El Cisne Negro (+18)

Autor: sistercullen
Género: + 18
Fecha Creación: 18/11/2010
Fecha Actualización: 26/02/2011
Finalizado: SI
Votos: 63
Comentarios: 260
Visitas: 288099
Capítulos: 35

  Edward Cullen se ve en la obligación, por una promesa hecha ya, hacia un tiempo de dar cobijo a una colegiala, que dista mucho de la imagen que él recordaba, cuando era una niña

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Capítulo 14: Capitulo 14

 

                                  CAPITULO DECIMOCUARTO

   Edward Cullen se retorcía entre las sábanas de raso.

   ¿Qué había querido probarse aquella noche?

   Que Isabella Swan le era indiferente. ¡Pero que gilipollez!

   Se levantó de un salto de la cama y se metió en la ducha. Mientras el agua le caia suavemente por su cuerpo, se apoyó en las baldosas de esta con su cabeza. Debia de tomar una decisión con respecto a su vida. Debia marcharse unos días de  aquella casa y pensar.

    Le había contado algo a Lauren, obviamente no le había dicho quien era la mujer.

   Ella no había reaccionado bien, pero lo había entendido.

   Se había quedado con él, toda la noche. Sería mentir si dijera que no había intentado follarsela; pero había sido imposible. ¿Es que no podía levantársela nada más que ella?

    Miró su miembro y se  rió mentalmente. Allí estaba erecto e hinchado, con sólo pensar en su querida Isabella.

    Salió de la ducha y se vistió. Mientras lo hacia, recordó como Bella bailaba con Erick. Que hubiera dado él, por ser el que la abrazara en ese momento. Durante la fiesta se apartó del grupo con Lauren intentó ponerse a tono toqueteándola; pero la muy cabrona de su polla no hacia ni puto caso al cuerpo escultural de la mujer.

   Ya ella notó que algo no iba bien. Y algo le tuvo que contar para salir de la situación.

   ¿Voto de castidad? Lo estaba haciendo ,desde luego.

 

 

     Lauren Mallory, salió de habitación de Edward Cullen con  el corazón destrozado. Al cerrar la puerta  se dio cuenta que alguien se había escondido en  un cuarto dos puertas más allá.

   Debia de ser Bella Swan. Maldita. Si Edward pensaba que no se había dado cuenta  de cómo la miraba es que pensaba que era imbécil.

   La puerta estaba ligeramente abierta y , pensó en hacer un poco de teatro aquella mañana. Puso la mejor de sus sonrisas y caminó con las piernas ligeramente abiertas; recordando como Edward la montaba y como quedaba ella después de la sesión de sexo continuado.

   La niñata, estaba observando y no le cabrian dudas que habían estado teniendo sexo toda la noche. Aunque la  verdad era totalmente distinta.

    Nunca había visto a Edward en aquel estado. Se había enamorado de aquella criaja de mierda. Él no le había dicho su nombre; pero no hacia falta, su manera de mirarla en la fiesta, no hacia dudar que lo afectaba de una manera que ella solo se había atrevido a soñar.

   Estaba claro que un dia u otro ,Edward dejaría de tener aquellas citas con ella y la dejaría. Pero no estaba preparada para aquello. Lo había consolado, había querido hacer el amor con él, pero él no reaccionaba. Edward había caído en los brazos de morfeo, poco después que ella intentara sonsacarle el nombre de la mujer. Aunque ella ya lo sabia. Isabella Swan.

   Cogió su coche y se alejó de aquella casa con los ojos abnegados en lágrimas.

   Se había acabado su historia con Edward; eso es lo que él dijo. “ Tengo que pensar que hacer; necesito saber hasta que punto me afecta esa mujer…debo saber si en realidad me he enamorado de ella o simplemente es un capricho”…” Debemos dejar de vernos….yo quiero estar solo ahora”  “ Si… me marcharé unos días y cuando vuelva decidiré que debo de hacer”

    Lauren se frotó los ojos mientras daba un volantazo. Salió de la carretera y se paró en el arcén, allí lloró desconsoladamente.

