La Otra (+18)

Autor: BkPattz
Género: + 18
Fecha Creación: 19/12/2010
Fecha Actualización: 18/02/2011
Finalizado: SI
Votos: 43
Comentarios: 112
Visitas: 152667
Capítulos: 27

Edward Cullen era un reconocido y brillante arquitecto en la ciudad de Chicago, su mayor felicidad haber encontrado y conocido al amor de su vida, a su alma gemela, a su otra mitad, a su todo, uno de sus más grandes logros concebir tres maravillosos pequeños con la mujer de sus sueños, su amor, su amiga de la infancia, la estudiante de Literatura Inglesa Bella Swan. Otro de sus logros, su pequeña Jane, su pequeña hija. Su peor error, dejar a su Amor, a su Bella en las sombras, convirtiéndola en la Otra, la Amante? porque mientras Bella Swan estaba en las sombras viviendo su idilio amoroso con Edward Cullen, era otra quien ostentaba el titulo de la Sra. Cullen, porque Edward estaba casado con otra. Edward POV

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Capítulo 11: El Odio de Esme

Declaración de Derechos de Autor: Todos los personajes de la Saga Twilight y sus descripciones pertenecen a la Sra. Stephenie Meyer y su Casa Editorial.

La inspiración de la historia, viene de todos los maravillosos escritores y relatos que nos regalan fantasías en este y otros muchos sites.

 

 

…….                                                                            

Nota:

Los recuerdos de Edward los encontrarán en letra cursiva, lo referente al libro de Bella, “La Otra” podrán leerlo en subrayado. Hay unas frases entre comillas y en negritas que pertenecen a la película Twilight, por lo tanto son propiedad de Summit.-

 

……

 

Capitulo 11: El Odio de Esme….

 

De pronto un tenso silencio inundó la sala… absolutamente nadie se atrevía a decir nada, mi madre seguía asesinándome con la mirada, mientras yo solamente sobaba mi mejilla que aún ardía bajo el golpe de mi madre… De pronto una sonora carcajada rompió el tenso silencio, todos giramos hacia Alice quien no podía contener su risa, le dirigí esa mirada de WTF!!!!.... y solo alcancé a decir…

 

- Alice….- mientras ella continuaba riendo.- Que demonios….

 

- Es que Ed… si mamá se puso así solo por la mención de que Bells y Jane vivirán bajo el mismo techo, no se que va hacer cuando se entere que pagaste la casa nueva con la herencia de Heidi.- soltó mi hermana como si mi madre se hubiese retirado ya de la habitación, el jadeo profundo de mi madre la devolvió a la realidad así que Alice solo alcanzó a abrir sus ojos con sorpresa, y añadir un pequeño.- Uppssss.- mientras cubría su boca con las manos, y seguí ahogada con su risa, mientras Jazz y yo negábamos con la cabeza.-

 

- Estas de broma, no es cierto… Esa estupidez que acabas de decir no es más que tu retorcido humor para hacer que me moleste más de lo que estoy.- le dijo mi madre a mi hermana, intentando que esta se retractara de lo que acaba de decir.-

 

- El dinero que herede de Heidi, forma parte de mi patrimonio.- le dije lo más calmado que pude.- lo que hago o deje de hacer con mi dinero es mi problema mamá, y al igual que las decisiones sobre Jane las tomo yo, porque soy su padre y decido que es lo mejor para ella, también las decisiones sobre mi maldito dinero las tomo yo.- le dije ya empezando a dejar mi calma atrás.- y para que te enteres de una vez, lo que acaba de decir Alice no es para molestarte, en efecto pague mi casa con el dinero  que herede de Heidi.

 

- Como te atreves a humillar  a Heidi de esa forma.- me espetó mi madre con rabia.-

 

- Por Dios Esme… Heidi esta muerta, como puedo estar humillándola.- le dije

 

- Claro que la humillas y la traicionas, usas su dinero para comprarte una casa y vivir en ella… con tu maldita amante.

 

- Mi casa es para que pueda vivir con mis hijos y la mujer que amo, te agradecería que dejaras de hablar de ella en los términos en los que lo haces… Y no humillo a Heidi… quizás sea mi pequeña y tonta venganza por todo lo que ella si humilló a mi Bella.- mi madre bufaba y estaba a punto de replicar, cuando sintió la mano de mi padre sobre su hombro.- además no puedo traicionar a Heidi, porque para que exista traición además del compromiso del matrimonio tiene que existir un sentimiento de por medio, y el único sentimiento que existía en mi matrimonio era el deseo de venganza de Heidi hacia Bella y su necesidad de hacerla sufrir a toda costa… fue Heidi, quien con tu ayuda, se metió entre Bella y yo.

 

- MENTIRA MENTIRA MENTIRA… HEIDI TE AMABA Y TU LA TRAICIONASTE CON ESA ZORRA.- Me gritaba y yo estaba a punto de estallar, no soportaría  un insulto más.-

 

- Esme, basta ya.- le dijo mi padre.- Tu hijo te ha pedido un sin numero de veces que no insultes a Isabella, acaso no ves que insultándola hieres a tu hijo e insultas a tus nietos.

 

- Como te atreves a defenderla también a ella.- le reclamó mi madre.-

 

- Yo estoy defendiendo a mi hijo.- le dijo mi padre con calma.- además Bella es una buena chica y es la madre de nuestros nietos, y solo fue una victima de las circunstancias y de las retorcidas ideas de Heidi.

 

- Como te atreves, como te atreves.- repetía mi madre si sentido.- Claro… la defiendes, porque ves en ella a la zorra de René, igual que la defendías a ella, igual que la preferías a ella, ahora también vas a defender a Isabella sobre mí, vas a preferirla también a ella sobre mi… vas a permitir que sea ahora la zorra menor la que interfiera en mi familia.- le decía mi mamá con odio en su voz.-

 

- Esme, suficiente de insultar a Bella.- le dijo mi padre.-

 

- Claro ya veo… como Isabella es el vivo retrato de su madre… a excepción de sus ojos, pero idéntica a la maldita de Rene… entonces vamos a volver al pasado.- le siguió reclamando, a esta altura de la discusión mis hermanos y yo estábamos completamente atónitos y mudos, sin entender nada de lo que se sucedía.-

 

- No tiene nada que ver el parecido de Bella  con Rene,  no traigas el pasado a colación, deja el pasado en el pasado Esme, deja los fantasmas de lado.- le dijo mi padre sosteniendo a mi madre por los hombros y mirándola con determinación.- tienes que entender que Bella es una buena mujer, que tu hijo la ama, y que es la madre de tus nietos… Tienes que entender que ellos ya han sufrido demasiado, tu intervención en este asunto ya provocó que tu hijo no pudiera conocer a su bebé, y aunque tenga una vida feliz con Isabella y sus hijos y aunque tú no podrías saber lo que sucedería ni es tu culpa… Edward no podrá conocer nunca a su hija, no le sigas dando excusas para que no pueda perdonarte cariño.- le dijo mi padre.-

 

- Pero ella es su amante Carlisle… ella destruyó su matrimonio, ella le quito su familia a Heidi, a Jane… No lo justifiques. No lo alientes.- le dijo mi madre con rabia.-

 

- Esme… Heidi esta muerta… como puedes seguir hablando de traición, cuando no hay nadie a quien traicionar… Además entiende que Edward tiene razón cariño, en ese matrimonio no existía ningún sentimiento… Edward no amaba a Heidi, y aunque no quieras admitirlo sabes bien que Heidi nunca amó a Edward… y tu y yo sabemos perfectamente que Heidi tenía también un amante.- le dijo mi padre dejándonos a todos asombrados, no es que yo no sospechará que mi esposa tenía un amante, yo estaba claro que así era, pero que mi padre lo asegurara con tanta certeza no dejaba de sorprenderme, es como si el conociera perfectamente de quien se tratara la amante.-

