El Cisne Negro (+18)

Autor: sistercullen
Género: + 18
Fecha Creación: 18/11/2010
Fecha Actualización: 26/02/2011
Finalizado: SI
Votos: 63
Comentarios: 260
Visitas: 288252
Capítulos: 35

  Edward Cullen se ve en la obligación, por una promesa hecha ya, hacia un tiempo de dar cobijo a una colegiala, que dista mucho de la imagen que él recordaba, cuando era una niña

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Capítulo 32: Capitulo 32

                           

                                      EL      CISNE        NEGRO

                                           Capitulo    32

Erick soltó el teléfono  y caminó hacia Edward demente. Lo cogió por la pechera; lo levantó y le asestó un puñetazo en la mandibula, una patada; lo mando al otro lado de el salón dando tumbos.

  Edward se revolvió ensangrentado  y quiso defenderse. La voz de Bella; desconsolada y rota, no le dejó.

-Se ha llevado a los niños; Edward. Tu esposa ha secuestrado a mis hijos…

 

…………………………………………………………………………………………………………………………

   -Tenemos suerte; el vigilante no está.- Jessica, habló para si misma, completamente desquiciada.

Caminaba detrás de los niños y los empujaba por la espalda, para que fueran más deprisa.

Desesperada por estar a cubierto y a salvo de ser observada; miraba hacia los lados y detrás de ella.

 Algo le decía que habían puesto ya, un exhausto dispositivo policial, para ir en su busca.

Los niños cabizbajos, se miraban alternativamente y suspiraban; presos del pánico; algo les decía que aquella situación no era buena para ellos ni para aquella señora que venia unas cuatro veces al mes y ellos llamaban: mamá.

   Jessica buscó con las manos temblorosas la llave que abría la puerta del pabellón de caza de su padre y se le escurrió de las manos, al dar con ella; al bajar a por ellas, se dio cuenta que uno de los niños; intentaba escapar.

-Tú; mocoso. Como te muevas un milímetro más. Le pego un tiro a tu hermano en la cabeza. ¿Has comprendido?

Los ojos de la mujer horrorizaron a Jake; y miró a su hermano, rogando por su vida.

Edward, habia decidido escapar, para poder pedir ayuda a alguien.

Jessica no sabia que aquellos niños; no eran unos niños normales. Cualquier niño de tres años; prácticamente era un bebé y no se replanteaba un ardid para escapar de las manos de una loca de atar; aquellos sí.

Jake y Edward, eran niños superdotados.

Entendian perfectamente todo y sufrían por las crueldades del mundo, desde que empezaron a  razonar. Que fue; prácticamente a los dos años.

 Tía Sarah y tío Jake, como ellos los llamaban; se equivocaban cuando intentaban que tuviesen otros amigos. Edward y Jake eran felices juntos y se comprendían.

    Comprendian los problemas de los mayores; porque también eran los suyos.

Y se preguntaban muchas veces; la verdadera razón por la que ellos; al contrario que otros niños de su edad. No vivian con ella; con su mamá.

Tambien habían hablado de su padre; de aquel que no tenía nombre, ni rostro .

Y del que probablemente ellos; habían sacado todos sus rasgos, puesto que a su madre no se parecían técnicamente en nada.

La voz de Jessica hizo  que se sobresaltaran y la miraron atemorizados.

-Sentaos, pequeños.- dijo con voz casi maternal.- Ahora, llamaremos a papá para que venga, y los conozca.

Edward y Jake se miraron y luego la miraron a ella. Fue Jake, el que tuvo el valor de preguntar.

-¿Sabez quien ez nuestro padre?

Jessica comenzó a reir , a llorar, hipar y gritar desgarradoramente.

-¿Qué si lo sé? Tú padre es mi marido y tu madre es su querida.

Jessica habia perdido el norte completamente, ¿ella suponía que aquellos niños de apenas 3 años iban a saber lo que era aquel apelativo?

 Los niños bajaron las cabezas y pensaron en la palabra, lentamente,

Aquella mujer era la esposa de su padre; pero su mamá. Aquella que lloraba cuando los besaba, aquella mujer increíblemente tierna que los acunaba y se quedaba las horas enteras mirándolos a los ojos sin decir nada….aquella mujer era la querida de su padre….la mas querida…..

