La Otra (+18)

Autor: BkPattz
Género: + 18
Fecha Creación: 19/12/2010
Fecha Actualización: 18/02/2011
Finalizado: SI
Votos: 43
Comentarios: 112
Visitas: 152677
Capítulos: 27

Edward Cullen era un reconocido y brillante arquitecto en la ciudad de Chicago, su mayor felicidad haber encontrado y conocido al amor de su vida, a su alma gemela, a su otra mitad, a su todo, uno de sus más grandes logros concebir tres maravillosos pequeños con la mujer de sus sueños, su amor, su amiga de la infancia, la estudiante de Literatura Inglesa Bella Swan. Otro de sus logros, su pequeña Jane, su pequeña hija. Su peor error, dejar a su Amor, a su Bella en las sombras, convirtiéndola en la Otra, la Amante? porque mientras Bella Swan estaba en las sombras viviendo su idilio amoroso con Edward Cullen, era otra quien ostentaba el titulo de la Sra. Cullen, porque Edward estaba casado con otra. Edward POV

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Capítulo 9: Sencillamente Perfecta

Declaración de Derechos de Autor: Todos los personajes de la Saga Twilight y sus descripciones pertenecen a la Sra. Stephenie Meyer y su Casa Editorial.

La inspiración de la historia, viene de todos los maravillosos escritores y relatos que nos regalan fantasías en este y otros muchos sites.

 

…….                                                                            

Nota:

Los recuerdos de Edward los encontrarán en letra cursiva, lo referente al libro de Bella, “La Otra” podrán leerlo en subrayado. Hay unas frases entre comillas y en negritas que pertenecen a la película Twilight, por lo tanto son propiedad de Summit.-

 

……

 

 

 

Me seque las lágrimas que ya corrían por mis ojos, mis hijos eran maravillosos, yo estaba feliz como hace mucho no lo había estado… Estaba feliz aunque no lo merecía…Aún con los dedos temblorosos por la emoción abrí la carta de mi princesa…

 

Edward…

 

Estoy segura que habrán pasado años luz entre que escribí esta carta y el que la leyeras… se por lo que me ha contado Riley y por lo que yo misma he visto que no te pasas mucho por  aquí… Dios… Cielo… supongo que el dolor que te producen los recuerdos es demasiado grande, pero tenemos que superarlos amor… tenemos que superar nuestro propio dolor para que podamos estar juntos… Tenemos que aprender a perdonar… a perdonarnos y perdonar a quienes creemos nos hicieron daño para que podamos encontrar juntos el camino de regreso a nuestro hogar.

 

Sé que mis heridas han sanado más lento de lo que esperaba que lo hicieran, y de lo que tu esperabas, y que todavía quedan algunas por cerrar… pero tenemos que lograrlo amor… tenemos que encontrar la forma, porque solo contigo podré alcanzar paz y felicidad, como sé que solo conmigo tu podrás hacerlo.

 

Tus hijos se han llevado un par de cosas de aquí en un intento por aferrarse de alguna forma a ti… se que debes estar sonriendo con esa tonta sonrisa de orgullo que tanto amo… Edward… Te prometo… NO… Te juro que voy a poner todo de mi parte, que estarás con nuestros hijos y podrás recuperar tiempo con ellos. Pero te pido que hagas lo mismo y pongas también de tu parte para sanar y olvidar, para perdonar y perdonarte, y que podamos finalmente encontrarnos en nuestro hogar.

 

No estés triste… sé que nuestro destino es estar juntos.

 

Siempre tuya Bella….

 

Dios cuanta razón tenía siempre mi princesa… pero estaba feliz con su afirmación “sé que nuestro destino es estar juntos”….también yo lo sé mi amor… y en efecto pasaron años luz para que leyera su carta… pasaron exactamente 18 meses… es decir que mi piano hizo el viaje a Montepulciano hace un año y medio… pero como darme cuenta, si casi no vengo al departamento… me duele demasiado… cada vez que vengo recuerdo lo feliz que era y como lo jodí todo… generalmente cuando las ganas de regresar me sobrepasaban ya me encuentro a mi mismo en el umbral de la puerta… de esas veces generalmente solo consigo abrir la puerta, y me quedo parado bajo en dintel, y después de una hora en la que me asaltaba el dolor y los recuerdos cierro la puerta y me voy, después de llorar todo mi dolor… Solo una vez entre, pero no recorrí el piso… solo fui hasta nuestra habitación y me pase horas ahogándome de dolor y sufrimiento sobre nuestra cama hasta que llamé a mi hermana y a Jasper para que vinieran por mi… yo por mi mismo no podía salirme de aquí….

 

Que distinto sería todo si mis acciones fueran diferentes… que distinto sería sino hubiese confiado ciegamente en las "buenas intenciones” de Heidi… de mi mamá… de mi hermano… me aterra saber el tamaño de la implicación de mi mamá y de mi hermano en todo mi sufrimiento…es que si la mitad de mis sospechas son ciertas va a provocar la inminente disolución de mi familia… porque sé que ni Carlisle… ni Rosalie van a aceptar las cosas que se sucedieron y las consecuencias serán nefastas… Pero tengo que concentrarme en un paso a la vez, porque cuando me he concentrado en resolver varias cosas a la vez me he encontrado perdido y no he podido solucionar nada…

 

Pero que difícil es quitarme todo esto de la cabeza… son tantas intrigas… tantas cosas. Que no sé que hacer con todo… la verdad me siento abrumado… Al menos he podido resolver las más importantes como saber del paradero de mi princesa y de mis pequeños… Descubrí también la fundación en honor a mi hija, y pude ponerme de rodillas frente a la tumba de mi mariposita y pedirle perdón, le hable a mi peque de sus hermanitos y de mi amor por mi ángel… Estoy planeando viajes, reencuentros y mudanzas… Dios… han sido tantas las cosas por las que he pasado estos cuatro días… he vivido más en cuatro días que en los últimos seis años… Estaba haciendo un balance de todas las cosas de estos cuatro días, de todas las emociones, de todas las cosas que se resolvieron, de todas las intrigas que fueron asomando las puntas de sus lanzas,  cuando repentinamente mi teléfono….

 

- Sr .Yorkie, encontró lo que le pedí.- le dije a la persona que me llamaba.-

 

- La encontré Sr. Cullen.- me dijo.- Estoy completamente seguro que quedara plenamente satisfecho.

 

- Bien, cuando puedo verla?.-  le pregunte impaciente.-

 

- Ahora mismo si así lo desea.- me respondió.-

 

- Perfecto.- me dio la dirección.- Nos vemos en media hora, estoy cerca.- le dije.-

 

Mal colgué la llamada llame a mi hermana…

 

- Enana necesito verte a ti a y a Rose en la dirección que voy a mandarte por mensaje, nos vemos en media hora.- le dije.-

 

- Oye… que modales… que paso con el “Hola Hermanita hermosa, cómo te va?... .será que  podemos vernos…. Blablabla”…- me dijo mi hermana.-

 

- Duende te voy a dar la oportunidad de hacer y deshacer, te voy a dar más poder del que nunca has tenido de mis manos, te voy a dar mis tarjetas de crédito y te ofrezco una semana entera de compras y tu quieres formalismos.- le dije.-

 

- Compras?????… con tus tarjetas????… toda una semana?????.- dijo emocionada… ya me la imaginaba dando saltitos.- Cuando y donde nos vemos?.-

 

- Ya te dije… Media hora… y te mando la dirección por mensaje.