 

 

    Las maletas estaban en el recibidor cuando Alice y Bella bajaron a desayunar. Edward le estaba dando ordenes a la muchacha del servicio.

    -Volveré en cuatro días. Por favor cuide de las niñas…

   Alice se paró delante de su padre y entrecerró los ojos acusadora.

   -Papá. ¿Te marchas?

   Edward la miró  un momento y se llevó la mano a su cabello revuelto.

   -Sí Alice, marcho por..negocios, no temas mi nena. En cuatro días a lo sumo estoy contigo ¿si?.- le dijo acercándose a ella y acarciandole la nariz con un dedo.

   Alice cerró los ojos al contacto de su  padre y se  fundió en un abrazo con él.

   -Papá.- le susurró.- Sé porque te marchas.¿Porque huyes?

   Edward se separó abruptamente de su hija y la miró con los ojos como platos.

   Ella asintió con una sonrisa en los labios y miró hacia Bella que observaba intentando parecer indiferente.

   -Vaya, tu también estas aquí, Bella.- Él se acercó a ella y la sujetó por el hombro.- Confio en ti. Me voy por unos días, dejo a Alice bajo tu responsabilidad. Si necesitan algo llámenme , Rosalie y Emmet, están de acuerdo en que vayan cuando les parezca. Zafrina esta aquí para lo que deseen, ósea que no hay porque preocuparse.

   -Papá. ¿llegaras dentro de cuatro días seguro?

   Edward miró a su hija con intensidad y movió la cabeza afirmando.

  Se marchó con un picor en las manos y con ardor en los labios, le hubiera gustado besar a Bella antes de marcharse y llevarse el dulce sabor de su boca.

 

   Bella vió como Edward se marchaba con corazón en el cuello, hubiera querido llorar, pero no tenia lágrimas; ¿se marchaba, a donde y porque?

   Alice fue hacia ella y la cogió por la cintura y se dirigieron a la cocina.

   -Anoche fue increíble,Bella. Jasper dijo que era muy bonita. ¿Sabes? Bella…Bella ¿Qué te pasa?.-dijo Alice con el rostro serio al ver a la castaña como reprimirá un sollozo.

  -Nada Alice, nada.- le dijo ella sentándose en uno de los taburetes de la cocina.

 -Mira si crees que soy medio lela, te equivocas; ¿Qué pasó anoche con mi padre?.- le dijo plantándose de frente a ella y haciendo un mohín.

Bella, intentó cambiar las facciones de su rostro, pero fue imposible.

  -Hablamos.-dijo seca.

  -Ya.

  Ella miró a la pequeña y se retorció la manos.

 -¿Qué quieres que te diga Alice?

 -Quiero que me digas la verdad. Y si no te la diré yo. Que te gusta mi padre, y que a mi padre le gustas tú. La verdad Bella, no creo que le haya pasado a nadie por alto que mi padre anoche no tenia ojos nada más que para ti. Y eso sin hablar del incidente de la mesa, cuando se reunieron los dos arriba. Creo que se marcha para poner en orden sus ideas. Lo estas volviendo loco, Bella.

   La castaña frunció los labios y se levantó en dirección a la nevera; cogió un carton de zumo de naranja y se lo sirvió en un vaso. Lo bebió lentamente y miró largamente a su amiga.

   -Tienes que ayudarme Alice.

  Alice Cullen sintió como si le fuera a explotar el corazón. Ella era muy perceptiva y sabia positivamente que Bella era lo que necesitaba su padre. Sabia que la amaba,¿lo amaría ella con la misma intensidad que transmitían los ojos de su padre al mirarla a ella?

   -Mi padre te ama, Bella; no sé lo que has podido pensar de él, esta noche pasada, pero estoy segura que no ha tenido nada con  Lauren. Lo conozco o por lo menos creo conocerlo. Puedo pensar que en un principio, creyó que lo mejor seria desfogarse con ella, pero dudo mucho que lo hiciera.

