Edward POV

Nos quedamos un rato más viéndonos a los ojos, era el momento con la persona más perfecta con la que alguna vez había estado.

De repente Bella comenzó a moverse y quedó con su cabeza en mi pecho.

-Esto es genial- dijo mientras me abrazaba más fuerte.

-Todo es genial mientras esté contigo- le dije besando sus cabellos- Bella, ya son más de las 2 de la tarde, ¿quieres comer algo?- le pregunté y ella se levantó de golpe.

-¿Cómo?- preguntó con una sonrisa en sus labios, pero parecía que sus ojos  se iban a salir de su cara en cualquier minuto.

-Si, es parte de la primera parte de la sorpresa del día- le dije mientras me levantaba- espérame un minuto- dije mientras comenzaba a correr hacia el carro.

Cuando llegué al carro bajé todas las cosas para el picnic lo más rápido que pude y volví corriendo a la playa. Una vez ahí, vi que Bella se había sentado en la arena con su barbilla en sus rodillas y veía hacia el agua, se veía como una niña chiquita el día antes del día de navidad, en sus ojos había esa chispa de entusiasmo que me volvía completamente loco. Me acerqué en silencio y traté de acomodar todo sin que se diera cuenta.

-Por el hecho que no te esté viendo no significa que no te oiga- dijo Bella asustándome un poco, pero aún así no volteó a verme- no me voy a voltear todavía, pero para la próxima vez, trata de ser más silencioso- terminó y pude ver como su cuerpo se estremecía a causa de las risas sofocadas.

-Lo siento mi niña- le dije mientras me apresuraba a terminar de acomodar todo- Listo- le dije una vez que todo estaba acomodado y me había sentado a su lado- ¿no quieres voltear a ver?- susurré contra su oído y noté como se estremecía.

-¿Estás seguro que ya quieres que voltee?- dijo poniendo su rostro muy cerca del mío, sus ojos grises me hipnotizaron, eran como mi propio hechizo, puse mis manos en sus mejillas sonrosadas y poco a poco acerqué mis labios a los suyos… – No olvido tan rápido Cullen- dijo  riendo cerca de mis labios y se levantó de golpe, dejándome ahí, con aquellas ganas locas de comérmela a besos y de tirarla al agua como revancha.

-Muy graciosa Bella- dije levantándome, pero Bella se había quedado ahí parada con la boca abierta viendo todo lo del picnic.

-Está precioso Edward- dijo cuando recuperó la voz- ¿tu preparaste todo?- dijo mientras se volteaba a verme.

-Recibí mucha ayuda en casa- dije siendo sincero y me acerqué a ella hasta que mis manos se pusieron en su cintura y mi frente descansó sobre la de ella- creía  que si hacía todo esto te sentirías mejor por lo de tu mano- dije riendo

-No creo que hayas hecho esto por mi mano- dijo y pasó sus brazos por mi cuello- pero igual lo agradezco mucho- dijo y besó la punta de mi nariz. Bella me iba a volver loco, necesitaba besar sus labios.

-Me vas a terminar de volver loco Bella- le dije abrazándola y llevándola hacia el mantel del Picnic.

Nos sentamos e hice que Bella probara cada una de las cosas que mi mamá, Alice y yo habíamos preparado para éste día. Orión se despertó y nos acompañó en nuestro picnic, era genial ver como trataba de quitarle a Bella la comida de las manos para comérsela él. Este perrito se iba a poner como una pelota si no hacía ejercicios más seguido.

Terminamos de comer y Bella me ayudó a recoger las cosas en la canasta y las llevamos al carro.

-Todo estuvo delicioso Edward- dijo mientras íbamos caminando tomados de mano- pero ahora estoy ansiosa por ver la segunda parte de tu sorpresa.- dijo abriendo la puerta del copiloto para que Orión pasara, para luego sentarse ella. Di la vuelta al carro y me senté en el asiento del copiloto.

-Tendrás que esperar para verlo- le dije  guiñándole un ojo y prendiendo el carro.- vamos a un lugar que es muy especial para mí- le dije cuando ya estábamos pisando la carretera principal de Forks. Lo bueno de éste pueblo, es que, a pesar del frío, no siempre llovía; como el día de hoy, hacía frío, pero no estaba lloviendo.

-¿En serio?- preguntó y sus hermosos ojos grises se abrieron como platos.