 

Pasada media hora, ya nos encontrábamos Erick Yorkie y yo esperando por mis hermanas frente a una hermosísima casa…. Estoy seguro que era la casa de mis sueños y la de mi princesa… Tendría que darle una buena comisión a este hombre, en menos de medio día había encontrado la casa que buscaba, pero claro ayudaba el hecho de que la casa estuviese en venta y que no me preocupara precisamente el precio que costará… Era cierto que yo tenía mucho dinero, había heredado una pequeña fortuna de manos de mi abuelo a la temprana edad de quince años, con la que Eleazar Denali me había ayudado a hacer inteligente inversiones, además que una vez salvado mi nombre de los errores del pasado me había ganado una buena reputación y un buen dinero con mi trabajo como arquitecto en la firma Volturi… que ahora era Volturi&Cullen Asociados, sin contar con el dinero heredado de mi difunta esposa Heidi…. Sin embargo, estaba más que claro que era el dinero de Heidi el que iba a usar para comprar esta casa, era el dinero por el que Heidi lucho, con el que iba a pagar la casa en la que pretendía vivir con mi princesa y mis hijos, era una pequeña revancha contra Heidi… tonta… si… sin lugar a dudas…  pero tenía que aprovechar la ironía… aunque muy en el fondo sabía que no era el dinero lo que había impulsado a Heidi a acercarse a mi y ofrecer el trato…. Sabía que no era el dinero el trasfondo de su odio hacia Mi Bella…. Porque a la final de ser por dinero y por tener un hijo, bien podría haberse casado con cualquier hombre con más fortuna o apellido que el mío entre la alta sociedad de Chicago, del país o incluso entre los socios italianos de su abuelo, incluyendo un contrato prematrimonial para salvaguardar su dinero. Pero eso no importaba ahora… lo cierto era que era el dinero de los Volturis, era el dinero de Heidi, el que me iba a dar el castillo para mi princesa.

 

- Es esta Edward?.- preguntó mi hermana mal se bajo del carro.-

 

- Eso espero, no la he visto aún, pero la verdad me urge, así que espero que sea esta.- le respondí acercándome a ella y a Rose, para saludarlas.-

 

- Estoy seguro que será esta.- me dijo Yorkie muy pagado de si mismo.-

 

- De que están hablando?... de quien es esta casa Edward?.-  preguntó Rose.-

 

- Espero que mía Rosie Rose.- le dije.-

 

- Vas a salir del nido.- me preguntó.-

 

- Del yugo será.- le dije a lo que ella rió.- la verdad es que si pretendo hacer regresar a mi princesa debo mantenerla alejada de mi madre.- le dije con sinceridad.-

 

- Y de Emmett.- dijo ella con un dejo de tristeza.- Por cierto porque demonios saliste  del centro comercial como un poseso.- me preguntó, mientras Alice, se adelantaba con Yorkie dando saltitos al interior de la casa.-

 

- Recuerdas en la revista la foto de Bella en el salón, esa que sale con sentada en la banqueta de un piano.- ella asintió con la cabeza.- Pues ese es el piano que tenia en el departamento que compartimos aquí en Chicago, mi hijo quiso llevárselo a Montepulciano.- le dije.-

 

- Dios… Edward… como no lo habías visto… Estamos hablando de un piano hombre, eres ciego o autista (*)?.- Me preguntó.-

 

- Ninguna de las dos Rose.- le dije.- sabes que evito todo lo que puedo entrar al departamento.- le dije con algo de tristeza.-

 

- Lo sé hermanito, pero mejor entramos a ver el castillo de las princesas y el pequeño principito.

 

Entramos a la casa, y era sencillamente perfecta, tenía dos plantas, pero tanto el sótano como el ático eran perfectamente habitables. Entre Rose, Alice y yo… contando además con algunos de los consejos de Erick, concordamos que el ático podríamos convertirlo en un espacio de convivencia de la familia, con  el salón de entretenimiento, sala de juegos, para los niños, también podríamos colocar un espacio para que los peques pudieran estudiar… un pequeño estudio, lleno de cuentos, donde pudieran tener pizarras y mesas de dibujo, ordenadores, una mesa de trabajo y una pequeña salita para leer. En la planta superior teníamos la habitación principal con un cuarto de baño enorme, una ducha de hidromasaje, dos lavamanos, y hasta una hermosa bañera antigua que estaba segura que sería de la adoración de mi princesa… parecía el baño de la suite presidencial del más elegante de los hoteles de lujo, lo separaba del cuarto un enorme vestier, que estoy seguro que gracias a la adicta a las compras de mi hermana iba a quedar pequeño, en lugar de sobrar espacio. Teníamos además otras cinco habitaciones, todas con su baño, podríamos usar tres de las habitaciones, una para Jane, otra para mi Gatita y la siguiente para Ed, las otras dos, una sería la habitación para invitados, y sería la que yo usaría mientras convencía mi princesa de que me permitiera regresar a su vida como su pareja, cuando lograra que mi princesa me perdonará del todo y cuando pudiéramos empezar a vivir nuestro amor… La habitación restante, era la más cercana a la habitación principal y esperaba que esa la pudiéramos ocupar con un nuevo bebé… la verdad es que la idea de tener otro hijo con mi ángel era algo que me atraía cada vez más y más… 

 

En la planta baja, teníamos una enorme y muy preciosa cocina, que sabía harías las delicias de mi ángel, había dos habitaciones para servicio si quisiéramos tener alguien fijo, la sala, el comedor, baño para visitas, y la lavandería, y dos habitaciones contiguas que podríamos usar una como estudio, la otra como sala de música, podríamos comprar un piano nuevo o podríamos traer el piano de Ed desde Montepulciano… y digo el piano de Ed, porque para mi ese piano ya era de mi pequeño campeón. El jardín era hermoso y lo suficientemente grande para hacer el jardín en honor de nuestra mariposita, colocar además el parque y la casa de árbol que quería Jane… y que ahora en los planes de mi hermana, era más bien una mansión en el árbol, tenía una piscina, hermosa enorme y una pequeña cascada, y un pequeño Chalet que pensaba convertir un espacio para mi y mi princesa, un espacio al que pudiéramos escapar juntos, tenía una pequeña terraza con un jacuzzi, y tenía un precioso baño, y dos recamarás, una de las cuales sería nuestro lugar secreto, la otra el estudio de mi princesa para que pudiera seguir su carrera de escritora y continuará creando maravillosas historias que deleitaran multitudes. Pensaba convertir parte del sótano como despensa y armario. La otra la convertiría en un espacio para mí y un estudio donde poder trabajar con algunas mesas de dibujo y mis implementos.

 

Esta era nuestra casa, era perfecta… sé que mi princesa sería feliz. No estaba demasiado lejos de la casa de Alice, ni de mi oficina, así que en un santiamén podría regresar de la oficina siempre que fuera necesario… además estábamos en la misma urbanización en la que vivían Emmett y Rose, aunque sé que por lo de Emmett no le haría demasiada gracia, pero estábamos muy cerca del colegio donde estudian mis sobrinos y Jane, era básicamente perfecto, sin contar que estábamos a unos quince minutos de Mount Olivet… era perfecto… sencillamente perfecto…

 

- Edward… como vas a hacer para mudarte sin que tu madre arme el gran escándalo.- me pregunto mi cuñada.-

 

- Rose mi madre va a armar el gran escándalo de todas todas.- le dije.-

 

- Cierto.- dijo mi hermana.- pero estaba pensando, que en una semana tendré esto listo, entre Rose y yo podremos comprar todos los muebles y hacerlos traer para el fin de semana, ya tengo planeado lo del jardín, lo tenía para la casa de mamá, solo debemos ajustar los planos. Ya se los di a Yorkie que los iba a llevar a la empresa de paisajismo que contrate, ellos me aseguraron que enviarían un ejercito de trabajadores y jardineros y en una semana o menos estaría listo.- me dijo feliz.-

 

- Eso es genial duende.- le dije despeinándola.-

 

- Y como vamos a hacer para sacar las cosas de Edward y Jane de la casa, dejando los gritos de Esme  solo para cuando ya estén de salida?.- pregunto Rose.-

 

- Podría pedirle a papá que se lleve a mamá de viaje de fin de semana.- dije encogiéndome de hombros pensando que no era una idea demasiado brillante.-

 

- Es demasiado genial hermano, que bueno que a veces piensas.- dijo pensativa.- solo nos queda un pequeño inconveniente….

