El Cisne Negro (+18)

Autor: sistercullen
Género: + 18
Fecha Creación: 18/11/2010
Fecha Actualización: 26/02/2011
Finalizado: SI
Votos: 63
Comentarios: 260
Visitas: 288251
Capítulos: 35

  Edward Cullen se ve en la obligación, por una promesa hecha ya, hacia un tiempo de dar cobijo a una colegiala, que dista mucho de la imagen que él recordaba, cuando era una niña

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 26: Capitulo 26

 

 

                                     CAPITULO    26

Al abrir la puerta; unos brazos pequeños y delgados se hicieron dueños de su cuello.

-¡Bella!.- gritó la vocecita, que mas pronto que tarde reconoció.

-Alice.- dijo ella seria. Mirando el rostro del mismo diablo que tenia enfrente. Edward Cullen.

Alice retiró  la cabeza del cuello de Bella y la miró interrogante. Su mirada dura y fría estaba dirigida justo detrás de ella. Siguió la mirada; algo nerviosa y clavó la mirada en su padre, que estaba  completamente en shock ante la visión de Bella.

 

   Edward Cullen; sintió su alma caer como si de una fruta madura  se tratase.

 El anhelo de tanto tiempo estaba justo delante suyo; pero habia tanta distancia en sus ojos que el pánico lo abrumó.

  Cruzó el umbral inseguro y carraspeó, intentando no apartar la mirada de aquellos ojos color chocolate.

-Bella…al fin..- las palabras inseguras, salieron de sus cuerdas vocales como el ultimo suspiro de alguien que estaba en punto de fallecer.

 Alice se despegó de ella y caminó junto a Jasper que  estaba al lado de Edward; expectante y algo incomodo por la situación.

  Isabella los miró a ambos y una sonrisa sarcástica invadió su rostro perfecto.

 -¿Vosotros dos, estais juntos?.- preguntó haciendo caso omiso a Edward.

 Alice y Jasper ansintieron a la vez, dudosos.

 Una carcajada divertida surgió de la boca de Bella ; los miro de nuevo, de una manera totalmente diferente y luego paseó la mirada por el atlético cuerpo de Edward. Tentandolo.

 Cuando finalizó su examen, clavó sus ojos en los de él.

Avanzó varios pasos hacia el hombre y ella alzó la mano para  saludarlo amistosamente.

-Me alegro de verle, señor Cullen.

 Edward sintió como el corazón se les estrujó en el pecho y se paró por unos segundos.

¿El dolor no estaba si quiera presente en ella? ¿Era total indiferencia? ¿Habia olvidado lo que un dia sintió por él?

 Él le correspondió en el saludo y torció la boca disgustado.

-Te busqué.- dijo él sin pensar, y sin soltar la mano de ella.

Bella; soltó la mano de él con energía y se volvió, dando media vuelta. Bajó la cabeza y miró a Alice y a Jasper.

 -Pasad. Señor Cullen, si no le importa ,cierre la puerta.

 Edward con la boca entreabierta, como un autómata, hizo lo que Bella le mandó y siguió a la muchacha hacia el salón comedor, como Alice y Jasper hacian.

 -Sentaros.- dijo ella en tono agradable.- ¿Y bien? ¿ A que viene esta visita?.- preguntó mordaz.

-Queriamos saber de ti; Bella.- espetó Alice algo molesta por la indiferencia de la chica.

 Bella se rasco la barbilla en un gesto muy cuidado y parpadeó lentamente mirando a ambos jóvenes.

-Como veréis no me va del todo mal.- una risa malévola cruzo el rostro de ella. Giró con coquetería la cabeza y sonrió sensualmente a Edward.- Me enteré que se casó, señor Cullen. Mi enhorabuena mas sincera. Tengo entendido que es una beldad. Lastima que no esté aquí para presentármela…hubiera sido todo un placer.- una risita sarcástica se escapó de sus labios y se pasó la lengua por estos.

 -¿Qué has hecho todos estos años, Bella?.- preguntó Edward, apretando la mandíbula.

 Aquella situación era lo mas desagradable que habia tenido que presenciar en años.

Tanto que habia ansiado aquel momento; y ahora la indiferencia calculada de la chica lo estaba enervando hasta puntos completamente desconocidos para él. Estaba desquiciado completamente por la visión de la joven y su absoluta frialdad.

 ¿Pero que esperaba? ¿Qué los recibiera con los brazos abiertos? ¿Cuándo él la habia echado de su casa como una cualquiera, culpándola de desliz de Alice y Jasper? Y ahora la pareja estaba a punto de darse el si quiero y él…habia perdido a la mujer de su vida.

- Muchas cosas.- espetó ella tajante, mirándose las uñas.

-¿Qué clase de cosas?.-preguntó Alice.

- ¿Por qué no me preguntais que hice cuando me marche de vuestra casa?.- Alzó la mirada, altanera mirando a Edward y se perdió en sus ojos verdes. Lamentablemente cansados.

