Bella Swan al ser una adolescente común y corriente sentía que su vida era de lo mas aburrida e insignificante, pero ahora a sus 18 años y por fin realizar su mayor sueño de casarse nada mas y nada menos que con su vampiro el gran amor de su vida Edward Cullen, podía ver el nuevo inicio de su vida de casada una en donde seria completamente feliz, sin imaginarse el gran giro que el destino le tenia preparado para ella.
-No lo entiendo,de verdad…que no lo entiendo-pensaba bella mirando el mar-se suponía que esta seria mi perfecta luna de miel-
Llevaba 2 dias en la isla esme lamentándose y preguntándose por que su ahora esposo se portaba tan frio y distante con ella, en el momento que llegaron el cambio su actitud ya no era dulce y cariñoso como solia serlo antes.
-Nisiquiera a intentado tocar,se suponía que en nuestra noche de bodas…-dijo Bella llorando-por fin tendríamos intimidad pero cada vez que me le hacerco me rehuye como si yo fuera una peste-
En esos 2 dias Edward siempre la miraba con el ceño fruncido, pareciera que no toleraba su presencia y acausa de eso dormían en habitaciones separadas sin mostrar interés alguno de querer pasar la noche con su mujer.
-Me gus…gustaría saber, que es lo que le sucede-pensada Bella entrando a la cocina-pero cada vez que trato de a hacerle platica se molesta diciéndome que no me meta, en lo que no me importa, que no es asunto mio-
Bella se sirvió un vaso con agua,sabia ella que algo le pasaba a su vampiro el problema era que, lo amaba con todo su corazón pero empezaba a cansarse de su comportamiento si tan solo le permitirá a ayudarle con su problema como el recién matrimonio que eran,eso es lo que hacen las parejas cada vez que tienen algún problema, lo platican y trantan de encontrar una solución.
-Pero…entonces no me explico-dijo Bella enojada dejando el vaso-como puede decir que no es asunto mio el ahora es mi marido,cual es el maldito problema, acaso hice algo o dije algo que lo molestara-
En ese momento Edward habiéndola escuchado venia entrando a la cocina con una expresión de frialdad en la cara mirando fijamente a su esposa.
Bella dándose cuenta de cómo la miraba rápidamente se limpio las lagrimas que caian por sus mejillas.
-Voy a salir a dar una vuelta-dijo Edward distante.
-Te acompaño-dijo Bella.
-¡No!-dijo alzando la voz.
La joven agacho la mirada ante la forma tan fría que el vampiro le contesto.
-Regresare,hasta el anochecer…-dijo Edward ignorando la reacción de su mujer-no me esperes despierta!-
En un santiamente abandono la cocina escuchándose como la puerta era azotada.
Bella cubriéndose la boca,volvió a soltar en llanto no comprendía la actitud tan fría de su vampiro.
Pasando todo el dia sola llego la noche.
Habiendo cenado y checar la hora,Bella se dispuso a dormir sabiendo que si esposo aun no regresaba habiéndole dicho que no lo esperara dispierta,eso quería decir que su plan era volver hasta muy tarde.
-Tal vez,en la mañana este de mejor humor-pensaba Bella antes de quedarse dormida-asi tal vez podamos hablar y buscar una solución y por fin pueda pasar algo entre nosotros-
La muchacha no se imagina la sorpresa que se llevaría.
En el cielo ivan saliendo los primeros rayos del sol dando inicio al dia,Bella aun se encontraba durmiendo al poco rato comenzaba a abrir los ojos lavantandose con rapidez,apurándose en ir a la siguiente habitación esperando encontrar a su amado vampiro.
-¿Edward?-dijo Bella al entrar.
La recamara se encontraba totalmente vacia sin nadie dentro de ella, sintiéndose decepcionada al ver que no se encontraba se dispuso a retirarse pero algo en la cama llamo su atención.
-¡¿Una nota?!-se dijo Bella.
La momento de tomarla y leer lo que contenía sentía como las lagrimas se le escapaban de los ojos.
Nota:
Isabella,lamento mucho esto a decir verdad no lo siento,pensé que podía manejarlo, pero ya no puedo seguir con esta farsa de matrimonio…nunca devi casarme contigo y debes preguntarte el por que y la razón es.que no te amo hace tiempo deje de sentir algo por ti, y el motivo por el que acepte casarme fue por tu culpa,por tu necedad en seguir buscandome cuando te abandone,por tus exigencias y tu loca obsecion de convertirte en un ser como yo…era tanta tu decesperacion y terquedad por ser inmortal y no envejecer que termine por explotar y proponerte matrimonio con tal de que me dejaras en paz.pero me di cuenta de que cometi un error por no decir estupides al proponerte tal cosa;nose en que estaba pensando y se que devi dejarte las cosas claras y ser honesto pero como lo dije me exigias demasiado hasta el punto de marearme y asfixiarme…asi que este es el adiós definitivo y ni se te ocurra la estúpida idea de volver a buscarme por que no me encontraras,hasta nunca Isabella Marie Swan.
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