 

- Emmett.- susurró Rose.- la verdad es que no entiendo a Emmett… Te juro que lo amo y es maravilloso, pero no entiendo su actitud de obediencia absoluta frente a Esme.- dijo apenada.-

 

- Solo eso… y que me dices de su actitud con respecto a Arizona.- le dijo Alice.-

 

- Alie… es lo mismo, la actitud de Emmett con Arizona es solo una de las tantas cosas que el hace incondicionalmente por su madre.- realmente Rose tenía razón, no es que Emmett sintiera una aversión directa hacia mi princesa, tampoco es que fueran los mejores amigos… pero el no tenía razón para odiar a mi ángel, sus reacciones simplemente eran una especie de obediencia ciega y fiel a los designios y pedido de mamá. Pero no entendía, porque ni Alice ni yo habíamos nunca generado esa dependencia hacia mi madre. Lo cierto era que de pequeños mi madre siempre hacia que Emmett se sentara en su regazo y siempre siempre le estaba susurrando cosas al oído, incluso cuando estaba dormir; y a veces cuando Emmett tenía pesadillas y se despertaba llorando lo único que repetía una y mil veces es que el no era un niño malo, que el era obediente y que mamá no tendría la necesidad de cambiarlo por otro niño mejor… no sé porque pero ahora creo que las cosas que continuamente le susurraba mi madre a Emmett tenían que ver con sus pesadillas y sus pensamientos, pero no podía creer que mi mamá fuera tan cruel con su propio hijo,  y aunque  a mi me ha hecho algunas cosas, yo ya era un adulto… de niño mi madre siempre fue atenta y cariñosa… a veces sobreponía sus obligaciones sociales con el club de damas, pero nosotros siempre estuvimos claros Alice y yo que ella estaba demasiado pendiente de los que decían sus amigas de alta sociedad o hacerle creer a los demás que éramos la familia más malditamente perfecta de todo Chicago… y a la final Jasper, Rosalie y Heidi, eran las joyas de la corona que terminarían de engalanar a su familia… eran hijos de tres de las más antiguas, poderosas y ricas familias de Chicago, los Whitlock, los Hale y los Volturis… en el caso de Jasper y Rosalie, hijos únicos y herederos de dos fortunas impresionantes… Los Volturis una de las familias más ricas no solo de Chicago sino de todo el país, solo los Swan y los Denali eran más ricos y poderosos… así que el desprecio de mi madre por mi princesa no tenía motivos monetarios o de alcurnia, pero definitivamente algo había, porque no era de gratis ese odia irracional y sin sentido. Pero aparte de eso mi madre siempre fue una madre cariñosa, dedicada y ejemplar.

 

- Es perfecto, no te parece Edward.- me dijo mi hermana sacándome repentinamente de mis pensamientos, aparentemente ellas seguían hablando de la mudanza.

 

- Perdón estaba distraído, que decían?.- les pregunté.-

 

- La verdad nos dimos cuenta.- dijo Rose entre risas acompañada por mi hermana.- les decía que yo me encargaba de Emmett, pero eso solo te dejaba a la pixie y a Jazz para ayudarte.

 

- Es perfecto Rose, no te preocupes.- le dije.- Gracias de verdad.

 

- Bueno yo voy a hacer las reservas de papá y mamá, las pago con tu tarjeta.- me dijo Alice, extendiendo su mano para que le entregara mis tarjetas, le había entregado al diablo las llaves del infierno, pero lo importante era poder mudarme lo antes posible y sin dramas, no quería darle a mi madre la oportunidad de envenenar a mi muñequita.

 

Salimos de mi nueva casa, tendría que pasar por mi oficina, puesto que Yorkie me llevaría esta tarde los documentos para que los firmará y así entregarle oficialmente la llaves de mi casa a mi hermana y Rose para que hicieran su magia… estaba seguro que sería perfecta, tenía todo lo que había imaginado y más, espero de corazón que fuera también del agrado de mi princesa y de mis otros dos pequeños, no llevaría a Jane hasta el fin de semana, puesto no quería que aumentara su excitación en cuanto a la casa nueva y dijera algo comprometedor delante de Doña Esme y que me explotara la bomba en las manos… de camino a la oficina, quise comprobar si Mount Olivet estaba tan cerca como me lo había asegurado Erick, de hecho había sido una de las múltiples condiciones que había pedido sobre la propiedad.

 

Doce minutos exactamente me llevó desde la puerta hasta Mount Olivet, estacioné el auto, me baje despacio y entre en la floristería que se encontraba cerca del cementerio a comprarle unas nuevas flores a mi mariposita, mientras me despachaban un lindo arreglo de gerberas color rosa pálido (margaritas holandesas) encontré unas pequeñas maripositas de fantasía que usan para decorar los arreglos, compré varias de muchos colores y las llevé para colocarlas con el peluche que mi muñequita había llevado el día anterior… Había convertido ese espacio en el C49 como el lugar en el que encontraba paz y sosiego, allí frente a la tumba mi mariposita…  

 

- Hola pequeña.- le dije.- Tenía muchas ganas de visitarte cielito.- dije mientras me sentaba en el suelo.- Sabes mariposita, hoy compre una casa para que podamos vivir, tu mami, tus hermanitos y yo, y tus tías Rosalie y Alice están preparando también un hermoso lugar para ti amor…. Dios cariño, espero que pronto pueda venir a visitarte junto con tus hermanitos y tu mamá, que seamos todos la familia que tenemos en pausa desde hace tanto tiempo… Como te extraño cielito.- dije tras un profundo suspiro.-

 

De pronto recordé el video que había recibido de mi gatita el día anterior, así que busqué el teléfono en mi bolsillo y corrí el video, quería verlo en compañía de mi mariposita… aunque ya lo había visto como mil veces, esta vez era especial, porque lo veía junto a mi pequeña Marie…

 

- Mira Marie…. Este video me lo mando Lizzie ayer.- dije mientras me perdía en los hermosos ojitos de mi gatita.- No es hermosa tu hermanita?.... es tan bella como seguro lo serías tu mi angelito. No sabes lo feliz que fue papito ayer cuando vio el video que me mandaron tu mami y tu hermanita… es una lástima que tu hermano no saliera, pero espero poder ver sus fotos pronto… Y… hoy… hoy princesita vi unas fotos de tu mami en una revista, es tan hermosa, mucho más de lo que es en mi memoria. Tu y tu hermanita son tan lindas como ella amor… aunque tu siempre fuiste la que más se parecía a mi hermosa princesa.- mientras disfrutaba de unos minutos de paz con mi mariposita sonó mi teléfono era de mi oficina, así que seguramente Yorkie me esperaba con el contrato… Este hombre si que era rápido con su negocio, seguramente esperaba una buena comisión, que no pensaba negarle después del espléndido trabajo que había realizado… la última prueba para verificar la perfección de mi nueva casa, era saber si estaba realmente cerca de la morada de mi mariposita… y siendo honestos doce minutos no estaba nada mal… Tanto mi princesa como yo podríamos venir a visitar a nuestra pequeña siempre que quisiéramos.

 

- Cariño, tengo que marcharme, a solucionar las cosas con la casa, pero te prometo que pronto pronto estaré de regreso, a la final no podrás extrañarme porque siempre estas conmigo… Te amo mariposita… papito te ama muchísimo… No lo olvides.- Cada vez me era más fácil estar aquí, cada vez me era más fácil sentir el perdón de mi pequeña, cada vez me era más fácil sentirme seguro que ella me amaba… con todas esas certezas deje Mount Olivet, para firmar el papel que me darían el castillo para mi princesa.

 

Pase un rato por la oficina, firme mi contrato, realice la transferencia para el primer pago de la casa, y regrese a casa de mis padres, pase un rato con Jane, hicimos juntos la tarea, jugamos y luego de darle de cenar me fui al estudio recordando que tenía un compromiso que cumplir, que era grabar la nana de mi bebé para poder enviársela por correo a ver si la ayudaba con sus pesadillas… era una pequeña contribución, pero era algo. Estaba entrando a mi estudio cuando de pronto fui interrumpido por la persona a la que menos paciencia le tenía esta semana…

 

- Vas a encerrarte de nuevo a leer el libro de esa.- me dijo mi madre destilando su desprecio por mi ángel.-

 

- Mamá te agradezco infinitamente que no te expreses de esa forma de Bella… recuerda que Bella es mi mujer y es la madre de tus nietos.- le dije intentando agarrarme de toda la calma que traía tras la visita a mi mariposita y el rato pasado en compañía de mi muñequita.- su nombre es Isabella Swan… sino quieres decirle Bella, porque te parece demasiado cariñoso, entonces llámala Isabella, pero te exijo que respetes a mi mujer.