…………………………………………………………………………………………………………………………………………

-Jessica…¿Pero como es posible que ella…?.- Los ojos de Edward vidriosos; miraban a Bella con autentico terror; las palabras que habían brotados de sus labios eran como dagas minúsculas que iba lacerando poco a poco su corazón.

 Pero de pronto comprendió.

Ella sabia quien era Bella, fue ella misma la que le dijo la identidad del Cisne. ¿Hasta donde habia usado el poder que tenia y sus influencias, para averiguar el paradero de Bella? Y lo que era mas repugnante e importante. ¿Desde cuando lo sabia?

 Comenzó a pasearse intranquilo; el pecho le dolia, y  ya no ardían las heridas del rostro, provocadas por la ira de Erick.

  Ahora era todo mas claro para él.

Jessica siempre lo supo.

Y nunca pensó que él iba a perdonar a Bella. ¿Pero que perdonar? ¡Si era ella la que debia de perdonarlo a él! Y ahora otra vez volvia a hacerla daño, indirectamente.

Sus hijos…

-Debemos llamar a la policía.- Erick, se pasaban la mano por su cabello rubio y miraba la escena apabullado.- No podemos perder el tiempo..tenemos que pensar.

-Sí.- Edward alzó la vista y caminó hacia el normando.-

El teléfono de Edward sonó.

La casa parecía un total caos; puesto que en aquel mismo momento, el timbre de la puerta también se escuchó y fue Erick quien abrió, mientras le daba instrucciones a la policía.

Eran Alice y Jasper.

-¡Papa!.- la pequeña  duende, corrió hacia los brazos de su padre, quien apretaba en ese mismo instante al botón de “ aceptar” del celular.

-Hola queridísimo esposo….

-Jess…..-Edward apretó landibula y achicó los ojos; preso de una ira contenida.

Los ojos de Alice parpadearon, Bella se olvidó de respirar, Erick, le dirigió una mirada fría y se fue hacia otra parte de la casa para poder seguir hablando con los policías.

-Adivino que estas con ella……- la voz de ella; sonaba venenosamente calmada.

-Sí.- espetó él, agarrando el mobil con fuerza y apartando cariñosamente a Alice, de su lado.

-Yo también estoy muy bien acompañada. ¿ adivinas?  Son dos hombrecitos. Dos. Y son igualitos a ti. ¿No es casualidad?

-Jessica, estas cometiendo una locura…deja a los niños…podemos hablar…

-¡Callate! Ahora las reglas las pongo yo, maldito hijo de puta. Quiero que vengas; con tu queridita….haremos un trueque. Los dos mocosos por “ ella”….

-Jessica; piensa lo que estas haciendo.- Edward sonaba absolutamente desesperado.- Por lo que hubo entre nosotros…

-¡Bastardo! ¿Por lo que hubo? Yo te amo, maldita sea..y tú siempre la quisiste a ella…a ella…. Si  desapareciera de este mundo… ya no me debería de preocupar…- espetó ella, pensativa

-Iré solo, Jess. Volveré contigo. Dejaré a  Bella. Pero deja a mis hijos.

Hijos. “Sus hijos”

Alice que miraba a su padre, sin pestañear, intentando entender. Sonrió abiertamente ante la perspectiva de que tuviera unos hermanos. Buscó a Bella con la mirada, y vió el total aturdimiento de su rostro; parecía perdida en sus pensamientos.

-No.- Jessica emitió un siseo, como si de una víbora se tratase.- La quiero a ella aquí...estoy en el pabellón de caza de papá. ¡Ah! Y Edward… cuidado con la policía….tengo un arma, y puedo hacer puding de cerebro..¿recuerdas que lo tomaba mucho?.- la voz de Jess adquirió un  autentico matiz de locura.- Traete a Isabella.

Colgó.

Edward retiró el teléfono de su oído y miró a Bella, caminó lentamente hacia ella y se acurrucó a su lado, intentando calmarse, con el calor de ella.

-¿Qué te ha dicho, Edward?.- preguntó ella casi en un susurro. La voz le costaba de llegar a las cuerdas vocales; al igual que la respiración.

 Edward, acarició su frente, sus labios, sus ojos …y la besó con fuerza en la  coronilla, para después suspirar, abatido.