 

- Eso es mentira… Ella miente, eso es mentirá.- le gritaba mi madre.-

 

- Sabes bien que es verdad Esme.- le dijo mi padre con paciencia.- Defiendes a Heidi, cuando cometió el mismo pecado que Edward… pero Edward es tu hijo, no Heidi.- le dijo, eso era cierto porque Heidi era merecedora de la defensa de la que yo carecía cuando su hijo era yo y no ella.-

 

- Pero maldita sea… su amante era Isabella Denaly.- le dijo mi madre con vehemencia, lo que me llamó la atención es que mi madre usara el segundo apellido de mi ángel, y no el apellido Swan.- podía ser cualquier otra, pero no una Denaly… no la hija de Rene.- le repitió.-

 

- Pero Isabella es la mujer a la que ama tu hijo… ninguna otra… es Isabella la mujer a la que ama.- le dijo intentando hacerla entrar en razón.- tienes que entender la situación, porque si no lo haces te vas a ver alejada de la vida de Edward y de sus hijos. Tienes que entender que Bella es una buena mujer que ama incondicionalmente a tu hijo, Cariño que más puedes pedir.-

 

Dicho esto mi madre se soltó de los brazos de mi padre y soltó su segunda cachetada de la noche, solo que esta vez el receptor fue mi padre, todos estábamos sorprendidos jamás habíamos presenciado algo así entre nuestros padres, pero lo que dijo mi madre a continuación nos dejo clavados en el suelo.- Por su puesto, tu defiendes a Isabella, porque defenderla es como poder seguir defendiendo a tu maldita amante… no sabes como me alegra que esa mujer halla muerto, ojalá la muerte se llevará también a su descendencia y con eso acabaría mi dolor y mi sufrimiento. – le dijo a mi padre y salió del comedor.-

 

- Y si eso pasará podrías con el dolor de tu hijo.- le replicó mi padre mientras se iba detrás de ella, y lo siguiente que se escuchó fue el fuerte portazo que le dio mi madre a la puerta de su habitación.-

 

- LARGATE DE AQUÍ NO QUIERO HABLARTE.- le gritó mi madre a papá cuando abrió de nuevo la puerta.-

 

- NO!, tenemos que terminar de resolver esto de una vez por todas Esme.- le dijo mi padre seguido de un portazo.-

 

- A la mierda, alguien puede decirme que demonios sucedió aquí.- dijo Alice, sacándonos a todos de nuestro estupor.-

 

- Que este imbécil no solo echo a perder a su familia, y tiró todo por la borda haciendo infeliz a mamá y a Heidi.- dijo Emmett con despreció señalándome.- si no que pretende seguir destruyendo a mamá por la maldita zorra que solo le servía para calentarle la cama, a él y quien sabe a quien más.- ahí lo perdí todo y me lancé contra mi hermano, y por segunda vez en la vida le partí la cara por atreverse a hablar de esa forma de mi ángel.-

 

- En … tu … vida… te … atrevas … a … insultar … de nuevo… a mi mujer.- le decía entre golpes. Jasper tuvo que separarme de mi hermano, porque por mi mismo no podía encontrar la voluntad para dejar de golpearlo.-

 

- Basta hermano.- me dijo.- tranquilo, déjalo que no sabe lo que dice

 

- Ya estoy cansado Jasper, estoy casado de que mi hermano no sepa lo que dice.- le dije mirándolo con rabia.-

 

- Claro que sé lo que digo.- le replicó Emmett escupiendo la sangre que llenaba su boca.-

 

- Claro que no lo sabes grandísimo imbécil.- le replicó Rosalie, con lágrimas en los ojos, de verdad me dolía ver sufrir a mi hermanita.- no lo sabes Emmett… como hablas así de tu hermano, como hablas así de Isabella… por Dios Emmett… conocemos a Bella casi desde siempre… sabes que nadie ama más a tu hermano que Bella, sabes que nadie a sufrido más que ellos y tus sobrinos, acaso de que estas hecho.- le dijo.-

 

- Rosie Rose… Osita, por Dios que amor ni que amor, eso que tienen ellos no es amor, es calentura.- le dijo intentando acercarse a ella.-

 

- No… no…. En este momento estoy muy molesta contigo Emmett.- le dijo.- no puedo creer que te expreses de esa manera… no puedo creer, no sé donde quedo ese muchacho dulce y noble del que me enamoré aun siendo una adolescente… voy a buscar a los niños para irnos a casa, te recomiendo que pases por el baño, para que tus hijos no te vean así.- le dijo.-

 

- Rosalie, mi madre… no puedo irme sin saber como esta mi madre.- le dijo Emmett.-

 

- Nos vamos ahora Emmett.- le dijo.- o me voy sola… sin ti, y tendrás que quedarte aquí con tu madre, porque no voy a dejarte entrar.- y con eso salió a buscar a sus pequeños.-

 

- No puedo creer que hagas todo esto, primero destruyes tu matrimonio con Heidi, luego metes tu veneno en el matrimonio de papá y mamá, y ahora mira como me trata Rosalie, por tu culpa y por culpa de esa… - hizo una pausa midiendo sus palabras.- de tu mujer.- terminó escupiendo la palabra como si de un insulto se tratara.-

 

- No seas imbécil Emmett.- le dijo Alice.- lo de Rosalie y tu es producto de tu propia estupidez.- le dijo mi hermanita.-

 

- Tu también Alice.- le reprochó.- tu también estas de su lado?.

 

- Esto no se trata de lados Em.- le dijo Jasper.- Hasta que no entiendas eso, no entenderás lo que puedes perder; espero que cuando te des cuenta no sea demasiado tarde.- le dijo.-

 

- Sigan apoyando a este imbécil y acaben con esta familia.- dicho esto, salió de la habitación.-

 

- Edward estas bien?.- me preguntó Jasper.-

 

- Si hermano, tranquilo, lo que no entiendo es que es todo eso de Rene y Bella, y que tienen papá y mamá que ver en ese asunto.- estaba tratando de racionalizarlo todo.- no entiendo.

 

- Tampoco yo.- me dijo Alice.-

 

- Al parecer lo que si tenemos que tener en claro es que su padre tuvo una amante, creo que deduje que podría ser Rene… pero cuando… como.- decía Jasper.-

 

- Eso explicaría el porque mamá odia a Bella.- dijo Alice pensativa.- la verdad es que mamá nunca sintió gran simpatía por Bella mientras éramos niños, pero intentaba de alguna manera llevarse bien con ella o por lo menos era amable, pero todo cambió cuando.- la interrumpí.-

 

- Cuando mi ángel regreso a Chicago y la convertí en mi amante.- dije entendiendo el punto que exponían Jasper y mi hermana.-

 

- No entiendo nada.- dijo mi hermana.- Oye Ed, siento haber soltado lo del dinero de Heidi, y lo de la carcajada pero no pude evitarlo.- me dijo a modo de disculpa, pero un brillo especial en su rostro llamó mi atención.-

 

- Pues si pequeña, estas más bipolar que de costumbre.- le dije entre risas abrazándola. Pero al fijarme en Jasper me di cuenta que  tenía el mismo brillo en la mirada que mi hermana- Ok ok … que pasa aquí.- les dije.- aquí pasa algo y me  lo dicen ya.