 

- Tu mujer?.... tu mujer?.... Edward por favor no me hagas reír.- me dijo.- Esa siempre ha sido tu amante, solo eso.- me dijo.-

 

- Isabella fue mi amante porque yo fui un imbécil que lo jodí todo, que me deje envolver por la salida fácil que Heidi y tu me ofrecían, que me deje llevar por toda la basura de Heidi, por toda tu basura, pero eso no quita que sea mi mujer, la mujer que amo, la madre de mis hijos, y te pido que la respetes.- dije, mientras mi madre iba acalorándose más y más por la fuerza de su ira.- y te lo advierto, voy a conseguir que Bella y mis hijos regresen, y entonces haré todo por convertir a Bella en mi esposa.- le advertí.-

 

- Pues te advierto de una vez que no pienso permitir que esa cualquiera que le destrozo la vida a la santa de Heidi ponga un pie en esta casa.- me amenazo.-

 

- Como quieras mamá, es tu casa.- le dije y ella sonrío satisfecha.-

 

- Me alegra que entrarás en razón hijo.- me dijo colocando cariñosamente su mano en mi mejilla, tome su mano delicadamente dándole un pequeño beso.-

 

- Claro que entré en razón mamá, porque si mi mujer no puede poner un pie en TU casa… que es también la casa de mi padre… entonces ni yo, ni mis hijos los pondrán.- mi madre me miraba sinceramente asombrada como si no se creyera lo que le decía.- y solo para que te quede claro… cuando digo mis hijos, me refiero a todos ellos… si Bella no puede estar en TU casa, tampoco estarán Edward y Elizabeth, tampoco yo… y tampoco Jane.- a mi madre se le escapo un jadeo de horror.-

 

- No te atrevería a hacerme eso Edward.- me dijo molesta.- No puedes alejarme de Jane.- me dijo.-

 

- Yo soy el padre de Jane, yo tengo su custodia, yo tengo la guarda, y yo soy quien decide que es lo mejor o que no para mi hija, y  si decido que lo mejor para mi hija es estar lejos de ti… aunque seas mi madre, aún con el dolor de mi alma… de ser así no dudaré ni un minuto en apartarla de ti…- mi madre no se creía mis palabras y me miraba con dolor en los ojos… porque si algo tenía mi madre era su amor sincero por Jane, o eso creo, porque con tantas locuras que he descubierto en estos cuatro días, después de las cosas que he recordado ya no puedo estar seguro de las buenas intenciones de nadie. – Ahora si me disculpas tengo cosas que hacer.- le dije entrando a mi estudio y cerrándole la puerta de un portazo en la cara… Era mi madre… me dolía tener que comportarme así y hablarle de esa manera, pero no podía permitir de ninguna manera que  siguiera dañando a mi princesa.

 

Una vez en mi estudio me concentré en mi piano y en grabar la nana de mi gatita para enviársela por correo… Me senté en el piano, busque mis anotaciones del día anterior y conseguí terminar la melodía, la toque un par de veces hasta asegurarme que fuera perfecta y cuando todo estaba como lo quería la guardé, y la pase a mi computador para enviarla. Abrí mi correo, aún no había recibido respuesta alguna de mi correo de ayer, ya me estaba acostumbrando a ese intercambio diario me hacía sentirme cerca de ella de alguna manera. Y … si … ahí estaba, y tenía un archivo adjunto…. Estaba increíblemente emocionado. Antes de abrir el correo le mande un mensaje a mi papá…

 

Papá tengo un nuevo mensaje con archivos, quiero verlos pero pensé que te gustaría acompañarme…

 

Su respuesta no tardo en llegar…

 

Claro que quiero hijo, dame unos minutos para que tu madre se calme, estaba tan alterada por lo que le dijiste que se tomo un calmante, está casi dormida, dame unos minutos y voy.

 

Por un minuto me sentí culpable por la situación de mi mamá, pero no podía echarme para atrás, porque si no terminaría por perder a Bella, aun sin haberme ganado su perdón aún. Mientras mi padre llegaba decidí leer el mensaje de mi princesa.

 

Cariño…

 

No sabes lo feliz que hiciste a nuestra hija con el mensaje que le enviaste, paso todo el día súper feliz y enloqueciéndome para que cada hora revisar el correo para ver si ya le habías enviado su nana, esta segura que ese será su talismán contra el coco… y todas esas cosas que inventa Ed para asustar… pero tendrías que verla, le dejaste una sonrisa todo el día tatuada en el rostro.

 

Ed ya esta menos enfurruñado, de hecho el también esta muy intenso con eso de la nana, ha estado todo el día frente el piano probando acordes, porque quiere adelantarles el trabajo, esta empeñado en escribirle él las nanas a Jane y a Marie, en vista que tu escribiste una para mi y otra para Lizzie… así que te pido que no solo mandes el nana, sino que también las notas y los pentagramas para que el las toque, dice que quiere practicar para poder tocar contigo…. No sé cual de los dos me ha enloquecido más con este asunto de la nana.

 

Sino te escribí más temprano fue porque estaba con los niños seleccionando las fotos que querían que te enviara… de ser por ellos tendría que cargar millones de fotos, así que decidimos en consenso que te enviaríamos varias en cada correo, de esa forma desde hoy hasta que por fin nos encontremos cielo, recibirás fotos en todos los mensajes. También me pidieron que enviaras fotos tuyas y de Jane, ambos están muy emocionados con respecto a ella… Lizzie, porque le emociona tener otra niña de hermana mayor, y tener a alguien con un poder de decisión mayor en cosas de hermanos que Ed… y Ed aunque le frustra no ser el hermano mayor (ya que es controlador, posesivo, detallista y cuidador nato como su padre)… esta realmente emocionado por tener otra mujer en su familia a la que cuidar y proteger… creo  que te lo he dicho antes cariño, tener a Ed cerca de mí, es como tener un pequeño clon tuyo revoloteando a mi alrededor, porque no solo es físicamente idéntico a ti, sino que su carácter es exacto. Creo que si hay alguien que pueda derretir el corazón de la Reina de Hielo, ese será sin duda nuestro pequeñito (disculpa por hablar así de tu madre, pero sabes que nuestra relación se ha mantenido siempre en una nevera).

 

Cariño espero que pronto nos encontremos juntos… Estamos cerca… muy cerca de lograrlo, y te agradezco que te estés tomando las cosas con calma y estés respetando mi espacio… Te amo más por eso… Te amo cielo, y espero puedas seguir esperando…

 

Bella…

 

Que perfecta era mi princesa… Dios que mujer tan maravilloso, de sobra decir que estoy absolutamente emocionado por lo de las fotos, y me muero por abrir el archivo, pero le prometí a papá que esperaría por él…. La Reina de Hielo… que perfecto… pero tenía que pensar quien era Emmett en esa ecuación… Dios no podía dejar de pensar en ese asunto Esme – Emmett, presiento que hay algo oscuro en eso, pero no logró descifrar que será…A veces siento que Emmett más que un esbirro de mi madre, es un instrumento de venganza… como lo fui yo en manos de Heidi… lo que no sé es que fue lo que originó ninguna de las dos venganzas de estas dos mujeres… a la final estoy casi convencido que Emmett es más victima que victimario, pero eso no lo exime de las cosas horribles que sospecho que hizo, y que si llegará a comprobar no sé hasta que punto dañaría mi relación con mi hermano. Unos pequeños golpes en la puerta me sacaron de mis pensamientos.

