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(ESTE CAPITULO SE HUBICA UN DIA DESPUES DEL SECUESTRO DE LOS NIÑOS)

En la casa Swan, Charlie buscaba papeles y andaba de arriba para abajo en la sala. Él estaba realmente preocupado, Cullen había movido hilos y los Swan estaban a punto de quedarse sin casa. Cuando Bella se diera cuenta, se quedarían en la ruina, el trataba de mover también algunos hilos para quedarse con la casa y dejar a Cullen en la calle.

Charlie buscaba algunos documentos que no encontraba, cuando una de las sirvientas entra en el despacho.

-Señor, quería avisarle que la niña Bella no ha salido de su habitación, ya es medio día y no ha comido-dijo la muchacha tímidamente.

-Ahora estoy muy ocupado-dijo el caminando de un lado a otro, buscando papeles, abriendo y cerrando cajones-Mas tarde le dará hambre y saldrá, ya veras, ahora-dijo Charlie haciéndole una seña a la muchacha para que saliera y ella así li hizo????

En la casa Cullen, Carlisle buscaba un documento de suma importancia, ese documento dejaría a los Swan en la calle de una vez por todas, pero ese papel, estaba perdido y eso hacía que la paciencia de Carlisle se agotara.

Esmme, su esposa entro en la habitación.

-Cariño, ya deje hecho el almuerzo, le hablas a Edward, yo me tengo que ir al trabajo, pero como siempre llego para la cena-Esmme siempre preparaba el almuerzo, como iba a trabajar, solo llegaba más tarde para hacer la cena y las demás comidas las hacían las criadas.

Esmme se fue, Carlisle almorzó, pero Edward nunca salió de su habitación, Carlisle ni cuenta se dio, estaba tan metido en su mundo que ni se acordó del?????????

Ya eran las ocho de la noche en la casa Swan, Charlie seguía preocupado, estaba desesperado, seguía haciendo llamadas y buscando papeles. Él estaba junto a su escritorio, revisando unas cosas, cuando Sue, una de las sirvientas, entro en la habitación. Ella era joven, de unos 20 años, era muy hermosa y solía tener una que otra relación con Charlie, desde que Reene murió, ella tomo su lugar cerca de Charlie.

-Charlie, estas tenso-dijo acercándose a el de forma sexi.

-Sue estoy ocupado, necesito ayar esos papeles-le dijo Charlie totalmente desesperado.

-Pero necesitas relajarte-dijo ella, pasando sus brazos para abrazarlo por atrás.

-Realmente estoy ocupado-dijo el, pero con una voz más tranquila.

-Entonces has una pausa para mí-dijo ella con una sonrisa pícara.

Charlie la cargo y la sentó sobre el escritorio, tumbando todos los papeles, comenzaron a besarse desesperadamente, pero en ese instante llamaron a la puerta.

Charlie se volteo y muy enojado se dirigió a la puerta.

-¿Quién es?-pregunto a gritos.

-Señor, lamento molestarlo, pero la niña Bella no ha salido de su habitación y tampoco ha comido-dijo la muchacha desde el otro lado de la puerta.

Charlie salió, dejando sola a Sue, él estaba enfadado, subió las escaleras ?maldita chiquilla? se decía mentalmente ?aprenderá a no hacerme enfadar? se acercó hasta la puerta y comenzó a golpearla.

-Bella, ábreme en este instante-al ver que no le respondía, saco de su bolsillo una llave y abrió la puerta. Entro realmente enfadado, al no ver nada se dirigio al baño, toco la puerta y al no recibir respuesta la abrió y no había nadie, ya mas preocupado que enfadado, entro al closet y no la encontró.

Charlie estaba realmente preocupado, nuevamente observo la habitación, su corazón estaba acelerado y una palabra en particular salió de su boca.

-Cullen?????????..

En la casa Cullen Esmme llego, al entrar sintió que algo no estaba bien, pero no sabía que era, camino a la sala y encontró a su esposo Carlisle.

-¿Pasa algo?-pregunto angustiada.

-No, nada fuera de lo normal-Carlisle camino a su despacho y ella lo siguió.

-Ya comieron o llegue a tiempo-dijo sonriente, pero con una mala sensación.

-No, no hemos comido-dijo abrazándola por atrás-pero sabes que se me antoja-continuo y la giro para que lo viera.

-No, no lo sé.-dijo sonriente.

-Lo que se me antoja eres tu-entonces comenzaron a besarse, era un beso tranquilo y calmado.

Llamaron a la puerta y Esmme fue a abrirla. Entro una muchacha algo asustada.

-¿Qué sucede?-le pregunto Esmme preocupada.

-Los buscan señores-dijo la muchacha muy tímidamente.

-¿Quiénes son?-pregunto Carlisle serio.

-No lo sé, pero es un señor que viene con guardaespaldas-dijo asustada.

Esmme y Carlisle salieron asía la sala, al entrar Carlisle se quedó sorprendido y Esmme confundida.

-Carlisle, que bueno verte-dijo enojado-solo quiero que me la des y me ir-ahora estaban más confundidos que antes.

-¿Qué quieres Charlie?, no tengo nada que te pertenezca-dijo Carlisle, poniéndose en frente de su esposa.

-HO tienes mucho que me pertenece, pero lo único que quiero es a mi hija, sé que tú la tienes-Charlie estaba rodeado por muchos hombres y Carlisle por ninguno.

-Yo no tengo a tu hija, así que mejor lárgate-grito Carlisle desesperado.

-No me iré de aquí sin ella-exclamo Charlie seriamente.

-Edward-susurro Esmme, confundiendo a todos.

Entonces se fue corriendo y Charlie, Carlisle y los guardias la siguieron. Esmme intento abrir la puerta de la habitación de su hijo, pero no pudo. Carlisle le dio la llave y Esmme, respirando hondo, la abrió.

Todos entraron y no encontraron nada, Esmme busco por todos lados y no encontró nada, al igual que Carlisle, estaba asustada. ¿Asustada de qué?  De que su hijo no estaba, de que lo secuestraron, de que no había señales de el, solo había una ventana abierta.

Esmme comenzó a llorar y Carlisle la abrazo, la consoló y trato de tranquilizarla. Charlie los observaba, si su hija no estaba aquí ¿Dónde?

A CHARLIE SE LE HACIA FACIL CULPAR A LOS DEMAS, PERO MUY EN EL FONDO LE LLEGABA LA IDEA DE QUE SU HIJA YA NO SOPORTAVA SUS MALTRATOS Y HABIA DECIDIDO HUIR DE EL.