 

- Pues… la verdad es que vas a ser Tío… más bien padrino.- me dijo mi hermanita.-

 

- Estas embarazada?.- le pregunté y ella asintió feliz.- Felicidades hermanita.- le dije abrazándola.- Así que voy a ser padrino, eh…?????.-

 

- Sip Eddie.- me dijo.-

 

- Y a mi nadie me felicita.- dijo Jasper, impidiéndome protestar ante el apodo que uso mi hermana.-

 

- Claro que si hermano.- me acerque a abrazarlo.- Felicidades… Pero porque no han dicho nada?.- les pregunte.-

 

- Porque aún no era el momento, sabíamos que hoy la cosa sería complicada.- me dijo mi hermano.-

 

- Pues si verdad… y cuando nace mi ahijado.- pregunte.-

 

- En siete meses… pero es ahijada Edward… una niña.- me dijo.-

 

- Ya lo saben?.- pregunte.-

 

- No se lo ha dicho el doctor, pero ella insiste en que es una niña.- me explicó Jasper. Mire a mi hermana enarcando una ceja.-

 

- Ok ok… eres adivina ahora.- le dije en broma.-

 

- Sip… y vas ha ser muy feliz con tu sobrina.- me dijo sacándome la lengua.-

 

- Entonces es una niña.- le dije, pero no pude evitar bromearle.- y si es un niño.

 

- Yo ya intenté que entrara en razón y no pude hermano, no pierdas tiempo.- me dijo.-

 

- Es una niña.- dijo convencida.-

 

- Quién es una niña?.- pregunto mi muñequita que entraba al comedor corriendo.-

 

- Resulta muñequita.- dijo Jasper tomándola en brazos.- Que tu tía y yo, vamos a tener un bebe.- le dijo.-

 

- Otro primito.- dijo poniéndose feliz mi pequeñita.-

 

- Un primito no, muñeca.- le dijo Alice.- una primita, y quieres saber como se va a llamar?.- le preguntó.- vas ha ser la segunda en saberlo.- le dijo Alice haciéndole cosquillitas en la barriga.-

 

- Si Tita… si quiero, dime como se va  a llamar.- decía pegando brinquitos en los brazos de su tío.-

 

- Se va a llamar como su madrina y como nuestra mariposita.- dijo mirándome. Mientras la emoción crecía en mi pecho.- Se va a llamar Isabella Marie.- Claro ese era el nombre completo de mi princesa, pero entendía que el segundo nombre de mi sobrinita sería en honor a mi mariposita, como el segundo nombre de mi pequeñitica era el de mi hermana. Una lágrima se escurrió por mi rostro, y alcance a decirle un mudo “Gracias”, a mi hermana cuando volteo a verme.-

 

- Como la princesa y mi hermanita.- le preguntó.-

 

- Sip.- le respondió mi hermana.- Y estoy segura que la princesa y tus hermanitos ya estarán con nosotros cuando nazca tu primita.- le dijo.- y quien sabe de pronto también tengas un nuevo hermanito también.- dijo mi hermana, con esos dotes suyos de ver el futuro.-

 

- Otro hermanito???.- preguntaba Jane emocionada, mientras la emoción calentaba mi alma.-

 

- Bueno si…- dijo mi hermana concentrándose en un punto lejano a nuestras espaldas.- pero primero otra hermanita.- le dijo con convencimiento, yo había estado completando la idea de tener otro bebé con mi princesa… pero dos… no lo había pensado, aunque a decir verdad no me disgustaba nada la idea.-

 

- Eso sería demasiadisimo genial.- dijo mi pequeña.- verdad papito?.- me pregunto.-

 

- Pues si mi princesa.- le dije mientras la tomaba de brazos de mi cuñado.- pero ahora tienes que despedirte de tus tíos para irnos a casa.- le dije.-

 

- Ya se van hijos.- dijo mi padre entrando en el comedor.-

 

- Estas bien papá?.- le pregunté preocupado.-

 

- Estamos bien hijo, pero estaremos mejor cuando podamos dejar el pasado en el pasado.- dijo saliendo al jardín con el teléfono pegado en la oreja.-

 

- Papá ha estado demasiado extraño estos días.- les dije a mis hermanos.- Si es lo que estoy pensando todo se va a complicar demasiado.- dije.-

 

- Pues por lo que he visto yo en el Hospital.- dijo Jasper.- creo que tienes razón y ciertamente todo se va a complicar y mucho.- entendí perfectamente de que hablaba Jasper, mi cuñado era Jefe de la Unidad de Psiquiatría del Hospital, y si las llamadas de mi papá eran de quien yo creía que eran, y con el comentario que hizo Jasper, creo que era hora de empezar a preocuparse, tendría que hablar con mi papá, tendría que entender que estaba sucediendo. No lo juzgo, ni pienso hacerlo, pero tengo que entender a que situación nos vamos a enfrentar, y cualquier cosa que complique el regreso de mi princesa y mis hijos tiene prioridad de resolución en este momento.

 

Cada uno de nosotros nos retiramos a nuestros respectivos hogares. Estaba emocionadísimo porque después de estar sacando cuentas y revisando horarios, mañana a la una y media de la tarde tendríamos nuestras ya acostumbrada conversación vía skype pero con todos los niños, sería la primera vez que mis pequeños verían a su hermana, todavía no se lo había dicho a Jane, pero sabía que estaría súper emocionada. Después de resolver unos asuntos en mi oficina fui a buscar a mi muñequita al colegio, iba a tomarme la tarde libre, luego de la conversación con mis hijos y mi princesa iríamos juntos a visitar a mi mariposita que la había descuidado un poquito con lo de la mudanza, fui a verla si, pero solo un momento… de allí iríamos al centro comercial a comprar los presentes de navidad. Cuando llegue al colegio tanto Rosalie como Jane se extrañaron de verme allí, puesto que siempre era Rose quien recogía a mi hija.

 

- Ed no sabía que vendrías por Jane.- me dijo extrañada mi hermana.-

 

- Lo siento, no me acordé de decirte ayer, por como termino la cosa.- le dije.- por cierto como están las cosas con Emmett.- le pregunté.-

 

- Que te puedo decir Edward?... la verdad no entiendo las reacciones de Emmett con respecto  a  su madre.- me dijo.- es su madre… pero sus reacciones son tan enfermizas.- me dijo.- sabes que desde la conversación que tuvimos en tu casa, cuando nos contaste lo de tus pequeños, Em y tu madre pasan horas al teléfono, todos los días lo llama… y no sé Edward, pero esta tarde voy a reunirme con Jasper para conversar al respecto… pero desde ese día las pesadillas de Emmett han regresado.- me dijo con tristeza.

 

- Las mismas que tenía de niño?.- pregunté preocupado. Sea como sea Emmett es mi hermano y lo quiero.-

 

- Si Edward, se despierta todo sudado, llorando, gritando por su madre, diciendo que el es bueno, que no lo cambie, que no lo deje de querer… hasta nuestros hijos se han despertado con sus gritos, la verdad es que no se que hacer.- me dijo suspirando.- he intentado que visite un psicólogo, pero dice que no necesita hacerlo… estoy realmente preocupada.- me dijo.-

 

- Te entiendo Rose, yo esta tarde quería ir a hablar con mi padre, voy a hablar con el de Em a ver cual es su opinión. – En ese momento ya los niños habían salido del colegio y se acercaban a nosotros.-

 

- Papito, que haces aquí?.- me pregunto mi muñeca.-

 

- Prefieres irte con tu tía Rose, peque… la verdad es que te tengo una sorpresa.- le dije y empezó a dar saltitos.-

 

- De verdad papito.- dijo lanzándose a mis brazos.- Es genial papito, cual es la sorpresa.- me dijo emocionada.-

 

- Si te digo no es sorpresa.- le dije y me saco la lengua, haciéndonos reír a todos.-

 

- Hola Tío.- me dijo Valerie.-

 