 -Cuéntanos entonces.- rió Alice, algo mas motivada por la conducta, mas amable de la joven.

-Cuando tu padre me echó…

 Alice se levantó del fino sofá en el que se hallaba sentada y emitió un jadeo involuntario de sorpresa; tapando la boca abrumada por la revelación.

-Papá.- dijo medio sollozando.- ¿Tu la …la…echaste..papá..?.- La mirada abrasiva de Alice, llegó a Edward como una lanza ardiente que atravesó su castigado corazón.

-Sí.- espetó escueto.

Era la hora del juicio; pensó.

Calculado o no. Isabella Swan iba a destapar los trapos sucios de aquella noche.

 Ladeó la boca en una media sonrisa irónica.

 Como ensayado o perfectamente planeado. Ella iba a tener su venganza, redimiéndose de todo aquello que él le hizo....

…pero sin tan solo tuviese la oportunidad de decirle  cómo se arrepintió aquella mañana, de cómo la ha añorado durante años, de que como la ama y amará…aunque en breves minutos hiciera que su hija lo odiara con toda la razón.

Bella miró a Alice confundida; la pequeña duende no sabia nada.

 Se sintió mal por unos segundos; y arrepentida  fue hacia ella y le cogió una mano cariñosa.

- Alice..no llores. Creo que no he hecho lo correcto al hablar asi. No llores por favor, eres la única que me conmueve. Por favor.- se abrazó a ella , ante la mirada expectante de Jasper y Edward.

 Los sollozos de Alice, convulsivos , sacudieron también el cuerpo de Bella y le acarició suavemente el cabello desordenado de la joven.

-Creo que lo mas sensato es que me dejéis a solas con tu padre. Si quieres luego a solas, le preguntas lo que ocurrió y porque salí aquella noche de la mansión. Pero ante todo no lo juzgues, él creyó hacer lo correcto. Yo nunca debí dejarte ir con él.- Bella miró a Jasper duramente.- Por favor; llévatela. Dejame con el señor Cullen a solas.

  Alice sorbió la nariz y dejó descansar los brazos a lo largo de su cuerpo desmadejado por la revelación.

 Jasper la cogió por la cintura y se marcharon hacia la puerta.

 Bella los miró con un brillo tierno en los ojos y se volvió para enfrentarse con su verdugo.

Él  estaba justo detrás de ella.

-Gracias.- le dijo en un susurro él.

 Alzó la cabeza para mirarlo  a los ojos y suspiró resignada ante aquella situación, que creía mas lejana en el tiempo.

-No me agradezcas nada. Alice no tiene la culpa de tener un padre como tú.- espetó dura, enfrentando su mirada corrosiva.

-Bella…no sabes lo que te busqué…tienes que creerme.

Ella alzó una mano, parando el discurso del hombre.

-No, no quiero saber lo que me buscate. Me encontraste. ¿Ahora que es lo que buscas?

-Te busco a ti. Te quiero a ti.

 Una carcajada tremendamente dolorosa brotó de sus labios.

-Quiero recordarte que estas casado. ¿Qué opina tu esposa de todo esto?

-Ella sabe. No la amo. Creí que casandome con ella te olvidaría, creí que habías muerto, Bella…¿no lo entiendes? He estado loco por ti desde el primer dia que pusiste el pie en mi casa. Te amo y saber que estas aquí a tan solo unos centímetros de mi…creo perder la poca cordura que me queda en estos momentos.

-Eres un mentiroso..-susurró ella con los ojos inyectados en sangre.

-No; ¿Cómo crees? .- se acercaba a ella peligrosamente y le rozó suavemente la mejilla con su mano de hombre.

  Ella deshizo el contacto asqueada y casi rugió.

-¿Sabes que estuve a punto  morir?

Él abrió los ojos y un gesto de dolor se esparció por su rostro crispado.

-Sí.- Bella se abrazó a si misma azorada.- Cuando abandoné tu casa, fui a quitarme la vida…pero por circunstancias de la vida un angel bondadoso me salvó del ocaso y me hizo creer en las personas…

 Edward iba a decir algo pero ella siguió.

-…Y después de tanto tiempo, llegas aquí diciendo que me amas, que no me has olvidado y ¿ que crees que tengo que hacer yo al respecto? ¡Lanzarme a tus brazos!. No  Edward Cullen no. Mataste mi alma y la posibilidad de amarte. Perdiste tu turno. No hay posibilidad ninguna para nosotros dos. Yo ni te amo ni te amaré nunca. Lo único que me inspiras es odio…y casi lo puedo olvidar por no matar de pena a la única cosa que has hecho bien en tu vida,que es tu hija Alice. Mi corazón está muerto y si albergara  algún tipo de sentimiento hacia alguna persona; tú serias la última  persona de la capa de la tierra a la que iria a posar mis sentimientos desnudos. Un dia dejé en tus manos mi amor…y lo convertiste en cenizas….No. Ve con tu mujer. Hazla feliz. Olvidame. Yo ya te he olvidado.

