Dios cielo… eres maravillosa, eres perfecta princesa.- le dije mientras dejaba un tierno beso sobre la nariz.- eres perfecta princesa… y eres mía. Te amo mi amor.- le dije.-

 

- Y yo a ti cielo.- me dijo al tiempo que me besaba. Cuando termino el beso, me fije en la hora, tome el teléfono y vi un mensaje de Heidi que decía que Jane tenía nuevamente fiebre, así que sin pensármelo, salte de la cama, busque los bóxer, los pantalones y comencé a vestirme. Mi princesa se incorporó tapándose con la sábana y me miraba confusa y perpleja.- Ed… que estas haciendo…

 

- Cariño debo irme.- me acerque a ella le di un beso en la frente.-

 

- NO PUEDO CREER QUE HAGAS ESTO EDWARD… MALDITA SEA… ME LO PROMETISTE… TIENES MESES PROMETIENDOMELO… ME PROMETISTE QUE ESTARIAMOS JUNTOS HASTA EL LUNES… ERES UN IMBÉCIL…- Ok ok a este punto no entendía de que demonios iba esto, sabía que estaba pasando por alto algo importante.-

 

- Cielo… entiéndeme… Jane esta enferma… tiene fiebre… tengo que irme.- trataba de calmarla.- te lo voy a compensar te lo prometo.- le dije.-

 

- Esto no vas a poder compensármelo Edward.- me dijo con rabia y dolor.- no vas a poder compensármelo nunca.- me vio por un momento y un destello de profundo dolor brillo en sus ojos.- Lo olvidaste.- dijo en un susurro.- LARGATE DE AQUÍ EDWARD… LARGARTE NO QUIERO VERTE… LARGATE.- empezó a gritarme de nuevo.-

 

- Princesa por favor cálmate… me tengo que ir y no quiero dejarte así.- le dijo, cuando ya las lagrimas caían por su rostro.-

 

- Largate.- repitió en un susurro y pensé que era mejor dejarla sola, me acerque para darle un beso antes de irme, pero colocó su mano en el aire, impidiéndome que me acercara a ella.- vete ya Edward… tu hija te necesita… Ya demostraste lo que te importo, ya hiciste tu elección… ahora me toca a mí hacer la mía.- no entendí que quiso decir con eso.-

 

- Cielo, mañana hablamos si.- le dije pero ella se limitó a ver la sábana y no dio ninguna señal de que eso sería así.- Princesa te a…

 

- NI SE TE OCURRA DECIRME QUE ME AMAS… PORQUE YA ME DEMOSTRASTE TODO ESTA NOCHE Y TERMINA DE LARGARTE DE UNA BUENA VEZ.- me gritó dejándome desconcertado, salí del cuarto y cuando estaba llegando a la puerta escuche sus sollozos… se me partía el alma. Y de pronto un estruendo y vidrios, estaba por devolverme, cuando sonó mi teléfono… era Heidi…

 

- Cullen.- le dije mientras atendía.-

 

- Donde demonios estás?, necesito que pases por la farmacia a traer la medicina que Emmett le recetó a Jane, la fiebre no se le baja y Emmett dijo que le diera eso lo más pronto posible.- me decía Heidi mientras tenía un oído pendiente de lo que me decía y otro en el ruido de todas las cosas que rompía Bella en nuestra habitación.-

 

- Cual es el nombre de la medicina.- pregunte cada vez más preocupado por las dos mujeres más importantes de mi vida.-

 

- Te lo mando por mensaje.- me dijo y colgó. Tome el pomo de la puerta, me gire parcialmente al interior de la casa.-

 

- Perdóname mi amor… mañana solucionaremos lo que sea que halla sido esto.- dije en un susurro y salí por la puerta.-

 

Regresé momentáneamente a la realidad, recostado sobre la tapa del piano, llorando mi dolor al recordar una de las peores estupideces que cometí en mi relación con Bella… Esa fue la última vez que hicimos el amor, esa fue la penúltima vez que la ví…

 

A la mañana siguiente maneje hasta mi oficina, estaba sumamente agobiado por lo que había pasado con Bella, la noche anterior… aún así no lograba entender que había pasado, lo cierto es que mañana era nuestro aniversario y tenía que solucionarlo todo hoy… Estaba a preocupado además por todo lo que paso cuando me iba y el montón de cosas que se rompían no entendía porque mi princesa había reaccionado de esa manera, nunca la había visto así … sin contar las cosas que me dijo… no lograba entender eso de que “ya demostraste lo que te importo, ya hiciste tu elección… ahora me toca a mí hacer la mía”…

 

Lo que más preocupado me tenía … es que pase todo la noche enviándole mensajes, y llamándola a escondidas de Heidi, y no me atendía ni el celular, ni en el apartamento, no podía dejarle más mensajes porque había llenado su contestadora y ella aún no me atendía… puede que este molesta, pero yo estaba realmente preocupado… Cuando al fin llegue a mi oficina…

 

- Buenos días Lauren.- le dije a mi secretaria.-

 

- Buenos días Sr. Culle.- me dijo sorprendida.- Disculpe Señor, pero que hace usted aquí?.- me pregunto.-

 

- Cómo que… que hago aquí Lauren?.- le pregunte.- yo trabajo aquí, lo recuerda?- le pregunté.-

 

- Si señor, pero usted me pidió que mantuviera su agenda despejada desde el viernes hasta el lunes.- me dijo… eso yo ya lo sabía, lo había planeado así… porque iba a pasar con Bella nuestro aniversario juntos… de pronto las palabras de Bella me golpearon como un yunque… “NO PUEDO CREER QUE HAGAS ESTO EDWARD… MALDITA SEA… ME LO PROMETISTE… TIENES MESES PROMETIENDOMELO… ME PROMETISTE QUE ESTARIAMOS JUNTOS HASTA EL LUNES… ERES UN IMBÉCIL…”… no puede ser …no puede ser.-

 

- Lauren que día es hoy…- le pregunté completamente pálido y sudando frío.-

 

- Viernes señor.- Maldita sea… nuestro aniversario fue ayer… salí corriendo de la oficina, y una vez en mi auto grite toda mi frustración… No puede ser ... soy un maldito imbécil… y otro recuerdo de la noche anterior llegó a mi mente: “te lo voy a compensar te lo prometo.- le dije.- ….- Esto no vas a poder compensármelo Edward.- me dijo con rabia y dolor.- no vas a poder compensármelo nunca.- me vio por un momento y un destello de profundo dolor brillo en sus ojos.- Lo olvidaste.- dijo en un susurro.”… lo había jodido… y por supuesto que no era todo   …” NI SE TE OCURRA DECIRME QUE ME AMAS… PORQUE YA ME DEMOSTRASTE TODO ESTA NOCHE…”… Dios como iba a solucionar esto… sin  más salí del estacionamiento, y me fui directo al departamento…

 

Continuará….

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Gracias de nuevo a todos, se les quiere

“Si la vida te da limones… Entonces… pide la sal, el tequila… y tómatela”

Kisses

BkPattz

 

 

 

Capítulo 6: No sirve de nada Negarlo Capítulo 8: Un poco de Alivio...

 
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