Me levanté muy temprano y me metí a bañar, no había dormido muy bien esa noche y no podía seguir acostada en mi casa sin hacer nada.
Al salir tenía tanto tiempo libre que decidí secar mi cabello de lado, acomodando un poco el flequillo en mi frente. Mi ropa fue sencilla, unos jeans oscuros con una camisa cuello tortuga blanca y unos zapatos azules que contrastaban con toda la ropa.
Al bajar vi que mi mamá no había terminado de salir de su habitación y Charlie estaba desayunando solo, viendo las noticias.
-Buenos días papá- dije mientras entraba a la cocina y tomaba mi respectivo cereal para desayunar.
-Buenos días hija, madrugaste- dijo papá con s tono tranquilo- te ves muy bonita, tenía tiempo que no te veía con el cabello arreglado- dijo y me sonrojé un poco
-nunca es muy tarde para un cambio ¿no?- le dije en tono de broma, no le iba a decir que era que no había podido pegar un ojo durante toda la noche.
-Si hija, lo que digas- dijo – ya me voy, dale un beso a tu mamá de mi parte, que tengas buen día- finalizó mientras me daba un beso en la mejilla y salía a buscar su carro.
-Adiós papá- fue lo que dije antes que Reneé apareciera en la cocina.
-Papá ya se fue- le dije- yo ya comí, ¿te espero para irnos juntas?- terminé mientras le guiñaba un ojo.
-muy graciosa hija, pero sí, siéntate, tenemos que hablar- me dijo con una sonrisa en los labios- ¿me vas a contar quien fue el chico que hizo que por fin cantaras algo romántico?
-No mamá no tengo nada que contarte, porque ni siquiera hable con él. Solamente sonreí como una tonta cuando me le quedé viendo y no hice más nada.- dije con algo de pena en mi voz.
-tranquila hija, estoy segura que hoy será mejor- dijo Reneé, creo que nada podrá borrar la sonrisa de mi mamá en este momento.
-Eso espero, de verdad- le dije mientras nos levantábamos para ir al carro.
Cuando llegamos al estacionamiento del colegio me despedí de mi mamá y cuando se fue, me puse mi Ipod y comencé a cantar, sin darme cuenta, la canción que empezó a sonar…
…oh, oh, evacuate the dance floor
Oh, oh, I’m infected by the sound
Oh, oh, stop, this beat is killing me
Hey, Mr. DJ let the music take me underground…
No me había dado cuenta que aparte de ir cantando, también había comenzado a bailar mientras caminaba, hasta que tropecé con alguien.
-Lo siento, lo siento, no estaba viendo por donde bailaba- dije a la pequeña chica que tenia adelante, cuando ésta se volteó una sonrisa apareció en su cara de duendecillo, de verdad que era muy linda, su cabello negro apuntaba en muchas direcciones y tenía un andar de bailarina que la hacía verse muy ágil.
-No hay problema, ¿así que escuchas Cascada (autora de la canción) y bailas por el colegio?- preguntó levantando una ceja- ¡GENIAL!- gritó al final, de verdad se veía muy emocionada y no entendía el porqué de su reacción.
-¿También escuchas sus canciones?- le pregunté escéptica
-¿Quién no?, son lo máximo… Por cierto, mi nombre es Alice Cullen- dijo mientras me tendía la mano.
-Mucho Gusto Alice, yo soy Bella Swan- dije mientras estrechaba su mano.
-Sí, ya sé quién eres- dijo mientras sonreía
-¿Cómo?- pregunte y creo que mis ojos se iban a salir de mi cara.
-Sí, eres la hija de la Doctora Swan, ella trabaja en el Hospital de mi papá, Carlisle; él es el director.
-Ahhh, era eso. Por un momento pensé que eras algún tipo de espía juvenil o algo por el estilo – dije mientras reía nerviosamente.
-¿Espía? ¡Para nada!, aunque debo decir que si soy observadora, ¡adoro tu estilo para vestir, es totalmente genial!- dijo mientras me veía de arriba hacia abajo una y otra vez y daba pequeños brinquitos en su lugar. Nunca pensé que alguien se pondría así con mi vestuario.
-Alice, deja de acosar a la chica si no quieres que salga corriendo- dijo otra voz, cuando me volteé a ver quién era, vi a una chica alta, delgada y rubia, muy rubia que se reía por la actitud de Alice.
-¡Ay Rose, no seas así! Déjame ser feliz – dijo Alice haciendo pucherito- Por cierto Bella- dijo llamando mi atención- Te presento a Rosalie Hale, ella es mi mejor amiga y es novia de uno de mis hermanos.
-Mucho gusto Bella- dijo Rosalie tendiéndome su mano- encantada de conocerte.
-Igualmente Rosalie- dije.
-Dime Rose, por favor, “Rosalie” me hace sentir vieja- dijo riendo
-Ok, nada de “Rosalie” entonces, Rose- dije riendo también
No estaba segura que pasaba conmigo, en mi antigua escuela nadie nunca hablaba conmigo, y si lo hacían era para pedir alguna tarea o algo así, nunca hubo presentaciones de chicas o chicos y mucho menos chicas como ellas, que fácilmente podían ser Misses o como se diga.
-¿Por fin pudieron hablar con la chica? ¡Suertudas!- dijo una voz masculina.
-Seguramente la obligaron a pararse- dijo riendo otra voz
-¡Claro que no, ella tropezó conmigo! – dijo Alice defendiéndose- pero si no es por eso, nunca la hubiese conocido…
-Por cierto Bella- dijo Rosalie- Éste grandulón es el hermano de Al, Emmett, mi novio- dijo mientras abrazaba a un chico de cabello castaño y muy grande- y él es mi hermano, Jasper, el novio de Al.- dijo señalando al otro chico, el cual ya estaba abrazando a la pequeña chica de cabello loco.
Me enredé un poco con la explicación pero no pude evitar sonreírle a ambos, esta familia era muy extraña, pero me sentía bien hablando con ellos.
-¡HEY NO ME ESPERARON!- gritó una voz, esa voz que me sonaba conocida de algún lado. En cuanto volteé, ahí estaba el chico de cabello dorado, que viéndolo de cerca no era dorado, era color bronce y hermosos ojos verdes que, junto con su sonrisa, no habían dejado que durmiera en toda la noche.
|