-Tu no eres un monstruo…y si lo dueras me daria igual…yo…te quiero…eres mi hermana.-dijo con un hilo de voz.

-Yo tambien te quiero…por eso…quiero que te alejes de mi…n-no quiero ha-hacerte daño-le aseguré con un debil susurro.

Ella se acercó mas a mi ignorando mis suplicas…

Me abrazo con fuerza, podía escuchar el latir de su corazon, el calor que emanaba su cuerpo.

Una lagrima recorrio mi rostro…

Le abracé con firmeza, pero sin hacer demasiada fuerza, me incliné hasta que quedé a la misma altura que ella y oculte mi rosttro entre sus cabellos fondosos y dorados…

Poco a poco el ardor de la garganta se fue apaciguando lentamente, hasta casi desaparecer por completo, no supe realmente el porque, tal vez fuera que el cariño que sentía por mi hermana era mayor que aquel instinto depredador y sanguinario que tenía…

Me separé de ella lentamente, y observé aquella encantadora sonrisa en sus labios,aquella sonrisa que habia estado oculta por el dolor que habia sentido por mi supuesta muerte.

Le devolví la sonrisa, hacia ya tanto tiempo que no sonreia…tal vez demasiado tiempo, parecia como si hubiera pasado muchisimo tiempo, solo recordaba los momentos de sufrimiento y de dolor…

Pero estando con Annabelle todo era diferente…distinti, porque estando con ella mis penas y tormentos desaparecian...

-¡tenemos que decirselo a madre!-exclamó con una sonrisa en sus labios.

-¡no! No se lo diremos a nadie…yo…yo no he vuelto para quedarme Annabelle…solo…queria despedirme de ti.

-pero…¿Por qué no? Madre y yo te echamos mucho de menos-aseguró ella suplicandome con su mirada aguada.

-porque…por su culpa…soy lo que soy…por su culpa tuve…tuve que casame con william.

-Scarlett…madre se lamenta de todo eso…padre la engañó para que te casaras con William, a él solo le interesaba el dinero…padre aseguró que tu serias feliz…que tendrias todos tu caprichos asegurados…madre solo pensaba que no querias casarte por…miedo.

Ahora lo comprendia todo…padre conveció a madre para que me casara con william para deshacerse de mi…a él solo le importaba el estupido dinero…, no le importaba yo en absoluto, y pareceia no importarle el echo de que hubiese muerto, es mas…parecia que se alegraba de ello.

Un rugido salió de mi pecho…

-Annabelle…lo mejor será que esto sea nuestro secreto…¿vale? Ni padre ni madre deben saber que estoy viva…-

Ella asintió con la cabeza.

-Scarlett…quedate…sera nuestro secreto, pero por favor quedate…-me suplicó

-Annabelle…yo…-intenté negarme pero alguien llamó a la puerta interrumpiendo mis pensamientos.

Llamaron de manera mas insistente.

-Annabelle cielo…¿con quien estas hablando?-preguntó madre desde el otro lado de la puerta cerrada.

-eh…con nadie…-mintió rapidamente con un hilo de voz.

La puerta se abrió de repente, sin pensarlo dos veces me escondí debajo de la cama a una velocidad vertiginosa…rogando a Dios que madre no me hubiera visto.