 

- Siento que esto llevará más tiempo del pensado.- me dijo a modo de disculpa mi papá a modo de disculpa desde la puerta.-

 

- No te preocupes papá, estaba pensando algunas cosas mientras.- le dije.- Cómo esta mamá?.- le pregunte. Podría ser una arpía, una bruja, la Reina de Hielo o lo que sea pero era mi madre.-

 

- Edward tu madre es una mujer controladora, quiere controlar todo lo referente a Jane, creo que para ella criar a Jane es como criar a Heidi… no sé… no sé pero Heidi era como la hija que nunca tuvo.- dijo mi padre.-

 

- Papá, te olvidaste de Alice.- le dije riendo.-

 

- Claro que no hijo, dije la hija que nunca tuvo.- me repitió.- Tu hermana es maravillosa, y es mi princesa, hago todo lo que ella quiere como y cuando me lo pide, pero dime en que se parece tu hermana a la hija perfecta de tu mamá…

 

- En nada.- le dije entendiendo lo que me quería decir.-

 

- En cambio Heidi….- dijo nuevamente.-

 

- Heidi era ambiciosa, elegante, fina, de sociedad, miembro del comité de damas, se la pasaba en el club o en el spa, ayudaba a mi madre con sus fiestas benéficas y todas los eventos que se inventaba.- si… Heidi era la hija perfecta que mi mamá nunca tuvo… o eso creía ella.-

 

- Exactamente hijo… tu madre, siente que Jane es su oportunidad de criar a una Heidi, pero con el apellido Cullen, esa es otra de las razones por las que debes marcharte de aquí hijo.

 

- Pues si… sobre eso.- iba a contarle lo de la casa, pero solo una mirada me hizo saber que mi hermana lo había hecho por mi.- Ya mi hermana te contó, no es cierto?.

 

- Si hijo.- me dijo riendo.- sabes que tu hermana es malísima guardando secretos, se emociona tanto con las cosas que no puede evitar estar por ahí contándole a todo el mundo, tienes suerte que se lleve mal con tu mamá.- tras un minuto en silencio añadió.- por cierto hijo gracias por el viaje de fin de semana. Has sido extremadamente generoso.- me dijo soltando una carcajada.-

 

- No te preocupes papá, ha sido todo un placer.- me uní a su risa.-

 

- Bien ahora cuéntame, que vamos a ver hoy?.- me preguntó.-

 

- Fotos…. Mi princesa me mandó unas fotos, y me prometió que en todos los correos me irán enviando otras.- le dije emocionado.-

 

- Perfecto, vamos a ver a mis nietos.- dijo apurándome.-

 

- Bien aquí vamos.- le dije, fui abriendo cada una de las diez imágenes y estaba muy emocionado, el primer archivo era una foto de mis dos pequeños, ya habíamos visto a mi gatita en el video del día de ayer, ambos estaban sentado sobre el tronco inclinado de una parra, según el titulo de la foto fue tomada el día de hoy… ahí estaba mi hermosa gatita, con su hermoso cabello chocolate, con sus suaves rizos en las puntas, y como había sospechado tenía unos hermosos reflejos rojizos como los de mi princesa, ahí a la luz del día eran aun más preciosos sus lindos ojos verdes y profundos como un pozo, llevaba un lindo vestido azul, medias de invierno, un pequeño abrigo y botas, imagino que aún cuando parecía soleado, al estar por entrar en el invierno ese sol no debería calentar demasiado y el clima sería más bien frío, tenía una hermosa sonrisa que la hacía verse aun más tierna de lo que era mi pequeña… A su lado estaba mi pequeño, con su cabello cobrizo despeinado, sus ojos verdes iguales a los míos, aunque no tan profundos como los de mi gatita, tenía mi misma nariz, mentón, todo… era como ver una foto mía a su edad… llevaba una pantalón beige, camisa clara y un suéter azul, con una pequeña bufanda anudada con mucho estilo, y un solo zapato, porque su otro pie estaba calzado con el yeso que llevaba en su pierna… Mis hijos eran perfectos.

 

- Son perfecto Edward.- me dijo mi padre haciendo eco de mis pensamientos.-

 

- Si que lo son.- le dije embelezado por la foto.-

 

- Edward es idéntico a ti.- me dijo.- y Lizzie, tiene el color de cabello y la nariz de Bella, pero sus demás rasgos son muy parecidos a los tuyos… ambos se parecen muchísimo a ti.

 

- Si papá, sin necesidad de los exámenes de ADN por los que tanto pelean Emmett y mi madre, con ese parecido es imposible que puedan negar que estos pequeños son mis hijos… Hasta Marie que era la más perecida a mi Bella tenía mi cabello.

 

- Completamente de acuerdo.- me dijo.- Pero nos quedan nueve fotos Edward, así que quiero ver los siguientes imágenes de mis nietos.- me apresuro papá. La segunda foto también había sido tomada hoy, pero mis hijos se veían mas relajados, estaban haciendo muecas y se veían graciosos y cómodos, era una imagen hermosa que me  hacía sonreír. Y así fueron sucediéndose las fotos, habían cinco fotos más de los mellizos en cada uno de sus cinco cumpleaños, otra de Ed tocando el piano, mientras mi gatita vestida de bailarina, con una linda malla, y tutú azul oscuro, ese azul que al igual que a su madre la hacía verse aun más hermosa de lo que era y resaltaba sus bellísimos ojos… Quedaban dos fotos… la siguiente hizo que el aire se que quedará atorado en el pecho, mis pequeños estaban sentados en un banco en paseo marítimo del “Millenium Park”, ese era nuestro banco, era ahí donde íbamos mi princesa y yo cuando queríamos escapar de los chicos cuando éramos adolescentes, fue ahí, donde fuimos después de la cena cuando nos reencontramos a su llegada de Londres, fue ahí donde nos declaramos nuestro amor, donde nos dimos nuestro primer… nuestros primeros besos… Estaba realmente emocionado por ver a mis pequeños en ese lugar que fue tan importante siempre para Bella y para mi, pero me hubiese encantado llevarlos yo mismo… sin embargo… cuando tenga la oportunidad yo mismo los llevaré, e iremos los cinco, a ese lugar tan importante para mi y mi princesa.

 

- Esa foto es…- decía mi padre, no muy seguro de que sus pensamientos fueran ciertos.-

 

- Si papá… es el Millenium Park aquí en Chicago.- le dije.-

 

- Woao…. Los niños han estado aquí.- dijo afirmando más que preguntando.-

 

- Si papá, recuerdas mi medalla que tenía ayer Lizzie en el video.- el asintió.- bien lo consiguió Lizzie en mi antiguo departamento y cuando supo que era mía quiso conservarlo… Como Edward, también quería tener algo mío, hizo que Bella se llevará mi piano a Montepulciano.- le dije y me miró con incredulidad.-

 

- Tu piano?.- pregunto.-

 

- Si papá, mi piano. El pequeño Ed también toca el piano, según mi princesa lo hace muy muy bien… y quiso llevarse mi piano a su casa.- me dijo.-

 

- Y cómo lo sabes?.- me preguntó.-

 

- Salió una entrevista de mi princesa en una revista.- dije buscando la revista que había guardado cuando llegue a casa en la gaveta de mi escritorio, y le mostré el piano señalándole específicamente en la dedicatoria que tenía grabado con la navaja.- esta dedicatoria se la hice a Bella, cuando compartíamos mi departamento, cuando vi la foto fui al departamento y el piano no está allí, pero había una carta de mi princesa y una nota de Ed.- Le mostré la nota de mi campeón.-

 

- Hijo tus hijos no solo son hermosos, también son sumamente inteligente.- me dijo, yo le respondí asintiendo con una sonrisa orgullosa.-

 