-Sí, es un lugar que visitaba con mi familia cuando estaba pequeño- le dije sonriendo.

El resto del camino Bella vio por la ventana y de vez en cuando sonreía, no sé si era porque sentía mi mirada sobre ella o porque se estaba acordando de algo, pero se veía hermosa.

Aceleré un poco el Bugatti para poder llegar más rápido al prado.

Cuando llegamos al claro donde se podían estacionar los carros, estacioné y ayudé a Bella a Bajar, y detrás de ésta se bajó Orión muy emocionado.

-Tenemos que caminar un poco para llegar- les dije a ambos- ven para ponerte la correa chico- dije agachándome y poniéndole la correa a Orión.- vamos- dije mientras llevaba a Orión en una mano y con la otra tomaba la mano buena de Bella

-Espero que no sea mucho- dijo Bella mientras se acercaba más a mi.

-tranquila, son solo unos metros, no mucha gente lo conoce, pero de verdad es muy lindo- le dije mientras la empujaba un poco.

Caminamos unos metros más y ante nuestros ojos apareció el prado, estaba tan hermoso como lo recordaba, las flores blancas y moradas adornaban todo el lugar y cuando me volteé a ver el rostro de mi novia, sus ojos estaban repletos de lágrimas y una sonrisa abarcaba sus labios.

-Está muy lindo Edward- dijo sin voltear a verme, así que me puse frente a ella y con un dedo limpié delicadamente cada una de las lágrimas que caían por sus mejillas.

-No llores Bella, hoy solamente quiero que te  diviertas, como Orión- dije y me volteé, pasando mi brazo por su cintura- míralo, parece que va a acabar con las mariposas del prado- dije riendo, ya que Orión estaba saltando por todo el prado tratando de comerse las mariposas.

-Gracias por traerme Edward-dijo abrazándome y caminando conmigo.- me alegra que compartas ésta parte de tus recuerdos conmigo.

-Ya te dije que todo es más especial contigo a mi lado Bella- le dije y la cargué como a una bebé.

-¿Qué haces?- preguntó riéndose

-Solamente te cargo para que no te vayas a romper un pie ahora- dije riendo yo también. La llevé en brazos hasta el centro del prado, donde la senté cuidadosamente sobre la grama y me senté a su lado, sosteniendo sus dos manos.

-Bella- comencé y nuestras miradas se conectaron- todo en  mi vida parece mágico contigo a mi lado, no solo cambiaste toda mi vida, también me cambiaste a mí, no sé cómo, pero o lograste.

-Eso lo debería decir yo- dijo haciendo pucherito. – no sabes lo dichosa que me siento de que tu hayas aparecido en mi vida, y no solamente tú, sino toda tu familia, ustedes han sacado algo de mí que ni siquiera yo conocía y me encanta sentirme así cuando estoy contigo, mi corazón nunca había latido tan rápido antes- dijo y llevó mi mano a su pecho, podía sentir cada uno de sus acelerados latidos contra mi mano.

Estuve un rato con mi mano en su pecho y cambié mi mano por mi oreja, el sonido de su corazón lo consideraba como el más hermoso que nunca había escuchado. Era maravilloso. Nos quedamos unos minutos en esa posición y Bella comenzó a jugar con mis cabellos, cada roce de sus manos hacía que la corriente eléctrica viajara por cada una de mis terminaciones nerviosas trayéndolas a la vida, de repente Bella comenzó a cantar…

Your arms are my castle; your heart is my sky

They wipe away tears that I cry

The good and the bad times, we’ve been through them all

You make me rise when I fall

‘Cause everytime we touch I get this feeling

And everytime we kiss I swear I could fly

Can’t you feel my heart beat fast?

I want this to last

Need you by my side

‘Cause everytime we touch I feel the static

And everytime we kiss I reach for the sky

Can’t you feel my heart beat so?

I won’t let you go

I want you in my life…

(Cascada- Everytime we touch)

-Que linda canción Bella- dije todavía en sus brazos.

-Gracias- dijo en susurro- dice todo lo que siento en éste momento.

Cuando Bella terminó de hablar, lentamente me separé de su abrazo y cambiamos posiciones, ahora yo la abrazaba a ella, y su cabeza descansaba en mi pecho.

-Solo tú logras que me sienta como en las nubes Edward- dijo en mis brazos.

-Te amo Bella- dije y ella volteó su rostro.

