Al día siguiente construyeron las paredes de madera, Sam le enseño a Bella a cocinar y a Edward a cazar, realmente todo estaba saliendo bien para los tres hombres, pero Edward y Bella sentían que algo iba a pasar, algo grande.

Las semanas pasaron hasta que se cumplieron los dos meses de haber estado viviendo en ese nuevo lugar, la pequeña casa que hicieron estaba dividida en cinco, cuatro eran habitaciones y el otro espacio la cocina, a pesar de que la casa no estaba del todo bien construida, aguantaba las tormentas, las paredes estaban hechas de tablas pero no eran penetrables por el agua.

Bella estaba cocinando cuando se escuchó un disparo, Sm entro en la cocina al escucharlo, Edward también lo hiso.

-¿Qué fue eso?-pregunto Edward.

-Lo averiguare… muchacho quédate con ella yo iré por Jacob y Jared-Dijo Sam saliendo rápidamente de la cocina. Edward se acercó a Bella arrastrando las cadenas.

-¿Qué está pasando?-pregunto Isabella acercándose también a él.

-No se… pero te prometo que no te pasara nada-dijo Edward abrasándola a un costado de él, Bella recargo su cabeza en su hombro.

-Terminare de cocinar… sin no me distraigo no dejare de pensar que algo malo pasa-susurro Bella volviendo a lo suyo y alejándose de Edward, él se sentó en un lado observándola.

Jacob, Jared y Sam volvieron.

-Chicos no quiero que vuelva a pasar-decía Sam enojado, Jacob y Jared solo reían.

-Sam, lo lamentamos, solo fue algo inesperado-dijo Jared sonriendo.

-Se suponía que sin disparos, ¿Qué asaria si alguien más lo hubiera escuchado?-dijo Sam molesto.

-No fue así, no sucede nada-dijo Jacob sentándose frente a la mesa. Los demás también lo hicieron y Bella les sirvió la comida. Ella y Edward siempre comían cuando ellos se iban, así que esperarían.

-¿Y que hubiera sucedido de ser así?-Siguió preguntando Sam muy molesto.

-Hubiéramos tenido que huir de nuevo, solo eso-contesto Jacob.

Después de eso nadie volvió a hablar, conforme terminaban de comer se fueron, al final solo quedaron Edward y Bella.

-Así que era una falsa alarma-susurro Bella sirviendo comida en un plato para Edward.

-Al parecer si-susurro Edward acercándose a ella-Bella… ¿Realmente crees que algo malo va a pasar?-pregunto a su lado, el sabia de los malos presentimientos que tenía Bella.

-Yolo siento-susurro-Sé que es una tontería…-

-No lo es… tal vez sea cierto… tal vez solo sea el miedo… no lo sabes-dijo Edward.

-Bueno, toma y ve a comer-dijo dándole un plato-Olvidémoslo…-susurro volteando hacia otro lado.

-Está bien-dijo Edward yéndose a sentar frente a la mesa.

No volvieron a hablarse en todo el día. Al día siguiente Bella estaba extraña, como si algo le pasara, Edward trato de hablar con ella.

-Bella… ¿Te sientes bien?-le pregunto.

-Si… es solo que… creo que algo va a pasar… y es cierto… tengo miedo-susurro asustada.

-No lo tengas… ya te he dicho que no dejare que algo te pase-dijo Edward.

-No temo solo por mí… también por ti-susurro.

-Yo estaré bien… solo piensa en eso y olvídate del miedo-dijo Edward animándola.

-Está bien-Dijo Bella tratando de olvidar todo eso.

El tiempo fue pasando hasta que el año se fue volando, las cosas seguían igual, Jacob mantenía su distancia con ellos, Sam le había ordenado que los dejara en paz. Jared sentía que sus planes se irían por la borda muy pronto, Sam solo seguía con la estrategia de siempre, solo tenía que dejar pasar un tiempo para dejar la nota de rescate y cambiar a los chicos.

Edward y Bella solo rogaban al cielo que todo saliera bien para ellos, que cada vez estaban más unidos que nunca, no dejarían que algo malo les pasara, se cuidaban el uno al otro, uno se preocupaba por el otro y todo seguía su curso, ninguno sabia con exactitud qué pasaría, pero tendrían paciencia…………………..

