El camino era muy brusco, la camioneta saltaba, en la parte de atrás, los niños saltaban junto con la vieja camioneta, Edward comenzó a ver algo, veía un bulto brincando con él, pero no sabía que o quien era, mientras que Bella había quedado inconsciente al golpearse en un costado de la camioneta por todo el movimiento.

Cuando por fin llegaron a una enorme, pero abandonada casa, la camioneta se detuvo, pero el motor de este aún estaba encendido, los dos hombres se dirigieron a la parte trasera de la camioneta y con mucho cuidado, pero a la vez muy bruscamente, bajaron a Edward y a Bella. Antes de que pudieran bajarlos por completo dos hombres más, acompañados de una mujer, salieron de la casa, los hombres les ayudaron con “los chicos”, uno cargo a Bella y entre dos tuvieron que cargar con Edward, puesto a que el seguía luchando por liberarse. La mujer que los acompañaba entro con ellos, mientras que uno de los hombres que secuestro a Edward y a Bella se subió a la camioneta y se fue.

Al entrar en la casa, Edward pudo ver que era vieja, había telarañas por todos lados, todo se veía viejo y…… ¡podrido! Si, algunas cosas estaban podridas. El sintió como subían unos escalones, luego de diez minutos, se escuchó como habrían una puerta, después los aventaron muy bruscamente a una cama matrimonial que se encontraba en medio de la habitación, rápidamente serraron la puerta y colocaron un candado, así se asegurarían de que ninguno escapara.

Lentamente y con miedo, Edward comenzó a retirar las sabanas de su cara, se sentó y observo todo lo que estaba a su alrededor, la habitación era espaciosa, pero en ella solo habían, una vela encendida sobre una mesita de noche a un lado de la cama, esta se encontraba justo en el centro de la habitación, la puerta quedaba justo enfrente de la cama y a un lado de la puerta se encontraba un escritorio, el escritorio era pequeño, de madera y estaba pudriéndose. Edward siguió observando la espaciosa habitación, pero lo que más le llamo la atención, era el bulto de sabanas que estaba a su lado en la cama, sin pensarlo dos veces, comenzó a mover las sabanas para ver quién o que estaba envuelto en ellas. Para su sorpresa, se encontró con una cara muy conocida, era Bella Swan, o bueno, como sus amigos la llamaban así y él no era su amigo, el la llamaba “la chica Swan” o Isabella simplemente, Edward la siguió mirando un poco más, sin poder evitarlo, una sonrisa cruzo por su rostro al darse cuenta de lo bella que se veía, así, dormida, parecía un angelito, después Edward sacudió su cabeza asía los lados, tratando de alejar esas ideas de su mente, el la odiaba con toda su alma y su ser, él no podía pensar esas cosas, entonces una sonrisa malévola se posó en su rostro.

Edward se movió ligeramente, quedando atrás de Bella, con mucho cuidado de no despertarla, puso sus pies en la espalda de Bella y de pronto, la pateo, con sus pies la empujo para que se callera de la cama, al impactarse con el suelo, Bella se despertó.

Al despertarse, instintivamente, llevo sus manos a su cara, se había golpeado muy duro contra el rasposo piso de madera podrida, lentamente trato de levantarse, como no pudo quedo hincada, estaba desconcertada, miro a su alrededor, no reconocía nada de lo que veía, todo era extraño para ella. De repente sintió un fuerte dolor en la espalda, justo donde Edward la había golpeado, lentamente trato de voltear asía atrás, pero tenía miedo, tenía miedo de saber que había atrás de ella, se levantó, y lentamente giro para ver que o quien estaba atrás de ella, al voltear se quedó paralizada, era el, era Edward Cullen, el la había traído hasta aquí, o que, lo miro con odio, él estaba sonriente, su sonrisa era malévola, ella solo se puso roja, pero del enojo.

-¿Qué hago aquí?-pregunto Bella en un susurro.

-Lo mismo me pregunto yo ¿Qué hacemos aquí?-dijo borrando la sonrisa de su rostro.

-Pero… ¿Qué paso?… lo último que recuerdo es que me enredaron en estas sabanas y me llevaron a una camioneta-siguió Bella, tratando de recordar algo más.

-Yo solo sé que estaba durmiendo en mi casa, cuando alguien me tapo la boca, me enredo en las sabanas y me llevaron a una camioneta, que esta se paró después de un rato y que diez minutos más tarde, alguien lanzo algo dentro de la cajuela junto conmigo, también vi como eso saltaba junto conmigo por el camino y luego llegamos a esta casa vieja y nos lanzaron y encerraron en esta cuarto-dijo seriamente.

-AY-se quejó Bella-Me duele la cabeza y la espalda-susurro, pero aun así Edward logro escucharla.

-Sera por el camino, brincamos mucho, a mí también me duele la cabeza-dijo, encubriendo a la vez la maldad que había hecho.

-Todo esto es por tu culpa-le grito Bella a Edward.

-¿Por qué?-pregunto confundido.

-No lo sé, solo sé que siempre las cosas malas pasan por culpa de los Cullen-grito Bella muy enojada.

-No me hables “chica Swan”-grito Edward muy agitado.