La canción de un sueño

Autor: AxiisDaniiela
Género: General
Fecha Creación: 24/12/2009
Fecha Actualización: 28/03/2010
Finalizado: SI
Votos: 23
Comentarios: 117
Visitas: 110679
Capítulos: 46

Una canción, una voz fue suficiente para que su corazón comenzara a latir tan rápido que pareciera que se saliera de su pecho, como nunca lo había sentido. Eso fue lo que sintió Bella cuando escuchó la voz de su sueño.

 

Mi primer fic...

Me gustaría saber que les parece... comenten y voten.

Gracias (k)

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 23: El hospital

Bella POV

 

Íbamos en silencio en el carro, yo iba viendo por la ventana buscando la manera para empezar a hablar con Edward, traté de acomodarme en el asiento pero me lastimé  la mano…

 

-¡Ay!- exclamé con dolor mientras sentía como mis ojos se llenaban de lágrimas, de verdad que me dolía mucho la mano, pero en lo más profundo de mi ser me alegraba de haberle dejado las cosas claras a Jessica

 

-¿Qué pasó?- preguntó Edward nervioso

 

-Es que me está comenzando a doler más- dije mirándolo a los ojos mientras las lágrimas se derramaban por mis mejillas. Él me vio e hizo una mueca de dolor también.

 

-Tranquila, ya vamos a llegar- me dijo y aceleró.

 

-Edward…- comencé a decirle, pero cambié de idea, igual que la vez anterior – no vayas tan rápido- dije en susurro ahora- tenemos que llegar vivos- le dije y volteé a ver su rostro, por lo menos había logrado que sonriera.

 

-Es verdad- dijo todavía sonriendo y volteando a verme- pero quiero que te revisen lo antes posible, me tiene muy preocupado tu mano- dijo y dirigió su mirada a mi mano y después volvió a hablar conmigo- todavía no me has contado cómo es que pareces una boxeadora pero le tienes miedo a los hospitales- dijo y no pude evitar reírme, creo que era muy evidente que si, me daban miedo los hospitales.

 

-Lo de boxeadora es fácil- comencé- mi papá es policía, por lo que enseñó desde pequeña algo de autodefensa y de los hospitales…- le iba a decir, pero me daba más pena que cualquier cosa, admitir los miedos no siempre es fácil

-¿Qué pasa con los hospitales?- preguntó con curiosidad en su voz y sus ojos. Se notaba que quería saber esa parte de mí, por lo que suspiré y comencé a hablar…

 

-Me dan miedo los hospitales porque… me dan miedo las agujas- dije después del suspiro – listo lo dije- terminé y me enfurruñé en el asiento teniendo cuidado con mi mano. El me dedicó su sonrisa torcida y una enorme carcajada que hizo que cada terminación nerviosa de mi cuerpo tomara vida, cómo había extrañado su risa… aunque fuera burlándose de mí, no importaba, su voz era lo que me hacía sentir viva…

 

-No lo creo Bella, tan valiente para dar un buen golpe y le tienes miedo a las agujas- dijo riéndose y yo solo podía sonreírle, era verdad lo que decía, en ningún momento me había dado miedo dar un golpe, no importaba a quien fuera, pero cuando hablábamos de agujas, era otro tema…

 

-Si bueno, todos le tenemos miedo a algo verdad- le dije tratando de cambiar el tema.

 

-Cierto- dijo con la sonrisa que no había desaparecido de su cara- Llegamos mi boxeadora- anunció. Ni siquiera me había dado cuenta que ya estábamos estacionados en el hospital- ¿vas a caminar o te cargo?- preguntó divertido

 

-Mejor camino, parece que de un momento a otro vas a explotar de la risa- dije molesta pero me pareció divertido mi propio comentario  y terminé riéndome yo también.

 

-Bella, Alice ya habló con mi papá y nos están esperando en emergencias- dijo

 

-¿Me va a atender tu papá?- pregunté ahora nerviosa mientras entrábamos al área de emergencias.