Charlie estaba arreglando unos papeles para una búsqueda, su hija seguía perdida y no se daría por vencido hasta encontrarla. Las personas a las que contrataba para que la buscaran no le encontraban sentido, pensaban que ya estaba muerta, pero eran órdenes y les pagaban por seguirlas, así que la buscaban como locos por todos lados.

Carlisle no se quedó atrás, también mando a muchas personas a buscar a su hijo, no descansaría hasta encontrarlo, no necesitaba nada más que tener a su hijo con el, aunque nunca lo quiso, era su hijo, era sangre de su sangre, y era lo único que le quedaba.

Al pasar ya tiempo desde la muerte de Esmme, él se estaba recuperando de la depresión, pero seguía buscando a su hijo, lo buscaron por todo Forks y también lo busco en áreas cercanas, por mar tierra y cielo.

Ninguno de los dos se movió de Forks, conservaban la esperanza de encontrarlos por ahí. Al estar desesperados por encontrarlos se olvidaron de todo, no descansarían ni un segundo hasta encontrarlos.

Ya habían pasado cuatro años desde que los secuestraron o se perdieron, nadie sabía nada de ellos, nadie los había visto, y todos los buscaban, cuatro desesperados años en los que Charlie y Carlisle solo pensaban en ellos, no dormían ni comían, solo se centraban en ellos.

Los informaron de un incendio en el bosque cerca de Forks, al parecer habían muerto tres personas, dos niños y un señor, los tres eran personas a las cuales aún no identificaban, así que Carlisle y Charlie pensaron que podían haber sido sus hijos, aunque los cuerpos no eran identificados porque estaban completamente quemados era inevitable pensar en las posibilidades.

Desde ese día se dieron por vencidos, se rindieron al pensar que Edward y Bella estaban muertos, ya no tenían esperanzas, ya no podían pensar lo contrario, ya habían asado cuatro años y ni pistas de ellos.

Un día mientras Charlie conducía de vuelta a Forks después de haber estado en Seattle en una junta importante, recordó las últimas palabras que escucho de su hija “Algún día me iré y lamentaras no haber pasado más tiempo conmigo” Ahora el lamentaba el no haber pasado más tiempo con ella, como se lo había dicho. Por estar pensando en eso, el auto se salió de la carretera y chocó contra un árbol.

Unos autos empezaron a detenerse para ayudarlo, llamaron a un hospital y una ambulancia llego para ayudarle, todos supieron quién era, claro, al saberlo llamaron inmediatamente al hospital.

La noticia salió en la televisión y en muchas revistas con el título de El millonario Charlie Swan sufre un terrible accidente” Todo el mundo se enteró de la noticia, todos supieron lo que le había pasado.

Carlisle se enteró y no dudo el ir a visitarlo al hospital de Seattle, quería regresarle el favor de cuando Charlie lo visito el día de la muerte de Esmme.

Entro seguido de dos hombres que vestían de negro, lo dejaron pasar a la habitación donde se encontraba Charlie pero quiso hacerlo solo. Al entrar observo como Charlie estaba postrado en una camilla, se veía débil.

-¿Cómo estás?-pregunto cuando Charlie volteo a verlo.

-¿Tu cómo crees?-susurro-No volveré a caminar-dijo secamente.

-Lo lamento-dijo Carlisle.

-Recuerda… no lo lamentes, no fue tu culpa sino mía-entonces Carlisle recordó que él le había dicho lo mismo en el velorio de Esmme.

-Si fue tu culpa…-dijo Carlisle dejando escapar un suspiro.

-Después de todo me lo merezco… por mal padre y mala persona-susurro.

-Nadie se merece esto… ni tu…-Carlisle trataba de hacerle razonar.

-Realmente no pienso lo mismo…-Charlie se sentía fatal, primero pierde a su esposa, después a su hija y ahora pierde las piernas, ¿Qué le faltaba?

-Solo espero que te recuperes-dijo Carlisle y salió de la habitación.

Charlie se arrepintió de su existencia, a su lado Renee sufrió mucho, Bella también, el solo hacia desgracias, si realmente le faltaba algo quería saber que era, no podía vivir sabiendo que le hacía mal a todo el mundo, hasta a el mismo.

¿Qué pasara después? ¿Qué le ocurrirá a su vida después de esto? ¿Cómo podrá vivir con toda esa culpa? ¿Qué le falta sufrir? ¿Qué más le espera a su vida y a su existencia?