   Bella negó y plantó el vaso con fuerza encima del mármol.

   -Ví a Lauren como salía del cuarto de tu padre….Estuvo con ella toda la noche, Alice.

   Alice bajó la cabeza y se asió al respaldo de una de las sillas.

   -No…no puedo creerlo…

    -Sí, supongo que tienes  todo el derecho a no creerlo, pero es lo que ví.

    -No, no quiero decir que no te crea Bella, lo que no entiendo es el hecho en sí.  La verdad ahora mismo, es como si no lo conociera…

   -Es un hombre que no tiene contemplaciones a la hora de satisfacer sus bajos instintos.-le dijo Bella acercándose. Queria consolarla. Al fin y al cabo era su padre.

    -No. Hay algo que no me cuadra Bella.- Ella la abrazó y Bella la besó en la cara, sintiendo como se llevaba una lagrima en sus labios.

   -Shhh…Alice, tranquila. No sufras. ¿Me ayudaras?.- le dijo levantándole con una mano la barbilla.

   La pequeña duede asintió con un hipido.

  -Vamos de compras…se supone que no debo saberlo…pero  hay una fiesta de cumpleaños sorpresa a la vista..-Alice sonrió y sorbió su nariz.- Desayunemos, tenemos tres días y medio para trazar un plan. Ayudame ¿si?

   -¿Un plan para que Bella?

   -……

   -¿No quieres decirme nada?

   -Confia en mi. Necesito darle un escarmiento a tu padre. Lo necesito, es cuestión de orgullo. Anoche entre las cuatro paredes de su habitación, nos derrumbamos y  nos besamos….pero recordé abruptamente que Edward Cullen no es hombre de una sola mujer y no quise seguir el juego.  Necesito saber que soy para él. Quizás le doy morbo, de sobras se sabe que él es un hombre al que no se le ha resistido ninguna mujer. Yo no debería ser la excepción.

  -¿Y si lo eres? Y si se ha enamorado de ti y le da miedo .¿Qué pasara entonces Bella?

   Bella Swan soltó un suspiro y acarició la cabecita de Alice.

   -No lo sé. Ahora…cambiemos de conversación. Hablame de anoche y de Jasper….

 

     

 

Edward Cullen pasó aquellos cuatro días en el solitario pabellón de caza  que heredó de su padre. Llamaba todas las noches a Alice para preguntarle como había ido el dia. No olvidaba preguntar por Bella; como si no le importara. La segunda noche apenas pudo dormir, cuando Alice le dijo que habían ido a comer con los Hale. Jasper y Erick estaban allí y no pudo obviar como miraba aquel majadero a su Bella.

    Alice le recordó la fiesta de Bella, y pensó llevarle algún regalo. Salió un dia hacia el pueblo y vió  una tienda de electrónica, se paró en el mostrador y pidió un portátil. Lo necesitaría cuando empezaran las clases.

   Le hubiera gustado regalarle algo más personal después de aquellos besos. Pero se recordó mentalemente que era su tutor y que no  cabian regalos, como un anillo, una gargantilla o una pulsera; que era realmente lo que quería regalar.

     Su apariencia había cambiado esos cuatro días. No se había afeitado, apenas había comido y eso sin pensar en  las largas noches de imsonio que había pasado. Aquella soledad, le había ayudado a entender que la amaba más que a cualquier cosa.

  

 

    La fiesta de cumpleaños de Bella ya era todo un hecho. Alice había mandado que un catering organizara toda la cena. Ella y Bella habían ido al salón de belleza. Allí las estaban esperando Tanya y Rosalie. Las dejaron lindismas a todas, pero el asistente del salón puso toda su creatividad en el rostro y en el cabello de Bella.

