En ese mismo instante sin previo aviso sentí un insoportable ardor en la garganta, tenia que aplacarlo lo más rápidamente posible, porque cada segundo que pasaba era mas insoportable, pero si Jackson seguía abrazado a mi no podría ir a cazar.
Me removí inquieta entre sus brazos para escapar de su firme y fuerte abrazo.
Cuando logre soltarme de su agarre Jackson abrió los ojos de par en par y me observo aturdido y desorientado.
-Elisabeth…-murmuro mirándome con aquellos ojos azules tan penetrantes.
Debía de estar medio dormido-me dije en mi fuero interno.
Extendió una mano hacia mi rostro, y con la yema de sus dedos acaricio mi mejilla, y fue descendiendo hasta rozar levemente mis labios voluptuosos con sus dedos pétreos.
Poco a poco fue deshaciendo el contacto de sus dedos sobre mi piel.
Observe como sus ojos empezaban a llenarse de lágrimas…
Oculto su rostro desolado en mi regazo y ahogando sollozos y gemidos desgarradores.
-perdóname…-murmuro entre sollozos, teniendo aun su cabeza oculta en mí regazo.
Sentí el instinto de consolarle…, no podía soportar que sufriera.
Acaricie su cabellera densa y oscura con mis delgaduchos dedos, intentando calmarle…
Tuve una idea…le seguiría el juego y me haría pasar por la chica de la que hablaba, para saber lo que tanto le atormentaba, porque sabia perfectamente que él jamás me lo contaría si fuese consciente de que era yo.
-shhh…tranquilo…-le susurre acariciándole cariñosamente su pelo negro azabache-te perdono…
Él lentamente levanto la cabeza y me observo con sus ojos rojos y empapados de lagrimas…noté como si mi corazón diese un brinco.
-t-te amo…-me aseguro tartamudeando levemente mientras se limpiaba las lagrimas con la manga de la camisa.
Hubo un silencio sepulcral…hasta que costosamente me decidí a contestar.
-y-yo…también te amo Jackson…siempre te he amado…y…siempre te amare-le dije con un hilo de voz, empezaba a sentirme mal por haber empezado con aquello…ya que yo no sentía nada por él, porque jamás confiaría en un hombre.
Él sonrío tenuemente pero…la felicidad no llego a sus ojos azul pálido.
-Amor… ¿Qué es lo que tanto te atormenta?-pregunte con un débil susurro.
- Por…por mi culpa tú…-apretó fuertemente la mandíbula como si estuviera evitando empezar a llorar de nuevo.
Espere de manera expectante a que continuase hablando.
-y-yo…t-te mate con mis propias manos…
Abri los ojos de par en par y mi respiración se detuvo bruscamente.
-no…no pude controlarme…sentí como si…como si algo me poseyera, y cuando me di cuenta de lo que te estaba haciendo…ya era tarde.
|