-Tiene los niños en el pabellón de caza de su padre. Sé donde está. Dice que debemos ir los dos; Bella. Te quiere a ti a cambio de los niños.- él la miraba con intensidad y rozaba sus labios casi con los de ella.

-Iré.-dijo ella decidida, pegando un salto del sofá.- Me arriesgaré a lo que sea por ellos…¡Dios mio, Edward, son tan solo unos niños…deben estar pasándolo muy mal!….

-Gracias a Dios, son pequeños y cuando pasen unos años apenas se acordaran.- dijo él, intentado quitar importancia, a toda aquella situación de autentica locura.

  Bella lo miró con pena y sonrió débilmente, sin que esta sonrisa llegara a sus ojos.

-Sí. Sí lo recordaran. Son niños especiales; Edward.

-¿Especiales?.- las cejas juntas de Edward; le recordaron a Isabella el gesto de aquellos dulces hijos suyos, que ahora estaban apresados por una autentica tarada.

-Son superdotados.

Edward pestañeó y se volvió hacia Erick que en ese momento entraba a grandes zancadas, hacia el salón.

-La policía, ya la está buscando. Por lo visto  la hermana de tu exmujer , la ha acusado de intento de asesinado. Cuando les he dicho lo que ha hecho con los hijos de Bella, no lo podían creer.- Se dirigía a Edward y casi le crujía la mandíbula, al tener que dedicarle alguna de sus palabras.

-¿Tanya? ¿Intentó matar a Tanya?.- Edward no podida asimilar toda la información de la que habia creido una mujer buena y compasiva. Lo habia engañado; como a un infeliz.

-Si. Por lo visto el accidente de coche de tu excuñada. No fue fortuito; precisamente.

Edward , dejó caer su hermosa cabeza cobriza, entre sus manos, revolviendo aquel cabello suyo, con las manos temblorosas.

Bella se levantó, dejando a Edward solo,y éste miró hacia la frágil silueta femenina que se dirigía hacia Erick.

-Oh…Erick, esa mujer ha llamado a Edward. Los tiene ella.- Bella se echó a llorar de nuevo, apoyando su cabeza en el fornido pecho de rubio.- Vamos a ir al lugar.

Erick cogió su celular con fuerza e hizo un movimiento para apretar un botón.

-Ni se te ocurra. Como vea policías, le da un balazo a uno de los niños.- Le dijo Edward seco, haciendo  que Bella  emitiera sonoros llantos adherida al pecho de Erick.- Iremos Bella y yo…Jessica, quiere a Bella. Pero yo no se lo permitiré. ¿Bella?.- preguntó, él, levantando su cuerpo del sofá y caminado hacia el normando y  la mujer que amaba.

-Sí…vamos.- Bella sorbió ligeramente y se separó de Erick, que la cogió por un codo.

-Yo también voy.

-Ni se te ocurra. Si te vé, puede pasar algo..no voy a poner en peligro la vida de mis hijos o la de Bella porque a ti se te pegue la gana, de hacerte el machito.- siseó Edward, que ya estaba a su lado, enseñando los dientes como una perro de caza.

-Iré. Los seguiré. Tranquilo, no se dará cuenta. ¿Crees que esa mujer alocada puede tener a alquien mas que la ayude? Es una mujer con dos niños….si voy con vosotros, sin duda será mejor.- espetó Erick, duro sin mirar a Edward. Su mirada estaba clavada en los ojos chocolates de Isabella que lo miraba con ternura.

-Esta bien.-dijo Edward a regañadientes. – Pero a una distancia prudente. No quiero poner en pel…

-¿Y tu crees que yo si?.- Erick, miró a Edward y y arrugó la nariz como si su olor lo quemara.- No perdamos mas tiempo en palabrería y vámonos.

   Se despidieron de Jasper y Alice que habían admirado toda aquella con una extraña confusión.

Sacaron los coches y fueron hacia las afueras de Dempsey…al pabellón de caza del Jhon Stanley…

Continuará.

Dos capis mas, el epilogo y se acabóooooooooooooooooooooo..¡me da mucha pena!!! Pero es mejor asi…jejjej¡¿Me dieran que les pareció?

Besos hermosas, las quiero de verdad, esto es un regalo para todas ustedes!!!!

 

 

 

Capítulo 31: Capitulo 31 Capítulo 33: Capitulo 33

 
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