- Hola Sweetie Rosie Bear.- le dije  el apodo que su padre le puso antes de nacer. La pequeña me sonrió, con esa hermosa sonrisa que se me hacía calidamente familiar, al ver a la pequeña con detenimiento, comprobé una vez más que Valerie Rose aun cuando tenía mucho del carácter de mi hermana, sus hermosos ojos azules y su etérea y natural elegancia no tenía nada más de ella, y aunque siempre pensamos que se parecía más a mi hermano, su cabello castaño y sus rasgos hermosos pero sutilmente naturales, su nariz respingona y pecosa, y sus labios un poco fuera de balance, me recuerdan a alguien, pero no puedo determinar en este momento a quien… si se parecía a Emmett, pero se parecía alguien más.- Que tal el cole hermosa?.- le dije.-

 

- Muy bien tío.- me respondió con su voz angelical.- Tío podemos hacer con Jane una pijamada el fin de semana en la casa nueva?.- me dijo.-

 

- Valerie Rose Culle Hale, que modales son esos.- le regaño mi cuñada.-

 

- No te preocupes Rose.- salí en defensa de mi sobrina.- Claro que si hermosa, el viernes es navidad y la pasamos con la abuelita Esme.- dije triste por no estar de nuevo con mis bebés.- pero el jueves como ya no tienen clases pueden ir y usar la piscina, quieres?.- le pregunte.-

 

- Si.- me dijo dando brinquitos.-

 

- Tenemos que separar a estos niños de Alice.- le dije entre risas a Rose. Al momento que se nos acercaba Kellan, el pequeño, que tenía la misma edad de mis hijos.-

 

- Hola Speedo.- le salude, así le decíamos por su gusto por la natación, actividad en la que era realmente bueno. Este pequeño era muy parecido a su madre, en cuanto al color de cabello y muchos de sus rasgos, mientras que tenía la corpulencia y esos grises ojos de su padre, que nadie sabía de donde los había heredado, puesto que mi madre tenía los ojos verdes como los míos, los de Alice y los de Elizabeth y Ed, mientras que los de papá eran azules. Pero los de Emmett eran grises… como los de quien… ni idea.-  Como estas pequeño?

 

- Bien.- me respondió simplemente. Kellan era un pequeño sumamente fuerte, con muchas habilidades físicas, pero no le gustaba mucho hablar ni socializar, prefería estar en compañía de su impresionante colección de animalejos, veremos como se lleva con mis pequeños, que son de su misma edad cuando los conozca.-

 

- Quiere ir el jueves a la nueva casa del tío y de Jane, para que jueguen en la piscina y en el parque.- le pregunte.-

 

- Podemos ir mamita?.- dijo viendo a su madre.-

 

- Claro cariño.- le dijo Rose.-

 

- Podemos jugar en la piscina y en el parque, pero no podemos jugar en la casa del árbol.- dijo Jane con convicción.-

 

- Y eso porque pequeña.- le pregunte curioso, mi pequeña era realmente generosa a la hora de compartir con sus amigos y primos, no era para nada una niña egoísta y su comentario me extraño.-

 

- Porque quiero que mis hermanitos sean los primeros en jugar en la casa del árbol papito.- me dijo con simpleza.-

 

- Hermanitos?.- pregunto Valerie, con curiosidad. Rosalie se puso a su nivel y me miro pidiéndome consentimiento -

 

- Sip pequeña.- le dijo tras ver mi asentimiento.-  Tu tío Edward tiene otros dos hijos que viven en Italia, y son de la misma edad que Kellan, y que pronto vendrán para conocer a Jane y a toda la familia..- le dijo.-

 

- Eso es genial.- Dijo Valeria.-  Y son niñas?.- preguntó emocionada.-

 

- Una niña y un niño.- le dije.-

 

- Si!.- grito Kellan, haciendo un gesto de triunfo con las manos.- Por fin otro niño…. Si Si … vamos a poder jugar con mis mascotas, sin que corra gritando como tontas.- decía el pequeño emocionado.-

 

- Quien te dijo que mi hermanito le va a gustar jugar con esas cosas asquerosas que llamas mascotas.- le dijo mi Jane enfurruñada.-

 

- Duhhhhh….- le dijo Kellan.- porque es un NI-ÑO.- le dijo como si Jane no entendiera.-

 

- Eso no quiere decir nada, a Edward no le va a gustar tus bichos asquerosos.- dijo cruzándose de brazos.- verdad papi?.-

 

- Pues siento decepcionarte cielo, pero creo que si le gustan cariño.- le dije recordando una de las tantas conversaciones que he tenido con mi princesa y mis hijos últimamente.-

 

- SI!.- volvió a gritar el pequeño Kellan, a lo que Rose y yo reímos.-

 

- No importa Jane, si Kellan tiene con quien jugar con sus bichos quiere decir que nosotras no tendremos que tocarlos.- intervino Valeria, haciendo que mi muñequita se alegrara.- y nosotras podremos jugar con tu hermanita, mientras Kellan juega con Edward Junior.

 

- Sip… tienes razón, nosotras jugaremos con Lizzie, y ellos se quedan con sus bichos.- dijo ella resignada.-

 

- Además pequeña, tu hermanita práctica ballet.- le dije a Jane, quien practicaba junto con Valerie patinaje artístico, y llegaron a la obvia conclusión.-  

 

- SI!.... – Gritaron a la vez.- Tenemos quien nos ayuda con las coreografías.- empezaron a saltar juntas y emocionadas.-

 

- Esto es genial.- dijo Rose.- espero que se lleven igual cuando estén todos juntos.-

 

- Eso espero.- mire mi reloj y me di cuenta que se nos hacía tarde.- Vamos Jane, que  se hace tarde para tu sorpresa.- Me  despedí de Rose  y mis sobrinos y fuimos para la casa, por suerte había pasado antes por casa y había dejado encendido el computador.- Pequeña, porque no vas a la cocina por tu comida y la traes al estudio, porque se nos hace tarde.- le dije.-

 

- Para que papá?.- me dijo.-

 

- Porque vamos a hablar con Isabella y con tus hermanos por skype, peque.- le dije emocionado.-

 

- De verdad papito.- me dijo.-

 

- Si cielo.- le dije.- pero ve por tu comida.- mientras Jane fue a la cocina, me conecte y pude ver a mi princesa.- Hola Amor, que tal tu día?.- le dije.-

 

- Muy bien cariño, y el tuyo?.- me pregunto con esa sonrisa, y por segunda vez en este día una sonrisa me dejaba con la sensación de que era extrañamente familiar.-

 

- Ahora que puedo verte mucho mejor cielo.- le dije.- Como están mis pequeños?.- le pregunté.-

 

- Por aquí revoloteando a mi alrededor, sabes como son.- la verdad es que ahora hablamos todos juntos, pero siempre iniciábamos la conversación los dos asolas e igualmente finalizaba así.- y Jane?.-

 

- Fue por su comida a la cocina, la verdad tardamos en salir del colegio porque empezó a contarle a sus primos sobre sus hermanos.- le dije y pude ver una chispa de emoción en sus ojos.-  Sabes, amo ver esa chispa de felicidad en esos hermosos ojos chocolates.- le dije, me moría de curiosidad de preguntarle el porque en sus fotos promocionales siempre tenía los ojos verdes, pero no había llegado el momento de hablar de su libro, no quería que pensara que lo de la gira promocional de su libro en Chicago era cosa mía, además ella no me había contado del libro aún, supongo que como contaba nuestra vida consideraba mejor hacerlo cuando nos reencontráramos.- Dios princesa eres impresionantemente hermosa.- le dije,  e inmediatamente se sonrojo.-

 

- Cielo no digas esas cosas.- me dijo.-

 

- Mami, mami,  ya papito llegó.- a lo lejos se escuchaban los gritos de mi gatita. Ambos reímos.-

 

- Si gatita, aquí estoy.- le dije.- 

 

- Hola papito.- dijo mi princesita acercándose a la cámara y dejándome un sonoro beso.-

 

- Hola hermosa, como esta hoy mi gatita?.- le dije.-

 

- Bien papito, ya no tengo clases y pude pasar toda la mañana y la tarde arreglando la coreografía para mi nana.- me dijo emocionada.-

 

- Eso es genial bebe, me muero por verla.- le dije.- y Edward?.- pregunté al no verlo por ahí.-

 

- Esta en el piano probando unos acordes.- me dijo mi ángel.- lleva  en eso todo el día, esta como obsesionado, pero al menos está menos frustrado.

