La joven empezó a abrir los ojos…parpadeo y miro a su alrededor confundida. Ella nos observo aterrada, e intento protegerse débilmente con sus delgaduchos brazos. -tranquila… no vamos a hacerte daño.-le aseguro Jackson mirando a la joven a los ojos. La muchacha se quedo inmersa en sus ojos azul cielo. ¿Tenía yo esa cara de idiota cuando miraba los ojos de Jackson? Negué con la cabeza intentando quitar esos pensamientos grabados en mi mente, e inspire profundamente. En el ambiente aun se podía apreciar el dulce y cálido olor de la sangre fresca, sentí como mis ojos se inyectaban en sangre y mis colmillos se afilaban al máximo, preparados para seccionar el cuello de aquella joven. Contuve la respiración y coloque mis frías manos sobre mi cuello adolorido…quemado a causa de aquella sed que tanto me atormentaba. La mujer dejo de mirar a Jackson, para fijarse en mí por primera vez… Su piel tenuemente bronceada se palideció de repente, y en sus ojos color café se podía ver reflejado el miedo que sentía. Un grito ahogado se escapo entre sus labios, su respiración se agitó, al igual que los latidos de su corazón que bombeaba y se contraía y como aquella cálida sangre corría a través de sus venas. Apreté la mandíbula para intentar contenerme. La muchacha pareció darse cuenta de lo que ocurría, ya que nos miro a mi y a Jackson simultáneamente, ella se arrastro hacia atrás como pudo, hasta que se choco de espaldas contra un árbol. Se puso de pie como pudo, las piernas le temblequeaban, parecía que se iba a desplomar de un momento a otro, la joven lloriqueaba y murmuraba algo que no entendí entre sollozos incontrolables… Jackson se acerco a ella lentamente…con las palmas de las manos hacia arriba, como si intentara tranquilizarla… - No vamos a hacerte daño…-le aseguro Jackson nuevamente, con una voz aterciopelada. Pero la joven hizo caso omiso y corrió `` velozmente´´ hacia la frondosidad del oscuro bosque. Jackson se cruzo de brazos frustrado, y suspiro sonoramente. -deberíamos de haberla matado…-murmuro Jackson- así por lo menos no tendrías esa sed. Yo negué con la cabeza, y comencé a sollozar de manera incontrolada, ¿Qué habría pasado si Jackson no hubiese aparecido?, sabia perfectamente la respuesta: la habría matado…habría matado a una mujer inocente, que por una extraña razón me recordaba a mi…a lo que sentí el día que escape de aquella horrible mansión. Jackson me miro preocupado…se acerco a mi con pasos lentos. Me abrazo con firmeza y me acerco a su cuerpo musculoso y duro como el mármol. -shhhh… tranquila…-me susurro al oído, acariciando con dulzura mis cabellos oscuros ligeramente despeinados. Apoye mi cabeza sobre su hombro y seguí sollozando y derramando lagrimas que corrían incontrolables por mis mejillas. Él era mi consuelo…el pilar que me sostenía, jamás había conocido a un hombre como Jackson, el me apoyaba…y me guiaba en aquella nueva y extraña vida. Cuando las lagrimas dejaron de brotar por mis ojos, Jackson me separo lentamente de su cuerpo… Me miro a los ojos, en mi rostro aun se podía ver reflejado la tristeza que sentía. Coloco sus delgados y largos dedos pétreos en las comisuras de mis voluptuosos labios y estiro hacia arriba, él sonrió ampliamente y no pude evitar que una estúpida sonrisita se escapara entre mis labios. Jackson se quedo observándome con interés…como si… me estuviera analizando meticulosamente. -¿Qué ocurre? –pregunte intrigada con una tenue sonrisa en mis labios. - Nada…solo es que…eres preciosa…-aseguro Jackson Abri los ojos de par en par y la sonrisa se borro de mi rostro a causa de la sorpresa. -y-yo…¿ te gusto?-pregunte sorprendida. Él asintió con la cabeza. - Hace mucho tiempo…demasiado tiempo…que no siento esto por una mujer-dijo Jackson entristecido. Me quede de piedra…se refería a Elisabeth su único amor. Me acaricio dulcemente la mejilla y coloco un mechón detrás de mi oreja. Fue acercando su rostro al mío lentamente quitando poco a poco la escasa distancia que había entre nosotros…trague saliva sonoramente. - Di ``no´´ si deseas que me detenga-murmuro de manera dulce acercándose mas y mas. Yo no dije nada, absolutamente nada…y no supe porque. Nuestros labios se rozaron tenuemente, hasta entrar en contacto plenamente, una potente corriente eléctrica atravesó mi cuerpo haciendo que me estremeciera. ¡Me estaba besando! No a Elisabeth…si no ¡a mí! Me cogió de la cintura acercándome mas a su cuerpo, cerré los ojos y agarre con fuerza sus cabellos entre mis manos, para acercarlo mas a mi…mientras seguía sus movimientos. Y por unos instantes sentí como si mi cuerpo estuviera levitando como si la gravedad que nos agarraba a la tierra hubiera desparecido.
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