 

-Hola Chicos- saludó Carlisle que ya iba corriendo a encontrarse con nosotros- Ya Alice me contó que tuviste un accidente Bella, ¿cómo te sientes?- dijo examinándome con ojo clínico

 

-Solamente me duele muchísimo mi mano Carlisle- le dije todavía con mi mano en mi pecho y sentí como Edward pasaba una mano por mis hombros.

 

-Tranquila- me dijo susurrando en mi oído- yo voy a estar contigo.

 

-Bella, necesito llevarte a la sala de Rayos X para tu placa y después necesito hablar con tu mamá para ver cual calmante te podemos administrar- dijo con tono de doctor.

 

-Ok- dije y comenzamos a caminar hacia la sala de Rayos X. Ahí me hicieron poner mi mano en una placa sobre una mesa y las lágrimas que salían de mis ojos demostraban que de verdad había algo mal con mi mano.

 

-Bueno Bella, parece que tienes una fisura, no muy grave pero tendrás que utilizar una férula durante unos días- dijo Carlisle mientras examinaba las placas a contra luz- Tienes que quedarte un rato más en esta habitación hasta que te administremos los calmantes- dijo mientras salía a buscar algo. Regresó con una aguja y con un poco de frascos con líquidos de diferentes colores.

 

-Carlisle, por favor, nada de agujas- dije con miedo reflejado en mis ojos y Edward no dejaba de reír. Era impresionante como no me había dejado sola ni un solo momento, en lo único que no me acompañó fue para los Rayos X, por razones obvias.

 

-La única forma de administrarte los calmantes es por la vena, Bella- dijo Edward ya más calmado pero con su sonrisa en los labios.

 

-¿De verdad no hay otra opción?- Le pregunté a Carlisle.

 

-No Bella, así es más rápido- dijo mientras comenzaba a preparar las cosas.

 

-¿Te vas a quedar, verdad?- le pregunté a Edward con miedo en los ojos, no quería que se fuera y me dejara sola con las agujas.

 

-Claro mi boxeadora- dijo susurrando solo para mí, mientras se sentaba conmigo en la camilla y pasaba su brazo por mis hombros, llevando mi cabeza a su pecho.

 

-Bella ya está todo listo, necesito tu brazo bueno un segundo para poder ponerte la vía- dijo Carlisle. Le entregué mi brazo izquierdo mientras hundía mi cara en el pecho de Edward, su olor era mi calmante, aunque no se lo iba a dejar saber, ya que parecía que disfrutaba el hecho de que casi me desmayé cuando vi la aguja.- Lista la vía- anunció Carlisle, ni siquiera había sentido nada- Ya están pasando los medicamentos, si te llegas a marear me avisas Bella, tu mamá dice que no eres alérgica a ninguno, pero de todas formas me avisas cualquier cosa. Dijo que bajaba en un momento a ver cómo estás, ahorita está ocupada con un paciente- me dijo y yo solo asentí mientras el salía de la habitación.

 

Me sentía como un robot, en mi mano derecha tenía una compresa de hielo para bajar la hinchazón de mi mano y en mi brazo izquierdo tenía una vía por la que pasaban no se cuántos medicamentos, no me podía mover.

 

-Bella relájate- me dijo Edward al ver que estaba tratando de aniquilar las cosas que me impedían moverme con la mirada- los medicamentos están pasando rápido, ya vas a ver que todo va a estar bien- me dijo mientras me veía directo a los ojos y apretaba su abrazo.

 

-Edward, quería hablar contigo- le dije mientras desviaba la mirada, la suya no me dejaba pensar con claridad y hacía que los pensamientos en mi cabeza se mezclaran todos.- necesito que sepas lo que he estado pensando estos dos días…- le dije y lo miré, parecía que sus ojos se iban a salir de su cara de un momento a otro- cuando te vi en el centro comercial mi mundo se cayó a pedazos, el cuento de hadas en el que parecía que estaba viviendo se volvió una historia de terror y sentía que me faltaba el aire… por un momento llegué a pensar que todo lo que me habías dicho eran puras mentiras, que no sentías nada por mí… Pero había algo adentro de mí que me gritaba que no creyera lo que había visto, que todo era mentira y después solo fui un mar de lágrimas- le dije y no me había dado cuenta que no había llegado al punto… pero me daba miedo continuar.