 

- Ed…. Ed…- gritó mi gatita.- papá esta preguntado por ti.- le dijo.-

 

- Hola papá.- gritaba mi hijo mientras se acercaba corriendo.-

 

- No corras Edward Anthony Swan.- le gritó mi ángel al pequeño.- te puedes caer.-

 

- Cariño, nuestro hijo es mi clon, no el tuyo.- le dije sin poder evitar tomarle el pelo.- la patosa eres tu cielo, y Ed se parece a mi.- le dije mientras ambos reíamos.-

 

- Malvado, así que soy patosa, ya veras, cuando te tenga cerca tendré que castigarte.- me dijo.-

 

- Uhmmm, la verdad que me muero porque me castigues princesa.- le dije subiendo mis cejas sugestivamente dándole una pícara sonrisa y con la lujuria pintada en los ojos.-

 

- Edward… los niños.- me dijo mi ángel, pero en su sonrisa ví que no le desagradaba para nada la idea.-

 

- Por cierto cielo, hay algo con respecto a los nombres de los niños que debemos cambiar.- le dije.-

 

- Que cosa amor.- me preguntó.-

 

- Edward Anthony Swan….- dije.- Amor me gustaría que fueran Cullen.-

 

- Si mami.- saltó mi gatita.- yo quiero ser una Cullen como mi papi.

 

- Bueno cielo eso debemos arreglarlo en Londres, que fue donde nacieron los peques, y donde están registrados.- me dijo mi princesa y yo estaba encantando, tan pronto pudiéramos arreglar todo viajaríamos a Londres a solucionar el apellido de mis hijos, de pronto un tímido golpe en la puerta me anunció que Jane quería entrar.-

 

- Pasa Jane.- le dije a mi hija.-

 

- Vamos a conocer a nuestra hermana mami.- dijo Edward, dirigiéndose a mi hermosa.-

 

- Si pequeño.- le respondí.-  Ven Muñequita acércate.- le dije, mi muñeca se sentó sobre mí.-

 

- Hola preciosa, como has estado?.- le dijo mi ángel.-

 

- Hola princesa.- le dijo.- eres más linda que en las fotos.- le dijo.- Eres muy hermosa.-

 

- No más hermosa que tu muñequita.- le dijo mi princesa y yo sonreí feliz.-

 

- Mira muñeca, ella es Lizzie, y el es Ed, tus hermanos.- le dije.- Peques, ella es su hermanita mayor Jane.

 

- Hola Chico.- le dijo Jane a sus hermanos.-

 

- Hola Jane, eres linda.- le dijo Ed.-

 

- Tu eres guapo, eres igual a mi papito.- le dijo.-

 

- Nuestro papito.- dijo mi gatita en tono posesivo.-

 

- Creo que Lizzie ya saco a relucir el carácter posesivo de su padre.- añadió mi ángel. Yo no pude más que reír.-

 

- Nuestro papito Lizzie.- coincidió Jane.- Princesa tienen que venir pronto a Chicago, para que podamos estar todos en esta casa que esta genial.- le dijo Jane.-

 

- Pronto pequeña, no te preocupes.- le respondió.-

 

- Tenemos una piscina, y un parque y una casa del árbol demasiadísimo genial para nosotros. Y un hermoso jardín con mariposas, y bancos y una fuente en honor a nuestra mariposita.- les contaba emocionada a sus hermanos mi muñequita. Y tenemos una sala de música.

 

- Es genial.- le decía mi gatita.- puedo montar mis coreografías de ballet.

 

- Podemos hacer un buen equipo, puedes ayudarme con tu ballet para mis coreografías de patinaje artístico, y yo puedo enseñarte a patinar.- le dijo Jane, mientras mi Bella y yo observábamos embelezados su interacción.-

 

- Genial… y Ed puede tocar las piezas para nuestro coreografías.- dijo mi dulce princesita para integrar a su hermano en sus planes.-

 

- Solo si puedo elegir yo la música.- dijo Ed tratando de tomar el control de la situación.- ni se piensen que pueden escoger cualquier música loca y terminar lastimadas, no me gustan las niñas lloronas.- les dijo enfuruñado, mientras mi ángel y yo rompíamos a carcajadas.-

 

- Papá, que van a hacer para navidades.- pregunto mi gatita.-

 

- Jane y yo, estaremos con sus abuelitos, sus tíos y sus primos Valerie y Kellan en casa del abuelito princesa.- dije con tristeza por no poder estar con ellos.- y ustedes amor?.-

 

- Vamos a Volterra, con la Tía Tanya y el tío Félix, los gemelos y el tío Jacob, el tío Paul y Keyla.- no tenía idea de quien era Keyla pero supuse que era la novia del “Tío Paul”, espero que el “Tío Jacob”, también tenga pareja, no quisiera pensar que tiene sentimiento amorosos por mi princesa. -

 

- Que bueno campeón, seguro se la pasarán genial.- además tenía entendido de Caius, Aro y sus esposas también irían a Volterra, solo esperaba que ni Dydime ni Chelsie salieran con un desplante a mi princesa y mis pequeños. Aunque estaba seguro que Aro vería por ella, al igual que Felix, Tanya y los “Tíos Londinenses”.

 

- Edward, que van a hacer para año nuevo?.- preguntó mi ángel, mordiéndose el labio, porque estaría nerviosa?.-

 

- En casa de Alice y Jasper, supongo. Tienes una mejor idea princesa.- le dije con la esperanza encendiéndose en mi corazón.-

 

- La verdad es que Tany, Félix y los pequeños se van para Chicago a pasar fin de año con los Denaly, y Jacob, Paul y Keyla van a visitar algunos familiares de Paul en Río, así que me preguntaba si….- se detuvo, y luego de un profundo suspiro prosiguió.- me preguntaba si quizás tu y Jane podrían venir a Montepulciano a pasar el fin de año.- me dijo, yo no podía salir de mi asombro, pero inmediatamente una sonrisa  se instaló en mi rostro, eso significaba muchas cosas para nosotros.-

 

- Estas segura princesa.- yo estaba que bailaba de felicidad, pero tenía que asegurarme que eso era lo que ella quería, que eso era lo que ella necesitaba, que era lo mejor para ella.-

 

- Si amor, estoy segura.- me dijo.- Te lo debo a ti, se lo debo a nuestros hijos, se lo debo a Jane, y nos lo debo a nosotros cariño, ya es hora.-

 

- Van a venir papi, de verdad van venir.- decía mi gatita emocionada.-

 

- Claro cariño, no me perdería estar con ustedes y abrazarlos por nada del mundo mi cielo, papito va a dejar todo listo, y a penas sepa cuando llego te digo.- le dije a mi pequeña.- no importa si nos vemos unos días antes?.- pregunté dudoso a mi princesa.-

 

- No hay problema cielo, nosotros regresamos de Volterra el día 27.- me dijo mi princesa.-

 

