El Cisne Negro (+18)

Autor: sistercullen
Género: + 18
Fecha Creación: 18/11/2010
Fecha Actualización: 26/02/2011
Finalizado: SI
Votos: 63
Comentarios: 260
Visitas: 288328
Capítulos: 35

  Edward Cullen se ve en la obligación, por una promesa hecha ya, hacia un tiempo de dar cobijo a una colegiala, que dista mucho de la imagen que él recordaba, cuando era una niña

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Capítulo 10: Capitulo 10

                                          Capitulo Décimo

    Aquélla noche,cuando Edward Cullen llegó a su casa, se hizo la firme promesa de hacer caso a pies juntillas a su psicóloga. Su  actitud,si debía de ser sincero, no había sido , la de un tutor protector hacia su pupila. Habia sido la de un amante confeso y celoso, y aquello debía de cambiar a la orden de ya.

    Entró en su casa con la cabeza baja y pensando en cómo se contendría cuando estuviera al frente de Bella y su novio Jacob.

    Miró hacia el salón, y no había nadie, llamó a Alice y nadie le respondió. Subió de dos en dos las  escaleras hacia su habitación y se metió en el baño con la música de Motzart a todo volumen. A nadie molestaría.

    Se desnudó y se metió en el baño. El agua caliente lo relajó,calmó todas sus necesidades físicas.

   Al salir del baño, se sorprendió ante la imagen de su hija, sonriente. Gracias a Dios que se había tapado sus partes nobles antes de salir de allí.

   -Alice, cariño, no puedes meterte así en mi habitación.  Hija.- Le dijo cariñoso, pero inflexible.

   -Papá, te he estado llamando, pero con esa música alta que pones, buf, he gritado tu nombre y nada. He pasado pensando que no tenia nada que temer ¿Lo tengo?

   Edward la miró, expectante.

   -¿Y? ¿Qué es eso tan importante que me has de decir?.- Le dijo secándose el pelo, con otra toalla.

   Alice, lo miró de arriba abajo y dijo algo en un susurro que sólo pudo entender ella.

    -¡Bellaaaaaa!.- gritó ella de repente.

   Se quedó espantado, ¡ Nooo!, ese no era un buen principio, de nuevo.

    Antes de darse  cuenta la tenia enfrente suyo, con las mejillas coloradas y mirando al suelo.  Terriblemente tierna y seductora.

   -Perdona, Bella, no es mi intención que me veas así. ¿Te importa esperar un momento? No estoy presentable.

   Ella no levantó la vista. Pero lo había visto demasiado bien. Tenia un torso perfecto, ni demasiado fuerte ni demasiado débil, era perfecto.  La piel, ligeramente bronceada, pero en su justa medida,en su cara tenia un delicioso tono rosado, seguramente por la ducha de agua caliente. Aún le caian suaves gotias de su cabello , que intentaba secar con una toalla blanca.

    Perdió la vista en su bajovientre atlético; y tuvo que ahogar un gemido.

   ¿Qué coño le pasaba ahora con ese hombre? ¿Le habían metido algo en la comida o qué?

   Seguro que todo aquello era culpa de Alice y la manera en la que le había hablado.

   Su cabeza sólo pudo afirmar, mirando el piso; cuando el se marchó a cambiarse.

   Cuando desapareció de su vista; se miró las manos :estaba temblando.

   Volvió los ojos y salió de allí en estampida.

   Al salir vió a Alice detrás de la puerta con una sonrisa de suficiencia en los labios.

  -Ya me podias haber dicho, que había recién salido de la ducha,Alice, eso no se hace,pequeña duende, te voy a dejar sin clases para seducir a Jasper.- Le susurró con la mandibula apretada y con los ojos llenos de ira.

   -Bella, estas como una tomate.- Le dijo Alice ahogando una risa.

   -¿Y como quieres que este?  Estaba prácticamente desnudo y tú me das paso como si nada.Alice, querida eso no se hace…

   -Venga,Bella, no te pongas así, no debería de importante demasiado…es un viejo de 35 años…argh… que asco.- Dijo Alice llevándola de nuevo a su habitación.

   Bella la miró y volvió a encenderse como una bombilla.

   -Sí..claro.

   

 

Edward se vistió de prisa y corriendo a sabiendas que tenia esperando a la madre de todos sus problemas: Isabella Swan.

    Se miró en el espejo de la cómoda y se sonrió a si mismo. Estaba de muy buen ver. Se había puesto un jersey de cuello de pico negro,  con unos vaqueros del mismo color. Unos zapatos deportivos y había peinado con los dedos, aquél rebelde cabello suyo. No parecía ser un hombre que pasara la treintena.

   Caminó decidido hacia su habitación y hizo una mueca de decepción. Ella no estaba. Se había esfumado.