   La había maquillado más de lo que ella lo hacia de costumbre, despejándole todo el cabello de la cara en una coleta alta con un elegante tupé que le daba volumen en la parte superior de la cabeza.

    Habia maquillado sus ojos con tonos ocres que le daban profundidad a su mirada y como colofón había pintado sus labios de un tono marron achocolatado, que le hacían unos labios terriblemente sugerentes.

   El atuendo era cosa de Alice, lo había comprado a escondidas. Bella en un primer momento había elegido un vestidito de vuelo con tirantes, que no se ajustaba para nada, a lo que Alice quería que pareciese esa noche. Un mujer con todas las palabras; Una muy deseable y sexy mujer.

   Habia elegido un traje de chaqueta, con unos tacones de vértigo. Entalladisimo y sugerente.

   Negro de satén. Debajo de la chaqueta, llevaría un corpiño  con barillas  azul en combinación con los zapatos de tacon que eran del mismo género.

    Cuando bella vió el traje luchó verbalmente con Alice, pero no pudo hacer nada. Una vez vestida con el atuendo, se tuvo que mirar varias veces al espejo. No parecía la misma. Estaba bella y elegante; parecía haber salido de una revista de moda.

   -Bella estas increíblemente bella.-le dijo Alice con un suspiro.- Voy a bajar, ya tienen que llegar los invitados y quiero ir acomodándolos. Baja de seguida ¿si?

   Ella asintió y volvió a mirarse al espejo mientras Alice cerraba la puerta de su habitación y se marchaba.

    Cogió el perfume que le había regalado Alice hacia varios días y se lo puso con delicadeza detrás de las orejas y en el escote. Suspiró como si le costara soltar el aire y abrió la puerta para encaminarse a la terraza.

    Cuando bajó y la vieron, todos la vitorearon y la felicitaron. Habia mucha gente. Vió a una mujer muy bella hablando con Alice de una manera muy cordial y pensó que podía ser su madre, ya que Tanya estaba a su lado riendo con ambas.

   Bella se acercó a ellas y saludó.

   -Hola.-dijo.-¿Es usted la madre de Alice?.-dijo mirando a la mujer que la evaluaba con la mirada.

   -Sí. Encantada. Supongo que tú seras Bella. Me han hablado muy bien de ti, tanto mi hija como mi hermana. Soy Angela un placer, Bella.

  Se acercó a ella y le dio dos besos en las mejillas, Bella sonrió y se separó, buscando a Edward entre los presentes. No había ni rastro de él.

   Rosalie y Emmet, también la agasajaron con piropos   que la hicieron adquirir ese tono carmín en su rostro que tanto odiaba.

   Erick llegó con Jasper. El primero llevaba una copa de vino en la mano y se la ofreció después de saludarla.

   -Estas bellísima, Bella. Esta noche haces honor a tu nombre..no sabes hasta que punto.- Erick,se la comia literalmente con la mirada.

   Bella agachó la cabeza y negó.

    -Todo ha sido idea de Alice. Yo la verdad, nunca me hubiera vestido asi…

   -Deberias dejarte guiar más por ella…estas imponente. – Erick rozó levemente los labios por las mejillas de ella.- Me gustas mucho, Bella…

   -¡Papá! ¡Has venido!.- Los gritos de Alice paralizaron a Bella, que se quedó como una estatua mirando a Erick. Estaban detrás de ella y un estremecimiento hizo que le temblara la mano al subir la copa hacia sus labios y beber de golpe el liquido que había en ella.

   -Vamos a picar algo Erick.- Dijo la castaña, siguiendo hacia la mesa y dejando las voces de Edward y Alice  que se alejaran.

    -¿Otra copa de vino, Bella?.- le preguntó Erick,cogiéndola de la cintura.

  Ella le sonrió y se quedó sola.

  -Felicidades, Bella.- dijo una voz que hizo que se tambaleara de los vertiginosos tacones.

 

 

   Continuará….

Capítulo 13: Capitulo 13 Capítulo 15: Capitulo 15

 
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