- Perfecto.- le dije, después de un tiempo más conversando y riendo de las locuras de nuestros pequeños y soñando todos juntos con el viaje, al terminar la conversación Jane y yo fuimos a comprar los regalos, ahora más emocionados porque además compramos cosas para mi gatita y mi campeón y regalos para mi princesa, y cosas para llevar a Montepulciano, estábamos realmente felices, tenía que pedirle nuevamente a mi muñequita guardar el secreto, después de lo de ayer no quería ni imagina que iba a pasar con esta noticia, la verdad pensaba irme de viaje  y llamarlos desde Italia para desearles el feliz año, aunque si le diría mi papá y mis hermanos, por supuesto que no a Em.  Pensando en Emmett, tenía que ir a hablar con mi padre, pero antes llame a mi duende para contarle lo de mi próximo viaje a Italia, esta demás decir que estaba súper emocionada y me hizo prometerle que le llevaría un regalo de mi parte a Bella y los peques…  también llame a mi secretaria y a Aro, para solucionar lo del viaje, no tuve problemas con conseguir un vuelo para el día 28 puesto que Aro puso a mi disposición el avión de los Volturis, que igual tendría que estar ese día en Florencia, porque tendría que traer al día siguiente a Félix y Tanya a Chicago. Aro estaba emocionado, puesto que podríamos pasar por su amada Volterra unos días en el mes de Enero, y regresar el día 4 con la familia Volturi de nuevo a Chicago.

 

Deje a Jane en casa de Rose, con Valerie y Kellan, estaba tan emocionada con lo del viaje a Italia, que no me atreví a dejarla con mi madre. Al llegar al consultorio de mi padre, su secretaria no estaba, me acerque a la puerta, toque varias veces, pero no obtuve respuesta, toque un poco más fuerte y escuche cosas que se caían, así que entre apresuradamente pensando que algo le había pasado a mi padre…

 

- Papá…- dije y la imagen ante mi me dejo impactado, Renata se levantaba a toda prisa, luego de estar sentada a horcajadas sobre el regazo de mi padre.- Yo… yo…. Lo siento, pensé que te había pasado algo papá.- dije sumamente avergonzado y sin saber como reaccionar, me impactaba ver a mi padre engañando a mi mamá, independientemente de todo era mi madre y la quería y sabía que esto la mataría, además yo creía que  mi padre la amaba, pero después de lo de Heidi y Bella, después de que yo mismo mantuviera una amante durante dos años, no sabía ni podía decirle nada a mi papá, no tenía moral, ya entendía el comentario de Jasper ayer, ya entendía las sonrisas de papá al teléfono.-

 

- Yo… yo tengo que marcharme.- dijo Renata arreglándose la camisa a toda prisa dentro de la falda.- Hablamos luego Carlisle.- dijo recogiendo su chaqueta del suelo y pasando a mi lado a toda prisa.- Siento esto Edward.- me dijo saliendo avergonzada.-

 

- Renata espera.- dijo mi padre corriendo tras ella, mientras se metía la camisa en el pantalón, abrochando tanto el pantalón como la correa, yo estaba impactado, sobre todo porque no sabía como reaccionar. Luego de unos eternos veinte minutos regreso mi padre, esperaba que estuvieran conversando de lo ocurrido y no terminando lo interrumpido, porque era una imagen mental que no quería en estos momentos. Entro con pasos cautelosos, paso por mi lado sentándose en la silla en la que minutos antes lo montaba Renata, me invitó a sentarme.- Hijo…. Dios no sé como conversar contigo de esto.- me dijo pasando las manos con frustración por el cabello.-

 

- Papá no voy a juzgarte, no tengo la moral para hacerlo… no te niego que me impacta, que hay cosas que no entiendo, pero no soy quien para juzgarte…nadie lo es.- le dije sinceramente.- pero quiero saber unas cosas.- le dije.-

 

- Por supuesto hijo, es lo menos que puedo ofrecerte.-  me dijo.-

 

- Mamá lo sabe?.- mi padre negó con la cabeza.- la amas?.-

 

- A cual de las dos.- replicó mi padre.-

 

- A ambas.- le pregunte.-

 

- A tu madre siempre la he amado, pero las cosas con tu madre han sido demasiado extrañas, se niega con demasiada fuerza a dejar el pasado en el pasado.- me dijo.-

 

- Eso ya lo dijiste ayer papá, y no entiendo.- le dije.-

 

- Edward, yo amo a tu mamá, pero la pasión, el calor de nuestra relación se ha estado apagando desde hace demasiado tiempo, tu madre dedica demasiado tiempo al club, a las obras de caridad, a los eventos sociales, a los homenajes a Heidi, a Jane… y a mi me deja las sobras… no tienes ni idea de cuando fue la última vez que toque a tu madre, que recorrí su piel con mis manos.- otra imagen mental que no quería.-   

 

- Entiendo tu punto papá.- le dije, a lo que el rió en comprensión.- pero lo has hablado con ella.-

 

- Hijo… Amo a tu madre, de verdad la amo con el alma, pero tu madre no entiende razones cuando cree tener la razón lo cual es siempre… nuestra relación fue maravillosa al principio, luego pasaron cosas, tu madre era muy niña, yo era joven y quería experimentar, cuando empezamos nuestra relación ella tenía 16 y yo tenía 19, tu madre siempre fue celosa y posesiva, un poco peor que tu, además de ser muy insegura. Yo estaba en la universidad y ella seguía en la preparatoria, las mujeres me llovían, como les paso a ti y a tu hermano, pero yo nunca fui tan maduro como ustedes, y eso potenciaba los celos de tu madre… de pronto un día cuando yo tenía 21, ella regresó, tu madre estaba de vacaciones con su abuela en Atenas y ella regreso. – dijo mi padre y me tocó interrumpirlo porque no entendía.-

 

- Quien regreso?.- le pregunte curioso.-

 

- Mi primer amor, mi primera novia.- respondió encogiéndose de hombros.- Estudiamos toda la vida juntos, éramos vecinos, nuestras familias eran amigas y nosotros éramos buenos, con ella me di mis primeros besos, juntos perdimos nuestra virginidad a los 15 años, después de eso éramos inseparables, estudiábamos juntos, salíamos juntos y nos escapábamos por las noches para poder dormir en brazos del otro y teníamos sexo a montón, ella se robo un libro de posiciones sexuales de su primo y las probamos casi todas, la verdad es que ella era muy atrevida y la pasábamos de lo mejor.- me contaba mi padre.- cuando teníamos 17 ella tuvo que mudarse y la verdad quedamos destrozados, al principio nos comunicábamos seguido, pero de pronto tu madre empezó a mostrarse interesada por mi y me fue seduciendo poco a poco y yo me fui dejando seducir, 4 años después llegó ella, y me reprochó por olvidarla, y me gritó un montón de cosas a la cara entre ellas que no la había querido sinceramente, de lo contrario no la hubiese olvidado tan rápido, y entre los gritos y la rabia, me lanzó una cachetada y yo la bese, y las chispas saltaron de nuevo, estaba increíblemente confundido, porque sabía que lo que hacía estaba mal, pero lo sentía tan bien, tu madre estaba lejos y ambos nos prometimos que solo estaríamos juntos hasta el regreso de tu mamá, teníamos cuatro meses para revivir nuestro amor de juventud, y termine de nuevo adicto a sus besos y a su cuerpo.- hizo una pausa, como recordando.-

 

- Que paso cuando mamá volvió?.- le pregunte curioso por su historia.-

 

- Dejamos de vernos por un mes.- me dijo con simpleza.- pero luego la lujuria, el deseo pudo más que nosotros y empezamos a vernos a escondidas.- me dijo.-

 