     Se manoseó el pelo nervioso y sentó en la cama , con la vista perdida en el suelo.

 

   Decidió ir a  ver a Alice a su habitación, seguro que estaban allí las dos. Algo importante debían decirle, ya que era la primera vez que Bella entraba en su habitación y reaccionaba de aquella manera tan ¿sumisa?

    Camino hacia el cuarto de Alice y picó en la puerta con determinación.

   -¿Alice? ¿Estais ahí? .

   -Pasa papá, estamos mirando revistas.- La voz de Alice sonaba divertida.

   El hombre entró. Dos pares de ojos, se lo quedaron mirando interrogantes.

   -Pensaba que debías de decirme algo importante…Bella ¿Porqué saliste así de mi habitación?

   Bella Swan, se mordía el labio inquieta. Lo repasó bien con la mirada, desde la punta de sus pies hasta el final ; aquel desconcertante cabello cobrizo. Lo miró a los ojos… y por primera vez desde su estancia en aquella casa, se perdió en ellos de verdad. Aquellos ojos  que ahora la miraban a ella, tenían la misma expresión que cuando miraban a Alice. Habia dulzura en ella; y Bella cogió aire; se le había olvidado respirar.

   -Sí,verá Sr. Cullen…

   -Yo me marcho, teneis que hablar con intimidad; esto papá ; pórtate bien con Bella ¿hum?.- Alice le dio un fuerte beso en la mejilla a Edward y salió de su habitación dando pequeños saltitos.

   La puerta se cerró y Edward que se había quedado mirando como se marchaba Alice con una expresión de perplejidad en el rostro.

   Miró a Bella y le sonrió

  -¿Qué le pasa a Alice?- Dijo él, mirándola fijamente a los ojos.

   Bella se levantó de la cama, donde estaba sentada y se puso a medio metro de su interlocutor; lo miró a los ojos y sintió una oleada frenética de rubor en su cuerpo.

   -No sé.

  Edward se rascó la cabeza, nervioso.

   -¿Y bien Bella,ahora monosílabos,pensaba que tu vocabulario era mucho más extenso?

     Ella lo miró desafiante y por unos instantes, olvidó todo lo que había hablado con Alice,respecto a aquél hombre. Pero decidió cambiar la expresión y perder su mirada en cualquier otro punto de la habitación.

   -Me gustaría ir con Jake a bailar. Alice puede venir con nosotros, si quiere.

  Edward, se dio la vuelta y se tocó la sienes, simulando un masaje. Hizo una mueca de disgusto con su perfecto rostro y se volvió hacia ella de nuevo.

   -Si. Esta bien. Pero no será Alice, la que llevarás contigo. Seremos Tanya y yo.

   Bella Swan, alzó una ceja interrogante y le dedicó una suave sonrida ladeada.

   -¿Vedrá a vigilarnos con su…novia?

   -No es mi novia. Y si, te voy a vigilar, no estoy tranquilo dejándote en manos de Jacob Black. Lleva demasiado tiempo utilizando hábitos y puede que tenga muchas más necesidades que un hombre normal…- Edward estaba hecho un obelisco.

   -Está bien. No se enfade. Jake me respeta más de lo que yo lo respeto a él. No se preocupe.-Él la miró detenidamente y se lamió los labios,encontrando así, los restos de el mordisco que le había propinado ella. Bajó la mirada y sonrió.  

   -Bella, ¿Por qué no te dejas ya de formalismos y me llamas de tú y por mi nombre? Te prometo que me voy a portar bien. Te debo una excusa, no sé lo que me ha pasado estos días. Nunca debí permitir ver lo que has visto . Nunca debí de intentar besarte como lo hice. Me arrepiento sobremanera. Lo siento. Nunca me lo perdonaré. Te debo tratar como a mi hija y así lo haré.

   Edward Cullen, le hablaba serio y entornando los ojos. Bella, pensó en ese mismo momento, que seria un buen momento para  firmar “la paz”. Una sonrisa dibujo sus labios y cerró los ojos en señal de afirmación. Todo quedaría olvidado  por parte de ella. Intentaria ser feliz en aquella casa,con Alice, y con Edward.

    -Muy bien .Edward, por mi queda todo olvidado….Y gracias, gracias por todo, no sé que hubiera sido de mi sin ti. Una persona me ha abierto los ojos y la verdad, es  que, no tengo manera cómo pagarle…pagarte. Mi padre…nadie me puede devolver a mi padre. Pero ahora entiendo que todo lo hizo por que lo debería apreciar…te debería apreciar en gran medida,para hacer lo que hizo, Dio su vida por ti. Gracias Edward,de verdad.

   Y se acercó a él, el medio metro que le quedaba y lo abrazó,sintió su pecho,duro y tibio en su mejilla,apretó sus brazos alrededor de su espalda y un estremecimiento; para nada desconocido la alertó. Sus pezones, se habían erguido inquietos ,ante este acercamiento.

