Después de cinco años de estar secuestrados, Edward y Bella se dieron cuenta de que no podían estar separados, ellos se necesitaban, pero no podían decirlo, no podían demostrárselo, el miedo al rechazo los hiso estar estancados, pero seguían juntos como siempre.  Edward estaba sentado en su cama, esperando a Bella para acomodarse a su lado como siempre, los minutos pasaron y Bella no llego, así que decidió buscarla, fue a la cocina y la encontró lavando los platos sucios.

-¿Necesitas ayuda?-le pregunto acercándose a ella.

-No, ya casi termino-susurro-¿Dónde están Sam y los demás?-pregunto en un susurro.

-Junto a la fogata de afuera… creo que hacen planes para algo-dijo seriamente.

-Termine…-dijo Bella sonriendo-Vamos, estoy cansada…-dijo y camino junto con Edward hacia la que era su habitación. Edward pensaba que Bella era realmente muy trabajadora, de no haber acabado su trabajo, seguiría metida en la cocina. Llegaron a la habitación y Bella se acomodó en la cama, acomodando también las cadenas, Edward se acostó a su lado.

-Buenas noches-susurro en el oído de Bella dejando un beso en la mejilla de esta.

-Buenas noches-susurro Bella acomodando su cabeza en el pecho de Edward y abrazándose a él.

A sus diecisiete años podía decirse que Bella era una mujer muy hermosa, Edward estaba fascinado con todo lo que ella era, ella era gentil y cuidadosa, era bella por dentro y por fuera. Cuando Edward estaba conciliando el sueño se escucharon muchos disparos. Se levantó enseguida y Bella se despertó.

-¿Que sucede?-pregunto Bella.

-No lo sé-dijo Edward saliendo de la habitación.

-¿Hueles eso?-le pregunto Bella.

-Algo se quema-dijo Edward alarmado-Hay que salir de aquí-dijo y Bella se levantó de la cama, entonces Sam entro.

-Nos vamos-dijo retirando las cadenas de los pies de ambos jóvenes-Si quieren vivir síganme, si no, pueden quedarse-dijo saliendo de la habitación, Edward tomo a Bella de la mano y empezó a correr tras de Sam.

Bella corrió todo lo que pudo, pero se tropezó con algo y se lastimo el tobillo.

-Edward-grito y este se acercó a ella-No voy a poder caminar, mejor vete-dijo viendo la sangre que salía de su tobillo.

-Estás loca no te dejare-dijo y la cargo, Bella lo abrazo del cuello para no caer.

-Edward, mejor déjame-susurro Bella, observando como todo el bosque comenzaba a quemarse.

-¿Dónde está Sam? ¿Lo ves?-pregunto deteniéndose y observando a su alrededor.

-¡¡HAY ESTAN!!-grito un hombre desconocido y Edward comenzó a correr con Bella en brazos.

-¿Hacia dónde vamos?-pregunto Bella.

-No lose… pero si me detengo nos encontraran-Edward corría lo más rápido que podía, corría con todas sus fuerzas, no dejaría que los alcanzaran.

Después no pudo más y cayó de rodillas en el suelo con Bella en brazos.

-Sigue tú y déjame aquí-le decía Bella.

-¿Escuchaste eso?-pregunto Edward en un susurro.

-¿Qué?-pregunto Bella confundida.

-Es la carretera, llegaremos… detendremos un auto y pediremos ayuda-dijo poniéndose de pie y caminando lo más rápido posible.

-Edward… no llegaras… déjame aquí… así podrás avanzar más rápido-susurro Bella, le dolía el corazón, presentía que eso no acabaría bien.

-No te dejare-dijo Edward decidido.

Entonces los disparos se escucharon más cerca, Edward volteo hacia atrás para ver quién era y vio a cuatro hombres que los seguían, uno disparo y le dio a Bella en el brazo.

-HA-Bella empezó a sentir el dolor.

-¿Bella?-dijo Edward-¿Bella estas bien?-preguntaba desesperado.

-Edward- susurro Bella.