Todo fue rápido, de repente volví a sentir sus labios contra los míos, se movía tiernamente, pero había estado tanto tiempo sin los labios de Bella, que intensifiqué el beso. Con cuidado acosté a Bella sobre la grama y puse mi cuerpo sobre el de ella; la podía sentir en cada parte de mi cuerpo. Sus manos pasaron de mi pecho a mi cuello y me dio la oportunidad de besar su cuello, ambos estábamos recuperando el aliento, pero no aguanté mucho allí y dirigí mis labios hacia los de ella de nuevo. Todo lo que sentía era completamente nuevo para mí, no solo quería a Bella, deseaba a Bella con una fuerza que no sabía que tenía dentro de mí

-Para Edward- pensé para mis adentros, pero todo intento de parar de disolvió cuando Bella puso sus manos en mis cabellos y haló mi rostro para que nuestro beso fuera aún más intenso. Mis manos fueron a sus caderas y sentí su piel, era perfecta. Poco a poco nos fuimos sentando y cuando logré separar mis labios de los de Bella y abrir mis ojos, su cara estaba como un tomate.

-L…Lo siento- dijo Bella apenada mientras bajaba su rostro al suelo y pude ver como sus ojos se llenaban de lágrimas.

-¿Qué pasa Bella, por qué lloras?- pregunté nervioso, capaz que no le había gustado el beso.

-Es que pensé que…- dijo sin terminar la frase.

-Pensé que, Bella- dije con  tono bajo y levantando su rostro con un dedo y viéndola a los ojos.

-Pensé que… que por fin iba a tener mi primera vez- dijo y bajó sus ojos de nuevo- pero creo que tú no me quieres de esa manera- dijo y se paró de golpe y comenzó a correr.

-Bella, ¡Espera!- dije levantándome y corriendo detrás de ella. En éstos momentos adoraba el football, pude alcanzar a Bella rápidamente y le hice una tacleada donde yo quedé debajo de ella.

-Suéltame Edward- dijo una vez que estuvo sobre mí, y sus lágrimas no dejaban de salir de sus ojos.

-No- dije y la besé. Sus manos se enredaron de nuevo en mi cabello, pero me separé lentamente de ella- Bella, no sabes cuánto te deseo en este momento, es algo que nunca antes había sentido, pero no me parece que éste sea el lugar o el momento adecuado para que sea nuestra primera vez.

Bella solo lloró sobre mi pecho un rato y luego se sentó a un lado sin verme, su vista estaba clavada en el suelo. Me apoyé sobre un codo para ver su rostro, ya estaba más calmada pero podía ver que la punta de su nariz tenía un color rojo intenso, supuse que era de tanto llorar. Me levanté y me senté a su lado, pasé una de mis manos sobre sus hombros y Bella colocó su cabeza entre mi hombro y mi cuello.

-Siento haber actuado como una niña pequeña- dijo y su aliento golpeó mi cuello de tal forma que me estremecí inmediatamente. -¿Te puedo pedir algo?- preguntó sin moverse.

-Claro mi niña- dije y sentí unas mariposas en el estómago- ¿Qué quieres?

-¿Me puedes cantar de nuevo la canción que cantaste para que durmiera?- preguntó y me relajé de inmediato.

-¿La escuchaste?- pregunté asombrado- pensé que la había cantado para una zombie- dije riendo.

-Si, si la escuché y me encantó, solo que no sé cómo se llama- dijo mientras se acomodaba en mi hombro.

-La compuse para ti, se llama “Dormi Amore”- dije y comencé a cantar.

Luego de la canción de Bella, nos levantamos y nos fuimos con Orión al carro, el camino de regreso a su casa ya estaba oscuro, pero para mí parecía un día soleado, porque tenía mi propio sol a mi lado.

-Bella, tenemos un partido importante el jueves, y me gustaría que fueras a apoyarnos- le dije una vez que ya estaba en su casa y tenía las llaves del Volvo en mis manos.

-Claro que voy- dijo mientras me abrazaba- no voy a dejar que mi superestrella de football pase un partido sin su novia- dijo riendo.

-Por supuesto que no- dije y reí con ella.- nos vemos mañana novia mía- dije mientras la besaba delicadamente en los labios.

Me despedí de Bella con una sonrisa en mis labios, éste día había perfecto y me había ayudado a reconocer algo en mi interior, ahora sabía que no solo amaba con locura a Bella, también deseaba que mi primera vez fuera con ella.