- Bien papá  queda una foto por ver, al menos por hoy.- Abrí la siguiente foto y mi emoción se multiplico enormemente… allí había otra foto de mis pequeños en el “Millenium Park”, pero junto con ellos estaba mi ángel. Completamente hermosa, con unos jeans, una sencilla camisa blanca, una hermosa chaqueta y lindos zapatos, sencillamente perfecta, linda, simple y sencilla… perfecta, con su hermoso cabellos castaño suelto, y abrazando a nuestros hijos con una linda sonrisa, con una precisa sonrisa que se refleja perfectamente en sus bellos ojos chocolates… Dios… como extrañaba esos ojos chocolates de mi princesa. Las fotos que había visto de ella en la revista o su libro, tenía los ojos verdes… pero aquí tenía a mi ángel de nuevo con sus hermosos ojos chocolates, mostrándose felices en compañía de nuestros bebés. Esa era definitivamente mi foto favorita, iba a imprimirlas y algunas de ellas, sobre todo las tomadas hoy y estas en Chicago se unirían a mis fotos y las de Jane en nuestra casa… Ahora en mi casa podría tener libremente expuestas las fotos de mi princesa y de mis bebés, a la espera de más fotos de todos juntos, como la familia que esperaba que fuéramos… De hecho le enviaría por correo todas las fotos que tenía de mis trillizos a Alice, para que las incorporara con algunas fotos de Jane en la decoración de la casa… Me quede embelezado con la imagen de mi princesa y mis peque.- Que bella es mi princesa.- pensé en voz alta.-

 

- Si hijo, ciertamente lo es, Bella siempre ha sido muy hermosa, aunque ella no lo crea.- me dijo mi papá y ahí me di cuenta que había manifestado en voz alta mis pensamientos.-

 

- Si… mi princesa no se ve con claridad.- afirme lo que había dicho mi padre, recordando todas las veces que discutimos mi ángel y yo porque ella se consideraba inferior que Heidi y hasta inferior que yo y eso era algo que me molestaba y era motivo de discusiones entre ambos.  

 

- Y que tal la casa nueva?.- me pregunto mi padre, cuando estaba por responderle le llegó un mensaje a su teléfono. Lo leyó y me hizo un gesto con la mano a modo de disculpa, mientras buscaba un número en su agenda.- Hola Renata, como estas?.- le dijo… Renata… Renata, será la misma Renata que conocemos…. A cuenta de que mi papá habla con Renata.- No Reny podemos hablar, no te preocupes.- y con eso salió de mi estudio con el teléfono pegado a la oreja, y apenas haciendo un saludo como despedida… Reny??????.... que demonios fue todo eso… Ahora que lo pensaba Renata Fancinelli… era la socia de Rosalie y Emmett en la revista, pero lo era porque había heredado el negocio de Heidi, era Heidi Volturi, mi difunta esposa quien era la socia de Emmett y Rose en la revista, a su muerte fue leído el testamento, y  en ese momento supimos que aunque el dinero y la mayoría de los bienes de Heidi fueron heredados por mi hija y por mí, hubo una serie de cosas puntuales que le heredó a Renata, su mejor amiga, aparte de sus acciones en la revista, le dejó una cuenta bancaria con trescientos mil dólares, su carro preferido un Bentley Continental GT Negro, y su apartamento en Manhattan… pero la verdad era que la profesión de base de Renata no tenía nada que ver con el mundo de fashion o de la alta sociedad de Chicago, puesto que Renata era trabajadora social, y siempre ha trabajado en el Northwestern Memorial Hospital, el hospital donde mi padre era director de cardiología… así que podría tratarse de un asunto de trabajo, pero… Reny… Reny????.... a que venía eso????.

 

Mi cabeza va a explotar, no puedo resolver una interrogante cuando me caen otras tantas a tropel… y volviendo al tema del testamento de Heidi… la verdad es que nunca había pensado ciertamente en el extraño testamento de Heidi, porque además del dinero, el negocio, el auto y el apartamento, Heidi le dejo a Renata una selección importante de sus joyas más preciadas, de las cuales solo dejo muy pocas para nuestra hija… En su última voluntad incluyó un collar muy antiguo que le dejo a Esme, el resto del dinero, autos, obras de arte y propiedades quedaron para Jane y para mi, pero dentro de su testamento no dejó absolutamente para Marcus y Didyme, sus padres, ni para su hermana Chelsea… Pero cualquier pregunta que tenga al respecto solo Renata podrá sacarme de dudas, así como que demonios pasó entre Heidi y mi madre en ese viaje por el que discutían hace un par de días, y cual era el problema de Heidi con mi princesa, porque podría jurar que mi princesa jamás me diría de que se trataba el problema entre ellas, porque al estar Heidi muerta no podría decir nada a favor de su defensa… era tonto… sin lugar a dudas… pero así de noble era mi ángel.

 

En fin… no iba a seguir pensando en eso… así que… mejor hacer algo más satisfactorio que pensar en que podrían traerse mi papá y Renata… lo más seguro es que se trate de un asunto de trabajo y yo aquí buscándole las cinco patas al gato… Así que lo mejor que podía hacer era enviarle un correo a mi princesa… Escanee el pentagrama de la nana de mi gatita, para anexarla junto con la grabación al correo, y así mi campeón tendría con que entretenerse mientras no le quitaran el yeso…

 

Mi princesa, mi ángel, mi amor…

 

Hoy fui inmensamente feliz al ver esas imágenes de mis pequeños, pero sobre todo fui feliz de verte en esa foto con ellos, en ese lugar que para nosotros significa tanto, ese lugar en el que nos besamos por primera vez, en el que nos declaramos nuestro amor, en el que me sinceré contigo contándote mi estupidez… Fui inmensamente feliz, estabas tan hermosa en esa foto, con esa sonrisa que siempre me ha robado el sueño y esos maravillosos ojos color chocolate… Sabes cuanto amo tus ojos mi amor… cuanto amo perderme en ellos, cuanto deseo que podamos vernos, que podamos hablar las cosas, no sabes todo lo que necesito pedirte perdón… esa imagen es definitivamente mi favorita, tu sonriendo feliz, abrazada a nuestros hermosos y maravillosos bebés… no sabes cuanto desee ser yo quien tomara esa foto…

 

En los próximos correos te voy a enviar fotos mías y de Jane, pero en este voy a enviarte la nana de mi gatita, para que aleje con ella sus pesadillas. También voy a anexar los pentagramas para que mi campeón pueda tocarlos y así se distrae mientras tiene el yeso… Dios princesa como me gustaría estar con ustedes, como me gustaría pasar con ustedes la navidad… Sería maravilloso que durante las fiestas pudiéramos estar juntos los cinco… pero no te sientas presionada cielo… yo te voy a dar todo el tiempo, todo el espacio que necesites amor… es lo mínimo que te debo… estoy decido a hacer cualquier cosa para que seas feliz…

 

Hoy fui a nuestro departamento princesa, y encontré la nota de mi campeón, sinceramente me hace feliz que nuestro piano este en manos de nuestro pequeño, no podría imaginar un lugar mejor para esa pieza, que fue testigo de tantas alegrías y tantos buenos momentos que vivimos juntos, tengo su nota guardada en mi billetera donde antes estuvo la medallita que ahora cuida a nuestra gatita, y también leí tu carta amor… Tenías toda la razón, paso demasiado tiempo para que me diera cuenta de que el piano no se encontraba en Chicago, y que había hecho camino con ustedes.

 

Estoy preparando una sorpresa para ti y nuestros bebés… espero que cuando vuelvan a Chicago estés lo suficientemente preparada y sanada para que hablemos y pueda mostrárselas… me muero por tenerte aquí conmigo mi amor…

 

Cielo no quiero que te preocupes por la Reina de Hielo, después de estos años de sufrimiento, puedes creer que no estoy dispuesto a tolerarle nada en contra de ti, y mucho menos contra nuestros pequeños… El imbécil que fui murió ese día que fui a buscarte en la clínica a Londres y me enteré de la muerte de nuestra mariposita… Ese maldito imbécil que tanto daño te hizo se murió en esa cura de sueño que me hicieron cuando me hospitalizaron… Así que estoy dispuesto a enfrentarme a quien sea por tu felicidad y por la felicidad de mis hijos. 

 

Dile a nuestros hijos que los amo, que los amo mucho y los extraño, que espero que estemos juntos pronto.

 

Te amo, espero tener pronto noticias tuyas y más fotos de nuestros bebes

 

Te amo

Te amo

Te espero

Siempre tuyo

Edward.