Se separó,rápido y se giró de espaldas a él.

   -Ejem…Eje…. Bueno Bella,tú me dirás cuando  quieras cualquier cosas,nada más tienes que pedírmelo y en cuanto a Jake, tranquila, no te voy a molestar. ¡Ah!.- Él ya se marchaba y había abierto la puerta.- Ya me diras cuando quieres salir a bailar con Jake, Tanya lo está deseando.

   -¿Si no es  tu novia, que es?.- Bella se sorprendió ¿Aquello lo había pensado? ¿Porqué mierda tenia que haberlo soltado en voz alta?

 Él se paró en seco y se volvió.

   -Eres muy joven para enterderlo.-Le dijo él alargando la mano y acariciándole la mejilla.

   Miles de cosquillas, empezaron a crecer desde lo mas hondo del ser de Bella hasta su corazón, las piernas le temblaban y su cara, la sentía arder.

   -¿Tu amante?.- le increpó ella dando un pequeño saltito.

   Él le sonrió sensualmente y se mordió los labios lentamente.

    -¿A qué viene ese interrogatorio…Bella?

   -Me preguntaba….

    -Deja de preguntarte, pequeña.

Él se volvió y cerró la puerta al marcharse.

   Bella se llevó las manos al corazón que danzaba inquieto.

 

 

 

Jake, se quedó perplejo ante el cambio de actitud  de Edward.

   -Aún no me lo puedo creer. ¿Y fue así; de un dia para otro?.- le peguntó al otro lado de la línea telefónica .

    -Si. Ahora está hecho todo un padrazo. Hasta da un poco de rabia y todo.

   Se preocupó en ir a matricularnos a las dos a la escuela mayor. Me ha hecho una tarjeta de crédito de uso ilimitado, me halaga de buenas maneras y hasta nos cocina…el otro dia nos hizo a Alice y a mi tortitas…

   -Vaya…me alegro por ti Bella,ya es hora que tuvieses suerte, después de tantos años de haberla perdido por el camino. Te amo mi vida, y estoy muy contento por ti.

  Bella miró el auricular y sonrió.

   -Vamos a salir a bailar Jake ¿Qué opinas?

   Se hizo un silencio en la línea.

-Bella,debo irme, me ha salido trabajo en unos astilleros…es por un mes, cielo. Me voy de aquí a dos días…

   -¿Qué? ¿No estaras para el dia de mi cumpleaños tampoco?.- Preguntó Bella con la voz rota por el dolor.

   -No, nena. Es muy importante para mi. Hasta ahora estoy viviendo de alquiler y este trabajo me proporcionará el suficiente dinero para comprarme una casa, en la misma urbanización en la que ustedes viven. Despues me han dicho que me darán un puesto de categoría en la misma empresa, pero primero tengo que marchar.

   -Espera, Jake, yo podría hablar con Edward, decirle que te dé un puesto de trabajo en la agencia…por favor Jake.- Bella ya lloraba.

   -No.Cariño.Debes enterder,será poco tiempo, nena…

   Bella le colgó el teléfono y corrió escaleras abajo a busca a Alice.

   Tenia los ojos abnegados en lagrimas y casi no podía ver por donde caminaba.Oyó pasos que se acercaron a ella y pudo vislumbrar una figura alta  que corria hacia ella.

  -¡Bella, mi amor ¡ ¿Qué te pasa?.- Era Edward. La había cogido entre sus brazos y la acariciaba suavemente la espalda.

  -Edward.- Bella lo miró a los ojos.- Es Jake, se marcha y yo …

 Él la abrazó más fuerte si era posible y le susurró al oído.

   -Tranquila,volverá, seguro que volverá.

   -Pero ¿y si encuentra a alguien y me olvida?.- Le dijo ella entre hipos y lagrimas.

   Él rió roncamente y le dio un beso en la frente.

   -Lo dudo Bella,lo dudo mucho.

Se la llevó a uno de los sofás y allí la meció en sus brazos. Ella lloró durante mucho tiempo,creyó que fueron horas,hasta que la venció el cansancio.

   Edward, que la tenia en sus brazos,maldecía a Jacob Black por hacer sufrir a  Bella de aquella manera. Dormida entre sus brazos ,sólo pudo suspirar y levantarle la cabeza,poniéndole un dedo en la barbilla. Besó su respingona nariz y estando tan cerca como estaba de sus labios, no pudo resistirse y la besó en la boca. Cerró los ojos para inundarse totalmente de su sabor,concentrándose totalmente en ella. Un jadeo ronco,brotó de sus labios, estaba completamente enloquecido por aquella mujer.

 

Continuará…

Capítulo 9: Capitulo 9 Capítulo 11: Capitulo 11

 
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