  Edward Cullen sintió sus mejillas encendidas y un caliente fluido descansaba en ellas.

 Lloraba. Amargas lagrimas frondosas y dolorosos vagaban hasta su mandibula apretada por la tensión.

 Se frotó los ojos tenso con los puños y bajó la cabeza derrotado.

 ¿Habian palabras?

 No. No las habia. Todas las habia dicho ella…y eran  un mazazo veraz a la cruda realidad.

 Carraspeó inseguro, sintiendo en la garganta un nudo, que involuntariamente quería oprimir mas y dominar; pero no pudo. No lo logró.

 Abatido, se dejó caer con las rodillas en el suelo y lloró como un niño pequeño delante de ella.

 Todo estaba perdido. No habia vuelta atrás.

 Su ninfa; aun estando delante de él; habia muerto y ni siquiera podia recordar momentos felices en su memoria.

 Recordó la manera de hacerla suya y un rugido de agonía surgió de su boca.

Plantó las palmas de las manos en el suelo, confortable e intentó calmarse.

 -Levanta Edward. Han picado a la puerta. Debe ser Alice. No quiero que te vea asi. Ella, como te dije es la única que me conmueve de todo esto. Levanta, Edward.

 Él hizo un acopio de valor. Se habia humillado delante de ella como no habia hecho ninguna vez es su ya, larga vida.

  Levantó su rostro y la miró con reservas. Ella dio media vuelta y fue en dirección a la puerta.

 Edward sacudió sus pantalones y se limpió con las palmas de las manos sus mejillas mojadas.

 La voz de Bella al abrir la puerta se volvió melosa y dulce y sus suaves pasos hicieron que la vena del cuello se hinchara al ver al acompañante: Eric Nothman.

 El hombre hablaba cariñosamente con Bella y ella le sonreía y miraba a los ojos encandilada.

 El monstruo de los celos se apoderó de Edward y se dirigió con paso seguro hacia el chico que hablaba con Bella amistosamente, mientras recorrían el pasillo, sonrientes.

 Al verlo, el rostro de Eric se endureció y miró a Bella interrogante.

 -¿Dónde están Alice y Jasper…o solo vino él?.- preguntó a ella, duro pero cariñoso.

-¿Qué derecho tienes tú para formular esa pregunta? ¿Eh?.- Edward completamente abducido por los celos, creía morir de agonia en esos momentos.

-Soy su amigo.- espetó este alzando la barbilla y retándolo con la mirada.

Edward evaluó la mirada que le dedicaba Eric a Bella y se enfureció.

 Aquel hombre la amaba. Y él, roto de dolor sabia que no tenia que hacer nada con aquella mujer. Se imaginó por unos momentos a ella y a él retorciéndose entre sabanas y amándose y le vinieron arcadas.

  La ira lo dominaba , respiró hondo y  se  abalanzó sobre el hombre, con la intención de propinarle un puñetazo.

 -No se te ocurra hacerle daño…no se lo merece. Si lo haces ; juro que te mataré..- y con estas dejó muerto el brazo con el que iba a pegar a Eric y salió de  allí con la cabeza gacha.

  Bella se llevó las manos a la boca en un gesto infantil cuando él desapareció y comenzó a hiperventilar victima de los nervios.

-Bella..mi amor…¿Qué te pasa?.- preguntaba Eric, abrazándola, besando su cabello, arrullándola.

 -No sé si seguir con esto Eric…me duele, arghh….me duele, tanto…- la rabia  y la ira la embargaba.

 Habia estado a punto de sucumbir. Viendolo allí postrado de rodillas frente a ella.

 Le habia dolido tanto…

-Dios, mio Eric…lo amo….todavia lo amo….

 Eric cerró los ojos fuertemente y la besó con adoracion.

 No era un secreto; no para él.

 Como muchas de las cosas de la vida de Bella; pero él estaba dispuesto a borrar las heridas, cicatrizarlas y cerrarlas y dedicarse a ella en cuerpo  y alma.

 

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

 

 Edward Cullen llamó a Jasper cuando salió de la casa de Bella.

 No podia conducir.

 Queria beber y olvidar; dejarse arrastrar por el submundo y no estar en éste.

Era demasiado doloroso.

 El pitido del mobil lo enfureció y miró la pantalla con una sonrisa amarga en el rostro.

Jessica.

Dejó que el aparato sonara y llamó al Queen Velvet.

Bella ….aquella mujer que tanto se la recordaba podia ser su única salvación.

Amarla como podia haberlo hecho con ella.

Vivir en una realidad paralela y pensar que podia ser su amada.

 Esa misma noche volveria al local para ver a su Cisne y entregarse a él como si fuera su musa. Su amor, su todo…

Continuará….

 

Capítulo 25: capitulo 25 Capítulo 27: capitulo 27

 
14436571 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10755 usuarios