- Pero no la amabas?.- lo interrumpí de nuevo.-

 

- Si… si la amaba, pero en ese momento creía amar más a Esme, y que mis sentimientos por mi chica era una cosa relacionada con el magnifico sexo que teníamos juntos, además que por ese entonces tu mamá no me dejaba tocarla, creía en eso de llegar virgen al matrimonio, pero cuando regreso y se dio cuenta que mi amiga había regresado se puso como una fiera, no me dejaba acercarme a ella, cada vez que coincidíamos en una reunión  inventaba cualquier cosa para irnos, no se despegaba de mi, se aparecía en el campus de la universidad, en casa, siempre a horas distintas para verificar si me encontraba con ella… Incluso después de haberme negado su cuerpo por tanto tiempo, una noche se metió en mi cuarto y se me entregó supongo que sabía que esa noche mi chica me esperaba en su cuarto… después se volvió más posesiva y controladora, pero siempre encontraba el tiempo y el espacio para verme con mi pequeña, siempre que nos veíamos empezábamos peleando por Esme, terminábamos haciendo el amor… todas las veces era igual. Un día tu madre apareció llorando en mi casa, diciendo que estaba embarazada y que tenía que casarme con ella, fuimos al doctor a verificar que todo estaba en orden con el bebé y preparamos lo del matrimonio, una semana antes de la boda, llegó ella a mi casa, mi pequeña, pidió hablar conmigo y fuimos al despacho de mi padre, me dijo que tenía cuatro meses de embarazo, esos eran dos meses y medio más de los que tenía tu madre, yo no sabía que hacer, justo cuando me estaba acercando a ella, para decirle que estaba por casarme con Esme por la misma razón entro tu madre al despacho, entregándole la invitación a la boda, y diciéndole que estábamos esperando felices a nuestro primer bebé, cuando vi su rostro surcado por el dolor quise morir en ese instante, cuando vi el sufrimiento en su rostro me di cuenta cuanto la amaba,  parece increíble pero de alguna forma las amaba a las dos, ella se me quedó viendo esperando que desmintiera a Esme, pero no podía así que se fue corriendo, y no supe más de ella hasta casi dos años después.- me dijo.-

 

- No la buscaste.- estaba completamente anonadado, pensando que tenía un hermano perdido en cualquier lugar del mundo.- Era tu hijo, no lo buscaste.

 

- Claro que la busque hijo, no sabes todo lo que la busque.- me dijo luego de un suspiro.- luego de un tiempo, tu madre tenía unos seis meses de embarazo y yo estaba desesperado porque mi otro hijo estaba a punto de nacer, la estaba buscando por todos lados, y Esme me escuchó hablando con el investigador, se puso histérica y estuvo desaparecida hasta que nació tu hermano, su nacimiento fue prematuro y tu madre me llamó desesperada… Y en cuanto a Rene…

 

- Rene…. Rene… Rene Swan.- dije y la voz me tembló.-

 

- Si hijo, aunque en ese entonces era Rene Denaly… Swan fue después.- me dijo, yo no podía creerlo, con razón mi madre odiaba a mi princesa. La odiaba porque era mi amante, la odiaba porque mi amante era la hija de la que fue la amante de mi padre.- Luego de un tiempo las cosas con tu madre se solucionaron, pero yo seguía en secreto buscando a Rene y mi hijo, aun cuando le había prometido a tu madre no hacerlo… Tiempo después Mi Rene regreso de nuevo a Chicago, casada con Charlie Swan y embarazada de Bella, en ese tiempo estaba Esme también embarazada de ti.

 

- Y tu hijo papá, que pasó con tu hijo?.- le pregunté.-

 

- Murió al nacer, mi hijo murió.- me dijo y una lágrima cruzó su mejilla, yo sabía perfectamente lo que se sentía, porque yo pasé por lo mismo, yo entiendo su dolor, porque era el mismo que sentía yo por mi mariposita, por mi Marie Alice.- Me dijo Rene, que el pequeño murió al nacer, y su depresión fue tal al perderlo, que comenzó a asistir a terapias grupales para superar el duelo, allí conoció a Charlie, quien había perdido a su primera esposa a causa de un cáncer, al poco tiempo se enamoraron y aunque yo tenía unos celos horribles de Charlie, y muchas veces me entraban unas ganas horribles de matarlos, por poner las manos sobre mi pequeña, la verdad era que no podía culparlo, amar a Rene era inevitable, porque era sencillamente maravillosa, no sabes cuanto sufrí la muerte de mi hijo y como años después sufrí la muerte de Rene, aunque desde que se fue embarazada nunca hubo nada más entre nosotros, cada vez que Rene y Charlie estaban en Chicago la situación con tu madre era insoportable.- Dios que locura era todo esto.-

 

- Papá estas completamente seguro que tu hijo con Rene está muerto.- le pregunte.-

 

- Al menos Rene lo estaba, porque preguntas hijo.- me dijo.-

 

- Por que mi princesa siempre ha tenido la impresión de que tiene un hermano, perdido en algún lugar.- le dije.-

 

- Estas seguro.- me pregunto y asentí.- Rene estaba segura que nuestro hijo murió Edward.- me dijo.-

 

- Papá, y Renata?.- pregunte.-

 

- Renata… Renata me da paz, me da estabilidad, me da felicidad, calma mi lujuria, me completa, me equilibra.- me dijo y me miro a modo de disculpa.- Lo siento hijo, se que es algo que no quieres saber. Pero las cosas se dieron así, no sé como pero se dieron… empezamos trabajando en un caso de unos niños con problemas cardíacos que vivían con un padre maltratador y terminamos envolviéndoos no se como.- me confesó.- 

 

- La amas?.- le pregunte.-

 

- Estoy empezando a hacerlo.- me contesto con sinceridad.-

 

- Que va a pasar con mamá?, que va a pasar con tu matrimonio?.- le pregunte, sin reproche, solo con preocupación y curiosidad.-

 

- No lo sé, no lo sé.- me dijo.-

 

- Debes resolverlo pronto papá.- le dije.-

 

- Si Edward, lo sé.- luego cambió el tema.- que te trae por aquí hijo.- me pregunto.-

 

- Emmett.- le respondí sencillamente.-

 

Pasamos horas hablando de mi hermano y de sus reacciones exageradas, hablamos de sus pesadillas y mi padre estaba tan preocupado como nosotros, teníamos que encontrar la manera de hacer que visitara a un psicólogo, pero era complicado. Le conté a mi padre de las conversaciones que mantenía con mi princesa y mis hijos, siempre le reenviaba las fotos y videos que me mandaba mi familia. Hablamos de mi viaje a Italia y de la presentación de mi muñequita a mis pequeños y mi princesa hermosa.