-Aguanta… por favor espera-dijo Edward, corrió más rápido, no quería que los alcanzaran, tenía que salvar a Bella.

-Edward-volvió a susurrar Bella, estaba perdiendo mucha sangre. Su corazón latía rápidamente.

-Te prometí que nada te paria… tratare de cumplir mi promesa… estarás bien-Edward corría con todas sus fuerzas, ya había dejado a los hombres atrás.

Entonces salió a la carretera, la luz de la luna era lo único que le permitía ver en la obscuridad. No pasaba ningún auto, así que camino por la orilla de la carretera, esperando que pasara algún auto.

-Edward-susurro Bella-Déjame… sigue tu…-Bella ya no tenía fuerzas.

-Bella… no digas eso… no me dejes…-las lágrimas empezaron a salir de los ojos de Edward.

-Edward…-fue lo último que escucho de la boca de Bella, después esta serró los ojos se quedó inmóvil. Edward se incoó en el suelo.

-Bella… mi Bella no me dejes…-susurro y la abrazo fuertemente escondiéndola cara de Bella en su cuello-No me dejes-comenzó a decir más fuerte-Te amo…-susurro en el oído de Bella, las lágrimas resbalaban por sus mejillas una tras otra. Edward pego su oído en el pecho de Bella y escucho que su corazón aun latía- Estarás bien-dijo acomodando el cabello de Bella hacia atrás.

Escucho que un auto se acercaba y se paró rápidamente con ella en brazos, camino hasta quedar en medio de la carretera.

La mujer que conducía el auto freno al ver a Edward parado frente a ella, Edward camino hasta la puerta del conductor para hablar con ella.

-Por favor necesito ayuda-dijo Edward, cuando la mujer vio a Bella sangrando se alarmo.

-Sube atrás, los llevare a un hospital-dijo rápidamente, Edward subió con Bella al asiento trasero, la mujer acelero cuando Edward ya estuvo dentro del auto.

La mujer era de piel blanca, ojos azules y cabello rubio con unos risos color fresa, ella estaba asustada.

-¿Cómo te llamas?-le pregunto a Edward.

-Soy Edward-susurro observando a Bella, quien permanecía recostada en el.

-¿Y ella?-pregunto de nuevo la mujer.

-Ella es Isabella-dijo y una lagrima escapo de sus ojos.

-¿Qué le paso?-la mujer no podía dejar de preguntar, estaba intrigada con el estado de la muchacha.

-Estábamos huyendo de esos hombres cuando le dispararon-susurro recordando todo.

-¿Porque huían?-pregunto de nuevo.

-Estábamos en la cabaña y escuchamos los disparos… salimos corriendo detrás de Sam… pero lo perdimos… entonces esos hombres nos siguieron y trate de huir con ella-susurro Edward acomodando a Bella con cuidado entre sus brazos.

-Sujétate, acelerare más-susurro la mujer, no quería llegar tarde, si lo hacia la muchachita moriría.

Edward no dejaba de observar a Bella, dejo un pequeño beso en la frente de esta, la mujer lo observo por el espejo retrovisor.

-La quieres mucho, verdad-susurro la mujer.

-La amo con toda mi alma-dijo Edward.

La mujer siguió conduciendo sin hacer más preguntas, al llegar al de Seattle pidió enseguida que ayudaran a la niña. Al ser una herida de bala se tuvo que llamar a la policía.

Edward y la mujer estaban en la sala de espera, Edward estaba desesperado, necesitaba saber sobre el estado de Bella. Entonces la policía llego. Los interrogaron ahí mismo, ya que ellos no se querían mover del lugar hasta recibir noticias.

Edward descubrió que la mujer que los ayudo era Tanya Denali, gran empresaria, ella declaro primero. Después fue el turno de Edward, a quien primero le preguntaron quién era.

-Mi nombre es Edward-contesto.

-¿Cuál es tu nombre completo?-pregunto el oficial.

-Edward Anthony Masen Cullen-dijo en un susurro.

Los policías se vieron entre sí unos a otros.