 

Antes de apagar el computador, reenvíe las fotos a mi hermana y guarde las imágenes para poder mandarlas a imprimir mañana,  recibí una llamada de mi hermana.

 

- Ya sobrepasaste el límite de mis tarjetas duende.- le dije a modo de saludo, entre risas, pues estaba sinceramente feliz de que ella decorará mi casa, y por mi si estaba lista mañana mejor, costará lo que costará, a la final sería el dinero de Heidi el que financiara todos esos caprichos, y estaba seguro que en este momento estaría revolviéndose en la quinta paila del infierno que esta convertida en su morada.

 

- Que dulce eres hermano, pero no… aún no, pero tu casa va a quedar hermosa, así que cuando la veas te vas a olvidar de todo el dinero gastado.- me dijo.-

 

- Pienso usar el dinero de Heidi así que me importa muy poco.- le dije.-

 

- El dinero de Heidi?.- se echo a reír.- Ed usar el dinero de Heidi para eso es como ir a bailar sobre su tumba.- siguió riendo.-  Sabes no te pedí nada a cambio por ayudarte con eso, pero ya sé que quiero.- me decía entre risas.-

 

- Si tienes mi casa lista para el viernes te daré lo que quieras, así que pide.- le dije.-

 

- Pues quiero estar presente cuando le digas a Esme que le compraste una casa a Bella con el dinero de Heidi.- decía entre un ataque de risa.-

 

- Cuenta con ello.- le dije sin poder evitar reírme.- Y cuéntame hermanita, a que debo el placer de tu llamada.- le pregunté.-

 

- Pues antes de venir a casa y después de comprar montones de cosas para tu nuevo hogar…- la interrumpí.-

 

- Casa… Alice… Casa…- le dije.- mi Hogar es Bella, esas cuatro paredes son solo una casa.-

 

- Bueno Romeo, lo que sea.- me dijo algo irritada por la interrupción, puesto que corte su dramatismo.- la cosa es que antes de venir a casa pasamos por la oficina de Rose y nos encontramos que Renata tenía en sus manos el fax que envío desde Italia el agente de Arizona… y a que no sabes?.- me dijo intentando devolvérmela, por la interrupción anterior.-

 

- Ni idea enana, dime de que se trata.- le dije.-

 

- Pues que puedes ponerte a bailar, porque Arizona firmó el contrato, así que tan pronto como el diez de enero estará en Chicago.- Bendito sea Dios… poco más de un mes, en poco más de un mes podría ver a mi princesa, y con suerte a mis pequeños.-

 

- Gracias hermana, no sabes la felicidad que siento en este momento.- le dije completamente feliz. Me despedí de mi hermana y me acosté en el sofá para leer un rato el diario de mi princesa, pase un rato decidiendo si empezar donde me quede o escoger una página al azar de pronto descubría algo interesante… Mientras decidía que hacer me removí en el sofá para poder sacar la cajetilla de cigarros del bolsillo posterior de mi pantalón, el movimiento provocó que el libro cayera al suelo, y ahí lo deje mientras encendía el cigarro… mientras le daba la primera calada me di cuenta que era el primer cigarro que me fumaba en dos días… mi último cigarro había sido el día que recibí el correo de mi ángel, antes de descubrir que mi mariposita estaba en Chicago… supongo que era porque cada vez me sentía más feliz con el rumbo que tomaban las cosas, y necesitaba menos de la nicotina para sosegar mi ánimo… decidí por tanto que este sería mi ultimo cigarro, les debía a mis hijos un padre sano que pudiera estar con ellos muchos años, tenía que recompensar los cinco años que he estado lejos de su vida.

 

Me senté en el sofá fumándome el cigarro despacio, si iba a ser mi último cigarro, pues iba a disfrutarlo… una calada tras otra, y sin dejar que ningún asunto en particular se quedara mucho tiempo en mi mente en ese momento terminé mi cigarro, levantando del suelo el libro que cayo abierto, así que no me preocupe más y comencé a leer ahí donde se había quedado abierto…

 

Regresé del hospital, parecía una sombra, estaba absolutamente destrozada… y si no me dejaba abatir, era por los dos pequeños, que venían en los brazos de sus tíos Taylor y Alex… solo porque mis dos pequeños me necesitaban no permitía derrumbarme… Dios… que dolor tan grande siento… porque tuvo que morir, porque tuve que perder a mi mariposita… como necesitaba a Robert a mi lado, como lo necesitaban mis pequeños, no quiero siquiera pensar en el dolor de mi amor cuando se enteré de la muerte de nuestra bebé, va a sentirse completamente destrozado, conociéndolo como lo conozco se va a culpar y  va a perder la paz de su alma por no haber conocido nunca a nuestra bebé, porque estoy segura que se va a culpar de por vida de no haberle dicho a nuestra bebé lo mucho que la ama mientras su corazoncito latía…

 

Pero como culparlo… como si Dakota también estaba en peligro… Dios… que Dios me perdone pero estoy segura que Emely causó el accidente… estoy segura que de alguna forma ella se enteró de que Rob venía para Londres e intentó detenerlo a toda costa… Pero clase de madre… como poner en peligro a tu pequeña… Entiendo que Emely dio a luz a la pequeña nada más para poder contar con algo con lo que controlar a Rob toda su vida, impidiéndole tomar decisiones definitivas para estar conmigo, impidiéndome la felicidad… aunque Robert crea que ella quiso tener el bebé por el dinero de la herencia, yo sé que solo la quería para usarla en su contra… pero aún así como puede poner en peligro a su bebé por algo tan loco como su lucha porque yo sea infeliz… si Dakota es una bebé tan hermosa, solo es necesario verla unos minutos para encariñarse con ella, como Emely siendo su madre puede hacerle daño…. Si ella quisiera a su pequeña solo un poquito de lo que yo amo a mis pequeños, de lo que yo amo a Dakota no haría nada como eso… es que ella no se imagina el dolor de perder a un hijo… Dios como me duele el alma… cada minuto extraño más a mi pequeñita… a mi dulce bebé…

 

- Kris, cielo tienes que comer y descansar.- me decía cariñosamente Taylor, cuando regresaba con un monitor en la mano, luego de dejar a Robbie en su cuna.-

 

- No quiero, no tengo hambre.- le decía entre lágrimas. No podía reconocer ni siquiera mi voz cuando estaba impregnada de tanto dolor.-

 

- Tienes que hacerlo.- me decía Alex mientras mecía a mi gatita por todo el salón estaba muy inquieta.- Tienes que intentar lo que sea. Entiendo que extrañas a la bebe, lo entiendo de verdad, pero tienes otros dos pequeños que te necesitan, no puedes hacerlo…

 

- De acuerdo.- apenas tenía fuerzas para nada, pero ellos tenían razón.-

 

- Cuando vas a decirselo.- me preguntó Taylor.-

 

- No lo sé Tay, no lo sé.- dije con todo mi dolor, porque ya tenía demasiado dolor en mi alma y mi cuerpo como para añadirle el dolor de tener que causarle este daño tan grande a mi amor.- no se… no quiero ser yo quien le causé  ese dolor.- le dije. Y sintiéndome cobarde por desear que fuera otro y no yo quien le diera la noticia a mi Robert, terminé la sopa, bese a mis hijos, y me fui a dormir. Como siempre que cerraba los ojos soñaba con Rob… aunque ahora también soñaba con mis hijos. Cuando desperté me di cuenta que había estado llorando durante todo mi sueño, tenía la cara empapada de mis lágrimas, también estaban empapados mi cabello y la almohada… No sabía como iba a sobrevivir a tanto dolor…

 

Porque las cosas tenían que ser así, porque Rob y yo no podíamos ser felices con nuestros trillizos… Había entendido que con Rob o sin él… el final de mi mariposita sería el mismo, pero aún así, soñar no costaba, aunque si me hacia más difícil afrontar la realidad… No supe nada de mi pequeñita hasta la última ecografía, pero no por ello la amaba menos que a sus hermanitos, estaba tan feliz con todos mis pequeños, era tan feliz con esos tres pedacitos de mi Rob y míos… por que … por que… se que nosotros hicimos todo mal, se que hicimos cosas que no debíamos, pero nos amábamos, no dañábamos  a nadie con nuestro amor, porque si bien es cierto que Robert era casado, su esposa nunca lo podría amar, porque ella amaba obsesivamente a alguien más, y porque ella estaba también con otra persona.  Decidí levantarme, tenía que ocuparme de mis otros bebés, nuestra gatita y nuestro campeón no eran culpables de la muerte de su hermanita y no podía descuidarlos por ello, no lo merecían, se merecían todo mi amor, y también todo mi consuelo porque podría asegurar que mis pequeños también extrañan a su hermanita.  Al llegar a la sala me encontré a Taylor y Alex discutiendo sobre si debían o no decirme algo. Pues ya me iba a encargar yo de resolver este problema…

 

- Bien no es necesario discutir.- les dije.- Así que me van diciendo de una vez eso que no saben si decirme o no.