 

-¿Y qué pasó después?, digo, después de que fui a tu casa, cuando me dijiste que necesitabas tiempo- preguntó con los  llenos de lágrimas.

 

-Pensé, pensé mucho- le dije sin dejar de verlo- pero me di cuenta de algo- le dije mientras sonreía, no podía quitar las lágrimas de sus mejillas porque mis manos estaban inútiles en este momento.

 

-¿Si?- preguntó quitándose las lágrimas el mismo-¿y me puedes decir de qué te diste cuenta?- dijo sonriéndome, pero notaba el miedo en sus ojos…

 

-Mmm… si- le dije y mi sonrisa se hizo más amplia- me di cuenta que no tenía nada que pensar, porque sencillamente mi vida es perfecta desde que te conocí y no tengo nada que perdonarte, de hecho, tengo  muchas cosas que agradecerte, no solo tu compañía y tu apoyo, sino también tu paciencia conmigo, sé que no soy una chica fácil de entender, pero muchas gracias por no perder la paciencia- le dije y las lágrimas ya habían tomado lugar en mis mejillas de nuevo.

 

-Bella- dijo limpiando mis lágrimas con sus dedos- lo siento, siento que hayas llorado tanto por mi culpa, de verdad que lo siento, ¡no sabes cuánto!- dijo alzando una de sus manos teatralmente.-  de verdad tengo que ganarme de nuevo tu confianza- dijo muy cerca de mis labios, pero volteé la cara, no estaba lista para besarlo todavía, pero sabía que lo que se había roto en mi pecho estaba sanando rápidamente- te juro que voy a hacer lo que sea para ganarme de nuevo tu confianza Bella y voy a hacer que tengas tantas ganas de besarme como las que yo tengo ahorita por besarte a ti- dijo con una sonrisa torcida. Él decía que quería mi confianza… ¡y un beso!, no pude evitar sonreír ante éste pensamiento-¿y ahora que te causó gracia?- preguntó levantando una ceja

 

-Eso no te lo puedo decir- le dije guiñándole un ojo- ¿Entonces, como quedamos?- le pregunté

 

-Bueno- comenzó a decir tratando de poner cara seria- tengo que hacerte una pregunta, ¿todavía quieres ir al baile conmigo?- y una sonrisa ocupó su rostro, Edward tenía la mejor sonrisa que he visto en toda mi vida.

 

-Sí, si quiero ir contigo al baile, aunque no sepa bailar y tenga una férula que no combine con mi vestido- le dije riendo y él se unió a mis risas.

 

-¡Hija!- gritó Reneé cuando entró a la habitación- ¿Cómo te sientes?- preguntó mientras veía mi mano con la compresa de hielo y revisaba lo que quedaba dentro del tubito de la vía.

 

-Bien mamá, ya no duele tanto- le dije arrugando un poco la cara, todavía dolía, pero no tanto.

 

-Déjame decirle a Carlisle que ya se acabó el calmante para que te traiga la férula- dijo retirando la vía de mi brazo con cuidado. Instantáneamente hundí mi cara en el pecho de Edward para no ver la aguja- Gracias por traerla Edward- dijo mi mamá mientras le daba una palmada en la espalda y retiraba la compresa de mi mano.

 

-De nada Reneé- dijo mi novio, porque él era mío y espera que fuera así para siempre

 

-Ya vengo chicos- dijo saliendo del cuarto.

 

-¿Cómo te sientes?- preguntó Edward en un susurro en mi oído que me hizo estremecer.

 

-Mejor, como ya dije, no duele tanto- dije y volví a arrugar mi cara.