 

Así pasaron los días y pasamos la navidad todos juntos, fue una situación un poco incómoda con mi madre y Emmett con sus indirectas, el 25 almorzamos en casa de mi hermano Emmett y todo era más incómodo puesto seguían las indirectas  y además se encontraba Renata y las miradas poco disimuladas entre ella y mi padre, así como sus roces ocasionales y mal disimulados me tenían algo estresado, ya había conversado con Jasper al respecto y resulta que el había visto cosas en el hospital, esos dos eran tan poco disimulados que no dudaba que la bomba estallara pronto, Alice, no dejaba de ver la situación y mirarnos a Jasper y a mí de forma recriminatoria, pero ninguno de los dos quiso decirle nada. Para distraerla del asunto, Jasper dio la noticia de su embarazo y el resto del día todas las conversaciones se enfocaron en la nueva Cullen, por supuesto no se hizo esperar la fuerte negativa de mi madre a que su nieta llevará el nombre de mi princesa, y por supuesto mi enfado a cuando despectivamente agrego que si querían ponerle un nombre digno de una princesa y con la sofisticación de una Cullen deberían llamarla Heidi, en lugar del nombre de la rompe hogares de la obsesión de su tío, había dicho mi madre… no pude evitarlo y le dije a mi hermana que debería llamar a la bebé Rene Esme, ganándome con ello la histeria de mi madre, y una mirada de reproche de parte de papá, al que le gano un ataque de tos cuando Renata dijo que Rene Esme, o más bien Reneesme, dijo juntando los dos nombres se le hacía un nombre original y hermoso,  y que se lo pensaría si algún día tenía una hija, por su puesto que el ataque de tos y el comentario de “Ren” hizo que Jasper y yo rompiéramos a carcajadas mientras mi madre indignada salía de la terraza pegando gritos histéricos con Emmett pegado a sus talones.  Así pasaron los días y el 27, un día antes de nuestra partida a Italia, logré tener a Jane, Jasper, Alice, Papá, Rosalie, Valerie y Kellan delante del computador para una video conferencia con Bella, mi gatita y mi campeón… fue increíblemente emocionante, todo fueron alegrías, risas, lagrimas, felicidad… mis hijos estaban emocionados por conocer a mi familia, y mi familia estaba más que feliz por conocer a mi hijos y reencontrarse de alguna manera con mi princesa. Antes de terminar el día fuimos a visitar Jane y yo a mi mariposita, a decirle todo lo que la amaba, todo lo que la extrañaría, pero asegurándole que estaría con nosotros, siempre en nuestro corazón, allí estaban colocadas cerca de la base de la lápida, las hermosas maripositas de cristal que Jane insistió en comprarle por navidad, y que fuimos a llevarle el 25 en la mañana, luego de que mi muñequita abriera sus regalos, dejando bajo el árbol los regalos de sus hermanitos que serían abiertos en enero.

 

- Hola bebe.- le dije frente a la lápida de mi mariposita.- Amor, estoy como siempre haciéndote compañía y mi hoy nos acompaña tu hermanita.- dije mirando a mi Jane con una sonrisa pintada en el rostro.- Cielito, quiero que sepas que van a pasar unos días antes que volvamos a visitarte, pero a que no sabes amor… vamos a ir a visitar a tus hermanos y a tu mamita…y estoy seguro que pronto podremos visitarte todos juntos pequeña.

 

- Marie, sabes estoy hiper súper emocionadísima de conocer a la princesa y a nuestros hermanitos, estos días hemos hablado por skype y son súper geniales y preciosísimos… la princesa es hermosa, y nuestra gatita es muy tierna, aunque celosita.- dijo mientras yo reía al recordar las veces que mi bebe le peleaba a su hermana por mí.- Y Ed… Ed es muy guapo es igualito a nuestro papito.- le contaba mi muñequita a su hermanita. Más pronto de lo que deseaba llegó la hora de marcharnos.-

 

- Bien princesita, papito y Jane tenemos que irnos, pero sabemos que vas con nosotros siempre. Te amo cielo, te amaré siempre y nunca podré olvidarte mi mariposita, tus tías vendrán a visitarte al igual que tu tío y tu abuelo, para que no te sientas solicita mi ángel… Te amo.- dije inclinándome para dejar un pequeño beso, sobre la fría piedra que indicaba el lugar de descanso de mi mariposita.-

 

A la mañana siguiente muy temprano estábamos mi muñequita y yo en el aeropuerto arreglando todo para partir hacia Italia. Mientras iba en el avión llevaba el libro de mi princesa, leí algunos de los pasajes y estaba aterrada por todas las humillaciones  y las cosas que le hacía Heidi y Esme y de las cuales nadie me dijo nada, estaba realmente molesto con las tres… con Heidi por su estupidez y su odio, con mi madre por su hipocresía, porque le importaban más sus fantasmas, su pasado, sus odios o Heidi que la felicidad de su hijo, y también con mi Bella, porque no me había dicho nunca nada.

 

Estábamos aterrizando en el aeropuerto de Florencia, de allí seguiríamos con mi ángel en coche por los bellos parajes de la Toscana hasta Montepulciano. Para ese momento mi corazón latía tan deprisa que lo oía atronador en mis oídos, sentía una opresión fuertísima en mi pecho… estaba por conocer a mis hijos, por abrazar a mi princesa después de tanto tiempo. Salimos del aeropuerto después de pasar por inmigración y recoger nuestro equipaje salimos en busca de mi destino, a lo lejos vi a mi princesa siendo arrastrada por nuestros pequeños torbellinos, reí de felicidad como hace mucho no lo hacía, si estos últimos días había sido feliz, nada se comparaba con lo que sentía en este momento, estaba básicamente eufórico… se detuvo a unos metros de mi, nuestros pequeños la soltaron y se acercaron a su hermana, supongo que dándonos espacio a mi princesa y a mí, como hace ocho años cuando regreso de Londres, mi princesa se lanzó a  mis brazos y nos fundimos en un abrazo apretado, como queriéndonos fundir en la piel el uno del otro. Me separe solo un poco de ella, para tomar su rostro entre mi manos.

 

- Princesa… Dios… princesa, cuanto te he extrañado, cuanto te he anhelado amor.- le dije con el corazón en la mano.-

 

- Lo sé cielo, porque yo te he extrañado igual.- me dijo.-

 

- Te amo.- le dije, para luego hacer lo que estaba desesperado por hacer desde hace demasiado tiempo, uní sus labios con los míos, fue un beso abrasador, que demostró todo lo que sentíamos el uno por el otro, fue pasional, fue tierno, fue perfecto, no separamos cuando la necesidad de aire fue insoportable, pero aún así mantuvimos pegadas nuestras frentes mirándonos a los ojos.-

 

- Te amo.- me dijo ella, acercándonos nuevamente y fundiéndonos en un nuevo beso, fue como beber agua para un hombre perdido en el desierto, fue como regresar a mi hogar, fue como respirar, fue como sentirme vivo de nuevo. Después de mucho tiempo de besos y besos… que a nosotros nos pareció poco nuestros hijos se hicieron notar.

 

- Papito creo que es hora que dejes de comerte a nuestra mami, y vengas a darnos ese beso que tenemos tanto tiempo esperando.- dijo mi gatita.-

 

- Princesita… Bebe- le dije poniéndome a su altura, y fundiéndola en mi abrazo.- Dios… Cielito, no sabes cuanto quería abrazarte mi gatita hermosa, te amo.- le dije repartiendo besos por su pequeño rostro y su cabeza.- Y tu campeón, no vienes a abrazar al viejo de tu padre.- le dije mientras el niño se acercaba tímidamente a mi estrechándome en un fuere abrazo.- Te amo campeón, gracias por acercarte a mi.- le dije sinceramente, cuando levanté la vista del abrazo de mis hijos, vi a mi princesa abrazada a mi muñequita, dándole la bienvenida y diciéndole que ella siempre le había tenido un cariño especial, al levantar su cabeza me perdí en los chocolates ojos de mi amor, le pedí que se acercaran y después de tanto tiempo pude fundirme en un abrazo con toda mi familia, con mi hermosa mujer y mis pequeños. – Los amo, no saben cuanto los amo y lo feliz que soy de que estemos al fin juntos.- les dije, mi ángel alzó su mirada hacia mí, y la acerque besando sus labios, mientras nos abrazábamos a nuestros hijos….

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Espero que disfruten el capítulo...Gracias a todos por sus Comentarios, Visitas y Votos....

Si la vida te da limones... entonces pide el tequila y la sla y bebetela

Kisses

BkPattz

Capítulo 10: Abreboca de la Felicidad Capítulo 12: Absurdamente Feliz

 
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