 

- Kiki no sé si será prudente.- me dijo Alex con dulzura.-

 

- No me interesan tus prudencias… Dímelo de una vez Alex.- le dije.-

 

- Verás… es que tu deseo de que alguien le dijera Robert lo de la bebe se cumplió.- inmediatamente me puse pálida y me agarre de la mesa.-

 

- Kiki estás bien.- me dijo Alex preocupado ya junto a mí.- Ves Tay… te lo dije, pero tu de necio no escuchas, yo sabía que ella se iba a poner mal.-

 

- Que quieres decir Taylor.- le pregunté con un hilo de voz.- Dime y dime todo de una vez.- le exigí.-

 

- Acaban de llamar del hospital Kiki.- me dijo con paciencia.- Robert llegó al hospital y tuvieron que informarle lo sucedido con la pequeña.-

 

- Donde esta?... como esta?.- pregunté inmediatamente preocupada por mi amor.- Estoy segura que debe estar muy mal.- dije angustiada, ambos se miraron sin  saber si responderme o no.- Será que hablen de una maldita vez antes que pierda la poca paciencia que me queda.-

 

- Ven Kris, siéntate.- me condujo Alex hasta el sofá.- la verdad es que Robert se puso muy mal cariño, le dio una crisis de nervios horrible, lo hospitalizaron.- me levanté del sofá como si hubiese caído sobre un resorte.- Quédense con los niños, voy al hospital.- y con eso salí de volada al hospital. Apenas llegue busque al doctor y me dijo que estaba sedado y pedí verlo, entre a esa fría y solitaria habitación, tan parecida a la que había dejado días atrás, y allí tendido en esa cama estaba mi amor, mi vida entera, Robert estaba allí completamente dormido y lejos de ofrecer esa hermosa visión de ángel completamente pacífica cuando dormía y que había tenido el placer de ver muchas veces… la visión que tenía frente a mi solo añadía más dolor a mi ya resentido espíritu… Mi ángel, allí dormido en esa cama, tenía el semblante surcado de un profundo dolor, aún así no podía dejar de admirar su absoluta belleza. Me acerqué a él dejando un dulce beso en sus labios.

 

- Te amo Kris.- dijo reconociéndome en sus sueños.-

 

- Te amo cielo.- aún dormido y al igual que yo horas antes comenzó a llorar y a decir montones de cosas, pedía perdón una y otra vez, una y otra vez repetía que me amaba, decía que amaba a nuestros bebes… una y otra vez llamaba entre sollozos a su mariposita declarando cuanto la amaba.- shhhhh…. Bebé… shhhh. Cálmate por favor… tienes que ponerte bien, tienes que salir de esto…- le decía dejando besos en su rostro mientras acariciaba su cabello.- Cielo tienes que estar bien.

 

Cuando logre calmarlo salí hablar con el doctor, me informó todo lo que había pasado y de la condición de mi amor, me dijo que iba a mantenerlo sedado por unos días, porque ciertamente la noticia había hecho un profundo daño en su psique y no deseaba que quedaran consecuencias a largo plazo. Así que pase toda esa semana entre ir a casa con mis bebés y pasar las noches en el hospital al lado de Robert, solo que le pedí al doctor que me avisará cuando iban a retirar la medicación para no estar allí… Amo a mi amor, lo amo y nunca podré amar a nadie más, pero no estaba lista aún, no podría lidiar con tantas clases de dolor, con tantas clases de arrepentimientos, con tantas clases de perdón… Muchas veces durante esa semana, cuando mis bebitos estaban inquietos, supongo porque sentían la falta de su hermanita, los llevaba al hospital y los acostaba en la cama con Robert, eso lograba que tanto los pequeños como mi ángel se calmarán…

 

La noche antes de que le quitarán la sedación a mi ángel, me despedí de él…

 

- Cielo… te amo, te amo mucho, y no sabes el dolor que me provoca verte así… no sabes el dolor que me provoca dejarte de nuevo… pero no puedo bebé, no puedo esperar a que despiertes… perdóname mi amor, perdóname, pero tengo que irme, tengo que ir a lidiar con mi dolor, tengo que ir sanar mis heridas antes de regresar a mi hogar… ten presente siempre que mi hogar eres tu mi amor… Te amo, te amaré siempre. Te prometo… te juro que volveré a ti, que volveremos a ti, porque estoy seguro que estaremos juntos… se que nuestro destino es estar junto mi amor… y cuando podamos sanar nuestras heridas, cuando podamos perdonarnos a nosotros mismos y al otro podremos ser felices.- con el dorso de mi mano seque mis lágrimas y me acerque  a mi amor, para darle un último beso, iría a casa, ya mis amigos y mis hijos me esperaban, hoy salíamos vía Montepulciano, esperaba que allí podría curar mis heridas y podría regresar a mi hogar, a mi amor, a los brazos de mi ángel…

 

Mi princesa, mi dulce ángel había estado conmigo, siempre tuve el presentimiento de que alguien había estado a mi lado en el hospital y muy en el fondo de mi corazón tenía la certeza de que había sido mi amor, cuando pensaba en esos días en el hospital recordaba su olor, recordaba la dulzura y la suavidad de los labios de mi princesa sobre los míos, recordaba la suavidad de sus caricias, sus dedos en mi cabello. Las lágrimas salían unas tras otras de mis ojos, cuanto dolor tenía mi princesa, me dolía tanto entender todo el sufrimiento de mi ángel… y con todo su dolor, y con todo su sufrimiento, mi princesa veló mis sueño, me hizo compañía durante mi estancia en el hospital… Dios que maravillosa era mi ángel. Entre lágrimas, entre pensar en lo fantástica que es mi princesa, entre sufrir su dolor y revivir el mío de esos días cuando perdimos a nuestra mariposita, me quedé dormido en un profundo sueño, soñando con nuestros bebés, soñando con mi princesa… soñando nuestra vida, en nuestra casa con nuestros hijos, con mi muñequita, compartiendo todos en el jardín de mi mariposita. Repentinamente el vibrar de mi teléfono en sobre la mesa me despertó, al incorporarme me di cuenta que me quede dormido con el libro de mi princesa sobre el estómago y en el sofá de mi estudio, me incorporé a ver el teléfono… eran las dos de la madrugada, la llamada era de un número desconocido, atendí…

 

- Habla Edward Cullen.- dije esperando respuesta del otro lado de la línea, pero nadie hablaba.- Aló…. Aló…

 

- Edward…- la suave voz al otro lado de la línea borró de golpe todo mi sueño y me puso completamente alerta… no podía creerlo, mi corazón comenzó a latir a mil por hora dentro de mi pecho.-

 

- Bella…- pregunté aún sin poder creerlo.- Bella…. Eres tu amor?.

 

- Si Amor soy yo… yo … yo necesitaba escucharte….

 

 

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Gracias por el apoyo y por todos su comentarios y votos.

Feliz 2011 para todos... Siempre lo mejor para ustedes,

Capítulo 8: Un poco de Alivio... Capítulo 10: Abreboca de la Felicidad

 
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