 

-Bien Bella- dijo Carlisle entrando seguido de mi mamá- ésta es la férula, necesito que la tengas puesta la mayor cantidad de tiempo posible, y por favor, si te sigue doliendo después de dos semanas, tienes que volver a venir para sacarte otras placas- dijo mientras me ponía la férula en mi mano derecha.

 

-Seguro- le dije mientras levantaba mi mano para ver la férula- Gracias por atenderme Carlisle- le dije mientras lo veía a los ojos.

 

-De nada Bella, siempre a la orden- dijo mientras le daba una mirada a mi mamá.

 

-Hija tienes que cuidarte más- dijo seria, pero sonriendo; algo que sólo Reneé sabía hacer, regañarme con una sonrisa en la cara.

 

-Lo sé mamá, te prometo que estaré más pendiente de ahora en adelante – dije mientras Edward me ayudaba a bajar de la camilla- ahora tenemos que volver al Instituto, de nuevo muchas gracias a los tres- les dije mientras salía acompañada por Edward.

 

-Bella eres lo máximo- dijo mientras me abrazaba.

 

-Lo sé- dije mientras reía- ¿pero hoy por qué soy lo máximo?- pregunté levantando una ceja

 

-Porque has salido huyendo del hospital- dijo riendo- ni siquiera te habían dado de alta- terminó y yo también me uní a sus risas.

 

-Bueno, ahora que sabes mi secreto no se lo puedes decir a más nadie… porque si lo haces, tendré que matarte- le dije seria, pero al final me traicionó una sonrisa.

Caminamos abrazados por el estacionamiento, nos montamos en el carro y regresamos al instituto, donde nos estaban esperando los chicos para ver mi férula.

Capítulo 22: Recuperando la sonrisa con una mano rota Capítulo 24: ¡Se inundó el Instituto!

 


Capítulos

Capitulo 1: Llegando Capitulo 2: El Instituto Capitulo 3: Primera clase, primera mirada... Capitulo 4: La chica nueva Capitulo 5: Primera Inspiración Capitulo 6: Presentaciones Capitulo 7: Conociéndola Capitulo 8: Sentimientos Capitulo 9: Pijamada (Parte I) Capitulo 10: Pijamada (parte II) Capitulo 11: Pijamada (Parte III) Capitulo 12: Pijamada (Parte IV) Capitulo 13: Jugando con los chicos Capitulo 14: Preparativos Capitulo 15: La mejor cena de mi vida Capitulo 16: La vida pasa rápido cuando eres feliz Capitulo 17: ¡Sorpresa! Capitulo 18: Una linda propuesta Capitulo 19: ¡Los cuentos de hadas apestan! Capitulo 20: ¿Porqué dejé que esto pasara? Capitulo 21: Necesito tiempo Capitulo 22: Recuperando la sonrisa con una mano rota Capitulo 23: El hospital Capitulo 24: ¡Se inundó el Instituto! Capitulo 25: Lecciones de Piano Capitulo 26: Un consejo de mamá Capitulo 27: Reto de Karaoke (Parte I) Capitulo 28: Reto de Karaoke (Parte II) Capitulo 29: Reto de Karaoke (Parte III) Capitulo 30: Mi "Melosiplan" en acción Capitulo 31: El Prado Capitulo 32: El partido Capitulo 33: Cantan los chicos Capitulo 34: comprando con Alice Capitulo 35: Noche de Chicas!!! Capitulo 36: Preparándome Para El Baile Capitulo 37: Te Ves Preciosa Capitulo 38: El Baile (Parte I) Capitulo 39: El Baile (parte II) Capitulo 40: Adios a los grandes... Capitulo 41: El paso del buen tiempo (Parte I) Capitulo 42: El paso del Tiempo (Parte II) Capitulo 43: El paso del Tiempo 3 Capitulo 44: El paso del tiempo (Parte IV) (La propuesta) Capitulo 45: El paso del tiempo (Parte V) Capitulo 46: ¡AL FIN! (Capítulo Final)

 


 
14442959 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10759 usuarios